lunes, 29 de diciembre de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: HOMOSEXUALIDAD, ¿SE NACE O SE HACE?


Muchos padres de familia se hacen esta pregunta, ya sea deseando evitar tener un hijo o hija homosexual, o bien, tratando de explicarse qué ha ocurrido con su hijo o hija para que sea homosexual. Por un lado, aún no hay estudios concluyentes que determinen que la homosexualidad sea de nacimiento, aunque por otro, sí es claro que la sexualidad, en sí misma, es algo inherente al ser humano desde que nace, por lo que tiene bastante sentido pensar que el ser humano nace ya con una determinada orientación. Debo aclarar que al hablar de sexualidad no me refiero al deseo sexual que aparece desde la adolescencia, sino a la identificación de género y a la química de atracción con uno u otro género.

En el otro lado de la balanza, tampoco hay estudios concluyentes que demuestren que la homosexualidad es adquirida por factores ambientales. Existen numerosos estudios en este sentido que tienden a demostrar, sesgadamente, los factores ambientales que condicionan la homosexualidad. Algunos de ellos determinan que en la mayoría de casos de homosexualidad masculina analizados en los mismos, ha existido un modelo maternal muy dominante y de fuerte carácter. Algunos también lo relacionan con un modelo paternal débil, que viene a ser compatible con lo anterior; pero otros lo relacionan con un modelo paternal demasiado autoritario y estricto, lo cual contradice lo anterior. Por otro lado, todas estas hipótesis tienden a hacer hincapié en la homosexualidad masculina, olvidándose de que también existe y abunda la homosexualidad femenina. Y entonces, ¿a que responde la homosexualidad femenina?

Lo que está claro es que nada está claro. Cualquier estudio hecho hasta ahora debe considerarse simplemente como un intento de acercamiento al tema, pero creo que el de la homosexualidad es un mundo demasiado complejo aún por explorar, ya que el tabú en el que ha vivido siempre envuelto a penas ha permitido penetrar en él. Pero si ni siquiera está claro para los expertos, es obvio que explicaciones sin ningún fundamento, basadas en la cultura popular, deben ser absolutamente descartadas. Yo, personalmente, no he llevado a cabo ninguna investigación al respecto, pero sí puedo hablar en base a los numerosos pacientes homosexuales que he tenido en mi carrera profesional, y puedo dar fe de que, en general, al profundizar sobre el origen de su condición, solían coincidir en que esa identificación con el género opuesto y química de atracción hacia el mismo género la han sentido desde muy pequeños, desde siempre, que recuerden; aunque también en algún momento han empezado a sentirse diferentes y a ocultar su condición al notar que los demás, en general, no eran así, y que su forma de ser era rechazada.


Creo más, por tanto, en la hipótesis de que es una condición innata, en la que casi nadie ha creído hasta ahora, con el aval de instituciones religiosas reacias a aceptar no solo la situación en sí misma, sino, más aún, que “Dios sea responsable de ella”. Por ello, se ha tratado y se sigue tratando de justificar por medio de factores ambientales, sociales y familiares, o peor aún, inexplicables desviaciones, conductas viciosas, o incluso usándose para justificar que el Diablo existe. En lo que sí son determinantes los ambientes social y familiar, es en la forma de aceptar, manejar y vivir la condición, y en la formación del carácter y personalidad del individuo, pero eso es en general, no solo en el caso de homosexuales. Por ejemplo, en el caso de las madres muy dominantes y fuertes de carácter, dependiendo de la personalidad del hijo, no es que sea más probable que sea homosexual, pero sí es más probable que éste tenga un carácter débil y apocado, y eso, en la mayoría de culturas ha tendido a relacionarse con “falta de hombría”, y, por tanto…

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

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