sábado, 6 de diciembre de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: FANATISMO Y MESIANISMO

Favor tomar nota: Las Ilustraciones de este artículo son de exclusiva responsabilidad de Compartiendo mi opinión 

       
Los actos terroristas del 11 de Septiembre de 2001 en Estados Unidos han  marcado un antes y un después en la manera de entender la guerra en el llamado primer mundo. Ya no es guerra caliente ni fría; digamos que es “guerra tibia”. Es una amenaza latente y permanente. Mucha gente se pregunta cómo es la mente de los autores intelectuales y materiales de dichos actos para impulsarles a cometer semejante barbaridad. El calificativo que a cualquiera le viene a la mente es el de “locos”.

Sin embargo, nada que ver; el loco actúa por sí sólo, y no es capaz de una esmerada planificación, organización y coordinación como las puestas de manifiesto en el mencionado caso. Y ello no significa que un loco no sea capaz de hacer mucho daño; la historia reciente está llena de masacres ejecutadas por individuos aislados. Pero la amenaza permanente a la que estamos sometidos está orquestada por personas o grupos perfectamente cuerdos y organizados.

       Efectivamente, lo sucedido entonces es el resultado de la combinación de dos factores: un mal entendido mesianismo, y el fanatismo.

El mesianismo es la actitud personal (mesías) de liderazgo de un grupo humano, bien sea a través de un fuerte carisma, o de otro tipo de poder, como el dinero; con el objeto de provocar un cambio social importante. Para algunos mesías, como Jesucristo, o Mahatma Gandhi valores objetivos universales como la vida, el amor, la paz, o la libertad, se constituyen en fin supremo de su causa, y a la vez en medio para lograrlo. Para otro tipo de  mesías, a la vez fanáticos, como Napoleón, Hitler, o el autor de estos atentados, el fin de su causa es subjetivo e irracional, y los medios para lograrlo también, incluyendo la guerra, el terror y la muerte gratuita de mucha gente.

Al contrario que Jesucristo o Gandhi, que serían los primeros en sacrificar su vida por su noble causa, estos mesías nunca lo harían por la suya, sino que, con una inteligencia privilegiada, se sirven de una población fanatizada por ellos mismos o por la propia cultura extremista y radical, y dispuesta a todo, para ejecutar materialmente sus planes.

Ahora el nacimiento del llamado “estado Islámico”, nos indica que la amenaza sigue latente. Sus anhelos imperialistas anacrónicos, al estilo de siglos atrás, debe recordarnos experiencias pasadas, cómo surgieron y cómo crecieron en base a algún mesías que plantea un anhelo particular de poder y gloria infinita, con un mensaje seductor que fácilmente encuentra eco en una población susceptible de ser fanatizada, hasta formar una bola de nieve difícil de parar, provocando algunos de los mayores conflictos mundiales de la historia.

       Tradicionalmente, el pretexto más común de los mesías ha sido el religioso, y actualmente no es diferente. Quizás porque la religión se presta a infinidad de interpretaciones, siempre bajo el nombre de un dios todopoderoso, numerosos mesías la utilizan. Por suerte pocas veces es con fines bélicos, pero por desgracia bastantes veces con fines fundamentalmente económicos.

Algunos mesías persiguen y encuentran en la religión una forma muy lucrativa de vivir, amparándose en su poder de seducción hacia una población fácilmente manipulable, y en que la libertad de culto les permite zafarse de cualquier control social, porque no es fácil demostrar lo que es culto y lo que es manipulación. ¡Al menos no matan a nadie!

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.        

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