viernes, 10 de julio de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 10 de julio

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 10 de Julio de 1821 Estados Unidos toma posesión de Florida, comprada a España. Es el cuarto estado más poblado del país y con 170,304 kilómetros cuadrados, es el vigésimo segundo estado por superficie. Su capital política es Tallahassee, su ciudad más grande es Jacksonville, pero la aglomeración urbana más poblada es Miami, que cuenta con más de 5,3 millones de habitantes. En 1817 Bajo las órdenes del corsario francés Luis Aury, se organizó una flotilla que participó activamente en los sucesos que resultaron en la creación de la nación de la Florida, militarizando la costa ante una inevitable invasión española desde La Habana. Aprovechando estos acontecimientos, el presidente estadounidense, James Monroe y su Secretario de Estado, John Quincy Adams, ordenaron una operación marítima y terrestre para apropiarse de la Florida. En septiembre de 1818, un gran despliegue militar estadounidense apoyado con tropas españolas procedentes de La Habana desembarcó en Amelia y de allí se dirigió a Fernandina para someter a los rebeldes a sangre y fuego, apresando a las autoridades que defendían la insurgencia en la Florida. En 1818, Andrew Jackson invadió la Florida Oriental en lo que la historia estadounidense denomina Primera Guerra Seminola y este hecho le valió el apoyo popular en su país y el del Gobierno, siendo presidente Monroe y secretario de Estado John Quincy Adams, quien, con el tratado transcontinental de 1819 (Adams-Onís), forzó a una debilitada España a entregar lo que le quedaba de su territorio colonial a cambio de cinco millones de dólares no pagados, sino destinados a abonar reclamaciones estadounidenses contra España. La anexión estadounidense del territorio terminó finalmente en un día como hoy 10 de Julio de 1821 cuando el gobierno liberal que había derrocado a Fernando VII ratificó el tratado, año que marcó la intensificación de la guerra contra las tribus seminolas que habitaban la península para establecer colonos estadounidenses y conformar lo que es hoy el estado más meridional de los Estados Unidos de América. La gran mayoría de la población española en la Florida emigró a Cuba y la huella española acabó diluyéndose, siendo hoy escasa (iglesias, edificios gubernamentales, fortalezas,...) y sus descendientes contados. La Segunda Guerra Seminola comenzó a finales de 1835 con la Masacre de Dade, cuando los seminolas emboscaron a tropas del Ejército que marchaban desde Fort Brooke (Tampa) a reforzar Fort King (Ocala), matando o hiriendo mortalmente a todos menos uno de los 108 soldados. Entre 900 y 1.500 guerreros indios seminolas guerrearon efectivamente empleando las tácticas de guerrilla aprendidas de los españoles contra las tropas del ejército de los Estados Unidos durante siete años. El joven jefe seminola Osceola llegó a simbolizar la resistencia indígena en la Florida. Después de que éste fuera detenido, los seminolas entablaron negociaciones y pactaron una tregua en 1837. Osceola murió en prisión un año después y la guerra se prolongó hasta 1842. El 3 de marzo de 1845, Florida se convirtió en el estado número 27 de los Estados Unidos de América. La Tercera Guerra de Seminola duró desde 1855 hasta 1858 y supuso el exterminio de la mayoría de los seminolas restantes. Después de tres guerras sangrientas, la mayoría de los pocos seminolas supervivientes fueron forzados al exilio y deportados a reservas indígenas de los Creek al oeste del rio Mississippi. Unos cientos de seminolas y su líder, Aripeka (Sam Jones), permanecieron en los Everglades y se negaron a abandonar la tierra natal de sus antepasados. Sus descendientes se mantienen hasta hoy en el sur de la Florida.
Un día como hoy 10 de Julio de 1890 en Estados Unidos, Wyoming es admitida como el estado número 44. Es el estado menos poblado, datos estimados de 2006, indican que había cerca de 515.004 habitantes con un incremento de población del 4,3% desde 2000. Su territorio ocupa una superficie de 253.337 km², que para efectos comparativos corresponde a la mitad de la de España. El nombre procede del idioma indio algonkin y significa “En la gran llanura del río”. Wyoming es un estado árido; la mayoría del suelo recibe menos de 10 pulgadas de agua de lluvia anual, por lo que el terreno no se presta para la agricultura. La cría de ganado es realizada especialmente cerca de las zonas montañosas. Por Wyoming transcurre la línea Divisoria continental de América.
Un día como hoy 10 de Julio de 1925 en Dayton, Tennessee empieza el "Juicio del Mono", en el que el estado de Tennessee demanda al maestro John T. Scopes (1900-1970) por enseñar la Teoría de la Evolución a sus alumnos. John Thomas Scopes, de 24 años, enseñaba biología en el secundario de Dayton, un pueblito de Tennessee. A principios de julio de 1925, mientras daba clase, dos policías entraron al aula y se pusieron contra la pared del fondo. Scopes, perturbado, despidió a sus alumnos y los policías lo invitaron a ir hasta la droguería del pueblo. Allí estaba el metodista George Rappalyea, entre otros líderes locales. —Estuvimos discutiendo y yo dije que nadie podía enseñar biología sin enseñar la evolución —comenzó Rappalyea. Así es —asintió Scopes. Rappalyea sacó un libro de los estantes de la droguería, que también funcionaba como almacén de ramos generales. Era el tomo Biología Cívica, de Hunter. —¿Les estuvo enseñando este libro? Scopes volvió a asentir. —Entonces cometió un delito —le dijeron. Scopes se quedó atónito cuando los policías lo llevaron hasta la prisión local. A principios de 1925, los parlamentarios de Tennessee sancionaron una ley que prohibía la enseñanza de la evolución natural, teoría desarrollada por Charles Darwin en su libro El origen de las especies. En otras palabras, era delito decir que el hombre (varón y mujer) evolucionó de especies inferiores y que el chimpancé era su pariente más cercano en la escala zoológica. Esto, se decía, podía llevar a "perversiones morales". La enseñanza oficial debía ser que el hombre fue creado por Dios, como dice la Biblia. John Scopes no podía entender su situación. Estaba preso por enseñar ciencia, que era su trabajo. Tampoco entendía que, con su arresto, los líderes locales buscaran atraer la atención sobre Dayton y tentar a algún empresario a invertir en un pueblo que cada vez tenía menos habitantes. La Asociación de Libertades Civiles Norteamericanas (ACLU) ofreció pagar los honorarios del defensor y eligió a H.G. Wells, el escritor de ciencia ficción autor de “La máquina del tiempo” y otros relatos fascinantes. Pero a Wells no le interesó. En realidad, el defensor surgió después de que se conociera quién iba a ser el fiscal. Las autoridades del pueblo consiguieron que William Jennings Bryan, un fundamentalista religioso, tres veces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, asumiera la acusación a pesar de que no ejercía el derecho desde hacía 30 años. Cuando se supo de que actuaría Bryan, hubo un abogado que se propuso para la defensa. Era Clarence Darrow, de 70 años, el abogado más famoso del país. William Jennings Bryan calificó al juicio de una "contienda entre la evolución y la cristiandad", y a Darrow, como "el mayor ateo" del país. Darrow se unió a la mesa de la defensa, según dijo, porque quería demostrar que Bryan era un intolerante. Un día como hoy 10 de julio de 1925 por la mañana, una joven de unos 20 años estaba parada en la puerta de la Corte con un bebé en su brazo derecho y un cartel en el izquierdo que decía: "Scopes, arderás en el infierno". Había más carteles, algunos con la figura de un mono y la cara de Darrow. Uno de ellos permaneció siempre en la puerta del tribunal: "Lea su Biblia todos los días". Una señora vestida con una camisa de volados blancos, abotonada hasta el cuello, y una pollera larga y negra, cantaba una canción religiosa al frente de otras 50 mujeres. Hacía un calor insufrible y casi todos se apantallaban con diarios, cartón o abanicos. Había puestos de limonada y comida y un olor envolvente a cebollas fritas. Vinieron periodistas hasta de Hong Kong. Fue la prensa la que bautizó el caso con el nombre que lo identificaría para siempre: "El juicio del mono". Durante la mañana, unas 1.000 personas fueron entrando a la sala del tribunal para ver cómo enjuiciaban a Scopes. Alrededor de 300 se quedaron de pie. El juez John Raulston golpeó con su martillo para acallar los murmullos. El calor era tan insoportable adentro que se permitió a los hombres estar en camisa. Los procedimientos empezaron con una oración, bajo la firme protesta de Darrow. La presentación de Bryan, de inflamada aunque aburrida oratoria, era rubricada a cada pausa por un sonoro "amén" del público. Darrow volvió a protestar y el juez debió pedir mesura. El caso para la fiscalía era muy claro. Con el testimonio de los alumnos probó que Scopes enseñaba la teoría de Charles Darwin, y que esto constituía una violación a la ley de Tennessee. En este tramo, Darrow sólo le preguntó a un alumno si le parecía que su profesor enseñaba cosas perversas o malas. El chico dijo que no. Los científicos que la defensa propuso como testigos dirían que la ley era injusta pues no se podía tomar a la Biblia, que es un texto religioso, como si fuese un libro de ciencias. Pero Darrow tuvo serios problemas cuando el juez rechazó esos testimonios por impertinentes. Darrow decidió entonces dar batalla en el terreno de sus oponentes y llamó como testigo al mayor experto en la Biblia que se encontraba presente, es decir al propio fiscal. Bryan, confiado, aceptó. —¿Todo en la Biblia debe ser interpretado literalmente? —empezó Darrow. —Así es.- Darrow le mostró una piedra. —¿Qué edad cree que tiene esta piedra? La ciencia dice que millones de años. —Tiene menos de 6.000 porque el obispo de Usher fijó la fecha de la Creación: el 23 de octubre del 4004 a.C., a las 9. —¿Hora del este o del oeste? —Darrow sonrió y al ver la perplejidad de Bryan siguió: —Déjelo, déjelo... Pero sí dígame, ¿el primer día tuvo 24 horas? —La Biblia dice que fue un día. —¿Un día de 24 horas, de 30 horas, de un mes, de un año, de millones de años? —No lo sé... Mi impresión es que fueron períodos. —Bueno, si los llama períodos, ¿podría haber abarcado mucho tiempo? —Tal vez... Podría haber continuado millones de años —Bryan bajó los ojos y sus seguidores quedaron con la boca abierta. Darrow pidió un veredicto inmediato. El final fue transmitido por radio a todo el país. En 8 minutos, el jurado declaró a Scopes culpable, lo multó con 100 dólares y quedó libre. Era el martes 25 de julio de 1925, hace 75 años. Darrow apeló, pues buscaba que un tribunal superior dijera que la ley antievolución era inconstitucional. Cinco días después, el fiscal Bryan se recostó a dormir una siesta de domingo y murió. La diabetes lo había vencido. El 14 de enero de 1927, la Corte del estado redujo la multa a un dólar y evitó pensar el asunto en profundidad. Dijo: "No es conveniente prolongar este caso tan extraño". La ley no se aplicó más. Es válido especular que tanto a Scopes como a Darrow les habría encantado saber lo que reveló el 21 de julio de 2000 el científico Craig Venter, del proyecto Genoma humano. Dijo que la evolución ya es una certeza porque probaron que en el hombre hay vestigios de estructuras genéticas de especies anteriores. Darrow murió en 1938, a los 83 años. Scopes enseñó ciencia toda su vida. Murió en 1970 y fue enterrado en Louisiana según el rito católico por voluntad de su esposa y de sus dos hijos. 
Un día como hoy 10 de Julio de 1985 en Auckland, Nueva Zelanda, es saboteado y hundido por agentes del gobierno francés el buque de Green Peace “Rainbow Warrior” para evitar protestas contra las pruebas nucleares que realizaría Francia en el Atolón de Mururoa, en el sur del Océano Pacífico. El 23 de Diciembre de 1985 Francia indemniza a Greepeace por el hundimiento del buque Rainbow Warrior. El Rainbow Warrior (Guerrero del Arcoiris) era el buque insignia de la organización no gubernamental internacional Greenpeace. Fue construido en Aberdeen en 1955 e inicialmente utilizado por el ministerio de agricultura británico como barco de investigación. Más adelante se convirtió en barco de pesca en el Mar del Norte hasta su adquisición por Greenpeace en 1978. Su nombre proviene de una antigua profecía de los nativos de América del Norte. En 1981 sus máquinas fueron remplazadas. El Rainbow Warrior era utilizado como barco soporte para las manifestaciones de protesta organizadas por Greenpeace contra diferentes actividades realizadas por diversos países contrarias a la protección del medio ambiente y de las especies marinas. El barco fue hundido por agentes de la Dirección General de las Seguridad Exterior (DGSE) francesa en 1985, para evitar una incursión en sus aguas territoriales, que Greenpeace quería llevar a cabo para protestar contra las pruebas nucleares que realizaría Francia en el Atolón de Mururoa, en el sur del Océano Pacífico. La operación de sabotaje fue bautizada como Operación satanic: cuyo objetivo fue de prevenir protestas de Greenpeace contra las pruebas nucleares en el pacífico a través del hundimiento del "Rainbow Warrior" en Auckland, Nueva Zelandia, un día como hoy 10 de julio de 1985. La policía neozeladesa descubrió la conspiración y arrestó a dos agentes de la DGSE que fueron declarados culpables del homicidio sin premeditación de un periodista que se ahogó en el hundimiento (y de incendio provocado, por volar la nave). Las relaciones públicas francesas con Nueva Zelanda fueron frías y estresantes y el incidente tuvo un mayor impacto con la policía extranjera en Nueva Zelanda. Fuera de Francia, muchos consideraron la operación como un ataque terrorista. El barco fue reflotado, pero las averías eran de tal magnitud que hicieron imposible su reparación de manera que fue transportado en 1987 hacia las islas Cavalli donde fue hundido para contribuir como santuario de fauna marina. Greenpeace bautizó con el mismo nombre sus nuevos barcos insignia, el Rainbow Warrior II y Rainbow Warrior III. 
Un día como hoy 10 de Julio de 1991 en la Federación Rusa, Boris Yeltsin es elegido presidente. Fue el primer Presidente de la Federación de Rusia, sirviendo desde 1991 hasta 1999. El 12 de junio de 1991 fue elegido para el recién creado puesto de Presidente de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia con el 57% de los votos. Fue reelegido en 1996, derrotando a Guennadi Ziugánov del revivido del Partido Comunista. Sin embargo, Yeltsin nunca recuperó su popularidad inicial después de una serie de crisis económicas y políticas en Rusia durante la década de 1990. En agosto de 1991, Yeltsin ganó los aplausos internacionales al promoverse a sí mismo como un demócrata y por desafiar el intento de golpe de agosto de 1991 llevado a cabo por los comunistas de línea dura en el gobierno soviético. La era Yeltsin estuvo marcada por la corrupción generalizada, el colapso económico, dos guerras en Chechenia y enormes problemas sociales y políticos que afectaron a Rusia y a otros antiguos Estados de la Unión Soviética. Durante los primeros años de su presidencia, muchos de los partidarios políticos de Yeltsin se volvieron contra él y el Vicepresidente Aleksandr Rutskói denunció a las reformas como un "genocidio económico". Los constantes enfrentamientos con el Parlamento que culminaron en la crisis constitucional rusa de octubre de 1993, cuando el Parlamento intentó apartar de su cargo a Yeltsin y asedió la Casa Blanca rusa , en la que murieron cientos de personas. Yeltsin se deshizo de la Constitución vigente, prohibió temporalmente la oposición política y prosiguió con su experimentación económica. A continuación, introdujo una nueva Constitución con un fuerte poder presidencial y que fue aprobada por referéndum antes de finalizar el año. El 31 de diciembre de 1999, Yeltsin hizo un sorpresivo anuncio de su renuncia, dejando la Presidencia en manos de su sucesor, el entonces primer ministro, Vladimir Putin. Yeltsin dejó el cargo siendo ampliamente impopular entre la población rusa. Según algunas estimaciones, sus índices de aprobación al dejar el cargo fueron tan bajos como el 2%.
Un día como hoy 10 de Julio de 1992 en Miami, el dictador panameño Manuel Antonio Noriega es sentenciado a 40 años de prisión por narcotráfico. El general Manuel Antonio Noriega, de 52 años y depuesto hombre fuerte de Panamá, fue condenado un día como hoy 10 de Julio de 1992 por el Tribunal Federal de Miami, Florida a 40 años de cárcel por ocho delitos de narcotráfico y blanqueo de dinero. "Como no pudieron matarme ayer [durante la invasión estadounidense de Panamá en 1989] me traen aquí hoy para que usted les haga el favor de matarme en vida" dijo Noriega al juez William Hoeveler antes de que éste leyera la sentencia. Noriega había sido declarado culpable de los cargos el pasado 19 de abril, en un proceso que duró siete meses y en el que declararon 78 testigos. La fiscalía había pedido al juez William Hoeveler que cuando decidiera la pena impuesta a Noriega midiera su sentencia "no en años, sino en décadas". En la argumentación de los fiscales, 20 páginas que se conocieron esta semana, los abogados del Gobierno estadounidense se congratulaban por haber liberado a Panamá de "un tirano". La sentencia puede considerarse moderada, ya que las penas podrían haber sumado hasta 120 años de prisión. Los 40 años a que ha sido condenado, sin embargo, son suficientes para que pase el resto de su vida en prisión. El general panameño se presentó ante el juez Williams Hoeveler en su uniforme militar y se dirigió a él en castellano, en un discurso que duró cerca de tres horas, para expresar por última vez sus quejas contra Estados Unidos, que lo arrancó del poder en diciembre de 1989 y lo puso en manos de la justicia norteamericana. "El proceso ha sido forzado por aquellos que me temen Y que pensaron desacreditarme a través de acusaciones o matarme durante la invasión", dijo Noriega. "Dios os bendiga, fiscales, y Dios bendiga a los miembros del jurado. Me gustaría alabar a Dios del Universo. Él es el más justo de los jueces". Fiesta de los fiscales. Los fiscales que han hecho posible la sentencia tenían previsto celebrar una fiesta cuyo motivo principal sería patear la piña. Los acusadores del Gobierno norteamericano hicieron circular una invitación a esta peculiar celebración, en la que se ridiculizaba abiertamente a Noriega, a quien en Panamá le llaman despectivamente Cara de piña, por las profundas cicatrices del acné juvenil que tiene en la cara. El abogado de Noriega, Frank Rubino, que prepara ya la apelación, expresó su indignación: "Esa fiesta no me sorprende nada. Esto demuestra que los fiscales norteamericanos han caído tan bajo que se podría decir que están al nivel de las alcantarillas". El anfitrión de la fiesta, Guy Lewis, el más joven de los tres abogados de la acusación, rehusó hablar sobre el asunto. Noriega tiene ahora pendiente un juicio en Tampa (Florida) por tráfico de marihuana, así como también acusaciones en Panamá por corrupción y asesinato. Lo más probable es que después de recibir su sentencia sea enviado a la cárcel de máxima seguridad en Marion (Illinois), donde cumplen condena conocidos criminales como el narcotraficante colombiano Carlos Lehder, quien testificó en su contra. La sentencia fue acogida con gran alivio" por el actual Gobierno panameño, informa la agencia Efe. "La condena de Noriega cierra definitivamente un capítulo muy doloroso en la historia de Panamá", dijo el presidente Guillermo Endara. Una oscura trama. A raíz de un artículo publicado por The New York Times en junio de 1986, en que se denunciaba la implicación del comandante de las Fuerzas Armadas y hombre fuerte de Panamá, Manuel Antonio Noriega, en el tráfico de armas y de drogas, el Departamento de Estado de EE UU se vio obligado a revisar su política panameña. En 1988 el Senado iniciaba una investigación sobre el general, y ese mismo año, dos jueces de Miami y Tampa dictaban sendos autos de procesamiento simultáneos contra Noriega que marcaron el fin de una etapa de entendimiento entre los gobiernos de ambos países. El 20 de diciembre de 1989, las tropas norteamericanas entraban en Panamá. Tras unos días en que se le dio por desaparecido, la Nunciatura Apostólica comunicaba el día de Nochebuena que el general Manuel Antonio Noriega se encontraba refugiado en su sede. El 3 de enero de 1990, Noriega se entregaba a las autoridades de EE UU y era trasladado a Miami, donde ingresó en la cárcel como preso común. En mayo de 1991 Noriega declaró mediante un documento preparado por sus defensores, en el que afirmaba que había recibido millones de dólares de la CIA destinados a combatir el régimen sandinista y acusó a los servicios de inteligencia norteamericanos del asesinato de Omar Torrijos. El 10 de abril de 1992, el jurado de Miami declaraba a Noriega culpable de ocho de los diez cargos por narcotráfico y blanqueo de dinero que se le imputaban.

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