sábado, 18 de julio de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CONSULTAS DISFRAZADAS


De todos los blogs publicados hay algunos que provocan innumerables comentarios que no son comentarios realmente, sino consultas sobre su caso particular, en espera de una respuesta específica que solucione su situación. Yo agradezco infinitamente la atención que ponen a este espacio, pero quisiera hacer algunas reflexiones al respecto.

La situaciones relacionadas con la conducta humana, o con los problemas infantiles casi nunca se originan simplemente “porque sí”, y casi nunca tienen una solución tan simple como dar un consejo, como si éste fuera una especie de varita mágica. Y yo siento que muchas personas eso es lo que esperan. En el pequeño espacio de un blog se puede simplemente exponer una problemática muy por encima, muy en general, y eso es lo que trato de hacer, despertar la conciencia de que tal o cual situación puede no ser normal o adecuada, o puede ser generadora de conflicto; despertar la conciencia de que lo que le pasa a muchas personas, y que creen que les pasa solo a ellas, es una problemática bastante común que pasa a otras muchas personas.

Sin embargo, no se puede entrar a analizar muy en profundidad los temas por falta de espacio, por falta de tiempo, y porque muy poca gente lo leería; en general los textos largos y complejos tienden a provocar rechazo en la gran mayoría de las personas. Y esas mismas son también algunas de las razones por las que no se puede dar respuesta profunda a las consultas escritas. Pero no son las únicas razones; ni siquiera las más importantes.

Cada problemática particular, aunque sea muy común en otras muchas personas, se ha generado en base a circunstancias particulares, generalmente con otras personas del entorno particular involucradas. Son situaciones que, en general, han existido por bastante tiempo, y que han provocado otras situaciones paralelas. Son situaciones muchas veces generadas por personas con una determinada forma de ser, o hábitos muy arraigados, que no van a desaparecer de repente. Situaciones, en general, bastante enredadas, que, obviamente, no van a cambiar por dar un simple consejo online. Incluso una situación aparentemente simple, como que un niño moje la cama, por ejemplo, está probablemente ocasionada por una o más circunstancias complejas que uno ni se imagina.

Por tanto, para tratar de dar solución a todas estas situaciones generalmente se requiere de la actuación de un especialista, de una forma directa e interactiva, con la persona o personas afectadas, y frecuentemente también, con las personas de su entorno involucradas. Hoy día la tecnología permite trabajar muchas de estas situaciones on line, sin necesidad de desplazarse a la consulta del especialista. Pero aún con la actuación del especialista, es necesario un compromiso honesto de las personas facilitando el trabajo del especialista y siguiendo las recomendaciones pertinentes. Sin este compromiso, el trabajo del especialista es en vano.

Y es bastante común también que este compromiso no exista por diferentes razones, la principal, porque tratar de solucionar una situación supone casi siempre afectar o modificar hábitos inadecuados u otras situaciones patológicas que no se está dispuesto a cambiar, de modo que al final se concluye que el problema que se consulta es, en realidad, “el mal menor”, y se abandona el esfuerzo, dejando ahí el problema como mal menor, que en el futuro se convertirá a su vez, probablemente, en causa de nuevos problemas.

Hay otra reflexión más que quisiera hacer al respecto de las consultas que se me hacen en los comentarios. Aunque cada situación es diferente a las demás, porque tiene elementos y circunstancias particulares, también suelen tener elementos en común a los demás casos sobre ese mismo tema. Y yo siento que directamente se solicita al especialista sin que haya un esfuerzo propio de leer otras consultas similares, así como respuestas que ya se han dado a consultas similares. Cada uno de nosotros debe ser un poco “psicólogo”, al menos a nivel doméstico, para asimilar similares experiencias ajenas y adaptarlas a nuestra situación particular.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 


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