sábado, 22 de agosto de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PADRES DE SUS NIETOS



      No, no me refiero a situaciones derivadas de aberrantes incestos, que no merecen comentario en este espacio; sino que quiero añadir algunas cosas que quedaron en el tintero cuando hablaba en un blog anterior sobre los abuelos en el rol de padres. Mencionaba la falta de firmeza que los abuelos suelen tener en el manejo de la educación de sus nietos.

Por una parte, el aferrarse a la vida, simbolizada por esos nietos que tienen bajo su responsabilidad, les hace ser consentidores; y por otra, tienden a actuar con cierta debilidad, como padres “comodones”. Debido al cansancio físico y psicológico que se acumula con la edad, necesitan un mayor esfuerzo para asumir esa responsabilidad que ya no debería corresponderles. Les es más difícil poner límites adecuados en el momento adecuado, y mantener firmeza en ellos, porque ello supone un stress que frecuentemente tratan de evitar, tanto más cuanta más edad tienen.

       Por todo ello, no es tan fácil que los abuelos sean excelentes educadores y padres ideales. Sin embargo, cuando asumen esa responsabilidad suelen tener una conciencia de la misma superior a la que suelen tener muchos padres, especialmente los muy jóvenes; y esa conciencia, así como la buena voluntad que suelen mostrar por todo aquello relacionado con sus propios hijos, les convierte en sustitutos muy válidos; mucho más que unos padres poco conscientes de su propio rol, y, por supuesto, que cualquier otra persona ajena o institución.

       Por otra parte, conviene siempre que los niños sean conscientes de su realidad familiar, sin que ello signifique tenerla presente a cada instante. El niño siempre necesita sentir la presencia de unos padres que le transmitan afecto, que le eduquen, que le den seguridad, aún cuando éstos no sean los padres biológicos; y tiene cierta tendencia a llamarles “papás”, en especial si los padres biológicos ya no existen de hecho; y es que los términos “papá o mamá” para él lo son todo; no simplemente alguien que le dio la vida; y es lógico que tan grandes palabras se las dedique a quienes habitualmente se entregan a él.

       Esto no supone inconveniente siempre que el niño sea consciente de que, en realidad, son sus abuelos. Si los padres biológicos existen, y están presentes al menos de vez en cuando, es lógico que reclamen ser los destinatarios de la palabra “papá o mamá”, pero en tales casos, deben comprender, sin molestarse, alguna posible confusión al respecto en el niño, de modo que se dirija a sus abuelos como si fueran sus padres. 
       Por último, una reflexión. Es frecuente que los padres biológicos no tengan su vida planificada. Es frecuente también que si la planifican lo hacen de modo que sus prioridades sean el éxito económico y profesional. En cualquier caso queda poco o ningún tiempo para dedicar a la atención de los hijos, y delegan esta tarea en otras personas. Los niños no necesitan simplemente alguien que les cuide; necesitan padres que se hagan presentes, que ejerzan como tales. Se puede elegir entre tener hijos o no tenerlos, pero si se tienen, entonces deben ser prioridad. Si es imprescindible recurrir a alguien, los abuelos mejor que nadie, pero el abuso de este recurso ni es justo para los abuelos, ni tampoco para los nietos.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

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