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sábado, 13 de junio de 2015

Democracia: Congresistas Demócratas votan contra proyecto de Obama en Cámara Baja

Tomado de El País
 Obama visita la Cámara Baja para persuadir a la bancada Demócrata a votar por su proyecto sin lograr su objetivo


A diferencia de muchos países Latinoamericanos los Legisladores en EEUU si son independientes, responsables con sus electores y no obedecen como corderos los deseos del presidente del país o los intereses de los dirigentes de su partido

 Los demócratas bloquean la política comercial de Obama

La decisión de la Cámara impide avanzar en los pactos que Obama intenta cerrar con países del Pacífico y de la UE

Por Joan Faus

El Congreso de Estados Unidos, impulsado por el Partido Demócrata, infligió este viernes un duro golpe al presidente Barack Obama. La Cámara de Representantes rechazó un plan de ayuda a trabajadores afectados por tratados comerciales, una votación que bloquea, por ahora, la concesión de autoridad al demócrata Obama para negociar directamente acuerdos comerciales. A un año y medio del fin de su presidencia, la decisión de la Cámara impide avanzar en los pactos que Obama intenta cerrar con países del Pacífico y de la UE.
La política comercial es una de las máximas prioridades de la agenda de Obama en lo que le queda de mandato. Su objetivo es lograr cerrar un acuerdo esta legislatura con otros 11 países del Pacífico, cuyas economías suman el 40% del PIB mundial. El proyecto es un pilar fundamental en la estrategia para afianzar relaciones en la cuenca del Pacífico y contener el ascenso chino en la región. Obama negocia, al mismo tiempo, un acuerdo de asociación con la Unión Europea. Ambos quedan en entredicho con la votación de este viernes.
Para lograr esos objetivos, el presidente necesita que el Congreso le otorgue la Autoridad para la Promoción Comercial (TPA, por sus siglas en inglés). El Senado aprobó hace tres semanas esa ley, que facilitaría las negociaciones comerciales al fijar que durante tres años, renovables a otros tres, el Congreso no podría modificar un tratado comercial internacional, solo aprobarlo o rechazarlo.
La Cámara de Representantes dio este viernes su apoyo a la medida. Sin embargo, esta estaba vinculada a una ley de protección de derechos de los trabajadores. El rechazo de esta última impide que la TPA se convierta en ley. Desde el lunes, el liderazgo republicano en la Cámara tiene dos días legislativos para tratar de someter la ley de protección a una nueva votación en el pleno.
Cortejar a los legisladores es un elemento esencial del ritual político estadounidense. Lo hacen grupos sociales, lobistas, miembros del Gobierno, y cuando la incertidumbre es máxima, incluso el presidente del país. Un par de horas antes de la votación de este viernes, Obama hizo una visita sorpresa al Congreso para reunirse con representantes demócratas, en un último intento de convencerles de votar a favor de la Autoridad Comercial.
Que un presidente se desplace hasta la colina del Capitolio para tratar de arañar votos es un gesto inusual: refleja la importancia que concede a una votación y el nerviosismo ante las posibilidades de perderla. El significado es aún mayor cuando el presidente, como el exsenador Obama, mantiene una relación tirante con los legisladores.
“Creo que nunca te aseguras nada aquí. Siempre se está moviendo”, dijo Obama tras reunirse con los congresistas demócratas. Su presión fracasó: en un bochornoso revés, los demócratas votaron masivamente en contra del plan de ayuda al considerarlo un modo de apoyar la TPA. Temen que los acuerdos comerciales desencadenen despidos por deslocalizaciones, rebajas salariales y un auge de los beneficios empresariales.
"Urjo a la Cámara a pasar sin retraso la TPA para que más trabajadores de clase media tengan la posibilidad de participar y triunfar en nuestra economía global", dijo el presidente en un comunicado tras la votación. Obama alertó que la no renovación de ese plan de ayuda afectará a 100.000 trabajadores y dijo querer firmar, para convertirlas en ley, las dos normas a la vez.
El precedente del Nafta
La reticencia demócrata a los acuerdos comerciales es habitual. Ya la sufrió hace dos décadas el presidente Bill Clinton en la votación del acuerdo de libre comercio con México y Canadá. El Congreso aprobó en 1993 el Nafta (por sus siglas inglesas) por un estrecho margen.
Clinton, igual que Obama, se jugaba su influencia, pero estaba al principio de su primer mandato. El peso del legado quedaba lejano. Los políticos demócratas, sindicatos y grupos medioambientales contrarios al acuerdo comercial que se negocia actualmente entre 12 países de la cuenca del Pacífico emplean los efectos del Nafta como un argumento de rechazo.
En la campaña de 2008 que le llevó a la Casa Blanca, Obama coincidía con algunas de esas críticas. Ahora, con el apoyo de la mayoría de legisladores republicanos, el presidente defiende el acuerdo del Pacífico como el mejor modo de incrementar la influencia de EE UU en Asia al promover reglas comerciales más justas y favorables.
El debate comercial ha propiciado lazos infrecuentes. Obama ha encontrado su mejor aliado en el liderazgo republicano, que ha torpedeado buena parte de su agenda desde que asumió la presidencia en 2009.
El debate, en la campaña electoral
El debate sobre la concesión de autoridad al presidente para negociar directamente acuerdos comerciales ha entrado en la campaña de las elecciones presidenciales de 2016. En el flanco republicano, hay coincidencia en apoyar el acuerdo comercial de la cuenca del Pacífico. En el demócrata, los dos candidatos más izquierdistas, Martin O'Malley y Bernie Sanders, han criticado el pacto. Pero la favorita, Hillary Clinton, que en 2012 lo apoyó, no se ha posicionado.
Pero ese apoyo fue insuficiente este viernes para contrarrestar el rechazo demócrata. “Si trabajamos juntos, será una gran victoria para los empleos y liderazgo estadounidense”, dijo el jueves el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner. El apoyo permite a los republicanos mostrarse como un partido responsable y afianzar su retórica a favor del liberalismo económico. La batalla ha sido y se presume intensa: con numerosos anuncios publicitarios de partidarios y detractores, y con cada congresista tratando de satisfacer a su distrito electoral.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Acuerdo histórico para liberar mercado mundial se logra en Bali

Tomado de BBC Mundo 

El acuerdo llegó después de maratónicas sesiones en Bali, Indonesia.
¿Cómo es el acuerdo histórico que promete cambiar el comercio del planeta?

El acuerdo llegó después de maratónicas sesiones en Bali, Indonesia.

"Un informe del Instituto Peterson de Economía Internacional, con sede en Washington, estimó que las medidas aduaneras podrían generar US$1 billón en actividad económica y 20 millones de nuevos empleos, si se aplican correctamente"

Los ministros de comercio de 159 países lograron un acuerdo histórico: un tratado que busca dar impulso al intercambio internacional de mercancías, como un camino para salir de la recesión que aqueja desde hace años a la economía global.

El primer acuerdo integral de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se alcanzó después de una sesión de charlas maratónica en la isla de Bali, en Indonesia, y representa un esfuerzo para simplificar los procedimientos burocráticos a la hora de hacer negocios a través de las fronteras.

También contempla un plan de facilidades y exenciones impositivas para productos que quieran exportar los países más pobres del planeta.

El acuerdo podría inyectar más de US$1 billón al comercio internacional, dándole a las naciones en desarrollo más aire para incrementar, por caso, los subsidios agrícolas.

 

¿Qué ventajas trae?


Los analistas más optimistas esperan que, además, sirva para crear 20 millones de empleos.

"Por primera vez en su historia, la OMC realmente ha cumplido", señaló el jefe del organismo, el brasileño Roberto Azevêdo.

Se trata, al fin de cuentas, del primer acuerdo integral alcanzado por la entidad desde su fundación, en 1995, y para su aprobación se hizo necesario convencer a Cuba, que lo había vetado porque, en el texto, no se condenaba el embargo impuesto por Estados Unidos a la isla.


Bajo el régimen del nuevo acuerdo, se reducirán los aranceles comerciales y se acelerará el paso de mercadería por las aduanas, además de dar más opciones de subsidios.

El principio básico que está detrás es la llamada facilitación del comercio. Se trata de reducir los costos y las demoras involucradas en el comercio internacional: en lenguaje llano, cortar el papeleo burocrático.

Algunos analistas sugieren que los beneficios pueden ser amplios. Un reporte de una influyente consultora de Washington, el Instituto Peterson de Economía Internacional, habla de US$1 billón en actividad económica y 20 millones de nuevos puestos de trabajo.

Los países ricos de la OMC se han comprometido a ayudar a implementar el tratado.

Y así, de alguna manera han aceptado ayudar a los asociados más pobres a vender más fácilmente sus productos.

Esto es un asunto de tarifas y de cuotas límite en las importaciones: las economías más ricas reducirán impuestos sobre las mercancías que les compran a países en desarrollo.

Unos y otros


"Por primera vez en su historia, la OMC realmente ha cumplido", dijo Azevêdo, aquí con el indonesio Gita Wirjawan durante las sesiones en Bali.

El ministro de Comercio de Indonesia, Gita Wirjawan, declaró que "el acuerdo beneficiará a todos los miembros" de la OMC, mientras que el primer ministro británico, David Cameron, lo consideró una "línea de ayuda" para los habitantes más necesitados del planeta.

El comisionado de Comercio de la Unión Europea, Karel De Gucht , le dijo a la BBC que si las naciones más pobres "tienen más capacidad comercial, ello resultará en más inversión en su logística e infraestructura".

Sin embargo, el llamado "Paquete de Bali" fue criticado por organizaciones civiles y activistas que consideran que la OMC no ha ido tan lejos como debía.
Entre lo que quedó fuera del acuerdo se destacan las tarifas o impuestos sobre un componente fundamental del comercio trasnacional: los productos importados.

La discusión en torno a las importaciones ha sido el componente central de los debates comerciales pasados, pero no ha sido el caso con este flamante acuerdo.

Y aquellos que no están contentos le reclaman a la OMC un plan integral más arriesgado.

Nick Dearden, de la organización World Development Movement, reclamó que "si Estados Unidos y la Unión Europea realmente quieren atacar la pobreza global, deberían haber hecho un paquete de ayuda para los países menos desarrollados mucho más fuerte".

La eterna disputa por los subsidios


Para cerrar este trato, las negociaciones debieron atender un asunto de fondo: el volver más flexibles las reglas sobre subsidios agrícolas que impone la misma OMC.

India encabezó la campaña, insistiendo en que debería permitirse el apoyo a la producción de granos bajo su nueva ley de seguridad alimentaria que, según algunos observadores, probablemente esté quebrando las reglas de la organización en materia de límites a los subsidios al campo.

Una "cláusula de paz" ha sido acordada para zanjar las diferencias, bajo la cual los miembros han acordado no iniciar disputas en la OMC a aquellos que estén violando la normativa en el marco de un programa de seguridad alimentaria.

Pero esta cláusula sólo estará vigente por cuatro años y es el foco de críticas de quienes no ven a la OMC con buenos ojos.

"Las negociaciones han fracasado en asegurar protección permanente para que los países puedan salvaguardar los derechos alimentarios de sus ciudadanos, lo que expone a cientos de millones de personas a sufrir hambrunas en el futuro simplemente porque hay que cumplir con el dogma del libre comercio", reclamó John Hilary, de la organización británica War on Want, que lucha contra la pobreza.

 Danza tradicional para amenizar la reunión de la OMC en Bali.

Prueba de credibilidad


La reunión ha sido importante para la credibilidad de la OMC y el acuerdo, alcanzado como corolario, es un paso superador de la ronda de negociaciones lanzada 12 años atrás.

En Bali, la OMC consiguió finalmente desbloquear la llamada Ronda de Doha, estancada desde 2008.

Los sucesivos fracasos y demoras han manchado la reputación de la OMC como un foro relevante para negociar cuestiones de libre comercio. Y esa percepción es la que ha llevado a muchos países a buscar cerrar sus propios acuerdos bilaterales o entre grupos pequeños de naciones, en lugar de perseguir tratados globales.

Según los analistas, el acuerdo de Bali ayudará en parte a restablecer la imagen del organismo.

Pero los temas sellados y acordados son sólo una porción de todo lo que estaba en juego en la Ronda de Doha.

El resto de los asuntos pendientes será muy difíciles de concluir en el futuro: muchos de ellos, señalan los expertos, están asociados a factores políticos internos en varios de los 159 países miembro sobre los que no siempre hay margen de negociación.


lunes, 25 de noviembre de 2013

Obama por convencer a aliados la otra parte difícil de un acuerdo con Irán

Tomado de La Voz de América

Ministros de Relaciones Exteriores de seis potencias mundiales e Irán consiguieron un acuerdo interino sobre el programa nuclear iraní.

Acuerdo con Irán aún presenta grandes retos

El presidente Barack Obama intenta apaciguar a Israel, mientras en casa los legisladores advierten sobre más y más fuertes sanciones en caso de que se caiga el acuerdo.

El gobierno del presidente Barack Obama tiene una ardua tarea por delante para tratar de persuadir a sus aliados en el exterior y al Congreso de Estados Unidos, de que acepten los términos principales del acuerdo alcanzado entre Irán y seis potencias mundiales.

Una llamada del presidente Obama al primer ministro israelí para apaciguar sus temores y una entrevista concedida por el secretario de Estado, John Kerry, a la cadena CNN, han sido las primeras medidas para defender el acuerdo.

En su conversación con Netanyahu, Obama prometió que los próximos meses servirán para alcanzar “una solución duradera, pacífica e integral” para resolver las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el programa nuclear iraní, según una transcripción de la conversación divulgada por la Casa Blanca.

Obama también aseguró que Estados Unidos seguirá comprometido con Israel y que será consultado sobre los pasos siguientes a tomarse en las negociaciones. Quizás por eso,  el secretario Kerry fue muy realista en sus declaraciones. “La siguiente fase, déjenme ser claro, será mucho más difícil y debemos ser honestos en esto. Pero tendrá más consecuencias”.

En cuanto los congresistas, éstos serán igualmente duros de convencer. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, dijo estar listo para trabajar con sus colegas en más sanciones económicas “en caso de que las conversaciones se compliquen o que Irán no cumpla o rompa el acuerdo interino”.

Y el republicano John McCain dijo estar “preocupado de que este acuerdo pueda ser una paso peligroso que degrade nuestra presión sobre el régimen iraní sin que haya acciones demostrables de su parte”.

La Casa Blanca asegura que la imposición de nuevas sanciones ahora podría descarrilar las negociaciones con Irán, pero hasta ahora no ha amenazado por vetar una medida así.

“El congreso, pienso, querrá dejar bien claro que si Irán no cumple estos compromisos, no solo insistiremos en que se vuelvan a establecer las sanciones, sino que éstas sean más fuertes”, advirtió el senador demócrata Ben Cardin.
 

jueves, 17 de octubre de 2013

Mercados globales reaccionan positivamente ante acuerdo en el congreso EEUU

Tomado de La Voz de América

Bolsa de Singapur: muchos alrededor del mundo recibieron aliviadas el acuerdo de último minuto alcanzado por los legisladores en Washington.

El mundo respira aliviado con fin de la crisis

El impase en el Congreso sacudió los mercados financieros globales y amenazó con manchar la imagen de Estados Unidos como un país sin riesgos para gobiernos e inversionistas.

Líderes políticos, inversionistas y la gente en general alrededor del mundo recibieron aliviadas el acuerdo de último minuto alcanzado por los legisladores en Washington para aumentar el límite de la deuda y evitar un potencialmente catastrófico default o incumplimiento financiero.

El impase sacudió los mercados financieros globales y amenazó con manchar la imagen de Estados Unidos como un país sin riesgos para gobiernos e inversionistas, que normalmente colocan billones de dólares en su economía.

El Ministerio de Relaciones Exteriores en Beijing dijo este jueves que el acuerdo sirve a los intereses de EE.UU. y que también ayudará a la estabilidad económica mundial y al desarrollo.

La prensa estatal china acusó a los legisladores estadounidenses de “mantener en rehén a todo el mundo” y advirtió que el impase significa que los bonos del Tesoro de EE.UU. puede que no sean más una inversión segura.

China es el mayor acreedor de la deuda del gobierno de EE.UU. y ha emitido reiteradas advertencias sobre el impacto global de un default por parte de Washington.

Por otra parte, la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, recibió con beneplácito el acuerdo pero exhortó a los legisladores estadounidenses a reducir la incertidumbre que rodea la política fiscal aumentando el límite de la deuda en una forma más extensa.

Los mercados accionarios asiáticos, que han estado aguardando nerviosamente una resolución de la crisis estadounidense, mostraron poca respuesta este jueves. Las acciones en Tokio cerraron con un alza del 0,8%. Seúl agregó casi un 0,3%. Hong Kong, sin embargo, cerró con una baja de 0,60%, mientras Shanghái finalizó el día con una baja de 0,2%.
 

Aprobado acuerdo fiscal, ahora es momento de volver a la Reforma Migratoria dice Obama

Tomado de The Huffington Post  

Crisis de gobierno: se llega a un acuerdo

Por Gabriel Lerner

Pasada la medianoche del miércoles, el presidente Barack Obama ratificó con su firma la resolución de ambas cámaras del Congreso por la cual se reabren las agencias de gobierno federal y se sube el tope de la deuda de Estados Unidos, evitando así una crisis financiera de grandes proporciones.
Dos horas antes, la Cámara de Representantes de Estados Unidos había aprobado la moción para llevar a su fin el cierre escalonado de las agencias del gobierno federal y para evitar que el país carezca de fondos suficientes para pagar sus obligaciones.
Con ello llegó a su fin el más encarnizado ataque por parte de una facción del partido de oposición republicano - la del movimiento radical Tea Party - contra la administración Obama, en su intento de anular, suspender o enmendar la Ley de Cuidado de Salud de Bajo Costo, llamada Obamacare.
La moción fue generada en el Senado al cabo de arduas negociaciones entre el líder de la mayoría demócrata Harry Reid y republicana Mitch McConnell. El Senado aprobó una medida idéntica una hora antes por 83 votos contra 18.
El voto en la Cámara baja fue de 285 contra 144, en donde los 200 demócratas votaron a favor y los 217 republicanos se dividieron.
El costo de la crisis, según una agencia financiera, fue de más de 24,000 millones de dólares.
Actualización 8:29 PM hora de Washington
Obama habló por tres minutos a la nación en momentos que el Senado ya aprobó el acuerdo fiscal y antes de la votación de la Cámara de Representantes.
Sugirió el mandatario que ahora es el momento de volver a la reforma migratoria, a una propuesta presupuestaria bipartita y de común acuerdo, poniendo "las últimas tres semanas tras nuestro", sin "enfocarnos en las elecciones sino en las vidas concretas de la gente".
Obama agradeció a los líderes del Congreso que llevaron al acuerdo y manifestó su esperanza de que la próxima vez no sea en el último momento.
Actualización 8:11 PM hora de Washington
El Senado de Estados Unidos aprobó por 81 votos contra 18 el acuerdo que lleva a su fin la crisis fiscal, reabre el gobierno e impide que el goiberno se quede sin fondos autorizados para pagar sus deudas.
La ley ahora pasa a aprobación de la Cámara de Representantes.
El Presidente Barack Obama anunció que hablaría a la nación en pocos minutos, incluso antes de la votación en la Cámara Baja, lo cual es criticado por el liderazgo de la agrupación de oposicion.
El artículo en el Huffington Post que así lo anuncia detalla: el cierre de gobierno (shutdown) está muerto. Obamacare está vivo.
Una nueva encuesta del instituto PEW anunciada hoy dice que la mitad de los republicanos no ven al movimiento Tea Party como parte de su agrupación.
Actualización 7 30 PM hora de Washington
Comienza el voto. La primera resolución ("cloture") requiere 60 votos para finalizar el debate y pasar a la votación de la medida que abrirá el gobierno e impedirá el cese de pagos. Esta medida requiere de mayoría simple de 51 votos.
El Senado votó 83 a 15 para finalizar el debate y pasar a la votación regular del acuerdo, lo cual tiene lugar en estos instantes.
En entrevista con CNN, el senador republicano Lindsey Graham dijo que su partido ha perdido en todos los frentes, aunque también perdió el presidente y los demócratas en menor medida, y expresó su esperanza de que "esta película" no tenga "una segunda parte" en la próxima discusión en enero y febrero. Se opuso a la caracterización de la situación por parte del senador Ted Cruz de su mismo partido, como una gran victoria.
"Esta fue una derrota para nosotros, hemos hecho más por Obamacare en estas dos semanas que cualquier demócrata podía haber hecho", dijo Graham.
Actualización 6 PM hora de Washington
El Senado de Estados Unidos se aprestaba a aprobar el acuerdo bipartito que pondrá fin al cierre de agencias federales y alejará el peligro de cese de pagos y derrumbe del dolar en los mercados internacionales.
Iniciado el debate, el líder del movimiento radical Tea Party Ted Cruz expresó su desagrado del acuerdo, al que calificó "terrible" para el pueblo estadounidense.
El voto tendría lugar a las 7 PM hora de Washington o antes.
A estas horas - alrededor de seis hasta que venzan las medidas del gobierno federal para asegurar el pago de servicios prestados - se descontaba que la propuesta anunciada esta manaña por los líderes de ambos partidos - Harry Reid por los demócratas y Mitch McConnell por los republicanos - contaría con el apoyo de una gran mayoría. La propuesta además no sería bloqueada por el archienemigo del acuerdo, el senador republicano Ted Cruz del Tea Party, de quien se temía postergara la aprobación de la moción hasta después de medianoche. Además, el presidente de la Cámara Baja John Boehner hizo público su apoyo al acuerdo y anunció que lo llevará, tal cual y sin modificaciones, a votación en el pleno de la cámara.
Otros representantes del populista Tea Party en el Congreso como Mike Lee criticaron el acuerdo y se comprometieron a combatirlo pero solo con su voto y no bloqueándolo.
A esta altura, la agencia financiera Standard and Poor anunció que los 16 días de cierre de las agencias federales costó al país 16,000 millones de dólares.
La primera consecuencia del acuerdo en el plano político es una ola de críticas dentro del Partido Republicano, incluyendo a conservadores como Grover Norquist, tradicionales como el senador John McCain y muchos más, que lamentaron que su propio partido llevó al país a una crisis innecesaria. Analistas consideraron inicialmente que el movimiento intransigente Tea Party está entre los grandes perdedores, lo cual, expresaron, se podrá comprobar en los próximos meses, en elecciones parciales y especiales en diversos estados, como New Jersey. Agregan a ello a Ted Cruz, pero señalan que John Boehener consolidó su posición y Obama demostró la validez de su insistencia en no negociar con los extremistas.
Sin embargo, Cruz mismo acotó esta tarde que se trata de una gran victoria, ya que millones de estadounidenses se levantaron, participaron en la protesta contra "Obamacare", hicieron oir su voz, desoida por "Washington", de donde no llegarán respuestas porque "está quebrada".
Ante la debilidad y la fragmentación del Partido Republicano, son las voces extremistas, que presentan la situación en términos de blanco y negro (literalmente), buenos contra malos, las que resuenan en este partido.
Pese al optimismo, el acuerdo de hoy solamente posterga el momento de la verdad y en enero y febrero habrá nuevas fechas topes y la posibilidad de nuevas crisis. Pero muchos creen que la política oficial de "no negociar con secuestradores" quitó de los extremistas la motivación para anotarse logros en este tipo de batallas dramáticas.
...
Este miércoles 16 de octubre, a las 9 de la mañana hora de Washington, 16 días después de que venciera la autorización de gastos presupuestales, y faltando menos de 24 horas para que el Estados Unidos se vea ante la posibilidad de cesación de pagos, republicanos y demócratas anunciaron llegaron a un acuerdo preliminar que permite reabrir las actividades del gobierno federal hasta el 15 de enero y que aumenta el tope de la deuda hasta el 7 de febrero, momento en el cual las partes esperan poder llegar a una solución de más largo plazo.
"La solución de compromiso a la que hemos llegado proveerá a nuestra economía con la estabilidad que tan desesperadamente requiere", dijo el líder demócrata del Senado Harry Reid al anunciar el arreglo en el pleno del Senado, hace pocos momentos. "Este no es el momento de acusaciones. Es un momento para la reconciliación", agregó.
Poco después, se supo que el presidente Obama "aplaudía" el acuerdo al que se llegó en el Senado y esperaba que sea aprobado tanto por el plenario de la Cámara Alta como por la Cámara de Representantes en este día.
También el presidente de la Cámara Baja se plegó a quienes apoyan el acuerdo, en un comunicado difundido por su oficina.
"No será nuestra táctica bloquear el acuerdo bipartito al que llegaron hoy los miembros del Senado", dijo Boehner.
En una moción separada, el Senado votará para instruir a los negociadores de ambas cámaras que lleguen a un acuerdo, antes del 13 de diciembre, sobre las prioridades de gastos de gobierno e impuestos para la próxima década.
La propuesta todavía necesita presentarse en forma de resolución legal en el Senado para su debate, voto y aprobaciónen la tarde de este miércoles. En caso de ser aprobada por la Cámara Alta, se derivará a la Cámara de Representantes, donde hasta ahora han dominado aquellos opuestos a todo acuerdo. Es allí donde todavía se temen problemas y donde hay posibilidad de que el presidente del organismo, el republicano John Boehner de Ohio, no tome el paso de ignorar la facción extremista de su propio partido.
Una señal de que la esperanza de que la Presidencia anularía Obamacare a cambio de que se reabra el gobierno cede ante el dictado de la realidad es que los congresistas republicanos entrevistados después de anunciado el acuerdo hablaban de la necesidad de reducir los presupuestos generales y combatir el déficit, lo que fue su principal objetivo desde 2008.
Aunque la razón de la crisis fue el intento del grupo intransigente relacionado con el movimiento Tea Party en la Cámara de Representantes de anular, suspender o enmendar la Ley de Cuidado Médico de Bajo Costo u Obamacare, el logro tal como se perfila por el momento del partido de oposición es que los recortes del año pasado bajo el llamado "sequester" seguirán en pie por el momento.
Aunque se había indicado que para ganar tiempo, el Congreso debatiría el acuerdo primero en la Cámara Baja, según el New York Times, lo cual hubiese ahorrado una ronda de votación en cada cámara al parecer el primer voto será el del plenario del Senado.
Uno de los principales motivos de optimismo entre los líderes de ambos partidos es que el dirigente del Tea Party, senador de Texas Ted Cruz, anunció que no bloqueará el debate y permitirá la votación. Las reglas del Senado permiten a cualquiera de sus miembros postergar el voto por un mínimo de 30 horas, que en este caso hubiera significado pasar el límite de medianoche y entrar a una situación crítica para los mercados financieros.
"No lo haré y nunca quise postergar el voto", dijo Cruz a los reporteros. "El momento no tendrá impacto sobre el resultado". Sin embargo Cruz anunció su oposición al acuerdo y dijo que votará en contra, por ser un ejemplo de cómo el "establishment de Washington" engaña al pueblo estadounidense. 
El acuerdo se hizo entre Harry Reid, líder de la mayoría demócrata y Mitch McConnell, de la minoría republicana. Debió hacerse en el Senado porque las negociaciones directas entre el Presidente Obama y sus asesores y el Presidente de la Cámara de Representantes John Boehner estaban estancadas. Una propuesta que trató de impulsar Boehner el miércoles fracasó dentro de su propio grupo republicano al oponérsele los delegados del grupo intransigente Tea Party, lo que en la noche de ayer había dejado la situación estancada e incierta.
Lejos de quedar relegado, Boehner queda nuevamente en el centro de la atención pública. Este congresista de Ohio deberá decidir si sigue acatando las demandas del grupo radical de congresistas republicanos que responde al movimiento Tea Party - entre 60 y 80 del los 224 republicanos - como hasta ahora, o si retoma la senda independiente. Para que pase una propuesta, Boehner necesitará incumplir su promesa de que cualquier resolución presentada a votación en el pleno debe contar previamente con la mayoría republicana, una medida destinada a preservar la unidad del partido, para él un objetivo crucial.
Un tercer canal de comunicación se desarrolló alrededor de la senadora republicana moderada Susan Collins, cuya propuesta la semana pasada fue opuesta por la mayoría demócrata, pero que mantiene negociaciones con senadores del otro partido.
En todo caso, Boehner necesitará el apoyo de los demócratas - que suman 200 de los 435 miembros - para aprobar el plan. Si efectivamente, da la espalda a los poderosos elementos intransigentes, éstos ya han prometido tratar de derrocarlo de su puesto, por lo que, según la fuente "es una de las decisiones más difíciles de sus 30 años en la política".
Sin embargo, se calcula que cualquier decisión que lleva a reabrir el gobierno y prevenir el "default" tiene la mayoría asegurada. Incluso al comienzo de la crisis, 18 republicanos se declararon en favor de esta solución, los cuales unidos a los demócratas ya hacían una mayoría.
Hasta donde se sabía, en el acuerdo no hay mención de anulación, suspensión o enmienda a la Ley de Cuidado Médico de Bajo Costo o Obamacare, lo cual era el motivo declarado de que los republicanos iniciaron la crisis. Sin embargo y con el objetivo de impedir "la humillación" del partido Republicano los demócratas aceptaron los siguientes cambios en esta ley, según el Washington Post.
"Se requerirán garantías adicionales para asegurar que las personas que reciben subsidios federales para comprar un seguro de salud bajo la ley tengan el derecho a recibirlos". Por su parte los demócratas pedían retrasar la aplicación del impuesto "belly button" que subiría en 63 por año el costo del seguro de salud el próximo año, pero en aras de lograr el acuerdo, renunciaron a esta solicitud.
En el plan del Senado no se hace mención de cambios en los recortes de enero que afectan especialmente al Pentágono. Estos recortes son la segunda parte de la reducción de gastos determinada en 2011 y 2012 en lo que se llamó el "sequester". Los recortes de gastos acordados en aquel entonces eran tan severos, tan rechazados por todas las partes, que servían como como elemento disuasorio: entrarían en efecto solo si no se llegaba a un acuerdo. Pero no hubo acuerdo y los recortes ya se sienten en numerosos servicios sociales.
La diferencia esta vez es que la segunda ronda de los recortes afecta principalmente al Pentágono - gastos militares - algo a lo que los republicanos están totalmente opuestos.
El aumento del tope de la deuda federal ha sido hasta el año pasado un trámite administrativo y no politizado del Congreso, que lo hizo 42 veces desde 1980. Con el advenimiento de un fuerte contingente del Tea Party al poder legislativo, éste se convirtió en otra arma de influencia para lograr sus objetivos.
El cierre de gobierno ha causado la suspensión - por ahora sin pago - de alrededor de un millón de empleados de gobierno y la clausura paulatina de servicios para quienes no tienen recursos: madres de bajos recursos, educación especial, jubilados, veteranos de guerra sin suficientes ingresos. En general, la población pobre. En este momento son pocos los adalides de éstos en nuestro poder legislativo.
En estados como North Carolina, el cierre del gobierno hace 16 días significaba que en los próximos días se interrumpirían servicios de ayuda en alimentos a 20,000 familias pobres.
Y sí, todo se reduce a una confrontación política, ideológica, titánica, histórica. Se centra en la división del partido Republicano después de su debacle electoral de hace un año. Se debe al intento de su liderazgo de prevenir la crisis interna, por lo que está dispuesto a ceder ante el sector más combativo.