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El desafío democrático de Hong Kong, en 10 claves
· Miles de manifestantes llevan seis
días plantando cara al Gobierno chino.
· Exigen poder elegir a sus gobernantes locales sin que los candidatos sean
filtrados por Pekín.
· La llamada "revolución de los
paraguas" cuestiona la viabilidad del modelo de "un país, dos
sistemas" adoptado en la excolonia británica.
· Hong Kong: la protesta pacífica
"armada con móviles y paraguas".
Por MIGUEL MÁIQUEZ
El desafío de los manifestantes de Hong Kong al
Gobierno chino, uno de los mayores afrontados por las autoridades de Pekín
desde las movilizaciones de la plaza de Tiananmen en 1989, se acerca ya a su
primera semana, después de que miles de personas volviesen a llenar este
miércoles, Día Nacional de China, las calles de la antigua colonia británica.
Los manifestantes, que exigen
elecciones "completamente democráticas", siguieron lanzando
consignas contra el Gobierno, ocupando amplias zonas de la ciudad, e impidiendo
el normal funcionamiento de empresas privadas, desde bancos hasta joyerías.
Lester Shum, unos de los líderes estudiantiles que
encabezan la conocida ya como "revolución de los paraguas", lanzó un
ultimátum al gobernador del territorio: o dimite "cuanto antes" o
tendrá que enfrentarse a manifestaciones aún mayores que las de estos últimos
días.
Estas son, en 10 preguntas y respuestas, las
principales claves de las mayores protestas registradas en Hong Kong desde que
China retomó su control en 1997.
1. ¿Qué exigen
los manifestantes?
Desde que el Reino Unido
devolvió Hong Kong a China, en el territorio se ha venido poniendo en práctica
el principio de "un país, dos sistemas"Democracia. En concreto, que
se elimine el filtro que representa el Comité Electoral, un órgano formado por
1.200 notables hongkoneses, la mayoría afines a Pekín, que debe dar su visto
bueno a los candidatos que pretendan presentarse a las próximas elecciones a
gobernador, previstas para 2017.
Los manifestantes,
liderados por grupos estudiantiles y de activistas prodemocráticos, denuncian
que este Comité Electoral supone una merma democrática y consideran que los
candidatos que apruebe serán fieles al Gobierno central chino.
2. ¿En qué
se diferencia Hong Kong del resto de China?
Desde que el Reino Unido
devolvió Hong Kong a China, el 1 de julio de 1997, en el territorio se ha
venido poniendo en práctica el principio de "un país, dos sistemas",
que permite que la región tenga sus propias instituciones legislativas,
ejecutivas y judiciales independientes de China, además de, al menos en teoría,
cierta libertad de expresión. En cualquier otra parte de China, una
manifestación abiertamente política o antigubernamental es reprimida en
cuestión de minutos.
La propia Ley Fundamental
de Hong Kong consagra que "el sistema y las políticas socialistas no se
aplicarán en la Región Administrativa Especial de Hong Kong y el sistema
capitalista anterior y su modo de vida perdurará sin cambios durante 50
años".
3. ¿Por
qué han estallado las protestas precisamente ahora?
La Ley Fundamental de
Hong Kong, una especie de Constitución, recoge el compromiso de Pekín de que
los ciudadanos del territorio podrán elegir a su propio jefe ejecutivo, algo
que se esperaba que ocurriese al fin en las próximas elecciones de 2017.
Pero el pasado mes de
agosto, el Gobierno chino especificó que, aunque los comicios serían
"libres", los candidatos serán filtrados por el mencionado comité, a
las órdenes de Pekín. El presidente chino, Xi Jinping, dejó claro que prefería
asumir el riesgo de que se produjeran manifestaciones antes que propiciar el
posible surgimiento de un líder local y con un peso real legitimado por las
urnas.
A pesar del carácter más
bien conservador de la sociedad hongkonesa, a muchos ciudadanos, sobre todo a
los jóvenes, se les ha agotado la paciencia. Ello, unido a la reacción por la
represión policial en las primeras manifestaciones, y al efecto contagio a
través de los medios de comunicación, Internet y las redes sociales, ha sacado
a miles de personas la calle.
4. ¿Quién
las está impulsando?
El grupo más visible de
entre los que han organizado las movilizaciones prodemocráticas de estos días
es el denominado Occupy Central with Love and Peace (Ocupa
Central –Central, o "centro", es uno de los principales
distritos financieros de Hong Kong–, con Paz y Amor), conocido como Occupy
Central. El movimiento surgió al calor de las protestas mundiales del 15 de
octubre de 2011 propiciadas por la Primavera Árabe, las protestas griegas y el
15-M español, entre otras movilizaciones ciudadanas.
Los otros organizadores
más importantes son la Federación de Estudiantes y varias organizaciones
juveniles, como Scholarism, que agrupa a alumnos universitarios y de educación
secundaria. Agunos estudiantes se han quejado de que Occupy Central "ha
secuestrado" su protesta, pero lo cierto es que en las manifestaciones
participan ya todo tipo de ciudadanos.
Lo que asusta de verdad
al Gobierno son los estudiantes que quieren un cambio de sistemaLa editora de
la BBC en Pekín, Carrie Gracie, explica que "la conducta de los académicos
de mediana edad que lideran el movimiento Occupy Central es fácil de predecir y
contrarrestar para el Gobierno de Pekín. Pero lo que los asusta de verdad son
los estudiantes universitarios que quieren un cambio en el sistema y que dicen
que continuarán sus demandas hasta que Pekín los escuche".
"A través de su
sostenida oposición a una reforma electoral –añade–, China ha creado un
movimiento opositor con un claro sentido de su deber y su propósito, en una
comunidad donde antes estaban más ocupados en sus clases y en el futuro de sus
carreras. [...] En los últimos días, esos estudiantes tomaron las calles para
que sus voces fueran escuchadas mientras los rociaban con gas pimienta y
detenían a sus líderes. Y fue allí donde aparecieron los académicos de Occupy,
que sintieron también la necesidad de salir de acompañar a sus alumnos".
5. ¿Cuándo
comenzaron y cómo?
El pasado mes de julio
más de medio millar personas fueron detenidas durante una gran marcha
prodemocrática que reunió a más de 500.000 manifestantes. La movilización tuvo
lugar tras un referéndum a través de Internet organizado por Occupy Central en
el que participaron más de 765.000 personas (la región tiene algo más de 7
millones de habitantes), a pesar de las restricciones.
Por su parte, los
estudiantes universitarios convocaron, el 22 de septiembre, sus propias
manifestaciones prodemocráticas, con una huelga a la que se unieron después los
alumnos de secundaria. El viernes, los estudiantes marcharon hasta la sede del
gobierno de Hong Kong, lo que provocó una escalada de la tensión a lo largo del
fin de semana, y que Occupy Central se sumara a sus protestas, adelantando la
campaña de desobediencia civil no violenta que este movimiento había conovocado
a partir del 1 de octubre (65 aniversario de la proclamación de la República
Popular de China, y fiesta nacional del país).
La dura represión
policial y el inesperado uso de la fuerza atrajo a más manifestantes a las
calles.
6. ¿Está
habiendo violencia?
La Policía ha empleado
aerosoles de pimienta y gases lacrimógenos contra los manifestantes, y algunos
medios han informado de que podría estar usando también balas de goma, aunque
esto último no ha sido confirmado. Por otro lado, y a diferencia de protestas
anteriores, esta vez los manifestantes están mejor organizados, y han intentado
ocupar edificios públicos.
Hasta ahora las protestas
están siendo controladas por las autoridades locales hongkonesas. A menos que
la situación derive en violencia más grave, o que Pekín considere que se le
está yendo de las manos, no es probable que vaya a producirse una intervención
de las fuerzas de seguridad chinas, algo que conllevaría graves repercusiones
internacionales y económicas.
7. ¿Por
qué la llaman "revolución de los paraguas"?
Porque muchos
manifestantes utilizan paraguas para defenderse de los gases lacrimógenos y los
aerosoles de pimienta con que les ataca la policía. Occupy Central, que insiste
en lograr sus objetivos sin recurrir a la violencia, distribuyó por Internet un
manual en el que se detallaba qué llevar a las manifestaciones.
8. ¿Pueden
conseguir algo los manifestantes?
Las manifestaciones
suponen un reto directo a la influencia y la autoridad de Pekín en la antigua
colonia británicaAunque Hong Kong se encuentra bajo soberanía china,
movilizaciones ciudadanas anteriores consiguieron tumbar iniciativas como la
ley antisubversiva de 2003, conocida como Artículo 23. Pekín también dio marcha
atrás en su intención de implantar la "educación patriótica" en Hong
Kong, tras otra serie de manifestaciones.
En esta ocasión, las
movilizaciones son más intensas, pero a la vez afectan a cuestiones más
estructurales y, sobre todo, suponen un reto directo a la influencia y la
autoridad de Pekín en la antigua colonia, con el consiguiente riesgo de sentar
un precedente para otros puntos 'calientes' del país, por lo que no es fácil
que el Gobierno chino vaya a ceder demasiado. A pesar de la ya imparable e
irreversible apertura económica, una revolución democrática multipartidista no
es precisamente lo que China tiene en mente para el futuro próximo.
Por otro lado, en los dos
años que lleva al frente del Partido Comunista Chino, Xi Jinping se ha creado
importantes enemigos internos debido, principalmente, a las campañas
anticorrupción impulsadas por su gobierno. Un error (o una "derrota")
en la gestión de la crisis de Hong Kong podría salirle muy cara.
Las opciones de los
manifestantes dependen de que las autoridades hongkonesas impulsen un plan de
reforma política en el Parlamento, con el fin de que pueda aplicarse el
sufragio directo en la elección del gobernador. Pero para ello, explica
Reuters, deberán tener el apoyo de los partidos prodemocráticos, con
representación suficiente como para frenar cualquier iniciativa que asuma los
postulados de Pekín.
9. ¿A
quien culpa Pekín de las protestas?
Como era previsible, a
"extranjeros" que, según uno de los argumentos usados en los últimos
días por los principales representantes del Gobierno chino, estarían arengando
a los manifestantes con el objetivo de dañar la estabilidad y la prosperidad de
Hong Kong y, debilitar, así, a la China continental.
Como ejemplo, la BBC
informó de que uno de los periódicos favorables al Gobierno chino que circulan
en Hong Kong publicó el pasado fin de semana que uno de los más conocidos
líderes estudiantiles del movimiento, Joshua Wong, tenía vínculos con el
gobierno de Estados Unidos.
Este miércoles, el
ministro de Exteriores chino, Wang Yi, advirtió a Washington de que las
protestas prodemocráticas en Hong Kong son "asuntos internos", al
tiempo que aseguró que ningún país "toleraría actos ilegales que violen el
orden público".
"Los asuntos de Hong
Kong son asuntos internos de China, y todos los países deberían respetar la
soberanía de China", señaló Wang antes de reunirse en Washington con el
secretario de Estado de EE UU, John Kerry, quien reiteró, por su parte, que
Washington apoya la reclamación de los manifestantes de un sufragio universal.
10.
¿Quién es Joshua Wong?
Joshua Wong es uno de los
principales líderes estudiantiles del grupo Scholarism. Tiene solo 17 años,
pero su precoz activismo (desde los 15), su desafiante oposición a las
autoridades chinas, sus frases contundentes y su presencia en los medios le han
convertido en el rostro internacional de las protestas.
El pasado viernes, tras
las manifestaciones que la Policía reprimió con gases lacrimógenos, Wong pasó
40 horas detenido sin cargos (junto con otras 70 personas), hasta que sus
abogados consiguieron liberarle. Otros dirigentes estudiantiles, como Lester
Shum y Alex Chow, permanecieron arrestados.
Algunas de sus frases de
estos días: "La movilización ya no pertenece a los lideres de Occupy
Central, de la Federación de Estudiantes o de Scholarism. Ahora pertenece a los
ciudadanos de Hong Kong". "La gente no debería tener miedo de su
Gobierno; es el Gobierno quien debería tener miedo de su gente". "No
creo que nuestra batalla sea muy larga. Si tienes la mentalidad de que la lucha
por la democracia es una larga e interminable guerra, te lo tomarás con calma y
nunca lo conseguirás. Hay que ver cada batalla como la batalla final, solo
entonces tendrás la determinación de luchar".