Mostrando entradas con la etiqueta Narcoterrorismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Narcoterrorismo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de octubre de 2012

Marina de Guerra Mexicana da de baja al líder fundador de los Zetas


Tomado de RT
Heriberto Lazcano Lazcano, 'El Lazca', líder fundador del cartel de Los Zetas, una de las organizaciones más violentas del país, dado de baja por la Marina de Guerra mexicana

México: Confirman la muerte del líder de Los Zetas y el robo de su cadáver La operación en la que murió ‘El Lazca’ es considerada por el Gobierno como la más exitosa de los últimos seis años.

Autoridades de México confirmaron la muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, 'El Lazca', líder del cartel de Los Zetas, una de las organizaciones más violentas del país, y dijeron que un comando armado robó su cadáver de la funeraria donde se encontraba. La Secretaría de Marina de México (Semar) divulgó fotos que dice corresponden a Lazcano y señaló que la identificación se logró por huellas digitales de la mano derecha, que fueron cotejadas con los archivos.

La Semar corroboró que entregó el cuerpo a las autoridades regionales de Coahuila, donde Lazcano, un ex soldado de élite entrenado en cuerpos militares especiales de Estados Unidos, murió el domingo en la operación más exitosa contra el narcotráfico en los últimos seis años. El procurador de Coahuila, Homero Ramos, confirmó la versión que circula desde temprano en algunos medios mexicanos sobre la desaparición del cuerpo de ‘El Lazca’.

"Se corroboró que se trata de Lazcano Lazcano, quien nació en 1975 y medía 1,60 metros de altura", explicó la Secretaría de Marina. 'El Lazca' es uno de los fundadores y principal líder de Los Zetas, antiguo brazo armado del Cártel del Golfo, por el que la Procuraduría General de la República ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos (2,3 millones de euros) por cualquier información que llevase a su captura. 

domingo, 7 de octubre de 2012

Caracas: Monumentos a narcoterroristas patrocinados por Chávez adornan un sector capitalino


Tomado de El Tiempo 
Monumento a los narcoterroristas colombianos Manuel Marulanda alias "tirofijo" ,  Raul Reyes y al "mono jojoy" ubicados en el "sector 23 de enero" de Caracas, capital venezolana.

Campaña en la zona del busto de 'Tirofijo', la más chavista de Caracas

Por ANDRÉS GARIBELLO

En algún momento, en el sector 23 de enero se detuvo el tiempo. Desde la salida de la estación del metro de Caracas se pueden ver taxis anchos y destartalados, con motores roncos, y casas que parecen esqueletos de cemento. 


Como suele suceder desde hace más una década, este barrio, que se fue construyendo en un laberinto empinado de calles angostas, el color rojo aparece en época de elecciones sin que nadie lo obligue. Por defecto, sus al menos 400.000 habitantes, de los cuales votan unos 80.000, no pueden ser otra cosa que chavistas.

Todo gira alrededor de la imagen del Presidente. La foto de Hugo Chávez se puede ver al lado de los juegos infantiles y hasta comparte espacio con yines, blusas y camisetas que se cuelgan en las fachadas de las casas para que se sequen.

La campaña de la oposición no entra allí y los que van por Henrique Capriles "son muy pocos y están identificados", dice Jairo, un reservista de las Fuerzas Armadas, paracaidista, como lo fue Chávez, y quien viste de camiseta verde ajustada y usa una boina roja.

Este hombre estaba en las instalaciones de la Coordinadora Simón Bolívar, uno de los colectivos de izquierda que germinaron allí desde hace más de dos décadas. En este barrio también se pueden encontrar al menos una decena de organizaciones del mismo corte, entre ellas los Tupamaros, el ala más radical del chavismo y de quienes se dice están armados y andan en motos, aunque allí, en el 23 de enero, niegan que eso sea así.

Estos grupos son los que coordinan a sus habitantes para votar por el Presidente. Incluso, hoy ya tienen lista a la gente para marchar hacia los puestos de votación y después, se podrían dirigir, como uno solo, al palacio de Miraflores o al Consejo Nacional Electoral si es necesario.

"La presidencia es nuestra y Chávez se queda", dice con firmeza Juan Contreras, líder de la Coordinadora. "Acá cohabitan muchos grupos con tradición de lucha. No sólo nos estamos jugando el futuro de Venezuela, sino el de América Latina", explica.

Cuando Contreras habla de organización es que se han hecho asambleas con la participación de consejos comunales, en los que entre todos deciden cómo coordinar las acciones de proselitismo y de movilización de sus habitantes alrededor de la figura del Presidente. De esta manera, se pueden ver hombres y mujeres en moto, con la bandera de Venezuela pegada a los hierros y parrilleros con pancartas con el rostro de Simón Bolívar, merodeando por sus calles.

A pocos metros de la Coordinadora y atravesando un parqueadero está la polémica plaza donde se instaló el busto del otrora jefe de las Farc Manuel Marulanda, 'Tirofijo', al que, dicen sus vecinos, de vez en cuando le dejan flores. En ese sitio hay unas bancas y al lado derecho hay un mural en el que Simón Bolívar aparece al lado 'Raúl Reyes', 'Jacobo Arenas', el 'Mono Jojoy' y 'Tirofijo' cuando estaba joven.

Allí mismo, en la plaza, están tres vascos, dos de los cuales visten camisetas rojas con el nombre de Chávez. "Es la primera vez que estamos en Venezuela. Venimos a apoyar en lo que se pueda", dice uno de ellos, quien explica que hace parte de una organización política en España.

En este lugar, al lado del busto de 'Marulanda', estos extranjeros y centenares de hombres, mujeres y niños del 23 de enero se unirán hoy a la avanzada y se irán marchando, como una sola tropa, hacia los centros de votación con una consigna, como dice Contreras: "Vamos a defender la patria y Chávez se queda".

sábado, 8 de septiembre de 2012

Viuda de tirofijo integra comisión negociadora de las FARC


Tomado de El Espectador
 Sandra y ‘Marulanda’ durante los diálogos del Caguán, con su mascota, un lobo siberiano llamado ‘Bonie’. 

Fue su compañera sentimental por 15 años
Negociadora de las Farc es la viuda de 'Tirofijo'
Por Gloria Castrillón

Manejaba la seguridad y el cuidado personal del jefe guerrillero. Esta semana, en Cuba, se convirtió en la única mujer a la que la guerrilla ha sentado en una mesa de negociación.

“Murió de un infarto cardíaco, en brazos de su compañera”. Con estas palabras, el hoy jefe máximo de las Farc, Timoleón Jiménez, confirmó al mundo la muerte del fundador y líder histórico de esta guerrilla, Manuel Marulanda Vélez, en un comunicado que leyó el 25 de mayo de 2008. Semejante alusión no era sólo un giro retórico para darle un toque de humanidad y romanticismo a la figura del insurgente más feroz, el más buscado, el más combatido por el Estado durante más de medio siglo. Era también la forma de hacerle un homenaje a Sandra, la mujer que cuidó del anciano durante más de 15 años de su vida en el monte.

Aunque la figura de Sandra salió a relucir durante los diálogos que adelantó el gobierno de Andrés Pastrana en la zona de despeje del Caguán, nunca fue protagonista de las negociaciones. Se la veía siempre al lado del jefe guerrillero, que ya se había convertido en mito por cuenta de las muchas veces que el Estado anunció su muerte en combate. Era ella la que conducía la camioneta 4x4 en la que Marulanda llegaba de repente a la sede de los diálogos, era ella la que tomaba atenta nota de las reuniones y asuntos pendientes. Era ella la última puerta infranqueable, después de la fuerte escolta, para acceder al jefe de la guerrilla más antigua del continente. Era casi su sombra.

Ya en la intimidad, Sandra era más que su asistente. Se convirtió en la única persona que pasaba a su lado las 24 horas del día: lo acompañaba hasta la puerta del baño, le administraba las medicinas para la hipertensión y otras dolencias propias de la edad, se encargaba de su vestimenta, que iba desde una sencilla pinta de paisano — camisa, pantalón y botas pantaneras—, hasta el camuflado y las botas militares de cuero cuando la ocasión ameritaba el traje de fatiga. Le supervisaba la dieta, baja en sal y carbohidratos y abundante en frutas y verduras.
Pero tal vez el rasgo más importante de las funciones que cumplía Sandra como compañera sentimental de Marulanda era la seguridad. Sólo ella conocía el sitio donde acampaba cada noche quien fue por años el hombre más buscado del país. Los demás miembros de la pequeña escolta acogían la decisión que ella tomara, mientras los demás anillos de seguridad se encargaban de resguardar un área general.

Sandra no descuidó este asunto ni siquiera cuando estuvieron en los 42.000 kilómetros cuadrados que el Estado les cedió a las Farc para negociar. Ningún miembro del secretariado conocía la ubicación exacta del campamento. Cada noche cambiaban de refugio y ni el Mono Jojoy ni Joaquín Gómez, jefes de los bloques Oriental y Sur, que prestaban cientos de hombres para los anillos de seguridad de su jefe, conocían la decisión de la mujer.
De ella no se supo mucho. Era reservada, casi misteriosa, sabía guardar prudente distancia sin perder de vista cualquier necesidad de su compañero. Sorprendió la diferencia de edad (posiblemente él la doblaba en años) y la enorme dedicación que ella le prodigaba: le cortaba las uñas y el pelo, le leía libros, correspondencia y documentos, veía películas para comentárselas, estaba actualizada para asegurarse de que él también lo estuviera.

Una de las sorpresas que se llevaron los delegados del presidente Pastrana (incluso el mismo mandatario) durante los primeros encuentros con Manuel Marulanda, fue precisamente que Sandra tomara las fotografías de los momentos más importantes de aquellos contactos preliminares y que guardara con celo los documentos que él debía revisar.

Uno de los momentos que quedó registrado para la prensa y que le dio la vuelta al mundo fue cuando Sandra, vestida como Tirofijo, con impecable uniforme camuflado, se desprendió por un instante de su esposo para cobijar al presidente Andrés Pastrana con un plástico y protegerlo de la lluvia. Era el 8 de febrero de 2001 y el mandatario había ido a San Vicente del Caguán a tratar de salvar el proceso de paz de una de sus infaltables crisis.

No hay duda de que ella conocía como nadie los secretos del octogenario guerrillero, porque además le manejaba el radio de comunicaciones, le contestaba la correspondencia y estuvo a su lado durante los momentos cruciales de los diálogos de paz. No sorprende verla como protagonista de este nuevo intento, ahora con el gobierno Santos.

Sentarla en la mesa de negociaciones durante esta primera etapa es un homenaje al mito fundador de una guerrilla campesina que sigue venerando la figura del comandante que cursó pocos años de escuela pero puso en jaque la seguridad de los 17 presidentes que lo combatieron sin éxito. Incluso se cree que más allá de darle representación a las mujeres insurgentes, se trata de darle voz y voto a la persona que conoció como nadie a su líder y que seguramente llevará sus puntos de vista a la mesa de diálogos.

Los organismos de seguridad del Estado nunca tuvieron mayor información de Sandra. No estaba reseñada en informes de inteligencia ni tenía proceso penal en contra.

Tras la muerte de Marulanda no se tuvo noticia de su paradero y sólo ahora, al verla de civil, ofreciendo una rueda de prensa al lado de curtidos hombres de la diplomacia de las Farc, vuelve a ser noticia.

domingo, 26 de agosto de 2012

General colombiano dará nombres de otros involucrados para disminuir condena en EEUU


Tomado de El Espectador
El general (r) empezará pronto su colaboración en Estados Unidos

Santoyo hablaría de políticos


Por María del Rosario Arrázola

De los generales (r) de la Policía Jorge Daniel Castro, Rubén Carrillo y Luis Alfredo Rodríguez Pérez y del Ejército Mario Montoya le preguntarían. Norteamericanos tienen también interés en caciques políticos.

En una cárcel federal del estado de Virginia de Estados Unidos, de uniforme azul, en una celda fría y pequeña, esperando su condena pasa sus días el general retirado Mauricio Alfonso Santoyo Velasco. A través de un vidrio con un intercomunicador dos veces por semana recibe la visita de su mamá, sus tres hijos y su esposa.
 Los encuentros tienen una duración estricta de 30 minutos, los miércoles y los sábados. En los últimos días, junto con su abogado Óscar Rodríguez, decidió llegar a un acuerdo con la justicia norteamericana para mermar su pena, garantizando la protección de su familia, pero rehusándose a aceptar cargos por narcotráfico.
Aún no ha empezado formalmente la colaboración de Santoyo con el fiscal Neil MacBride en el marco de su declaración de culpabilidad como enlace de las autodefensas entre 2001 y 2008, tiempo en el cual deslizaba información clasificada a las cabezas del paramilitarismo, sobre todo en Medellín, en una coyuntura completamente estratégica para esa organización ilegal: tiempos en los que ya habían pactado con políticos “refundar la patria”, cooptar el Congreso, gobernar en cuerpo ajeno o entrar a un proceso de paz con la expectativa de una curul en el Legislativo. En todos esos escenarios Santoyo era un activo de los ‘paras’, en especial cuando fungió como jefe de seguridad del presidente Uribe, entre 2002 y 2005.
El Espectador pudo establecer que la justicia de Estados Unidos tiene serios indicios en contra de varios caciques políticos que se aliaron con la mafia y que, o bien apenas han sido tocados por el escándalo parapolítico, o bien siguen pasando de agache. El acuerdo al que llegó Santoyo, entonces, va mucho más allá del círculo de la Fuerza Pública que pudo haber sido infiltrada por las autodefensas y con base en esa colaboración que podría llevarlo a una condena de apenas 10 años no tendrá que contarlo todo, pero sí aquello que le pregunten las autoridades de ese país. La obsesión de Estados Unidos son las rutas del narcotráfico, los nuevos jefes de la pirámide criminal y los oficiales corruptos que se cambiaron de bando.
Una vez la esposa, los tres hijos y la mamá del general Santoyo pisaron suelo norteamericano, hace tres semanas, el acuerdo comenzó a cocinarse en serio. El oficial retirado ya entre los palos comprendió que la estrategia del silencio era una tontería cuando le enseñaron parte de las pruebas que lo incriminaban. Hay ocho expedientes más en curso en contra de más oficiales de la Policía y el Ejército que también tuvieron tratos criminales con los capos de las autodefensas y el testimonio de Santoyo será decisivo en la suerte de nuevas solicitudes de extradición.
Por más celosos que han sido los norteamericanos con estas pesquisas ya han salido ha relucir algunos nombres de oficiales retirados sobre los cuales le van a preguntar a Santoyo: los generales (r) de la Policía Jorge Daniel Castro (exdirector de la institución), Rubén Carrillo Vanegas (excomandante de la Policía en Antioquia) y Luis Alfredo Rodríguez Pérez (exdirector de la Dijín) y el excomandante del Ejército Mario Montoya Uribe. Y hay más, pero mientras que llegan las acusaciones formales, la DEA sigue perfeccionando sus procesos, recaudando testimonios y recogiendo evidencias.
Antioquia será el escenario natural de las preguntas de los norteamericanos, así como los políticos que se sirvieron de la oficina de Envigado, los bloques Metro, Minero, Héroes de Granada o Cacique Nutibara. Mejor dicho, los que tuvieron nexos en principio con Don Berna, Ramiro Cuco Vanoy, Juan Carlos El Tuso Sierra, Rogelio y otros narcotraficantes purasangre. De hecho, Estados Unidos anda revisando las cuentas pendientes con la justicia de los hermanos Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, este último condenado a 39 meses de prisión como promotor de las autodefensas.
Los caballistas tuvieron en el pasado negocios con la familia del expresidente Álvaro Uribe, por ejemplo la compra de una parte de la hacienda Guacharacas, en San Roque (Antioquia), en donde en 1983 las Farc asesinaron al papá del exjefe de Estado Alberto Uribe Sierra. Con paciencia de relojero, para efectos del expediente Santoyo y otros más, las autoridades norteamericanas han venido documentando el laboratorio de violencia que se tomó Antioquia en las últimas dos décadas. La información aportada por el excomandante de la ‘Oficina de Envigado’, alias Rogelio, ha sido definitiva.
Entre tanto en Colombia la Fiscalía, la Procuraduría, el Consejo de Estado, el Congreso y el Gobierno expían sus culpas por el caso Santoyo y todos se lavan las manos a su manera. De él ya había pesquisas serias desde hace más de una década de que andaba en malos pasos: el proceso por las ‘chuzadas’ y la desaparición de los miembros de Asfaddes Claudia Monsalve y Ángel Quintero le fue archivado en 2003 por un fiscal de Derechos Humanos. El Ministerio Público lo sancionó por los mismos hechos, pero entre malabares jurídicos el expediente terminó suspendido por el Consejo de Estado. En noviembre de 2007 fue promovido contra viento y marea como general con la oposición de apenas cuatro parlamentarios, los únicos indemnes en esta cacería de culpables.
El expresidente Uribe se niega a asumir responsabilidades políticas y dice que está tan defraudado como el resto del país. El presidente Santos anunció que espera que Santoyo pague su pena en Estados Unidos y regrese a Colombia para que salde su deuda con la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de la violencia de sus aliados de antaño. Y el fiscal Montealegre ya escarba en varios frentes, incluido el de su hermano, el también general (r) de la Policía Julio César Santoyo.

Otro dolor de cabeza para Uribe

Al general Rito Alejo del Río, en el año 2001, el entonces candidato a la Presidencia Álvaro Uribe Vélez le organizó un homenaje de desagravio, al considerar que había sido un oficial ejemplar y que había sido injustamente llamado a calificar servicios en 1999. Hoy, de nuevo, esas declaraciones públicas le pasan factura a Uribe Vélez. Un juez de Bogotá condenó a 25 años de prisión a Del Río por el homicidio del campesino Marino López Mena, ocurrido en febrero de 1997 en desarrollo de la denominada ‘Operación Génesis’, que buscaba ‘pacificar’ el Urabá.
Nuevamente, un alto oficial retirado cercano a Uribe es condenado por la justicia por sus vínculos con las autodefensas. En la galería también se encuentra el exdirector del DAS Jorge Noguera Cotes, condenado también a 25 años de cárcel por homicidio y complicidad con el paramilitarismo.

domingo, 19 de agosto de 2012

Homenaje a Luis Carlos Galan asesinado hace 23 años por Pablo Escobar Gaviria


  
Luis Carlos Galán Sarmiento: cuando el cartel de la droga asesinó a Colombia

Lialdia.com / Luis Carlos Galán Sarmiento nació en  Bucaramanga, el 29 de Septiembre de 1943 y cayó asesinado en Bogotá, en Soacha el 18 de Agosto de 1989.

Político colombiano, candidato a la presidencia de Colombia en dos ocasiones por el Partido Liberal Colombiano y en una ocasión por el movimiento Nuevo Liberalismo (movimiento político fundado por él, disuelto cuando regresó al partido liberal), destacado por su apoyo popular (pese a carecer de suficiente ayuda política); y por su contribución en la democratización interna de los partidos colombianos.

Asesinado durante su última campaña a la Presidencia por personas dirigidas por Pablo Escobar, jefe de la mafia de la droga en Colombia.

El tercer Hijo de Mario Galán y de Cecilia Sarmiento. Mario Galán fue un destacado dirigente liberal del departamento de Santander, que fue perseguido luego del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en1948, por lo que decidió trasladar a su numerosa familia (compuesta por 12 hijos) a Bogotá; llegaría a ser Contralor General de la República y presidente de la estatal petrolera, Ecopetrol.

En 1950 Luis Carlos Galán Sarmiento inicia sus estudios en el Colegio Americano y en 1952 ingresa al Colegio Antonio Nariño. Destacado estudiante, en 1957 participó activamente en las marchas estudiantiles de protesta contra el régimen dictatorial del general Gustavo Rojas Pinilla, lo que le acarreó una detención policial que lo condujo a una noche de prisión, a pesar de ser todavía un niño.

En 1960 se graduó con honores como bachiller e ingresó a la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, a estudiar Derecho y Economía. En la Pontificia Universidad Javeriana, en 1963 fundó la revista universitaria Vértice, después de ser reconocido por el ex presidente Eduardo Santos es contratado para trabajar en el periódico El Tiempo. En 1965 se graduó como abogado y economista.

Del Matrimonio de Luis Carlos Galán con Gloria Pachón nacieron tres hijos: Juan Manuel quien es actualmente Senador por el Partido Liberal, Carlos Fernando, periodista y Concejal de Bogotá por Cambio Radical, y Claudio Mario, analista político y actual Secretario de Cooperación Internacional de Cundinamarca.
Su hermano Antonio fue Concejal y candidato a la Alcaldía de Bogotá, Augusto, otro de sus hermanos, fue Ministro de Salud y Embajador ante la Unesco; su cuñada Maruja Pachónfue ministra de Educación y el esposo de ésta, Alberto Villamizar, fue senador por el Nuevo Liberalismo y Zar antisecuestro.

Otro hijo de Galán, Luis Alfonso, nació de su relación con María Isabel Corredor, la empleada doméstica de la familia de Mario Galán, cuando Luis Carlos tenía  22 años. Ella tenía 24 años y él estudiaba derecho en la Universidad Javeriana. María Isabel había trabajado durante siete años en la casa de Teusaquillo y se encargaba de cuidar a los tres menores, María Victoria, Alberto y Augusto.

Luis Alfonso, solo conoció a su papá cuando tenía seis años, en la Iglesia del barrio Antonio Nariño, gracias al párroco Carlos Franco, quien los acercó. Además, comprometió a Luis Carlos Galán a cumplir con la mesada que le correspondía a su hijo, la cual le sirvió de sustento a él y a su mamá, quien lo llevó a vivir a Manizales donde sus abuelos maternos administraban una finca.

Allí creció, con sus doce tíos, como uno más de la familia Corredor. Sin su apellido paterno, el apellido Galán lo obtuvo ya adulto en 1996, tres años después de haber validado su bachillerato para poder estudiar derecho. Para conseguir su apellido hizo una reclamación ante un juzgado en la que su abuela paterna, Cecilia Sarmiento, jugó un papel fundamental porque ella testificó para que se le reconociera como hijo de su hijo Luis Carlos.

A través del periodismo se dio a conocer entre la clase dirigente del país, siendo “adoptado” por el ex presidente Carlos Lleras Restrepo como su heredero político e intelectual; éste, siendo aún presidente, nombró a Galán en su primer cargo público, como miembro de la delegación colombiana a la Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo, en Nueva Delhi en 1969. Al año siguiente el nuevo presidente, Misael Pastrana, lo designó como ministro de Educación, cargo en el que permaneció hasta 1972, cuando pasa a la embajada de Colombia en Italia, durante cuatro años más.

En 1976 regresa al país para apoyar la candidatura reeleccionista del ex presidente Lleras, y se hace elegir concejal del municipio de Oiba, en Santander, en donde empezó sus carrera política y se dio a conocer. (En este pueblo nació el fundador del partido liberal de Colombia Vicente Azuero Plata).

En las elecciones de 1978 obtiene un escaño para el Senado en representación de su departamento. Por ese entonces Carlos Lleras anuncia su retiro de la política y sus seguidores ven en Galán al líder que puede llevar al éxito las intenciones de renovación que tenía Lleras para el Partido y su programa político para el país; es así como en 1979 funda el movimiento Nuevo Liberalismo como una disidencia interna del partido liberal.

En 1980 y bajo el lema de “Bogotá pertenece a todos sus habitantes” obtiene una abrumadora votación para el Concejo de la ciudad capital, convirtiéndose en un líder de talla nacional.

En 1982 Galán participó en la contienda electoral para Presidente de la República, luego de que la convención liberal llevada a cabo hacía un año hubiera cerrado las puertas al debate entre Galán y el candidato elegido, el ex presidente Alfonso López Michelsen. En las elecciones, Galán solo alcanza el tercer lugar, detrás del ganador Belisario Betancur y del ex presidente López. Los resultados sin embargo beneficiaron al Nuevo Liberalismo, que concurrió como partido independiente.

Para las elecciones de 1986 Galán decide retirar su candidatura y favorecer la unión liberal en torno a Virgilio Barco, quien resultó ganador con una aplastante mayoría. En 1987, con la mediación del ex presidente Julio César Turbay, Galán regresó al partido liberal colombiano (PLC) para participar en una consulta popular que definiría al candidato del partido para las elecciones de 1990. Galán fue influenciado por la forma de ser de Jorge Eliécer Gaitán a quien siempre admiró por su transparencia y su forma directa de decir las cosas.

Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla, ya éste nombrado por  el Presidente de la República Belisario Betancur como Ministro de Justicia, venían librando una lucha frontal contra los carteles de la droga, sobre todo el de Medellín, que era liderado por  Pablo Escobar.

Igualmente cuestionó el puesto de suplente de la cámara de Escobar, demostrando su vínculo con el negocio de narcóticos y la infiltración de los dineros del narcotráfico en el deporte. Esto desencadenó en una trampa montada por algunos políticos, narcotraficantes y periodistas quienes se veían en peligro por el gran crecimiento de Lara Bonilla en el Gobierno y sobre todo en la lucha contra el narcotráfico. El Presidente Betancur mantuvo a Lara en su cargo.

Escobar intenta defenderse vinculando a Lara con el capo Evaristo Porras del  Cartel del Amazonas, pero Lara negando el vínculo desacredita a Escobar destapando más sus actividades delictivas. Escobar fue expulsado del congreso y su visa a Estados Unidos  cancelada.

El ministro revivió viejos procesos penales contra Escobar y otros capos, como Carlos Ledher; ordenó el decomiso de centenares de avionetas y de propiedades, que eran presuntamente utilizadas para la producción y distribución de sustancias alucinógenas. Mientras en el Congreso se discutía la aprobación de la extradición, los capos buscaron solucionar sus problemas eliminando a su nuevo enemigo, el ministro de justicia Lara Bonilla.

Rodrigo Lara Bonilla muere abaleado dentro de su auto, la noche del 30 de abril de 1984 en la Calle 127, al norte de Bogotá.

Luego de recibir varias amenazas, Galán sale ileso de un atentado en Medellín cuando se disponía a dar una conferencia en la Universidad de Antioquia, el atentado consistía en un rocket lanzado por sicarios al servicio de Escobar el cual no fue lanzado por la denuncia de una ciudadana quien vio el movimiento sospechoso. En el fallido atentado se destacó el oficial de policía Valdemar Franklin Quintero quien inmediatamente llevo a Galan de vuelta al Aeropuerto Olaya Herrera. Quintero es asesinado por orden de Escobar (El mismo día que Galan, 18 de Agosto).

Posteriormente Galan es herido mortalmente en un mitin electoral el 18 de agosto de 1989, en Soacha, Cundinamarca. Fue llevado a Bogotá al hospital de Kennedy al sur de la capital donde a pesar de los múltiples esfuerzos médicos murió.. En este magnicidio también muere el concejal de Soacha Julio Cesar Peñalosa Sánchez quien se encontraba al lado derecho de Galán al momento del atentado quien fue impactado de un disparo mortal en la cabeza y también Santiago Cuérvo, miembro de la escolta de Galán, tercero en recibir los impactos de bala y quien muere días después.

Inicialmente fueron inculpados por este magnicidio Alberto Hubis Hazbún y otras cuatro personas. Sin embargo fueron absueltos por la justicia y dejados en libertad tras 42 meses de cárcel. Tras declaraciones hechas por el confeso narcotraficante Jhon Jairo Velásquez Vásquez (alias “Popeye”), la fiscalía investigó al también político Alberto Santofimio Botero, quien inicialmente, (en sentencia de primera instancia que fue apelada) fue declarado autor intelectual y condenado a 24 años de prisión por el magnicidio. En octubre de 2008 Santofimio fue dejado en libertad, tras permanecer tres años y cuatro meses en prisión, al no encontrarse pruebas contundentes que lo vincularan con el asesinato, según lo determino el Tribunal Superior de Cundinamarca.

Para ese momento de su muerte todas las encuestas auguraban la victoria de Galán en la consulta popular. En las elecciones presidenciales de 1990, con amplia ventaja (más del 60% a su favor). César Gaviria, jefe de debate en la campaña de Galán, fue designado su sucesor y fue finalmente vencedor en las elecciones.

Nadie duda de la trascendencia de Galán como uno de los personajes más importantes de la Colombia del siglo XX. Sería absurdo desconocer la necesidad de conferir el debido homenaje a su memoria.

Este sábado 18 de agosto se cumplen 23 años del magnicidio del líder.
“La vida es muy corta para dilapidarla pero la vida es apasionante para gastarla al servicio de nuestra patria”. Con esa frase del propio Galán su familia ahora le recuerda.

El actual secretario de Transparencia de la Presidencia de la República, Carlos Fernando Galán, informó que este sábado , “con amigos y seguidores, le llevaremos unas flores al Cementerio”.

Además, a las 5 de la tarde en la Capilla del Sagrario en la Plaza de Bolívar se celebrará una misa para conmemorar el nuevo aniversario del asesinato.
“Cada día nos hace más falta”, aseguró Carlos Fernando Galán, quien aún era un niño cuando su padre murió.