Mostrando entradas con la etiqueta Relaciones Comerciales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Relaciones Comerciales. Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de marzo de 2015

Precios bajos del petróleo rompen equilibrio comercial y geopolítico

Tomado de El País


Volatilidad geopolítica

El descenso del precio del crudo altera los equilibrios: Rusia, Venezuela e Irán salen perjudicados; a EE UU y la UE les beneficia


Por Gonzalo Escribano

El descenso del precio del petróleo en un 50% desde junio supone, dado su peso en el comercio mundial, una gran redistribución de renta entre exportadores e importadores que altera los equilibrios geopolíticos globales, regionales y locales. La volatilidad de precios tiene reverberaciones geopolíticas asimétricas: para los importadores supone un impulso económico, pero para los mono-exportadores está en juego la viabilidad o el colapso de sus regímenes. Los países importadores calculan puntos porcentuales de PIB y desempleo, mientras que muchos exportadores afrontan escenarios de inestabilidad interna y debilitamiento estratégico en las zonas más inestables del planeta.
La primera víctima ha sido la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), reducida a mito racional incapaz de influir en los mercados. Arabia Saudí ha apostado por mantener su cuota de mercado a expensas de una caída de precios e ingresos que espera recuperar a medio plazo. Los saudíes tienen las mayores reservas de petróleo convencional y las terceras de divisas del mundo, y el tiempo juega a su favor; Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes disfrutan incluso de más holgura presupuestaria y financiera. Casi todos los demás miembros de la organización se enfrentan a problemas fiscales y financieros tras años de precios altos que ha disparado su gasto público sin diversificar ingresos. El argumento saudí de que los productores de altos costes ajusten el mercado es económicamente impecable, y promete una pugna interesante con la industria del fracking y su capacidad para reducir costes.
EE UU puede ser el nuevo productor responsable de ajustar el mercado (swing producer), aumentando la producción con los precios y reduciéndola al caer estos. Ese nuevo papel, jugado hasta ahora por Arabia Saudí, daría un protagonismo geopolítico diferente a EE UU hasta que su producción empiece a declinar dentro de una década según las proyecciones. La caída de precios afecta más a otros productores, como los de aguas profundas que ya han reducido la inversión para 2015. El entusiasmo por el Ártico ha desaparecido, y un escenario de menores precios podría afectar negativamente a las arenas bituminosas canadienses y crudos ultra-pesados venezolanos, a las regiones petroleras y gasistas africanas emergentes o a la reforma petrolera mexicana.
Irán, Argelia, Venezuela y Nigeria necesitan precios de 120-130 dólares el barril para mantener la estabilidad interna y equilibrar su presupuesto. Irán, con las segundas reservas probadas de petróleo convencional del mundo, produce la tercera parte que Arabia Saudí, y está sometida a sanciones que le impiden desarrollar sus recursos. Los bajos precios podrían minorar sus variadas rivalidades regionales: elevando el coste de no cerrar el acuerdo nuclear y prolongar o agravar las sanciones. Pero sobre todo, le debilita frente a Arabia Saudí. Aunque las motivaciones saudíes sean económicas, esta es sin duda la consecuencia geopolítica más dulce para el reino.
En Argelia, como en toda la región, la primavera árabe desvió la gestión económica de la prudencia. Aunque tiene margen financiero por sus reservas de divisas, no atrae inversiones para revertir el declive de su producción de petróleo y gas. Las últimas rondas de licencias han recibido escaso interés, dado lo poco atractivo de las condiciones y, salvo Repsol y Cepsa, pocas compañías internacionales han acudido. Los bajos precios del petróleo, y del gas por la indexación de este al primero, confluyen con un fuerte crecimiento del consumo energético interno y la debilidad de la demanda europea. La inestabilidad en Libia y el Sahel añaden costes geopolíticos, y aunque Argelia es un Estado fuerte necesita recursos para afrontar una situación de seguridad muy complicada en sus fronteras meridionales.
Está en juego la viabilidad de muchos regímenes altamente dependientes de la exportación de petróleo
La coyuntura de otros miembros de la OPEP es más dramática. En Venezuela se conjuga con el deterioro de la capacidad de la petrolera nacional, PDVSA, para gestionar sus recursos. El petróleo ligero estadounidense del fracking ha desplazado al crudo pesado venezolano y ligado el destino del país a la demanda asiática y a los préstamos que le proporciona China a cambio de petróleo. La caída de precios también dinamita Petrocaribe, como acaba de mostrar República Dominicana recomprando su deuda petrolera con Venezuela a mitad de precio. Hay evidencias de un ciclo político en que los precios altos favorecen la nacionalización y su bajada la liberalización, pudiendo propiciar una regresión del atractivo de los modelos de algunos países de la alianza bolivariana (ALBA), y en general de las políticas nacionalistas en los demás productores. Precios bajos significan aquí una amenaza existencial para el presidente Maduro y el legado chavista en América Latina.
Nigeria asiste al derrumbe de precios con unas elecciones presidenciales y legislativas atrasadas al 28 de marzo por la ofensiva de Boko Haram. Ambos elementos suponen una fuerte presión económica y de seguridad para Nigeria, pero también enfrían las expectativas de desarrollo de otros productores de la región. Libia e Irak presentan las situaciones más extremas. Sus Gobiernos ni siquiera controlan sus recursos, sea el petróleo rebelde libio, el crudo kurdo iraquí o los pocos campos en manos del Estado Islámico. En Libia, el conflicto interno ha desembocado en dos ministros del petróleo, dos gobiernos, dos parlamentos y ningún interlocutor. Una propuesta europea de embargo a Libia fue descartada por su impacto cierto y desastroso sobre la economía del país, pero dudoso sobre su pacificación.
El gran perdedor fuera de la OPEP es una Rusia sancionada y en recesión. El impacto de sus dificultades económicas beneficia a Europa y China, exponiendo a Moscú a una rivalidad simultánea que siempre quiso evitar. Asia será la región económicamente más beneficiada, pues no en vano la guerra de precios se ha desatado por su mercado, pero China mejora igualmente sus expectativas geopolíticas en Asia Central. Estados Unidos sale reforzado como eventual nuevo regulador del mercado, además de como gran productor camino a la autosuficiencia. Europa también puede conseguir el dividendo económico de la moderación de precios y el geopolítico de la moderación de Rusia. En todo caso, sería bueno que la flamante Unión de la Energía esté preparada para gestionar la volatilidad geopolítica que prometen los bajos precios del petróleo: no se tratará solo de Rusia.
Gonzalo Escribano es responsable del programa Energía y Cambio Climático del Real Instituto Elcano. 

sábado, 14 de febrero de 2015

Cuba: mercado nuevo para empresas EEUU pero viejo para las del resto del mundo

Tomado de The Wall Street Journal
Disidentes liberados recientemente tras un acuerdo con EE.UU. Los problemas políticos son un obstáculo más a la entrada de empresas estadounidenses a la isla.
Pese a los avances diplomáticos, Cuba aún no es buen negocio para las empresas de EE.UU.

Por Joel Schectman

Las empresas estadounidenses que están pensando en Cuba no deben emocionarse demasiado, dicen expertos en sanciones.
En diciembre, el presidente Barack Obama tomó la decisión de iniciar un proceso de normalización de relaciones con Cuba tras medio siglo de enemistad, y empezó a relajar el embargo de su país que prohibía hacer negocios con la isla comunista. Para las empresas estadounidenses, la perspectiva de poder ingresar a un mercado tan cercano a casa es más que atractiva.
Sin embargo, tomará años para que el descongelamiento en las relaciones se traduzca en oportunidades a larga escala para las empresas de Estados Unidos, señalan abogados que se especializan en leyes de sanciones.
“Hay mucho de lo que yo llamaría ‘exuberancia irracional’ sobre Cuba en este momento”, dijo Jason Poblete, un abogado comercial de Poblete Tamargo LLP.
Por un lado, la relajación de las prohibiciones contra Cuba es un cambio de política histórico. Por primera vez en décadas, las empresas podrán exportar cierto tipo de equipos de telecomunicaciones a Cuba sin la necesidad de primero obtener una licencia. Eso incluye tecnología de Internet, como almacenamiento en la nube y servicio de correo electrónico, así como hardware de infraestructura como cables de fibra óptica.
El cambio diplomático también expandirá los tipos de viajes permitidos sin la necesidad de obtener una autorización previa de las autoridades estadounidenses, como viajes culturales. Por ejemplo, el viaje a Cuba en 2013 de Beyonce y Jay-Z, que provocó el enojo de algunos congresistas en Washington, ya no requeriría de una licencia. No obstante, el turismo regular sigue siendo prohibido.
De todos modos, estos cambios no se traducirán inmediatamente en oportunidades concretas para la mayoría de las compañías de EE.UU., dicen los expertos. “Estoy contestando muchas llamadas sobre Cuba en este momento”, dijo Douglas Jacobson, especialista en control de exportaciones de Jacobson Burton PLLC. “Pero 95% del tiempo tengo que decirles (a los clientes) que en realidad nada ha cambiado”.
Para empezar, Cuba podría parecer tierra virgen para las empresas de EE.UU. pero en realidad es un viejo terruño para el resto de Occidente. A diferencia de otros países en la lista negra, como Myanmar, que hasta hace poco era blanco de sanciones por parte de la mayoría de Occidente, EE.UU. es el único país industrializado que cortó lazos comerciales con Cuba. Cuando las empresas estadounidenses busquen hacer negocios con la isla, tendrán que competir con ejecutivos franceses y canadienses con décadas de historia en la nación caribeña, dijo Jacobson.
Además, siendo una isla con una población de solo 11 millones de habitantes, las recompensas podrían no ser tan grandes. “En Cuba no se trata de llegar primero para poder ingresar”, dijo.
Los cambios también convierten a la mayoría de los negocios en Cuba en “una pesadilla legal”, dijo Jacobson. Por ejemplo, para exportar equipos de telecomunicaciones o materiales de construcción, las empresas necesitan establecer que los acuerdos beneficiarán al “pueblo cubano”, un lenguaje abierto a la interpretación que podría ser difícil de definir en una investigación futura de las autoridades.
¿Cómo prueba quién se beneficiará de una transacción en un país donde la mayoría de los negocios están ligados al Estado? “Tendrá que ir usted mismo o contratar un representante local para asegurarse de que el drywall que está vendiendo no está siendo usado para construir instalaciones militares para Raúl Castro”, dijo Jacobson.
Los agentes de viajes ven con ansias las posibilidades. La nueva política significa que no necesitarán obtener permisos especiales para coordinar viajes que promueven el intercambio cultural. Pero esos viajes seguirán requiriendo itinerarios completos que dejan poco tiempo para el ocio. Los viajeros deben mantener registros de sus actividades en la isla, probar que sus viajes no fueron solo para ir a la playa, en caso de que las autoridades estadounidenses realicen alguna investigación. Este tipo de requerimientos difícilmente permitirán divertidos viajes de playa que atraerían nuevos turistas en grandes números.
Las oportunidades más grandes vendrán una vez que EE.UU. permita el turismo en general, pero los expertos dicen que esto podría requerir una acción del Congreso, que parece poco probable en el punto muerto partidista de hoy en día.
Sanciones aparte, hacer negocios con la isla comunista involucra obstáculos propios, dijo Poblete. Por ejemplo, el apetito real del gobierno cubano por el tipo de equipos de telecomunicaciones que hoy se permite no está claro ni se ha ejecutado. Y gran parte de los negocios en la isla aún necesitan hacerse en efectivo, dijo el abogado. “La gente ve Cuba como la manzana prohibida, una economía cerrada con todo este potencial”, agregó. “Pero podría tomar años antes de que las oportunidades realmente se manifiesten”.


domingo, 25 de enero de 2015

Normalización de Relaciones Diplomáticas: Cuba pide libre comercio, EEUU respeto a Derechos Humanos

Tomado de El Nuevo Herald
Roberta Jacobson Subsecretaria de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos en su reciente visita a Cuba

Jacobson reafirma que EEUU no ‘abandonará’ a la oposición cubana

Estados Unidos no dejará a los opositores cubanos que luchan por la democracia “abandonados”, aseguró Roberta Jacobson, quien condujo las primeras negociaciones para restablecer relaciones diplomáticas con Cuba, en una entrevista exclusiva con el Nuevo Herald y el Miami Herald el sábado.

Gobierno cubano se niega aceptar a sus nacionales deportados por EEUU

Por Nora Gámez Torres

“Una de las cosas más importantes de esta visita, y de las próximas, fue asegurarnos que estos activistas y otros que no pudimos ver, entiendan que nada en esta política cambia nuestro deseo de trabajar con ellos y mantener nuestro apoyo. Ese fue uno de los primeros objetivos. Si alguno se sintió abandonado, queríamos asegurarnos de que ese ya no fuera el caso”, destacó.

La subsecretaria de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental insistió en que las negociaciones no constituyen “concesiones” al gobierno cubano, como plantean críticos del proceso, entre ellos varios disidentes cubanos como Berta Soler y Guillermo Fariñas.

“No tenemos ilusiones sobre ese gobierno”, afirmó y explicó que la nueva política intenta “cambiar las tácticas de 50 años y llevar los cambios a la isla de una manera más eficaz” a través del “empoderamiento del pueblo cubano”.

 “Creemos que podemos conectar al pueblo cubano con el mundo a través de las telecomunicaciones y apoyar a los cuentapropistas. De ese modo, creemos, se puede promover el cambio mejor que antes. Eso no es un regalo al gobierno cubano”, reiteró.

Aunque la delegación cubana fue clara en expresar que el levantamiento del bloqueo era “esencial para normalizar las relaciones”, Jacobson fue cuidadosa al responder una pregunta sobre las condiciones que pondría Estados Unidos.

“Tenemos que tener discusiones por ambas partes sobre qué condiciones se requieren, versus cuáles son las peticiones para avanzar en el diálogo”, acotó. “En la diplomacia es siempre una buena idea hacerle un informe a tu jefe antes de comenzar a hablar más detalladamente con la prensa”, bromeó.

La más alta funcionaria que ha visitado Cuba por décadas sugirió enfocarse en las “posibilidades” de apoyo a la sociedad civil que brinda la apertura de los viajes a Cuba en 12 categorías y la oportunidad de “trabajar con nuestros aliados”.

Asimismo, hizo notar que en la recepción ofrecida por la Sección de Intereses de EEUU en La Habana el viernes, a la que también fueron invitados opositores y activistas, “asistieron representantes diplomáticos de más países que en otras ocasiones”.

“Puede haber más oportunidades para trabajar con aliados que no estaban realmente preparados para trabajar con la sociedad civil en el pasado”, insistió.

Jacobson subrayó que el gobierno de EEUU consideraba “muy importante” que la sociedad civil cubana estuviera representada en la próxima Cumbre de las Américas, a celebrarse en abril en Panamá, “ahora que Cuba iba estar representada en la reunión de líderes” y jefes de estado.

El apoyo a esta posición es mayor en la región a partir del cambio de política, argumenta y cree que es posible introducir un nuevo debate sobre la democratización en América Latina, a través de mejores alianzas.

“Como dijo el presidente [Barack Obama], fue EEUU el que estuvo aislado de la región, lamentablemente no fue Cuba”, señaló.

Aunque Jacobson no explicó si su gobierno invitaría directamente a activistas u opositores, mencionó que “era muy positivo” que, a diferencia de foros anteriores, en los que solo podían asistir ONGs acreditadas con la Organización de Estados Americanos (OEA), en esta ocasión, “los panameños invitarán de una manera más abierta un mayor número de ONGs” .

LAS DISCUSIONES

En general, consideró que las discusiones trascurrieron en una “atmósfera de compromiso verdadero para seguir hacia adelante” y reabrir las embajadas, aunque también revelaron los temas sobre los que “tenemos mucho por hacer”, aunque declinó dar detalles sobre los asuntos de mayor desacuerdo, más allá de las concepciones sobre derechos humanos.

Pero las deportaciones de cubanos etiquetados como “excluibles”, por haber cometido crímenes en EEUU, continúa como una fuente de conflicto, según trascendió durante la entrevista en la que también estuvo presente el subsecretario asistente para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee, al frente de las conversaciones migratorias el pasado miércoles.

“Desde los acuerdos migratorios [firmados en 1994], Cuba solo ha aceptado de vuelta a seis personas que salieron de modo ilegal o de un modo que ellos no aprobaron. Los excluibles hacen alrededor de 25,000 individuos con antecedentes criminales y por definición deben ser deportados. Enfatizamos que esta es un área que queremos consideren pero ellos en cambio nos ofrecieron una definición mucho más estrecha de personas que ellos aceptarían, esencialmente aquellos que salieron después de la reforma migratoria en 2013”, explicó el funcionario.

“No creemos que ellos puedan seleccionar qué categorías de cubanos van a aceptar. Ellos tienen una obligación legal internacional de aceptar a todos los ciudadanos cubanos y no subcategorías”, enfatizó Lee.

Como había trascendido anteriormente, se trataron además aspectos de cooperación bilateral —como asuntos medioambientales o la lucha antinarcóticos—, “algunos nuevos y otros en los que tenemos muchas discrepancias como en derechos humanos y cooperación con la sociedad civil”.

En ese sentido, Jacobson apuntó que “nunca tuvo expectativas de obtener una respuesta sustantiva” sobre estos temas pues la intención de la primera reunión era poner los puntos en la agenda, aunque informó que ella aceptó la invitación de la delegación cubana de sostener un diálogo sobre los derechos humanos.

La próxima ronda de conversaciones tendrá lugar en Washington en las próximas semanas, enfocada en la reapertura de las embajadas, un tema que “no es muy complicado legalmente”, apuntó, pero que requiere la obtención de garantías para las valijas diplomáticas, la eliminación de restricciones de movimiento y ampliar posibilidades de contacto con los cubanos en la isla.

EL PESO DE LA “HISTORIA”

En una reflexión más personal, Jacobson confesó que “una de las cosas que más me ha impresionado y me ha hecho comprender lo importante de esta misión fue el número de personas en EEUU y Cuba, también aquí en Miami, que me desearon buena suerte”.

“Una se siente muy emocionada y también con una gran responsabilidad. Cuando un cubanoamericano que trabaja en el aeropuerto te dice que ‘es un honor envolver su maleta para este viaje’, o las personas en Cuba quieren tirarse fotos conmigo, una toma conciencia de que no quiere decepcionarlos y siente el peso de sus esperanzas y expectativas”, añadió.

“Estuve más tiempo en la burbuja de lo que quise, por la agenda tan apretada”, sostuvo, aunque calificó de “profundo aunque no extenso” su contacto con los cubanos de la isla, entre ellos opositores, activistas, el equipo de 14ymedio, miembros de la Iglesia Católica y cuentapropistas con quienes almorzó el viernes, “una de las mejores experiencias” en su viaje.

“Ellos están comprometidos a desarrollar sus negocios en Cuba y las posibilidades que se abrieron a partir del anuncio del presidente, debido a que potencialmente puedan importar y exportar son increíbles. Debemos seguir comprometidos con el apoyo a los cuentapropistas”, opinó.

Fue el contacto con esas personas, explica, lo que verdaderamente le dio una idea de la “importancia” de su misión, más allá de las instrucciones de “sus jefes”, directamente el Secretario de Estado, John Kerry y, por supuesto el presidente Obama.

Con igual franqueza, la diplomática advirtió de los peligros de elevar demasiado las expectativas hacia un proceso sobre el que tiene “mucha confianza” pero que “tomará mucho tiempo, la verdadera normalización de las relaciones y el cambio. Tenemos que ser cuidadosos”.

“Soy conocida como una optimista, pero también soy realista sobre la velocidad que pueden tomar las cosas”, concluyó.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Grandes Empresas EEUU celebran apertura de mercado cubano

Tomado de The Wall Street Journal
Los esfuerzos de EE.UU. de normalizar sus relaciones con Cuba les darán acceso a un nuevo mercado a las empresas estadounidenses.
Las nuevas relaciones con Cuba abren el apetito de las empresas de EE.UU.
Por Jack Nicas, Ryan Knutson y John Miller

La decisión de la Casa Blanca de normalizar sus lazos diplomáticos con Cuba les daría a las empresas de Estados Unidos acceso a un mercado que ha estado fuera de su alcance por más de medio siglo y que hoy tiene menos atractivo comercial de lo que tuvo alguna vez.
Las empresas estadounidenses, desde la automotriz General Motors Co. hasta el gigante de la agroindustria Cargill Inc. y el minorista de muebles para el hogar Ethan Allen Inc. aplaudieron el anuncio de la Casa Blanca de que restaurará sus relaciones diplomáticas con Cuba y que empezará a desmantelar el embargo que estableció hace 54 años. El esfuerzo incluye medidas para alentar el comercio entre ambas naciones, como la autorización de algunas exportaciones estadounidenses a Cuba, el levantamiento de las restricciones a las transacciones financieras y la flexibilización en los límites a las remesas de dinero a ese país.
“Cuba necesita todo lo que producimos en EE.UU.”, dice Bill Lane, director global de asuntos gubernamentales para Caterpillar Inc., quien señaló que la compañía espera poder abrir pronto un concesionario en Cuba que venda equipos para la agricultura, la minería y la construcción. “Hemos estado pidiendo una nueva política hacia Cuba desde hace 15 años”.

Aun así, muchas compañías no se animaron a prometer que invertirán en Cuba. Las oportunidades abundan en agricultura, telecomunicaciones, comercio minorista, turismo y recursos humanos, pero quedan pendientes muchos obstáculos. El mayor escollo sigue siendo el embargo a un comercio total entre los dos países, una política que puede ser levantada sólo por el Congreso.
EE.UU. ahora permitirá ciertas exportaciones a Cuba, como materiales de construcción residencial, equipo agrícola y bienes utilizados por pequeños negocios como restaurantes y barberías. Las autoridades de EE.UU. dijeron que el año pasado EE.UU. exportó a Cuba US$300 millones en medicinas y US$3.000 millones en alimentos, que están exentos del embargo, lo que señala el potencial de la isla para los exportadores estadounidenses.
Los ciudadanos estadounidenses que visiten Cuba podrán regresar a casa con hasta US$400 en bienes, incluidos US$100 en tabaco y alcohol, lo que permitirá una pequeña cantidad de puros y ron cubanos en EE.UU., aunque no para ser revendidos. Sin embargo, la prohibición a los viajes de turismo a Cuba debe ser levantada por el Congreso, dijeron las autoridades. “Lo que estamos haciendo es autorizar tantos viajes como sean posibles dentro de los límites de la legislación”, dijo un funcionario. “Creemos que eso conducirá a un aumento significativo en los viajes”.
En la década del 50, los lazos comerciales cubano-estadounidenses estaban en su auge. Pan American World Airways transportaba a turistas estadounidenses a casinos y resorts de La Habana, Cuba era un importante exportador de azúcar y EE.UU. era su principal socio comercial e inversionista. Los recursos naturales de la isla eran una fuente de ganancias para las empresas estadounidenses.

Desde que se instauró el embargo estadounidense en 1960 después de que los comunistas de Fidel Castro asumieron el poder en Cuba, las firmas de EE.UU. perdieron los 11 millones de consumidores que tenían a 145 kilómetros de la costa de Florida y desde entonces los estadounidenses han tenido poco acceso a los puros cubanos y el ron Havana Club.
La economía de Cuba hoy en día sigue siendo altamente controlada por el gobierno, sus consumidores relativamente pobres y su mercado atendido por multinacionales de otros países que no cortaron lazos con la isla. Esos factores podrían limitar las oportunidades incluso si el Congreso decidiera revertir el embargo estadounidense.
Johanna Mendelson Forman, una académica residente de la Universidad Americana que estudia América Latina, dijo que las primeras inversiones estadounidenses en Cuba provendrán de emprendedores deseosos de probar una nueva frontera. Los cubanos-estadounidense “están listos para subir al tren”, dijo.
Luis Coello, quien llegó a EE.UU. desde Cuba en 1996 cuando tenía 9 años, empezó a vender tarjetas de para hacer llamadas a la isla en la década del 90. Después, intentó construir un cable submarino de fibra óptica desde Key West, en Florida, hasta La Habana, pero el proyecto nunca fructificó. El miércoles, Coello dijo que redoblaría sus esfuerzos en un nuevo negocio para vender teléfonos celulares que pueden hacer llamadas baratas a Cuba.
“En este momento, el sector de telecomunicaciones del país está disponible para el mejor postor”, dijo Coello. “Es una enorme oportunidad”.
Las grandes empresas de telecomunicaciones podrían ser más cautas. MientrasAT&T Inc. y Verizon Communications Inc. ofrecieron su apoyo al proyecto de cable submarino de Coello, no está claro si hoy invertirían. Aunque Cuba es un mercado potencialmente atractivo dado su mínima penetración de Internet y telefónica celular, la inversión de las compañías dependerá de qué regulaciones se establezcan en Cuba, dijo Sergey Dluzhevskiy, un analista de Gabelli & Co.

Las aerolíneas estadounidenses se han preparado para la oportunidad de volar a la isla por años, operando vuelos para unas cuantas empresas chárter a Cuba autorizadas por el gobierno de EE.UU. American Airlines Group Inc., por ejemplo, vuela a Cuba 20 veces por semana, frente a 15 hace un año, llevando a trabajadores humanitarios, periodistas y otros cubano-estadounidenses autorizados a visitar el país.
Vivian Mannerud, directora de Airline Brokers Co., una firma de Miami que opera vuelos chárter a Cuba, dijo que los cambios en la política darán lugar a un auge de las pocas compañías que prestan servicios de ese tipo. “Es un gran día. Estoy llorando y riendo “, dijo Mannerud, que ha estado involucrada durante décadas en las relaciones entre EE.UU. y Cuba. “Es casi como si la Guerra Fría ha terminado de verdad”.
Las empresas hoteleras de EE.UU. también están ansiosas por hacer negocios en Cuba cuando puedan, incluyendo Hilton Worldwide Holdings Inc., que inauguró el Habana Hilton en 1958 con un casino y club Trader Vic’s, sólo para ver esos establecimientos nacionalizados pocos años más tarde.

“En el momento en que sea posible, allí estaremos”, dijo Stephen Joyce, director ejecutivo de Choice Hotels International Inc., una cadena con sede central en Maryland que opera marcas como Comfort Inn y Cambria Suites.
Hoy, la presencia de empresas extranjeras en Cuba están limitadas a asociaciones con firmas cubanas debido a reglas locales, dijo Stephan Meier, un profesor de negocios de la Universidad de Columbia que todos los años lleva a 40 estudiantes a Cuba. Dijo que Imperial Tobacco Group PLC del Reino Unido trabaja con compañías cubanas de puros. La empresa francesa de licores Pernod Ricard SA trabaja con el fabricante del ron Havana Club y la cadena hotelera española Meliá Hotels International SA hace negocios con hoteles locales.

“Incluso si los estadounidenses levantan el embargo, es un entorno riesgoso donde trabajar”, dijo, citando las leyes financieras cubanas.
La noticia también es buena para los agricultores estadounidenses, que serán capaces de exportar sus cosechas a Cuba sin restricciones severas que hasta ahora tornan el comercio costoso y requieren mucho tiempo, como es el requisito de que los compradores paguen por adelantado. “Esto aumenta significativamente el potencial y la oportunidad, y cuando esto sucede la agricultura estadounidense suele responder positivamente”, dijo el secretario de Agricultura Tom Vilsack.
Para los productores de arroz de EE.UU., el cambio diplomático abre un mercado en el que el consumo de ese grano per cápita es de alrededor de 50 kilos por año, casi cinco veces la de EE.UU., dice Greg Cediendo, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Arroz de Arkansas. Cuba fue en el pasado un “gran mercado” para el arroz estadounidense, con una gran preferencia de los consumidores por las variedades de grano largo que se cultivan en Arkansas, Louisiana, Mississippi y Texas, dijo Ceder. Últimamente, dijo, Cuba se ha abastecido de arroz mayormente de China y Venezuela.
De Scott Lehr, vicepresidente sénior de desarrollo de la Asociación Internacional de Franquicias, dijo que sus miembros están entusiasmados con la perspectiva de establecer franquicias en Cuba pero que habrá que trabajar mucho para asegurar que el gobierno cubano proteja las marcas registradas de manera que las empresas estadounidenses pueden operar allí sin el riesgo de las falsificaciones.
Pero no todo el mundo está convencido. “Estamos hablando de un país comunista”, dijo Carlos Gazitúa, cuya madre abrió un restaurante cubano en Miami hace casi 40 años después de emigrar de Cuba. “El gobierno cubano tiene que dar garantías de la libertad de expresión, de respeto a los derechos humanos y un entorno de iniciativa empresarial”, dijo. “Sin eso, es el oro de los tontos”. 

domingo, 13 de abril de 2014

Suministro de Gas podría causar guerra en Rusia y Europa

Tomado de RFI

¿Habrá una nueva guerra del gas entre Rusia y Europa?


Si Kiev no paga su deuda, Rusia podría cortar el suministro de gas a Ucrania, país por el cual transita la mitad del gas que Europa le compra a Rusia. Ante esta amenaza, la Unión Europea, que compra el 70% de la energía rusa, pidió a Moscú que no utilice el gas como ‘arma política’.

Una nueva guerra del gas podría estallar entre Rusia y Europa tras el conflicto en Crimea. El 30% del gas consumido por los países europeos proviene de Rusia y la mitad de este gas transita por Ucrania. Este país acumula una deuda de 2.200 millones de dólares por sus importaciones de gas a Moscú, a quien compra 30.000 millones de metros cúbicos de gas al año.

Ante esta deuda, Putin ha solicitado este 10 de abril una reunión urgente a los líderes europeos destinada a resolver este impago y evitar así el corte de suministro a Ucrania. En una carta remitida a 18 líderes europeos, de los cuales 13 son de la UE, el mandatario ruso advirtió el jueves que “se verá obligado a pedir un prepago de los suministros de gas (a Ucrania) y, en caso de no respetarse las condiciones, cesar total o parcialmente el abastecimiento”.

Un corte del suministro de gas a Ucrania podría provocar problemas de abastecimiento a Europa en otoño, cuando aumenta su consumo y teniendo en cuenta las reservas actuales de gas en Europa, las cuales “son de 37.000 millones de m3, es decir la mitad de sus capacidades”, indicó Sabine Berger, portavoz del comisario europeo de Energía, Gunther Oettinger.

Sin embargo, la estrategia es arriesgada para Moscú: el gas es un arma de doble filo. Por un lado, “la UE es un buen cliente (de Rusia), compra el 70% de las exportaciones rusas de energía que contribuyen en cerca del 50% a los ingresos del presupuesto federal ruso”, indicó Pia Ahrenkilde-Hansen, portavoz de la Comisión europea.

Por otro lado, los países europeos ya han empezado a proveerse del gas ruso a través del gaseoducto del mar Báltico, que conecta Rusia con Alemania (uno de los principales clientes del gas ruso) y además quieren reducir su dependencia respecto a Moscú, importando gas de otros países como Noruega o Argelia.

Consciente de ello, el Kremlin sigue sus complicadas negociaciones con Pekín con miras a exportar su recurso energético al gigantesco mercado asiático.

Por su parte, Ucrania se niega a pagar el aumento del 80% del precio del gas impuesto por Moscú, que a partir de abril es de 485,5 dólares por mil metros cúbicos de gas, negocia comprar el recurso energético a empresas francesas y alemanas. Kiev espera también la ayuda financiera que Europa le prometió hace un mes de 11.000 millones de euros, aunque ésta es más destinada a promover reformas que a pagar la factura del gas de Ucrania.

La UE pide a Rusia ‘respectar sus contratos’

La Unión Europea (UE) pidió este 10 de abril que los proveedores de energía, en particular Rusia, ‘respeten sus contratos’ y consideró del ‘interés de todos’ no utilizar la energía como un ‘arma política’, indicó una portavoz de la Comisión.

Por el momento "el suministro de gas ruso se lleva a cabo con normalidad", indicó Sabine Berger, portavoz del comisario de Energía, Gunther Oettinger.

Las compras de gas de Europa a Rusia, de 133.00 millones de metros cúbicos al año, ascendieron el año pasado a 35 millardos de euros, se decir, a tres millardos por mes. )