Tomado de RFI
¿Habrá una nueva guerra del gas entre
Rusia y Europa?
Si Kiev no paga su deuda, Rusia podría cortar el
suministro de gas a Ucrania, país por el cual transita la mitad del gas que Europa
le compra a Rusia. Ante esta amenaza, la Unión Europea, que compra el 70% de la
energía rusa, pidió a Moscú que no utilice el gas como ‘arma política’.
Una
nueva guerra del gas podría estallar entre Rusia y Europa tras el conflicto en
Crimea. El 30% del gas consumido por los países europeos proviene de Rusia y la
mitad de este gas transita por Ucrania. Este país acumula una deuda de 2.200
millones de dólares por sus importaciones de gas a Moscú, a quien compra 30.000
millones de metros cúbicos de gas al año.
Ante
esta deuda, Putin ha solicitado este 10 de abril una reunión urgente a los
líderes europeos destinada a resolver este impago y evitar así el corte de
suministro a Ucrania. En una carta remitida a 18 líderes europeos, de los
cuales 13 son de la UE, el mandatario ruso advirtió el jueves que “se verá
obligado a pedir un prepago de los suministros de gas (a Ucrania) y, en caso de
no respetarse las condiciones, cesar total o parcialmente el abastecimiento”.
Un
corte del suministro de gas a Ucrania podría provocar problemas de
abastecimiento a Europa en otoño, cuando aumenta su consumo y teniendo en
cuenta las reservas actuales de gas en Europa, las cuales “son de 37.000
millones de m3, es decir la mitad de sus capacidades”, indicó Sabine Berger,
portavoz del comisario europeo de Energía, Gunther Oettinger.
Sin
embargo, la estrategia es arriesgada para Moscú: el gas es un arma de doble
filo. Por un lado, “la UE es un buen cliente (de Rusia), compra el 70% de las
exportaciones rusas de energía que contribuyen en cerca del 50% a los ingresos
del presupuesto federal ruso”, indicó Pia Ahrenkilde-Hansen, portavoz de la
Comisión europea.
Por
otro lado, los países europeos ya han empezado a proveerse del gas ruso a
través del gaseoducto del mar Báltico, que conecta Rusia con Alemania (uno de
los principales clientes del gas ruso) y además quieren reducir su dependencia
respecto a Moscú, importando gas de otros países como Noruega o Argelia.
Consciente
de ello, el Kremlin sigue sus complicadas negociaciones con Pekín con miras a
exportar su recurso energético al gigantesco mercado asiático.
Por
su parte, Ucrania se niega a pagar el aumento del 80% del precio del gas
impuesto por Moscú, que a partir de abril es de 485,5 dólares por mil metros
cúbicos de gas, negocia comprar el recurso energético a empresas francesas y
alemanas. Kiev espera también la ayuda financiera que Europa le prometió hace
un mes de 11.000 millones de euros, aunque ésta es más destinada a promover
reformas que a pagar la factura del gas de Ucrania.
La UE pide a Rusia ‘respectar sus contratos’
La
Unión Europea (UE) pidió este 10 de abril que los proveedores de energía, en
particular Rusia, ‘respeten sus contratos’ y consideró del ‘interés de todos’
no utilizar la energía como un ‘arma política’, indicó una portavoz de la
Comisión.
Por
el momento "el suministro de gas ruso se lleva a cabo con
normalidad", indicó Sabine Berger, portavoz del comisario de Energía,
Gunther Oettinger.
Las
compras de gas de Europa a Rusia, de 133.00 millones de metros cúbicos al año,
ascendieron el año pasado a 35 millardos de euros, se decir, a tres millardos
por mes. )
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