domingo, 25 de enero de 2015

Normalización de Relaciones Diplomáticas: Cuba pide libre comercio, EEUU respeto a Derechos Humanos

Tomado de El Nuevo Herald
Roberta Jacobson Subsecretaria de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos en su reciente visita a Cuba

Jacobson reafirma que EEUU no ‘abandonará’ a la oposición cubana

Estados Unidos no dejará a los opositores cubanos que luchan por la democracia “abandonados”, aseguró Roberta Jacobson, quien condujo las primeras negociaciones para restablecer relaciones diplomáticas con Cuba, en una entrevista exclusiva con el Nuevo Herald y el Miami Herald el sábado.

Gobierno cubano se niega aceptar a sus nacionales deportados por EEUU

Por Nora Gámez Torres

“Una de las cosas más importantes de esta visita, y de las próximas, fue asegurarnos que estos activistas y otros que no pudimos ver, entiendan que nada en esta política cambia nuestro deseo de trabajar con ellos y mantener nuestro apoyo. Ese fue uno de los primeros objetivos. Si alguno se sintió abandonado, queríamos asegurarnos de que ese ya no fuera el caso”, destacó.

La subsecretaria de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental insistió en que las negociaciones no constituyen “concesiones” al gobierno cubano, como plantean críticos del proceso, entre ellos varios disidentes cubanos como Berta Soler y Guillermo Fariñas.

“No tenemos ilusiones sobre ese gobierno”, afirmó y explicó que la nueva política intenta “cambiar las tácticas de 50 años y llevar los cambios a la isla de una manera más eficaz” a través del “empoderamiento del pueblo cubano”.

 “Creemos que podemos conectar al pueblo cubano con el mundo a través de las telecomunicaciones y apoyar a los cuentapropistas. De ese modo, creemos, se puede promover el cambio mejor que antes. Eso no es un regalo al gobierno cubano”, reiteró.

Aunque la delegación cubana fue clara en expresar que el levantamiento del bloqueo era “esencial para normalizar las relaciones”, Jacobson fue cuidadosa al responder una pregunta sobre las condiciones que pondría Estados Unidos.

“Tenemos que tener discusiones por ambas partes sobre qué condiciones se requieren, versus cuáles son las peticiones para avanzar en el diálogo”, acotó. “En la diplomacia es siempre una buena idea hacerle un informe a tu jefe antes de comenzar a hablar más detalladamente con la prensa”, bromeó.

La más alta funcionaria que ha visitado Cuba por décadas sugirió enfocarse en las “posibilidades” de apoyo a la sociedad civil que brinda la apertura de los viajes a Cuba en 12 categorías y la oportunidad de “trabajar con nuestros aliados”.

Asimismo, hizo notar que en la recepción ofrecida por la Sección de Intereses de EEUU en La Habana el viernes, a la que también fueron invitados opositores y activistas, “asistieron representantes diplomáticos de más países que en otras ocasiones”.

“Puede haber más oportunidades para trabajar con aliados que no estaban realmente preparados para trabajar con la sociedad civil en el pasado”, insistió.

Jacobson subrayó que el gobierno de EEUU consideraba “muy importante” que la sociedad civil cubana estuviera representada en la próxima Cumbre de las Américas, a celebrarse en abril en Panamá, “ahora que Cuba iba estar representada en la reunión de líderes” y jefes de estado.

El apoyo a esta posición es mayor en la región a partir del cambio de política, argumenta y cree que es posible introducir un nuevo debate sobre la democratización en América Latina, a través de mejores alianzas.

“Como dijo el presidente [Barack Obama], fue EEUU el que estuvo aislado de la región, lamentablemente no fue Cuba”, señaló.

Aunque Jacobson no explicó si su gobierno invitaría directamente a activistas u opositores, mencionó que “era muy positivo” que, a diferencia de foros anteriores, en los que solo podían asistir ONGs acreditadas con la Organización de Estados Americanos (OEA), en esta ocasión, “los panameños invitarán de una manera más abierta un mayor número de ONGs” .

LAS DISCUSIONES

En general, consideró que las discusiones trascurrieron en una “atmósfera de compromiso verdadero para seguir hacia adelante” y reabrir las embajadas, aunque también revelaron los temas sobre los que “tenemos mucho por hacer”, aunque declinó dar detalles sobre los asuntos de mayor desacuerdo, más allá de las concepciones sobre derechos humanos.

Pero las deportaciones de cubanos etiquetados como “excluibles”, por haber cometido crímenes en EEUU, continúa como una fuente de conflicto, según trascendió durante la entrevista en la que también estuvo presente el subsecretario asistente para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee, al frente de las conversaciones migratorias el pasado miércoles.

“Desde los acuerdos migratorios [firmados en 1994], Cuba solo ha aceptado de vuelta a seis personas que salieron de modo ilegal o de un modo que ellos no aprobaron. Los excluibles hacen alrededor de 25,000 individuos con antecedentes criminales y por definición deben ser deportados. Enfatizamos que esta es un área que queremos consideren pero ellos en cambio nos ofrecieron una definición mucho más estrecha de personas que ellos aceptarían, esencialmente aquellos que salieron después de la reforma migratoria en 2013”, explicó el funcionario.

“No creemos que ellos puedan seleccionar qué categorías de cubanos van a aceptar. Ellos tienen una obligación legal internacional de aceptar a todos los ciudadanos cubanos y no subcategorías”, enfatizó Lee.

Como había trascendido anteriormente, se trataron además aspectos de cooperación bilateral —como asuntos medioambientales o la lucha antinarcóticos—, “algunos nuevos y otros en los que tenemos muchas discrepancias como en derechos humanos y cooperación con la sociedad civil”.

En ese sentido, Jacobson apuntó que “nunca tuvo expectativas de obtener una respuesta sustantiva” sobre estos temas pues la intención de la primera reunión era poner los puntos en la agenda, aunque informó que ella aceptó la invitación de la delegación cubana de sostener un diálogo sobre los derechos humanos.

La próxima ronda de conversaciones tendrá lugar en Washington en las próximas semanas, enfocada en la reapertura de las embajadas, un tema que “no es muy complicado legalmente”, apuntó, pero que requiere la obtención de garantías para las valijas diplomáticas, la eliminación de restricciones de movimiento y ampliar posibilidades de contacto con los cubanos en la isla.

EL PESO DE LA “HISTORIA”

En una reflexión más personal, Jacobson confesó que “una de las cosas que más me ha impresionado y me ha hecho comprender lo importante de esta misión fue el número de personas en EEUU y Cuba, también aquí en Miami, que me desearon buena suerte”.

“Una se siente muy emocionada y también con una gran responsabilidad. Cuando un cubanoamericano que trabaja en el aeropuerto te dice que ‘es un honor envolver su maleta para este viaje’, o las personas en Cuba quieren tirarse fotos conmigo, una toma conciencia de que no quiere decepcionarlos y siente el peso de sus esperanzas y expectativas”, añadió.

“Estuve más tiempo en la burbuja de lo que quise, por la agenda tan apretada”, sostuvo, aunque calificó de “profundo aunque no extenso” su contacto con los cubanos de la isla, entre ellos opositores, activistas, el equipo de 14ymedio, miembros de la Iglesia Católica y cuentapropistas con quienes almorzó el viernes, “una de las mejores experiencias” en su viaje.

“Ellos están comprometidos a desarrollar sus negocios en Cuba y las posibilidades que se abrieron a partir del anuncio del presidente, debido a que potencialmente puedan importar y exportar son increíbles. Debemos seguir comprometidos con el apoyo a los cuentapropistas”, opinó.

Fue el contacto con esas personas, explica, lo que verdaderamente le dio una idea de la “importancia” de su misión, más allá de las instrucciones de “sus jefes”, directamente el Secretario de Estado, John Kerry y, por supuesto el presidente Obama.

Con igual franqueza, la diplomática advirtió de los peligros de elevar demasiado las expectativas hacia un proceso sobre el que tiene “mucha confianza” pero que “tomará mucho tiempo, la verdadera normalización de las relaciones y el cambio. Tenemos que ser cuidadosos”.

“Soy conocida como una optimista, pero también soy realista sobre la velocidad que pueden tomar las cosas”, concluyó.

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