Tomado de The Wall Street Journal
Neymar y el extraordinario peso de la Copa del Mundo en Brasil
Por Jason Gay WSJ. Magazine
Pelé llegó tarde, muy tarde,
pero ya está aquí, en la tienda de Apple en el barrio de SoHo en Nueva York, en
una noche cálida de primavera. El legendario futbolista brasileño ya cumplió 73
años pero todavía está en forma, o al menos casi en forma, mientras se abre
paso luciendo un elegante traje gris y suéter de cuello alto, con un crucifijo
de oro que le cuelga en medio del pecho. En los años 70, cuando Pelé estaba
escribiendo el epílogo de su brillante carrera como jugador en el Cosmos de
Nueva York, conoció muy bien la pista de baile de Studio 54, la popular
discoteca de la ciudad. Puede que Pelé ya no compita en fútbol, pero parece
listo para Studio 54.
Está en la tienda de Apple para hablar sobre su nueva
aplicación (por supuesto), llamada King of Football (por supuesto), pero los
fanáticos del futebol llegaron aquí porque
quieren escuchar a O Rei hablar
sobre su carrera y lo que piensa del fútbol actual. Quieren conocer sus
opiniones sobre Lionel Messi, de Barcelona, y Cristiano
Ronaldo, del Real Madrid. Quieren oír lo que dirá sobre la Copa del Mundo que
se jugará en Brasil por primera vez en 64 años. Y debido a quién es y su
procedencia, la conversación inevitablemente tocará otro nombre: Neymar.
Neymar da Silva Santos Júnior,
el príncipe del fútbol brasileño y uno de los jugadores más electrizantes y
creativos de la actualidad, brilló en el ex club de Pelé, Santos, y acaba de
concluir su primera temporada en el Barcelona. Ser comparados con Pelé es un
gaje del oficio de los goleadores estrella de Brasil. El rey es un estándar de
excelencia que parece inalcanzable y hace que muchas promesas se arruguen. El
propio Neymar es lo suficientemente inteligente como para no meterse en el
tema. "Para mí es un placer ser comparado con un gran jugador como
Pelé", dice. "Pero él es el Rey del Fútbol. Yo soy apenas un chico
que quiere jugar al fútbol".
Ojalá fuera tan sencillo. Este
mes, Neymar tendrá la oportunidad que ni siquiera el Rey tuvo: liderar a Brasil
en una Copa del Mundo en casa. Se trata de una plataforma de lanzamiento casi
cómica en su exuberancia y expectativa, una oportunidad emocionante que Neymar
tiene para llenar de gloria a su país y elevarse a sí mismo de fenómeno a
leyenda del fútbol. Como para resaltar lo que está en juego, Neymar ha recibido
la camiseta número 10, la misma que llevó Pelé. La presión sobre la selección
anfitriona es casi insoportablen y gran parte recaerá sobre los delgados
hombros de este dinámico delantero que estira sus medias hasta cubrir sus
rodillas.
Aquí en Nueva York, le hago a
Pelé la pregunta del momento: ¿está Neymar listo para la gigantesca tarea de
liderar a Brasil en Brasil? El Rey hace una pausa. Empieza recordando su propia
experiencia en su primer Mundial, en 1958 en Suecia, cuando tenía apenas 17
años. En esa entonces, Brasil aún no había ganado el campeonato (luego ganaría
cinco) y Pelé (quien obtendría tres de ellos) no era un nombre famoso; era sólo
un joven en una alineación. "No tuvimos esta presión", cuenta Pelé.
"No fue mi responsabilidad ganar la Copa del Mundo".
Es diferente para Neymar, dice
el Rey, pues le han asignado esta responsabilidad. Le piden que gane la copa
para Brasil en Brasil. Es un pedido serio, sin duda injusto. Pero se le pide
porque así es el fútbol.
Estados Unidos lo entiende a medias. El país ha dejado de
ser desde hace mucho un lugar completamente aislado —partidos internacionales
abundan en Internet y en la televisión en vivo, la Major League Soccer ofrece
una saludable alternativa nacional y la camiseta 10 de Messi es fácil de ver en
las canchas de fútbol juvenil— pero a veces es como si no pudiéramos comprender
lo grande que es el deporte en el resto del planeta. Los estadounidenses
tenemos nuestros propios ídolos del deporte: LeBron James y Peyton Manning, Derek
Jeter y Serena Williams, quienes son famosos y
fabulosamente ricos. Pero el fútbol internacional es una especie diferente, que
abarca siete continentes. Ninguna Kardashian le llega a los tobillos a David
Beckham o Messi o Ronaldo. "Es realmente difícil exagerar lo famosos que
son los jugadores de fútbol más famosos a una escala global", dice George
Quraishi, coeditor de la revista estadounidense de fútbol Howler.
Neymar saluda a Pelé durante la celebración del centenario del Santos, en 2012.
Esta atención alcanza extremos
absurdos en la Copa del Mundo, una obsesión mundial ferviente, tribal, maníaca
que dura un mes y se repite cada cuatro años. "Si uno piensa en la
historia humana, cuántas experiencias compartidas verdaderamente grandes
tenemos —tal vez retrocediendo hasta cuando se extinguieron los dinosaurios— me
resulta difícil pensar en un evento que atraiga más la atención de la
gente", dice Quraishi, y está siendo sólo ligeramente hiperbólico. En
2010, la final del Mundial entre España y Holanda fue vista por aproximadamente
700 millones de televidentes, lo que hace que el Super Bowl parezca una noche
de aficionados en una cafetería.
Si Neymar siente la presión de
lo que enfrentará en el Mundial, aún no lo revela en público. "Sufrimos
presión en todas las cosas que hacemos", dice en una entrevista realizada
por e-mail. "Es normal en la vida, pero si eres un deportista, esta
presión es mayor porque eres un ejemplo para muchas personas. Sufro presión
desde que decidí ser jugador, pero es un placer para mí jugar un Mundial en mi
país con mi gente".
Esta actitud alegre es Neymar por excelencia: optimista,
travieso, sincero. No es para nada un desconocido, pero su fama parece estar en
su primera etapa, resplandeciente y fresca. Tiene 10,7 millones de seguidores
en TwitterTWTR -1.65% y
más de 5,2 millones en Instagram, donde constantemente publica selfies
irreverentes y retratos de su vida futbolística. Su presencia digital también
hace fácil seguir la evolución de su cabello, que ha ido de corte de estilo
mohicano teñido de rubio a su actual estilo reservado. (Internet está lleno de
clases sobre "Cómo cortarte el pelo como Neymar".) El jugador
describe su estilo de vestir como cómodo. "Me gusta usar pantalones cortos
de tenis, camisetas, gorras", dice. "Pero depende de la ocasión. En
momentos especiales me gusta un traje y una corbata".
Roger Bennett, quien cubre
fútbol para ESPN, describe a Neymar como "un futbolista para la era de
YouTube" y sostiene que su talento futbolístico fue "hecho para
cortos digitales". Neymar inició su carrera profesional con Santos a los
17 años y Bennett cree que su reputación mundial creció principalmente a través
de videos cortos, perfectos para ser difundidos en medios sociales. (Un video
clásico de Neymar en YouTube lo muestra marcando un gol, poniéndose una máscara
de él mismo que tenía un aficionado y celebrando).
Lejos de las canchas europeas,
empezó a formarse una aureola de misterio en torno a su talento elegante y
etéreo. "No lo veíamos semana a semana", explica Bennett.
"Veíamos clips en YouTube de él deslizándose como una anguila entre
defensores". La capacidad de eludir jugadores mientras gambetea es el
sello de Neymar. Steve Nash, dos veces elegido como el jugador más valioso de
la NBA y un conocido fanático del fútbol (y propietario minoritario del equipo
de la liga de fútbol Vancouver) describe el movimiento de Neymar como "de
otro planeta. Una fluidez sin paralelos combinada con velocidad y creatividad
lo hacen uno de los deportistas más fascinantes que hay, punto".
Neymar, quien creció idolatrando a su predecesor en el
Santos, Robinho, y la estrella de tenis Gustavo
Kuerten, dice que los brasileños juegan con alegría, con emoción.
"Nosotros tenemos una expresión: com o coração na ponta da
chuteira", con el corazón en la punta del botín. Su convincente
actuación en la Copa Confederaciones 2013 en Brasil —el país anfitrión ganó el
título y Neymar fue nombrado como el mejor jugador del torneo— impulsó el
vínculo emocional de los brasileños con el jugador. El año pasado también tuvo
lugar su transferencia al Barcelona, por 57 millones de euros (unos US$78,8
millones), una cifra que aún está en duda y ha generado polémica, con Santos
diciendo que recibió sólo una fracción del monto y con el padre de Neymar,
Neymar da Silva Sr., bajo asedio por quedarse con una comisión sustancial. La
transición de Neymar en el Barcelona sigue en marcha, conforme trata de
integrarse a un club con muchos jugadores que han practicado juntos desde la
adolescencia y que ya tiene una superestrella dominante, Messi. "Es como
pasar de ser un niño estrella a un adulto estrella", dice Bennett, quien
lo asemeja a Justin Bieber intentando convertirse en
Justin Timberlake.
A medida que la prominencia de Neymar continua
expandiéndose, el Mundial podría ser transformativo. Brasil ha ganado cinco
Copas, más que cualquier país, pero no desde 2002. Este será el primer Mundial
de Neymar. Los brasileños hicieron una petición para que integrara el plantel
en 2010 en Sudáfrica, pero el técnico consideró que el jugador de 18 años no
tenía suficiente experiencia y lo dejó por fuera. En la actualidad, Neymar
aparece en un comercial de NikeNKE +0.47% junto con Ronaldo y
Wayne Rooney. Titulado "Arriesga todo", el anuncio muestra a Neymar
en un autobús rodeado de hinchas brasileños. Un locutor de radio dice: "La
pregunta es: ¿puede Neymar llegar a la altura de una leyenda número 10?".
El jugador ha estado con Nike desde 2007 —la empresa de indumentaria deportiva lo
contrató desde los 15 años— y ahora tiene vínculos con 19 marcas más,
incluyendo Volkswagen, VOW3.XE +0.64% Panasonic y Red Bull.
"Simplemente es uno de los jóvenes talentos más fascinantes", afirma
Dermott Cleary, vicepresidente y gerente general de fútbol de Nike.
Todavía es joven. Dadas todas
las cosas que enfrenta Neymar, es esencial recordar esto. Aún es lo
suficientemente joven para tener malos días y semanas y cometer errores (Pelé
lo ha criticado por su tendencia a zambullirse demasiado en la cancha). Le
gusta jugar a las cartas y videojuegos y pasar tiempo con sus amigos. Su grupo
de música preferido es la banda de samba Grupo Revelação. Su película favorita
es En busca de la felicidad, una cinta de 2006 en la que Will Smith interpreta
a un vendedor que supera la indigencia. Hasta principios de este año tenía una
novia, la actriz y modelo brasileña Bruna Marquezine. También tiene un hijo de
2 años de una relación previa.
Le queda mucho tiempo por
delante en su carrera. Neymar puede darse el lujo de ser paciente. ¿Lo puede
ser el fútbol? Su ambición más cercana es la Copa del Mundo, y debería tener
otras opciones después de Brasil, pero la oportunidad frente él es irresistible,
pese a que lo que está en juego llega a un nivel casi absurdo. El técnico de
Brasil, Luiz Felipe Scolari, acusó hace poco a los medios españoles que cubren
al Barcelona de tratar de perturbar a Neymar en la antesala del Mundial, con el
fin de beneficiar a España, el campeón defensor. Esta es la escala del deporte
que ha elegido. "El fútbol está en el alma del pueblo brasileño",
dice el jugador. En este Mundial, Neymar espera encontrar su propio lugar en
esa alma.