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jueves, 20 de noviembre de 2014

Revive proceso de paz colombiano. Las FARC ceden ante presión y liberarán a General secuestrado

Tomado de El Espectador 

El representante de Cuba, Rodolfo Benítez (centro), en la lectura de la declaración conjunta del gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, junto al exvicepresidente Humberto de la Calle , el comandante de las FARC Iván Márquez y el delegado sueco Dag Nylander, el 6 de junio de 2014.

Garantes de proceso de paz anuncian liberación de secuestrados

 

Rodolfo Benítez, representante de los diálgos de La Habana señaló que las partes ya pactaron las condiciones necesarias para llevar a cabo la liberación.

Rodolfo Benítez, representante y garante de los diálogos que se adelantan entre el Gobierno colombiano y las Farc, en La Habana, Cuba, se manifestó este miércoles frente a la suspensión de las conversaciones con el grupo guerrillero- tras el secuestro del general del Ejército, Rubén Darío Alzate,del cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego-. Benítez habló en representación de Cuba y Noruega, países garantes del proceso de paz, e indicó que ya se encuentra acordada la liberación de los secuestrados.

El representante cubano señaló así mismo, y en compañía de su colega noruega Rita Sandberg, que las partes del gobierno colombiano y las Farc ya pactaron las condiciones necesarias para llevar a cabo la liberación, que será “a la mayor brevedad posible”. De la misma forma reiteró que se continuará contribuyendo firmemente para que se reanuden los diálogos de paz.

Unas trescientas personas convocadas por la izquierda y organizaciones civiles se concentraron este miércoles en el centro de Bogotá para pedir la reanudación de las conversaciones entre el Gobierno y las Farc en La Habana, que este miércoles cumplen dos años.

Lo anterior después de que el presidente Juan Manuel Santos ordenara la suspensión de las negociaciones al conocerse del secuestro del general Alzate y sus dos acompañantes. "Mañana (lunes) viajaban los negociadores de paz a una nueva ronda de negociaciones en La Habana. Les voy a decir a los negociadores que no viajen y que se suspende esta negociación hasta tanto no se aclare y se liberen estas personas", declaró el Presidente en la noche del domingo. Pese a dichas declaraciones, el mandatario señaló este mismo miércoles, en el marco de un acto de gobierno en Ataco (Tolima), la necesidad de “deponer las armas y la violencia. (…) Ese conflicto armado necesitamos terminarlo, por eso yo espero que este impasse que se ha presentado en La Habana se resuelva pronto", añadiendo una petición de apoyo de Cuba y Noruega para resolver la situación.

Las Farc, por su parte, aceptaron este martes en horas de la mañana el secuestro del general Alzate y sus dos acompañantes. Aunque Pastor Alape, desde Cuba, había señalado que el secretariado no tenía información sobre la desaparición delcomandante de la Fuerza de Tarea Titán, menos de una hora después un comunicado del grupo guerrillero confirmó que Alzate estaba en poder del Bloque Iván Ríos. “Son grandes las cuentas pendientes del general Alzate con la justicia popular. Seguramente su caso amerita un detenido examen en el que habrá que balancear muchas cosas”, añadía el comunicado.

En la esfera política, las comisiones de Paz del Senado y la Cámara de Representantes emitieron también una declaración de cuatro puntos en la que piden "la inmediata libertad del general Alzate, de los otros militares retenidos tanto en el Chocó como en Arauca, y de los civiles secuestrados".


Se espera que en la próximas horas se conozcan mayores detalles sobre el proceso de liberación y su fecha.




sábado, 12 de abril de 2014

Dictadura venezolana es obligada a sentarse a mesa de diálogo con opositores

Tomado de El País 

El primer diálogo entre el Gobierno y la oposición deja más dudas que esperanzas

La reunión convocada por la Unasur no respondió a las expectativas que se habían generado para solucionar el conflicto político del país

 

Por Ewald Scharfenberg

 

Para decirse “unas cuantas verdades”. Portavoces importantes de los dos bandos en liza –incluido el propio presidente Nicolás Maduro- habían anunciado que acudirían al diálogo propiciado por Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) con solo ese cometido. Después de la primera sesión de conversaciones, que se alargó durante seis horas, desde la noche del jueves a la madrugada del viernes, se puede asegurar que entre el Gobierno y la oposición venezolanas hubo poco más que eso, un intercambio de visiones en una reunión que no pareció responder a las expectativas de resolución del conflicto que se habían generado por la convocatoria.
Este viernes el presidente Maduro señaló que el debate fue "muy bueno, excelente", y que con él se ha dado "un paso crucial para la paz". En un evento público celebrado horas después de la reunión con la oposición el mandatario pidió "a toda Venezuela el máximo apoyo a los diálogos". 
Unasur y el Vaticano –representado por el Nuncio Aldo Giordano-, llamados a participar en el rol de testigos, deberán empeñar sus capacidades diplomáticas para rescatar un proceso que amenaza con diluirse en un insustancial trueque de anécdotas.
La primera jornada de las conversaciones sufrió los efectos de un factor de distorsión: como se transmitió por la radio y la televisión en cadena nacional, la mayoría de los oradores pareció hablar para el público antes que a sus contertulios. Fue el precio a pagar por una transparencia necesaria para, como aseguró en su exposición inicial Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), “vencer la desconfianza”.
Jorge Arreaza, vicepresidente de la República y yerno del fallecido Hugo Chávez, hizo a veces de maestro de ceremonias. De anfitrión hizo Maduro, reunidos como estaban los contendientes en el salón Ayacucho del presidencial palacio de Miraflores, en el centro de Caracas. El mandatario venezolano concibe estas citas como un debate y nada más, “ni negociación, ni pacto”, ha advertido. Sin embargo, el arco argumental entre sus dos intervenciones de la noche, una inicial introductoria al conversatorio y otra de cierre, expresa la degradación de la voluntad de las partes para el compromiso.
En la primera, de unos 45 minutos de duración, se mostró en un tono sosegado y condescendiente. “Estoy dispuesto a debatir todos los temas”, llegó a decir cerca de las nueve de la noche. Pero a las dos de la madrugada aparecía enfrascado en la repetición de los puntos de anclaje de la narrativa chavista para explicar la crisis actual: la guerra económica desatada por la burguesía contra la revolución, la criminalización en los medios de los llamados colectivos, la confabulación entre fuerzas externas e internas –que ya se habrían organizado en una “insurgencia armada”- para derrocarlo, y la necesidad de castigar a quienes han llamado a las protestas o a la insurrección.
“Hay tiempo para la justicia y tiempo para el perdón. Este es el tiempo de la justicia”, dijo. Su afirmación va en contra de una de las exigencias centrales de la oposición, que desea la liberación de los llamados presos políticos, incluyendo a los recientemente encarcelados tras la ola de protestas que comenzó en febrero.
El único acuerdo que cristalizó fue el de volver a verse las caras el próximo Martes Santo. Maduro comisionó a tres de sus copartidarios –el canciller Elías Jaua, el alcalde de Libertador (centro de Caracas), Jorge Rodríguez, y Arreaza- para servir como enlaces con sus contrapartes durante los preparativos del próximo encuentro.
Mientras tanto y aún con la aparente intrascendencia del primer encuentro, el sucesor de Hugo Chávez puede jactarse de haber ganado puntos claves a lo largo de la noche. Quizás el más valioso de ellos sea el descrédito en el debate del más importante rival de Maduro dentro de la jerarquía chavista, Diosdado Cabello. El presidente de la Asamblea Nacional y ex oficial del ejército –solitario representante militar en la mesa, un déficit llamativo para la delegación de un Gobierno con marcado signo castrense- divagó entre sarcasmos y provocaciones en su única intervención. Lució incómodo, como alguien que participa a regañadientes en un compromiso.
Intervinieron los diez negociadores de la MUD, y siete de los nueve registrados a nombre del Gobierno. La primera dama, Cilia Flores, y el diputado por el Partido Comunista, Yul Jabour, cedieron sus turnos en aras de una concisión que, de todas maneras, faltó. La única regla metodológica prescrita para la reunión, la de limitar cada discurso a diez minutos, resultó frecuentemente irrespetada.
En general, los hechos complacieron los deseos expresos de Maduro, quien había dicho preferir una agenda abierta para conversar. Los delegados opositores dieron la impresión de un mayor concierto en sus enfoques y temas. En particular, sus dos primeros voceros, Aveledo y el diputado por la Causa R, Andrés Velásquez, concentraron las propuestas específicas de la MUD acerca de sus cuatro exigencias: libertad para los presos políticos, desarme de los colectivos armados, conformación de una instancia bipartita para investigar los hechos violentos de los dos últimos meses, y una remodelación “equilibrada” de los poderes judicial y electoral. También propusieron que el presidente recibiera a los estudiantes, líderes de la revuelta callejera, para lo que Maduro se declaró preparado.
El próximo diálogo no será televisado; al menos, no en su totalidad. Tal vez esa nueva dinámica permita plantear fórmulas y generar espacios que no estuvieron presentes en el primero, un todos contra todos que sembró dudas acerca de su capacidad para atajar la violencia política que ya se enseñorea en las calles de Venezuela. 

jueves, 10 de octubre de 2013

Obama se reunirá este día con comisión de Representantes Republicanos

Tomado de La Voz de América


Republicanos visitan a Obama en la Casa Blanca

El presidente Barack Obama se reúne hoy con 18 republicanos de la Cámara de Representantes para tratar la reapertura del gobierno y el límite de la deuda.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió con la totalidad de la bancada demócrata de la Cámara de Representantes en la Casa Blanca y conversará esta mañana con un grupo más reducido de los republicanos, encabezada por John Boehner y Eric Cantor.

La invitación original era para toda la bancada republicana, pero su liderazgo decidió que si se iba a negociar algo tendría que ser con un grupo más pequeño y más manejable.

Los republicanos parecen estar alejándose calladamente de las insistencias iniciales de quitarle fondos al plan de Salud del presidente, conocido también como Obamacare, un movimiento más práctico que podría ayudar a resolver el impasse.

Entre las ideas que han estado flotando esta la del representante Paul Ryan, de aumentar el límite de la deuda por seis semanas, lo que daría tiempo para negociar un acuerdo más amplio sobre el código impositivo y recortes al gasto federal.

Al encuentro, donde dialogarán sobre el aumento del límite de endeudamiento de Estados Unidos y el cierre del gobierno, además de Boehner estará acompañado por el jefe de la bancada republicana, Eric Cantor y al menor dos miembros del ultraconservador movimiento Tea Party, el representante por Florida Steve Southerland, y Lynn Jenkins de Kansas, según informa la agencia de noticias Reuters. En total estarán presentes 18 representantes republicanos.

Tras “nueve días de cierre del gobierno y a una semana del fin del período para elevar el límite de la deuda, una reunión sólo se justifica si se centra en la búsqueda de una solución", dijo el portavoz de Boehner, Brendan Buck.

Según informaron representantes de la Casa Blanca, el mandatario piensa invitar a los senadores a un encuentro en los próximos días.

El presidente Obama sostiene que no autorizar el incremento de la capacidad de Estados Unidos para pedir prestado dinero para pagar sus cuentas sería una catástrofe para la economía mundial.
 

sábado, 20 de octubre de 2012

Mensaje de los participantes en del diálogo de paz colombiano celebrado en Oslo


Tomado de BBC Mundo


Qué dijeron el gobierno y las FARC en el inicio de las negociaciones

El gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciaron formalmente la llamada segunda fase de una negociación de paz, para poner fin a un conflicto que se extiende por casi medio siglo.

Con la mediación de Noruega y Cuba, y el acompañamiento de Venezuela y Chile, las partes lanzaron esta segunda etapa con una declaración formal en la ciudad de Oslo.

Noruega
La jefa de la sección de paz y reconciliación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Tone Allers, dio la bienvenida a la apertura del proceso de paz, que calificó de "sólo el principio".

Allers reconoció la necesidad de "tomar más pasos" y animó a las partes "a continuar de buena fe" y a mantener su "compromiso con la paz".

La representa del gobierno noruego enfatizó que las víctimas del conflicto llevan el peso de sus consecuencias y dijo que están en el centro del proceso. En este sentido, manifestó que "las voces de las mujeres deben oírse".

Cuba
Por Cuba, Carlos Fernández de Cosío, afirmó que la disposición tanto del gobierno de Colombia como de las FARC de iniciar un diálogo "merece el respeto y apoyo de todo el mundo", e indicó que La Habana tiene "un compromiso histórico con el empeño de alcanzar la paz".

Fernández garantizó que, en su papel de garante, se "regirá por el espíritu de solidaridad, respeto y discreción".

Colombia
"Seguramente no nos vamos a convencer el uno al otro en nuestra diversas ideas políticas (...) no venimos a catequizar a nadie (...) No se trata de que las FARC depongan sus idea, sino que sigan luchando por ellas en democracia. Así sean contrapuestas a las nuestras"
Humberto de la Calle


Por el gobierno de Colombia, el jefe negociador Humberto de la Calle comenzó por reconocer el profesionalismo de los países garantes y acompañantes, así como el hecho de que "las FARC han reconocido rigurosamente sus compromisos".

"El gobierno también lo ha hecho, pese a diversas complejidades logísticas superadas de manera eficiente con ayuda del los países garantes. Esperamos que ello continúe como elemento esencial para la buena marcha de las conversaciones", indicó.

A continuación, De la Calle enunció las características particulares de este proceso. En primer lugar, dijo, cuenta con una estructura en tres fases: la primera, la firma de un acuerdo general que establece las condiciones necesarias para la terminación del conflicto; la segunda, que comienza este jueves, y la tercera que se iniciará con la firma de un acuerdo final.

Luego mencionó la confidencialidad, referida concretamente al desarrollo de las negociaciones en la mesa. "No pretendemos que las FARC no expresen sus ideas, pero si se filtran contenidos de la mesa se afecta en forma grave el proceso", advirtió.

El negociador indicó que hay apoyo para el proceso pero que la situación es "volátil", por lo cual "cada cosa debe suceder en su momento".

Eso no significa, añadió, "que trabajaremos de espaldas al país". Afirmó que se han contemplado "mecanismos para garantizar que los ciudadanos puedan contribuir con propuestas" y que se considerarán "mecanismos de refrendación final".

Por último, aseguró que el diálogo se distingue por ser "serio, realista y eficaz". Dijo que esperaba que se desarrollara en un ambiente de trabajo y no como una excusa para dar continuidad al conflicto o utilizarlo como una herramienta de propaganda.

"Seguramente no nos vamos a convencer el uno al otro en nuestra diversas ideas políticas (...) no venimos a catequizar a nadie", sostuvo, sino que la idea era establecer una agenda que le permitiera a las FARC exponer sus ideas sin las armas.

"No se trata de que las FARC depongan sus idea, sino que sigan luchando por ellas en democracia. Así sean contrapuestas a las nuestras", declaró.

De la Calle insistió en la necesidad de llegar a cinco puntos que se puedan cumplir, en materia de desarrollo rural, las garantías para la oposición y la participación política, el fin del conflicto, el narcotráfico y las víctimas. Agregó que eso no se traducía en escribir leyes, sino en "trabajar en la realidad".

Por último, manifestó que las condiciones de este diálogo de paz, tanto nacional como internacionalmente, eran auspiciosas. Pero dejó en claro que la terminación de la fase dos, o terminación de conflicto armado, no es la paz. "Es la antesala de la paz. Para lograrla, hay que ir a fondo en la transformación de la sociedad", dijo.

"(Éste) es un momento de esperanza. No es una esperanza ingenua. Sabemos que hay dificultades enormes. Tenemos una dosis de optimismo, pero es un optimismo moderado (...) Venimos a hacer nuestro mejor esfuerzo", concluyó.

En la rueda de prensa posterior al inicio de las negociaciones, el jefe del equipo negociador colombiano resaltó que la presencia de Simón Trinidad "no está en discusión" y agregó que "es un hecho que no corresponde al gobierno colombiano".

"Los temas que han aflorado el día de hoy no pertenecen a esa agenda ni serán discutidos por el gobierno colombiano", señaló el representante del gobierno de Juan Manuel Santos.
"El modelo económico o la inversión extranjera no son elementos presentes en esta agenda de negociación (...) Lo que queremos son unas reglas de juego para la expresión democrática de las diferentes ideas políticas".

FARC
"Venimos a Oslo, desde el Macondo de la injusticia, con un sueño colectivo de paz, con un ramo de olivo en nuestras manos"
Iván Márquez
Por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, Iván Márquez manifestó que su organización había ido a "Oslo, desde el Macondo de la injusticia, con un sueño colectivo de paz, con un ramo de olivo en nuestras manos".

Márquez insistió en que "el pueblo tendrá que ser el protagonista principal", y que cualquier acuerdo "no depende de un acuerdo entre voceros", sino que la solución tiene que ser trazada por el "soberano".

El representante del grupo guerrillero puntualizó que no debía "concebirse como un proceso contrarreloj". "La pretendida paz express, que algunos promocionan, por su (volatilidad) solo conduciría a los precipicios de la frustración".

El portavoz aseguró que su organización no está formada por "los guerreristas que han querido pintar algunos medios de comunicación", sino que habían venido a la mesa con propuestas "para alcanzar una paz definitiva", una que "implique una profunda desmilitarización del Estado y reformas radicales que funden la democracia, justicia y libertad verdaderas".

A continuación, Márquez hizo una evaluación de la situación del campo colombiano, acoplada con una crítica a las políticas oficiales y a los proyectos de ley que maneja en esta materia. Reiteró que el asunto de la titularidad y tenencia de la tierra constituían el aspecto central que animaba la lucha armada, y el tema fundamental a ser resuelto para acabar con el conflicto.



También criticó lo que llamó la complicidad del gobierno con las transnacionales y enunció una serie de ejemplos de "abuso" y de "resistencia" por diferentes agrupaciones de trabajadores o comunidades colombianas frente al poder de estas organizaciones.

En cuanto al abandono de las armas, aseguró que en las FARC "sinceramente queremos la paz", pero que eso no significa "el silencio de los fusiles", sino "que abarca la transformación de la estructura del Estado". Reiteró que su organización no está derrotada, defendió como la lucha armada como un derecho universal, y aseguró que la "guerra es insostenible" para el Estado por su costo.

"No somos causa, sino respuesta a la violencia del Estado, que es quien debe someterse a un marco jurídico para que responda por sus crímenes de lesa humanidad", dijo.

En otro orden de ideas, Márquez dijo que el líder guerrillero Simón Trinidad, quien se encuentra encarcelado en Estados Unidos, ha manifestado su disposición a participar en los diálogos, y añadió que Washington "haría un gran aporte a la reconciliación de la familia colombiana facilitando la participación de Simón de cuerpo presente".

Por último, le pidió a la gran prensa que no siga "actuando como juez inicuo del proceso" e hizo un llamado a no permitir "que los manipuladores de opinión desvíen el rumbo de esta causa necesaria que es la reconciliación de los colombianos en condiciones de justicia e igualdad".

En la rueda de prensa posterior al inicio de las negociaciones, el delegado de las FARC dijo que "no puede haber un acuerdo de paz en Colombia sin que esté representada la sociedad colombiana. No sólo los sectores desfavorecidos y pobres. También de los sectores pudientes".

"Es importante que los militares contribuyan a buscar la senda en este conflicto. De alguna manera tenemos que salir de la confrontación fratricida. Tenemos que escucharnos", señaló Márquez.

EL COMUNICADO CONJUNTO

1. Reunidos en Oslo, Noruega, voceros del gobierno de Colombia y de las FARC-EP acordamos la instalación pública de la mesa de conversaciones encargada de desarrollar el acuerdo general para terminar con el conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. De esta manera se inicia formalmente la fase 2 del proceso.

2. Desarrollo agrario integral es el primer tema acordado en la agenda. Se abordará a partir del 15 de noviembre en La Habana.

3. Las partes designarán representantes para reunirse en La Habana desde el 5 de noviembre para continuar con los preparativos.

4. Agradecemos la hospitalidad de los países y la participación de los garantes y acompañantes.