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jueves, 23 de enero de 2014

Privatización de cárceles en EEUU provoca cárceles repletas aunque bajen índices de delincuencia

Tomado de El País

El sucio negocio de las cárceles privadas en Estados Unidos

  Contribuyentes terminan pagando los platos rotos.


Las prisiones exigen una cuota mínima de ocupación a los gobiernos, suba o baje el crimen. La búsqueda del máximo beneficio genera en EE UU casos de malos tratos y violencia


Por Joan Faus

La tasa de crímenes se ha reducido un tercio en Colorado en los últimos 10 años, lo que ha provocado que desde 2009 este estado de Estados Unidos haya cerrado cinco de sus cárceles; pero paradójicamente las prisiones privadas están cada vez más llenas. El motivo es que disponen de una cuota mínima de ocupación acordada con el Gobierno estatal, que, con tal de garantizarla, se vio obligado hace unos meses a trasladar a 3.330 reclusos de las instalaciones públicas, que tenían camas vacías, a las privadas. El de Colorado no es, sin embargo, un caso aislado. Se repite en otras zonas del país y revela los entresijos detrás del auge de la privatización carcelaria en EE UU, así como la perversa disputa entre el interés público de rehabilitar a los presos y reducir la población carcelaria, y el objetivo inherente a toda empresa de maximizar sus beneficios.
Según un informe de In the Public Interest (ITPI), una entidad civil con sede en Washington, de 62 contratos de prisiones privadas analizados a lo largo de EE UU, un 65% disponen de algún tipo de garantía mínima de número de reclusos o penalización por camas vacías. La lógica detrás de estas exigencias es que, como cobran por cada preso (entre 40 y 60 dólares al día), los operadores privados se puedan garantizar un determinado nivel estable de ingresos para gestionar la cárcel y recuperar el coste de su construcción. La base mínima más habitual es del 90%, aunque en algunos casos puede llegar al 100%. Por ejemplo, según el documento, tres instalaciones en Arizona disponen de esta salvaguarda, aunque desde el Departamento Penitenciario de Arizona (ADC, por sus siglas en inglés) lo niegan y aseguran que ronda el 90%.
Sea como sea, el estado se ve obligado a garantizar un número mínimo de prisioneros, suban o bajen los delitos, lo que la ADC considera un requerimiento empresarial comprensible y beneficioso. “Para el contribuyente, si no hubiese una cuota y la ocupación fluctuase de forma variable, el operador privado cobraría una tasa diaria mucho más elevada para asegurarse que recupera su inversión”, apunta el portavoz Doug Nick. “Este tipo de garantías mantienen el coste relativamente estable y predecible”, añade en conversación telefónica.
En Arizona hay prisiones privadas desde hace unos veinte años
¿Pero qué pasa si la tasa de crímenes se reduce, como en Colorado, y cada vez entran menos presos a las cárceles? “Nunca hemos tenido problemas para llenar las camas, ni hemos perdido población carcelaria. De hecho, lleva décadas creciendo”, replica con total seguridad de que la situación no variará. En Arizona hay prisiones privadas desde hace dos décadas. Actualmente, de las 14 instalaciones del estado, cuatro son de propiedad y gestión empresarial; y hay otras seis privadas que solo acogen presos de los estados colindantes. Según el convenio de concesión, las autoridades de Arizona pasarán a controlar las cuatro cárceles al cabo de 20 años de su apertura, lo que la ADC también ensalza como un beneficio para el contribuyente.
En el conjunto de EE UU, en 2010 un 8% de los presos estaban en cárceles privadas, según los últimos datos disponibles. Se trata de alrededor de 128.000 reclusos sobre una población total de 1,6 millones. Actualmente, según las estimaciones de Carl Takei, abogado de la American Civil Liberties Union (ACLU), la proporción podría rondar el 12% en las instalaciones federales y un poco menos en las estatales. Además, en el caso de los centros de detención de inmigrantes, podría suponer hasta el 50%.
La privatización de las cárceles no ha cesado de crecer desde los años 80, cuando nació el primer operador, pero ha sido en la última década cuando se ha disparado con vigor. Entre 1999 y 2010, el número de reclusos en prisiones privadas aumentó un 80%, muy por encima del 18% que registró el conjunto de la población carcelaria, de acuerdo con las estadísticas oficiales. Takei tiene muy claras las causas de este fenómeno: “EE UU vive una epidemia de encarcelación masiva. Entre 1970 y 2010, la cifra de presos creció un 700% y eso ha impulsado a las compañías privadas”, esgrime. Así, no sorprenderá que, mientras desde los 90 cada vez han habido más reclusos, en paralelo se hayan extendido las prisiones privadas. Además, en los últimos años las compañías se han beneficiado del efecto de la crisis económica al ofrecer costes supuestamente más bajos que los del sector público a unos gobiernos cada vez con más necesidad de ahorrar
Sin embargo, el documento del ITPI considera “ilusorio” pensar que las cuotas mínimas de ocupación de las cárceles acaben beneficiando a los contribuyentes. La entidad asegura que, por ejemplo, en Arizona las prisiones privadas han acabado costando 33 céntimos más al día por recluso que las públicas, mientras que en Colorado el traslado de los 3.330 presos para cumplir la base mínima ha acarreado una factura de dos millones de dólares.
Un extremo que niegan desde la principal empresa del sector, Corrections Corporation of America (CCA). “Proveemos ahorro a los contribuyentes, instalaciones seguras, reducción de la reincidencia y una importante flexibilidad en los contratos con los gobiernos”, afirma un portavoz en una respuesta por correo electrónico. Subraya, además, que solo la mitad de sus contratos tienen cuotas mínimas de ocupación, que éstas no son rígidas y que se establecen para garantizar los “costes fijos” de la construcción y gestión de las cárceles.
Como es previsible el auge privatizador ha engrosado las cuentas de resultados de CCA y del otro gigante del sector, Geo Group. Por ejemplo, en el tercer trimestre de 2013 CCA registró un beneficio neto de 51,8 millones de dólares en comparación con los 42,3 millones del mismo periodo del año anterior. Ambos grupos cotizan en bolsa y su elevada rentabilidad ha atraído a grandes entidades financieras y bancos a invertir en ellas, según explica el activista Takei. En sus informes públicos, las compañías admiten que el aumento de la población carcelaria repercute positivamente en sus resultados, y que, en cambio, pueden suponer riesgos para sus negocios que se relajen los procedimientos de detención de inmigrantes y las leyes que rigen la duración de las penas.
En este sentido, según el informe de In the Public Interest, tanto CCA como Geo Group hacen intensamente lobby para tratar de que endurezcan las leyes con el objetivo último de aumentar —o como mínimo mantener— la población carcelaria. La primera destinó 17,4 millones de dólares en influenciar a políticos entre 2002 y 2012, mientras que la segunda gastó bastante menos (2,5 millones) entre 2004 y 2012, según datos del Center for Responsive Politics, una entidad civil. En paralelo, también hicieron generosas donaciones a las campañas de líderes políticos clave: entre 2003 y 2012, CCA destinó 1,9 millones, mientras que Geo Group 2,9 millones.
“Mantienen relaciones muy desarrolladas con las autoridades políticas para tratar de obtener más contratos”, apunta, por su parte, Shar Habibi, directora del departamento de investigación de ITPI. Y, en paralelo, en busca del mayor beneficio empresarial, ambas compañías intentan reducir al máximo los “costes operativos” de sus prisiones para convertir en ganancia las aportaciones que reciben de los gobiernos. Esto se traduce, critica, en tener el personal estrictamente necesario o ahorrar en mantenimiento de las instalaciones, seguridad y sueldos, lo que suele derivar en contratar a trabajadores sin la cualificación necesaria. Y todo ello puede generar un cóctel explosivo que, en algunos casos, ha desencadenado en malos tratos a los presos, un aumento de la conflictividad o incluso en fugas de reclusos.
Habibi asegura que, en general, los estados mantienen una severa supervisión de las condiciones de las prisiones privadas, pero que, cuando ésta se relaja o deja de ser regular, los operadores privados tienden a tratar de gestionar las cárceles “por debajo de los estándares” con tal de rebajar aún más sus costes. Y en algunos casos la situación se les acaba yendo de las manos, como acaba de pasar en una prisión de CCA en el estado de Idaho. A principios de enero, las autoridades anunciaron que iban a retirarle la concesión después de múltiples denuncias de violencia y negligencias de los trabajadores. CCA reconoció el año pasado que falsificó los informes que proporcionó al Gobierno sobre la jornada laboral de sus empleados al notificar que estaban trabajando en momentos en que en realidad sus puestos estaban completamente vacantes. No se trata de un episodio aislado, pues el informe del ITPI incluye ejemplos muy parecidos en otras cárceles del país. Y en casos como el de Idaho el rescate público acaba disparando el presupuesto de gestión de la prisión y son los contribuyentes los que pagan los platos rotos. Es el lado oscuro del auge de la privatización carcelaria en EE UU. 

domingo, 19 de enero de 2014

Mujeres arriba de los 50 demuestran su enorme capacidad empresarial dinamizando la economía EEUU

Tomado de BBC Mundo  

Estas exitosas mujeres recomiendan hacer un plan B a los 30 años de edad para planificar la edad adulta

Mujeres mayores de 50 años, las nuevas empresarias en EE.UU.

Por Jane O'Brian

Liz DiMarco Weinmann estaba sentada en su oficina la mañana del 11 de septiembre de 2001 cuando dos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas.

Como a muchos de sus compatriotas, esa experiencia le cambió la vida. "Miré por la ventana y vi los edificios caer, y decidí que había vendido suficientes jabones y cereales", recuerda.

DiMarco Weinmann dejó entonces su trabajo como consultora de marketing de una corporación, que le garantizaba un salario de seis cifras, y pasó dos años buscando algo que tuviera un poco más de significado.

Intentó con organizaciones sin fines de lucro y también en grupos de presión en Washington pero nada parecía funcionar.

En 2007, a la edad de 55 años, entendió que debía volver a las aulas y aprender cómo empezar su propio negocio. Entonces se anotó en el Colegio Stern de Negocios, de la Universidad de Nueva York, en una maestría de administración de negocios.

"Claro que no es la edad en la que la mayoría de personas deciden hacerlo, pero lo curioso es que no era la única persona (en el aula) mayor de 40 años".

Un bis


Según un estudio de la Fundación Kauffman, una organización que respalda las nuevas iniciativas empresariales o start-up, existe un número creciente de personas como DiMarco Weinmann en Estados Unidos, individuos que comienzan su propio negocio a una edad avanzada y son conocidos como "emprendedores bis".

La fundación reveló que el 23,4% de todos los negocios que comenzaron en 2012 fueron lanzados por personas de entre 55 y 64 años, a diferencia del 14,3% de estos negocios en 1996.

La crisis financiera del 2008 dejó a mucha gente sin trabajo y los obligó a repensar su futuro.

Otros sondeos sugieren que entre los "empresarios bis", las mujeres tienen un papel más relevante que los hombres.

Según un documento del Colegio Babson, institución de negocios cercana a Boston, 10% de las mujeres estadounidenses de entre 55 y 64 años han tomado pasos para comenzar su propio negocio, en comparación con un 7,5% de hombres.

Una población estadounidense cada vez más envejecida es una de las razones detrás de esta tendencia de adultos mayores emprendedores: para 2030, al menos el 18% de la sociedad de ese país tendrá más de 65 años.

Pero la crisis financiera de hace cinco años también tuvo su impacto, debido a que la gente se quedó sin trabajo.

"Conozco tanta gente recién entrados en los 50 que fueron despedidos, lo que es todo un shock", dice DiMarco Weinmann, quien ha escrito un libro sobre su propia experiencia llamado "Atrévete desde ahora".

Ella incluso tiene su propia consultora que ayuda a mujeres mayores de 40 a desarrollar sus carreras.

DiMarco Weinmann dice que en la actualidad no existe un trabajo para toda la vida.

"Uno debería hacer un plan B desde los 30 años, saber qué quiere hacer cuando sea mayor".

Franja decisiva


Doyel cree que las mujeres manejan la riqueza de EE.UU., aunque no sean las dueñas formales de la misma.

Carol Doyel tiene 54 años y fue una exitosa agente de bienes raíces por muchos años hasta la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008. En ese momento se encontró en la necesidad de explorar nuevas alternativas.

"Soy una emprendedora de corazón y parecía un buen momento para comenzar mi propio negocio".

Sorpresivamente, decidió lanzar una revista en internet, en momentos en que muchas publicaciones impresas salían de circulación y otras peleaban por hacer dinero en plataformas digitales.

Pero ella orientó su revista a una audiencia que conocía muy bien y que es muy buscada por anunciantes: mujeres mayores de 50.

"Es una franja demográfica muy deseada, mujeres mayores de 50 años controlan cerca de tres cuartos de la riqueza en este país, quizás no son dueñas de ella pero toman las decisiones y administran esos recursos".

Doyel añadió que, como consumidoras, las mujeres de esta franja toman decisiones de compra en casi todas las categorías, desde papel higiénico hasta Cadillacs.

Su sitio de internet, llamado LivingBetter50, está dirigido a una amplia audiencia e incluye artículos que van desde cómo cortar una fruta hasta estrategias para dar una entrevista exitosa en los medios.

Su creadora dice que las lectoras son mujeres que comienzan con su "segundo acto" debido a que quieren algo diferente o por la debilidad de la economía.

"Sus maridos han visto una reducción en sus ingresos y muchas veces eso implica que las mujeres tengan que dar un paso al frente. Algunas de ellas se vuelven el principal sustento del hogar. Y hay muchas mujeres que han perdido a sus parejas (por muerte o divorcio) y tienen que salir a ganarse la vida".

Mejor que buscar trabajo


La gente mayor suele enfrentarse a un duro panorama cuando solicita un trabajo, dice Anne Bahr Thompson, jefa ejecutiva de Onesixtyfourth, una consultora que ella comenzó a mediados de sus 40.


Anne Bahr Thompson recuerda que los trabajos contratan gente joven porque es más barata.

"Todos los días vemos a alguien de esta edad que cree que le darán el trabajo debido a su rango o experiencia, pero los empleadores solo contratan gente en sus 30 o menores porque son más baratos".

Por eso, ella cree que para este grupo es más atractivo comenzar un negocio propio que buscar empleo.

"Es fácil sentirse vulnerable pero hay que recordar todas las veces que a uno le ha ido bien, escribir la lista de nuestros éxitos y concentrarse en cómo nos sentíamos en aquella época que sabíamos que estábamos en nuestro mejor momento".

Liz DiMarco Weinmann lo dice de una manera más directa: "Supera el hecho de que las corporaciones del país te han botado, le pasó a muchas personas".

"¡Mira a todos los famosos que se han ido antes que tú y planea tu regreso!". 

jueves, 16 de enero de 2014

EEUU dará becas de estudio a 100,000 estudiantes de Latinoamérica

La Voz de América
Un grupo de estudiantes cubanos llega a Miami para participar de un intercambio cultural y educativo. 
EE.UU. traerá latinos a estudiar en el país
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, anunció el programa Fondo de Innovación de las Américas, que permitirá a miles de latinoamericanos estudiar en EE.UU.

El Departamento de Estado de EE.UU. lanzará el programa 100,000 Strong in the Americas que permitirá a cientos de estudiantes de toda América Latina estudiar en EE.UU.

El programa promoverá, ampliará y apoyará un intercambio de estudiantes extranjeros entre Estados Unidos y los países de América Latina y el Caribe.

El plan es fortalecer a las instituciones de educación superior en la región para aumentar su capacidad de enviar estudiantes de intercambio y recibir a jóvenes provenientes de EE.UU.

El primer fondo para las universidades latinoamericanas será de un millón de dólares y proviene de contribuyentes “iniciales” como ExxonMobil y Universidades Santander, una división del Banco Santander, la Fundación Coca -Cola, la Fundación de Freeport- McMoRan Cooper & Gold, y la Fundación Ford.

El Departamento de Estado también cuenta con programas como el Fulbright, que promueve el intercambio educativo entre estudiantes y maestros, además de la oportunidad para que estudiantes interesados aprendan inglés, español y portugués.

100,000 Strong in the Americas tiene como meta recibir 100 mil estudiantes en EE.UU. provenientes de América Latina, pero que además, que la región pueda acoger a 100 mil estudiantes estadounidenses.

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Comunismo? Comunistas chinos darán mayor libertad al mercado

Tomado de The Wall Street Journal  
 

El plan de reforma económica de China: quiénes serán los ganadores y perdedores


Las empresas podrían beneficiarse a lo grande si China cumple su promesa de concederle al mercado un papel más importante en la segunda mayor economía del mundo.
Los líderes del Partido Comunista chino la semana pasada presentaron un amplio esbozo de reformas para los próximos 10 años que propone el fortalecimiento de los consumidores y la relajación del control de Beijing sobre industrias clave que, por mucho tiempo, han sido controladas por el Estado. Entre sus objetivos se destaca disminuir las barreras al capital extranjero en varias industrias, aumentar la participación de inversionistas privados en empresas estatales y otorgar a la extensa población rural del país un mayor acceso al capital.
La clave será la implementación. A pesar de su ambicioso alcance, el plan del partido no establece cronogramas ni objetivos específicos, especialmente en qué medida las empresas extranjeras podrán tener mayores oportunidades de invertir. Y los esfuerzos podrían encarar una considerable oposición por parte de las poderosas empresas estatales, arraigados burócratas y residentes urbanos preocupados por una avalancha de migrantes hacia las ciudades.
A continuación, un vistazo a las implicaciones por industria del plan de reformas del Comité Central del Partido Comunista de China:
Bancos
Los detractores del sector bancario chino dicen que éste ha proporcionado dinero a las mayores empresas estatales a expensas de las empresas pequeñas y medianas. El plan incluso sugiere una participación extranjera en la banca, si bien los detalles son escasos.
China necesita aumentar la competencia. Mientras los bancos y sus clientes de propiedad estatal crean que están siendo respaldados implícitamente por el gobierno, la habilidad de gestionar el riesgo seguirá estando subdesarrollada.
—Grace Zhu y Dinny McMahon
Mercados financieros
Uno de los puntos más ambiciosos es una promesa de transformar el sistema de ofertas públicas iniciales de acciones del país para que sean las propias empresas, en lugar del gobierno, las que decidan por méritos cuáles cotizarán en bolsa.
Actualmente puede tomar años para que algunas empresas coticen en bolsa, y las estatales grandes pero mal gestionadas a menudo reciben preferencia.
—Shen Hong
Autos
Los cambios que van desde relajar la política de hijo único hasta alentar a los residentes en zonas rurales a mudarse a las ciudades ayudarán a la industria automotriz a cumplir su meta de vender 30 millones de vehículos al año para 2020.
No está claro si los cambios incluirán un mayor acceso para los fabricantes extranjeros. Actualmente, deben establecer empresas conjuntas con automotrices locales para ensamblar autos en China. La propiedad extranjera está limitada a 50% o menos. El plan no aborda este aspecto.
—Rose Yu y Colum Murphy 
El Partido Comunista de China cree que trasladar a residentes rurales a las ciudades dará un impulso al consumo interno.

Tecnología
El panorama en el sector de Internet chino es ambivalente, pero podría crecer con la reforma económica incluso a pesar de que encara una censura potencialmente más estricta.
El cambio a la política de hijo único y las campañas de urbanización probablemente resulten en que los chinos dediquen más tiempo a ver videos en línea o comprando en sitios de comercio electrónico.
Beijing también planea abrir las puertas a la inversión extranjera en el comercio electrónico. A pesar de que el plan no especifica detalles, podría implicar su apertura a las empresas extranjeras de Internet que se han mantenido alejadas del ciberespacio chino.
Sin embargo, el plan también incluye puntos sobre un aumento al control del flujo de información en línea. Las plataformas de redes sociales podrían afrontar un mayor escrutinio del gobierno.
—Paul Mozur y Lorraine Luk
Propiedad
El plan busca agilizar cambios en los impuestos a la propiedad. Eso podría ayudar a Beijing a abordar el problema de los precios exorbitantes de la vivienda.
Algunos economistas temen una saturación en el mercado inmobiliario en algunas zonas a pesar de los altos precios, lo que aumenta las probabilidades de una corrección desestabilizadora. Sin embargo, un impuesto sobre la propiedad podría perjudicar las ventas en el corto plazo.
—Ester Fung
Consumo y servicios
La reforma está principalmente diseñada para impulsar a la creciente clase consumidora. Eso significa que las tiendas, los restaurantes y los servicios al consumidor serían los mayores beneficiarios.
La urbanización es clave en este esfuerzo. Beijing cree que el traslado de más residentes rurales a las ciudades se traducirá en compras de apartamentos. Pero desarrollar una clase de consumo requerirá dinero. El plan recomienda la apertura de los mercados de educación, cultura, cuidado médico y otros servicios.
—Laurie Burkitt
Energía y recursos
El plan menciona sólo en una frase el deseo de reformar los precios del petróleo, gas natural y electricidad. A medida que los precios del combustible se acercan más a los de los mercados internacionales, las energéticas tendrán mayor certeza sobre sus retornos y se verían alentadas a invertir en proyectos que antes eran considerados no rentables. Las compañías han sido reacias a invertir en los sectores de gas de esquisto y gas metano de carbón debido al fuerte control de Beijing sobre los precios.
Por otro lado, el plan podría aumentar los costos para las energéticas chinas. El documento enfatiza el medio ambiente y menciona nuevos impuestos sobre los recursos, programas de canje de emisiones de dióxido de carbono y una mayor responsabilidad corporativa por daños medioambientales. El sector del carbón podría salir perjudicado.
—Wayne Ma
Logística y transporte
La reforma podría sentar las bases para una mayor competencia en el transporte de productos. Eso podría beneficiar a potencias extranjeras como FedEx Corp. y United Parcel Service Inc.(UPS), que el año pasado recibieron la aprobación del gobierno para proporcionar servicios limitados en el país.
Los operadores de trenes podrían beneficiarse de la liberalización de los precios, pues actualmente las tarifas son mantenidas bajas por el gobierno.
El plan también podría intensificar la competencia en el sector aéreo. La industria se abrió ligeramente el año pasado, con la aprobación de dos nuevas aerolíneas privadas.
—Joanne Chiu 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Inspirador y muy real artículo de Jorge Ramos: Millonarios sin título

Por  Jorge Ramos Ávalos  

Millonarios sin título

Estoy seguro de que muchos jóvenes hispanos formarán parte de esta lista de multimillonarios en el futuro y que serán grandes empresarios, deportistas y cantantes.

Los Ángeles, California. Regresé a la universidad. No a estudiar, sino a conocer a quienes están estudiando.

Mi primera escala al llegar a Estados Unidos hace 30 años fue precisamente la Universidad de California en Los Ángeles y ahora volví para participar en un foro sobre educación. Me puse a caminar por los mismos pasillos que en 1983 me llevaban a mis clases de periodismo y televisión.

Me encontré a las integrantes del Grupo Folclórico de UCLA que preparaban un baile regional mexicano. Son jóvenes muy especiales: UCLA es una universidad difícil para entrar, y a pesar de todos los obstáculos a ellas las habían aceptado.

“¿Cuántas de ustedes son las primeras de su familia en ir a la universidad?” les pregunté. Tres de cada cuatro levantaron la mano. Las sonrisas se transformaron en caras de asombro. Son el nuevo rostro de Estados Unidos.

En el futuro de Estados Unidos hay cada vez más latinos. Seremos 150 millones en 2050. Pero nada nos asegura el éxito económico o el poder político a menos que aumente dramáticamente el número de hispanos que termina la universidad.

¿Por qué no hay más latinos terminando la universidad? Hay un problema de dinero: Muchos estudiantes, al terminar “high school”, o preparatoria, tienen que trabajar para mantener a sus familias.

Hay un problema cultural: Las universidades no saben cómo atraer a más estudiantes hispanos. Y hay un problema social: los estudiantes ven que algunos artistas, deportistas y empresarios que no fueron a la universidad se han convertido en millonarios y, por supuesto, quieren ser como ellos.

Esto último es uno de los obstáculos más complejos para promover la educación superior. El valor neto de algunos empresarios brillantes que abandonaron sus estudios es verdaderamente impresionante: Bill Gates, de Microsoft, $72 mil millones; Michael Dell, casi $16 mil millones; Liliane Bettencourt, $30 mil millones; Amancio Ortega, ejecutivo de modas, $57 mil millones. Titanes de la tecnología, como Mark Zuckerberg y Steve Jobs, han amasado fortunas incluso más cuantiosas.

En los campos del espectáculo y los deportes, nuestros hijos ven actuaciones de jóvenes artistas como Lady Gaga ($80 millones) y Justin Bieber ($58 millones). O escuchan que el golfista Tiger Woods tiene una fortuna de cuando menos $78 millones, o que Roger Federer ha ganado $71 millones durante su carrera de tenista. Las hazañas y fortunas de estrellas del fútbol como David Beckham ($47 millones) y Cristiano Ronaldo ($44 millones) inspiran sueños de gloria.

Estoy seguro de que muchos jóvenes hispanos formarán parte de esta lista de multimillonarios en el futuro y que serán grandes empresarios, deportistas y cantantes. Pero la mayoría no lo será. Esa es la realidad. No hay ninguna garantía para tener éxito en esta vida. Ninguna. Pero el camino más seguro es terminar la universidad. Te doy un dato.

Un estudiante que termina la universidad en Estados Unidos ganará en su vida un millón de dólares más, en promedio, que alguien que no se gradúa. Este promedio está basado en un estudio de salarios hechos por la Oficina del Censo de Estados Unidos. Es decir, un título universitario casi te asegura un millón de dólares más en tu vida. Nada mal.

No hay nada malo en querer ser millonario antes de cumplir 30. Pero hay que tener un plan B. Y ese plan B requiere un título universitario. Ese plan solo se puede aprender en la casa.

No vengo de una familia de dinero. Tuve que trabajar para ir a la universidad al igual que todos mis hermanos. Pero lo que sí recuerdo perfectamente es que nunca tuve la menor duda de que algún día iría a la universidad y me graduaría. Nuestros padres no nos dieron ninguna otra opción. Eso nos salvó.

Estoy absolutamente convencido de que sin un título universitario nunca hubiera podido aprovechar las oportunidades que se me han presentado en México y en Estados Unidos. Mi sospecha es que, sin la universidad, habría sido invisible para muchas empresas y personas.

Regresar a UCLA me permitió ver el futuro de Estados Unidos, con un claro dominio latino en varias ciudades , y reafirmó mi convicción de que para triunfar es preciso tener dos cosas: pasión por lo que haces y, si la pasión y el talento no son suficientes, un título universitario para navegar en un planeta lleno de imprevistos.
 

sábado, 9 de noviembre de 2013

MILLONARIO NEGOCIO DE PRIVATIZACIÓN DE CARCELES SE INTERNACIONALIZA

Tomado de esglobal
(Foreign Policy en Español)

BARROTES DE ORO

El negocio millonario de los centros de detención privados continúa internacionalizándose.
Al calor de las privatizaciones generales que se están acometiendo en varios países, y ante la ausencia de soluciones humanas y efectivas a la presión migratoria, no es descartable que el modelo traspase nuevas fronteras. Si los presos reportan beneficios, todo país puede ser un suculento mercado.

Por Pablo Diez

Desde los primeros atisbos de privatización de las prisiones, en la Inglaterra del siglo XVI, hasta la consolidación del fenómeno en los Estados Unidos de los 80, media un largo hiato. Pero el negocio se ha afianzado firmemente y con la clara intención de quedarse. Dejar los centros de detención en manos privadas ha sido la hipotética solución que las autoridades estaounidenses han encontrado para aliviar el exceso de ocupación carcelaria, para internar en centros de detención a los emigrantes que tratan de rebasar el Río Grande o para reducir la carga fiscal que supone para las agencias públicas mantener a la mayor población reclusa del mundo.
Así, mediante la encarcelación privada, las autoridades han querido encontrar de un plumazo un remedio a cuatro desafíos que condensan algunas de las sensibilidades más genuinas del país: el ingente tamaño de la población reclusa, la presión migratoria (la mitad de los inmigrantes detenidos en el país están en centros privados), los desencuentros fiscales y el mantenimiento del ideal de la libre empresa. ¿La panacea? Para las compañías del sector, indudablemente sí; grandes operadoras privadas de cárceles como Corrections Corporation of America y GEO Group cosechan conjuntamente ingresos de alrededor de 3.000 millones de dólares anuales (unos 2.200 millones de euros). Ese dinero no viene sólo del fértil negocio en Estados Unidos, sino también de la internacionalización de sus servicios.
La lista de críticas a la privatización carcelaria es larga y grave. La búsqueda del lucro lleva a reducir al máximo los costes, a un peor mantenimiento y a plantillas insuficientes y mal pagadas, lo que afecta a la calidad de los centros de detención. A su vez, no está claro que la actividad de estas empresas suponga un verdadero ahorro para las autoridades que contratan sus servicios; incluso se han conocido casos de centros privados que rechazan a internos cuyo mantenimiento les va a salir especialmente caro. A su vez, las operadoras privadas obtienen mayores beneficios cuanto más grande sea la población reclusa, lo que les ha llevado a influir en la legislación estadounidense para que un mayor número de delitos sean castigados con la cárcel.
Ninguno de estos reparos ha detenido la expansión internacional del modelo. Las supuestas ventajas de privatizar las prisiones han convencido a muchos países de la necesidad de poner algunos centros en manos de empresas. Las principales beneficiarias son las compañías estadounidenses que exportan sus servicios a países como Australia, el Reino Unido, Nueva Zelanda o Suráfrica, los otros grandes mercados del sector. Así, hasta el 14% de los ingresos de GEO Group provinieron el año pasado de sus negocios en estos cuatro países, donde cuenta con un total de 7.000 camas a través de sus subsidiarias y de joint ventures con empresas locales.
Australia posee la mayor proporción de reclusos en centros privados (19%), seguida de Escocia (17%), Inglaterra y Gales (13%), Nueva Zelanda (11%), Estados Unidos (8%) y Suráfrica (3%), según un reciente informe. Sin embargo, el modelo no sólo se ha exportado a esos países, sino que está presente, aunque en menor medida, en todos los continentes. Alemania dio luz verde a una prisión privada en 2004, aunque al frente de la misma hay funcionarios. Chile fue el primer país latinoamericano en autorizar, en 2003, prisiones totalmente gestionadas por empresas. Japón cuenta también con un centro de detención privado para delincuentes que no hayan cometido delitos previos.
Más allá de esta expansión geográfica, la pujanza del sector se concentra en países del entorno anglosajón. En ningún lugar ha tenido el modelo mayor éxito que en Australia, donde el número de reclusos en centros privados ha crecido un 95% en los últimos quince años (frente a un crecimiento del 50% de prisioneros en centros públicos). Gran parte del auge del sector radica en los centros privados de detención de inmigrantes, que han sido criticados repetidamente por que se han dado casos de muertes de reclusos, así como rebeliones por parte de los internos. Sin embargo, las reticencias no han impedido a la operadora británica Serco embolsarse hasta 1.500 millones de dólares americanos en contratos gubernamentales, siendo así una de las grandes beneficiarias de la preocupación del Gobierno australiano por el constante flujo de solicitantes de asilo que llegan al territorio nacional.
Junto a las críticas, el modelo privado es también objeto de alabanzas. Expertos australianos consideran que los centros privados tienen un tipo de gestión más transparente y responsable que los públicos, ya que son económicamente penalizados cuando cometen errores. A su vez, los defensores del modelo privado dan por hecho que éste supone una importante reducción del gasto público, ya que la gran competitividad entre las operadoras lleva a ajustar drásticamente los costes y porque además los centros privados no están dominados por los sindicatos. En su opinión, el único problema es que los proveedores principales del servicio son empresas extranjeras y los beneficios que consiguen no se quedan en el país.
En el Reino Unido existe un vivo debate a favor y en contra de este modelo. Entre las tres prisiones peor valoradas del país, dos son privadas, según el propio Gobierno británico, cuyos portavoces han asegurado que esto se debe a la escasa andadura de ambos centros, que requieren más tiempo para funcionar mejor. Pero hay más: el año pasado se le retiró el contrato a una empresa que gestionaba un centro en Inglaterra, debido al elevado consumo de drogas entre sus internos; la prisión de Addiewell, en Escocia, fue considerada la más violenta del país en 2011; y diversos documentos gubernamentales desvelaron hace cuatro años que las cárceles privadas inglesas y galesas registraban casi el doble de quejas por parte de los internos que las públicas.
Por el contrario, un reciente informe del think tank Reform concluye que las prisiones privadas británicas funcionan mejor que las públicas y que, tras el paso por ellas, se dan menos casos de reincidencia delictiva (otras organizaciones han cuestionado la fiabilidad de ese informe y han señalado que dicho think tank recibe fondos de las grandes empresas del sector). Más allá de este debate, el auge de este negocio en el Reino Unido se centra sobre todo en la detención de inmigrantes, ya que más del 70% de los que se encuentran privados de su libertad pasan sus días en centros privados. Al igual que en Australia, la gestión privada de estos centros de internamiento ha sido fuertemente criticada.
La resistencia a dejar la gestión de los centros de detención en manos de empresas es muy común, pero ello no ha impedido la expansión internacional del negocio. El proceso de consolidación de las finanzas públicas en todos estos países facilita la implantación de centros privados y da alas a quienes defienden que es una forma de aunar, por menos dinero que en los públicos, la eficiencia empresarial con la garantía normativa estatal. Al calor de las privatizaciones generales que se están acometiendo en varios países, y ante la ausencia de soluciones humanas y efectivas a la presión migratoria, no es descartable que el modelo traspase nuevas fronteras. Si los presos reportan beneficios, todo país puede ser un suculento mercado.