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domingo, 26 de mayo de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EDUCACION DE LA SEXUALIDAD




Nuestra cultura tradicionalmente ha condenado al tema de la sexualidad, pese a ser uno de los instintos naturales básicos del ser humano, a vivir escondido, y por tanto, reprimido y sin educar, como tratando de tapar el sol con un dedo. La nefasta consecuencia de ello es la enorme irresponsabilidad en el comportamiento sexual de las personas. Pero no se trata de una irresponsabilidad malintencionada, sino, normalmente, por desconocimiento y carencia de educación.

       No es nada nuevo. Casi todos somos conscientes del problema y ha habido numerosos intentos por aportar soluciones educativas, que han solido resultar en fracaso. ¿Cómo se explica que fracase aquello que casi todos entienden que es una necesidad? ¿Por qué estos intentos han encontrado una fuerte oposición? Es cierto que el ser humano tiene cierto nivel de resistencia al cambio cultural, aun cuando se comprenda que éste es conveniente. Pero ello por sí solo no puede explicar dicha oposición, ni el fracaso de las iniciativas.

       La principal explicación es que estas iniciativas han mal interpretado el concepto de educación sexual, y han tratado de enseñar aspectos relacionados directamente con la relación sexual físiológica, sin entender que la sexualidad no es simplemente eso. La sexualidad es un instinto primario, tan natural como lo es el sueño o el hambre, para permitir la supervivencia de todas las especies; la sexualidad en el ser humano existe desde que nace, aunque se acentúa a partir de la pubertad; y tiene múltiples componentes y manifestaciones que únicamente pueden entenderse a nivel psicológico, y que pueden traducirse en una toda una serie de manifestaciones físicas, emocionales y fisiológicas, de las cuales la relación sexual no es más que una de ellas. Debe, por tanto, educarse desde que se es niño, de forma similar a como se educa el sueño o el hambre.

      
Así, pretender manejar la sexualidad fisiológica sin entenderla en el plano psicológico, emocional y social es como tratar de leer y entender el último capítulo de un libro al que le faltan todos los capítulos anteriores, que son precisamente los educativos, los cuales pareciera que nadie se ha preocupado de escribir. No es nuestro país el único que ha visto el fracaso en esta iniciativa. Al contrario, muchos otros países, incluso del llamado primer mundo, también lo experimentaron, y siempre por la misma razón. Sin embargo, en España recientemente se ha puesto en marcha un programa educativo diferente, que pretende ofrecer la educación de la sexualidad desde sus bases: la psicológica y la social, no la fisiológica. Naturalmente, ha sido muy bien aceptado. Ellos han tomado una buena dirección para salir del laberinto, y sería bueno para nuestra sociedad, esta vez sí, tomar ese modelo como referencia.

       La educación de la sexualidad no es la enseñanza de las múltiples formas de hacer el amor, ni de otras tantas de evitar el embarazo; sino, básicamente, es la explicación de los mecanismos que la mueven; la aceptación particular de dicho instinto y todas sus manifestaciones en forma natural, sin temores ni culpas; y la canalización adecuada del mismo, con objeto de aprender a manejarlo sana y racionalmente, de modo que no sólo no interfiera negativamente en otros aspectos de nuestra vida o la de los demás, sino, por el contrario, los complemente armónicamente en una plenitud vital sostenible.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 12 de mayo de 2012

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EXPULSADO DEL COLEGIO POR ACOSO SEXUAL





Este era el titular de una noticia que recientemente leí. Tiene bastante que ver con el tema tocado en el blog anterior sobre la exposición al contenido sexual en la televisión, o los medios de comunicación en general, solo que en este caso no fue un adolescente, sino un niño de apenas seis años en Estados Unidos, quien, mientras hacía cola en el comedor del colegio, le canto a una compañera la canción I’m Sexy and I know it (Soy sexy y lo sé).

He de reconocer que, en principio, me llevé las manos a la cabeza, preguntándome hasta qué punto se puede ser estricto, tanto en la valoración de lo que es acoso sexual, como en el castigo impuesto. Luego, al ir leyendo la noticia, me fui quitando las manos de la cabeza. La expulsión era solo por tres días, y el niño era ya reincidente en cantar dicha canción, habiendo sido advertido anteriormente por el director de no volver a hacerlo.

Aún así, seguía pensando que era excesivo considerar eso como acoso sexual; pero es que realmente yo no conocía dicha canción, ni el contenido de la misma, así que visualicé el video I’m Sexy and I know it para ver qué había detrás de dicho título. Me pregunto si el niño simplemente cantó ese estribillo, o lo acompañó con el baile que puede verse en el video, pero en cualquier caso entiendo que cualquier director de colegio conocedor de la canción asocie el estribillo con ese baile y ponga el grito en el cielo de que un niño de seis años haga broma con él.

Y digo a propósito la palabra broma porque me resisto a creer que se tratara realmente de acoso sexual en este caso, pero aún como broma, y con reincidencia, me parece sobradamente grosera como para quedar impune. Alguien tiene que hacer algo para que el angelito piense en bromas más sanas e infantiles. Ahora bien, ¿Quién es el responsable de la conducta de este niño? Es fácil pensar que los responsables son los padres, porque los padres siempre son responsables de la educación de sus hijos.

Pero sabiendo que en infinidad de casos los padres no asumen adecuadamente su responsabilidad, bien sea por desestructuración familiar, o porque la evitan, o bien porque no saben manejar aspectos complejos de la educación de sus hijos, ¿no sería posible que las administraciones públicas pongan un poquito el freno al contenido inadecuado de los medios de comunicación? No es posible que el daño moral y educativo de dichos contenidos pueda ampararse en una libertad de expresión mal entendida.

Siento que a los padres, a quienes nadie les enseña a ser padres ni cómo educar a sus hijos, ni se les exige tener el título universitario de “padres”, se les viene encima una tarea cada vez más complicada por el daño que hacen ciertos contenidos de los medios de comunicación. Si se les suelta un toro cada vez más bravo, habrá que enseñarles a torear muy bien ¿no? De lo contrario, por favor, sujeten a los toros bravos. En la falta de control sobre dicho contenidos hay tanta culpabilidad como en la pasividad o ineficacia en la labor parental.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

domingo, 6 de mayo de 2012

Crece el número de casos de asexualidad en el mundo actual

Tomado de Entremujeres.com
 
Asexualidad: ¿trastorno o forma de ser?
Algunas personas sufren la falta o disminución del deseo erótico. Buscan otros recursos para sostener la pareja y el sexo no es una prioridad. ¿Hay que preocuparse? 
Por Walter Ghedin
Desde hace un tiempo a esta parte viene adquiriendo visibilidad social el movimiento de asexuados o AVEN (Asexual Visibility and Education Network) con representación en diferentes países.
El concepto de asexualidad se refiere a la falta o a la disminución de atracción sexual, y la búsqueda de otros recursos para sostener la relación de pareja. Las personas asexuadas consideran que no sufren ningún trastorno (deseo sexual hipoactivo o fobias sexuales). Por el contrario, se sienten saludables y aceptan la disminución del deseo como una de las diferentes formas de identidad sexual.
La mayoría de los sujetos asexuados se sienten así desde que empiezan a tener relaciones. Otros han pasado por un periodo de deseo más alto y luego vuelven a niveles bajos.
Existen asexuados hétero, homo y bisexuales, en todos los casos se estimulan otras áreas para sostener a la pareja: romanticismo, comunicación, afinidades, gustos, trabajo, etc. Sin embargo, se aclara que se pueden autosatisfacer o tener encuentros sexuales, sólo que no son frecuentes ni son una prioridad en la vida personal o en la pareja.
Un motivo de sufrimiento
La asexualidad puede aparecer desde el principio: un sujeto joven (hombre o mujer) se siente diferente al resto por carecer de interés o atracción sexual. Muchos se aíslan y no comparten actividades por temor a ser discriminados por no hablar de sexo, o por no compartir con sus pares experiencias de esa índole. Otros mienten para ser aceptados.
Cuando se enamoran, dejan que el otro se dé cuenta de su bajo nivel de excitación o se exponen a relaciones sexuales para “probarse”. Es muy común que estos adultos jóvenes tengan la esperanza de que en algún momento el deseo se intensifique. Construyen un “ideal” inalcanzable, con el consiguiente sufrimiento o extrañeza de sí mismos por no ser como los demás.
En todos estos casos observamos cómo las pautas de “normatividad” influyen en la vida de los jóvenes e imponen su estatuto de normalidad. Esto es sentirse estimulados, seducir, conquistar y tener relaciones sexuales como consecuencia inevitable.
Descartando causas
Las personas asexuadas no quieren ser consideradas “enfermas” ni catalogadas con diagnósticos médicos (deseo sexual hipoactivo o trastorno por aversión al sexo). También rechazan interpretaciones psicológicas que explican su “problema” como el resultado de las defensas: la represión, sublimación o desplazamiento del deseo hacia otros objetivos.
Los asexuados definen la asexualidad como una de las tantas formas de identidad y son congruentes con su forma de sentir. Defienden las relaciones vinculares basadas en el romanticismo sin tener a lo erótico como objetivo prioritario.
No obstante, muchos problemas que aquejan al deseo son provocados por trastornos médicos (endócrinos, efectos adversos de fármacos, etc.), así como psicológicos (traumas sexuales, parejas conflictivas, violencia, poca estimulación, rutina, etc.). Es fundamental el descarte de estas y otras causas que pueden bajar el deseo.
Reconocerse como asexuados implica asumir esta condición como un aspecto de la identidad en general y aceptar que no es una forma rígida, sino que está sujeta a variaciones según el momento de vida y las relaciones amorosas. Pero el denominador común seguirá siendo un nivel bajo de atracción y la movilización de otros recursos amatorios.   

Por Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.

domingo, 4 de marzo de 2012

LOS VALIENTES. Un punto de vista religioso sobre la homosexualidad

Por Richard M. Samour



Título original del artículo por el autor

LOS VALIENTES PERSONAS ATRAIDAS DEL MISMO SEXO

En muchos países del mundo se está debatiendo la legalidad y reconocimiento matrimonial entre personas de diferente o del mismo sexo. Por razones bíblicas sabemos que el matrimonio es entre personas de diferente sexo (hombre y mujer) y las demás razones son interpretaciones humanas para legalizar la práctica del homosexualismo que no es parte del plan que Dios estableció al principio y no entra en el camino de la moralidad humana.

El pecado, llámese este homosexualismo, adicción al sexo, drogas, fornicación y adulterio no entran en la vocación al cual Dios nos llama y que es nuestra santidad. La práctica sexual fuera del matrimonio ha sido un pecado señalado en las sagradas escrituras y en especial la practica homosexual [La Sagrada Escritura presenta las prácticas homosexuales como depravaciones graves: Gn 19, 1-29; Rm 1,24-27; 1 Co 6,10; 1 Tm 1,10]

Esta reflexión no es para condenar ni para juzgar a nadie, sin embargo, mi intención es establecer algunas diferencias sobre este tema para que muchos de ustedes que son padres de familia puedan orientar de una mejor manera a sus hijos. Vivimos en una sociedad donde la fe es opuesta a la cultura como lo fue en los tiempos de Jesús. De acuerdo a los médicos, está comprobado que ningún ser humano nace homosexual, alcohólico, drogadicto o adúltero. La práctica nos lleva al pecado, obviamente hay casos inexplicables de problemas físicos pero que no son parte de este tema. También hay hombres/mujeres con ciertas orientaciones hacia su mismo sexo y que esto se debe a razones de hormonas. Sin embargo, la falta de atención de los padres de no identificarlo a tiempo, la “extrema protección” y la ignorancia pueden llevar a un niño(a) a volverse homosexual. Porque esto tiene cura/control en el niño(a).

De esta manera nos quedan claras dos cosas: Que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y el homosexual/lesbiana se hace y no nace. ¿Las razones…? podrían ser muchísimas y hasta podría escribirse un documento muy largo que contemple esta situación, sin embargo, el problema central y mayúsculo es que el ser humano mal interpreta la sexualidad y algunas personas piensan que hemos nacido para ser entes sexuales y no sensuales orientados al ágape, o sea al amor puro y limpio.

Así como Dios lo afirmó por medio de sus profetas en las sagradas escrituras y de igual manera Jesús, debemos amar al pecador y no al pecado, la iglesia católica romana sigue estas mismas enseñanzas. Desde hace algunos años se ha establecido un ministerio que se llama Corageous” – Valientes. Este ministerio católico ofrece soporte emocional a personas con atracción del mismo sexo. No avala el pecado, pero ayuda a personas que han reconocido que tienen un problema y que necesitan ayuda. Como cristianos, llámense católicos, bautistas, luteranos, etc.., sabemos que alguna acción que atente contra los mandamientos de Dios es un pecado y eso nos lleva a un problema. Y en el reconocer que se ha caído en una falta es quizá el mayor logro de un ser humano. De lo contrario, el pecado se podrá justificar diciendo que es un estilo de vida diferente, que es por esta y/u otra razón. Las justificaciones siempre las encontraremos…

Deseo tomar algunas definiciones importantes que hacen “Los Valientes” para poder entender algunas situaciones en relación al comportamiento sexual humano.

¿Qué es la castidad?

La castidad, de acuerdo a los valientes es, “La moderación del apetito sexual de acuerdo a la razón.” Esta definición la tomaron de Santo Tomás de Aquino y Aristóteles. Nótese que no habla de comportamiento sexual, sino que habla de la correcta razón, o sea de acuerdo a la ley de Dios. De esta manera, todos los seres humanos, casados y no casados estamos llamados a vivir una vida casta. Todos los miembros de nuestro cuerpo tienen una o varias funciones específicas pero no entran dentro del desorden sexual.

Para un ejemplo más claro, les cito dos versos del AT, “Levítico 18:22 "No te echarás con varón como con mujer, es abominación"

(Lv 18:22) Levítico 20:13 "Si alguno se juntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos, sobre ellos será su sangre"

Sobre otras prácticas sexuales dentro del matrimonio (o fuera incluso) San Pablo nos dice, “Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y honor, y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.” (1 Tes. 4:3-5) Aquí cada uno puede sacar conclusión y no justificación.

No escribo para acusar o condenar, sino para orientar. Hay situaciones dentro de una pareja que deben de ser tratadas por un consejero matrimonial/sacerdote/director espiritual porque no son sanas, tanto la boca y el ano son para funciones diferentes del sexo.

“Los Valientes” son nuestros hermano(a)s que se sienten atraídos por otros hermano(a)s del mismo sexo. ¿Es eso pecado?

Jesús es claro en las sagradas escrituras y parafraseando yo diría, aquel que vea a [alguien] con deseo sexual está cometiendo pecado. El hecho de sentirse atraído no es pecado, pero el deseo/intención sexual ya sea por una persona del mismo o diferente sexo es pecado desde cualquier punto de vista.

Volviendo a los valientes, este ministerio funciona en muchos países del mundo, especialmente aquí en Estados Unidos. Algunas recomendaciones que Los Valientes sugieren en relación a ayudar sus hijos a identificarse como hombre y mujer es preguntarles que opinan ellos del homosexualismo, sugieren dar confianza en los temas de la sexualidad y procreación.

También sugieren que no se debe amenazar con retirar privilegios o posesiones. Tampoco lo presiones a tener citas con personas del sexo opuesto. Y muchos otros temas que será de mucha ayuda para ustedes padres de familia, les invito a leerlo.

Ahora…aunque no sea este un caso en su familia, es bueno conocer la verdad y la realidad. Que piensa la iglesia católica al respecto, como podemos ayudar, como podemos tener un corazón pastoral como de Jesús de entender y no acusar/juzgar/destruir.

Los valientes son aquellos que decidieron no salirse del closet y aceptar primeramente su condición de hijos de Dios y cristianos por consiguiente no vivir sin Dios como se quiere justificar en estos tiempos.

Qué pena la verdad. Pero la ignorancia ayuda a este mundo a continuar por un camino errado. Por eso Jesús nos dice en Juan que la verdad nos hace libres.

Los valientes somos todos aquellos que entendemos que somos seres humanos imperfectos, pero que solo la gracia de Dios es suficiente para “iniciar” el proceso de la santidad a la cual Dios nos llama.

Los valientes somos aquellos quienes entendemos que no es bueno que el hombre este solo y que necesita alguien quien camine con él, no que se acueste con él [es una enorme diferencia].

Los valientes somos aquellos quienes le decimos a Dios, “yo solo no puedo, ayúdame por favor…no me dejes caer en tentación.” Los valientes somos aquellos quienes entendemos que Dios nos ha perdonado y que ahora solo faltamos nosotros para perdonarnos.

“Todo santo tuvo un pasado y todo pecador…tenemos un futuro.”

Dios les bendiga…valientes.

Dcn. Richard M. Samour, Archdiocese of San Antonio. Assumption Seminary, 2600 West Woodlawn Ave., San Antonio, Texas 78228. Cell:(210) 374-0515. "For Nothing is impossible with God...." Lk 1:37

www.rimisa.net

Lecturas relacionadas:

La homosexualidad

domingo, 18 de diciembre de 2011

Los hombres piensan en sexo 19 veces al día, ellas 10

Tomado de Entremujeres.com

No sintás remordimiento por pensarlo, es natural. Lo que no es normal es no pensarlo tantas veces al día.

Que ellos tienen la idea fija, es una realidad. Pero las mujeres no se quedan atrás. Lejos del estereotipo dominante, un estudio de la Universidad Estatal de Ohio revela resultados sorprendentes. ¿Cuántas veces al día pensamos en hacer el amor? La guerra de los sexos también llegó al cerebro.

Fútbol, comida y sexo. El orden puede variar, pero hasta ahora creíamos que esas tres cosas dominaban la cabeza de los hombres. ¿Será verdad o llegó el momento de derrumbar el mito? La respuesta la dio un estudio realizado por la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) que se publicará, completa, en el próximo número de la revista The Journal of Sex Research.

La imaginación, en números

Dirigida por Terri Fisher, profesor de psicología, la encuesta involucró 300 personas de ambos sexos: 163 mujeres y 120 estudiantes universitarios varones, entre 18 y 25 años. Y estos son los resultados que, al menos, sorprenden:

-La mayoría de los hombres tienen 19 pensamientos sexuales al día.

-Algunos, sin embargo, llegan al exceso de pensar en el tema 388 veces durante las 24 hs.

-Las mujeres piensan en sexo 10 veces al día.

-La que más pensamientos registró, lo hizo 140 veces en 14 horas.

-Los hombres, por su parte, no piensan en sexo mucho más de lo que piensan en comida (18 veces por día) o en dormir (11 veces al día).

-Las mujeres más preocupadas por ser socialmente aceptadas reportaron menos pensamientos sexuales.

En primer lugar, los participantes respondieron un cuestionario que buscaba evaluar si sentían algo positivo o negativo sobre la sexualidad en general. Luego, se organizaron tres grupos: uno registró la frecuencia con la que pensaba en sexo, otro la frecuencia con la que pensaba en alimentos y el último, la frecuencia con la que pensaba en el sueño.

Para Fisher, estos resultados son extremadamente significativos ya que contradicen estereotipos impuestos. Ellos no piensan en sexo mucho más que ellas. La guerra de los sexos también llegó al cerebro.

¿La sexualidad es un pensamiento o preocupación recurrente durante tu día? Y si es así, ¿en qué pensás cuando pensás en sexo?