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domingo, 24 de noviembre de 2013

Frenar la violencia es el reto principal para el futuro gobierno hondureño

Tomado de RFI 

Honduras va a las urnas este domingo para saber qué candidato deberá frenar la espiral de violencia. En un año, el índice de homicidios ha bajado en tan sólo un punto. Los lazos entre la justicia y el crimen organizado son la raíz de esta epidemia. Los dos candidatos principales coinciden en sus tesis pero proponen modelos distintos.

Por Carlos Herranz

Cada hora y cuarto se produce un homicidio en Honduras. El 85% de estas muertes se produce por arma de fuego y lo peor de todo: apenas dejan rastro. Pocas pistas investigadas de las 2 decenas de casos que cada día suceden en el país. Según el Observatorio de la violencia, lo más cercano a poder aproximarse a quiénes asesinan, se basa en los posibles móviles que da la policía después de levantar un cadáver: un 23% de los homicidios de 2012 fueron cometidos por supuestos sicarios. Pese a las cifras, el presidente Porfirio Lobo ha presumido durante la campaña de haber reducido la violencia en el país: "Hemos sentado las bases para la paz" señalaba el mandatario el pasado viernes a tan sólo 2 días de las elecciones. Sin embargo, los datos muestran que esa disminución es tan real como mínima: la tasa de homicidios pasó del 86.5 por cada 100.000 habitantes en 2011 al 85.5 un año después, según datos del propio Observatorio que se nutre de fuentes policiales y de la Dirección General de la Medicina Forense. Además, esta mínima reducción se justifica en el aumento de población según fuentes del propio Observatorio.

Adolescentes y jóvenes deambulan cada día por las calles hondureñas, con acceso a los círculos de drogas, violencia y criminalidad, -y no a los de la educación-, y casi resignados a engrosar la población penitenciaria o incluso a afrontar un destino peor. Es la imagen del fracaso de un estado: la miseria endémica que azota a Honduras, hundida en un severo y eterno conflicto de exclusión socioeconómica.

La raíz del problema se le escapa cada vez a menos gente en el país: los lazos entre la justicia y el crimen organizado. El conocimiento de la propia impunidad, antes de apretar el gatillo. Pese a sus diferencias, los dos principales candidatos de las elecciones de este domingo coinciden en su tesislas autoridades judiciales están infiltradas y contaminadas por las redes del crimen. La manera de solucionarlo sí que les separa: Mientras el candidato de derechas Juan Orlando Hernández apuesta por oficializar la policía militar, la izquierdista Xiomara Castro (esposa del expresidente derrocado en 2009 Manuel Zelaya) prefiere hablar de "policía comunitaria cercana al pueblo". "Queremos que la policía nos conozca, que sepa quiénes somos" ha sentenciado Castro durante la campaña.

Guerra campesina, otra "herencia" violenta

El futuro gobierno hondureño tendrá que enfrentar además un complejo conflicto que deja ya 120  muertos en los últimos 4 años: el que mantienen campesinos y terratenientes en el fértil Valle de Aguán. Los miembros del Movimiento Unificado Campesino(MUCA) ya han exigido al próximo gobierno que "dé seguimiento y cumplimiento de los acuerdos" firmados con el presidente Porfirio Lobo en abril de 2010 para solventar este sangriento conflicto.

Por este acuerdo, el gobierno se comprometió a comprar 11.000 hectáreas de tierras cultivadas de palma africana a un poderoso terrateniente, Miguel Facussé, para entregarlas a campesinos y ejecutar proyectos de educación, salud y vivienda. Según el Movimiento Unificado Campesino se han adquirido ya 4.000 hectáreas bajo acuerdos de costo de 6500 dólares por hectárea, beneficiando con ello a 2.500 familias, pero aún quedan otras 5000 mientras las víctimas siguen cayendo.

domingo, 29 de septiembre de 2013

A pesar de alto riesgo salvadoreños, guatemaltecos y hondureños siguen emigrando hacia EEUU

Tomado de The Wall Street Journal  
 Más centroamericanos ingresan a EE.UU.

 

"Estos son inmigrantes de países que son sustancialmente más pobres que huyen de un entorno de inseguridad ciudadana del tipo que solo se ve en las zonas de guerra" afirma Gordon Hanson, Universidad de California, en San Diego.

 

La llegada de más indocumentados de la región contrasta con el descenso de los mexicanos, según un estudio


Por Miriam Jordan

El pronunciado descenso de la población de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos que ocurrió durante la recesión ha tocado fondo, según un nuevo estudio. Pero la migración procedente de México, que fue la principal fuente de obreros durante el auge económico de EE.UU., no se ha reactivado.
El informe del Centro Hispano Pew, un organismo sin afiliación política, indica que se ha cerrado el telón de la mayor ola inmigratoria a EE.UU. en tiempos modernos, que consistió en cuatro décadas de llegadas masivas de mexicanos. "Las cifras mexicanas no dan señales de aumento", apuntó el demógrafo Jeffrey Passel, principal investigador del informe.
La población de indocumentados en EE.UU. subió de 11,4 millones en 2010 a 11,7 millones en 2012, un alza que según Passel no es estadísticamente significativa. La población de indocumentados alcanzó un máximo de 12,2 millones en 2007, poco antes de que se desatara la crisis financiera. El año pasado, los inmigrantes indocumentados representaron 28% de los 41,7 millones de residentes extranjeros en EE.UU.
Al mismo tiempo, la llegada de indocumentados no mexicanos ha aumentado, según Passel. Centroamérica, en particular, está proporcionando inmigrantes a EE.UU. Países como Honduras, Guatemala y El Salvador tienen economías más pequeñas y débiles que México, y no han experimentado la misma caída en la tasa de natalidad. Además, han estado batallando con el alza de crímenes violentos, lo que crea mayor presión para salir. "Estos son inmigrantes de países que son sustancialmente más pobres que huyen de un entorno de inseguridad ciudadana del tipo que solo se ve en las zonas de guerra", apuntó Gordon Hanson, economista especializado en inmigración de la Universidad de California, en San Diego.
Los cambios en la cantidad de indocumentados se determinan principalmente con la diferencia entre las llegadas y salidas de inmigrantes de EE.UU. Entre 2000 y 2005, los inmigrantes indocumentados ingresaron al país norteamericano a una tasa de 850.000 al año, superando con holgura las salidas. Durante los siguientes cinco años, las entradas disminuyeron a un promedio anual de menos de 400.000. A partir de 2010, las llegadas han descendido a unos 200.000 al año.
La expansión económica estadounidense impulsó una gran ola migratoria en los años 90 y principios de la década de 2000 y los mexicanos estuvieron entre los inmigrantes más prolíficos, al encontrar empleos en construcción, servicios, agricultura y otros sectores. Una fuerte recuperación económica podría reavivar la inmigración de mexicanos, pero muchos académicos creen que es improbable que la ola vuelva a ser tan grande en el futuro.
La cantidad de indocumentados mexicanos se disparó hasta 2007, cuando alcanzó casi siete millones. Para 2010, las llegadas se desplomaron a unos 150.000 al año, comparado con 500.000 en la primera mitad de la década, y desde entonces han caído a unos 100.000.
Los datos de otras fuentes confirman un nuevo patrón en la migración mexicana. Una nueva encuesta del gobierno mexicano halló que la emigración a EE.UU. cayó en dos tercios entre 2006 y 2012. Los mexicanos no están viniendo, dijo Medardo, un empleado de un restaurante de Los Ángeles, quien no reveló su apellido. Hay demasiada vigilancia en la frontera y es muy riesgoso, por tanto no vale la pena, agregó.
La verdadera prueba para los flujos mexicanos se producirá cuando el mercado laboral de EE.UU. se fortalezca sustancialmente y la seguridad fronteriza sea más estricta, un elemento que está previsto en cualquier tipo de reforma migratoria que el Congreso estadounidense apruebe, señalan los expertos. 

martes, 10 de septiembre de 2013

Diputado toma fusil y dispara en el interior del parlamento


Diputado Jordano dispara en el parlamento sin causar víctimas

Tras una disputa con otro parlamentario, salió del hemiciclo y regresó con un kalashnikov

Un diputado jordano abrió hoy fuego con un fusil Kalashnikov en el interior del Parlamento, sin causar víctimas, durante una sesión en la que participaba el primer ministro, Abdalá Ensur. Fuentes parlamentarias explicaron a Efe que el diputado Talal al Sharif discutía con otro, Qusai Dmaisi, durante un agitado debate, cuando se marchó de la Cámara para coger el arma que tenía en su coche.

Al Sharif regresó al hemiciclo, donde los guardias del lugar intentaron evitar que disparara, aunque no lograron impedir que una bala alcanzara el techo.
La sesión había transcurrido de forma tensa con un agrio debate entre los diputados después de que uno de ellos interrumpiera a Ensur y tratara de evitar que siguiera hablando.
Tras el incidente, el presidente de la Cámara baja, Saad Srour, ordenó que la reunión prosiguiera a puerta cerrada.

sábado, 27 de julio de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: VIOLENCIA EN LOS DIAS FESTIVOS



       Según la Organización Panamericana de la Salud, la violencia es un acto, premeditado o no, que produce daño en la integridad física, psíquica, sexual, en la personalidad, y aún en la libertad de movimiento de la víctima.

La violencia es un mal endémico en nuestra cultura por dos probables razones fundamentales, aún insuficientemente estudiadas. Una de ellas es que, aún desconociendo los mecanismos genéticos que lo provocan, la evidencia nos dice que la raza latina es tendente a la agresividad (no es la única, ni necesariamente la que más). La otra razón es el deficiente nivel educativo general en nuestras sociedades; tomemos en cuenta que la respuesta violenta a un estímulo es instintiva e irracional, mientras que la respuesta pacífica y racional es algo que se educa.

       Pero hay otros elementos añadidos que tienden a favorecer la conducta violenta, como es el consumo de alcohol o drogas, y la baja autoestima. Las estadísticas demuestran que se producen más hechos violentos en fechas en las que se suele consumir más alcohol y drogas, tales como fines de semana y días festivos, especialmente en Navidad; también, incluso, en días de pago salarial, especialmente cuando éstos caen, como suele ser, en Viernes o Sábado. Y es que el alcohol y las drogas provocan desinhibición y nublan la razón al grado tal, que bajo sus efectos la conducta humana tiende a perder el poco o mucho nivel de racionalidad con que ha sido educada, y a proyectarse en base a los instintos más primitivos; más aún cuando la baja autoestima hace que cualquier circunstancia podamos interpretarla como una ofensa.

       De este modo, en fechas propicias, como lo son los días festivos, y particularmente las Navidades, la desinhibición causada por el alcohol o las drogas ocasiona una mayor facilidad a crear situaciones que otras personas, con razón o no, pero sí con baja autoestima, interpretarán como provocaciones; y como posiblemente también coqueteen con la ebriedad, sus respuestas tenderán a ser violentas.

La conclusión de todo ello, y a la vez el consejo, es que, si en general debemos tratar de evitar entrar en conflictos y caer en provocaciones, en las fechas señaladas es especialmente importante tomarlo en cuenta, porque es más probable que nos cueste un disgusto.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

viernes, 31 de mayo de 2013

Nicaragua país centroamericano libre de pandillas ¿Cuál es el secreto de su éxito?

Tomado de BBC Mundo
Se cree que los integrantes de las maras en América Central pueden llegar a cien mil.

Nicaragua, la barrera contra el avance de las maras
Por Juan Carlos Pérez Salazar

En menos de dos décadas, las pandillas maras se convirtieron en una de las organizaciones criminales trasnacionales más exitosas de América Latina al saltar desde su base en Los Ángeles, Estados Unidos, a varios países centroamericanos.

Debido a su crecimiento arrollador, hay quienes argumentan que al término mara viene de marabunta, las feroces hormigas migratorias que arrasan todo a su paso.

Sea o no ese el origen de la palabra -que en muchos lugares ya es sinónimo de pandilla-, las maras se extendieron como voraz marabunta por Guatemala, El Salvador y Honduras, donde se estima que tienen unos 100 mil pandilleros. También han llegado al sur de México.

Y acompañando su paso, en los países centroamericanos se dispararon los índices de criminalidad, encabezados por el asesinato. En 2012, los dos países con mayor tasa de homicidios a nivel mundial fueron Honduras y El Salvador. Y la ciudad hondureña de San Pedro Sula es considerada la más peligrosa del planeta.

Sin embargo, a medida que las maras seguían su irresistible marcha hacia el sur, un fenómeno interesante apareció: por el momento no han podido avanzar más allá de Honduras.

Y el motivo tiene nombre propio y ubicación geográfica: Nicaragua.

Un poco de historia


Esto se detectó hace ya varios años. En 2008, durante una reunión de directores de migración de Centroamérica, el de Costa Rica, Mario Zamora, dijo:

"Nicaragua se ha convertido en una especie de escudo inexpugnable para las maras. Hay que analizar qué es lo que está detrás de ese fenómeno, el que Nicaragua sea una barrera de las maras. Gracias a ellos no nos han llegado a Costa Rica".

Pero, ¿cuál es la razón?

Para encontrarla hay que remontarse a la génesis de las maras en Centroamérica, a principios de los años '90, cuando George Bush padre, entonces presidente de EE.UU., autorizó la deportación de cientos de jóvenes de origen centroamericano que se encontraban en las cárceles estadounidenes.

Muchos de ellos habían crecido en Estados Unidos y no entendían una palabra de español. Sin embargo, al ser hijos de indocumentados, fueron expulsados.

En su reportaje "Barrio 18, apogeo y caída de una pandilla" los periodistas José Luis Sanz y Carlos Martínez hacen un extraordinario recuento de la llegada de esos jóvenes a El Salvador.

"Esa fue la primera vez que vio a los bajados. (...) Ese modo de vestir, de llevar el cabello, esos tatuajes tan… tan de allá. Llevaban pantalones Dickies y Ben Davis, camisas holgadas, y se llamaban por nombres geniales como Whisper, Sniper, o Spanky. (...) ¿Cómo no acercarse?".

Pronto los "bajados", además de despertar admiración, se apoderaron de los territorios y los conflictos de los lugareños. Desde allí empezaron a construir su imperio y a extenderse.

Indocumentados, pero distintos


Y es aquí donde comienzan las diferencias con Nicaragua.

El periodista e investigador Steven Dudley, uno de los directores del sitio de internet InSight, que le hace seguimiento al crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe, dice a BBC Mundo que uno de los factores fue el tratamiento que en Estados Unidos se dio a los inmigrantes nicaragüenses.

"Durante los años '80 no se le dio una recepción similar a los refugiados que venían de diferentes países centroamericanos. A los nicaragüenses se les dio la bienvenida, mientras que de Costa Rica y Panamá no llegaron demasiados".

A los salvadoreños -en especial-, pero también a hondueños y guatemaltecos, desde el principio se les consideró como "indeseables".

"Eso hizo que muchos terminaran en la cárcel o involucrados con bandas", agrega Dudley a BBC Mundo.

Y la razón por la que los inmigrantes de Nicaragua -así fueran indocumentados- eran bienvenidos fue puramente política:


El fenómeno de las maras se originó en barrios hispanos de Estados Unidos.

Como el gobierno de su país (al igual que el de Cuba), era considerado enemigo de Estados Unidos -los sandinistas estaban en el poder y la administración del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan apoyaba a los rebeldes antisandinistas conocidos como Contras-, los emigrantes nicaragüenses eran vistos como personas que escapaban del régimen y por eso recibían asilo político.

Aunque las deportaciones de centroamericanos empezaron en los 90', continuaron con fuerza durante la década de 2000.

En su artículo Gangs, deportation and violence in Central America, Dudley revela que "entre 2001 y 2010 Estados Unidos deportó a 129.726 criminales convictos a Centroamérica, más del 90% al 'Triángulo del Norte'. Sólo Honduras -un país con población similar a la de Haití- recibió 44.042 deportados en ese período".

"Las cifras son apabullantes" dice Dudley a BBC Mundo. "Casi cualquier país habría hallado difícil lidiar con esas cantidades. Además, la información que debería pasarse entre gobiernos cuando ocurre una deportación de criminales, no se intercambió".

Resultado: los gobiernos centroamericanos quedaron con un número enorme de criminales en sus manos y sin ningúna información sobre sus expedientes, ni siquiera a qué pandilla pertenecían.

La razón social


Francisco Bautista Lara -uno de los fundadores de la Policía en la Nicaragua postsomocista y exsubdirector y excomisionado de la misma- está de acuerdo en que el tratamiento diferente a sus compatriotas por parte de EE.UU. contribuyó a que las maras no encontraran terreno abonado en su país.

Pero cree hay algo igual -o más- importante: los cambios sociales e institucionales generados en Nicaragua después de la revolución de 1979 que llevó al poder a los sandinistas.
"Si Nicaragua tiene niveles de desarrollo humano y de fragilidad institucional parecidos a los del norte de Centroamérica y también tuvo un conflicto armado, ¿por qué sus cifras delictivas se parecen más a las del sur?".

La razón, repite a BBC Mundo, está en que "la revolución creó instituciones distintas a las que continuaron existiendo en los países vecinos".

Agrega que también hay factores culturales: "Yo diría que Nicaragua y sus ciudades son grandes pueblos, donde todo mundo se conoce y la confianza interpersonal no se ha perdido, como sí sucedió en otros países de la región. Al contrario, la revolución del 79 fortaleció mecanismos de participación".

Más deportados que en Centroamérica


A pesar de las enormes cifras de deportaciones de EE.UU. a Centroamérica que cita Steven Dudley, las que se han realizado hacia México son mucho mayores.

"Entre 2001 y 2010, Estados Unidos deportó 779.968 criminales a México", afirma Dudley en su artículo Gangs, deportation and violence in Central America.

Steven Dudley también destaca cómo el gobierno de Nicaragua, a diferencia de otros en la región, trabaja más desde las bases hacia arriba.

Esto convirtió a la sociedad nicaragüense en una intrincada malla de relaciones y solidaridad que le fue imposible penetrar a las maras.

Y en medio del panorama desolador que se observa en los países del norte de América Central, Bautista Lara -quien ahora se desempeña como consejero regional de organismos como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- ve luces de esperanza: luego de un máximo de 18.000 casos en 2010, los homicidios han venido disminuyendo.

Además están las negociaciones con las maras en El Salvador y Honduras. Todo esto, piensa Bautista, muestra que las pandillas están pasando por una fase de agotamiento natural, "de un proceso de descomposición que ha llegado a los límites tolerables". Por eso cree que si los gobiernos actúan con responsabilidad, puede lograrse la desintegración de las maras.

Ningún organismo social vive para siempre. Ni siquiera la temible marabunta.


sábado, 27 de abril de 2013

El Salvador: Violencia contra la niñez es inculcada en las escuelas


Tomado de La Prensa Gráfica 

Niñez sigue con maltrato en las escuelas

El MINED recibió 1,154 denuncias de violencia escolar entre 2011 y 2012. Ayer, la PNC capturó a una maestra de kínder acusada de amarrar a un niño a un pupitre. Una ONG determinó que el 34 % de los estudiantes es agredido. 

Por Ricardo Flores

Los niños y adolescentes del país siguen sufriendo acoso y violencia en las escuelas. Un reciente informe del Ministerio de Educación (MINED) reveló que entre 2011 y 2012 recibió 1,154 denuncias de violencia escolar. Ayer, una maestra de kínder fue detenida acusada de haber agredido a uno de sus alumnos: un niño de cinco años.

Además de la violencia física, estudios de organizaciones que trabajan con el sistema educativo reflejan que los niños y adolescentes salvadoreños también sufren de acoso por parte de otros compañeros o de los mismos docentes (agresión popularizada con el término bullying).

Un informe de Oxfam América consigna que el 34 % de los estudiantes del país ha sido agredido en las escuelas; del total de alumnos que esa ONG evaluó, 1,000 confesaron haber sufrido acoso sexual.

Según Oxfam América, únicamente el 20 % de los estudiantes que reconocieron haber sido acosados sexualmente puso la denuncia ante las autoridades. El resto (80 %), de acuerdo con el estudio, prefirió guardar silencio sobre los casos.

Capturan docente de kínder

German recibió parte de su clase del pasado jueves amarrado a un pupitre con un saltacuerdas. El niño, de cinco años, estudia parvularia en un kínder de la residencial Alta Vista, en el municipio de Tonacatepeque, departamento de San Salvador.

La mamá le contó a los investigadores que el menor estuvo amarrado como castigo. Ella dijo que el niño fue agredido por su maestra frente a otros 20 niños que son sus compañeros.

La docente, identificada por la policía como Vilma Doris Álvarez, de 25 años, fue detenida ayer por los investigadores policiales a las 8 de la mañana, cuando se disponía a iniciar otro día de clases.

Los investigadores del caso, que prefirieron no ser identificados, señalaron que la policía capturó a la mujer en período de flagrancia tras conocer la denuncia de los familiares del niño.

“La madre y la abuela del niño pusieron la denuncia en la subdelegación de la residencial Alta Vista; como había período de flagrancia, inmediatamente procedimos a capturarla”, dijo uno de los investigadores encargados.

De acuerdo con la PNC, los compañeros de German confirmaron a los investigadores lo dicho por los parientes. Además, según la policía, los niños señalaron que su maestra amenazó a German con agredirlo con la aguja de un cargador de tinta para impresores.

LA PRENSA GRÁFICA intentó hablar con Álvarez para confirmar la versión policial; sin embargo, en la subdelegación policial de Soyapango, donde se encuentra detenida, dijeron que no podían permitir el ingreso al sitio donde se encontraba la maestra.

Un agente policial que participó de la detención indicó que la docente había aceptado ante los investigadores que amarró al niño porque es “demasiado inquieto”.

“Se tiene información que esta maestra amenaza al niño con aplicarle una inyección, lo hacía con una aguja que se ocupa para recargar los impresores. Según ella, lo hizo en forma de corrección por ser inquieto. Lo amarró a un pupitre con un saltacuerdas”, dijo el agente de la PNC.

Consultados sobre el estado de la maestra al momento de la captura, los policía señalaron que ella parecía sorprendida de lo que había hecho. “Ella se veía como cuando uno castiga a un hijo y después comprende que se le pasó la mano”, manifestó un investigador.

La directora del colegio, quien pidió el anonimato, afirmó que la docente detenida es inocente de lo que se le acusa. Según ella, la mujer es una profesional que ha laborado durante ocho años en el centro de estudios especializado en la educación de niños y nunca ha tenido una queja de su actuación.

“Lo que ha pasado es que una madre de familia, que es de nuevo ingreso, ha exagerado las cosas. La mamá del niño nunca me contactó a mí como directora del kínder para contarme lo sucedido, ella se fue directamente con la policía”, señaló la profesional.

La policía confirmó que la directora se enteró de la denuncia hasta que llegaron a detener a Álvarez. “No tenían conocimiento ni el resto de maestros ni la misma directora. Ella se sorprendió hoy (ayer) cuando agentes fueron a buscar a la maestra. La directora manifestó desconocer del hecho.”

La encargada del centro de estudios, que es una casa convertida en kínder, indicó que fue un error de la policía haber interrogado a los niños: “Ellos llegaron portando sus pistolas, andaban armados. Para mí eso fue un error de su parte”. 

Algunas madres de familia de otros niños que estudian en ese kínder también se sorprendieron de la presencia policial. Ellas manifestaron que nunca han tenido quejas del actuar de la maestra que está acusada de haber maltratado al menor. Le endosaron su apoyo.

Un equipo de LA PRENSA GRÁFICA llegó hasta la vivienda del niño, en una colonia cercana al kínder, para confirmar la denuncia y constatar las posibles lesiones que pudo haber sufrido; sin embargo, vecinos aseguraron que la familia salió de la casa hacía tres días y no había regresado.

La policía aseguró que de confirmarse la agresión y la amenaza, la mujer será acusada de maltrato infantil. El artículo 204 del Código Penal establece que una persona que ha cometido ese delito será castigado con una pena de prisión de uno a tres años. La PNC sostuvo que es la fiscalía la responsable de tramitar el requerimiento contra Álvarez en un tribunal de la zona si así lo considera.

Un análisis realizado recientemente en los colegios privados del país determinó que los jóvenes entre 12 y 15 años son los más afectados de sufrir acoso y violencia escolar. Una muestra de 198 alumnos consultados sobre este problema dijo haber sufrido acoso, 67 indicaron haber sufrido acoso verbal, 69 acoso psicológico, 51 acoso físico y 37 más ciberacoso.