Los
cardenales católicos romanos comenzarán el
cónclave para elegir a un sucesor de Benedicto XVI en la tarde del martes 12 de
marzo, anunció el viernes el Vaticano en un comunicado. En la imagen, el
cardenal nigeriano Francis Arinze saluda a unas monjas a su llegada para una
reunión en el Vaticano, el 8 de marzo de 2013.
CIUDAD DEL VATICANO - Los cardenales de la Iglesia católica
entrarán en el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI en la tarde del
martes 12 de marzo, dijo el viernes el Vaticano, sin que haya un claro favorito
para asumir el liderazgo de la atribulada institución.
La inesperada renuncia de Benedicto XVI el
mes pasado convocó a la mayoría de los cardenales del mundo en el Vaticano para
discutir sobre los problemas que afronta la Iglesia y decidir el perfil del
hombre que quieren que lidere a los 1.200 millones de fieles.
Tras cinco días de debates a puerta
cerrada, los prelados decidieron el viernes comenzar su votación secreta en la
Capilla Sixtina en la tarde del próximo martes, después de una misa matutina en
la Basílica de San Pedro.
Se espera que los 115 "cardenales
electores", que son aquellos que tienen menos de 80 años, participen del
elaborado ritual, que continuará hasta que uno de ellos reciba al menos una
mayoría de dos tercios, o 77 votos.
Los cardenales posiblemente realicen una
votación el primer día y hasta cuatro en las jornadas siguientes.
Benedicto XVI
fue elegido en apenas 24 horas en 2005. Su predecesor, Juan Pablo II, se
convirtió en Papa tras ocho rondas de votaciones en tres días en el cónclave de
1978. En total, los últimos seis pontífices fueron elegidos en un plazo máximo
de cuatro días.
Los prelados han dicho que quieren un
cónclave rápido para asegurarse de poder volver a sus diócesis a tiempo para
las celebraciones de Pascua, una de las festividades más importantes del
calendario católico.
"Han pasado 10 días desde que dejé la
archidiócesis y como dice la vieja canción '¡Quiero volver a casa!'",
escribió el cardenal estadounidense Timothy Dolan en un blog el viernes.
Se han mencionado varios nombres como
sucesores del Papa alemán, que dejó el poder tras ocho años de difícil mandato,
en los que tuvo que afrontar varios escándalos. Entre ellos está el italiano
Anvelo Scola, el brasileño Odilo Pedro Scherer o el canadiense Marc Ouellet.
Los italianos dominaron el papado durante
455 años antes de que fuera elegido el polaco Juan Pablo II en 1978. Ahora la
mayor parte de los católicos viven fuera de Europa, por lo que ha aumentado la
presión para elegirlo de otro continente.
Sea quien sea el elegido, afronta el duro
reto, con escándalos sexuales, rivalidades en el Vaticano, una escasez
creciente de sacerdotes y un aumento del laicismo.
Todos los hombres que entren en la Capilla
Sixtina fueron nombrados por Juan Pablo II o por Benedicto XVI, ambos teólogos
conservadores que defendieron con energía las enseñanzas tradicionales de la
Iglesia. Por tanto, es muy probable que el próximo Papa también lo sea.
Observadores del Vaticano han dicho que en
vital que sea capaz de interactuar con el público de un modo más fácil que
Benedicto XVI.
"Creo que lo que realmente necesitamos
es alguien que pueda comunicar el evangelio de un modo que sea comprensible y
atractivo para la gente en el siglo XXI", dijo el reverendo Thomas Reese,
un estudioso jesuita autor de "Dentro del Vaticano".
"La otra cosa que creo que los
cardenales están buscando es alguien que pueda reformar o reorganizar la Curia
(burocracia) Vaticana", agregó.
EVITAR FILTRACIONES
En el pasado, los cardenales estaban
confinados a áreas alrededor de la capilla famosa por los frescos de Miguel
Ángel, y no se les permitía salir hasta que hubieran elegido un nuevo
Pontífice.
Pero las reglas cambiaron antes del
cónclave de 2005 y ahora los prelados residen en un cómodo hotel en el Vaticano
mientras no están votando en la capilla.
El portavoz del Vaticano, el sacerdote
Federico Lombardi, dijo el viernes que se sortearán los dormitorios en que
dormirán los cardenales, que tendrán prohibido todo contacto externo, incluidos
correos electrónicos y llamadas telefónicas.
Se instalarán aparatos inhibidores
alrededor de la Capilla Sixtina y del hotel para bloquear señales del exterior
y el uso de móviles en la zona.
