sábado, 5 de diciembre de 2009

La Tablita de Machinea

Por Dr. Eduardo Vázquez-Bécker Salgado

La reforma fiscal que la administración del Presidente Funes, sus amigos y el FMLN está recetando a la población, está basada en la llamada tablita de Machinea, tabla impositiva creada en 1999 en Argentina por el Ministro de Economía, José Luís Machinea, durante el Gobierno de Fernando de la Rua y que tuvo el objetivo de establecer valores progresivos para la aplicación del impuesto a las ganancias. La tabla responde a la filosofía según la cual quien más tiene más paga, no solo proporcionalmente, sino que paga más todavía.

Al evaluar los resultados de la Tablita Machinea en Argentina, se encontró que no originó ningún desarrollo. Eso sí, originó más impuestos y castigó al éxito. Este tipo de medidas, que buscan contribuyentes cautivos lo que hacen es perjudicar claramente a quienes tienen cierta capacidad de consumo como la clase media. Esto, en la práctica le resta volumen a la economía y no ayuda a salir de ninguna dificultad económica.

Con estas reformas, a medida que suben los sueldos inferiores se provocan serias distorsiones. A los trabajadores no les conviene hacer horas extras o ser ascendidos, puesto que con los aumentos salariales pasan al nivel superior de la tabla, lo que hace que se les aplique más impuestos, entonces el ingreso, o queda igual o incluso puede disminuir, en otras palabras, cuando se castiga a la persona por tener éxito, lo mejor es no tener éxito, si por ganar más se cobran más impuestos, no conviene ganar más. Deja de ser conveniente incluso la aplicación del escalafón.
Además, con este tipo de reformas se rompe el derecho a igualdad ante la ley plasmada en el artículo 3 de nuestra constitución.

Es un hecho que a los impuestos nadie los quiere, por eso se llaman así, a pesar de esto, sabemos que lo correcto y conveniente para la sociedad es que existan impuestos y se pagan, pero esto se dificulta cuando los impuestos son injustos, y la reforma fiscal presentada por el actual gobierno es esencialmente injusta y discriminatoria; castiga al éxito. Además es peligrosa porque le da al Estado poderes enormes en contra de las personas.

Se entiende que el Estado necesita dinero para poder prestar los servicios que los ciudadanos demandan, esto es una verdad. También es cierto que ha disminuido la recaudación por las dificultades financieras que pasa el país, consecuencia de la crisis mundial, pero también consecuencia de la pérdida de confianza que los acreedores le tienen al actual gobierno, lo que ha llevado a que le siguen prestando pero con mayores intereses.

Esta es una mala, inadecuada e inoportuna reforma fiscal, pero el gobierno ha buscado como justificarla con mentiras como que “no se afectará a gente de menores ingresos”. La verdad es que nadie que compre un alfiler, aún cuando sus ingresos sean notoriamente bajos, dejará de pagar impuestos. Esto es lo que llaman “transparentar la economía”.

Otra mentira es que el impuesto afectará solamente a los que tengan mayores ingresos, que los ricos serán los que pagarán. El aumento a los impuestos y la creación de impuestos nuevos va a afectar a todos, ricos, medios y pobres, con la gravedad que los ricos seguirán siendo ricos y los pobres seguirán siendo pobres, pero los resultados históricos es que los medios se convierten en pobres debido a que la reforma lo que mejor hace es frenarlos en su viaje al desarrollo.

Con esta reforma, será mejor mantenerse ganando poco y comprando poco para no pagar tanto al Estado. Los salvadoreños vamos a evitar tener éxito para que no nos caiga la guillotina del Ministerio de Hacienda.

Los ciudadanos de este país, los que pagan impuestos, van a comprobar en muy poco tiempo que por culpa de la Reforma Fiscal presentada por la administración Funes, sus amigos y el FMLN, va a aumentar el alquiler de viviendas, va a aumentar la carne, los frijoles, las tortillas, los servicios profesionales, la compra de bienes, no únicamente de lujo, sino los de primera necesidad, la escolaridad de sus hijos, la ropa, todo va a aumentar.

Dicen que están combatiendo la pobreza con la reforma, que es a favor de los salvadoreños pobres, pero lo van a lograr es convertirnos en pobres salvadoreños.

Además, ¿de dónde se han sacado eso de que con mayor recaudación de impuestos se combate a la pobreza? La realidad lleva a diferentes hechos y diferentes resultados. Como dijo Santayana, el que no conoce de historia está condenado a repetirla.

La reforma fiscal que debería pactarse, la que conviene al país y al pueblo, es aquella que permita una contribución justa y que está acompañada un gasto eficiente y un ahorro del Estado. Además, la reforma tampoco debería ser una excusa para que el Estado desarrolle el espionaje y su capacidad de intervenir en la vida privada de todas las personas, justificándolo todo mediante los impuestos.

Una economía que tiene el nivel de informalidad que tiene el país, no mejorará con aumentar o crear nuevos impuestos, se mejora ampliando la base tributaria.

Otra mentira que nos quieren meter es que la reforma atraerá inversiones, pero esta no viene al país por una cantidad de factores que nada tienen que ver con los impuestos. Los inversores buscan rentabilidad y ninguna otra cosa, y van a los países de menor carga impositiva. Eso es un hecho. Cuando se cierren empresas y se pierdan empleos, debemos recordar que todo se debe a la Reforma Fiscal del Gobierno del Presidente Funes, de sus amigos y del FMLN.

Tampoco la Reforma Fiscal propuesta tiene que ver con el combate al contrabando. El contrabando no se combate con más impuestos ni acciones de policía, sino con menos. Guste o no, este es un hecho mundialmente comprobado.

La competencia desleal se enfrenta con quienes no pagan impuestos, el llamado sector informal, cosa que esta reforma no resolverá sino negativamente. Y otra mentira, la más cruel, es la de decir que a mayor recaudación corresponde mejor gasto, o mayor eficiencia estatal.

Lo más negativo de la reforma fiscal es lo que no dice el Gobierno, que esta reforma, además de disminuir el desarrollo económico, es un sistema que faculta al fisco a espiar a los contribuyentes y someterlos a la acción penal.

La Tablita Machinea no origina ningún desarrollo. Eso sí, origina más impuestos y castiga al éxito.

1 comentario:

  1. en este pais siempre se castiga a la gente que trabaja dignamente,los demas se benefician de una u otra manera,total la politica da para todo,para todos los que no laburan.

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