miércoles, 28 de septiembre de 2016

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 28 de Septiembre

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 28 de Septiembre de 1781 en Virginia —en el marco de la Revolución estadounidense—, las fuerzas estadounidenses respaldadas por la flota francesa comienzan la batalla de Yorktown. Batalla de Yorktown. Colofón de las luchas por la independencia iniciadas por los colonos de las trece colonias británicas de Norteamérica en 1775, y la última gran acción militar ocurrida entre el 26 de septiembre y el 19 de octubre de 1781 en Yorktown, colonia de Virginia. Finalizó con la rendición de las tropas británicas. Fue la victoria independentista que decidió la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Preparativos. George Washington lideró la marcha rumbo a Yorktown, acompañado de Rochambeau, otro francés en sus líneas. Iniciado el 19 de agosto, iban casi 4 mil franceses y 3 mil americanos desde Newport en Rhode Island. Washington quiso generar este avance en el más absoluto secreto, y durante el camino se dedicó a enviar espías así como falsos mensajeros que demostrasen a los ingleses que el ataque verdadero se llevaría a cabo en Nueva York, como inicialmente se planeó. Hubo algunos inconvenientes en las filas cuando se negaron a continuar si no se les daba su paga, petición aprobada por el Congreso Continental. En el camino también hubo buenas noticias, pues se enteraron que Grasse había llegado con la flota y los soldados de éste fueron enviados a unirse a los de Lafayette. La llegada de la flota no fue desapercibida por los británicos quienes envían la Royal Navy a acabarla, pero no tuvieron muy buena información con respecto a la cantidad y la potencia de la flota y los británicos sufrieron una aplastante derrota en la denominada batalla de Chesapeake, obligándolos a regresar, con bajas claro está, hacia Nueva York, librando a las tropas en tierra de un peligroso bloqueo o martillero naval. El 14 de septiembre, Washington llegaba a Williamsburg en Virginia. El 26 de aquel mes llegaba la artillería, soldados y suministros franceses, incrementando el poder del ejército rebelde. Aunque no se suele hacer mención de ello, es importante resaltar la importancia de la ayuda española para el triunfo final de los insurgentes continentales. Los fondos y avituallamientos aportados por Francisco de Saavedra resultaron vitales para permitir a la flota francesa del almirante de Grasse trasladarse desde el Caribe, y permitir el triunfo final sobres los Ingleses. Ya para entonces su número ascendía a casi unos 19 mil soldados, una cantidad temeraria. Dos días más tarde Washington empezaba a rodear Yorktown, tomando los franceses el flanco izquierdo y los americanos el derecho. Las baterías se ajustaron desde posiciones clave, pues Washington creía que podría rendir a los británicos sólo con el bombardeo. La batalla. Las tropas terrestres independentistas y sus aliadas francesas más la artillería de sitio francesa, todas bajo el mando del general George Washington, quien tenía la ayuda de experimentados jefes europeos, como Viomenil, Saint Simon, Lameth, De Lauzan, Von Steuben, Noailles, Lafayette, Montmorency y otros, en colaboración con la flota francesa del almirante galo conde De Grasse, cercaron a las tropas británicas al mando del teniente general Charles Cornwallis en un asedio que duró desde un día como hoy 28 de septiembre de 1783 hasta el 17 de octubre del mismo año, en que se iniciaron las negociaciones que culminaron dos días después con la capitulación británica. El gobierno inglés aceptó los términos del Tratado de París, firmado el 3 de septiembre de 1783, que puso fin oficialmente a la guerra.
Un día como hoy 28 de Septiembre de 1867 en Canadá, Toronto se convierte en la capital de Ontario. En la lengua de los indios hurones, Toronto significa "lugar de encuentro". Ya en sus inicios allí se daba una confluencia de culturas que hoy continua llenando sus calles y barrios. Miles de inmigrantes llegados de todo el mundo tienen ahí su residencia y conviven unos con otros en perfecta armonía como es evidente en la capital de la provincia de Ontario. La historia de Toronto se inició en el año 1750 cuando se estableció allí un puesto de pieles regentado por marineros franceses. Más tarde, hacia el 1793, los ingleses crearon la primera colonia bajo el nombre de York, aunque con el dominio de los americanos y la posterior independencia, un día como hoy 28 de Septiembre de 1867 pasó a ser la capital de Ontario. Desde su fundación es la ciudad más grande de Canadá, además desde hace muchos años, el centro financiero de dicho país. Localizada en la orilla noroeste del lago Ontario, es la quinta ciudad más grande de Norteamérica. Toronto se encuentra en el corazón del Área Metropolitana de Toronto (Greater Toronto Area en inglés y abreviado como GTA), la mayor área metropolitana de Canadá, y es parte de una región densamente poblada en el centro-sur de Ontario conocida como Golden Horseshoe (Herradura Dorada), donde residen ocho millones de habitantes. Al ser la capital económica de Canadá, Toronto es considerada una ciudad global y una de las principales ciudades financieras del mundo. Lidera los sectores económicos de finanzas, servicios empresariales, telecomunicaciones, transporte, medios de comunicación, arte, cine, investigación médica, educación, y turismo de Canadá. El Toronto Stock Exchange es la mayor bolsa de valores del país y la séptima del mundo. Toronto es famosa por la Torre CN, con 553 metros de altura. La ciudad se considera el centro de la cultura canadiense anglófona y es la anfitriona de muchas celebraciones nacionales. La población de Toronto es cosmopolita, y es un importante destino para muchos inmigrantes a Canadá. Toronto es la mayor ciudad del mundo en porcentaje de residentes no nacidos en el propio país; sobre un 49 % de los habitantes de la ciudad no ha nacido en Canadá. Debido al bajo índice de criminalidad, el cuidado medio ambiente y el alto nivel de vida, Toronto, es considerada con asiduidad una de las ciudades mejor habitables del mundo. Además, en 2006 fue clasificada como la ciudad más cara de Canadá. Los nacidos en Toronto reciben el gentilicio de torontonianos.
Un día como hoy 28 de Septiembre de 1889 en París, Francia, la primera Conferencia General de Pesos y Medidas define la longitud de un metro como la distancia entre dos líneas en una barra hecha con una aleación de platino con 10 % de iridio, medida al punto de fusión del hielo. Con información del blog de ajaureguiortiz.blogspot.com por Ana María Jauregui: Inicialmente esta unidad de longitud fue creada por la Academia de las Ciencias francesa en 1791 y definida como la diezmillonésima parte de la distancia que separa el polo de la línea del ecuador terrestre. Si este valor se expresara de manera análoga a como se define la milla náutica, se correspondería con la longitud de meridiano terrestre que forma un arco de 1/10 de segundo de grado centesimal. Un día como hoy 28 de septiembre de 1889 la Comisión Internacional de Pesos y Medidas adopta nuevos prototipos para el metro y el kilogramo después que se materializaron en un metro patrón de platino e iridio depositados en cofres situados en los subterráneos del pabellón de Breteuil en Sèvres, Oficina de Pesos y Medidas, en las afueras de París. La 11ª Conferencia de Pesos y Medidas adoptó una nueva definición del metro: 1.650.763,73 veces la longitud de onda en el vacío de la radiación naranja del átomo del criptón 86. La precisión era cincuenta veces superior a la del patrón de 1889.1 medida = braza y palmo, equivalencia = 2,09 m , 20,89cm. Definición vigente desde 1983. La cuarta definición dada por en la 17ª Conferencia General de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas es la siguiente: Un metro es la distancia que recorre la luz en el vacío durante un intervalo de 1/299 792 458 de segundo. La precisión de esta definición es treinta veces superior a la del prototipo de 1960. Historia del metro y sus definiciones. A lo largo de la historia sucedieron los intentos de unificación de las distintas medidas con el objeto de simplificar los intercambios, facilitar el comercio y el cobro justo de impuestos. No será hasta la Revolución Francesa de 1789 cuando, junto a otros desafíos considerados necesarios para los nuevos tiempos, se nombraron Comisiones de Científicos para uniformizar los pesos y medidas, entre los que está la longitud. La tarea fue ardua y complicada, se barajó como patrón la longitud del péndulo en un segundo a la latitud de 45º, pero acabará descartándose por no ser un modelo completamente objetivo. Se acordará, por fin, medir un arco de meridiano para establecer, sobre él y por tanto sobre la propia Tierra, el patrón del metro. Los encargados de dicha medida fueron Jean Baptiste Joseph Delambre y Pierre Méchain, quienes entre 1791 y 1798 y mediante un sistema de triángulos desde Dunkerque a Barcelona establecieron la medida de dicho arco de meridiano sobre la que se estableció el metro. Metro. El metro (símbolo m) es la unidad principal de longitud del Sistema Internacional de Unidades. Un metro es la distancia que recorre la luz en el vacío durante un intervalo de 1/299 792 458 de segundo. Su símbolo es m (adviértase que no es una abreviatura: no admite mayúscula, punto ni plural).
Un día como hoy 28 de Septiembre de 1928 el bacteriólogo escocés Alexander Fleming, descubre la penicilina. El descubrimiento de la penicilina según Fleming ocurrió en la mañana de un día como hoy (viernes) 28 de septiembre de 1928, cuando estaba estudiando cultivos bacterianos de Staphylococcus aureus en el sótano del laboratorio del Hospital St. Mary en Londres, situado en el Ala Clarence, ahora parte del Imperial College.21 Tras regresar de un mes de vacaciones, observó que muchos cultivos estaban contaminados y los tiró a una bandeja de lysol. Afortunadamente, recibió una visita de un antiguo compañero y, al enseñarle lo que estaba haciendo con alguna de las placas que aún no habían sido lavadas, se dio cuenta de que en una de ellas, alrededor del hongo contaminante, se había creado un halo de transparencia, lo que indicaba destrucción celular. La observación inmediata es que se trataba de una sustancia difusible procedente del contaminante. Posteriormente aisló y cultivó el hongo en una placa en la que disponía radialmente varios microorganismos comprobando cuáles eran sensibles. La identificación del espécimen como Penicillium notatum la realizó Charles Tom. Publicó su descubrimiento sin que recibiera demasiada atención y, según los compañeros de Fleming, tampoco él mismo se dio cuenta en un inicio del potencial de la sustancia, sino progresivamente, en especial por su baja estabilidad. En su trabajo obtuvo un filtrado libre de células que inyectó a conejos, comprobando así que carecía de toxicidad. También apreció su utilidad para aislar Haemophilus influenzae a partir de esputos.
Un día como hoy 28 de Septiembre de 1958 Francia ratifica una nueva constitución, el 4 de octubre se formará entonces la Quinta República Francesa. En 1958 el sistema de partidos de la IV República, con sus continuas crisis ministeriales, componendas y oscilaciones, había metido a Francia en el atolladero de la Guerra de Argelia, y dado pie a un golpe militar allí que amenazaba con extenderse a la metrópoli, ante lo que De Gaulle fue llamado a presidir un Gobierno de unidad nacional. De Gaulle, líder de la Francia Libre durante la Segunda Guerra Mundial, había dimitido en 1946 de su cargo de Jefe del Gobierno al no conseguir que prevaleciera su modelo constitucional, caracterizado por un poder ejecutivo fuerte y un Parlamento subordinado a aquel. Doce años después De Gaulle volvía en condiciones de imponer gran parte de sus planteamientos a los representantes de los partidos, lo que daría lugar al nacimiento de la V República y a la aprobación de una nueva Constitución ese mismo año 1958. Así, el Presidente de la República ya no era elegido por el Parlamento, sino por un colegio integrado por ochenta mil grandes electores (Parlamentarios, Diputados Provinciales, Alcaldes, etc.), y era el que nombraba al Jefe del Gobierno. En todo caso, De Gaulle, pese a la calculada ambigüedad del texto constitucional, ejerció de facto un poder presidencial hasta la conclusión del conflicto argelino en 1962, apoyándose en la situación de crisis que la guerra en curso suponía. Tras la independencia de Argelia el pulso entre ambas concepciones de la República, la parlamentaria y la presidencial, tenía fatalmente que plantearse. Y De Gaulle provocó ese enfrentamiento con la convocatoria del referéndum de que hablamos, invitando a los franceses a pronunciarse sobre la elección directa del Presidente de la República. Con rara unanimidad, toda la clase política, desde los comunistas a la extrema derecha (y salvo el movimiento gaullista, la UNR), se unió contra la propuesta. Desde un punto de vista jurídico se sostuvo que al tratarse de una reforma constitucional era necesaria, conforme al artículo 89 de la Constitución, la previa aprobación de la Asamblea Nacional y del Senado, y que no cabía tratarla, como pretendían los gaullistas, como una mera cuestión de “organización de los poderes públicos” susceptible conforme al artículo 11 de ser sometida directamente a referéndum. El Consejo de Estado se pronunció en contra del proyecto de reforma. La Asamblea Nacional aprobó una moción de censura por abuso de poder contra el entonces Jefe de Gobierno, Georges Pompidou, a quien formalmente había correspondido plantear la consulta. De Gaulle respondió disolviendo la Asamblea y convocando elecciones legislativas para el mes de noviembre, una vez hubiese tenido lugar el referendum. Pese a todo ello, el “sí” a la elección directa obtuvo más de tres quintos de los sufragios emitidos (el 62,25%). Y las inmediatas elecciones legislativas supusieron un descalabro para los viejos partidos, obteniendo los gaullistas una holgada mayoría y siendo de nuevo designado Pompidou como Jefe del Gobierno. La victoria de De Gaulle fue completa. Charles de Gaulle y su equipo presentaron un proyecto de constitución, que fue aprobado por referéndum un día como hoy 28 de septiembre de 1958. Ésta es la V República desde que se proclamara la Primera tras la Revolución Francesa, cuando se dio muerte a la monarquía absolutista. Así nació la Constitución del 4 de octubre de 1958, más conocida como Constitución de la Quinta República. Es el régimen en vigor en Francia desde el 5 de octubre de 1958. Francia es una república democrática con un sistema semi-presidencialista. La Quinta República otorga un poder mayor que la Cuarta al Presidente de la República, confiriéndole también el poder ejecutivo, por deseo expreso del General De Gaulle. Además, tuvo como novedad el modo de elección del Presidente de la República; antes elegido por sesión conjunta de la Asamblea Nacional y del Senado. En 1962 se introdujo el principio de elección por sufragio universal directo a través de referéndum (se puso en práctica por primera vez en 1965). Apareció el concepto mayoritario, cosa que cambia profundamente el funcionamiento de las instituciones: se verá aparecer los conceptos de “presidencialización del poder” y “cohabitación”. Otra modificación, ésta más reciente, fue la de la duración del mandato del Presidente, que en la actualidad es de 5 años, mientras que con anterioridad a 2000 era de siete. El Parlamento es bicameral: está formado por la Asamblea Nacional, constituida por 577 diputados, y por el Senado, compuesto actualmente por 331 senadores (346 en 2010) elegido por seis años por sufragio indirecto; la mitad son renovados cada tres años (a partir de 2010). En Mayo de 1968 se produjo una insurrección sin precedentes y el régimen se paralizó durante varias semanas. Se convirtió en un movimiento revolucionario internacional que afectó a todos los países occidentales. La actualidad francesa ha estado marcada también por numerosos movimientos sociales, en la que una pluralidad de gremios se han movilizado desde 1981: siderúrgicas (1982-1984), fabricantes de automóviles (1983), estudiantes (1983, 1986, 1990, 1994, 1995, 1999, 2005), funcionarios (1995), parados (1997-1998), inmigrantes ilegales (desde 1996), profesores (1995, 2003), etc. Desde 1984, el Frente Nacional tiene relevancia en el panorama francés, especialmente visible en las elecciones presidenciales de 2002, cuando Le Pen llegó a la segunda vuelta. 

Los Presidentes de la Quinta República:

René Coty fue el último Presidente de la Cuarta República (en el cargo hasta el 8 de enero de 1959).

Charles de Gaulle (8 de enero de 1959 – 28 de abril de 1969). Primer Presidente elegido en la Quinta República y por sufragio universal directo.

Alain Poher, Presidente del Senado y Presidente de la República interinamente del 28 de abril al 20 de junio de 1969.

Georges Pompidou (20 de junio de 1969 – 2 de abril de 1974). Muere en el cargo.

Alain Poher, Presidente del Senado, es de nuevo Presidente de la República interinamente del 2 de abril al 27 de mayo de 1974.

Valéry Giscard d'Estaing (27 de mayo de 1974 – 21 de mayo de 1981). Primer presidente en no ser reelegido.

François Mitterrand (21 de mayo de 1981 – 17 de mayo de 1995). Primer presidente elegido por segunda vez por sufragio universal en 1988.

Jacques Chirac (17 de mayo de 1995 – 22 abril de 2007). Primer presidente elegido por cinco años en 2002.

Nicolas Sarkozy (16 de mayo de 2007-15 de mayo de 2012) 

François Hollande (Desde el 15 de mayo de 2012-14 de Mayo 2017)

Emmanuel Macron (Desde el 14 de Mayo de 2017 a la fecha de ésta publicación) 

Reseña de los últimos tres presidentes de la Quinta República Francesa

Nicolas Sarkozy, fue el vigesimotercer presidente de la República Francesa. En el ámbito institucional, su actividad irrefrenable ha ido más allá de lo que marcaban los cánones del gaullismo, que ciertamente daban mucho poder al presidente, pero también querían proteger su dignidad. Sarkozy ha ocupado todos los espacios, eclipsando a su primer ministro, François Fillon, de un modo que carece de precedentes en la V República. Por otro lado, ni en su manera de actuar en la arena política, ni en su vida privada, ha cultivado Sarkozy la imagen solemne y reservada de sus antecesores. A diferencia de la mayoría de ellos, tampoco fue a una grande école, y no tiene, por tanto, el temor reverencial por la cosa pública ni la gravitas que adquieren los que estudian en ellas. Se diría que Sarkozy parte de la premisa de que la sociedad civil francesa que no recibió la impronta de De Gaulle con tanta fuerza como las instituciones estatales- está hoy muy alejada de los severos parámetros del gaullismo; y que ya no tiene sentido que el presidente de la república sea el sumo sacerdote de una religión de Estado cuyos ritos impresionan cada vez menos a los ciudadanos. Cabría concluir, en este sentido, que con Sarkozy la V República se está deslizando hacia el populismo. La apuesta del presidente es arriesgada, como demuestra la baja cota que su popularidad alcanza hoy en las encuestas. No siempre les gusta a los electores que sus más altos representantes abandonen modos y formas tradicionales de hacer política, sobre todo si se establecieron por un padre fundador unánimemente respetado.
François Hollande, el 15 de mayo de 2012. Tras su victoria en las presidenciales, François Gérard Georges Hollande recorría el trayecto desde los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo bajo una lluvia torrencial. A unos meses de las nuevas elecciones, otro chaparrón se abate sobre el presidente socialista que bate marcas de impopularidad. El “pecado” que parece pesar más en la balanza es el de renegar de sus propias convicciones y de los valores de su partido. Esto es lo que opinaba en 2006 sobre el artículo 49-3 de la Constitución, que permite al Gobierno imponer por «decreto» el proyecto de Ley que consideren oportuno. François Hollande se expresaba así en 2006: “El artículo 49.3 es una brutalidad, es una negación de la democracia. El artículo 49.3 es una forma de frenar el debate parlamentario.” Con un tímido 17% de opiniones favorables, una media de 18% desde 2014, Hollande es el presidente más impopular en la historia de la quinta república. Sus detractores le reprochan su indecisión y la falta de conexión con sus compatriotas. “Efectivamente, las cosas van mejor para Francia, pero no para todos los franceses, es cierto.” François Hollande: El eslogan “vamos mejor” que presenta en un plató de televisión en abril no convence ni aplaca el descontento, aunque con las cifras en la mano es una realidad tangible. La movilización contra la reforma de la ley Laboral se transforma en indignación ciudadana canalizada en el famoso movimiento de Noches en Vela, expresión de un malestar más profundo con el Gobierno y con la política en general. Para los franceses llovía sobre mojado. Tras una vertiginosa subida por su gestión de los atentados, Hollande se lanzó a otra revisión de la Constitución, esta vez para retirar la nacionalidad a binacionales, y volvió a contradecirse. Así presentó el proyecto: “Debemos poder despojar de la nacionalidad francesa a un individuo condenado por atentar contra los intereses fundamentales de la nación, un acto terrorista, aunque sea francés.” El problema es que en 2010 había sostenido justo lo contrario: “¿Va a mejorar eso de alguna forma la protección y la seguridad de nuestros compatriotas? no. ¿Es algo conforme a nuestra historia, a nuestras tradiciones, a nuestra Constitución? ¿Por qué poner en tela de juicio nuestros principios esenciales?”. Durante meses se mantuvo firme hasta que cedió y retiró el proyecto. El decretazo para aprobar la reforma laboral llevó a la oposición conservadora y de centro a plantear una moción de censura contra el Gobierno, otro hecho insólito en la quinta república. Aunque el Ejecutivo socialista superó la prueba, a un año de las presidenciales a Hollande le atacan por todos los flancos, incluidos los llamados “disidentes” de su propio partido. La Cohabitación. Contexto histórico. La Segunda Guerra mundial acabó con la III República. El 21 de octubre de 1945, los franceses decidieron no regresar a las instituciones de esa tercera República y, el mismo día, designaron los miembros de la Asamblea constituyente encargada de definir un nuevo régimen político. Esa asamblea estaba dominada por tres grupos políticos: los comunistas (que por primera vez en la historia del país entraron en el gobierno- 26%), los socialistas (25%) y los demócratas-cristianos (24%). El general De Gaulle rechazaba el poder siempre más fuerte de los partidos políticos y estaba en desacuerdo con el proyecto de Constitución que elaboraba la Asamblea y por eso renunció de su puesto de jefe de la GPRF (Gobierno Provisional de la República Francesa). El 13 de octubre de 1946, los franceses aprobaron durante un referéndum la nueva Constitución. La Cuarta República fue instituida pero el acuerdo que existía entre los tres principales partidos desapareció muy rápido hasta que finalmente, el 5 de mayo de 1947, los ministros comunistas abandonaron el gobierno. Lo que la Cuarta República quería instaurar era un régimen parlamentario y un gobierno estable y eficaz. Sin embargo, lo que hizo en realidad fue restablecer las prácticas de la Tercera República: son los partidos políticos quienes, en la Asamblea nacional, hacían y deshacían los gobiernos. El presidente de la República tenía más un poder de representación de la Nación que un poder real de decisión. Después de que los comunistas hubieran dejado el gobierno, los dos otros grandes partidos (socialistas y demócratas-cristianos), tuvieron que aliarse con los miembros del centro y de la derecha para poder constituir gobiernos. No obstante, éstos caían a la primera crisis: la vida de un gobierno bajo la Cuarta República era de máximo seis meses y medio y, por lo tanto, la opinión pública empezó a desconfiar en los gobernantes.
Emmanuel Macron, nació el 21 de diciembre de 1977, en Amiens, departamento de la Somme y de la antigua región de Picardía, Francia. Hijo de Françoise Macron-Noguès, doctora y consejera, y de Jean-Michel Macron, médico y profesor de Neurología en la CHU de Amiens. Fue un estudiante brillante durante toda su carrera. Cursó estudios en su ciudad natal en el colegio La Providence, dirigido por los jesuitas. También estudió piano en el Conservatorio de Amiens. Sus padres decidieron enviarle a la capital junto a su abuela Germaine para que estudiara el bachillerato en el liceo Henri IV, de París. Recibió el título de Filosofía en la Universidad de París-Nanterre, donde fue ayudante de uno de los impulsores del mayo del 68 francés, el filósofo Paul Ricoeur. Realizó su tesis sobre Georg Wilhelm Friedrich Hegel. También se graduó en ciencias políticas en el Instituto de Estudios Políticos de París (2001). Militó en el Movimiento de los Ciudadanos durante dos años. Con 24 años, se afilió al Partido Socialista, y en 2004, recibió su título como inspector de finanzas en la Escuela Nacional de Administración (ENA). Macron se convirtió en un intelectual con una formación de filosofía política. En 2007, fue relator de la Commission Attali, y en 2008, fue contratado por la Banca Rothschild. Como socio, fue el encargado de la OPA de Nestlé a una filial de Pfizer por 9000 millones de dólares. En ese mismo año también redactó un informe sobre crecimiento económico para Nicolas Sarkozy y Jean-Pierre Jouyet, secretario general en el Elíseo. Desde 2010 fue asesor de François Hollande y en 2011, apoyó su candidatura participando en la elaboración de sus discursos y programa. En 2012, y después de ganar las elecciones, el presidente Hollande lo sumó a su gabinete como encargado del área económica, así como de los preparativos y las negociaciones en el G-20 o con la UE. El 15 de mayo de 2012 fue nombrado secretario general adjunto de la Presidencia junto con Nicolas Revel al servicio del secretario general Pierre-René Lemas. El 26 de agosto de 2014 se le nombró ministro de Economía, Recuperación Productiva y Asuntos Digitales del segundo gobierno de Manuel Valls. En agosto de 2016, dejó la cartera de ministro para dedicarse al movimiento político En Marche! con un programa "ni de izquierdas ni de derechas", profundamente europeísta. La creación de su propio movimiento cuando aún formaba parte del Gobierno provocó enfado en las filas socialistas. En 2015, declaró que había sido militante del Partido Socialista pero ya no lo era. En noviembre de 2016 confirmó su candidatura a las elecciones presidenciales de Francia de 2017. Su discurso optimista sobre el futuro del país y de Europa sedujo a gran parte del electorado en pleno auge de los populismos, los nacionalismos y la xenofobia. Su partido En Marche!, fue el más votado en la primera vuelta de las elecciones francesas del 23 de abril, seguido por la ultraderechista Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional. Ambos pasaron a la segunda vuelta. Emmanuel Macron se convirtió en el jefe de Estado más joven de Francia desde Napoleón, tras su indiscutible victoria electoral del 7 de mayo de 2017 en la que superó en más de 30 puntos a su rival Marine Le Pen alcanzando el 66%, mientras que Le Pen se quedaba en el 34%. El segundo mayor margen en una segunda vuelta en toda la historia de la V República Francesa, después de la que obtuviese Chirac en el 2002, precisamente frente al padre de la candidata, Jean Marie Le Pen. Contrajo matrimonio en 2007 con Brigitte Trogneux, perteneciente a una familia de empresarios chocolateros de Amiens, fue su profesora de francés en el colegio de los jesuitas y de quien se enamoró con 17 años cuando estaba casada y con tres hijos. Ella tenía 36 años por entonces. Cargos: Presidente de la República Francesa. Ministro de Economía, Finanzas e Industria
26 de agosto de 2014-30 de agosto de 2016. Secretario general adjunto de la Presidencia
15 de mayo de 2012-15 de julio de 2014. 

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