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viernes, 4 de octubre de 2013

CAOS TOTAL EN UN WASHINGTON SEMIPARALIZADO: ENFRENTAMIENTOS VERBALES AL INTERIOR DEL CONGRESO Y TIROS EN LA CALLE

Agencias Noticiosas
PRESUPUESTO EN EL AIRE TRAS TERCER DÍA DE CIERRE
WASHINGTON (AP) -- Tres días después del inicio del cierre parcial del gobierno, el presidente Barack Obama culpó al presidente de la Cámara, John Boehner, por mantener cerradas los organismos federales, mientras la enconada disputa presupuestaria se acercó a una confrontación aún más crítica sobre la deuda del país.

Obama canceló el jueves una gira por Asia a fin de quedarse en la capital mientras el Tesoro advertía del grave riesgo económico que acecha al país si el Congreso no eleva el límite de la deuda.

En respuesta a Obama, Boehner se quejó de que el presidente sigue adelante con la implementación de la nueva ley de salud. Y mientras el gobierno sólo opera a medias, el mercado de valores se desplomó a su nivel más bajo en caso un mes.

No cabe duda que el cierre tiene consecuencias. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte no envió investigadores a Tennessee para atender el mortal accidente de un autobús donde viajaba un grupo de fieles religiosos, con un saldo de 8 muertos y 14 heridos. 

El Departamento del Trabajo informó que no publicará el viernes el reporte de empleo de septiembre debido al cierre de labores.

El jueves por la noche, la Casa Blanca anunció que el presidente no realizará un breve viaje planeado a Indonesia y Brunei la próxima semana debido al cierre. El portavoz de la Casa Blanca Jay Carney dijo que el secretario de Estado John Kerry viajaría en representación de Obama.

Previamente, afuera del Capitolio, se escucharon disparos a media tarde, lo que paralizó un Congreso que de antemano estaba tenso, en una ciudad que se recupera de una balacera del 16 de septiembre registrada en el Astillero Naval.

Autoridades y testigos dijeron que una mujer trató de arremeter con su auto una barricada de la Casa Blanca, luego fue perseguida por la policía y terminó muerta a tiros por la policía frente a la sede del Congreso a más de una milla de distancia.


A pesar de la caldeada retórica política, han surgido algunas señales de una posible solución al cierre. Pero la situación se mantiene fluida.

Dos representantes republicanos dijeron que Boehner les expresó que podría permitir una votación sobre la reanudación de todas las operaciones federales, pero sólo si los legisladores republicanos le aseguraban que no atacaban por no afectar la ley de servicios médicos. Hasta el momento, los republicanos no se han mostrado dispuestos a ese compromiso. Los dos legisladores hablaron a condición de no ser identificados porque las conversaciones fueron privadas.

El cierre y la proximidad del tema del límite de la deuda estaban fusionándose en una sola confrontación, lo que hace aumentar el peligro para el presidente, el Congreso y la economía misma.

Obama y el Departamento del Tesoro dijeron que no aumentar el límite del endeudamiento, que se espera que toque su techo de 16,7 billones de dólares a mediados de octubre, pudiera precipitar una desaceleración económica peor que la Gran Recesión. Una mora en los pagos de la deuda pudiera congelar los mercados de crédito del país, provocar una fuerte baja en el valor del dólar y un aumento considerable de las tasas de interés en Estados Unidos, según el Departamento del Tesoro.

Por su parte, Obama reiteró firmemente su oposición a una negociación.

"No se puede exigir eso a cambio de mantener el gobierno funcionando", dijo.

El enfrentamiento en Washington por el cierre gubernamental se tornó más personal el jueves.

En un discurso en una empresa de construcción en un suburbio de Washington, Obama presentó a Boehner como cautivo de una pequeña banda de republicanos derechistas que reclaman concesiones a cambio de aprobar una ley de gastos a corto plazo para permitir que el gobierno reanude plenamente sus operaciones.

"Lo único que impide el regreso de la gente al trabajo, la reanudación de la investigación básica o la concesión de préstamos a agricultores y pequeños empresarios, lo único que impide que todo eso suceda ya, hoy, en los próximos cinco minutos, es que el presidente (de la cámara baja) John Boehner se niega a someter el proyecto a una votación por sí o por no porque no quiere enfurecer a los extremistas en su partido", afirmó Obama.


Los redactores de la AP en Charles Babington, Alan Fram, Nedra Pickler, Connie Cass, Andrew Taylor y Julie Pace contribuyeron a este despacho.

Este sábado habrá manifestaciones en 163 ciudades EEUU para apoyar Reforma Migratoria

Tomado de La Voz de América
Presionan para no olvidar reforma migratoria
Un nuevo impulso a favor de una reforma inmigratoria podría ser la última esperanza para millones de personas que viven en este país sin documentos legales. Una propuesta demócrata podría ser debatida en el pleno.


Los legisladores demócratas de la Cámara de Representantes esperan que el plan inmigratorio que presentaron este miércoles pueda ser sometido a votación, ya que afirman es cien por ciento bipartidista. 

La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseguró que no se trata de un desafío hacia los republicanos, sino un mensaje de que ya están listos para que el tema avance. 

La propuesta está inspirada en la versión aprobada por el Senado, en junio, pero reemplaza una enmienda sobre la seguridad fronteriza con otra legislación ya aprobada por la comisión de seguridad nacional de la cámara baja.

“No es la ley perfecta de inmigración.  Posiblemente todos mis colegas y yo pudiéramos escribir una legislación mejor de lo que estamos presentando, pero hoy estamos presentando un proyecto de ley que es un compromiso. Que es encontrar ese centro”, dijo José García, legislador demócrata por Florida.

Y la idea es aprobar una reforma cuanto antes.  El representante Henry Cuellar, de Texas, que apoya la nueva propuesta, aseguró a la Voz de América que el peor enemigo de la reforma en este momento, es el tiempo. 

“Si no lo hacemos ahorita, este año, va a estar muy difícil porque entran las elecciones del 2014, la elección del presidente del 2016, y no volveríamos a hablar de la reforma hasta el 2017.  Por eso este es el tiempo, necesitamos hacerlo ya”, sostuvo Cuellar.

Por su parte, el congresista Luis Gutiérrez dijo que se preparan actividades para este cinco de octubre, además de una gran manifestación y un concierto el 8 de octubre en Washington, como medidas para presionar por una reforma migratoria.

“En 163 ciudades en todo el país este sábado, habrá manifestaciones y concentraciones y actividades para demostrar que el país, la comunidad y la amplia coalición para demostrar que no sólo seguimos hambrientos por una reforma migratoria, que no sólo nosotros seguimos apoyando una reforma migratoria, sino también mayorías abrumadoras, pero el país exige una reforma migratoria que detenga las deportaciones y mantenga unidas a las familias”, dijo Gutiérrez.

Sin embargo, el único que tiene la autoridad de abrir el debate y someter el tema a votación, en el pleno de la Cámara, es el republicano John Boehner, quien se ha negado a hacerlo, hasta el momento.
 

martes, 1 de octubre de 2013

Fracasó negociación. Gobierno EEUU parcialmente cerrado

Tomado de La Voz de América
Gobierno de EE.UU. amanece parcialmente cerrado
Poco después de la medianoche, la directora de presupuesto de la Casa Blanca, Sylvia Burwell, emitió una ordenanza a las agencias del gobierno de “ejecutar los planes para un cierre ordenado”.

El gobierno de Estados Unidos ha quedado parcialmente inactivo luego que las dos cámaras del Congreso no pudieron ponerse de acuerdo en un presupuesto para el país que debió haberse aprobado antes del comienzo del nuevo año fiscal, que ha comenzado este martes.

Ayer, en tres ocasiones la Cámara de Representantes dominada por los republicanos aprobó un presupuesto que incluía una cláusula para  posponer la entrada en vigencia de la ley de Protección de pacientes y cuidados de salud accesibles, la ley insignia del presidente Barack Obama, también conocida como Obamacare. Y las tres veces, el Senado controlado por los demócratas rechazó esa pieza minutos más tarde.

Poco después de la medianoche, la directora de presupuesto de la Casa Blanca, Sylvia Burwell, emitió una ordenanza a las agencias del gobierno de “ejecutar los planes para un cierre ordenado”.

La medida significa que un estimado de 800.000 empleados federales se van a quedar en casa. Entre las oficinas cerradas se incluye el Servicio de Parques Nacionales, las agencias de seguridad de tránsito y los empleados civiles del Departamento de Defensa. Los agentes de la Seguridad Interior y los agentes fronterizos seguirán trabajando, al igual que otras agencias de seguridad.

En un comunicado divulgado en las primeras horas del martes, el presidente Obama dijo que los miembros del ejército estadounidense seguirán de alta y continuarán las operaciones militares como las que se realizan en Afganistán. El mandatario se comprometió a firmar la ley que asegura que los militares recibirán su pago a tiempo.

Obama también prometió continuar trabajando con el Congreso para reabrir el gobierno, pese a que en una entrevista con la radio pública NPR, reiteró que “absolutamente, no voy a negociar” y que no va a posponer la entrada en vigencia de la ley de salud, el verdadero corazón de la disputa.

Los republicanos se quejaron de la actitud del presidente. El senador John Cornyn acusó a Obama de ser “absolutamente alérgico a hacer su trabajo”.

“Sabemos que el presidente ha estado ansioso por negociar con el presidente de Irán sobre un asunto muy serio, las aspiraciones nucleares de Irán, pero no está dispuesto a conversar con el presidente de la Cámara de Representantes o con el liderazgo republicano en el Senado”, añadió Cornyn.


lunes, 30 de septiembre de 2013

Obama dispuesto a seguir negociando hasta el último minuto para evitar cierre

Agencias Noticiosas  


El presidente Obama habló sobre el cierre de gobierno luego de reunirse con Benjamin Netanyahu.

Presidente Obama no se "resigna" al cierre de gobierno

 

El mandatario pidió a los republicanos "pensar en el largo plazo".

Washington. El presidente Barack Obama dijo hoy que no está "resignado en absoluto" a que el Congreso no vaya a conseguir un acuerdo de última hora para evitar el "cierre" parcial del Gobierno por falta de acuerdo presupuestario.

En una comparecencia posterior a su reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el presidente pidió a los republicanos, que dominan la Cámara de Representantes, que dejen de lado "la política a corto plazo y piensen en el largo plazo".

El presidente dijo que el Gobierno no puede quedar bloqueado por la falta de asignaciones presupuestarias en un momento delicado para la economía, al tiempo que advirtió del peligro de que no haya tampoco acuerdo en el aumento del techo de la deuda. 

Inminente paralización de gobierno EEUU ante fracaso de acuerdos

Agencias Noticiosas
El líder de la mayoría en la Cámara, John Boehner, durante las deliberaciones en el Capitolio.

 

EE.UU. se acerca a una paralización parcial de servicios estatales


Por  COLLEEN MCCAIN NELSON
WASHINGTON. El Gobierno de Estados Unidos se acercó aún más el domingo a una paralización parcial debido a que Republicanos y Demócratas no mostraron voluntad de negociar un bloqueo generado por la implementación de la ley de salud del presidente Obama.
El bloqueo dejó pocas esperanzas de que el Congreso pueda lograr un acuerdo sobre los términos de la financiación del Gobierno para la medianoche del lunes, cuando termina el actual año fiscal. Una paralización mantendría en funcionamiento los servicios básicos, pero llevaría a las agencias federales a suspender muchas de sus funciones.
El domingo por la mañana, tras una votación nocturna, el Congreso aprobó un proyecto de ley que retrasa la ley de salud en un año y la vincula a un plan para financiar el Gobierno hasta el 15 de diciembre. Además, incluye una cláusula que revoca un impuesto a los productos de salud que pretendía ayudar a financiar la ley de salud. Ahora dicha legislación volverá al Senado.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, denunció que la votación fue "inútil", y la Casa Blanca dijo que el presidente Obama vetaría el proyecto de ley, que retrasa la firma de la nueva ley de salud.
A la vista de la inminente paralización del Gobierno, la primera desde 1996, representantes de los dos partidos salieron a la palestra el domingo para lamentar dicha perspectiva, al tiempo que explicaron por qué el otro partido sería su responsable.
El senador demócrata Dick Durbin dijo que espera que el Gobierno se paralice y se mostró dispuesto a negociar una modificación de la ley de salud, conocida en el país como Obamacare, aunque no "con una pistola en la sien", en declaraciones a la CBS.
El domingo no había señales de próximas negociaciones entre los líderes de los partidos en el Congreso. El Senado no volverá a reunirse hasta el lunes por la tarde, horas antes de que finalice el año fiscal y termine la financiación de varios órganos federales.
El republicano John Boehner culpó a los Demócratas de no reunirse antes en el Senado, y dijo en un comunicado que esperar hasta el lunes por la tarde "sería un acto de impresionante arrogancia".
En un aparente reconocimiento de que la paralización es probable, el Congreso aprobó el domingo una legislación para asegurar que el personal militar seguirá cobrando en caso de que no se apruebe ninguna medida de financiación. El senador demócrata Tim Kaine dijo el domingo que el Senado probablemente aprobará una medida similar.
Los Republicanos se han mostrado decididos a utilizar el vencimiento del presupuesto como ventaja en su larga lucha por tumbar la ley de salud, uno de cuyos principales componentes entra en vigor el martes. Ese día, la gente podrá empezar a inscribirse en políticas de seguro de salud a través de Internet.
Algunos Republicanos esperan que el Senado acuerde, al menos, echar atrás el impuesto a los productos sanitarios, lo que se traduciría en una victoria para el partido. Aunque en votaciones anteriores las dos formaciones respaldaron el rechazo al impuesto, no es probable que los Demócratas lo hagan ahora por el enfrentamiento presupuestario.
Unos 800.000 de más de dos millones de funcionarios federales dejaron de trabajar en una paralización del Gobierno en 1995, y algunos menos en 1996. Aún se desconoce el número de trabajadores que se verán afectados esta vez. El Pentágono calcula que unos 400.000 funcionarios de defensa serán enviados a sus casas.
Los servicios postales y el tráfico aéreo seguirán funcionando, mientras que las recetas de la Seguridad Social se mandarán por correo electrónico. Sin embargo, algunas funciones federales se suspenderán, como el control de la gripe y otras enfermedades por parte del Centro de Control y Prevención de Enfermedades. Los parques y museos nacionales permanecerán cerrados.
En la votación para retrasar la ley de salud, dos Republicanos se separaron de su partido al mostrar su oposición: Chris Gibson y Richard Hanna, de Nueva York.
Mientras, los Demócratas Jim Matheson y Mike McIntyre votaron a favor del retraso de un año.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Operatividad del Gobierno EEUU al filo de la navaja

Tomado de La Voz de América
Una tormenta se cierne sobre el Capitolio en Washington mientras en su interior se desataba otra en torno al presupuesto.
Parálisis del gobierno tendría alto costo
Además de afectar a empleados federales y a la empresa privada, los daños a la economía nacional serían incalculables. Nuevo voto republicano este sábado eleva las posibilidades de un cierre parcial del gobierno.

Por Roberto Casin

El cierre de las operaciones del gobierno de EE.UU., que pende como una amenaza sobre el país si republicanos y demócratas en el Congreso no logran aprobar un plan de presupuesto antes del 1ro. de octubre, causaría un serio revés a la economía.

Tal y como se preveía, el Senado, de mayoría demócrata, rechazó un proyecto elaborado por los republicanos de la Cámara de Representantes que en esencia a cambio de un presupuesto temporal buscaba privar de fondos a la ley de reforma de salud conocida como Obamacare.

De hecho, expertos han puesto de relieve que de no ser aprobado un presupuesto a tiempo se pondrá obstáculos a la recuperación económica, se desaprovecharán miles de millones en fondos federales y los mercados de valores se desestabilizarán.

Dick Durbin, segundo legislador demócrata en rango en el Senado, dijo que dado el caso miles de trabajadores federales serán enviados a casa con licencia, en oficinas como las que se ocupan de la Seguridad Social y los Veteranos, sin garantía de que luego se les retribuyan los salarios perdidos.

“Esto da a nuestro país una mala reputación en un momento cuando necesitamos mostrar la fortaleza de una economía recuperándose”, dijo refiriéndose a las consecuencias del punto muerto en que se halla el Congreso y a la eventual parálisis del gobierno.

La Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca estimó que los dos cierres de las operaciones gubernamentales que ocurrieron en 1996 con duración total de 26 días, le costaron al gobierno $1.400 millones de dólares (el equivalente hoy de $2 mil 100 millones).

Pero en adición a los empleados públicos, el sector privado no se vería exento de perjuicios. Se estima que ese año solo en el área de la capital la interrupción presupuestaria afectó el 20 por ciento de los contratos de empresas con el gobierno. No se sabe a cuánto ascendieron las pérdidas, pero economistas dicen que de repetirse la situación, ahora sería peor.

La razón es que el gobierno paga hoy en día tres veces más en contratos a empresas privadas que en la década de los 90, y además, especialistas de la agencia calificadora de riesgos Moody´s han estimado que de producirse un cierre de más de una semana el crecimiento económico nacional podría congelarse el próximo trimestre, el último del año.

Otra de las repercusiones negativas sería en el mercado laboral, y entre las previsiones se cita la elevación de la tasa de desempleo, actualmente en 7,3 por ciento, a 7,8 por ciento, cuando el país se esfuerza denodadamente por estimular la creación de nuevos puestos de trabajo para poder estabilizar su economía.

El panorama podría ser incluso más dramático porque a la falta de un acuerdo para probar el presupuesto fiscal de 2014 se suman los debates, también infructuosos, sobre el incremento del techo de la deuda nacional, y el gobierno se quedará sin fondos para hacer frente a sus obligaciones tan pronto como el 17 de octubre.

Voto republicano acerca el cierre

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, convocó este sábado al liderazgo republicano para votar por una propuesta que extiende los fondos del gobierno hasta el 15 de diciembre.

Pero el proyecto demora la entrada en vigor del Obamacare un año e incrementa las posibilidades de un cierre parcial del gobierno a partir del próximo martes, 1ro. de octubre.

En respuesta a Boehner, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, señaló que la votación de los republicanos “no tuvo sentido".

También reiteró que "el Senado rechazará cualquier intento que obligue a hacerle cambios a la reforma de salud a través de un proyecto de ley para mantener abierto el gobierno, o un proyecto para aumentar el techo de la deuda”.

A contrapelo de la propuesta de la Cámara, la del Senado extendería los fondos gubernamentales hasta el 15 de noviembre para dar un mes al Congreso a fin de aprobar un presupuesto a más largo plazo.
 

sábado, 28 de septiembre de 2013

Llegó la hora de tomar acción. No más politiquería con el techo de la deuda EEUU

Tomado de La Voz de América
El presidente Obama pidió a los republicanos que "cumplan su responsabilidad" y paguen las deudas del país a tiempo.
Obama a republicanos: “No cierren el gobierno”
El presidente Barack Obama insistió sin titubear que el sistema de salud conocido como Obamacare entrará en vigencia incluso si el Partido Republicano decide cerrar el gobierno.


El presidente Barack Obama pidió al Congreso estadounidense, y en particular, al Partido Republicano no cerrar el gobierno y aprobar sin demora el nuevo presupuesto de la nación.

“El Congreso tiene dos responsabilidades, una es mantener al gobierno operando, no cerrar el gobierno, y la otra es una acción simple: aprobar el aumento del techo de la deuda, para que el Tesoro pueda pagar los recibos”, dijo Obama.

El mandatario fue claro al indicar que los republicanos no están realmente interesados en discutir el presupuesto o el aumento al techo de la deuda del país, sino más bien, en evitar la implementación de una pieza legislativa con la que no están de acuerdo.

“Esta discusión no es por el déficit del país. Esta discusión, como ustedes lo han  podido comprobar si han seguido esta conversación, se debe a la pieza legislativa de nuestro nuevo programa de salud”, argumentó el presidente.

No obstante, Obama fue tajante al asegurar que incluso si el Congreso decide no aprobar el presupuesto y el gobierno se cierra, la aplicación e implementación del nuevo sistema de salud, conocido como Obamacare, continuaría tal y como está programado.

“Imaginemos si tuviéramos un presidente republicano, y los demócratas estuvieran diciendo que no van a aprobar el presupuesto si no se aprueban medidas más estrictas para los portadores de armas (…) u otros asuntos de interés político que forman parte de la agenda demócrata. ¿Creerían los republicanos realmente que esa actitud es correcta?”, cuestionó el mandatario estadounidense.

El Senado ya aprobó una medida para mantener al gobierno estadounidense operando, pero la cámara de representantes, controlada por los republicanos, se niega a hacerlo a menos que se posponga la implementación del Obamacare.

Los legisladores tienen hasta este próximo lunes a la media noche para evitar un cierre de gobierno, de lo contrario miles de empleados federales, soldados, escuelas y otras instituciones que dependen del gobierno, tendrán que suspender sus actividades.