Agencias Noticiosas
PRESUPUESTO
EN EL AIRE TRAS TERCER DÍA DE CIERRE
WASHINGTON
(AP) -- Tres días después del inicio del cierre parcial del
gobierno, el presidente Barack Obama culpó al presidente de la Cámara, John
Boehner, por mantener cerradas los organismos federales, mientras la enconada
disputa presupuestaria se acercó a una confrontación aún más crítica sobre la
deuda del país.
Obama canceló el jueves una
gira por Asia a fin de quedarse en la capital mientras el Tesoro advertía del
grave riesgo económico que acecha al país si el Congreso no eleva el límite de
la deuda.
En respuesta a Obama, Boehner
se quejó de que el presidente sigue adelante con la implementación de la nueva
ley de salud. Y mientras el gobierno sólo opera a medias, el mercado de valores
se desplomó a su nivel más bajo en caso un mes.
No cabe duda que el cierre
tiene consecuencias. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte no envió
investigadores a Tennessee para atender el mortal accidente de un autobús donde
viajaba un grupo de fieles religiosos, con un saldo de 8 muertos y 14 heridos.
El Departamento del Trabajo informó que no publicará el viernes el reporte de
empleo de septiembre debido al cierre de labores.
El jueves por la noche, la Casa
Blanca anunció que el presidente no realizará un breve viaje planeado a
Indonesia y Brunei la próxima semana debido al cierre. El portavoz de la Casa
Blanca Jay Carney dijo que el secretario de Estado John Kerry viajaría en
representación de Obama.
Previamente, afuera del
Capitolio, se escucharon disparos a media tarde, lo que paralizó un Congreso
que de antemano estaba tenso, en una ciudad que se recupera de una balacera del
16 de septiembre registrada en el Astillero Naval.
Autoridades y testigos dijeron
que una mujer trató de arremeter con su auto una barricada de la Casa Blanca,
luego fue perseguida por la policía y terminó muerta a tiros por la policía
frente a la sede del Congreso a más de una milla de distancia.
A pesar de la caldeada retórica
política, han surgido algunas señales de una posible solución al cierre. Pero
la situación se mantiene fluida.
Dos representantes republicanos
dijeron que Boehner les expresó que podría permitir una votación sobre la
reanudación de todas las operaciones federales, pero sólo si los legisladores
republicanos le aseguraban que no atacaban por no afectar la ley de servicios
médicos. Hasta el momento, los republicanos no se han mostrado dispuestos a ese
compromiso. Los dos legisladores hablaron a condición de no ser identificados
porque las conversaciones fueron privadas.
El cierre y la proximidad del
tema del límite de la deuda estaban fusionándose en una sola confrontación, lo
que hace aumentar el peligro para el presidente, el Congreso y la economía
misma.
Obama y el Departamento del
Tesoro dijeron que no aumentar el límite del endeudamiento, que se espera que
toque su techo de 16,7 billones de dólares a mediados de octubre, pudiera
precipitar una desaceleración económica peor que la Gran Recesión. Una mora en
los pagos de la deuda pudiera congelar los mercados de crédito del país,
provocar una fuerte baja en el valor del dólar y un aumento considerable de las
tasas de interés en Estados Unidos, según el Departamento del Tesoro.
Por su parte, Obama reiteró
firmemente su oposición a una negociación.
"No se puede exigir eso a
cambio de mantener el gobierno funcionando", dijo.
El enfrentamiento en Washington
por el cierre gubernamental se tornó más personal el jueves.
En un discurso en una empresa
de construcción en un suburbio de Washington, Obama presentó a Boehner como
cautivo de una pequeña banda de republicanos derechistas que reclaman
concesiones a cambio de aprobar una ley de gastos a corto plazo para permitir
que el gobierno reanude plenamente sus operaciones.
"Lo único que impide el
regreso de la gente al trabajo, la reanudación de la investigación básica o la
concesión de préstamos a agricultores y pequeños empresarios, lo único que
impide que todo eso suceda ya, hoy, en los próximos cinco minutos, es que el
presidente (de la cámara baja) John Boehner se niega a someter el proyecto a
una votación por sí o por no porque no quiere enfurecer a los extremistas en su
partido", afirmó Obama.
Los redactores de la AP en
Charles Babington, Alan Fram, Nedra Pickler, Connie Cass, Andrew Taylor y Julie
Pace contribuyeron a este despacho.
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