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domingo, 18 de mayo de 2014

Diego Pablo 'el Cholo' Simeone el líder del logro de un sueño que parecía imposible

Tomado de El Mundo

El promotor del cambio

·      'Si estoy dos días sin ir al gimnasio, me vuelvo loco', dice Simeone

Sólo se permite una copa de vino si no está en su círculo íntimo

Por EDUARDO J. CASTELAO

«Si estoy dos días sin ir al gimnasio, me vuelvo loco». Lo dice Diego Pablo Simeone (Buenos Aires, Argentina, 1970), el hombre que le ha dado la vuelta a la historia del Atlético, al menos a la más reciente. En la primera semana de diciembre de 2011, recibió la llamada de Miguel Ángel Gil, en ese momento convencido ya de que Gregorio Manzano estaba amortizado. El consejero delegado del club recibió el «sí» del Cholo a los pocos segundos de conversación, pero le pidió que aguantara, porque le faltaban unos días para terminar el Torneo Apertura -finalizó segundo con Racing- y quería marcharse por las buenas, inmerso el club argentino en un proceso electoral.




No se lo pensó y el día 27 de diciembre de 2011 fue presentado en el Vicente Calderón. Aquel día empezó a cambiar la historia de un club zarandeado por sus propios errores durante más de una década. «A lo único que aspiro es a que los rivales no quieran jugar contra nosotros», le dijo a Gil ese mismo día en la cena. Dejaba atrás a sus hijos, «lo más sagrado», suele decir, y por entonces comenzó un ritual para mitigar su ausencia. Casi todos los días se coordina con ellos para sentarse a cenar juntos. Él en Madrid y ellos en Buenos Aires. Skype o el Facetime hacen el resto. Se ponen el iPad cada uno en su mesa y entonces los 10.081 kilómetros parecen menos. Alrededor de ellos, de sus hijos -Giovanni, 18 años, ya jugando en River Plate, Gianluca (15) y Giuliano (11)- ha construido el entrenador del Atlético la mayoría de sus rituales.

Ayer habló con ellos desde la misma hierba, hecho un mar de lágrimas. Y luego se acordó, rodeado de todos sus colaboradores. «Es una sensación rara», dijo al ser cuestionado por lo que sentía. «Me acuerdo de Don Jesús [Gil], de Luis Aragonés, que en la segunda parte estaba hoy estaba defendiendo en el área pequeña... Y de un montón de gente que no pudo venir al estadio. Familiares, aunque estuvieron mis padres y mi hermana... Tanta gente que ha estado siempre cerca, en todos los momentos», afirmó visiblemente emocionado, acordándose de sus hijos. Ahora vendrán para la final de la Champions, siguiente objetivo de un hombre muy muy feliz.


«Es un tío muy reservado», cuenta un alto ejecutivo del club, y es por eso que su (casi) único interlocutor con las oficinas es Miguel Ángel Gil. Pese a esa lejanía con los niños, no tiene, nunca la tuvo, la sensación de estar renunciando a algo. Ignoraba esos sentimientos los sábados por la noche, cuando sus amigos salían de copas y él se quedaba descansando, y los ignora, o los mitiga, hoy respecto a la familia. «¿Qué es un grupo humano? Es ponerse en el lugar del otro», trató de explicar así el orgullo que le produce lo realizado.
A Simeone, lo dicen quienes más cerca están de él, se le define como esa lucha permanente entre la frialdad que le exige el puesto y el temperamento de un purasangre que arrastra desde bien pequeño. Se le humedecen los ojos con más facilidad de la insinuada, y aunque no son pocas sus colaboraciones, a las organizaciones humanitarias a las que ayuda siempre les pone la misma condición: el anonimato. De la misma manera que jamás hará referencia a su vida privada. De hecho, anda estos días bastante molesto porque la prensa rosa lo ha colocado como uno de sus objetivos. Quizá, al margen del éxito deportivo, por ese aire de maduro interesante que gasta. A los 44 recién cumplidos, mima su cuerpo y sus telas con la pasión de una quinceañera.
«Si estoy dos días sin ir al gimnasio, me vuelvo loco», insiste, y es por eso que no suele faltar a su encuentro con las máquinas del Cerro del Espino de Majada honda y, sobre todo en los días después de los partidos, a su cita con el Bikram Yoga. ¿Qué es eso? Pues es yoga, pero practicado en una sala a 40 grados de temperatura. En el gimnasio de La Moraleja al que acude, además, tiene la suerte de que en esas clases la mayoría son mujeres y eso, para qué engañarse, siempre es mejor. Esta técnica, muy de moda entre los centros más chic, sirve, según sus defensores, para estirar con más facilidad todos los músculos del cuerpo. Y Simeone tiene unos cuantos.

Eso le permite compatibilizar la preparación de los asados con sus colaboradores con el hecho de entrar en un traje impecable, hecho a medida eso sí, por Roberto Verino. Camisas slim fit, por supuesto, y camisas negras siempre -no hay datos de que sea la misma-, dejando al descubierto otro rasgo de su personalidad que él mismo define: «Soy muy cabulero». Cabulero, en Argentina, viene de cábala, es decir, Simeone es un tipo profundamente supersticioso. Esa camisa negra es «la camisa de ganar», igual que la corbata fina. Y todo viene porque en la primera final que disputó como entrenador del Atlético, la de la Europa League en Bucarest ante el Athletic, se puso una camisa negra. Hasta hoy. Ese culto al cuerpo, por cierto, lo pueden comprobar quienes se sientan a la mesa con él. Normalmente para cenar se permite una copa de buen vino, pero nada más si no está rodeado de los suyos.

No se esconde, eso sí, y cuando hay motivo se le puede ver en una buena mesa de De María o en la zona VIP de Kapital. «Madrid es rojiblanca», decía ayer el hombre que, junto a Marcel Domingo y Luis, puede presumir de haber ganado la Liga con el Atlético en el campo y en el banquillo. Señaló el partido de Bilbao como el momento en que él se dio cuenta de que podían ganar la Liga aunque, como confesaba después en los pasillos, «no pensé que fuera así». Su contrato con el Atlético termina en 2017, pero ambas partes se prometieron en la firma que no se pondrían muchos problemas la una a la otra al final de cada temporada. «Es el triunfo del trabajo», cerró.

sábado, 17 de mayo de 2014

Estadio Garrincha, serio aspirante a ganar la Copa Mundial de la corrupción

Tomado de The Wall Street Journal

Una vista aérea del monumental estadio Mané Garrincha en Brasilia. 

El gran estadio Mané Garrincha en Brasil levanta sospechas

A un costo final de US$900 millones, el Mané Garrincha, de Brasilia, es blanco de acusaciones de corrupción y malgasto a semanas del Mundial

Por PAULO TREVISANI

BRASILIA—El nuevo estadio en la capital brasileña se completó con bastante anticipación al Mundial y ha sido halagado por su arquitectura. Pero su precio y su tamaño desproporcionado han suscitado acusaciones de corrupción y desperdicio.
Con un costo de 2.000 millones de reales, unos US$900 millones, el Estadio Nacional Mané Garrincha es el recinto de fútbol más caro que se haya construido en la historia de Brasil. Su costo estimado se triplicó desde que empezó su construcción, en 2010, y un auditor federal ha concluido en una serie de informes que casi un cuarto de los costos del estadio son excesivos o inflados.
Los excesos del presupuesto son o "un error garrafal o mala voluntad", dice Renato Rainha, un auditor que ha dirigido dos investigaciones sobre el estadio.
Los funcionarios locales rechazan las acusaciones. Los fiscales federales no han levantado cargos ni presentado demandas. Las autoridades responsables de los contratos niegan cualquier conducta indebida y aseguran que están cooperando con los auditores.
De todos modos, el estadio ha generado resentimiento entre algunos brasileños que creen que su gobierno derrochó dinero en sus proyectos ligados al Mundial, enriqueciendo a unos cuantos con pocos beneficios tangibles para el país.
"Podríamos haber gastado menos en el estadio e invertido dinero en áreas fundamentales como la salud pública y las escuelas", afirma Rainha.
Desde que abrió en mayo de 2013, el Mané Garrincha se ha convertido en un monumento imponente en la capital brasileña, conocida por los edificios modernistas del arquitecto Oscar Niemeyer. Muchos habitantes están perplejos por el lujo y la escala del estadio.
El complejo de 71.000 asientos presume de columnas elevadas, paneles solares, césped peinado y un techo especial autolimpiante para proteger a los espectadores del feroz sol de Brasilia. En Brasil, sólo el famoso Maracaná en Rio de Janeiro es más grande.
En Brasilia, se disputarán siete partidos del Mundial en junio y julio, pero llenar el estadio después del torneo será todo un desafío. La ciudad no cuenta con un equipo importante de fútbol que llene el recinto una vez que concluya la Copa.
"Estamos sorprendidos con sus costos", dijo Eliana Pedrosa, una legisladora local. "Brasilia puede darse abasto con un estadio la mitad de ese".
Los funcionarios a cargo de la construcción dicen que los costos reflejan una obra de última generación que, prevén, en el futuro aportará sustanciales ingresos adicionales a la ciudad.
Dos grandes franquicias nacionales de fútbol de Brasil —Flamengo y Vasco da Gama de Rio de Janeiro— tienen grandes bases de hinchas en Brasilia y han alquilado el Mané Garrincha para algunos de sus partidos. El complejo también se está ofreciendo para conciertos. Beyoncé y Aerosmith se han presentado en el nuevo recinto.
El estadio fue construido por un consorcio encabezado por Andrade Gutierrez, uno de los mayores contratistas de Brasil, con Via Engenharia, una desarrolladora con sede en Brasilia, como socia.
Las firmas constructoras son importantes fuerzas en la política brasileña, lo que genera preocupaciones sobre cómo su dinero puede influir sobre las obras públicas. En 2012, los cuatro principales donantes a campañas políticas de Brasil fueron firmas de construcción: Andrade Gutierrez SA, Queiroz Galvão SA, OAS SA y Camargo Correa SA. Juntas donaron 211 millones de reales, que es casi la mitad de lo que aportaron los principales 20 contribuyentes, según datos oficiales.
"No hay altruismo en este asunto", dijo el juez Marco Aurélio Mello, presidente del tribunal electoral de Brasil, en una entrevista este año. Mello también es juez del Tribunal Supremo, que evalúa una prohibición a todas las contribuciones corporativas a la política.
Rainha, el auditor público, apunta que su investigación destapó varias irregularidades con el estadio de Brasilia, incluyendo costos ampliamente inflados para materiales como barandales y letreros.
El nuevo recinto lleva su nombre en honor a Manuel Francisco dos Santos, apodado Garrincha, una de las estrellas del fútbol brasileño de los años 50 y 60. Su impresionante estructura circular es sostenida por 288 pilares de 30 metros de altura. Se utilizaron casi 200.000 metros cúbicos de concreto y 24.000 toneladas de acero para su construcción.
"Es uno de mi estadios favoritos del mundo", expresó el secretario general de la FIFA Jérôme Valcke sobre el Mané Garrincha durante una visita al estadio este año. Valcke señaló que incluso los hinchas en los asientos más altos pueden disfrutar una vista buena de la acción en la cancha. También le gusta el pasto, que proviene del estado norteño de Sergipe. El césped viajó unos 1.600 kilómetros hacia el sur en camiones con temperatura controlada y fue instalado con sistemas de desagüe e irrigación.
Claudio Monteiro, un secretario del comité del Mundial de Brasilia, dijo que la gran inversión dará fruto.
"No podemos competir con la belleza natural de Rio, así que necesitamos un complejo grande para eventos para atraer un flujo de turistas a Brasilia", acotó Monteiro. "Fomentará un nuevo deseo de visitar la capital". 

domingo, 27 de abril de 2014

Tito Vilanova el callado ideólogo del fútbol moderno dice adiós!

 Tomado de BBC Mundo

 Adiós a Tito Vilanova, un hombre de pocas palabras y muchos récords con el Barcelona

Por JM Pinochet

Terminó la agonía para Tito Vilanova. Más allá del dolor que siente el mundo del fútbol, su adiós marca el fin de un tortuoso camino que sufrió el extécnico del FC Barcelona desde hace dos años y medio, cuando fue diagnosticado con un cáncer de parótida.

Tito fue un hombre de pocas palabras y no tuvo tiempo para acostumbrarse al escrutinio público. Se mantuvo durante cuatro años a la sombra de Guardiola y cuando le tocó dar un paso al frente no tuvo tiempo de saber hasta dónde habría podido llegar.

Ni siquiera la agresión de José Mourinho cuando le metió el dedo en el ojo durante una trifulca durante un partido de la Supercopa entre el Barcelona y Real Madrid lo desestabilizó. Fue el primero en reconocer públicamente su responsabilidad en el incidente y condenarlo.

Tito fue un hombre de pocas palabras y no tuvo tiempo para acostumbrarse al escrutinio público.

En los pocos meses que estuvo al frente del equipo en persona, el Barcelona logró registros históricos que incluso superaron a los del mejor año de Guardiola, y al final de la temporada conquistó el título, igualando el récord de 100 puntos que había conseguido el año anterior el Real Madrid.

Fue la conclusión de un largo camino que comenzó a forjarse en el pueblo en el que creció, Bellcaire de L’Empordà, cerca de Girona, en el norte de Cataluña.

Trabajó durante años en las divisiones inferiores del club catalán, en la famosa cantera de jugadores conocida como La Masía. Fiel a un estilo, a una forma de ser calmada, de confianza, donde predominaba la amistad y las relaciones personales, Tito hizo jugar a futbolistas como Lionel Messi, Cesc Fábregas y Gerard Piqué como a él más le gustaba, con compromiso, solidario.

Es así que lo recuerda el mundo del fútbol, como un hombre leal a sus ideas y que con humildad y dignidad enfrentó a una enfermedad que lo fue consumiendo.


Tuvo que dar un paso al costado del club donde pasó la mayor parte de su vida para dedicarse a su salud. Fue él quien prefirió vivir y sufrir la enfermedad en el anonimato, en silencio, con su familia. Para el resto ya había dejado grabado para siempre su nombre en la historia del balón, su gran aliado. 
Tenía 45 años y una larga trayectoria en el fútbol, primero como un modesto jugador y después como un ideólogo del balón en su etapa como técnico. Su aporte táctico al mejor Barcelona de la historia, marcado por la revolución de posesión que impulsó Pep Guardiola, fue fundamental.

Línea de tiempo

·       1968: Nació el 17 de septiembre en Bellcaire d'Emporda, Cataluña
·       1988: Creció en las inferiores del Barcelona, pero nunca pudo llegar al primer equipo
·       1990: Ficha por el Figueres
·       1992: Llega al Celta de Vigo en primera división
·       2002: Se retira tras una corta trayectoria por clubes de divisiones inferiores, comenzando su carrera como técnico en La Masía
·       2007: Después de ser director técnico del Terrassa, se convierte en asistente del Barcelona B para trabajar bajo las órdenes de Guardiola.
·       2008: Asciende al primer equipo de la mano de Guardiola
·       2012: Es nombrado entrenador del FC Barcelona
·       2013: deja el cargo afectado por su enfermedad
·       2014: muere a los 45 años


domingo, 30 de marzo de 2014

Primera mujer en correr una maratón hace 47 años fue agredida por atreverse. Hoy sigue recibiendo recibe homenajes

Tomado de ABC
 Corredora sufrió agresiones de organizadores por atreverse a correr



La americana corrió en Boston en 1967 y plantó cara a la organización, que entonces prohibía participar a las mujeres
Kathrine Switzer es una leyenda viva del mundo del deporte, famosa por una hazaña en blanco y negro de la que se hablará para siempre. En 1967, se convirtió en la primera mujer en completar un maratón cuando estaba prohibido que participasen las chicas. Fue en la mítica prueba de Boston y Switzer ha recibido este domingo uncálido homenaje en Palma de Mallorca.

Switzer se inscribió en el de Boston como KV Switzer y recibió el dorsal 261, con el que cubrió el recorrido en 4 horas y 20 minutos. Tenía 22 años y se enfrentó a la organización hasta el punto de plantar cara al director del maratón de Boston, que pretendió expulsarla a empujones cuando se percató de que era una mujer.
 
Con la ayuda de su novio, que la protegió hasta la línea de meta, conservó el dorsal y se convirtió en la primera mujer en terminar oficialmente el maratón más antiguo de los Estados Unidos. Harry Trask, un fotógrafo del Boston Traveler, captó la secuencia y esas imágenes se han convertido en un símbolo de la lucha por la igualdad.


Y este domingo, en Palma de Mallorca, más de 700 corredoras tomaron la salida en este primera edición del 261 WM, celebrada en recuerdo de la hazaña de Switzer. La castellonense Beatriz Molina, con un tiempo de 2 horas, 57 minutos y 29 segundos, fue la ganadora. Bajo la pancarta de llegada esperaba Kathrine Switzer

sábado, 8 de marzo de 2014

FÚTBOL EL DEPORTE DE LAS MULTITUDES ES AHORA DEPORTE DE MULTIMILLONARIOS

Tomado de esglobal 

EL MATRIMONIO PERFECTO ENTRE OLIGARCAS Y FÚTBOL

Por Pablo Diez

La propiedad de los grandes clubs de fútbol es el perfecto termómetro de cómo se tambalea el viejo orden internacional. Ante el declive de algunas grandes fortunas europeas, cada vez con más frecuencia se encuentran en manos de las oligarquías rusas, árabes y asiáticas, que han llevado a los clubs no sólo a obtener mayores éxitos deportivos, sino también a una mercantilización sin precedentes.
Las razones de este fiebre inversora son opacas y difícilmente verificables en cada caso: algunos magnates quieren expatriar parte de sus activos para evitar potenciales confiscaciones en sus países de origen; otros se hacen con clubs extranjeros para obtener la residencia y disfrutar así de protección frente a posibles casos de corrupción en los que se vean envueltos. A su vez, algunos oligarcas petroleros ven la necesidad de diversificar su patrimonio de esta manera para afrontar un futuro en el que los hidrocarburos comiencen a escasear. Más allá de las posibles motivaciones, éstos son algunos de los nuevos reyes en los despachos del fútbol europeo.

Roman Abrahamovic (Chelsea)
Roman Abrahamovic encarna el génesis del nuevo propietario del fútbol europeo. Fue el primero en diversificar su inmensa riqueza hacia este deporte al hacerse en 2003 con el Chelsea, club que ha conseguido un creciente rendimiento deportivo al calor de sus millones y que se ha embarcado en una carrera por equipararse al estatus global de grandes como el Real Madrid, el Barcelona o el Manchester United.
Abrahamovic encarna además las aspiraciones y los excesos de la clase alta de su país. Mijaíl Gorbachov lo denunció hace tres años en una entrevista en la que afirmaba que el magnate ejemplifica e incentiva el libertinaje acumulador y consumista de la nueva Rusia. En su propiedad hay yates, un avión privado… y también varios casos pendientes por corrupción. Abrahamovic ha sido denunciado incluso por amigos como el también oligarca Boris Berezovsky, que le demandó 3.000 millones de libras (unos 3.600 millones de euros) por haberle intimidado para vender acciones de una empresa por una fracción de su valor real.
Sin él, el Chelsea no sería lo mismo ni podría aspirar a ganar títulos como la Champions League. Siguiendo su estela han ido llegando al fútbol europeo fortunas aún mayores que la suya, lo que ha diluido parcialmente la gran cualidad de la que disfrutó el Chelsea durante los primeros años de Abrahamovic: la de comprar cualquier jugador a cualquier precio, distorsionando el mercado de fichajes y demostrando que, en el fútbol, el dinero lo puede todo.

Mansour bin Zayed al Nahyan (Manchester City)
Mansour bin Zayed bin Sultan al Nahyan es miembro de la todopoderosa familia gobernante de Abu Dabi y primer ministro adjunto de Emiratos Árabes Unidos. Dotado de una inmensa fortuna, el jeque Mansour se ha dedicado a internacionalizar el patrimonio familiar con múltiples operaciones en el extranjero. Entre ellas figura la adquisición en 2008 del Manchester City, un club hasta entonces sufridor, eminentemente local, y siempre a la sombra de su vecino Manchester United, decano de la globalización del fútbol europeo. Privados de títulos ligueros desde 1968, los fans del City llevaban años prometiendo que el club regresaría con fuerza algún día. Ese día ha llegado de la mano del jeque.
A cambio de ese ese reflotamiento global del club, el jeque se permite sus pequeñas peculiaridades: pocas son las veces en las que se le ha visto en el palco del Etihad Stadium apoyando al equipo en el que tan generosamente invierte; renuncia por sistema a conceder entrevistas y mantiene un estilo de vida chocante, con rumores de poligamia incluidos. Además, el jeque Mansour es sospechoso de haber obtenido ilegalmente beneficios personales de hasta 110 millones de libras después de comandar una inversión multimillonaria para rescatar el Barclays Bank tras el derrumbe financiero de 2008.
Poco les importa esto a los fans mientras el club de sus amores pueda permitirse ganar la liga. Sobre todo si se tiene en cuenta que, antes del jeque, el City no estaba necesariamente en manos de los ángeles, sino que tiene un historial reciente de mandatarios aún más controvertidos (su predecesor en la presidencia fue el magnate y ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, acusado de corrupción en su país y autoexiliado en Dubai).
Nasser al Khelaifi (Paris Saint Germain)
En 2011, la Qatar Investment Authority (el mayor fondo soberano del mundo) se hizo con la propiedad mayoritaria del Paris Saint Germain y puso al frente del mismo al magnate Nasser al Khelaifi. El club, hasta entonces embajador renqueante de una liga como la francesa, que no había incurrido en la mercantilización desaforada de la española o la inglesa, ha renacido y hoy va camino de convertirse en un grande de Europa. A golpe de talonario: el club se ha gastado ya más de 350 millones de euros en fichajes desde que Al Khelaifi tomó las riendas.
Este magnate es también uno de los principales valedores de la celebración del Mundial de fútbol de Qatar en 2022, y de hecho dirige el departamento de márketing del comité organizador. Su apoyo al proyecto, que ha levantado múltiples críticas y sospechas de haber sido adjudicado de manera dudosa, le ha hecho obviar asuntos importantes, como los referidos a las condiciones de semiesclavitud de los trabajadores emigrantes que construyen a toda velocidad las instalaciones del torneo. Sus declaraciones al respecto, asegurando que nadie en su país toleraría que estas empresas incumplieran la ley, supone no sólo la negación de lo que está ocurriendo en la preparación para el Mundial, sino también del modelo abusivo para los trabajadores con el que las empresas constructoras llevan años edificando en el Golfo. Seguramente esto no preocupe en exceso a la mayor parte de los seguidores del PSG, que han visto cómo su equipo se convierte en un serio aspirante a ganar la Champions League y se permite el lujo de insinuar que podría fichar a Leo Messi.
 Erick Thohir (Inter de Milán)
El nombre de Erick Thohir no sonaba en Europa, pero sí en Estados Unidos, donde este magnate indonesio lleva años al mando de un equipo de fútbol americano y de los Philadelphia 76ers de la NBA. El pasado octubre, Thohir desembarcó en el Viejo Continente para hacerse con la propiedad de uno de los grandes del fútbol italiano, el Inter de Milán, del que es ya accionista mayoritario. Al contrario que otros multimillonarios que invierten en clubs europeos, Thohir viene con unas credenciales nobles y bruñidas, del todo diferentes a las de algunos de los ricos bad boys con los que comparte esta lista.
A Thohir se le toma por uno de los estandartes de un movimiento regeneracionista que busca un nuevo modelo para Indonesia, país encharcado en una omnipresente corrupción. Ya en 2005 la prensa estadounidense lo describía no sólo como un empresario de éxito, sino también como un asertivo portavoz en la lucha contra la corrupción. Tal es la estatura moral que se ha labrado, que muchos le ven como el potencial salvador de su país y se lo imaginan ya presentándose a las elecciones presidenciales, algo que ha desmentido. Su retórica va completamente a contracorriente de las bravuconadas de otros magnates al frente de grandes clubs europeos, puesto que ha dejado claro que su prioridad más inmediata es devolver la estabilidad financiera al club, antes que llenarlo de costosísimas estrellas. Este mensaje prudente tranquilizará quizás a los aficionados del Inter que, si bien no dudan de que Thohir llenará las arcas del club, cuestionan el entusiamo de este magnate indonesio cuya verdadera pasión es el baloncesto.
 Alisher Usmanov (Arsenal)
En agosto de 2007, este magnate ruso de origen uzbeko se hizo con 14,58% del Arsenal junto a su socio, y cuatro años después amplió su participación hasta el 30% (el accionista mayoritario sigue siendo el estadounidense Stanley Kroenke). Su llegada fue arrasadora, criticando a los propietarios mayoritarios por su falta de ambición y tratando de imponer a losGunners el estilo directivo del Chelsea de Abrahamovic.
En un principio, el nombre de Usmanov no les resultaba familiar a los fans del club londinense, pero sus credenciales son contundentes: este empresario del metal y de la minería es el hombre más rico de Rusia, con una fortuna estimada en más de 17.000 millones de dólares (unos 12.300). Usmanov es uno de los neoamos del fútbol europeo con peor reputación. Nadie ha conseguido encontrarle culpable, pero sobre él pesan diversas causas por corrupción y mantiene alianzas con el sempiterno dictador uzbeko Islam Karímov y con su hija, la recientemente defenestrada Gulnara Karimova. Ante la avalancha de escándalos, cuyo escrutinio se ha intensificado desde que se hiciera con una gran tajada del Arsenal, Usmanov ha optado por obstruir la información en torno a sí mismo y también en torno a los asuntos en los que tiene un interés. Así, ha contribuido decisivamente a la censura y represión de la cobertura de asuntos polémicos relacionados con los Juegos de Invierno de Sochi. Previamente, en 2012, fue acusado de pagar a una empresa para eliminar y maquillar las críticas que se vertían sobre él en su entrada de Wikipedia. El modelo sensato y estable que ha impuesto el entrenador Arsène Wenger en el banquillo del Arsenal se parece poco a los desmanes y prepotencia de este controvertido copropietario.
 Rinat Akhmetov (Shakhtar Donetsk)
Encuadrado entre los 50 hombres más ricos del mundo, este magnate ucraniano no se ha hecho con los mandos de ningún gran club europeo, sino que ha preferido crear uno desde abajo, y en su propio país. Su gólem se llama Shakhtar Donestsk, un club que, desde que pasó a manos de Akhmetov, ha alcanzado cotas sin precedentes en el fútbol ucraniano, como su victoria en la Copa de la UEFA de 2009. El nombre del Shakhtar comienza a sonar y a inspirar un mayor respeto cuando, impulsado por el masivo patrimonio de su dueño, se mide año tras año a los grandes clubs de Europa. Mientras tanto, los modestos habitantes de Donestsk, epicentro de la minería y la industria siderúrgica ucraniana, pueden adivinar en los fichajes de su equipo de fútbol por dónde circula parte del dinero con el que se queda la oligarquía.
Akhmetov fue diputado por el Partido de las Regiones del presidente Víktor Yanukovich, quien ha estado tradicionalmente próximo al magnate. El magnate se ha erigido en la voz de los oligarcas ucranianos durante la crisis política que vive el país. En un reciente comunicado pedía diálogo y el fin de la violencia, en una llamada conciliatoria aparentemente objetiva que parecía desentonar con el firme apoyo a Yanukovich que era de esperar. Ese pragmatismo demuestra que la realidad es otra: por encima de sus afinidades políticas, él y los demás oligarcas temen que la crisis relegue a Ucrania a la condición de paria, ya que ello podría afectar a sus negocios internacionales. De hecho, muchos de estos magnates, tradicionalmente aliados de Yanukovich, retiraron su apoyo al ex presidente por renunciar a firmar el acuerdo con la UE, inflamar así la ira de los ucranianos proeuropeos y arrojar al país al foso de la máxima inestabilidad política, tan poco saludable para los negocios. Si sus negocios se resienten, también lo hará su criatura, ese pequeño Shakhtar que quiere jugar con los grandes.   
 Grandes nombres, pequeños clubs
Fuera de los focos de los grandes clubs, algunas de las más inmensas fortunas del planeta han caído o podrían caer sobre equipos prácticamente desconocidos, o con una trayectoria eminentemente local (hasta ahora). Así, el hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, se hizo en 2012 con el 30% de dos equipos de su país, el León y el Pachuca. Ese mismo año dirigió también su atención al fútbol español, pero no a uno de los grandes, sino al modesto Real Oviedo, al que rescató de sus aplastantes deudas tras invertir dos millones de euros y hacerse así con una participación mayoritaria en lo que, más que una inversión, tuvo la apariencia de una súbita obra social. También el gran magnate indio del acero Lakshmi Mittal decidió en 2012 diversificar una pequeña parte de su fortuna hacia el negocio del fútbol, haciéndose con más del 30% del londinense Queen Parks Ranger, que perdió la primera categoría durante la misma temporada en que Mittal se hizo con sus mandos. El Southampton, otro modesto club inglés, aunque actualmente bien posicionado en la Premier, podría pasar a engrosar la lista de los nuevos ricos del fútbol europeo si finalmente se materializa el interés del multimillonario Wang Jianlin, considerado el hombre más rico de China, en comprar el club. De momento, la intención del magnate inmobiliario y cinematográfico es sólo un rumor, pero, si llega a ser cierto, el Southampton podría convertirse en el club más acaudalado de la Premier