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sábado, 22 de marzo de 2014

Rusia no retrocede en anexión de Crimea. India apoya sus argumentos

Tomado de La Voz de Rusia 

Como parte de esta estrategia, con el fin de evitar que la República Popular China acudiera en ayuda de Pakistán, la India firmó un tratado de "paz, amistad y cooperación" con la Unión Soviética en agosto de 1971. Este tratado obligaba a cada parte a ayudar a la otra en caso de evidente amenaza a la seguridad nacional.

  

Crimea es el Bangladés del 71


Uno de los primeros líderes mundiales al que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, llamó por teléfono tras la suscripción del tratado de incorporación de Crimea a Rusia fue el primer ministro de la India, Manmohán Singh.


En el comunicado oficial de la Cancillería india Manmohán Singh agradeció a Putin por el esclarecimiento de la postura rusa con respecto a los recientes hechos protagonizados en Ucrania y “destacó la invariabilidad de la posición de la India en relación a la unidad e integridad territorial de los países”. 

Entre tanto, hechos relativamente no lejanos de la historia de la propia India muestran que la integridad territorial no es, ni mucho menos, ninguna vaca sagrada, y suelen darse situaciones en que fuerzas exteriores deben intervenir necesariamente en la marcha de los sucesos en otro país. 

La posición oficial moderada de la India sobre la situación en torno a Ucrania, y, particularmente, lo referente al retorno de Crimea a Rusia, es perfectamente explicable: se trata de los problemas territoriales propios, ante todo el de Cachemira, y el hecho de que a más tardar a fines de mayo el Gobierno de Manmohán Singh depondrá sus poderes. 

Un factor adicional que explica ese cierto alejamiento de la sociedad india y de las autoridades oficiales de los sucesos en torno a Ucrania, es que hoy ninguna agencia informativa india, sino solo el importante periódico The Hindu, tiene corresponsales en Moscú (sin hablar ya de Kiev). Como consecuencia, las informaciones que publican los medios indios se reducen a la reimpresión de las noticia de las agencias occidentales, lo cual se traduce en una cobertura unilateral y en su percepción unilateral por los lectores indios. De ahí que estos reciban informaciones sobre que aparentemente el referéndum en Crimea se celebró a punta de fusiles y en medio de la ocupación rusa. 

Entre tanto, hace unos cuarenta años la India no era tan cautelosa cuando se trataba del destino de todo un pueblo, que se vio casi en la misma situación en la que se vieron los habitantes de Crimea y en la que hoy están los pobladores del sureste de Ucrania. Se trata de los hechos acaecidos en 1971 en Bangladés (entonces Pakistán Oriental). 


La similitud de las situaciones obedece aunque sea al hecho de que, al igual que las fronteras administrativas entre las repúblicas de la antigua Unión Soviética (que se convirtieron en fronteras estatales en 1991) fueron trazadas de forma bastante convencional, sin que se tuvieran en cuenta los nexos económicos, histórico-culturales, idiomáticos y otros, que se habían conformado entre las poblaciones de las partes divididas. Como resultado, en el marco de una formación estatal (Pakistán de los años 1947-1971 y Ucrania) se vieron incluidas partes históricamente no relacionadas entre sí: en ambos casos había (en el caso de Ucrania perdura hasta ahora) una división bien clara en Oriente y Occidente. Y en la historia de ambos estados se dio que una de las partes procuraba por medio de la fuerza privar a la otra de su peculiaridad étnica, idiomática y cultural. Y cuando la población de Pakistán Oriental se rebeló, el Gobierno de la India no lo pensó mucho e introdujo sus tropas en esa parte de Pakistán. 

La derrota de Pakistán en la guerra de 1971 llevó a la creación de Bangladesh. La India fue el primer país que reconoció a Bangladesh como estado independiente.

Por cierto que existen diferencias entre la actual situación en Crimea y los sucesos de 1971 en Bangladés. No se llegó a una violencia abierta contra la población de Crimea por parte de las nuevas autoridades ilegítimas de Ucrania ni tampoco se incrementó el contingente militar ruso en Crimea más de lo que determina el tratado sobre emplazamiento de la Flota del mar Negro. Bastó la resolución del Consejo de la Federación (Senado) sobre la posibilidad de iniciar operaciones militares más allá de las fronteras de Rusia y el deseo de los propios crimeos de regresar a Rusia claramente expresado en el referéndum. 

De todos modos, al evaluar los actuales sucesos en Crimea no hay que olvidarse de las situaciones similares en otras regiones del mundo. Si no fuera por la ayuda militar india difícilmente la lucha de liberación nacional de los bengalís de Pakistán Oriental hubiese sido coronada por el éxito y en el mapa de la Tierra no existiría hoy el Estado independiente de Bangladés.  

martes, 13 de marzo de 2012

En Pakistán es peor ser mujer que profesar el cristianismo

Tomado de El Imparcial

Por Javier Cámara

Una mujer tiene sed, bebe, le dicen que ha contaminado el agua porque no es musulmana y tras una breve discusión es acusada de blasfemia y apaleada. Fue condenada a muerte. Así es la historia de Asia Bibi, una pakistaní de 41 años que espera una apelación a un juicio injusto en un país injusto, porque, "en Pakistán, aun peor que ser mujer es ser cristiana".

Trabajar el campo en Pakistán a 45 grados durante horas es duro. Cuando Asia Bibi paró un momento para descansar y beber agua de un pozo, una compañera le gritó que el agua era de las mujeres musulmanas y que la estaba contaminando. Asia Bibi es cristiana y sus explicaciones tienen poca defensa frente al fanatismo religioso. En un abrir y cerrar de ojos fue acusada de blasfemia, recibió una brutal paliza por parte de sus vecinos, fue encarcelada y un año después condenada a morir en la horca.

Han pasado casi tres años y todavía está a la espera de una apelación mientras malvive en una celda de dos metros por tres sin ventana en la que hace frío, hay goteras y no tiene baño ni las más mínimas condiciones de higiene. Asia Bibi puede morir asesinada en cualquier momento porque un mulá, en un país muy pobre y fanático, ha puesto precio a su cabeza. Su familia (marido y cinco hijos) ha tenido que huir del pueblo, amenazada por los extremistas. Además, dos hombres que quisieron ayudarla, el gobernador del Pendjab, musulmán, y el ministro de las Minorías, cristiano, han sido asesinados por defender su causa.

La periodista francesa Anne-Isabelle Tollet ha contado su historia en 'Asia Bibi, ¡Sacadme de aquí!' (LibrosLibres) con el objetivo de que el caso tenga la suficiente repercusión internacional como para que la Justicia de este país repita el juicio y, con garantías, tenga un final feliz que acabe con su liberación. EL IMPARCIAL ha entrevistado a Tollet, que nos ha hablado de una mujer que ya es un icono mundial de la lucha por la libertad religiosa.

¿Cómo está Asia Bibi hoy? ¿Qué es lo último que sabe de ella?

Tengo noticias de ella todas las semanas porque su marido la visita en la cárcel regularmente. Cada semana me dice cómo se encuentra y sé que está bien desde hace varios meses. Físicamente no tiene ninguna enfermedad y en lo anímico está bien, aunque triste y a veces se desmoraliza porque echa mucho de menos a sus hijos. Su marido le recuerda en las visitas que muchos países están apoyándola y que yo, con este libro, también hago porque sea liberada y eso le da muchos ánimos.

¿Satisfecha con la repercusión que ha tenido el libro?
Bueno, medianamente satisfecha. Creo que el impacto podría ser más importante, ya que, a través de ella, también sabemos del caso de muchas otras personas que corren su misma suerte. Pero Pakistán es socio de muchos países occidentales, no es una dictadura como Corea del Norte. Pakistán es un país que se relaciona y creo que si el impacto fuera más importante a nivel internacional, las cosas irían mucho más rápido.

¿Está movilizada la comunidad internacional a favor de Asia? ¿Qué se está haciendo?

En cada país donde ha salido el libro, las autoridades han interpelado al Gobierno de Pakistán y ha hecho que se preocupen por su caso y le pidan un final feliz para su situación. Pero Francia y Alemania, por ejemplo, no tienen muchas relaciones con Pakistán, por lo que éstos pasan un poco del tema. Sucede, además, que hablamos de un país muy orgulloso que no quiere recibir lecciones morales de nadie y menos de los países europeos.

Pero hay grandes ONGs a nivel mundial que ejercen una presión también sobre Pakistán. Yo, la semana próxima, iré a Ginebra, a la ONU, que interpelará a Pakistán sobre su compromiso con los derechos humanos. Voy a ir a este consejo para hablar sobre el caso de Asia Bibi y servir de alerta.

Entonces, a pesar del apoyo del Papa Benedicto XVI, de la secretaria de Estado de EEUU, Hilary Clinton, y de algunos países importantes, ¿se echa de menos un poco más fuerza internacional por parte de algunos países?

Lo del Papa es un poco contraproducente porque entramos en un conflicto religioso. Pakistán es un estado islámico y no va a escuchar lo que vaya a decir Benedicto XVI. En el caso de EEUU, Hilary Clinton se pronunció al respecto, pero no tuvo mucho eco, por lo que cuando el libro salga publicado allí en otoño le pediré su apoyo formal con el libro como soporte. Tengo la esperanza de que coja el teléfono y llame al presidente de Pakistán.

¿Hay algo más que te hubiera gustado contar sobre la situación de Asia Bibi?

La verdad es que no. Ha sido un trabajo de fondo. He pasado mucho tiempo con el marido de Asia, Ashiq, que me hablaba de su mujer y de lo que ésta siente en la cárcel. He hablado también mucho con sus hermanas, que me contaron cómo es ella. No me habría lanzado a esta aventura de no haber tenido elementos suficientes y legitimidad para poder escribir en su nombre.

¿Qué es lo que más duele a Asia Bibi, el fundamentalismo religioso, el machismo o una justicia de la Edad Media?

La justicia medieval y el fundamentalismo religioso, sin duda, porque son las razones que la han condenado a muerte, porque la presión de los fundamentalistas hizo que la condenaran a morir ahorcada y porque las zonas más rurales, las que están apartadas de las grandes ciudades, son más sensibles a los fundamentalistas.

Visto el número, también importante, de mujeres injustamente encarceladas por delitos de adulterio, ¿qué es peor en Pakistán, ser cristiana o ser mujer?

En Pakistán, aun peor que ser mujer es ser cristiana, sin duda. Las mujeres musulmanas son felices y viven tranquilas. Es verdad que hay sucesos terribles en los que les queman la cara con ácido o les obligan a casarse con hombres que no quieren, pero en general, las mujeres pakistaníes son felices, libres, eligen su marido, educan a sus hijos con alegría y no siempre el marido es mala persona. En Pakistán es muy difícil vivir libremente como cristiana al ser una minoría.

¿Cree usted que haberse declarado a Asia Bibi como “el emblema de la ley contra la blasfemia” enfurece más todavía a los fanáticos religiosos en Pakistán?

Ella nunca se declaró como un emblema, pero ella se convirtió en el símbolo de esta ley contra la blasfemia porque la injusticia que ha sufrido hizo que el gobernador de Pendjab se encargara de su defensa y esto le puso después en el foco de todas las miradas. El resultado fue que todo el odio se cristalizó sobre el caso de Asia Bibi.

¿Qué posibilidad hay de que acabe desapareciendo el delito de blasfemia?

En 50 años quizás... (ironiza). En el Parlamento se habló de ello el año pasado. Un diputado intentó reformar la ley y el resto de representantes no estaba en contra, pero cuando vieron las enormes manifestaciones en las grandes ciudades de Pakistán y luego vieron que el gobernador de Pendjab y el ministro de las Minorías fueron asesinados por haber criticado esta ley decidieron no cambiarla. Es el reino del terror.

Entonces, para un cristiano es una situación de indefensión total, ya que si le preguntan algo relacionado con el islam casi cualquier contestación puede ser considerada como blasfemia, ¿no es así?

No es que uno por ser cristiano ya es automáticamente blasfemo, pero hay mucha desconfianza, sobre todo por parte de los musulmanes de zonas rurales. Sí es verdad que cualquier pequeño detalle puede hacer que la situación estalle.

Asia Bibi es un símbolo, pero ¿cuántos cristianos hay en Pakistán condenados por blasfemia?

Es muy difícil saberlo porque no hay datos estadísticos, pero sí hay que decir que son muchos más los musulmanes que están condenados por blasfemia que los cristianos, porque a un musulmán se le perdona todavía menos tener una señal irrespetuosa hacia el islam, que es su propia fe. Con ellos son más intolerantes todavía. No es sólo un problema de religión, sino de una ley medieval y bárbara.

¿Qué es más fuerte para Asia, su fe en Dios como cristiana o su falta de esperanza en los fanáticos religiosos a la que hace muchas referencias en el libro?

La fe. La fe es lo más importante en ella. Aguanta gracias a la oración que tiene con Dios. Asia está segura de que Dios no la va a abandonar y sólo Él hace que tenga la esperanza de que va a sobrevivir en la cárcel.

En el libro relata la fuerza de su fe en Cristo para soportar este “calvario”, pero llega a dudar. ¿Cree usted que Asia llega en algún momento a perder la fe?

No, nunca ha perdido su fe. Es verdad que tras el asesinato del ministro de las Minorías se enfadó con Dios y le dijo cómo puedes permitir que yo sea responsable de todas estas muertes. Esto hizo que se enfadara con Dios, pero no hizo que se cuestionara su fe en ningún momento.

¿Cómo cree que acabará esta historia terrible? ¿Qué posibilidades reales hay de que salga algún día en libertad?

Espero que sea un final feliz. Para ello sería necesario que el Tribunal Supremo de Lahore apele su caso y sea juzgada de nuevo y que los jueces tengan el valor suficiente para declararla inocente y dejarla en libertad. Porque los hechos son falsos y hay muchos vicios y errores de procedimiento en su condena. Todos estos errores de forma deberían hacer que la absolvieran.

Por otra parte, hay que tener cuidado porque si saliera de la cárcel podría ser asesinada en la calle al día siguiente. Por eso, hemos previsto su liberación con el Gobierno francés y llegado el caso se haría cargo de ella y su familia. Según saliera, la trasladarían directamente al aeropuerto, la subirían a un avión y la llevarían a París para darle asilo político.

Si así fuera, ¿escribirá otro libro en el que cuente la vida de Asia Bibi libre?

Claro, y en este caso lo escribiríamos juntas. Me gustaría escribirlo con ella y que viera como el mundo se ha interesado por su caso y como es la vida en Francia en libertad. Hay mucha gente que reza por ella, que la apoyan, por eso, estaríamos obligadas a contar la segunda parte de la historia, ir hasta el final y no sólo preocuparnos cuando la cosa está grave, también cuando tiene un final feliz.

martes, 12 de julio de 2011

CIA realizó falsa campaña de vacunación para espiar a Bin Laden

Agencias Noticiosas

De acuerdo con el diario londinense, la agencia estadounidense organizó una falsa campaña de vacunación en la ciudad donde se escondía el líder de Al Qaeda para corroborar su identidad

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos organizó una falsa campaña de vacunación en la ciudad paquistaní de Abbottabad, con el fin de obtener el ADN de la familia de Osama Bin Laden, informó hoy el diario The Guardian.

Revela que la CIA contrató al reputado médico paquistaní Shakil Afridi para llevar a cabo la gratuita campaña de vacunación contra la hepatitis B, la cual comenzó en un barrio pobre para dar la apariencia de auténtica.

El plan comenzó el verano del año pasado, cuando agentes de la CIA identificaron a su mensajero, Abu Ahmad al-Kuwaiti, según una investigación del diario londinense, que citó informaciones de funcionarios paquistaníes y estadounidenses.

La CIA intensificó la vigilancia en sus alrededores y llegó a emplear satélites espías; sin embargo, quería pruebas fehacientes de la presencia del líder de la red Al Qaeda antes de aventurar una operación de asalto.

Menciona que como era imposible entrar al fortificado complejo y sólo trabajadores de salud locales habían tenido acceso para tratar a los niños, optaron por la fórmula de la supuesta campaña de vacunación contra la hepatitis B.

'La CIA estaba desesperada por confirmar que Bin Laden estaba en la casa. Nunca estuvieron seguros. Este fue el complicado plan que se les ocurrió para tratar de verificar sus sospechas', dice Saeed Shah, el periodista de The Guardian que firmó el reportaje.

Agrega que para confirmar la presencia del terrorista en el complejo de Abbottabad, los agentes optaron por recoger muestras de ADN de cualquiera de los hijos de Bin Laden y compararlo con el de la hermana del líder de Al Qaeda, que falleció en Boston en 2010.

El reportaje añade que la agencia estadounidense entró en contacto con el médico Afridi, quien se trasladó a Abbottabad para realizar la campaña gratuita de vacunación, después de sobornar a las autoridades locales para evitar el control del Ministerio de Sanidad.

Aunque la CIA no ha confirmado aún el método empleado para hacerse de las muestras genéticas, la versión es que habrían enseñado a las enfermeras que participaron en la ficticia campaña de vacunación a sacar mínimos extractos de sangre tras la inyección sin que fuera evidente.

Según el diario londinense, una de las enfermeras, identificada como Mujtar Bibi, logró entrar al complejo, donde se escondía Bin Laden, para aplicar las vacunas y sacar sangre tras la inyección, sin que se dieran cuenta.

Se cree que a dos enfermeras se les enseñó a sacar sangre tras la inyección, probablemente sin darles a conocer el objetivo del plan.

El médico Afridi se encuentra detenido por los Inter-Servicios de Inteligencia (ISI) de Pakistán por colaborar con agentes estadounidenses, pero se desconoce desde qué fecha.

Tras la operación de un comando especial de Estados Unidos en el complejo de Abbottabad, en el que murió Bin Laden, el pasado 2 de mayo, la policía paquistaní detuvo a varias personas sospechosas de ayudar a la CIA.

jueves, 16 de junio de 2011

Médico personal de Bin Laden nuevo jefe de Al Qaida

Tomado de RFI

El cirujano egipcio sucede a Osama Bin Laden al frente de la red terrorista. Considerado el cerebro de la organización y artífice de los atentados del 11 de septiembre, se convierte en el hombre más buscado del mundo.

En sus mensajes fustiga a los dirigentes paquistaníes, pero también a Estados Unidos, Israel, la ONU, los regímenes árabes y a países europeos como Francia.

A los 59 años, el cirujano egipcio Ayman al Zawahiri se convirtió en el nuevo líder de Al Qaida, anunció la red terrorista en un video colgado en internet por el sitio web de inteligencia estadounidense SITE.

Ayman al Zawahiri es considerado el cerebro y portavoz de la organización terrorista. La última vez que fue localizado ocurrió en octubre de 2001 en la frontera entre Afganistán y Pakistán, poco después organizar los atentados del 11 de Septiembre.

Los ataques contra el World Trade Center fueron el punto culminante de una vida dedicada a la lucha armada.

Al Zawahiri nació el 19 de junio de 1951 en Maadi, cerca de El Cairo, en el seno de una familia burguesa. Su padre era un médico muy respetado y su abuelo un importante teólogo musulmán. A los 15 años integró el movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes.

En 1980 fue condenado a prisión por su implicación en el asesinato del presidente egipcio Anwar el-Sadat. Tras cumplir tres años de condena huyó hacia Arabia Saudita y pasó por Estados Unidos antes de instalarse en Pakistán a mediados de los años 80.

Su decisivo encuentro con Osama Bin Laden remonta a la “yihad” contra los soviéticos en Afganistán. Pero sólo se unirían en 1998, dos años después de ser arrestado en Rusia por reclutar combatientes para luchar en Chechenia. A partir de entonces, empieza a figurar en la lista negra de Estados Unidos -que hoy ofrece 25 millones de dólares por su cabeza- por apoyar los atentados contra las embajadas norteamericanas en Kenya y Tanzania en 1998.

Egipto lo condena a muerte por la matanza de 62 personas, entre ellos 58 turistas extranjeros, en Luxor en 1997. Desde entonces encabeza la lista de terroristas más buscado junto a Bin Laden, a quien también asistía como médico personal.

En varias ocasiones se lo dio por muerto, y la cacería para eliminarlo tras el 11-S le costó la vida a su esposa y dos de sus hijas. Actualmente tendría otra mujer y sería el padre de una niña nacida en 2005.

Es jueves, en su mensaje colgado en internet, Al Qaida se comprometió a proseguir la "guerra santa" contra Estados Unidos e Israel bajo la dirección de su nuevo jefe, el egipcio Ayman al Zawahiri.

viernes, 6 de mayo de 2011

Sospechas sobre funcionarios paquistaníes que protegían a B Laden

Tomado de The Wall Street Journal

Residentes locales frente al complejo donde vivía Osama bin Laden en Abbottabad.

Por Adam Entous, Julian E. Barnes y Matthew Rosenberg

Funcionarios de inteligencia estadounidenses y europeos creen cada vez más que militares activos o retirados u oficiales de inteligencia pakistaníes dieron ayuda al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, permitiéndole permanecer escondido en un amplio complejo a menos de dos kilómetros de una academia militar de élite.

Las sospechas echan luz respecto a dónde se espera que Estados Unidos centre su investigación sobre quiénes podrían haber ayudado a Bin Laden a esconderse en Abbottabad, una localidad a unos 64 kilómetros de la capital pakistaní, Islamabad.

Dos altos funcionarios estadounidenses y un alto funcionario europeo de inteligencia militar que tienen un conocimiento directo de la agencia pakistaní de inteligencia militar, el Directorio de Inter-Servicios de Inteligencia (ISI, por sus siglas en inglés), dicen que elementos similares ligados a este servicio hay ayudado a otros grupos terroristas con base en Pakistán, como la red militante Haqqani y el grupo Lashkar-e-Taiba.

"No hay dudas de que él estaba protegido por algunos en el ISI", dijo el funcionario europeo sobre Bin Laden. Los funcionarios dicen que creen que entre esos integrantes del ISI están algunos actuales y ex militares e integrantes de la inteligencia pakistaní con vinculaciones de larga data con Al Qaeda y otros grupos militantes.

Los funcionarios no aportaron evidencia específica, pero hicieron notar la proximidad de la localidad con la capital y la alta concentración allí de oficiales militares y de inteligencia activos y en retiro. Agregaron que la ayuda probablemente incluyó información para ayudar a Bin Laden a escapar de sus perseguidores estadounidenses.

Pero hay quienes tanto en Estados Unidos como en Pakistán ponen en duda que Abbottabad hubiese sido un refugio más seguro que otras ciudades y si los funcionarios pakistaníes habrían tenido motivos para creer que Bin Laden estaba escondido allí.

El miércoles siguieron conociéndose detalles que suman preguntas a lo que podrían haber sabido las autoridades pakistaníes. Abbottabad llamó la atención de la inteligencia pakistaní a partir de 2003 como un posible escondite de los líderes de Al Qaeda y fue el centro de varias búsquedas desde entonces.

En 2005, el hombre que luego fue identificado como el mensajero de Bin Laden compró la propiedad en Abbottabad en la que se construyó el complejo, dijeron funcionarios estadounidenses. Utilizó el alias Arshad Khan y fue quien, seis años después, llevó sin quererlo a los comandos estadounidenses al complejo.

Pakistán niega que supiera el paradero de Bin Laden o que lo haya refugiado. Los funcionarios pakistaníes aseguran que pasaron en 2003 información a sus contrapartes estadounidenses sobre las búsquedas que habían realizado en Abbottabad.

Los estadounidenses admiten que la cooperación con Pakistán ha ayudado a realizar muchos operativos críticos, pero aseguraron que la información utilizada para el ataque en el cual murió Bin Laden el pasado lunes provino de fuentes de EE.UU. y de inteligencia propia.

En informes clasificados dados al Congreso de EE.UU. esta semana sobre la operación, altos funcionarios de seguridad nacional dijeron a los legisladores que sospechaban que Pakistán no había sido tan franco como hubiese podido respecto a la información que manejaba sobre Bin Laden.

También dijeron a los legisladores que estaban buscando evidencia de que elementos del ISI y del ejército tuvieron un rol directo o indirecto en la protección del líder Al Qaeda. De ayuda en esta búsqueda serán las computadoras, las memorias flash y otros materiales obtenidos en la residencia de Bin Laden.

Lo ocurrido puede tener grandes implicancias para una relación entre EE.UU. y Pakistán que se está deteriorando rápidamente. Pakistán desde hace mucho tiempo es un baluarte para los esfuerzos estadounidenses para combatir a grupos terroristas y para la guerra en curso en Afganistán.

Militantes islámicos tienen refugios en Pakistán que utilizan para realizar ataques contra fuerzas estadounidenses en Afganistán. Funcionarios estadounidenses creen que el esfuerzo bélico en ese país depende de que Pakistán haga más por terminar con esos refugios. El gobierno estadounidense también está preocupado por lo que podría ocurrir a Pakistán, un país con armas nucleares que está tambaleante, si la economía colapsa en un momento en que legisladores estadounidenses cuestionan la ayuda que se le está entregando.

La cooperación entre el ISI y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha tenido idas y venidas, pero había empeorado incluso antes del hallazgo de Bin Laden, fundamentalmente por la detención este año de un contratista de la agencia estadounidense por haber disparado contra dos pakistaníes. "Pakistán se volvió paranoico respecto a la presencia de la agencia", dijo un funcionario estadounidense.

Siobhan Gorman, Jay Solomon y Tom Wright contribuyeron a este artículo.

martes, 3 de mayo de 2011

Operación para eliminar a Bin Laden se basó en corazonada

Tomado de The Wall Street Journal

Por Siobhan Gorman, Adam Entous y Zahid Hussain

“El 19 de abril, Panetta le dijo al presidente Barack Obama que la CIA creía que Bin Laden estaba allí. Ese mismo día, Obama dio autorización provisional para un asalto de estilo comando con helicópteros”.

Mientras los dos helicópteros repletos con los miembros de las fuerzas especiales de la marina estadounidense se abrían paso en medio del oscuro cielo hacia la guarida de Osama Bin Laden, los cerebros que habían planificado la operación no estaban seguros de que su objetivo se encontrase ahí. Algunos de los hombres que habían diseñado la misión pensaban que la probabilidad de ello era de apenas 60%.

Habían, de todos modos, elegido una arriesgada estrategia de ataque: un asalto directo a la casa en lugar de sencillamente bombardear el lugar desde un avión que no pudiera ser detectado por los radares.

Soldados paquistaníes y un policía patrullan la que habría sido la residencia donde alojaba Osama bin Laden en Abottabad, Pakistán.

Pero después de pasar una década persiguiendo a bin Laden desde las cuevas del sur de Afganistán a las anárquicas provincias orientales de Pakistán, EE.UU. decidió que el riesgo bien valía la pena. Un examen de la decisión muestra que aunque se basó en meses de planificación detallada, en última instancia dependió de una corazonada.

El siguiente relato se basa en informes y entrevistas con casi una docena de funcionarios de la Casa Blanca, agencias de inteligencia, el Pentágono y el Congreso estadounidense.

En diciembre de 2010, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Leon Panetta, decidió que la información que se había recopilado era lo suficientemente sólida para poner manos a la obra. Convocó a una reunión secreta con legisladores para buscar las decenas de millones de dólares necesarios para financiar el intensivo programa que desembocó en la muerte de Bin Laden.

"Lo que convenció a la gente era que no había otra explicación probable" sobre qué otra persona podía estar ocultándose en el complejo residencial, dijo un funcionario de EE.UU., con la excepción del número dos de al Qaeda, Ayman al-Zawahiri.

La decisión dio inicio a una operación de cinco meses con pocos paralelos en la historia de EE.UU: una misión secreta ocultada a los aliados más estrechos que culminó más de una década de trabajo de inteligencia a menudo infructuoso.

El centro de atención de la inteligencia estadounidense era un complejo amurallado en Abottabad, Pakistán, construido para alojar a alguien que no quería ser visto. Para fines del año pasado, EE.UU. sabía que la mayoría de sus 22 residentes estaban emparentados con uno de los mensajeros más confiables de Bin Laden. Pero una tercera familia seguía siendo un misterio. Los agentes de inteligencia sabían que vivía un hombre adulto, pero no podían verlo.

EE.UU. había buscado a Bin Laden durante más de una década y fallado media docena de veces.

En 2002, apenas un año después de que Bin Laden se escapara en las montañas de Tora Bora, en Afganistán, los interrogatorios de detenidos de la CIA revelaron el alias de uno de sus mensajeros, cuyo trabajo era llevar información y mensajes de Bin Laden a agentes de al Quaeda en todo el mundo. El hombre —quien no ha sido nombrado por funcionarios de EE.UU.— era un protegido del artífice de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Khalid Sheikh Mohammed, y ayudante fidedigno de Abu Faraj al Libbi, un ex número tres de al Qaeda capturado en 2005.

Tras años de arduo trabajo, los analistas de la CIA finalmente descubrieron en 2007 el nombre verdadero del mensajero y comenzaron a buscarlo.

El primer éxito se produjo a fines de agosto de 2010, cuando la CIA logró seguirlo a su residencia de Abbottabad.

Construido en 2005, el complejo estaba en la periferia de la ciudad, al final de un estrecho camino de tierra. Era un edificio de tres pisos con pocas ventanas al exterior. Vieron una terraza en el tercer piso con una pared de más de dos metros que impedía ver hacia adentro. Los residentes del complejo residencial quemaban la basura. El lugar tenía murallas inusualmente altas y carecía de conexión a Internet y teléfono. La propiedad era ocho veces el tamaño de otros complejos cercanos. "Cuando lo vieron, supieron que tenían que hacer algo", dijo un funcionario de EE.UU.

En septiembre, Obama fue informado sobre el complejo residencial y se le dijo que EE.UU. creía que allí se alojaba un blanco importante. Entre sus residentes estaban el mensajero, su esposa e hijos, y la familia de su hermano.

Además, "había una misteriosa tercera familia allí", dijo una fuente cercana. "Había un hombre adulto que no podían ver pero que sabían estaba allí. Había una mujer, potencialmente esposa e hijos, cuya familia coincidía con la potencial de Osama Bin Laden". Los miembros de la tercera familia nunca salían de la residencia.

En febrero, Panetta creyó que era hora de planear la operación. Se reunió con el vicealmirante William McRaven, jefe del comando de operaciones especiales de las fuerzas armadas, y pidió que un equipo reducido analizara opciones.

Se pensó en un bombardeo que minimizara el riesgo para los soldados estadounidenses y maximizara la probabilidad de matar a los residentes del complejo. Pero eso también hubiera destruido pruebas de que bin Laden se encontraba allí.

El 19 de abril, Panetta le dijo al presidente Barack Obama que la CIA creía que Bin Laden estaba allí. Ese mismo día, Obama dio autorización provisional para un asalto de estilo comando con helicópteros.

En la mañana del domingo primero de mayo, Obama dio el visto bueno final para la misión tras un retraso de 24 horas debido al mal tiempo. Panetta fue a misa, mientras Obama fue a jugar golf.

Los helicópteros de EE.UU. trasladaron al equipo de las Fuerzas de Operaciones Especiales desde una base aérea en Jalalabad, Afganistán. Un helicóptero cayó a tierra debido a un "vórtice" creado por los altos muros del complejo residencial, un momento aterrador que resumía los mayores temores de EE.UU. sobre la misión.

Panetta vigiló la operación desde su sala de conferencias convertida en comando de guerra. En la Casa Blanca, Obama y sus principales asesores seguían la tensa acción en tiempo real desde la Sala de Operaciones. "Los minutos pasaban como días", dijo John Brennan, asesor de contraterrorismo de la Casa Blanca.

El equipo, que sabía que tenía que irse en un solo helicóptero, pasó 40 minutos disparando sin tregua, asaltando cada una de las estructuras del complejo residencial. Bin Laden y su familia estaban en el segundo y tercer piso del principal edificio del recinto, el último en ser penetrado.

Un funcionario de defensa de alto rango dijo que bin Laden fue abatido por "balas de EE.UU." y descartó que haya muerto a manos de sus propios guardias para impedir que fuera capturado vivo. Bin Laden recibió en la cabeza al menos una bala disparada por el grupo de asalto de EE.UU.

Además de bin Laden, tres adultos murieron en la redada: dos mensajeros y uno de los hijos mayores de bin Laden. Una mujer cayó abatida al ser usada como "escudo" por uno de los hombres adultos. Otras dos mujeres fueron heridas.

El helicóptero averiado de EE.UU. fue destruido por sus tripulantes antes de que el equipo de asalto se marchara. Las autoridades habían preparado planes de contingencia para bin Laden o en caso de que el hombre misterioso resultara ser otro.

Los paquistaníes, quienes no habían sido informados, enviaron cazas para investigar la presencia de aeronaves no identificadas, pero no dieron alcance a las fuerzas de EE.UU.

A las 15:50 del domingo, el presidente Obama se enteró que el cadáver de bin Laden fue provisoriamente identificado. A las 19:01, Obama fue informado que había una "alta probabilidad" de que fuera el cadáver de Bin Laden.

Bin Laden no solo fue identificado por el grupo de asalto, sino también por una de sus esposas, según un funcionario de inteligencia de alto rango. Los especialistas de la CIA compararon fotos del cadáver con las fotos conocidas de bin Laden y pudieron determinar con 95% de certeza que era él. El lunes por la mañana, un análisis inicial de ADN mostró una correspondencia de "virtualmente 100%" del cadáver con el ADN de miembros de la familia de Bin Laden.

EE.UU. sumergió a bin Laden en el mar, arguyendo que ningún país lo aceptaría y por temor a que su tumba se convirtiera en un santuario.

El cadáver fue colocado en una bolsa con lastre. Un militar leyó un texto religioso preparado, que fue traducido al árabe por un hablante nativo.

"Tras concluirse la lectura", dijo un alto funcionario de defensa, "el cadáver fue colocado en una plancha preparada y ésta fue inclinada, tras lo cual se sumergió en el mar".