Tomado de BBC Mundo
Por qué son impredecibles las
elecciones en Uruguay
Hace un año se daba por seguro el regreso
triunfal del ex mandatario Tabaré Vázquez (2005-2010) a la presidencia de
Uruguay.
Por Veronica Smink
Vázquez era el político con mayores niveles de adhesión popular. Y su partido, el Frente Amplio (FA) al que pertenece el actual presidente José "Pepe" Mujica, llevaba al frente del país dos períodos consecutivos marcados por el crecimiento económico y social.
Por Veronica Smink
Vázquez era el político con mayores niveles de adhesión popular. Y su partido, el Frente Amplio (FA) al que pertenece el actual presidente José "Pepe" Mujica, llevaba al frente del país dos períodos consecutivos marcados por el crecimiento económico y social.
Pero a medida que se acercaron los comicios
generales de este domingo, las certezas sobre la reelección de Vázquez se
fueron debilitando.
Las encuestas sugieren que el gobernante FA
podría perder la mayoría parlamentaria que ostenta desde las elecciones que
llevaron a Vázquez al poder, hace una década.
Una encuesta reciente de la consultora
Factum señala que el izquierdista FA tiene una intención de voto del 44%,
porcentaje que la encuestadora Cifra sitúa en 42%.
De confirmarse estos guarismos serían insuficientes
para garantizar un triunfo en primera vuelta, ya que -según las leyes
electorales uruguayas- un partido deberá obtener al menos el 50% más uno de los
votos para que su candidato gane este domingo.
Factum y Cifra colocan en el segundo lugar
al Partido Nacional (PN) –conocido en Uruguay como el Partido Blanco- que
contaría con un apoyo del 32% o 31%, según los cálculos respectivos.
Incertidumbre
Muchos analistas atribuyen el crecimiento
del PN a la popularidad de su carismático candidato a presidente, el diputado
Luis Lacalle Pou, cuya elección en las internas de junio pasado revolucionó los
comicios.
Lacalle Pou, de solo 41 años, es hijo del
expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), y dio la mayor sorpresa al
ganarle la candidatura blanca al senador Jorge Larrañaga, histórico líder del
PN que ahora postula como su vice.
El tercer lugar en las encuestas lo ocupa el
otro partido tradicional de derecha de Uruguay, el Partido Colorado (PC), que
cuenta con el 15% de intención de voto según Factum y el 17% según Cifra.
Su candidato a la presidencia es el senador
Pedro Bordaberry, hijo del expresidente Juan María Bordaberry, quien gobernó de
manera constitucional entre 1972 y 1973, y de facto hasta 1976.
Las principales encuestadoras del país
descartan que uno de los partidos pueda obtener la mayoría necesaria para ganar
la presidencia en la elección del domingo.
Pero ninguno se atreve a hacer una
predicción sobre lo que ocurrirá en la segunda vuelta, el 30 de noviembre.
La mayor incógnita de este domingo será
quién ganará la mayoría parlamentaria, hecho que podría influir fuertemente en
el balotaje.
Si se suma la intención de voto de los
blancos y los colorados, la derecha podría arrebatarle el poder a la izquierda
por primera vez en diez años.
Este escenario posiblemente sorprenda a
quienes no siguen el día a día de la política uruguaya.
Muchos recuerdan que hace cinco años el
expresidente Vázquez dejaba el poder con un nivel de aprobación récord (71%).
Y que hace solo un año era el político más
popular del país, incluso más que su sucesor en la presidencia, José Mujica.
¿Por qué es que hoy, entonces, su regreso al
poder está en duda?
Los analistas coinciden en atribuir la
incertidumbre a dos causas separadas: por un lado, el desgaste del FA tras una
década de gobierno.
Por otro, a la llegada de un "jugador
nuevo" que promete revolucionar la avejentada política uruguaya.
El fenómeno Lacalle Pou
Según Mariana Pomies, analista política de
Cifra, la inesperada elección de Lacalle Pou como candidato del PN "dio
vuelta las expectativas" de las elecciones.
"Hasta junio se pensaba que el
candidato blanco iba a ser Jorge Larrañaga, cuya imagen está asociada con
varias derrotas electorales", dijo a BBC Mundo.
Hace diez años el Frente
Amplio era la novedad, ahora lo es Lacalle Pou y el discurso de cambio es uno
que entusiasma más que el de ofrecer continuidad
Mariana Pomies, analista política de Cifra
La aparición de Lacalle Pou, 33 años menor
que Vázquez y sin una trayectoria en el Ejecutivo, supuso una
"renovación" de la política, algo que muchos en Uruguay ven con
buenos ojos, afirmó Pomies.
"Hace diez años el Frente Amplio era la
novedad, ahora lo es Lacalle Pou y el discurso de cambio es uno que entusiasma
más que el de ofrecer continuidad", analizó la experta.
Oscar Bottinelli, director de Factum,
coincidió en que muchos asocian la figura de Lacalle Pou con "la
modernidad" y apoyan una "renovación generacional".
No obstante, el analista señaló a BBC Mundo
que, ya antes de la llegada del joven político, Vázquez venía experimentado un
desgaste de su figura, incluso dentro del propio FA.
"Vázquez se opuso a muchos de los
proyectos de ley más progresistas de Mujica, en especial la legalización del
aborto, lo que le hizo ir perdiendo el apoyo de los sectores más de
izquierda", afirmó.
Desgaste
Si bien nadie cuestiona los logros
económicos y sociales del FA, y el reconocimiento internacional que logró
Mujica, la campaña se ha centrado sobre otros asuntos.
En particular dos temas que preocupan mucho
a la ciudadanía uruguaya: la seguridad y la educación.
Según los encuestadores, existe entre gran
parte de la población la percepción de que el FA no hizo suficiente en los
últimos diez años para resolver los problemas en estas áreas.
Algo en lo que han hecho hincapié las
campañas de los blancos y los colorados.
"Vázquez promete que va a bajar 30% las
rapiñas (robos) en 5 años. Claro, hay que avisarle: en la década del Frente
Amplio las rapiñas aumentaron 140%", aseguró hace días Larrañaga en un
acto.
"Con la misma política de seguridad y
los mismos políticos (...) no se pueden obtener resultados distintos",
agregó, alimentado las críticas de quienes consideran que el FA tiene una
visión "garantista" del delito.
En educación, la inversión récord en el
sector y el éxito del Plan Ceibal (que les dio acceso a los niños a una
computadora) no alcanzaron para satisfacer a la población.
Los malos resultados obtenidos por Uruguay
en las pruebas internacionales PISA (donde el país quedó en el puesto 56 de 65,
en 2012) golpearon el orgullo nacional.
"Más del 80% de los niños uruguayos
asisten a la escuela pública y muchos atribuyen al gobierno su deterioro",
explicó Bottinelli.
A la vez que Pomies consideró que el FA no
logró cumplir con su promesa de reformar la educación, ya que no logró superar
la oposición de los sindicatos.
Confianza
A pesar de estas críticas, lo cierto es que
el FA sigue siendo la fuerza más popular de Uruguay, recordaron los expertos.
En ese sentido, ambos coincidieron en que el
partido gobernante sigue siendo el favorito para ganar los comicios.
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LOS SONDEOS:
FRENTE AMPLIO: 44% (Factum), 42% (Cifra e
Interconsult), 41% (Equipos Mori)
PARTIDO NACIONAL: 32% (Factum e
Interconsult), 31% (Cifra), 29,2% (Equipos Mori)
PARTIDO COLORADO: 17% (Cifra), 15% (Factum),
14% (Interconsult), 13,5% (Equipos Mori)
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Hace días, Mujica se mostró confiado en un
triunfo.
"Tengo el íntimo convencimiento de que
el Frente Amplio ganará las elecciones y no sólo eso, sino que además obtendrá
la mayoría parlamentaria", señaló el mandatario.
Sus declaraciones no pasaron desapercibidas:
fueron criticadas como una injerencia indebida en la campaña.
La realidad es que no muchos comparten la
certeza del mandatario y esperarán con ansias hasta que se realice el conteo de
los comicios, en la noche de este domingo.