Tomado de BBC Mundo
Las razones por las cuales Uruguay acepta a detenidos en
Guantánamo
El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, se comprometió a hacerlo este año: en 2014 -dijo en su discurso
sobre el Estado de la Unión- deberá cerrarse finalmente la prisión de
Guantánamo, donde su país aún mantiene encerrados a unos 150 hombres acusados
de terrorismo.
Por Verónica Smink
Lo
que no se sabía aún es qué ocurriría con estos hombres. Ahora, el semanario uruguayo
Búsqueda adelantó que cinco de ellos podrían ser recibidos por el pequeño país
sudamericano, algo que confirmó el presidente José Mujica.
El
anuncio causó gran sorpresa, ya que hasta ahora ni siquiera países considerados
fuertes aliados de Washington se ofrecieron públicamente a recibir a los
prisioneros de Guantánamo.
Detalles del acuerdo con Washington
El ministro del
Interior, Eduardo Bonomi, aseguró que su país verificó los antecedentes de los
detenidos y comprobó que “no existe riesgo o peligro alguno que habilite la
implementación de cuidados especiales”.
En declaraciones al diario La República el
ministro señaló que los prisioneros que lleguen al país “serán hombres libres”
y se les dará el estatuto de refugiados. También mencionó que podrán salir de
Uruguay “siempre y cuando tengan la autorización correspondiente”.
Y dijo que se les pondrá como condición
aprender el español e “integrarse a la vida social” uruguaya.
¿Por
qué aceptó Uruguay darles asilo? Es lo que se preguntan en el propio país,
donde muchos lo atribuyen a otra de las inesperadas decisiones de “el Pepe”,
como se conoce informalmente al presidente.
El
propio Mujica se ocupó de aclararlo en su columna radial, este viernes. El
mandatario hizo hincapié en el hecho de que las gestiones con EE.UU. por este
tema están “lejos de estar cerradas”, pero confirmó que Washington le consultó
hace varios meses si su país podía recibir a algunos refugiados.
“Luego
de algunas gestiones contestamos que sí, porque hoy y siempre, con la excepción
de los dolorosos años de la dictadura, el Uruguay ha sido un país de refugio y
para nosotros esta es una cuestión de principio”, contó el mandatario.
Mujica,
un exguerrillero que pasó 14 años tras las rejas durante el régimen militar en
su país, dijo que “no nos podemos hacer los distraídos ante la formidable
tragedia de gente que lleva 12, 13 años sin comunicación con el mundo y
detenida sin causa probada, ni haber visto un fiscal o un juez. Sin ningún tipo
de garantía. Esta es una vergüenza humana”, sentenció.
Apoyo a Obama
El
mandatario también explicó por qué estaba dispuesto a ayudar a Obama:
“Hoy
hay un presidente en EE.UU. que hizo campaña con este asunto, que hace tiempo
lucha por terminar con esa vergüenza. No le es fácil, porque sus posibilidades
y sus recursos están encuadrados y limitados en las potestades y los pareceres
que tiene el Senado norteamericano”, señaló.
Sin
embargo, aclaró que su postura no significa un alineamiento con la política de
Washington.
“Mucho,
mucho hemos criticado y seguiremos criticando al imperialismo yanqui, a sus
abusos de poder, por acá y por allá”, acotó.
Según
adelantó Mujica, Uruguay no sería el único país que accedió a recibir a
detenidos: “18 países han dado sus colaboraciones similares para ayudar a
terminar esta vergüenza. Y son 89 los prisioneros que sin causa se han ido o se
están yendo de Guantánamo”, contó.
Además,
el mandatario descartó que los exprisioneros representen una potencial amenaza
para su país y dijo que su llegada podría ser beneficiosa:
“Este
pequeño Uruguay supo dar refugio (…) a los anarquistas perseguidos y expulsados
por otros países, cuando decían que eran terribles terroristas, y acá les daban
cobijo y trabajo, y vaya qué fruto le dieron al Uruguay”, recordó.
¿A cambio de qué?
En
declaraciones el jueves, el jefe de Estado había dicho que el posible traslado
de prisioneros de Guantánamo no era un “acuerdo” con EE.UU. sino “un pedido por
una cuestión de derechos humanos”.
Consultado
sobre qué pidió a cambio dijo: “Yo tampoco hago favores gratis, paso la
boleta”, aunque luego especificó que “esto hay que hacerlo porque sí”.
Sin
embargo, en su alocución este viernes, aclaró que sí pidió algo a Washington:
“No
lo hacemos por plata o conveniencia material, es por una cuestión de
principios, pero no tenemos empacho en decir que le pedimos por favor al
gobierno norteamericano que haga lo posible porque esos dos o tres prisioneros
cubanos que hace muchos años que están allí, que busque la manera de
liberarlos, porque también eso es una vergüenza”, señaló.
Si
bien no aclaró a quiénes se refería, se cree que habría estado hablando de los
tres espías cubanos, miembros de la llamada “Red Avispa”, que cumplen condenas
en cárceles estadounidenses y a los que La Habana considera héroes.
Por
otra parte, Mujica consideró que dando este paso, su pequeño país ganará “un
poquito de autoridad moral para decirle a los más poderosos: sean un poco menos
orgullosos, menos impositivos”.
Además,
sugirió que buscaba dar un ejemplo a todos los que se llenan la boca hablando
de derechos humanos: “Estuve un montón de años preso y estoy podrido de lo que
se habla: derechos humanos es esto”, sentenció.
Servidores
A
pesar de que Mujica consideró que su decisión debería ser motivo de orgullo
nacional (“si estas gestiones culminan, el Uruguay debe sentirse servidor en
una causa que es cerrar una vergüenza de la humanidad”), lo cierto es que
muchos no apoyan su iniciativa.
El
precandidato presidencial Luis Lacalle Pou, del opositor Partido Nacional,
informó que convocará de manera “urgente” al ministro de Relaciones Exteriores,
Luis Almagro, para que explique ante el Congreso la decisión del Ejecutivo, a
la que se opone.
A
través de un comunicado, el diputado dijo que “el tema no se circunscribe en el
marco de ningún acuerdo internacional” y “no tiene ningún argumento jurídico”.
Otro
precandidato blanco, el excanciller y senador Sergio Abreu, también dijo que
convocará a Almagro, y cuestionó la legalidad de la medida porque “no está
claro en qué régimen estarían en Uruguay”.
Por
su parte, el precandidato del mismo partido Jorge Larrañaga dijo a través de la
red social Twitter que “aceptar presos de Guantánamo es aceptar el régimen de
Guantánamo, sin tratado internacional ni habilitación del parlamento. Enorme
error”.
Tampoco
el colorado Pedro Bordaberry estuvo de acuerdo: “Bastantes líos tenemos aquí
para importar los líos de otros; las prioridades son otras, creo, no
Guantánamo”, señaló.
Según
la analista política Mariana Pomies, de la encuestadora Cifra, el tema aún no
ha generado gran polémica en Uruguay, un país acostumbrado a los anuncios
excéntricos de su presidente.
“Mujica
suele anunciar como 35 ideas por día, la mayoría de las cuales quedan en la
nada, así que esto solo cobrará trascendencia si los opositores le dan
importancia al tema”, opinó.
En
tanto, la experta dijo a BBC Mundo que la percepción de muchos analistas es
que, más allá de la cuestión moral, el gobierno uruguayo tratará de sacar algún
provecho económico o político del asunto.
“En
este momento Uruguay no necesita ayuda pero siempre es bueno tener a EE.UU. de
amigo”, afirmó.
Por
otra parte, algunos especulan con que el gesto de Mujica podría lograr que el
mandatario se reúna en privado con Obama antes de dejar el cargo en 2015, un
encuentro que no logró concretarse en sus cinco años en el poder.
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