viernes, 9 de abril de 2010

Las empresas estadounidenses ven la luz al final del túnel, pero la cautela persiste

Tomado del Wall Street Journal
Por Clare Ansberry

Las empresas estadounidenses están saliendo de su mayor crisis desde la Gran Depresión con una nueva forma: más pequeñas y frugales.

Para sobrevivir, las compañías han tenido que despedir a millones de trabajadores, cerrar cientos de plantas y dejar vacíos cientos de miles de metros cuadrados de espacio de oficina. La experiencia las ha dejado con una mentalidad más conservadora y no muy dada al riesgo.

El camino a la recuperación va a estar marcado por una aceleración estable, pero lenta. Algunas empresas verán oportunidades para hacerse con activos baratos o para ganar participación de mercado. Pero aún no está claro si sus esfuerzos generarán suficientes empleos nuevos para impulsar un crecimiento más amplio de la economía.

Aunque se espera que las ventas de electrodomésticos aumenten en Estados Unidos por primera vez en cuatro años, Whirlpool Corp., que clausuró en 2009 casi un décima parte de su capacidad de producción, dice que seguirá reduciendo costos y capacidad este año. El fabricante planea cerrar su planta de Evansville, Indiana, que fabrica refrigeradores y heladeras y trasladar esas operaciones a México. La empresa también piensa mantener a mano el efectivo. "Dada la gran incertidumbre a nivel mundial, tendremos un elevado balance en efectivo durante todo el año. Creemos que es lo apropiado", afirma Jeff Fettig, presidente ejecutivo del fabricante.

Casi todas las industrias estadounidenses finalizaron el año pasado mejor que como lo empezaron. Del 95% de las compañías del índice Standard & Poor's 500 que han divulgado sus resultados del cuarto trimestre, la mayoría superó las expectativas. Pero en muchos casos su mejoría se debió a recortes de costos más que a un crecimiento de sus ingresos. Con la creciente recuperación económica, muchos presidentes ejecutivos esperan mayores facturaciones este año.

El gasto corporativo en tecnología ya ha empezado a repuntar. El gigante de chips Intel Corp. registró uno de sus mejores resultados el cuarto trimestre al reportar un aumento de 28% en sus ventas. La compañía, que hace un año anunció el cierre de varias plantas más antiguas tras el enfriamiento económico, está abriendo nuevas líneas de ensamblaje en EE.UU. ante la recuperación de la demanda de computadoras para consumidores y empresas.

La industria automotriz, que tocó fondo el año pasado, está empezando a ver la luz al final del túnel, y el repunte que se está sintiendo entre sus proveedores. Alexander "Sandy" Cutler, presidente ejecutivo de Eaton Corp., dijo que el negocio de camiones y autos está creciendo tanto en volumen como en rentabilidad, y la compañía tiene una larga lista de pedidos. "Esto nos da confianza en los primeros meses del año", afirma.

Incluso así, Cutler afirma que no prevé un amplio crecimiento económico hasta 2011. Por ahora, Eaton —cuyos empleados en nómina tuvieron que aceptar el año pasado un descanso forzado no remunerado de cuatro semanas— se las arregla con horas extra y trabajadores temporales, en lugar de añadir empleados permanentes.


Vuelve la confianza


Los minoristas estadounidenses finalizaron el 2009 en terreno sólido, a medida que los consumidores recuperaron parte de la confianza perdida. Las industrias dependientes de los gastos de capital, como las de procesamiento de datos y las de fabricación de maquinaria y equipos pesados, están comenzando a beneficiarse de una mayor flexibilidad corporativa a la hora de gastar y de las obras públicas emprendidas en China, India y Brasil. La producción manufacturera creció a una tasa anualizada de 20% en el cuarto trimestre y el sector —que había eliminado 2,2 millones de empleos desde 2007— añadió en enero puestos de trabajo por primera vez en casi tres años.

"Comparado con el año pasado, la diferencia es como la noche y el día", afirma Klaus Kleinfeld, director general y presidente ejecutivo de Alcoa Inc., que aumentó sus reservas en efectivo en 2009 en parte presionando a sus clientes para que pagaran sus cuentas pendientes. Kleinfeld prevé un crecimiento de 10% en el mercado del aluminio, la mitad procedente de China. "Si les pregunta a los pesimistas, responderán: 'Sí, pero esa tasa de crecimiento se compara con un 2009 muy malo'. Todo es cuestión de perspectiva", afirma.

Algunas industrias, como la aeroespacial y la de la construcción comercial, continúan de capa caída. Afectadas por la continua inestabilidad del mercado de vivienda y la incertidumbre sobre los proyectos de infraestructura, las previsiones apuntan a que el negocio de la maquinaria de construcción registre una caída de 43% en sus ventas, según la Asociación Estadounidense de Fabricantes de Maquinaria Pesada, un gremio con sede en Washington.

Gran parte de la incertidumbre en los mercados y en las salas de las juntas corporativas está relacionada con el mercado laboral. Se estima que uno de cada cuatro empleos perdidos durante la recesión (de un total de 8,4 millones) no podrá ser recuperado, un hueco que deberán llenar las industrias que se expanden.

En enero, en el mismo día que United Parcel Service Inc., la empresa de envío de paquetes más grande del mundo por volumen, proyectó resultados para el cuarto trimestre mejor de los esperados, también dijo que eliminaría 1.800 empleos administrativos y gerenciales.

Tras haber reducido personal y capacidad, además de racionalizar sus sistemas de producción, distribución y de logística, a muchas compañías les gusta su nueva imagen. "Hemos vuelto a meter al genio en la botella, y no estoy listo para dejarlo salir", afirma Dan Washkewicz, presidente ejecutivo de la proveedora de equipos hidráulicos Parker Hannifin Corp.

De hecho, si bien algunos empleadores han aumentando ligeramente sus nóminas, la ausencia de una gran ola de contrataciones sigue siendo un problema para la economía estadounidense, que depende del gasto de los consumidores.

Más de 60% de los 1.000 presidentes ejecutivos encuestados por YPO Global, una red de 17.000 ejecutivos, considera que sus fuerzas laborales seguirán en el mismo nivel dentro de un año. Alrededor de 30% pronostica un aumento y 7% un descenso.

En lugar de contratar o añadir capacidad, algunas compañías esperan usar el efectivo que han acumulado para hacer adquisiciones a buenos precios. Eaton, que había estado alejada de las compras en el último año, está buscando oportunidades, dijo su presidente ejecutivo, Cutler.

Otras compañías se están posicionando de otras formas. El fabricante de maquinaria pesada Caterpillar se está preparando para la recuperación asegurándose de que su cadena de suministro esté lista para aumentar el ritmo rápidamente y sin problemas, de ser necesario. "Nuestra capacidad para subir la producción está en función realmente de lo bien que gestionemos la cadena de suministro y a los proveedores", dijo su presidente ejecutivo, Jim Owen, en un encuentro reciente con inversionistas. "Comparado con otros ciclos previos, estamos muy adelantados en cuanto a la preparación para una eventualidad".

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