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miércoles, 7 de diciembre de 2011

Oficina de Defensa al consumidor brasileña multa a Mc Donald por publicidad hacia niños

Agencias Noticiosas

La Fundación de Defensa del Consumidor de San Pablo impuso una penalización de US$ 1,77 millones. Considera que dar juguetes junto a la comida induce a formar hábitos alimentarios perjudiciales para la salud

La Fundación de Defensa del Consumidor de San Pablo impuso una multa de 3,19 millones de reales (unos 1,77 millones de dólares) a la cadena de comidas rápidas McDonald's por incluir juguetes en sus menús infantiles.

El órgano consideró que entregar juguetes en la “cajita feliz” induce a formar hábitos alimentarios perjudiciales para la salud, informó la agencia Brasil.

Una ONG presentó una denuncia el año pasado contra la empresa por la distribución de juguetes con la comida. A pesar de ello, la compañía estadounidense ha realizado desde entonces 18 campañas publicitarias dirigidas a niños en las que utilizaba el reclamo de juguetes para vender sus menús infantiles, según la nota.

McDonald's, que puede recurrir la multa, argumentó en una nota distribuida a la prensa que cumple la legislación brasileña y que sigue un riguroso código de autorregulación publicitaria.

En 2009 una fiscalía brasileña recomendó a McDonald's y a otras cadenas de comida rápida que dejaran de regalar juguetes con los menús infantiles para evitar que incitaran a una alimentación poco saludable.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Haga lo inteligente: sáquele provecho a los cupones de descuentos

Tomado de AARP

La compra de alimentos, impulsada por esteroides. Así se describe perfectamente la moda extrema de los cupones que arrasa en Estados Unidos y también en los análisis de audiencia de Nielsen.

Más de 2 millones de televidentes vieron el estreno del programa Extreme Couponing (Cupones al extremo) en el canal TLC de la red de televisión de Discovery en diciembre del 2010.

En cada episodio, coleccionistas de cupones enloquecidos llegan a los mercados con toneladas de cupones y planes de ataque para hacer sus compras con una precisión militar que recuerda al día D de la invasión de Normandía.

Es cierto que el programa es interesante, y esos estrafalarios fanáticos de cupones sí logran realizar grandes ahorros. Pero siempre termino pensando: "En realidad no tengo tiempo para todo esto. Nunca pudiera ser tan organizado. Y no quiero ni pensar en todas esas heridas a causa de los cortes de papel".

Dada la pasión que siento por ahorrar dinero pero también por mi deseo de tener tiempo para vivir mi vida, decidí consultar a mi vieja amiga Stephanie Nelson, que es frugal al extremo. Ella es la fundadora de CouponMom.com, el sitio web de ofertas y descuentos en el supermercado más antiguo y grande del internet, que en la actualidad cuenta con 5 millones de miembros (la inscripción es gratis). Hay una variedad de sitios para cupones en internet tales como el Everyday Savings Center en AARP.org, Red Plum y Coupons.com.

Stephanie recortaba cupones mucho antes de que se pusieran de moda, pero hasta a ella la agarró desprevenida la creciente popularidad de los cupones, no sólo como manera de ahorrar dinero, sino como un fenómeno cultural parecido al de un deporte profesional. "No sólo se debe a la recesión", dice Nelson. "Lo que realmente sorprende es la popularidad que tienen los cupones entre la juventud, incluso los sitios de redes sociales y de cupones al extremo como Groupon y Living Social".

Dado que en Estados Unidos se distribuyeron el año pasado unos $485.000 millones ($485 billion) en cupones —y ese número sigue creciendo— le pregunté a Nelson cómo podía el consumidor común ahorrar con cupones sin llegar a extremos. A continuación, sus cinco consejos principales:

1. Sí, aún necesita suscribirse al periódico de los domingos. Aunque se hacen cada vez más populares los cupones electrónicos y de otros tipos no tradicionales, dice Nelson, entre el 80 y el 90 % de todos los cupones que se canjean todavía siguen siendo los del periódico del domingo. Puede ser que usted hasta desee comprar más de una copia del periódico, o puede pedirles los encartes de cupones a sus vecinos si ellos no piensan usarlos.

2. Utilice el cupón adecuado, en la tienda adecuada, al momento adecuado. He oído hablar de acompañar comidas con distintos vinos, pero nunca pensé hacer algo parecido con cupones. "La clave es combinar los cupones con las ofertas especiales de las tiendas para comprar artículos que ya están en oferta esa semana", dice Nelson. Según ella, la manera más rápida y fácil de encontrar cupones que coincidan con las ofertas especiales de las tiendas es hacer una búsqueda en internet con el nombre de su supermercado local y la palabra "deals" (ofertas). Le sorprenderán los resultados.

3. Normalmente hay muchos más cupones disponibles en el sitio web de la tienda que en el periódico o en el circular semanal de la tienda. De nuevo, la clave es visitar la página web de la tienda antes de irse de compras, y buscar cupones que pueda imprimir o descargar disponibles solo en el sitio web. Un creciente número de sitios web de supermercados también le permiten descargar cupones directamente a su tarjeta de fidelidad o de socio, y al pasar o deslizar su tarjeta al pagar por sus compras, se aplican los descuentos automáticamente. De tal modo, no existen riesgos de heridas a causa de los cortes de papel.

4. Cuando se trata de las farmacias, vale la pena ser cliente fiel. "La mayoría de las personas piensan que las farmacias son lugares caros para comprar muchos artículos —y sí pueden serlos—. Si se asegura de comprar con regularidad en una cadena de farmacias en su área que usted haya elegido como su favorita, puede recibir grandes descuentos —incluso algunos artículos gratuitos—", dice Nelson. Inscríbase en el programa de tarjeta de fidelidad de la tienda, que por lo general ofrece reembolsos automáticos y cupones que usted puede usar en combinación con las ofertas especiales semanales y otras ofertas de la tienda.

5. Contacte al fabricante de sus productos favoritos. ¿Y si nunca ve cupones para sus marcas o productos favoritos, hasta para artículos tales como los productos orgánicos y los alimentos básicos? "Hicimos un pequeño experimento aquí en Coupon Mom y contactamos a los fabricantes de una amplia gama de productos que casi nunca se promocionan con cupones", dijo Nelson. "Cuando los contactamos a través de sus páginas web y simplemente les preguntamos sobre cupones, casi un 60 % respondieron enviándonos unos 'cupones de relaciones públicas' para sus productos, y algunos hasta nos enviaron cupones para productos gratuitos".

Como en esta cita célebre del filósofo romano Marco Tulio Cicerón, "Nunca llegue al exceso, deje que la moderación sea su guía". No sabía que tenían cupones en ese entonces.

Jeff Yeager es el autor de The Ultimate Cheapstake’s Road Map to True Riches (El tacaño máximo y su ruta a la verdadera riqueza) y The Cheapskate Next Door (El tacaño de al lado).

Vea también: Cómo conseguir cupones en internet.

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sábado, 5 de marzo de 2011

Máximo tribunal declara ilegal comercio de datos de consumidores en El Salvador

Tomado de Diario El Mundo

El ente judicial ordenó a la sociedad que ya no comercie con la información estrictamente privada o personal si no tiene el aval de sus dueños o titulares. También les deberá permitir el acceso gratuito a su base de datos.

Redacción dem

La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia amparó ayer a una asociación ante la sociedad guatemalteca Infornet S.A. de C.V., por la recopilación y comercialización indiscriminada de información personal, crediticia, judicial, mercantil y de prensa de unos cuatro millones de salvadoreños.

El amparo fue presentado por la Asociación Salvadoreña para la Protección de Datos e Internet (Indata) en julio de 2007. Esta entidad se quejó de la creación de bancos de datos informáticos de fácil acceso y transferencia para “venderlos al mejor postor” sin que los dueños de la información lo supieran o autorizaran.

La Sala resolvió que Infornet S.A. de C.V. no podrá vender datos estrictamente personales sin el aval expreso de sus dueños. También indicó que Infornet S.A. de C.V. deberá permitir, de forma gratuita, a particulares interesados el acceso a la base de datos que tiene en su poder. Estas personas podrán “actualizar, rectificar o anular” datos estrictamente personales.

“En efecto, el descontrol y desconocimiento llevan al titular a ya no ser capaz de autodeterminar el destino y uso de sus datos personales, y ello es lo que debe expresarse al demandar, como agravio constitucional”, argumentan en la resolución.

Un “buró antiriesgos”

La sociedad demandada en El Salvador alegó que se dedicaba exclusivamente a la mera promoción y facturación por prestar los servicios de acceso a este tipo de informaciones. Sin embargo, posteriormente, admitió, según el fallo, que la sociedad guatemalteca Infornet S.A. la contrató para proveerle la información de referencias personales, comerciales, judiciales y de prensa que posee en su base de datos, en donde hay perfiles tanto de salvadoreños como de centroamericanos. El objetivo, aseguran, era establecer “un buró de minimización de riesgos en el otorgamiento de créditos y diversos usos lícitos”.

Infornet tiene oficinas en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras; y da servicios informativos a empresas crediticias o de otro tipo con el fin de que sus clientes “sean personas y entidades de arraigo, éticas y con objeto social o personal lícito”. Según la página web www.infor.net, el cliente proporciona un archivo electrónico con el listado de personas individuales o jurídicas. El listado es devuelto con los estudios requeridos.

Las tarifas son diferentes. Si una empresa quiere 30 estudios, le cuesta $40. El precio baja si los estudios suben.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Crisis modifica hábitos de consumo a estadounidenses

Tomado de The Wall Street Journal

El desafío de las empresas es adaptarse al nuevo consumidor "justo a tiempo" que gasta menos pero con mayor frecuencia

Por Ellen Byron

Cuando la economía colapsó en Estados Unidos hace dos años, Rebecca Seabern se dio cuenta de que podía reducir su cuenta del mercado sólo con comer lo que tenía en su abarrotada alacena de la cocina.

"Tenía ocho cajas de lasaña y toallas de papel para un año entero", reconoce Seabern, una contadora de 31 años en San Antonio, Texas, casada y con dos hijos. Seabern aún conserva su empleo, pero sus hábitos de consumo han cambiado. "Dejé de comprar cosas sólo para tenerlas a mano", asegura, y en cambio prefiere hacer mayores pagos a su hipoteca.

La Gran Depresión reemplazó una cultura de derroche con una generación de ahorradores frugales. La última recesión también ha creado un nuevo tipo de comprador en EE.UU.: el "consumidor justo a tiempo".

Durante más de dos décadas, los estadounidenses compraron a lo grande, compraron en cantidad y lo almacenaban todo, convencidos de que el volumen, a menudo pagado a crédito, era la mejor manera de aprovechar al máximo su dinero. Pero la prolongada recesión —con sus altos niveles de desempleo, la caída en picada de los precios de las viviendas y las cuentas de ahorros vacías— alteró la forma en que muchos piensan sobre el futuro. Fabricantes y minoristas reportan que la gente compra menos, con más frecuencia y que está decidida a tener efectivo a mano.

"Los consumidores dicen: 'Voy a comprar lo que necesito para un lapso específico', en lugar de comprar dos o tres unidades extra sólo porque pueden conseguir un buen precio", señala Richard Wolford, presidente ejecutivo de Del Monte Foods Co., compañía que el jueves fue adquirida por un grupo de inversionistas de capital privado por unos US$5.300 millones.

Empresas que venden toda clase de bienes, desde alimentos enlatados hasta suéteres de cachemira, sostienen que el cambio en los hábitos de consumo las está llevando a modificar sus procesos de producción, envasado, fijación de precios y entrega de la mercancía.

Los fabricantes de alimentos y productos para el hogar, incluidos Del Monte y Kimberly-Clark Corp., están ofreciendo envases de tamaños más pequeños para consumidores que prefieren comprar el papel higiénico o la comida para mascotas que necesitan para una semana, en lugar de comprar para todo un mes.

Los supermercados intentan adaptarse a los consumidores que hacen compras más pequeñas pero más frecuentes. Supervalu Inc. varía su presentación más a menudo. La cadena de tiendas por membresía BJ's Wholesale Club Inc. busca atraer una nueva clientela de familias e individuos al vender huevos y margarina en paquetes más pequeños.

Fabricantes y minoristas de ropa como Elie Tahari y Net-a-Porter.com están cambiando sus cronogramas de producción y ventas para adaptarse a compradores que ahora prefieren comprar su ropa durante la temporada y no por adelantado.

Los compradores están más retrasados en sus compras navideñas que en años anteriores: hasta la semana del 14 de noviembre sólo habían completado 15,7% de sus compras, comparado con 20,5% el año pasado y 28,3% en 2008, según el grupo comercial Council of Shopping Centers.

"Habrá una pausa antes de la compra. Los consumidores se preguntarán si realmente lo necesitan y si realmente lo pueden pagar", predice Thom Blischok, presidente de innovación y estrategia global de SymphonyIRI Group, una firma de investigación de mercado. El ejecutivo prevé un ciclo de compras en forma de "U", con fuertes ventas al principio y al fin de esta temporada de fin de año, cuando se consiguen las mejores ofertas.

Hasta ahora, el impacto de las compras "justo a tiempo" es variado en los balances de las compañías. Los tamaños más pequeños, por ejemplo, suelen significar precios más altos, y por lo tanto mayores márgenes de ganancia para los productores.

Aun así, el fenómeno es tan nuevo que aún no se ha reflejado ampliamente en los resultados. Una vocera de Kimberly-Clark señala que las ganancias potencialmente más altas sobre envases más pequeños pueden ser compensadas por mayores costos de manufactura.

Además, las empresas aún sufren los efectos del bajón en los volúmenes de ventas que comenzó en 2008, una tendencia que algunos llaman "el vaciado de la alacena". A lo largo de los últimos dos años, la cantidad de artículos almacenados en las alacenas estadounidenses ha caído alrededor de 20%, según una encuesta reciente de SymphonyIRI. Los consumidores también están reduciendo la variedad de mercancía que guardan. Este año, el hogar promedio tenía 369 productos diferentes en sus botiquines, alacenas y bolsas de cosméticos, frente a 404 en 2006, reveló la encuesta.

Procter & Gamble Co. monitorea las alacenas de los consumidores desde mediados de 2008, convencida de que son una medida confiable de cómo la recesión cambió el comportamiento de los compradores. Alrededor de un tercio de los consumidores está ajustando los niveles de sus alacenas, indica la investigación de P&G, y alrededor de 75% de ellos reduce el inventario.

P&G prevé que estos hábitos de compra más moderados y selectivos serán duraderos. "Hay casi una confianza y orgullo en la capacidad de hacer elecciones a su medida", indica Joan Lewis, directora de conocimiento del consumidor y mercado global de P&G.

Los cambios en el sector minorista suelen estar motivados por los fabricantes. Hace unos meses, Del Monte comenzó a reducir la cantidad de latas de frutas y vegetales envasados incluidos en los paquetes que se venden en las tiendas mayoristas, y les aconsejó a otros minoristas que redujeran la cantidad de latas necesarias para obtener un descuento. La empresa se dio cuenta de que los consumidores estaban preocupados por el costo total, incluso si eso se traducía en un costo más alto por lata.

"Vemos una incidencia mucho menor de viajes al supermercado para comprar a lo grande y muchas más visitas rápidas", dice Wolford, de Del Monte. El ejecutivo no revela si los envases más pequeños han impulsado sus utilidades. Los analistas dicen que los márgenes de ganancia podrían crecer un poco con el tiempo. Pero la gran ventaja podría limitarse a sacarles una compra a un consumidor generalmente precavido.

Los compradores de productos más caros y de lujo también se están sumando a la tendencia del consumo "justo a tiempo". A Kathi Toll, una consultora de 40 años en Chicago, le entretenía ir a los mostradores de productos de belleza en las tiendas por departamentos y concederse algún que otro capricho. El año pasado decidió utilizar primero lo que ya tenía —montones de productos de La Mer, Clinique y Estée Lauder— como una forma de ahorrar mientras se saca un título de estudios superiores.

Las marcas de productos de belleza están tomando nota. Antes de la recesión, las fieles clientas de la línea de lujo para el cuidado de la piel La Prairie solían comprar varias cremas al mismo tiempo, incluso cuando sus productos pueden alcanzar los $500 cada uno. Pero hace dos años, "empezaron a esperar a que la crema se terminara antes de comprarse otra, cada 90 a 120 días", dice Lynne Florio, presidenta de La Prairie, propiedad de Beiersdorf AG.

Tras darse cuenta del cambio, el año pasado La Prairie empezó a vender humectantes, cremas para los ojos y otras lociones de mediano tamaño que los envases tradicionales. Los productos más pequeños, que cuestan 20% menos que los tamaños normales y que sólo se venden en ciertos períodos del año, ayudan a atraer a nuevos clientes y conservar los de antaño cuando no están en condiciones de invertir US$1.000 o más en un régimen completo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Si usted está pensando adquirir una computadora debería leer esta guía

Tomado de The Wall Street Journal


Este año, el dilema clave que enfrenta el consumidor es decidirse por una laptop o una computadora tipo tableta

Por Walter S. Mossberg

Si está buscando una computadora para antes de fin de año, no encontrará grandes sorpresas. De todos modos, aún tendrá que lidiar con mucha terminología tecnológica y cuidar su presupuesto. Tal vez la pregunta más importante para muchos es si les conviene comprar una laptop o una computadora tipo tableta, ya que el iPad, de Apple, ha sido un éxito y pronto llegará al mercado una ola de competidores.

Por lo tanto, ofrezco mi guía anual para compradores de computadoras, un mapa simplificado sobre las decisiones clave que deberán tomar. Me he concentrado en las portátiles, pero muchos de estos consejos también sirven para las computadoras de escritorio. Como siempre, esta guía es para los usuarios promedio que llevan a cabo tareas más comunes. Estos consejos no serán muy útiles para las empresas, los aficionados a los videojuegos o los que necesitan producir contenido de video profesional.

Tabletas vs. laptops: Si busca una máquina no muy potente y fácil de usar en cualquier parte, vale la pena considerar el iPad, cuyo modelo básico cuesta US$499 (todos los precios son de Estados Unidos), en lugar de una laptop pequeña, especialmente si la quiere como su segunda computadora. Muchos usuarios de iPads, entre los que me incluyo, están descubriendo que fácilmente pueden reemplazar una laptop para numerosas tareas, como navegar por Internet, leer y enviar e-mails, visitar sitios de redes sociales, y manejar fotos, videos y música.

Su batería dura más, pesa menos y se enciende al instante. No lo recomiendo para la gente que tiene que crear documentos largos, especialmente hojas de cálculo y presentaciones. Tampoco se lo aconsejo a los usuarios que necesitan, o prefieren, un teclado físico.

Si no le gusta el iPad, pronto tendrá más alternativas. Por ejemplo, la Galaxy Tab, de Samsung, que posee una pantalla de 7 pulgadas —frente a la de 10 pulgadas del iPad— y que funciona con el sistema operativo Android, de Google, será lanzada este mes en EE.UU. En América Latina, el primer país donde estará disponible es Brasil, también este mes. Otros países la lanzarán en el futuro próximo y su precio dependerá de las operadoras telefónicas.

No obstante, algunos compradores de tabletas tal vez quieran esperar hasta el próximo año, cuando habrá muchos más modelos disponibles y Apple probablemente presente la segunda generación del iPad.

Netbooks: Estas computadoras pequeñas, poco potentes y de bajo costo están perdiendo popularidad, pero aún están a la venta, normalmente por entre US$350 y US$500. Están siendo perjudicadas por el auge de las tabletas y por laptops más grandes pero livianas. Algunos compradores consideran que sus pantallas y teclados son demasiado estrechos. Ciertos modelos ahora poseen pantallas más grandes y teclados más amplios. Dell, por ejemplo, lanzará una especie de netbook-tableta híbrida llamada Inspiron Duo, que costará a partir de US$499. Este modelo posee un teclado regular y una pantalla sensible al tacto que se da vuelta cuando se cierra la tapa para que funcione como una tableta.

Windows vs. Mac: Las laptops de Windows pueden ser mucho menos costosas —y vienen en muchos más estilos y variedades— que las Mac. Una portátil de Windows bastante potente puede costar desde US$500, mientras que las Mac empiezan en US$999. Pero las laptops de Apple son elegantes y confiables. Los nuevos modelos de Apple, como sus livianas MacBook Air, tienen una duración de batería extraordinaria. Las Mac tampoco se ven afectadas por la gran mayoría de software malicioso, incluyen programas multimedia mucho mejores y, a un costo extra, pueden ejecutar aplicaciones para Windows en el caso de que no haya versiones equivalentes para Mac.

Precio: La mayoría de las laptops de Windows más populares cuestan entre US$500 y US$800. Uno puede conseguir una portátil de buen tamaño por apenas US$280, pero sus procesadores y gráficos son débiles y algunas carecen de webcams. Si puede costearlo, una máquina ligera pero rápida como la R705 de 13 pulgadas de Toshiba ofrece una batería duradera por casi US$800. Las computadoras de escritorio con todo incluido suelen tener precios que rondan los US$1.000 y algunas, como la HP TouchSmart, ofrecen pantallas táctiles con software sensible al tacto. La iMac de escritorio de Mac empieza en los US$1,199.

Procesadores: Los chips más promocionados actualmente son los modelos i3, i5 e i7 Core, de Intel, y los últimos dos pueden encender y apagar algunas de sus funciones para aumentar la potencia o ahorrar energía. Pero no tiene nada de malo comprar una PC que utiliza procesadores del fabricante rival AMD, que generalmente cuestan menos. Para los usuarios promedio, el Core 2 Duo de Intel seguirá funcionando bien, incluso con el software más avanzado.

Gráficos: Las tarjetas gráficas integradas, que comparten la memoria principal de la computadora, son suficiente para tareas comunes. Sin embargo, placas gráficas más caras pueden aumentar la velocidad de la computadora al quitar parte de la carga del procesador principal. También son mejores para los juegos. Algunas computadoras tienen ambas y pueden pasar de una a otra.
Capacidad inalámbrica: Cada vez más laptops vienen con chips de módem celular opcionales además de Wi-Fi. Son cómodos cuando se viaja, pero requieren un contrato de datos celulares que puede ser costoso.

Conexiones: Si planea conectar su laptop a un televisor, vea si viene con un conector conocido como puerto HDMI, que se utiliza en la mayoría de los televisores de alta definición. Algunas portátiles también incluyen Wireless Display, o Wi-Di, que con un adaptador extra puede proyectar la pantalla de la laptop en un televisor sin la necesidad de cables. Existe un nuevo puerto USB mucho más rápido, llamado USB 3.0, pero por ahora se encuentra en muy pocas máquinas.

Memoria: Trate de comprar una computadora con 4 gigabytes de memoria, o RAM, y nunca una con menos de 2 gigabytes.

Disco duro: Uno de 320 gigabytes debería ser el mínimo en la mayoría de las computadoras, aunque uno de 250 gigabytes es aceptable si el precio es clave o si la usará como su segunda máquina. Los discos de estado sólido, que no poseen partes movibles y utilizan memoria flash, son más rápidos y consumen menos batería, pero cuestan mucho más. No obstante, normalmente ofrecen mucha menos capacidad.

64 bits: Muchos modelos ahora usan una arquitectura de 64 bits, que permite que algunos programas usen más memoria y se ejecuten con mayor velocidad. Si es posible, compre una de 64 bits, una arquitectura que se volverá cada vez más importante.

Tacto: Algunas computadoras con Windows 7 incluyen una función de tacto en la pantalla, aunque a veces no funciona muy bien. Los fabricantes de computadoras tratan de resolver esto con software especiales. Las laptops de Apple usan paneles táctiles como su superficie multitoque, en lugar de la pantalla.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Aliste el bolsillo sale nuevo sistema de juegos de video. Será el regalo preferido esta navidad

Por Luis Montes Brito

Ayer miércoles 10 de noviembre Microsoft sacó al mercado un sistema de juegos de videos que aseguran revolucionará los visto hasta esta fecha en ese campo tecnológico. Se trata del Kinect, desde un par de días antes empezaron a formarse colas de clientes que querían ser de los primeros en poseer y gozar de este avance tecnológico en la tienda de Toys R Us ubicada en la mundialmente famosa plaza de Time Square.

La nueva “consola” de video permitirá a los usuarios a través de múltiples sensores interactuar con la pantalla con simples movimientos corporales e incluso con la voz. El sistema es capaz de reconocer a los diferentes usuarios que interactuaran conjuntamente en sus ratos de hocio.

Sin duda este sistema de video- juegos se convertirá en estas navidades en el regalo favorito de chicos y grandes, las expectativas de venta oscilan alrededor de 5 millones de unidades vendidas antes de que termine el año, a pesar de la deprimida economía mundial. Su precio de venta es de $150, el cual incluye un juego llamado "Kinect Adventures". El sistema reconoce instrucciones en Inglés, español y Japonés.

Kinect es parte de la saga de juegos de video que inició Microsoft como “Project natal”, fue exhibido al público por primera vez durante la feria de Los Angeles, California en junio de 2009, fecha en que inició desde entonces su campaña mercadológica.

El Kinect para Xbox 360 es la respuesta de Microsoft al Wii de Nintendo y al Play Station, que hasta ayer eran las cónsolas de videos más avanzadas disponibles en el mercado. Kinect va un paso más allá y apostó por una plataforma que capte los movimientos y las órdenes del usuario sin necesidad de los mandos o controles inalámbricos que era el principal atractivo de las consolas anteriormente mencionadas.

Por supuesto ni Nintendo ni la Sony con su play station se quedarán quietas y se espera que muy pronto darán su respuesta al mercado con un nuevo avance tecnológico que incluirán en sus equipos.

domingo, 24 de octubre de 2010

Generosidad o egoísmo dependen de la sensación de poder

Tomado de The Wall Street Journal

Por Mary Pilon

Digamos que usted decide comprar algunos chocolates. ¿La cantidad que usted compraría sería afectada por el hecho de que usted esté comprando chocolates para usted o para otra persona?.

Determinar si usted es un tacaño o un santo en cuanto a su consumo es el centro de una investigación del Journal of Consumer Research elaborada por los profesores Derek D. Rucker, David Dubois y Adam Galinsky de la Escuela de Negocios Kellogg de la Universidad Northwestern. Y llega justo a tiempo para el inicio de la temporada de ventas navideñas.

Resulta, según la investigación, que la diferencia entre si somos "pobres generosos o príncipes tacaños" a la hora de dar depende de cuán poderosos nos sintamos cuando estamos comprando.

Aquellos que se sienten poderosos es más probable que gasten más en sí mismos que aquellos que no se sienten tan poderosos, encontraron los investigadores. E incluso aunque las personas con mucho poder gastan más dinero en sí mismas, dicen sentir más satisfacción cuando destinan más a otros, según los investigadores.

En una serie de cinco experimentos, los profesores manipularon la percepción de sus sujetos respecto de su poder. La pidieron a un grupo de personas que recordasen un momento en el que se habían sentido sin poder y a otras que rememorasen cuando se habían sentido poderosas. Luego se les preguntó cuánto gastarían en una serie de diferentes objetos como una taza o una camiseta para ellos o para alguien más. En otro experimento se les solicitó que eligiesen chocolates o para sí mismos o para otras personas de su elección.

A lo largo de los experimentos, encontraron que aquellos que se sentían poderosos eran más propensos a gastar más en sí mismos cuando se les predisponía a sentirse poderosos. Y aquellos que habían sido predispuestos a sentirse sin poder eran más probable que gastasen en otros. Y ambos grupos dijeron sentirse más contentos después de haber dado algo.

Pero incluso un presidente ejecutivo puede sentirse sin poder a veces, observa Rucker. "Lo que encontramos respecto a dar es aplicable a diferentes individuos", sostiene. (El estudio hace notar que este hallazgo puede tener aplicaciones clínicas para lidiar con quienes se sienten poderosos pero infelices).

¿Porqué las personas investigadas que se sentían con menos poder dieron más que otros? En un experimento, los investigadores encontraron que cuando el donante entregaba su dinero de forma anónima los menos poderosos gastaban todavía más en terceros que las personas poderosas. Una posibilidad planteada en el estudio es que para las personas con poco poder, dar más puede ser un intento de revertir una pérdida de poder, consiguiendo a alguien que se sienta en deuda tras recibir un regalo. Pero el hecho de que incluso cuando los regalos son hechos en forma anónima, los menos poderosos den más, sugiere que el mero hecho de dar incrementa para uno la conveniencia psicológica de hacerlo.

Y, por supuesto, hay situaciones en las que la sensación de sentirse poderoso, particularmente financieramente poderoso, puede estar exagerada o ser dudosa. Así ocurrió en el boom del consumo que llevó a la reciente explosión de la burbuja económica. De la misma forma en que muchas personas posiblemente mientan respecto a cuán altas son o cuánto ganan, uno podría tener un sentido más alto o más bajo del poder que realmente tiene y actuar de acuerdo con una auto percepción de poder en vez de la realidad.

Aunque los investigadores encontraron que incluso la gente puede mentir un poco respecto a su percepción de poder, generalmente no lo hace respecto a su posición en la jerarquía social. Así, por ejemplo, uno podría decir "me siento poderoso hoy" pero no necesariamente "me siento más poderoso que mi jefe".

En 2008, los investigadores encontraron que las personas que sentían tener menos poder era más probable que gastaran más en objetos que muestran status. "Es una señal de lo que alguien valora", explica Rucker. Sin embargo, en este experimento, específicamente los investigadores eligieron no incluir preguntas respecto a si el status asociado con un objeto juega un papel en las decisiones de las personas sobre sí mismas o sobre otros.

Así que ¿ qué ocurre con los Bill Gates y los Warren Buffetts del mundo? "Eso es complicado", reconoce Rucker. "Es una pregunta abierta. En algunos casos, pueden ya sentirse importantes y poderosos y pueden estar buscando un sentido a lo que hacen de otras maneras. Retener el dinero quizás no los haga felices", consideró.

martes, 14 de septiembre de 2010

Si va a viajar, haga cuentas antes de comprar millas para volar

Tomado de The Wall Street Journal



Las promociones que ofrecen las aerolíneas son populares entre los viajeros, pero al final pueden costar más que un pasaje

Por Scott McCartney


Los inversionistas que siguen el adagio "compre barato y venda caro" quizás quieran alejarse de los programas de "millas de bonificación" de las aerolíneas. Las personas que compran millas de viajero frecuente pagan alrededor de 3 centavos por unidad, pero luego normalmente las canjean por pasajes que valen 1.5 centavos por milla, o incluso menos.


Estos programas son muy populares entre los viajeros. US Airways señala que alrededor de 5% de sus clientes elige pagar para duplicar o triplicar sus millas cuando compran boletos, y que los ingresos por ventas de millas aumentaron 236% durante el primer semestre de este año comparado con el mismo período de 2009. Las ventas del programa de AirTran Airways han ascendido 40% este año, indicó un portavoz de la empresa. Alaska Airlines informó que sus ventas de millas son "muy robustas" y ahora exceden $1 millón al año. United Airlines afirma que registra 700 transacciones de millas dobles o triples por día.


American Airlines no revela cuántos clientes han comprado millas desde el lanzamiento en mayo de su promoción "Multiplicador de Millas", por medio del cual, a cambio de una tarifa, los pasajeros con boletos pueden ganarse el doble o triple de millas en un viaje. Pero algunos van por 10,000 y 20,000 millas.


"Mucha gente simplemente se vuelve loca por más millas", afirma Derek DeCross, presidente del programa de viajero frecuente AAdvantage de American. "Algunas personas realmente sólo quieren tener tantas millas como sea posible".


Donald Adam, un viajero frecuente de clase élite en American, tenía curiosidad por las promociones ofrecidas por la aerolínea este verano que le permitían duplicar o triplicar las millas de un vuelo. No hizo los cálculos en el mostrador de registro, pero no aceptó, pensando que no era una buena compra.


Tiene razón. Por ejemplo, duplicar las millas de un vuelo de ida entre Nueva York y Los Ángeles costaría $81, incluyendo un impuesto. Pero eso es 3.3 centavos por cada una de las 2,475 millas adicionales que obtendría.


Las millas de viajero frecuente ocupan un lugar privilegiado en la psiquis del consumidor. A la gente les encanta, las acumula, y organiza sus compras y gastos para aumentarlas. Sin embargo, las millas en raras ocasiones generan un valor real: puede ser difícil encontrar los boletos de premio o mejoras de categoría que busca, y los viajeros a menudo las cajean por pasajes baratos, obteniendo un retorno mínimo.


Casi todas las principales aerolíneas de Estados Unidos, excepto Continental y Southwest, venden millas adicionales a miembros de su programa de viajero frecuente. Points.com, que procesa transacciones de compra de millas para la mayoría de las aerolíneas estadounidenses, señala que vende alrededor de $250 millones en millas al año a consumidores.


En general, las aerolíneas cobran entre 2.5 y 3 centavos por milla, algunos agregan un costo de procesamiento de $25 o $30, y todos cobran un impuesto federal de 7.5%, lo que lleva el costo total a más de 3 centavos por unidad en la mayoría de los casos. Para una compra de 10,000 millas, United es la más costosa, a $358. Alaska y US Airways ofrecen el precio más bajo, a $296.


Las millas compradas no cuentan a la hora de obtener estatus de élite, y las transacciones no son reembolsables. Los consumidores generalmente compran millas para conseguir los premios más rápido, indican las aerolíneas. En la mayoría de los casos, comprar 25,000 millas para un vuelo nacional en clase económica no tendría sentido: en United, por ejemplo, pagaría $841 dólares.