Tomado de ABC
La panadería Aida sin
pan
Comentarios de Compartiendo mi Opinión:
- En Venezuela escasea todo lo básico, mientras en El Salvador y otros países con gobiernos “bolivarianos”, PDVSA y sus empresas Alba regalan lo que en su patria no tienen los propios venezolanos.
- "Lo que viene es feo", frase que pudiera repetirse en El Salvador
A partir de acá artículo publicado por ABC
Hasta los chavistas critican a Maduro
Por Ludmila Vinogradoff
Bajo el título “Lo que
viene es feo“, el periodista Ruben Marcano publicó un artículo en la página
digital chavista “Aporrea. com”, donde refleja la
profunda crisis económica y social en la que está sumida Venezuela y que va a
empeorar en las próximas semanas.
El artículo de Marcano, que
hemos querido publicar por considerarlo de interés, admite lo mal que lo están
pasando los venezolanos que hasta los propios chavistas se atreven a criticar
al presidente Nicolás Maduro.
El país está al
borde del abismo y la conflictividad social a punto de estallar. La
escasez y el desabastecimiento de productos básicos, hasta de papel periódico,
amenaza con el cierre masivo de empresas y tiendas, sin que el mandatario
muestre intención de enderezar el rumbo y zanjar los problemas.
El oficialista
Marcano escribe:
“La cortina de humo que echó el
mandatario nacional poco antes de las elecciones de alcaldes, comienza a
disiparse, y reaparece la cruda realidad.
Unas semanas estuvimos
emborrachado de onerosos precios y de una especulación atroz, fruto de
empresarios irresponsables, política económica errática y sobre todo una falta
de supervisión y control por parte de las instituciones del Estado.
Despuntó enero 2014, y las
perspectivas económicas son francamente fea.
Enumeremos algunos aspectos:
Escasez. Siguen disparados los
índices y ahora más que antes. Los productos regulados no se ven ni en los
mercales, pedevales y muchos menos en Bicentenario. Se consiguen a través de
los bachaqueros y trajinadores de los diferentes mercados, a precios
exorbitantes.
· Hoy antes de escribir este
artículo, me topé con una persona que llevaba un bulto de harina de trigo (trae
12) en sus hombros. Le pregunté el precio: “está a 350, pero me lo revendieron
en 750”, respondió. Es decir, a 62 bolívares el kilo, y eso a precio de
mayorista.
· La leche descremada, brilla
por su ausencia, y la que aparece de vez en cuando es la Canprolac, a 100
bolívares la lata (regulada, a 30).
· La pasta, pasa de 30, porque
los regulados, por favor, díganme dónde se consiguen
· Si vas por pollo, el
kilogramo más barato que he conseguido, luego de mucho patear, a 65.
· La carne de primera pasa
largo los 100 bolívares.
· El queso, dan ganas de llorar
por lo caro que se puso.
· Mantequilla, no hay…
· Aceite, no hay… se consigue
el de soya, a más de 50 bolívares el litro (regulado cuesta 6).
Harina, no hay desde hace años, y cuando llega, “la matazón es grande”.
· La cera desapareció, así como
los productos de limpieza.
· La papa, bueno, cuesta el ojo
de una cara, a 70 el kilogramo.
· El atún, ese Margarita de 350
kilogramos, que rinde bastante, se fue de las manos. Antes se conseguía a 25,
ahorita pasa de 60.
Dejemos los alimentos de un
lado, y continuemos con la inflación.
Tomen nota, que lo que viene,
es duro…
Se acerca una nueva
devaluación. Sí, otra, de los actuales 6.30 a 11 o 12, dicen los economistas, y
todos los indicios parecen darles la razón.
Extrañamente, a la fecha, el
Gobierno no ha habilitado los 400 dólares Cadivi, pues se espera que cuando lo
haga, el dólar esté al mismo precio del Sicad para viajeros extranjeros (11
bolívares).
El aumento de la gasolina, no
es novedoso, ya el Presidente anunció que la elevará, falta el precio y fecha.
A todas estas, la promesa del
gabinete económico y del Presidente Maduro, de acabar con el dólar negro, cayó
en el vacío, y éste está más vivo que nunca, rondando los 70.
Las reservas internacionales,
bajaron 28% en 2013, y se espera que sigan en descenso, pues el déficit del
gobierno es de 15% del PIB, lo que quiere decir, que para cubrirlo, se hará lo
siguiente:
uno, devaluación en puerta, lo
que ayudaría a financiar cerca de la mitad; dos, impresión de más bolívares
para soltarlos a las calles, y con ello, que el demonio de la inflación siga su
curso irrefrenable hacia los 100, en busca del récord de Carlos Andrés Pérez.
Por cierto, para este año se
espera una inflación entre 60 y 70%, por los números más conservadores.
Economistas agresivos, la sitúan en torno al 90%. Recuerden que en 2013, la
inflación cerró en 56%, la quinta más alta desde 1950, y una de las 10 más
elevadas del mundo.
El gobierno no parece tener la
resolución para enfrentar y abatir la inflación, pues cada vez se contradice;
sigue creando más burocracia, pero nada de apretarse el cinturón para disminuir
los cotos y el déficit fiscal.
Acaba de promover una
reorganización de los ministerios, que entre todos, suman 111 viceministerios.
No son conchas de ajos, para un pequeño país de 30 millones de habitantes.
¿Qué presupuesto resiste pagar
nómina de empleados públicos, superior a los 3 millones de funcionarios?
Pero en el gobierno, eso no
parece importar, y sigue el relajo de la maquinita que imprime bolívares y los
suelta a las calles, sin respaldo.
Fíjense este dato: en 2008 los
billetes de 100 bolívares, representaban el 3% de las piezas; 5 años después,
son el 25%.
Quiere decir, que el dinero
cada día se nos vuelve agua en las manos, y no estamos lejos que el Presidente
anuncie la creación de billetes de 200, 500 y hasta de 1 millón de los viejos.
Ese futuro, está más cerca que
nunca, porque lo que viene es feo…”