Mostrando entradas con la etiqueta Desafios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Desafios. Mostrar todas las entradas

sábado, 5 de enero de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: Propósitos de Año Nuevo: ¿Autoengaño, justificación, metas o sueños?


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

A partir del 2 de enero empiezo la dieta. Este año dejo de fumar. En 2019, prometo, que ya no gastaré tanto. Ya no beberé. Retomaré la universidad. Volveré a la Iglesia. Buscaré trabajo. Terminaré la tesis. Me anotaré en el gimnasio… 

Nuestros propósitos indudablemente están cargados de buenas intenciones, sobre todo en estos últimos días del año. Sin embargo, el sueño de cumplirlos no es otra cosa que la licencia que necesitamos para pasar los últimos días de diciembre sin demasiado remordimiento.

Para eso tenemos la justificación perfecta: si me excedo en las comidas de Navidad no hay problemas, es la última oportunidad que me queda antes de someterme a un estricto régimen alimenticio. Y lo mismo con los últimos cigarros, las últimas compras inútiles, los últimos días de ocio antes de enfocarnos en nuestro verdadero objetivo......pero todos sabemos que no es así, sobre todo porque la escena se repite cada diciembre con los mismos resultados: no somos capaces de cumplir con nuestros propósitos. No llegamos ni a febrero. Nos engañamos a nosotros mismos y volvemos a caer en la trampa año tras año. ¿Qué nos hace pensar que el comenzar un año haremos las cosas que antes no pudimos hacer?

Yo lo atribuyo a una especie de ritual mágico en nuestra cabeza. Creemos que al terminar un ciclo de vida, como el que marca el fin de año, las circunstancias y los proyectos fluirán con mayor facilidad. En realidad, el tiempo es una creación del hombre y no todos coinciden en qué momento comienza el año. Chinos y judíos, entre otros, no nos dejan mentir.

Es cierto que los ciclos que empiezan y terminan sirven al ser humano para organizar su tiempo, ya que de otra forma sería más caótico. Aún así, muchas personas administran su tiempo de forma bastante desordenada, como si el tiempo y la vida fueran eternos y dejan casi siempre para mañana lo que deben hacer hoy.

Gracias a eso es que Enero es, para la mayoría de nosotros, el mes que marca un antes y un después. El de la redención. Sirve para confirmar lo que no hicimos y redoblar la apuesta para el siguiente. “Este año sí”, nos decimos con una marcada convicción que con el correr de los días irremediablemente se irá evaporando. 

Una de las explicaciones para esos continuos fracasos tiene que ver con las metas. De entrada nos proponemos hacer cosas que sabemos que no vamos a cumplir. Se entiende que las metas son más bien deseos o sueños y no objetivos reales. Tampoco las elaboramos de manera realista, con plazos y pequeños logros, sino como por arte de magia. Uno no pasa del sedentarismo total a correr los 42 kilómetros de un maratón. Hay pasos intermedios que deben contemplarse y que ayudarán a lograr el objetivo final. Primero habrá que correr 5 kilómetros, luego 10...porque de nada sirve prometerse a sí mismo que adelgazará el próximo año si no incluye acciones concretas. Por ejemplo, es mejor plantearse no comer pan e incluir verduras en la alimentación.

A la voluntad hay que ayudarla con métodos. No basta con decir “no gastaré tanto” si no se elabora un presupuesto. 

Las metas son apenas el nombre que damos a lo que queremos obtener, luego deben desglosarse y planificar una serie de pasos de corto, mediano y largo alcance para irlas logrando.

Y, lo más importante, ir midiendo dichos pasos. “Lo que no se mide, no se puede mejorar”. Dicha frase, cuya autoría se le atribuye al abogado y filósofo austríaco Peter Drucker, es la clave. Si no logramos medir nuestros progresos será difícil alcanzar la meta, por eso es bueno trazarse plazos y medir su cumplimiento. Un estudio realizado por la Universidad de Scranton, Pensilvania, es revelador: el 92% de las personas que establece propósitos de año nuevo fracasa. Esto es como consecuencia de la ausencia de un plan para lograrlo: no hay método ni plazo.

Existen muchas fórmulas prefabricadas que nos quieren vender. Libros de dietas o de consejos para hacer todos los cambios que nos propongamos hacer y que nunca logramos, pero la verdad es que si el deseo no viene de nosotros mismos, de nada servirán las palabras de los gurúes. Está comprobado: las personas que más logran sus metas son aquellas que las deciden por sí mismos, porque están convencidos de que necesitan un cambio en su vida.

Hay una delgada línea entre las metas y los sueños. Lo que los separa es la planificación del objetivo a lograr e iniciar pasos para el mismo. Es preferible tener menos metas y cumplirlas que muchas y fracasar en el intento. Enero de 2019 ofrece una nueva oportunidad: mismos objetivos, pero diferentes métodos.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

domingo, 25 de octubre de 2015

Estados Unidos: Color de la piel se refleja en salarios

Tomado de La Voz de América
    La representante demócrata por California Linda Sánchez dice que muchas familias hispanas están luchando por el sueño americano.
Hispanos ganan menos que los blancos en EE.UU.
Un trabajador hispano gana en promedio el 72% menos de lo que gana un blanco, según precisa el informe del Caucus Hispano.

Los trabajadores hispanos ganan en promedio 28% menos que los blancos en Estados Unidos y se ven más afectados que éstos por el desempleo, según un informe por el Caucus Hispano del Congreso.
"No son sólo números de lo que estamos hablando. Hay muchas familias trabajadoras que están luchando por alcanzar el sueño americano", indicó la congresista Linda Sánchez.
Un trabajador hispano gana en promedio el 72% de lo que gana un blanco, según precisa el informe "Estado de la economía de la comunidad latina en Estados Unidos", preparado por la bancada demócrata del Comité Económico Conjunto del Congreso.
El ingreso medio anual de los hogares hispanos de 42.500 dólares, unos 18.000 dólares menos que los hogares blancos. Y los hogares hispanos tienen el doble de posibilidades de vivir en la pobreza que los hogares blancos.
Los hispanos también se ven más afectados por el desempleo que sus compañeros blancos. La tasa de desempleo de los latinos es actualmente del 6,4 por ciento frente al 4,4 por ciento de los blancos.
El informe explica que los hispanos tienen "un impacto significativo en la economía estadounidense".
Los latinos son dueños de 3,2 millones de negocios, que generan anualmente más de 500.000 millones de dólares, según la Administración de la Pequeña Empresa.
Los hispanos tienen a su vez un mayor espíritu emprendedor. Los latinos tienen 1,5 veces más de probabilidades de montar un negocio que la población en general, según el llamado índice Kauffman de actividad empresarial.



sábado, 18 de abril de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL ESPACIO VITAL



       La mayoría de viviendas que se construyen en nuestro País, dentro del sector formal, tienen características de vivienda mínima, y eso significa la existencia de unos servicios urbanos básicos, y de un área de unos 25 metros cuadrados, que es lo más que se puede dar por un precio aún inasequible para muchos. Ni hablar de las condiciones de la vivienda marginal.

       Lo que me llama la atención es que se contemplen unos servicios mínimos, como el agua potable, los drenajes y la energía eléctrica, que, definitivamente son básicos para un bienestar mínimo; y no se plantee un espacio mínimo para los habitantes de las viviendas, que también es básico para un bienestar mínimo. Preocupan solamente problemas de bienestar y salud física, y ello incluye también contemplar un simple techo para no mojarse, y un espacio mínimo donde físicamente quepan las, en promedio, cinco personas que lo van a habitar, porque caber, sí que caben en 25 metros cuadrados, aunque sea paradas.

       Lo que no se suelen plantear son las consecuencias psicosociales de vivir en estos espacios: promiscuidad, incesto, estupro, falta de privacidad, pleitos frecuentes… en definitiva, conflicto permanente por un espacio que se necesita y no se tiene, y que, a falta de él, se busca y encuentra en la calle, con lo que la casa, lejos de ser elemento integrador de la familia, es desintegrador; y la cabeza de la familia difícilmente puede ejercer su papel educador. En la calle no sólo se encuentra el espacio que falta en la casa, sino también la “educación”, aun cuando ésta difícilmente será la que debería ser. Es cierto que hoy por hoy el problema no tiene fácil solución, pero es necesario que quede planteado, e insistir en él para que algún día pueda tenerla. 
              Espacio vital es el mínimo que el ser humano necesita desde el punto de vista físico y psíquico para desarrollar normalmente su vida dentro de la vivienda. Este mínimo es de unos 20 metros cuadrados por persona, y por debajo de él se considera hacinamiento. Donde el hacinamiento es fuerte las puertas de las casas suelen estar abiertas, porque son la válvula de escape de dicho hacinamiento, que convierte a la calle en parte de la casa, y por donde se diluye la integración familiar, y la posibilidad de adecuada educación.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 30 de marzo de 2013

Brasil la mayor economía latinoamericana y sus retos a vencer


Tomado de esglobal


LAS LIMITACIONES DE BRASIL

Los desafíos de la mayor de las economías de América Latina.

Por Santiago Perez

En el transcurso de la última década, la economía brasileña experimentó un espectacular crecimiento. Esta expansión, sumada a sus características geográficas y demográficas,  permitió al país posicionarse como la primera potencia económica regional y, al mismo tiempo, como un emergente actor en el escenario global. No es casualidad que en el año 2001 Goldman Sachs publicara un trabajo en el cual se identificaba a Brasil (junto a Rusia, India y China) como uno de los países que lideraría el crecimiento mundial de la primera mitad del siglo XXI y que para el año 2050 podría cuestionar la posición económica dominante del G7.
Los primeros 10 años de la naciente centuria efectivamente colocaron a los brasileños dentro de la elite económica internacional. Según números del FMI, el PBI de Brasil es el séptimo mayor a escala mundial, compitiendo con Gran Bretaña por el sexto lugar. Tangible demostración de la importancia planetaria de la nación suramericana.
Pero las relaciones internacionales son dinámicas. Si bien la imagen actual es la de un Brasil emergente, vale la pena intentar prever qué podría suceder de aquí en adelante.
Los recientes resultados económicos comienzan a encender luces de alerta. En 2012, el PBI se expandió algo más de un punto porcentual, un número insuficiente para continuar dentro de la vanguardia económica internacional. Más aún si comparamos este crecimiento con el de las otras potencias del BRIC. En el mismo período China creció más del 8%, India el 6,6% y Rusia un 3,8%. El 2013 ha comenzado con fundamentados interrogantes sobre la capacidad de reacción de la economía brasileña.
¿Cuáles son los elementos que permiten comprender los problemas de hoy y predecir los desafíos del mañana? Los empresarios y economistas brasileños suelen encontrar en el denominado “Costo Brasil” una buena parte de la explicación. Este término se compone de elementos claramente identificables que generan costos adicionales a las compañías que operan dentro del país. El resultado es una limitación a la posibilidad de competir en igualdad de condiciones con bienes y servicios producidos en otros mercados.
El primero de los componentes del “Costo Brasil” se encuentra dentro del frente tributario. La asfixiante presión fiscal, los elevados costes para la contratación de personal y la compleja legislación impositiva entorpecen y encarecen el accionar del sector privado. Los extranjeros que inician actividades empresariales en el país suelen sorprenderse del funcionamiento del sistema, el cual obliga al emprendedor a pagar impuestos durante un extenso período de tiempo anterior al momento de iniciar las operaciones.
La insuficiente infraestructura es otra de las deficiencias estructurales. Carreteras saturadas de camiones, vías férreas casi inexistentes y terminales portuarias y aéreas colapsadas. Situación que, en un país de 8,5 millones de kilómetros cuadrados (el quinto mayor del mundo), condiciona en forma directa la competitividad de la economía.
La escasez de ingenieros y técnicos es una dificultad adicional a la que las empresas deben sobreponerse. Es común que los empleadores se vean obligados a importar profesionales ante la ausencia de mano de obra correctamente cualificada. De una forma u otra, esto se traduce en mayores costes operacionales. La necesidad de gestionar visados y permisos de trabajo y las demoras derivadas de conseguir personal en el exterior, pueden llegar a comprometer la ejecución de proyectos en tiempo y forma. Esta realidad, se complejiza cuando las industrias se encuentran alejadas de las regiones sur y sudeste del país, donde los niveles educativos son superiores a la media nacional. Se estima que menos de un 10% de la fuerza de trabajo brasileña cuenta con un título universitario.
La excesiva burocratización estatal es otro inconveniente para el sector productivo. La justicia opera de forma lenta e ineficiente y el comercio exterior se encuentra por demás regulado y restringido. Importar y exportar en Brasil puede resultar inmensamente más complejo desde el punto de vista legal y administrativo que en el mundo desarrollado.
El valor del Real, las altas tasas de interés y los elevados costos de la energía también son problemas sistémicos. Es en estos puntos en donde la Administración de Dilma Rousseff ha conseguido algunos avances. El Banco Central ha encontrado el fino equilibrio de lograr una disminución de la tasa de interés manteniendo la inflación dentro de las metas establecidas. El Real se ha desvalorizado y el Gobierno federal ha alcanzado acuerdos con las principales generadoras para reducir los costes de la energía.
La competitividad de la economía brasileña se ve afectada en forma absoluta por estas variables. En un informe de la Confederación Nacional de Industria, publicado solo unos meses atrás, Brasil se ubicó en el ante último puesto de un ránking de competitividad que comparaba al país con economías semejantes. México, Colombia, Rusia, Suráfrica, Polonia, Chile, India, España, China, Australia, Corea del Sur y Canadá obtuvieron mejores resultados que Brasil.
Existe un consenso en la clase dirigente en torno al inmenso desafío que representa superar una a una estas barreras al desarrollo. Empresarios y políticos suelen referirse al “Costo Brasil” como un problema que debe ser resuelto. El inconveniente radica en que los tiempos que se toma el país en encauzar las reformas no corren a velocidad de la economía globalizada de hoy. El enorme peso del estado y los focos de corrupción en los distintos estamentos de la administración pública hacen que en casos las transformaciones sean políticamente inviables o simplemente inejecutables.
El modelo de crecimiento utilizado hasta hoy pareciera comenzar a dar signos de agotamiento y el futuro asoma plagado de desafíos. Si bien es esperable que algunas de las reformas se concreten, es también esperable que lo hagan más tarde de lo necesario, afectando la evolución de la economía. Existen grandes posibilidades de que Brasil ingrese en un ciclo de crecimiento menor, el cual podría hacer que el país pierda terreno tanto en relación a sus socios del BRIC como en proporción a sus vecinos latinoamericanos. El Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016 volverán a colocar a Brasil en el centro de la escena internacional y ocultarán, al menos temporalmente, los problemas de fondo. La clave del éxito del futuro económico brasileño dependerá directamente de su capacidad de resolver todos estos problemas.