Tomado de
BBC Mundo
Los De Blasio celebraron el histórico triunfo.
Las
encuestas se confirmaron en las urnas: Bill de Blasio ganó cómodamente las
elecciones para la alcaldía de Nueva York.
Con el
escrutinio de votos casi finalizado, ya no hay dudas de que De Blasio sucederá
a Michael Bloomberg convirtiéndose en el primer demócrata que dirigirá el
destino de Nueva York en dos décadas.
En otras
votaciones cruciales en la misma jornada, el demócrata Terry McAuliffe venció
al republicano Ken Cuccinelli y será gobernador de Virginia. En Nueva Jersey,
el republicano Chris Christie fue reelecto gobernador de Nueva Jersey.
"Mis
amigos neoyorquinos, hoy han hablado alto y claro sobre la nueva dirección que
quieren darle a nuestra ciudad", dijo De Blasio desde su centro de campaña
en Brooklyn al anunciar el triunfo, mientras sus seguidores le saludaban con
cánticos en inglés, español y hasta italiano.
"No
se equivoquen. La gente de esta ciudad ha elegido un camino progresista y esta
noche nos ponemos en ese rumbo, junto", dijo el virtual alcalde electo.
"Estamos
muy orgullosos de lo que hemos logrado en esta campaña. Esta noche empezamos a
caminar juntos como una sola ciudad", afirmó De Blasio hablando en
español.
Mientras
tanto en su cuartel general de Manhattan, el republicano Lhota reconoció la
derrota pero aclaró que "habría deseado un resultado diferente".
"Pese
a lo que puedan haber escuchado, somos una sola ciudad", dijo Lhota
haciendo referencia al slogan de campaña de los demócratas que destacaron la
"historia de dos ciudades", una Nueva York empobrecida y otra
opulenta.
"Espero
que el alcalde electo entienda esto antes de que sea muy tarde", dijo el
derrotado sobreponiéndose a las pitas de sus seguidores que expresaban
desagrado por la elección de De Blasio.
Los
resultados oficiales deberán conocerse en las próximas horas certificando el
triunfo de De Blasio, quien en enero sustituirá al actual alcalde Michael
Bloomberg.
El futuro
alcalde no sólo romperá con dos décadas de gobiernos republicanos (aunque en su
último mandato Bloomberg se presentó como independiente) sino que llevará a la
oficina una posición menos amigable hacia el mundo de los negocios y las
finanzas por la que muchos neoyorquinos parecen haber votado, en lo que los
analistas consideran un rechazo a una era.
"El anti
Bloomberg"
De Blasio
ha sido calificado en reiteradas ocasiones como el "anti Bloomberg".
Su
propuesta de gobierno ha estado basada en afrontar lo que él llama la
"Historia de dos ciudades", una referencia al libro homónimo del
escritor Charles Dickens que él apropió como referencia para hablar de la falta
de equidad de Nueva York: una metrópolis donde cohabitan los multimillonarios
-como el actual alcalde- con quienes están cerca de la línea de pobreza.
Entre sus
objetivos están crear una tarjeta de identidad para todos los residentes,
incluidos los inmigrantes indocumentados, así como aumentar los impuestos a los
más ricos de la ciudad para expandir los programas educativos.
Y aunque
esa idea de las dos ciudades le ha ganado tanto adeptos como críticos, nadie
duda que su ascenso se debe también a una historia personal que tiene elementos
propios de una novela: desde el alcoholismo y el suicidio, hasta un viaje
revelador al extranjero y un amor poco convencional.
Aunque
nació en Manhattan, De Blasio muy pronto se mudó con su familia a
Massachusetts. Allá creció alejado de su padre, Warren Wilhelm, un veterano de
la Segunda Guerra Mundial con problemas de alcoholismo quien más adelante se
pegó un tiro en el pecho. Su madre fue su principal referencia y él decidió
adoptar su apellido y dejar el paterno.
Ya en la
universidad, De Blasio comenzó a interesarse por la política, entre ella la
latinoamericana, y a finales de los años 80 decidió vincularse a la campaña de
David Dinkins, el único afroestadounidense que ha sido alcalde de Nueva York.
En esa
etapa de su vida también conoció a quien sería su futura esposa y la madre de
sus hijos, Chiara y Dante: Chirlane McCray, una escritora y activista que había
salido públicamente del clóset en un artículo que escribió en 1979 para la
revista Essence.
A De
Blasio no le importó que ella hubiera sido lesbiana y en 1994 se casaron con la
ayuda de dos pastores homosexuales, como cuenta la revista New York en
un extenso perfil que tituló "El alcalde del 99%".
Desde
entonces y especialmente a medida que su perfil se ha vuelto más conocido, De
Blasio ha sabido involucrar a su familia sui generis en su
carrera política hasta convertirla en un símbolo de sus ideales liberales.
De Blasio
es actualmente defensor del pueblo de la ciudad y anteriormente dirigió la
campaña de Hillary Clinton al Senado.
¿Activista
sandinista?
Otro tema
del pasado de Di Blasio ha salido a relucir en el actual proceso electoral: un
viaje de diez dias que realizó a Nicaragua en 1988, en tiempos en que la
revolución Sandinista enfrentaba la guerrilla de la Contra.
En aquel
año De Blasio participó en una misión humanitaria organizada por un grupo
católico del estado de Maryland que según un reportaje del diario The
New York Times lo "convirtió en un ardiente partidario de los
revolucionarios nicaragüenses".
El
periódico agrega que la influencia fue tan grande, que las raíces de su
"estilo político progresista están en las sombras de los volcanes, a miles
de millas de la ciudad que ahora espera liderar".
El nuevo
alcalde ha hablado poco de ese tiempo en Centroamérica, al punto que ni
siquiera aparece mencionado en su biografía en la página de su campaña.
El periplo
nicaraguense de De Blasio ha servido a sus contradictores para criticar sus
propuestas de gobierno y sus ideales. El candidato del partido Independiente,
Alfonso Carrión, no dudó en acusar a De Blasio en un comunicado de "apoyar
una dictadura brutal en América Central" y de haberse inspirado en el Che
Guevara y Fidel Castro.
Aunque
sostiene que sus ideales políticos han permanecido consistentes en los últimos
25 años, De Blasio ha cuestionado al actual gobierno sandinista y, tras un
debate en septiembre con otros aspirantes al cargo, se limitó a decir que su
preocupación por aquellos años era "la manera como nuestro país estaba tratando
a los países pequeños de nuestro hemisferio".
No será la
última vez que le tocará salir a defenderse. Bill de Blasio asumirá un puesto
que, como ya quedó claro con sus predecesores, capta la atención nacional e
internacional, aunque se trate al final de una alcaldía local.
El perdedor
Bill de Blasio competía en las
elecciones de este martes con el republicano Joseph J. Lhota, quien dirigió la
Autoridad Metropolitana de Transporte.
En la página de su campaña, Lhota
resalta su pasado como un banquero de inversión, así como su trabajo en el
gobierno del alcalde Rudolph Giuliani, en el que ocupó varias posiciones
importantes que le han servido para hablar de su experiencia política (y de la
falta de ella en su rival).
Una de sus prioridades como candidato
ha sido hablar de sus planes para una economía diversificada y un aumento en el
número y el tipo de los empleos.
Ante el ascenso de Bill de Blasio y
su propuesta de aumentar los impuestos a los más ricos, Lhota también ha sido
visto como el candidato que apoyan muchos en la élite financiera de Nueva York.