sábado, 29 de octubre de 2016

¿Que pudiéramos esperar del candidato ganador de las elecciones en EEUU?

Por Luis Montes Brito
Pubicado por "Diario Latino" de El Salvador
El Martes 8 de Noviembre se estará eligiendo al presidente y Vicepresidente de Estados Unidos, así como al total de los 435 miembros de la Cámara Baja y a un tercio (34) del total de Senadores. Es importante recordar que como es normal todos los funcionarios ganadores independientemente del partido proveniente, juran defender la constitución de la nación y promover los intereses de Estados Unidos, por lo tanto el único compromiso que tienen es con sus electores, eso quiere decir que las acciones, medidas, programas y leyes a adoptar las evaluarán desde la óptica del interés de la mayoría de sus votantes.

Promesas de Donald Trump

Se sintetizan en la promesa de Volver a hacer Grande a Estados Unidos. A la luz de analizar sus principales propuestas tratemos de entender cómo, a qué costo o qué significa esto.

• Derogar la Reforma Sanitaria conocida como el Obamacare. En pocas palabras dejar sin cobertura médica a millones de estadounidenses. Vale la pena preguntarse de qué sirve que un país sea rico si no puede atender las necesidades de salud de su pueblo?

• Aumentar la presencia militar de Estados Unidos en lugares claves (a nivel mundial). Cuánto cuesta esto? Que costos geopolíticos conlleva? Será la aspiración del pueblo estadounidense mandar sus hijos a la guerra?

• Derogatoria de la Decimocuarta enmienda. Esto significa eliminar la ciudadanía estadounidense a los hijos de los indocumentados nacidos en territorio estadounidense. Esta promesa además de solo promover el racismo es absurda e inviable debido al proceso requerido para modificar la constitución. Populismo xenofóbico barato

• No impuestos para la aceptación de herencias. Es una promesa agradable al oído de todos los que pagamos impuestos. Habría que analizar su incidencia en la política fiscal.

• No al aborto, ni a los matrimonios del mismo sexo. Música para los oídos de los conservadores religiosos, aunque es una medida que en la práctica no le agrega moralidad a la sociedad ni al mismo Trump que tanto la necesitan.

• Revisión de los Tratados de Libre Comercio, llevarlos hasta la supresión de los mismos. Promesa en contra de la esencia de la política de apertura económica Republicana impulsada por Ronald Reagan en 1988 y confirmada en tiempos del presidente George H. Bush en 1992 al firmar el NAFTA.

• Defensa de la Segunda Enmienda de la Constitución. Derecho a portar armas de los ciudadanos estadounidenses. Tema populista porque simplemente no está en peligro la abolición de esta enmienda. Nuevamente hay que recordar que para realizar una enmienda constitucional es un proceso sumamente complejo para el cual no existen las condiciones en la actualidad en Estados Unidos. Un tema diferente es promover que la sociedad civil se arme aún más. Esta medida es meramente subjetiva ya que técnicamente no se ha demostrado que la proliferación de armas garantice o contribuya a un ambiente de seguridad pública.

• Declarar oficialmente a China como un país manipulador de prácticas comerciales a través de subvalorar su moneda para fomentar las exportaciones. Suena patriótico, pero eso no significa que sea viable. Se desconocen la repercusiones colaterales de una confrontación comercial abierta a ese nivel.

• Cerrar la entrada al país por motivos religiosos. Con esta medida Trump generaliza a los musulmanes etiquetándolos a todos como terroristas en potencia. En su tiempo Hitler hizo lo mismo contra los judíos.

• Una de sus principales promesas es construir un muro en la frontera con México para evitar el ingreso de indocumentados. La propuesta suena interesante para algunos de sus seguidores quienes la aplauden a rabiar. Hay que recordar que la idea no es original de Trump, ya que esta fue ejecutada por China en el Siglo V antes de Cristo por la dinastía Qin que construyó la Gran Muralla con el fin de evitar el ingreso de los Mongoles, entre otros, lo cual no pudo impedir. También fue implementada en 1961 por la Alemania comunista que construyó el Muro de Berlín o el Muro de la vergüenza para evitar que sus habitantes hicieran lo naturalmente humano y se movilizaran hacia dónde hay mejores condiciones para vivir. Como la historia lo señala la construcción de estos grandes muros no fue la solución en ambos casos.

• Deportar a los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Otra propuesta populista sin ninguna viabilidad de implementarse. Lo que si es cierto que aunque Trump deportara a menos de la mitad de los documentados generará un drama humano dentro y fuera de Estados Unidos, afectando la economía local en la gran cantidad de ciudades y estados dónde los indocumentados son una fuerza económica considerable. Es necesario mencionar como daño colateral la crisis social y económica que se generaría en aquellos países que dependen significativamente de la recepción de remesas familiares provenientes de Estados Unidos.

En un próximo post abordaré la plataforma de campaña de Hillary Clinton.

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