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sábado, 22 de marzo de 2014

Derechos de homosexuales, dilema para las empresas: Moral o Ventas?

Tomado de The Wall Street Journal

Defensores de los derechos de los gays protestan contra la exclusión de la comunidad homosexual del desfile anual del Día de San Patricio en Nueva York.

Guinness la marca de cerveza representativa de una sociedad católica conservadora como la irlandesa abandona la festividad de San Patricio para apoyar derechos de homosexuales


Los derechos de los homosexuales, las empresas y la moral

Las empresas han estado entre las primeras en acomodar las demandas de las minorías sexuales, no necesariamente por principios, sino porque les conviene


Por John Bussey


Guinness rechazó una gran ocasión para promocionar su cerveza, al retirar su auspicio al Desfile del Día de San Patricio que se realizó esta semana en Nueva York. Pero también envió un mensaje sobre el cambio social y el rol de liderazgo que pueden jugar las empresas, en su propio interés.
La agitación en Nueva York comenzó cuando organizadores del desfile afirmaron que participantes homosexuales eran bienvenidos siempre y cuando no llevaran carteles relacionados a su orientación sexual. Guinness lo llamó una "política de exclusión" y retiró su auspicio del evento.
¿Fue sólo una medida políticamente correcta, en la que la cervecera buscaba conquistar a la opinión pública, que se ha vuelto más proclive a apoyar temas sobre homosexualidad? Tal vez. Pero quizás no fue tan así, afirman grupos que siguen de cerca estos asuntos.
"Creo que lo que es históricamente correcto es que las empresas de Estados Unidos —al menos las de mayor envergadura que integran la lista Fortune 500— en general estuvieron por delante de la opinión pública y sin dudas por delante de las leyes federales y estatales", afirma Gary Gates, economista del Instituto Williams, ligado a la Universidad de California en Los Ángeles.
Human Rights Campaign, un grupo de defensa de los derechos humanos, informó en diciembre que su encuesta descubrió que 91% de las empresas de Fortune 500 ahora brindan protección anti-discriminatoria relacionada a la orientación sexual y 67% ofrecen los mismos beneficios a las parejas del mismo sexo que le otorgan a los empleados casados con un miembro del sexo opuesto.
En cambio, sostiene Gates, apenas un poco más de 40% de los estados en EE.UU. tienen leyes que prohíben la discriminación basada en orientación sexual y un porcentaje similar de estados permite que las parejas del mismo sexo se casen o reconoce las relaciones entre personas del mismo sexo a través de un estatus similar al del matrimonio. La ley estatal está rezagada frente a la política corporativa.
Una encuesta divulgada el mes pasado por el centro de estudios Pew Research halló que la opinión pública también está por detrás de la trayectoria general de las grandes empresas. Como un punto de comparación, 54% de los estadounidenses está a favor de legalizar el matrimonio del mismo sexo, bien por detrás del porcentaje de empresas que ofrecen beneficios para parejas del mismo sexo. Pero esa cifra registró un aumento desde el 27% de 1996.
El rápido aumento de la aceptación de la opinión pública del matrimonio homosexual también tiene sus raíces en el lugar de trabajo, señala Lee Badgett, director del Centro de Políticas y Administración Pública de la Universidad de Massachusetts en Amherst. El cambio de posturas comenzó con un puñado de empleados homosexuales y lesbianas que ejercieron presión sobre las empresas para obtener beneficios para parejas del mismo sexo en los años 80 y 90.
El éxito a nivel corporativo, sostiene Badgett, creó un impulso que usaron los homosexuales y las lesbianas para influenciar la campaña subsiguiente por los derechos del matrimonio entre parejas del mismo sexo.
"Incluso si las empresas no tenían la intención de generar un cambio social, en el proceso lo hicieron", afirma Badgett. "Soy economista y creo en la mano invisible. A veces, hay consecuencias que no son intencionales".
Hay que subrayar esta última parte. Las compañías no buscan generar cambios sociales, sino que quieren hacer negocios. General Mills  dejó claro en 2012 su intención de que Minnesota permitiera el matrimonio entre personas del mismo sexo para que la competencia en otros estados no tuviera una ventaja para reclutar empleados homosexuales talentosos, o para retener a los que ya tenía.
Las demandas judiciales se usaban para castigar a algunas empresas. Pero el interés propio podría haber sido el estímulo más potente.
"Contratar personal es costoso, y no quieres perder a alguien porque es gay", afirma una ex gerente de Raytheon . La empresa cambió su política de beneficios y la ex gerente y su pareja, que no trabajaba en la empresa, se inscribieron. "Para las empresas", sostiene, "siempre se tratará de una decisión de negocios: '¿Me ayuda o no a ganar dinero?'".
Claramente, una gama de otras tendencias sociales de relevancia también cambió las posturas hace los beneficios para los homosexuales y el matrimonio del mismo sexo, y bien podrían haber sido mucho más importantes que lo sucedido en las empresas. En lo más alto de esa larga lista está la crisis del sida y el activismo a su alrededor, una cantidad creciente de figuras públicas (así como sus hijos e hijas) que declaran abiertamente su homosexualidad para hacer campaña por la igualdad, un cambio generacional en EE.UU., y cambios en la forma en que los medios presentan a los gays y lesbianas.
Pero el lugar de trabajo fue donde en general se gestaron las reglas y las políticas nuevas, lo que a menudo cambió las expectativas para las leyes estatales y federales en EE.UU.
"Una vez que una empresa toma una medida, la medida se empieza a institucionalizar", afirma Jennifer Delton, profesora en Skidmore College y autora del libro "Racial Integration in Corporate America, 1940-1990" (algo así como "Integración racial en las empresas de EE.UU., 1940-1990").
Y por eso, esta semana defensores de las causas de los homosexuales brindaron por Guinness. 

sábado, 8 de febrero de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PÉRDIDA DE VALORES




Creo que la causa fundamental de la pérdida de valores y principios en la sociedad es el consumismo cada vez más atroz que vivimos, como consecuencia de una equivocada forma de entender conceptos como el desarrollo, el bienestar, y la propia felicidad, y de ver lo material y no lo espiritual como instrumento fundamental para alcanzarlo. Pero como lo material sólo se consigue con dinero, éste se convierte en un valor fundamental que va desplazando a los valores mencionados anteriormente. A ello contribuye en gran medida la presión comercial. Una vez que se empieza a valorar el dinero más que cualquier otra cosa, la manera socialmente aceptable de conseguirlo es produciendo y vendiendo más y más, lo que sea y como sea, pero hay que vender.

 Ello provoca una presión comercial que tiende a convencernos de necesidades que no tenemos, a deformar nuestros valores hacia lo material, y a entrar en el círculo vicioso del consumismo, en el que como para satisfacer esas “innecesidades” materiales necesitamos dinero, nos vemos obligados a entrar poco a poco en el mismo juego. Esta dinámica genera a la vez, al no encajar en esos parámetros artificiales, múltiples frustraciones que degeneran en infinidad de actitudes insanas hacia uno mismo y hacia los demás.

Cuando se entra en esta vorágine no es fácil recuperar los valores. Para ello hace falta una conciencia clara del problema, y creo que aún estamos un poco lejos de ello. Las sociedades suelen tomar conciencia de este tipo de problemas y empiezan a buscar salidas cuando los problemas tocan fondo, y creo que, por ahora, aún nos hace falta caer más para tocar fondo. Esto no es algo nuevo; la historia tiene ejemplos de sociedades poderosas que llegaron a desaparecer por el mismo problema, de las que la más conocida, tal vez, es el del imperio romano de occidente.

       En cualquier caso, tocando fondo o sin tocarlo, no hay más salida que la conciencia de que es a través de los valores espirituales fundamentalmente, y no de los materiales, como se consigue el objetivo del ser humano. La religiones tradicionales pueden ser una forma, porque todas, en el fondo, proponen dichos valores, aunque de diferentes formas. Pero no necesariamente es cuestión de religión. Los valores están en un plano superior aún; las religiones los adoptan: Pero no es necesario acceder al plano de los valores a través de las religiones. Los valores son accesibles directamente a todos y cada uno de nosotros. Sólo hace falta ser conscientes.

       Más aún, no siempre las religiones son el camino acertado; muchas personas tratan de buscar en las religiones no los valores en sí mismos, sino la redención que sienten necesitar por no encontrar dichos valores en su vida, y hay iglesias que practican una “religión” de dudosa ética, convenciendo al inocente fiel de que sin importar lo que haga en su día a día, tiene garantizado el perdón de Dios acudiendo a la iglesia y “colaborando” económicamente con la misma; vendiendo el perdón de Dios, en definitiva. En base a ello, no es difícil encontrar personas con doble moral, que dañan permanentemente a su entorno, a la vez que viven convencidas de tener abiertas las puertas del cielo.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 4 de enero de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: ¿AÑO NUEVO, VIDA NUEVA?



       ¿Qué es lo que realmente ha cambiado con el inicio del nuevo año? Si es de los pocos que el primero de Enero se levantó temprano, habrá tenido la oportunidad de ver el sol saliendo por el mismo lugar de siempre; y al atardecer se volvió a ocultar por el mismo lugar de siempre. El día dos de Enero tuvo que ir a trabajar, como siempre; volver a ver a todas las personas que le caen bien, y las que le caen mal, que son bastantes, como siempre; aunque, como siempre, tenga que ponerles buena cara. Y cada día tendrá que resolver los mismos problemas laborales de siempre, y al regresar a casa afrontar los mismos problemas del hogar de siempre, a la vez que se siente frustrado porque el año nuevo ya llegó y usted no tiene el carro último modelo, ni el televisor inteligente de 80 pulgadas, ni tiene lo último en computación; ni los smart phones que usan usted, su esposa(o) y cada uno de sus hijos son del último modelo que apareció la semana pasada.


       Pero tal vez lo más duro de todo será ver que su vecino ya consiguió todo eso y lo exhibe para que usted y muchos como usted, se mueran de la envidia. Como la situación se volverá “insoportable”, usted se endeudará hasta lo inimaginable para igualar o superar al vecino, quien, por cierto, tuvo que hacer lo mismo que usted, aunque usted no lo sepa. De repente sentirá satisfacción por haberse puesto “al nivel que requiere el año nuevo", y, de paso, provocar la envidia del vecino; satisfacción que empezará a apagarse  un mes después, cuando empiece a sentir la presión de los créditos, y empiecen a salir al mercado nuevos productos que usted no tiene y que “necesita tener”, porque la presión comercial ya se ha encargado de convencerle de ello.

       Y... ¿cómo será la relación con su familia en el nuevo año? ¿Con su pareja, con sus hijos? ¿Cree que será mucho mejor sólo porque el año nuevo la va a transformar? ¿Sus hijos de repente van a tener un buen comportamiento, a traer excelentes notas y a no dar ningún problema? ¿Su pareja de repente será lo que usted al principio pensó que sería, pero que luego le fue decepcionando?

       ¿Qué es lo que realmente va a cambiar en el año nuevo? Absolutamente nada; los años son solo una referencia natural para medir el tiempo. Los números son un sistema inventado por el hombre; pero son las personas las que realmente cambian o no cambian. Si de verdad desea  que algo cambie en el año nuevo, significa que ese “algo” es usted mismo.  Olvídese de los carros, de las pantallas planas, de los smart phones y de todo eso. Si no lo hizo el primero de Enero, levántese temprano mañana mismo y asómese a la ventana, vea salir el sol y dese cuenta de que lo que trae el año nuevo es lo mismo que usted ha podido disfrutar cada día, pero que despreció.

       Lo que a Usted le decepcionaba de su pareja, tal vez no sea más que lo que a ella le decepcionaba de Usted; si se plantea la vida partiendo de situaciones ideales solo tendrá ocasión de decepcionarse. Si había pensado en otra posible pareja tal vez sea porque ésta aún no había tenido ocasión de decepcionarle. Después de todo, y a pesar de decepciones, su pareja, la de siempre, es la que sigue ahí... igual que usted. Mire a sus hijos. ¿Qué espera de ellos? ¿Cuánto se ha involucrado usted en su atención y educación? ¿Qué les ha enseñado, y cómo? ¿Cuánto se ha preocupado de su evolución?

       El tiempo no cambia; los años son todos iguales. Son las personas quienes los hacen diferentes. Si está decidido a cambiar, y mejorar su bienestar mental, realmente será un año especial, pero entonces... ¿Por qué necesita esperar a un año nuevo? Cualquiera es un buen día. Si tiene capacidad de disfrutar sin que haya motivo especial que disfrutar, ya tiene bastante para empezar; si, ademása, tiene una familia, ya tiene mucho. Deje que su vecino “disfrute” de su equipamiento, y disfrute usted de no estar sometido a los intereses comerciales. Disfrute de su familia y amigos; disfrute del sol y del aire; disfrute del conocimiento; del trabajo; de lo poco o mucho que tenga y no añore lo que no tenga.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 21 de septiembre de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: VALORES EN LA ESCUELA



Los valores se aprenden viviéndolos, y se toman de quienes son la referencia fundamental para los niños, es decir, los padres.

       Repetidamente se ha tratado de buscar una respuesta  a la violencia social que vivimos en tiempos recientes. Ha habido diferentes tipos de propuestas, como la iniciativa de leer la biblia en las escuelas, o la de replantear la asignatura de moral y cívica, u otras, manejadas frecuentemente en forma de decretos;  propuestas casi todas que tienden a ubicar la solución al problema en la escuela, y que, con toda su buena intención, tienden a eximir de responsabilidad a la familia en la formación de los hijos. No debemos engañarnos; la pérdida de valores no depende de que la escuela tenga o no, estrategias que lo eviten.

       La escuela es la menos responsable de la situación que vivimos, y es a la que pedimos que nos proporcione la receta mágica. De hecho, en materia de formación de valores, la escuela tiene escaso poder frente al que tiene la familia, o incluso la propia sociedad a través de las relaciones sociales y de sus medios de comunicación, y, sobre todo, de la transmisión de valores mediante los grupos sociales. La función principal de la escuela es la formación académica, y es ahí donde debe mejorar; la formación humana es una función secundaria y complementaria a la de los padres de familia, de quienes es responsabilidad fundamental.

       Los valores no se aprenden con su lectura o estudio, y mucho menos sin una adecuada y objetiva explicación. Los valores se aprenden viviéndolos, y se toman de quienes son la referencia fundamental para los niños, es decir, los padres. Las relaciones sociales y los medios de comunicación tienden, de modo sutil, a afectar cada vez más desfavorablemente dichos valores; especialmente en la adolescencia; y es responsabilidad de la familia el control de la situación.

       Pero si la familia no existe, o no cumple su papel, y el medio social presiona más y más, en vano pretendemos que la escuela haga el milagro. Somos los adultos los que debemos educarnos para que, como padres y como sociedad, asumamos nuestra responsabilidad para con nuestros hijos; tarea dura de enfrentar, que requiere de algo más que simples decretos.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 31 de agosto de 2013

La Puntualidad: signo de elegancia y educación

Tomado de The Huffington Post

La Puntualidad


Por José María Aristimuño

La disciplina y la precisión son cualidades para ser puntual y estar en el lugar adecuado, cumpliendo nuestras obligaciones.El tiempo es invalorable e irrecuperable, pero al colocarlo en la cuarta dimensión se convierte en atemporal y se hace impredecible.

La puntualidad requiere voluntad y sacrificio. La prisa como dicen es plebeya, en cambio el momento justo es elegante y signo de educación. Si no se cumple es una falta grave con los demás.

El darse importancia llegando tarde da la sensación de prepotencia y deja en los que aguardan un sentir de perdida de tiempo, convirtiendo la actividad en molestia e incluso, impidiendo al impuntual meditar. Se le alteran los nervios y se dedica sólo a ver el reloj de lo pendiente que está. Si el reloj es digital cambia automáticamente el símbolo, y si es de manecillas estas dan un toque que se siente hasta en la muñeca, y si añadimos además el ambiente, la calle en su contexto, pensar de repente que la dirección fue equivocada, o no se entendió la hora de la cita, produce una ansiedad digna del stress de la espera, energía extra que se consume.

Y si estamos observando a través de una ventana, al principio todo se mueve, al cabo de uno minutos pareciese que el planeta no diera mas vueltas.

Con el avance de la comunicación, el teléfono celular coloca la espera en una virtualidad de forma mágica, pues comienzan los pecados veniales de ubicación, llego en cinco minutos, estoy en tal sitio. Aunque por razones de seguridad la telefonía no ha puesto en práctica la forma de precisar donde se hallan los actores en determinado momento. La velocidad desde diferentes ángulos inclusive la altitud y el mapeo, para conocer al detalle al igual que los GPS (lugar preciso de posicionamiento por medios satelitales), de manera biunívoca las coordenadas en tiempo real. La idea es buscar el aprovechamiento del tiempo de la manera más eficaz.

¿Qué tal el encuentro de dos enamorados y uno de ellos se retrasa?, comienza en la pareja la perdida de valores, las excusas, la lluvia, el tráfico y de muchas necedades que desdoblan la importancia del que espera.
No es una situación de sincronismo solamente, como lo entendió Einstein: el reloj que se mueve tiene un ritmo más lento que el reloj estacionario, es decir, coincidir en el tiempo no es posible pues son distintas partes de un proceso, aquí estoy yo a la hora exacta, sino del respeto al semejante. Desdice mucho. Es el primer paso sobre lo que se define como el primer acuerdo vernos a tal hora. Allí la puntualidad tiene su simbología asociada a la verdad, que concluye en una lealtad con el semejante, se percibe la pérdida en la relación, el mutualismo.

La impuntualidad definitivamente hace que la credibilidad disminuya, y depende de la importancia que tenga el evento. Sucede que la mayoría de las veces se vuelve una necesidad, al contrario nos dejaría el tren del tiempo. No ser puntuales nos convierte en personas de poca confianza.

La puntualidad nos da un carácter, un orden, una eficacia para realizar en crecimiento nuestras actividades, sin ser esclavos de Cronos, el de la hoz de acero y el reloj de arena con sus cuatro ojos, dos atrás, y dos de frente, quien duerme con dos ojos abiertos y dos cerrados, siempre en vigilia.

Definitivamente el tiempo es un invento humano, y por lo tanto es una consecuencia. Clara es la puntualidad, se convierte en una norma, un hábito, Razón tuvo Horace Mann, gran defensor de la educación pública: la informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad, igual podrías robar el dinero de una persona si robas su tiempo, por lo que en ese salto del tiempo ser puntual construye una excelente reputación. 

sábado, 3 de agosto de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LOS AMIGOS DE MI HIJA ME DISGUSTAN


  

      Es un comentario que se escucha muy frecuentemente entre los padres de jovencitas adolescentes. Dos son los aspectos fundamentales que suelen preocuparles: uno es que la hija se vea arrastrada a costumbres y formas de vida insanas, o diferentes a las que los padres hemos deseado siempre para ella y hemos tratado de inculcar en el modelo educativo; el otro es la posibilidad de que pueda quedar embarazada.

       La adolescencia es etapa de aprendizaje a ser autónomo. Ello significa adquirir la capacidad de decidir uno mismo sobre su propia vida; y para decidir lo que se quiere hay que conocer qué es todo lo que hay. Los padres, olvidándonos a veces de que una vez pasamos por esa etapa, no entendemos que se interesen por conocer cosas y amistades diferentes, cuando desde niñas hemos tratado de enseñarles un modelo adecuado. Solemos interpretarlo como rebeldía, pero en todo caso debemos entender que es parte de un proceso natural.

       Pero por otro lado, el aceptarlo como proceso natural, no significa olvidarse de los riesgos que existen y que ellas aún no alcanzan a ver. Precisamente por la consciencia de dichos riesgos, y a la vez, de la necesidad de permitir el proceso natural, es que se hace necesario un control del mismo por parte de los padres. Pero ¡Cuidado! Un control inadecuado provocará una rebeldía oposicionista antinatural. No se trata de no permitir que tengan contacto con personas que no nos gustan, sino de que no sean éstas las que influyan en sus decisiones.
 
       El asomarse a conocer otras cosas y otras gentes debería servirles para poder comparar y aprender a decidir. Es importante que decidan por sí mismas, y que la ayuda que necesiten sea la nuestra, y se la daremos con tanta sutileza o más que con la que ellas nos la van a pedir; pero el que aprendan criterios para comparar y decidir lo adecuado es algo que los padres tenemos que haber trabajado desde años atrás. La educación para cada etapa empieza en la etapa anterior. El no hacerlo así provocará una mayor dificultad para manejar las situaciones, que frecuentemente tratamos de resolver con imposiciones, prohibiciones y castigos, lo cual no suele funcionar; o bien, vencidos por la impotencia, permitimos que la vida de nuestra hija pierda el rumbo.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 27 de julio de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: VIOLENCIA EN LOS DIAS FESTIVOS



       Según la Organización Panamericana de la Salud, la violencia es un acto, premeditado o no, que produce daño en la integridad física, psíquica, sexual, en la personalidad, y aún en la libertad de movimiento de la víctima.

La violencia es un mal endémico en nuestra cultura por dos probables razones fundamentales, aún insuficientemente estudiadas. Una de ellas es que, aún desconociendo los mecanismos genéticos que lo provocan, la evidencia nos dice que la raza latina es tendente a la agresividad (no es la única, ni necesariamente la que más). La otra razón es el deficiente nivel educativo general en nuestras sociedades; tomemos en cuenta que la respuesta violenta a un estímulo es instintiva e irracional, mientras que la respuesta pacífica y racional es algo que se educa.

       Pero hay otros elementos añadidos que tienden a favorecer la conducta violenta, como es el consumo de alcohol o drogas, y la baja autoestima. Las estadísticas demuestran que se producen más hechos violentos en fechas en las que se suele consumir más alcohol y drogas, tales como fines de semana y días festivos, especialmente en Navidad; también, incluso, en días de pago salarial, especialmente cuando éstos caen, como suele ser, en Viernes o Sábado. Y es que el alcohol y las drogas provocan desinhibición y nublan la razón al grado tal, que bajo sus efectos la conducta humana tiende a perder el poco o mucho nivel de racionalidad con que ha sido educada, y a proyectarse en base a los instintos más primitivos; más aún cuando la baja autoestima hace que cualquier circunstancia podamos interpretarla como una ofensa.

       De este modo, en fechas propicias, como lo son los días festivos, y particularmente las Navidades, la desinhibición causada por el alcohol o las drogas ocasiona una mayor facilidad a crear situaciones que otras personas, con razón o no, pero sí con baja autoestima, interpretarán como provocaciones; y como posiblemente también coqueteen con la ebriedad, sus respuestas tenderán a ser violentas.

La conclusión de todo ello, y a la vez el consejo, es que, si en general debemos tratar de evitar entrar en conflictos y caer en provocaciones, en las fechas señaladas es especialmente importante tomarlo en cuenta, porque es más probable que nos cueste un disgusto.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 29 de junio de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PRESION COMERCIAL




¿Cuántas cosas compra usted, no porque necesite las cosas en sí mismas, sino porque lo que necesita es “simplemente comprarlas”? ¿Cuántas veces ha comprado cosas que únicamente ha estrenado (y las ha estrenado solo porque las ha comprado) y luego ya prácticamente ya no las ha vuelto a usar? ¿Cuántas veces se ha sentido defraudado porque le hicieron creer, y usted quiso creer, que comprando tal o cual cosa su vida iba a ser mejor, para luego comprender que todo sigue igual? ¿Cuántas veces ha tenido la sensación de que le venden el problema para luego venderle la solución?

Presión comercial es la presión a la que todos estamos sometidos por medio del marketing, y que en forma tenaz y frecuentemente agresiva, a través de múltiples estrategias nos invita a comprar y a consumir permanentemente de todo, creándonos necesidades que no tenemos, y hasta convenciéndonos sutilmente de que tenemos problemas inexistentes; y sin que exista regulación alguna al respecto.

       Nadie duda que el marketing dinamiza la economía, y que ello está directamente asociado al desarrollo, entendiendo como tal lo reflejado por indicadores económicos; sin embargo, muy poco se ha investigado sobre los efectos negativos que esta presión comercial ejerce sobre la salud mental y social de la población, y muy poca es la conciencia de que la salud mental, como parte importante de la salud integral de la persona, es sujeto, a la vez que objeto, del propio desarrollo. ¿Qué sentido tiene un desarrollo que pretendiendo un bienestar, muchas veces subjetivo, nos provoca malestar por otro lado?

       Este tipo de contradicciones de un malentendido desarrollo ya se han hecho palpables en algunos aspectos, como el ambiental, en el cual la evidencia de que el desarrollo presente estaba arriesgando seriamente el desarrollo futuro, está provocando regulaciones que tratan de proteger las fuentes de vida para la sostenibilidad del desarrollo.


       De igual manera, es de esperar que algún día se comprenda mejor la relación entre la salud mental y el desarrollo, y se regulen factores de riesgo importantes, entre ellos, la presión comercial; aun cuando para entonces ésta haya provocado ya bastante daño a la salud mental y social de dos o tres generaciones. Mientras tanto, no podemos hacer otra cosa más que insistir en el tema, y recomendar vivir una vida más auténtica de acuerdo con criterios propios y no con los criterios ajenos que nos impone la presión comercial o el entorno social, influido a su vez por la presión comercial.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.