
Presión
comercial es la presión a la que todos estamos sometidos por medio del
marketing, y que en forma tenaz y frecuentemente agresiva, a través de
múltiples estrategias nos invita a comprar y a consumir permanentemente de
todo, creándonos necesidades que no tenemos, y hasta convenciéndonos sutilmente
de que tenemos problemas inexistentes; y sin que exista regulación alguna al
respecto.
Nadie duda que el marketing dinamiza la
economía, y que ello está directamente asociado al desarrollo, entendiendo como
tal lo reflejado por indicadores económicos; sin embargo, muy poco se ha
investigado sobre los efectos negativos que esta presión comercial ejerce sobre
la salud mental y social de la población, y muy poca es la conciencia de que la
salud mental, como parte importante de la salud integral de la persona, es
sujeto, a la vez que objeto, del propio desarrollo. ¿Qué sentido tiene un
desarrollo que pretendiendo un bienestar, muchas veces subjetivo, nos provoca
malestar por otro lado?
Este tipo de contradicciones de un
malentendido desarrollo ya se han hecho palpables en algunos aspectos, como el
ambiental, en el cual la evidencia de que el desarrollo presente estaba arriesgando
seriamente el desarrollo futuro, está provocando regulaciones que tratan de
proteger las fuentes de vida para la sostenibilidad del desarrollo.
De igual manera, es de esperar que algún
día se comprenda mejor la relación entre la salud mental y el desarrollo, y se
regulen factores de riesgo importantes, entre ellos, la presión comercial; aun
cuando para entonces ésta haya provocado ya bastante daño a la salud mental y
social de dos o tres generaciones. Mientras tanto, no podemos hacer otra cosa
más que insistir en el tema, y recomendar vivir una vida más auténtica de
acuerdo con criterios propios y no con los criterios ajenos que nos impone la
presión comercial o el entorno social, influido a su vez por la presión
comercial.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Titulaciones
en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y
Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi
actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos
direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica
privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de
comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de
extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su
tradicional estigma.
Fui la
primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer
dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente
he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas,
Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o
Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de
U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo
acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la
Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el
campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde
compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La
tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y
teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del
mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia
regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes
que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos
acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi
profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones
familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años
de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el
desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy
fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió
en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se
independizó, e incluso después.
Estoy absolutamente convencida del
rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el
futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario