Para Diario El Mundo, El Salvador
Revista Digital Gurú Político, México

En el papel, teóricamente la derecha estaría en mayor capacidad de gobernar esa rama estatal, aunque por las primeras acciones mostradas por los actores políticos desde el instante de los “discursos de la victoria”, hacen percibir que el triunfalismo ha llevado a exacerbar la soberbia de algunos, alejando con ello intencionadamente una posible y sobre todo, necesaria reconciliación entre antiguos correligionarios que en un tiempo reciente se denominaban entre sí hermanos nacionalistas y que les facilitaría un triunfo el 2014.
Obviamente alejar o alejarse de un partido político significa automáticamente trasladar al alejado hacia el contrincante. Desafortunadamente la política nacional es así de pragmática y no toma más consideraciones que la coyuntura.
Otras acciones políticas no confirmadas pero ampliamente comentadas desnudan nuevamente la frágil institucionalidad del país que va más allá de los partidos involucrados en las mismas, pudiendo percibirse que las instituciones encargadas de hacer valer un estado de Derecho son sumamente débiles y que difícilmente por temor a represalias actuarán de oficio en contra del estamento político.
Las acciones más comentadas tal vez por su gravedad son dos: 1. La supuesta negociación de los índices de asesinatos entre el gobierno y las maras. 2. La imposición de un partido político a sus diputados de firmar un pagaré por $500,000 como garantía que no se cambiarán de “camiseta” y obedecerán fielmente a la dirigencia de turno.
Ante la gravedad que ambos casos pudieran significar para la débil institucionalidad del país, se me ocurren una gran cantidad de preguntas (creo que no soy al único ciudadano que se le pasan por la mente) que sería necesario que respondieran claramente los involucrados. Aquí las comparto con los lectores, a las cuáles imagino que usted podrá sumar otras más:
Bajan los índices de asesinatos en El Salvador.
¿Hubo negociación entre el gobierno y las maras?,¿Hay relación entre la disminución de asesinatos y el traslado de la “selecta” de los reos peligrosos a cárceles menos seguras?, ¿Casualidad o causalidad?, ¿Hasta cuántos asesinatos diarios tienen derecho a cometer las maras según la negociación?
¿El Fin justifica los medios?, ¿Paga renta a las maras el gobierno de Mauricio Funes?, ¿La negociación es legal?, ¿Es legítima?, ¿Por qué el padre de la misma no reclama el éxito públicamente?, ¿Vergüenza?, ¿Malicia?, ¿Deshonra?, ¿Cuál fue la motivación para negociar?, ¿Patriotismo?, ¿Protagonismo?, ¿Populismo?, ¿Egocentrismo?
Amenaza a periodistas de El Faro:
¿Intolerancia?, ¿Matonería?, ¿Debilidad?, ¿Incapacidad?, ¿Habrán más amenazados?, ¿Se quedarán solo en amenazas?, ¿Quién es responsable de la seguridad y la integridad física de los periodistas y otros posibles amenazados?
Cambiando de tema:
Preguntas sobre el método utilizado supuestamente por la dirigencia de ARENA para asegurarse la lealtad de sus diputados:
El pagaré de la vergüenza:
¿Cuánto cuestan los ideales de un diputado?, ¿Quién les pone precio?, ¿Si un diputado cuesta $ 500,000 entonces a cómo da la docena?, ¿Acaso la fracción es biónica por eso cuesta 16.5 millones de dólares?, ¿Está hipotecada la dignidad y la libertad de conciencia de los “dipotecados” (diputados hipotecados)?, ¿Es legal?, ¿Es legítimo?.
¿Violenta el artículo 125 de la Constitución de la República la decisión de firmar el pagaré?, ¿Les importa acaso a los obligados y a los acreedores la Constitución?, ¿Le corresponde a alguien actuar de oficio?, ¿Actuará?, ¿A qué tasa de Interés les hicieron firmar?, ¿Harán públicas las condicionantes que rigen el pagaré?
¿A quién deben responder los “dipotecados”?, ¿Al pueblo?, ¿Al acreedor?, ¿De quién fue la brillante idea de la firma del pagaré?, ¿Quiénes son los aún más brillantes que la convirtieron en obligación?, ¿Por qué no se publican los nombres?
La decisión de obligarlos a firmar un pagaré es:
¿Patriótica?, ¿Mercantilista?, ¿Inteligente?, ¿Les asegura la lealtad de los “dipotecados”?, ¿Contra quién debe molestarse el pueblo?, ¿Contra el que decide poner precio a la lealtad de sus “dipotecados”?, ¿Contra aquellos que se atreven a hablar públicamente del tema?, ¿El fin justifica los medios?
¿Se atreverá alguien a contestar las interrogantes?