Tomado esglobal
LA LUCHA DE LAS CUBANAS EN LA
OPOSICIÓN
La
tradicional visión del papel de la mujer en la sociedad cubana hace que para
ellas ejercer la disidencia sea aún más difícil. Quien lleva faldas tiene que
recordar que también tiene cabeza y demostrar que no se amedrenta ante las
amenazas. Hace una década que el movimiento femenino en la oposición ha ido
cobrando fuerza hasta provocar un cambio en la estrategia represiva de las
autoridades de la isla.
"La mujer cubana sufre mucho, y más las que
son opositoras", Berta Soler
"En general, ser mujer en Cuba es difícil.
Aunque el discurso oficial es de supuesta emancipación femenina, la realidad es
que la mujer desde 1959 para acá ha tenido que vivir con una doble jornada
laboral: la doméstica y la laboral en la calle". Yoani Sánchez
Por María Torrens Tillack
Es
noche cerrada. Cuando el reloj marca las cuatro de la madrugada, Berta Soler
sale de su casa a hurtadillas. No es por miedo. Es por puras cuestiones
prácticas: no ve más remedio que levantarse en plena noche para dar esquinazo a
sus vigilantes y asegurarse de que llegará a la sede de las Damas de Blanco
para abrir la puerta a sus compañeras. Hoy se reúnen las esposas, madres,
hermanas, hijas de opositores presos o ex prisioneros para conmemorar el 65º
aniversario natalicio de su líder fallecida, Laura Pollán. Pero no todas
conseguirán llegar.
El
pasado 13 de febrero de 2014 la denominada "policía política" cortó
el paso a todo peatón y vehículo sobre las 10 de la mañana en los alrededores
de la sede, relata Soler. Las Damas de Blanco que llegaron más tarde ya no
pudieron asistir al encuentro. Al domingo siguiente detuvieron a 150 de estas
mujeres en todo el país durante sus habituales marchas pacíficas, según el
recuento de la organización.
"Somos
reprimidas, somos amenazadas, pero vamos" cuenta con orgullo la actual
líder del movimiento. "Tenemos nuestras estrategias pero a veces lo
hacemos público. Si no me dejas llegar, el mundo conoce que tú me prohíbes y me
limitas de [sic] mis libertades como ser humano". Por eso van todos los
domingos a las iglesias del país donde tienen delegaciones y marchan de forman
pacífica a favor de la libertad de los presos políticos y del respeto de los
derechos humanos… antes de acabar -a menudo- detenidas. Además, el Gobierno
sabe que se reúnen a mediados de mes en "tés literarios" para
"organizarse, perfeccionarse y educarse", explica.
Fuerte,
firme, contundente. Así se muestra esta habanera a su paso por la madrileña
Casa de América durante una reciente visita a España y ríe mientras confiesa
desafiante que "si estuviera Raúl Castro frente a mí, le dijera [sic]:
'Fuera de Cuba. Cuba sí, Castro no'". La premiada bloguera Yoani Sánchez
tampoco se amedrenta ante las probables recriminaciones del régimen castrista.
Recuerda abiertamente que está poniendo los cimientos para lanzar próximamente
el primer periódico no oficialista de Cuba: "Estamos ultimando los
detalles (…), evaluando los riesgos, pero -sobre todo- tratando de crear un
proyecto que sea otra manera de hacer periodismo desde dentro de Cuba".
A
pesar de la decisión que muestran las dos principales voces femeninas de la
disidencia en la isla, aseguran que el camino de la oposición es especialmente
difícil para las féminas.
"Cuando
eres mujer y haces algún tipo de crítica pública o sencillamente te haces
miembro de un grupo de oposición, le recuerdan inmediatamente [a una] que lleva
faldas", asegura Yoani Sánchez. "En general, ser mujer en Cuba es
difícil. Aunque el discurso oficial es de supuesta emancipación femenina, la
realidad es que la mujer desde 1959 para acá ha tenido que vivir con una doble
jornada laboral: la doméstica y la laboral en la calle".
"La
mujer cubana sufre mucho, y más las que son opositoras", coincide la
portavoz de las Damas de Blanco. "No tenemos tiempo para nuestros hijos,
no tenemos tiempo para nuestra casa. Tenemos que dedicar entre un 90 y un 95%
[de él] a la defensa de los derechos humanos".
Elizardo
Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional (CCDHRN), organización miembro de la Federación Internacional de
Derechos Humanos, está de acuerdo con estas mujeres. Afirma que son "objeto
de represión constante (…) y mucho más vulnerables cuando hay violencia
física". Hasta cuando las encierran en un calabozo, "sufren
penalidades especiales, porque las mínimas facilidades sanitarias son para
hombres", con un urinario o un agujero en el suelo.

La
Unión Patriótica de Cuba ha denunciado recientemente que "la violencia de género [en la isla] es ejercida
principalmente por el Gobierno" desde hace años de forma
"sistematizada y constante". Asegura que las Damas de Blanco "en
miles de casos acumulan maltratos físicos terribles, así como
psicológicos",documentados en parte por la CCDHRN. Por su
parte, Amnistía Internacional destaca sobre Cuba en su informe mundial de 2012
las "repetidas detenciones arbitrarias y agresiones físicas" contra
las Damas de Blanco y sus simpatizantes. La embajada de Cuba en Madrid no ha
respondido a las peticiones de comentario por parte de esglobal.
"No
son menos de 500 [mujeres] comprometidas activamente", calcula Elizardo
Sánchez. Recuerda que hace 25 años prácticamente no se manifestaban. Desde que
en 2003 se fundaran las Damas de Blanco tras la detención del llamado
"Grupo de los 75" -en el cual solo había una fémina-, las mujeres han
ido cobrando fuerza en la labor de oposición, principalmente desde este
movimiento.
En
la actualidad hay más de ochenta presos políticos en Cuba; aunque el
crecimiento de la oposición entre las mujeres ha provocado más detenciones
entre ellas, no llegan ni a cinco las encarceladas. Sonia Garro Alfonso, Dama
de Blanco, ha cumplido recientemente dos años en prisión sin juicio, acusada de
asesinato (falsas acusaciones, según sus allegados). Madelaine Caraballo
también está presa y al menos una más se encuentra bajo arresto domiciliario.
Berta
Soler considera que el Gobierno castrista "está cambiando de táctica"
para reprimir las voces opositoras y ha pasado a detener cada vez a más
mujeres. "Lo que hace [el Ejecutivo] es que te condena a dos años o no te
hace juicio y a los dos años te libera". Afirma, además, que ha aumentado
la detención "arbitraria" a corto plazo. "Te detiene una unidad
policial, sentándote en un aula, en una oficina, donde ellos entiendan, y te
retienen un par de horas y después te liberan para decir que en Cuba no hay
presos políticos".
Bárbara
Estrabao es compañera de fatigas y pareja de hecho de Elizardo Sánchez desde
hace años. Ella ha tenido que soportar que en un libro la calificaran de
"concubina", cuando la ley cubana admite otras formas de convivencia
más allá del matrimonio, subraya. Pero para Estrabao, actualmente en busca de
ayuda europea para fundar un centro de ayuda para todas las cubanas que sufren
violencia de género, esto no es más que un detalle entre las dificultades
añadidas a las que se enfrentan las opositoras.
Asegura
que la situación económica y psicológica de las disidentes es aún más crítica
que las de las demás mujeres, ya de por sí "precaria". A las
disidentes las expulsan de sus trabajos, las golpean, las persiguen… Cuando van
en busca de víveres para su familia y alguien las identifica, se pueden enfrentar
a "un mitin de repudio en público por grupos parapoliciales que hacen
campañas difamatorias", explica.
Los
pequeños gestos de apertura del régimen, como permitir la salida al extranjero
de líderes de la disidencia (vistos como pura campaña de "maquillaje"
por numerosos opositores) parecen no haber hecho más que alimentar en ellos la
sed de cambio tras 55 años de represión. "No vamos a esperar a la muerte
de Raúl", advierte Berta Soler. "Yo quisiera que siguiera vivo para
que él y Fidel vieran los cambios en Cuba". Y ellas jugarán un papel
destacado en esta lucha.
"
'Mujer, a tus carteros', 'mujer a tu vida doméstica', 'mujer, por qué te metes
en eso' ". Yoani Sánchez no quiere volver a escuchar reproches como estos.
"El ciclo masculino ha terminado, un discurso de trinchera [también
pronunciado por mujeres] que nos ha enfrentado [y] sometido como nación",
sentencia visiblemente enfadada pero ante la esperanza de que se abra una nueva
etapa de diálogo para el cambio.