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jueves, 21 de junio de 2012

Gobierno uruguayo promueve polémica ley para legalizar la marihuana


Tomado de El Observador
La marihuana y la pasta base marearon al gobierno y el gobierno mareó con ellas

Ninguno de los expertos gubernamentales en el tema drogas fue consultado antes de anunciar la legalización del cannabis
  
Por Gabriel Pereyra

El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, reclamó ayer a los medios tener en cuenta todo el documento emitido por el gobierno en materia de seguridad y no solo propuestas aisladas.

Si con consejos como este es que se piensa regular a los medios de comunicación vamos por mal camino, porque lo de Breccia se parece mucho a un intento para que el todo impida ver algunas cosas puntuales que rompen los ojos dentro de estos anuncios gubernamentales, en particular los vinculados al tema drogas.



Sabiendo que sería el anuncio que más polémica causaría, al gobierno le molesta que los medios y buena parte del debate público se centre en la idea de que el Estado produzca y venda marihuana.

Más allá de si esto tiene alguna relación con la inseguridad que se vive en el país, no es menor la forma en que se procesó internamente tan sorprendente planteo, como otros vinculados a la pasta base de cocaína.



Las principales autoridades del Ministerio del Interior que tienen experiencia en el tema drogas, Julio Calzada, el actual titular de la Dirección de Drogas, Julio Guarteche, director nacional de Policía y por años jefe de la Brigada Antidrogas, Mario Layera, actual titular de la Brigada Antidrogas, y los principales asesores de casi todos los organismos que están dedicados a la prevención y represión del consumo de estupefacientes, se enteraron por la prensa de esta innovadora medida.



Con quién consultaron su pertinencia el presidente y los ministros, sigue siendo un misterio, pero en la conferencia de prensa de ayer mostraron un desconocimiento brutal del asunto o directamente mintieron para salir del paso.

El titular del Mides, Daniel Olesker, dijo que hay países incluso de la región que ya iniciaron el camino de “separar los mercados” de la marihuana del resto de otras drogas. Una falsedad que no se sostiene en la realidad. Nadie hizo ni está haciendo eso.



El gobierno tendrá que salir a rever convenios internacionales firmados en materia de drogas y deberá elaborar medidas de control que trascienden ampliamente la ya complicada tarea de producir y vender esta droga, como tener que empezar a realizar exámenes de orina a los conductores para saber si están manejando bajo los efectos de una sustancia que ahora será legal, como el alcohol, que es controlado vía espirometría.

Este es apenas un ejemplo de las decenas de regulaciones que el Estado deberá aplicar antes de dar un paso que, para algunos de los expertos que el gobierno no consultó, es algo casi impracticable.



Por otra parte, los ministros manejaron como al pasar que la marihuana podría ser un paliativo a la pasta base, cuando la enorme mayoría de los técnicos a los que les paga el sueldo para que se estudien el asunto sostienen que así como una droga no necesariamente es entrada para otras drogas, tampoco es una salida.



Ayer dijeron que habría un registro de consumidores. Hoy el propio ministro Fernández Huidobro sostuvo que no está muy a favor de ese registro.



En suma, esto de la legalización parece más una medida a las apuradas y de corte “progresista” para balancear el resto de medidas que el gobierno anunció, algunas mucho más represivas y conservadoras de lo que reclamaba la oposición, y enviar una señal a un sector de la ciudadanía que quizás reciba esto de buen grado (hay 300 mil consumidores de marihuana, dijo el gobierno)



Mientras que el homicidio se pena con 20 meses de prisión a 12 años de penitenciaría, el gobierno sancionará a quienes venden pasta base con 4 años de prisión a 15 años de penitenciaría. Un diputado colorado proponía equiparar la venta de pasta base al homicidio, pero en el gobierno fueron más lejos.

¿Qué dirán de esto los expertos que saben que por la forma de vender esta droga los verdaderos traficantes ponen en las bocas de venta a mujeres solas que han hecho de eso su forma de subsistencia? Seguiremos llenando las cárceles con personas que no incurren en delitos violentos y que seguramente allí aprenderán como hacerlo mejor.



Por otra parte, ¿en qué quedó la idea de Mujica de internar compulsivamente a los consumidores de pasta base?

Fuentes del gobierno dicen que se bajó a último momento. Todo muy a las apuradas, todo muy improvisado.

Como contrapartida, el gobierno enterró la idea de habilitar el cultivo personal, una propuesta que había sido impulsada y defendida por la propia bancada de legisladores frenteamplistas que, es de imaginar, tampoco debe haber sido consultada antes de lanzar al aire esta medida con ribetes de guitarreada.

martes, 10 de abril de 2012

Guatemala lanza campaña mundial para despenalizar drogas


Agencias Noticiosas


GUATEMALA- Sorpresivamente el presidente guatemalteco, Otto Pérez, instruyó a sus embajadores para que promuevan una campaña mundial, que tiene como objetivo  la despenalización de las drogas,  en cada país en que se encuentran acreditados.

El canciller Harold Caballeros explicó que el Ejecutivo va "a compartir la propuesta con los embajadores" y, en ese sentido, se ha previsto que los diplomáticos reciban un curso sobre este tema.

"Habrá sesiones de preguntas y respuestas, porque queremos que se vayan nutridos y lleven verdaderamente la visión de la administración Pérez", agregó.

El objetivo del seminario, que este martes se imparte en el Ministerio de Relaciones Exteriores, es que los representantes diplomáticos hagan un cabildeo en los países donde están acreditados.

El pasado lunes la Cancillería guatemalteca dio a conocer la política exterior del gobierno de Pérez, que asumió el pasado 14 de enero para un período de cuatro años y donde "se hace especial énfasis en el tema de la seguridad, donde se incluye la iniciativa del presidente de dialogar sobre nuevas alternativas para la lucha contra el narcotráfico", señaló un comunicado oficial.

El gobernante propone debatir nuevas estrategias contra el narcotráfico ante el fracaso de la lucha armada, que sumió a Centroamérica en una espiral de violencia incontenible, planteamiento que Estados Unidos y algunos países centroamericanos rechazan.

lunes, 20 de febrero de 2012

Guatemala presenta ante EEUU polémica propuesta para debatir despenalización de drogas

Agencias Noticiosas

El canciller Harold Caballeros viajó el lunes a Washington para discutir con la secretaria de Estado Hillary Clinton sobre la polémica propuesta impulsada por el presidente Otto Pérez, rechazada por el gobierno de Obama

"Caballeros se reunirá con Clinton para tratar asuntos como la propuesta del mandatario de iniciar un diálogo para discutir una posible despenalización de las drogas" en la región, anunció la estatal Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN).

"El viaje es para preparar el del presidente (Otto Pérez) a esa ciudad y el martes sostendré una reunión con la secretaria de Estado, Hillary Clinton", declaró Caballeros a la AGN sobre la gira de cuatro días.

En aeropuerto, antes de partir, Caballeros dijo a periodistas: "Tenemos que ser claros en que el presidente no está diciendo que va a legalizar la droga en Guatemala, sino que está diciendo que a él le parece que debería de haber algún debate hemisférico acerca de este tema". "Es un proceso que va a durar por lo menos una década, pero lo importante es que se inicie en algún momento. Él está pensando que debe haber una alternativa a todo este costo de muerte y dinero" en el combate del narcotráfico, agregó.

El canciller dijo que su visita tiene también como fin preparar la que hará Pérez a la sede de la OEA en fecha por definirse.

Por su parte, la vicepresidente guatemalteca, Roxana Baldetti, dijo este lunes que insistirán en la necesidad de debatir la despenalización del consumo de drogas debido a la ola de violencia que genera el narcotráfico y por los pocos resultados obtenidos en su combate.

El 13 de febrero, tras reunirse con su par salvadoreño, Mauricio Funes, Pérez habló de su propuesta, la cual debería ser debatida por todos los países afectados por la producción, el tránsito y el consumo de drogas.

Sin embargo, no entró en detalles sobre la propuesta e indicó que su objetivo es que se debata esa posibilidad, que puede ayudar a reducir la ola de violencia que azota a Latinoamérica a causa del narcotráfico.

Pérez adelantó, el domingo, que la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, visitará Guatemala esta semana para analizar el combate a las drogas, pero le hablará de su propuesta.

"Si ella no trata el tema, yo sí lo haré", dijo Pérez. Además, adelantó que no pedirá a sus pares de Latinoamérica que fijen una posición sobre la cuestión, aunque solicitará a los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de México, Felipe Calderón, que también propongan el debate.

Según Washington, el 90% de la cocaína que es traficada desde Sudamérica, especialmente desde Colombia, para consumo en los Estados Unidos pasa por territorio marítimo y terrestre de Centroamérica.

domingo, 1 de enero de 2012

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL INICIO EN EL USO DE SUSTANCIAS TOXICAS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos



El uso de sustancias tóxicas suele iniciarse en la adolescencia con las sustancias socialmente aceptadas, como el alcohol o el tabaco; son como una puerta de entrada a otro mundo; como un punto de partida. Muchos nunca llegan a pasar de ahí; otros llegan a usar esporádicamente alguna de las consideradas “drogas menos peligrosas”; y otros llegan a usarlas habitualmente. Parte de éstos últimos pueden llegar a usar esporádica o habitualmente drogas más duras. El por qué un adolescente se inicia en el uso de sustancias tóxicas, o el por qué salta al consumo de sustancias más fuertes, o llega incluso al abuso de las drogas más duras, tiene múltiples respuestas.

En general, tres suelen ser las razones argumentadas por los adolescentes que se inician con el alcohol o el tabaco: por curiosidad, por sentirse mayor; o por imitación (los demás también lo hacen). Tanto el deseo de sentirse mayor, como la curiosidad y la tendencia a la imitación de conductas, son normales, característicos, y prácticamente inevitables en la adolescencia; pero el hecho de que trasciendan a lo que es nocivo para sí mismos, pone de manifiesto un modelo inadecuado, y una insuficiente orientación. El modelo inadecuado no necesariamente se refiere al modelo familiar; muchas veces es el propio modelo social el que invita a iniciarse en prácticas inconvenientes. Pero ahí es donde se hace necesaria la orientación familiar adecuada.

Una orientación familiar adecuada no consiste en dictar prohibiciones al respecto y pretender que nunca vayan a consumir alcohol o tabaco, o, en muchos casos, ir un poco más allá. Muchas veces esta actitud conduce a resultados completamente opuestos a los que se esperan, porque magnifica la importancia del tema y hace que aumente la curiosidad por lo prohibido, de modo que si en algún momento, como es probable, se traspasa esa “puerta a otro mundo”, el adolescente tendrá la sensación de estar al margen de una norma rigurosa, y de que, de la misma manera que la puerta estaba cerrada para salir, estará cerrada para regresar de nuevo.

La orientación familiar adecuada consiste en dar a conocer al hijo, y hacerle consciente de la realidad que hay detrás de esa puerta, y sobre la que hay aún más allá. Debe hacerse sin deformaciones; sin ocultar nada, pero sin exagerar ni poner tintes trágicos. Y, como siempre recomiendo, debe empezar a hacerse desde antes incluso de la adolescencia. La tragedia puede estar en el consumo habitual o abuso de esas sustancias y en las que hay más allá, pero no en simplemente probar el alcohol o el tabaco, o incluso alguna otra hierba, siempre y cuando el adolescente sea consciente del riesgo que entraña, porque se ha hablado con él de ese tema.

Y se le debe dejar esa puerta abierta con toda confianza. Es posible que el adolescente la traspase en alguna ocasión para echar un vistazo al otro lado y satisfacer su curiosidad característica, pero si el adolescente tiene estabilidad y atención en su familia, casi con toda seguridad eso será todo, y probablemente, en su vida de adulto, ni le apetezca andar rondando por sus cercanías. Si no goza de esa estabilidad, el riesgo es bastante mayor, pero entonces el problema no son las sustancias tóxicas, sino la inestabilidad. Las sustancias tóxicas son solo el vehículo para canalizar su problema.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

viernes, 26 de agosto de 2011

Nueva narco-masacre lleva luto a México

Agencias Noticiosas


El sitio fue atacado por presuntos sicarios que tiraron granadas, dispararon y luego lo incendiaron.

Alrededor de 50 personas murieron en un ataque a un casino de la ciudad mexicana de Monterrey (norte), que provocó un gran incendio, dijo a la prensa el fiscal del estado de Nuevo León, Adrián de la Garza. (Vea una galería de fotos de los trabajos de rescate de las autoridades en el lugar tras el ataque)

El procurador general de Justicia, Adrián de la Garza, advierte que el número podría aumentar, y presume que un cártel de narcotráfico aparentemente fue responsable del ataque.

El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, informó que la cifra de muertos tras el ataque al casino Royale de Monterrey asciende a 53. (presidente de México calificó el hecho como "acto de terror y barbarie").

Antes, el procurador general de Justicia, Adrián de la Garza, advirtió que la cifra podría aumentar, y dijo que un cártel de narcotráfico aparentemente fue responsable del ataque.

Minutos antes, Jorge Camacho Rincón, director de Protección Civil del estado de Nuevo León, cuya capital es Monterrey, había informado de 22 muertos, pero alertó que el número podría subir, ya que aún no han recorrido todo el lugar que fue consumido por el fuego.

Otras fuentes periodísticas aseguran que suman 34 los muertos. Por ahora no se tiene la cifra de heridos. Camacho Rincón explicó que cuando los atacantes dispararon la gente corrió a los baños para protegerse, pero no sabía que los sicarios iban a prenderle fuego al lugar. Eso provocó que muchos murieran intoxicados.

Los bomberos y socorristas tuvieron que romper las paredes con una máquina retroexcavadora para rescatar a personas atrapadas y los cadáveres. Menos de 24 horas antes otro casino fue atacado con una granada en la vecina ciudad de Saltillo, en el estado de Coahuila.

El casino es propiedad del Grupo Royale, que posee establecimientos en las ciudades de Monterrey, Mazatlán, Los Cabos y Escobedo.

El casino siniestrado, que abrió hace tres años y medio, tiene dos plantas. En el primer piso hay un bingo con capacidad para 250 personas, máquinas tragamonedas, ruletas y apuestas deportivas y en la segunda planta tiene mesas de póquer.

Versiones periodísticas señalan que varios casinos de Monterrey, Nuevo León, han sido atacados -el último, en mayo pasado- porque sus dueños se han negado a pagar extorsiones, otra fuente de ingresos de los narcotraficantes.

El estado de Nuevo León es uno de los escenarios más afectados por las pugnas entre narcotraficantes, que junto con los operativos de las fuerzas de seguridad han dejado un saldo de más de 41.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando el gobierno puso en marcha una estrategia para combatirlos con la participación del ejército.

jueves, 2 de junio de 2011

Ex presidentes y personalidades latinoamericanas a favor de legalizar ciertas drogas

Agencias Noticiosas


Una comisión formada por ex mandatarios de América Latina y otras personalidades como los escritores Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa pidió legalizar ciertas drogas como el cannabis como medida para combatir el narcotráfico, en un informe hecho público hoy.

"Cincuenta años después de que empezara la Convención Única de Estupefacientes de la ONU (1961) y cuarenta desde que el presidente (Richard) Nixon lanzara por parte del gobierno de Estados Unidos la guerra global contra las drogas, es urgente que haya reformas fundamentales en las políticas globales y nacionales de control", expresó el ex presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso.

"Empecemos -añadió- tratando la drogadicción como un tema de salud, reduciendo la demanda de las drogas a través de probadas iniciativas educativas y, en vez de criminalizar, regular por la vía legal el cannabis".

El ex mandatario brasileño preside la llamada comisión global sobre la política de drogas responsable del informe que valora como un "fracaso" las políticas llevadas a cabo hasta ahora en muchos países, como es la criminalización de los drogadictos, productores y pequeños traficantes.

"No podemos seguir ignorando que la violencia, el crimen y la corrupción que hay en América Latina por la droga son el resultado del fracaso de las políticas por combatirla", expresó por su parte el ex presidente de Colombia César Gaviria, también miembro de la comisión.

"Ahora es el momento de romper con el tabú y discutir otras opciones políticas, entre ellas alternativas a la prohibición de las drogas", añadió Gaviria.

Junto con Fuentes, Vargas Llosa, Cardoso y Gaviria, la comisión responsable del informe está formada por otros 15 miembros, como son el ex presidente de México, Ernesto Zedillo; el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan; el fundador de Virgin Group, Richard Branson; la ex alta comisaria para los Derechos Humanos de la ONU, Louise Arbour; el ex representante de asuntos exteriores de la Unión Europea, Javier Solana y el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Paul Volcker.

El documento, el primero de este tipo que realizan altas personalidades, lleva varias recomendaciones.

Por un lado, pide que se "revise" el listado internacional de drogas prohibidas que ha llevado "a anomalías obvias como el fallo en categorizar al cannabis, la hoja de coca y el éxtasis".

Por otro lado, que se deje de criminalizar y estigmatizar a los drogadictos, así como a los cultivadores de drogas, o vendedores a pequeña escala.

"Muchos de ellos son las propias víctimas de la violencia y la intimidación o son drogodependientes".

"Arrestando y encarcelando a decenas de millones de ellos en las últimas décadas se han llenado las prisiones y se han destrozado vidas y familias sin haber reducido la oferta de drogas ilícitas y el poder de las organizaciones criminales".

En este sentido, el documento pone de ejemplo a varios países a seguir como Portugal, que tras su política de descriminalización, llevada a cabo a partir de julio de 2001 para los que consumieran o poseyeran todo tipo de drogas, no hubo un aumento en el consumo. También pone como ejemplo a Holanda o Australia.

Entre otras de las recomendaciones, el informe pide inversión en programas de prevención educativos para la juventud, "evitando mensajes simplistas como 'simplemente dí no' o 'tolerancia cero'".

lunes, 28 de febrero de 2011

Narcoguerra de carteles mexicanos se ha extendido a Guatemala

Tomado de The Wall Street Journal


Por Nicholas Casey

CIUDAD DE GUATEMALA
—Se ha abierto un nuevo frente en la guerra contra los carteles de la droga mexicanos, pero esta vez no es dentro de México sino justo al lado, en este pequeño país centroamericano.

Cuatro años después de que México pusiera en marcha una iniciativa similar contra las bandas del narcotráfico, el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, ha desplegado cientos de soldados del ejército a una provincia rural para tratar de erradicar a Los Zetas, un poderoso cartel mexicano que llegó aquí hace unos tres años.

"Enfrentamos una invasión permanente", señaló Colom durante una entrevista radial hace poco, cuando habló sobre el estado de sitio que declaró a finales de diciembre en Alta Verapaz, una provincia al sur de México.

En Alta Verapaz, militares y patrullas de policía ahora recorren las calles buscando capturar a miembros de Los Zetas.

El estado de sitio les permite a las fuerzas de seguridad registrar las casas y concretar arrestos sin órdenes judiciales, y aparentemente ha dado algunos resultados ya que 25 sospechosos están bajo custodia y más de US$1,2 millones en mercancías ilegales han sido capturadas, incluyendo drogas, granadas y rifles de asalto, asegura el gobierno.

Mientras que Guatemala está empezando su propia campaña contra los carteles, espera no imitar a México en un aspecto clave: desde que la operación mexicana empezó en 2006, la violencia relacionada con las drogas ha dejado más de 34.000 muertos.
Algunos temen en Guatemala que un recrudecimiento de la violencia es exactamente lo que sucederá, también aquí.

"Si ponemos a nuestro ejército contra el de los traficantes, simplemente tendremos miles de muertes", expresó Sandino Asturias, un experto en seguridad en el Centro de Estudios de Guatemala, un centro de estudios en la capital. Asturias recomienda el uso de inteligencia, como escuchas telefónicas, para interferir a las asociaciones criminales en lugar de la fuerza bruta del ejército.

Alberto Islas, un analista de seguridad de México con una larga trayectoria en rastrear los cárteles del narcotráfico de su país, asegura que el ejército de Guatemala, entrenado para luchar contra las guerrillas de izquierdas durante 36 años de guerra civil, "carece de los recursos para luchar contra el crimen organizado", el cual él define como "un juego distinto". Los narcotraficantes, por ejemplo, están mejor financiados que los grupos ideológicos que luchan por una causa, dice Islas.

Esa guerra civil, que dejó un legado de represión brutal por parte del ejército y la policía nacional, llevó al gobierno en los últimos años a reducir el tamaño del ejército en 60%. Las reducciones y el recorte de presupuestos significa, que Guatemala sólo podría costear el envío de 600 tropas a la provincia para luchar contra Los Zetas, en comparación con los 6.500 soldados que México envió al estado de Michoacán para luchar contra el cartel La Familia, que en su momento representó una amenaza similar.

En Alta Verapaz, el gobierno ordenó el cierre de tres bases militares en 2004, cuando despidió casi 11.000 soldados y dejó la zona prácticamente indefensa y gravemente expuesta al crimen organizado, afirman algunos funcionarios del gobierno.

"Nunca imaginé que el conflicto armado había protegido al país", declaró el presidente Colom en una entrevista reciente. "Las guerrillas nunca se involucraron en el tráfico de drogas. Y entonces, redujimos el ejército y la policía".

Mientras que Centroamérica desde hace tiempo ha sido un punto de parada para el contrabando de drogas desde Colombia a Estados Unidos, las asociaciones del crimen organizado han aumentado sus actividades aquí en los últimos años, según las autoridades de EE.UU. y expertos en drogas.

En Guatemala, unos US$2.100 millones en drogas, dinero en efectivo y armas fueron confiscados en el primer semestre del año pasado, lo que equivale a cerca de 5% del producto interno bruto, y aproximadamente lo mismo que la cantidad capturada para todo 2009, señala el gobierno.

Y mientras se desconoce lo que impulsó a Los Zetas a venir a Guatemala, algunos creen que el momento puede estar vinculado a la propia ofensiva en México. El mes pasado, la policía mexicana anunció la captura un líder de Los Zetas, Flavio Méndez Santiago, en el estado de Oaxaca.

Los Zetas se encuentran entre los nombres más temidos en la guerra de narcos. El grupo se inició después de que desertores de las Fuerzas Especiales de México tomaron las armas para defender al Cartel del Golfo, en ese país. Recién se separaron el año pasado y formaron una organización criminal por su cuenta que mezcla el tráfico de drogas con extorsiones, secuestros y asesinatos.

El grupo fue noticia en Guatemala en agosto, cuando las autoridades mexicanas los culparon por la sangrienta masacre de 72 inmigrantes en un rancho aislado en México. Muchos de los muertos eran guatemaltecos que se dirigían a EE.UU.

Los residentes de Alta Verapaz dicen que Los Zetas empezaron a aparecer hace tres años. Valeriano Maquín, de 25 años y oriundo de la ciudad de La Tinta, dijo que los desconocidos se presentaron como oficiales del gobierno de Guatemala y preguntaron por los miembros locales de los Kaibiles, una ex división de las fuerzas especiales de Guatemala que se cree que es responsable de matanzas de civiles durante la guerra civil del país. Maquín y otros residentes creen que los recién llegados estaban buscando reclutar a los vigilantes para sus propias filas.

Durante 2008, Los Zetas se desplegaron por todo el país, establecieron una base de operaciones y se enfrentaron a los traficantes locales para ganar el control de las rutas de contrabando, afirman funcionarios guatemaltecos. En marzo de 2008, 11 personas fueron asesinadas en un pueblo en el este de Guatemala tras una encarnizada batalla entre Los Zetas y una banda local.

El ministro del Interior de Guatemala, Carlos Menocal, declaró que era optimista de que el gobierno pudiera controlar a los grupos criminales como Los Zetas, citando éxitos del pasado en la selva El Petén, donde las pistas de aterrizaje utilizadas por los traficantes fueron recuperadas en los últimos años.

Pero reconoció que la fuerza policial del país, destinada a ayudar al ejército a enfrentar a los narcotraficantes, también es demasiado pequeña. Guatemala cuenta con un sólo funcionario por cada 700 residentes, en comparación con lo que recomienda Naciones Unidas, que es uno por cada 400. Además señaló que el país tiene 2.000 investigadores de policía y necesita 5.000.

Algunos dicen que el gobierno de EE.UU. podría hacer más para ayudar. En los últimos años, EE.UU. les dio a los países centroamericanos y del Caribe menos de 25% de los US$1.400 millones asignados en la Iniciativa Merida, mientras el resto fue destinado a los esfuerzos en México.

Un funcionario del Departamento de Estado declaró que el gobierno está incrementando su foco sobre Guatemala junto con El Salvador y Honduras, y podría estar considerando aumentar los fondos si los países demuestran "voluntad política para financiar y hacer frente a sus desafíos de crimen interno".

Traer la lucha contra el narcotráfico a Guatemala enfrenta la oposición de los activistas de izquierdas, quienes dicen que el uso de soldados para combatir a los narcos conducirá a una nueva militarización del país y quizá el regreso de la guerra civil en la que murieron unas 200.000 personas, principalmente a manos del ejército.

Jorge Morales Toj, un ex guerrillero que ahora es abogado y defensor de los derechos humanos, dijo que abusos cometidos por el ejército como violaciones y asesinatos podrían hacer que volviera la "psicosis de guerra".

Morales y muchos otros afirman que las operaciones militares son una puesta en escena política para conseguir más apoyo al gobierno de Colom. Las elecciones presidenciales están previstas para septiembre, y se prevé que la esposa de Colom, Sandra Torres, se presente con Colom, cuyo mandato llega a su límite.

Colom niega que la política tenga algo que ver con la operación militar y que no se han presentado quejas ante el gobierno sobre abusos de derechos humanos en Alta Verapaz desde que comenzó el estado de sitio.

"Cuatro miembros de mi familia fueron asesinados en el conflicto anterior", sostuvo Morales. "No quiero ver que este tipo de cosa vuelva a suceder".

sábado, 4 de diciembre de 2010

Capturan al “ponchis” el niño sicario degollador

Tomado de Zona Cero

Con tan solo 14 años. Fue retenido en Cuernavaca. Está acusado de degollar a sus víctimas

Decadencia de la especie humana

El Ejército Mexicano detuvo a Edgar Jiménez Lugo, conocido El Ponchis, quien pretendía abordar un avión en el aeropuerto Mariano Matamoros de esta ciudad con destino a Tijuana, acompañado de una de sus hermanas, Isabel.

El menor, de 14 años, se presume participó en diversas ejecuciones y acciones ordenadas por el Cártel del Pacífico Sur.

De acuerdo a El Ponchis, él y su hermana pretendían abordar el último vuelo que sale de Cuernavaca hasta esa ciudad fronteriza para después viajar a San Diego, California, Estados Unidos, donde viven sus padres (divorciados) y una de sus tías, para refugiarse y huir de la mafia en Morelos.

Según confesiones del narcosicario más joven que se ha registrado en México fue el encargado de decapitar de manera directa a cuatro personas y realizar levantones, así como tirar cadáveres de más de 300 personas que han sido asesinadas a lo largo de un año.

Entre sus primeras declaraciones, El Ponchis dijo haber sido levantado y obligado bajo amenaza de muerte por Jesús Radilla, El Negro, jefe del Cártel del Pacífico Sur (CPS) para formar parte de ese grupo criminal o, de lo contrario, ser ejecutado.




Edgar Jiménez Lugo también confesó ser ciudadano estadunidense, dato que fue confirmado por la Secretaría del a Defensa Nacional (Sedena) tras su intento de salir del país.

Cabe señalar que otra de sus hermanas de 24 años se encontraba con él al momento de su intento de fuga, sin embargo, dijo no estar relacionada con el Cártel del Pacífico Sur y sólo haber acudido al aeropuerto a despedir a sus dos hermanos.

En tanto, Isabel, de 19 años, confesó ser amante de Jesús Radilla y haberlo visto por última vez hace una semana tras el aseguramiento de varios sicarios en el club nocturno Fantasy.

El Ponchis relató a las autoridades que integrantes del Cártel del Pacífico Sur lo drogaban y obligaban a cometer las ejecuciones.

martes, 9 de noviembre de 2010

California rechazó la legalización de la marihuana

Por Luis Montes Brito

En estos días hay un fuerte debate en diferentes países sobre la conveniencia, los beneficios y el daño que implicaría la legalización de la marihuana.

En México, Colombia, Estados Unidos, algunos paises de Sur América y de Europa está el tema en discusión en la opinión pública. Recientemente la prerstigiosa revista británica The Lancet dió un campanazo al revelar el resultado de su estudio científico acerca de los daños que causa el alcohol, el cual concluye que los perjuicios ocasionado por el acohol, de venta legal, son peores que los ocasionados por la heroína y el crack.

El reporte del estudio, fue elaborado bajo la responsabilidad de dos ex asesores del Gobierno británico, David Nutt y Leslie King, el mismo busca elaborar políticas estatales más eficaces para combatir el impacto social de sustancias adictivas, entre las que se incluye también el tabaco, otra droga tan legal como el alcohol en la mayoría de los países del mundo. Según el reporte, la segunda y tercera drogas en el ránking del daño individual y social son la heroína y el crack.

Durante las elecciones de medio término celebradas en Estados Unidos la semana anterior el estado de California sometió ante sus electores la decisión de legalizar o no ésta droga tan común entre jóvenes y adultos, la pretendida legalización fue derrotada en las urnas con una votación de 53% a 47% en contra. Francamente hablando estuvo muy cerca de ser legalizada.

Habrá que recordar que hay algunas religiones como el Movimiento Rastafari originaria de Etiopía, cuyo devoto más famoso fue el célebre músico de Reggae Bob Marley, utilizan la marihuana dentro de sus ritos, dicha religión llegó a América alrededor de 1930 a través de la gran colonia de origen de Etiopía que vive en Jamaica.

El tema pasa también por el campo de la salud y los beneficios que esta droga tiene en pacientes con enfermedades terminales, por lo que las aristas son diversas y vale la pena conocerlas para formarse una mejor opinión propia al respecto.

Comparto con usted la opinión autorizada del premio Nóbel de Literatura 2010, el peruano-español Mario Vargas Llosa quien en su siempre interesante columna Piedra de Toque retomó el tema expresando su opinión sobre tan discutido tópico.

Por Mario Vargas Llosa
Premio Nobel de Literartura 2010


Los electores del estado de California rechazaron el martes 2 de noviembre legalizar el cultivo y el consumo de marihuana por 53% de los votos contra 47%, una decisión a mi juicio equivocada. La legalización hubiera constituido un paso importante en la búsqueda de una solución eficaz del problema de la delincuencia vinculada al narcotráfico que, según se acaba de anunciar oficialmente, ha causado ya en lo que va del año en México la escalofriante suma de 10.035 muertos.

Esta solución pasa por la descriminalización de las drogas, idea que hasta hace relativamente poco tiempo era inaceptable para el grueso de una opinión pública convencida de que la represión policial de productores, vendedores y usuarios de estupefacientes era el único método legítimo para acabar con semejante plaga.

La realidad ha ido revelando lo ilusorio de esta idea, a medida que todos los estudios señalaban que, pese a las astronómicas sumas invertidas y la gigantesca movilización de efectivos para combatirla, el mercado de la droga ha seguido creciendo, extendiéndose por el mundo y creando unos carteles mafiosos de inmenso poder económico y militar que, como se está viendo en México desde que el presidente Calderón decidió enfrentarse, con el Ejército como punta de lanza, a los jefes narcos y sus pandillas de mercenarios, pueden combatir de igual a igual, gracias a su poderío, con estados a los que tienen infiltrados mediante la corrupción y el terror.

Los millones de electores californianos que votaron por la legalización de la marihuana son un indicio auspicioso de que cada vez somos más numerosos quienes pensamos que ha llegado la hora de cambiar de política frente a la droga y reorientar el esfuerzo, de la represión a la prevención, cura e información, a fin de acabar con la criminalidad desaforada que genera la prohibición y los estragos que los carteles del narcotráfico están infligiendo a las instituciones democráticas, sobre todo en los países del Tercer Mundo.

Los carteles pueden pagar mejores salarios que el Estado y de este modo neutralizar o poner a su servicio a parlamentarios, policías, ministros, funcionarios, financiar campañas políticas y adquirir medios de comunicación que defiendan sus intereses.

De este modo dan trabajo y sustento a innumerables profesionales contratados en las industrias, comercios y empresas legales en las que lavan sus cuantiosas ganancias. Esa dependencia de tanta gente de la industria de la droga crea un estado de ánimo tolerante o indiferente frente a lo que ella implica, es decir, la degradación y desplome de la legalidad. Ese es un camino que conduce, tarde o temprano, al suicidio de la democracia.

La legalización de las drogas no será fácil, desde luego, y, en un primer momento, como señalan sus detractores, traerá sin duda un aumento del consumo, sobre todo, en sectores juveniles. Por eso, la descriminalización solo tiene razón de ser si viene acompañada de intensas campañas informativas sobre los riesgos y perjuicios que implica su consumo, semejantes a las que han servido para reducir el consumo del tabaco en casi todo el mundo, y de esfuerzos paralelos para desintoxicar y curar a las víctimas de la drogadicción.

Pero el efecto más positivo e inmediato será la eliminación de la criminalidad que prospera exclusivamente gracias a la prohibición. Como ocurrió con las pandillas de gángsteres que se volvieron todopoderosas y llenaron de sangre y de muertos a Chicago, Nueva York y otras ciudades norteamericanas en los años de la prohibición del alcohol, un mercado legal acabará con los grandes carteles, privándolos de su cuantioso negocio y arruinándolos. Como el problema de la droga es fundamentalmente económico, económica tiene también que ser su solución.

La legalización traerá a los estados unos enormes recursos, en forma de tributos, que si se emplean en la educación de los jóvenes y la información del público en general sobre los efectos dañinos para la salud que tiene el consumo de estupefacientes puede tener un resultado infinitamente más beneficioso y de más largo alcance que una política represiva, la que, aparte de causar violencias vertiginosas y llenar de inseguridad la vida cotidiana, no ha hecho retroceder un ápice la drogadicción en ninguna sociedad.

En un artículo publicado en “The New York Times” el 28 de octubre, el columnista Nicholas D. Kristof cita una investigación presidida por el profesor de Harvard Jeffrey A. Miron en la que se calcula que solo la legalización de la marihuana en todo Estados Unidos haría ingresar anualmente unos 8 mil millones de dólares en impuestos a las arcas del Estado, a la vez que le ahorraría a este una suma equivalente invertida en la represión.

Esa gigantesca inyección de recursos volcada en la educación, principalmente en los colegios de barrios pobres y marginales de donde sale la inmensa mayoría de drogadictos, reduciría en pocos años de manera drástica el tráfico de drogas en ese sector social que es el responsable del mayor número de hechos de sangre, de la delincuencia juvenil y el desquiciamiento familiar.

Nicholas D. Kristof cita también la conclusión de un estudio realizado por ex policías, jueces y fiscales de Estados Unidos, donde se afirma que la prohibición de la marihuana es la principal responsable de la multiplicación de pandillas violentas y carteles que controlan la distribución y venta de la droga en el mercado negro obteniendo con ello “inmenso provecho”. Para muchos jóvenes pobladores de los guetos negros y latinos, ya muy golpeados por el desempleo que ha provocado la crisis financiera, esa posibilidad de ganar dinero rápido delinquiendo resulta un atractivo irresistible.

A estos argumentos ‘pragmáticos’ a favor de la descriminalización de las drogas sus adversarios suelen responder con un argumento moral. ¿Debemos, pues, rendirnos, alegan, al delito en todos los casos en que la policía se muestre incapaz de atajar al delincuente, y legitimarlo? ¿Esa debería ser la respuesta, por ejemplo, ante la pedofilia, la brutalidad doméstica, la violencia de género, fenómenos que, en vez de disminuir, aumentan por doquier? ¿Bajar los brazos y rendirnos, autorizándolas, ya que no ha sido posible eliminarlas?

No se debe confundir el agua y el aceite. Un Estado de derecho no puede legitimar los crímenes ni los delitos sin negarse a sí mismo y convertirse en un Estado bárbaro. Y un Estado tiene la obligación de informar a sus ciudadanos sobre los riesgos que corren fumando, bebiendo alcohol o drogándose, por supuesto. Y de sancionar y penalizar con severidad a quien, por fumar, emborracharse o drogarse causa daños a los demás.

Pero no parece muy lógico ni coherente que si esta es la política que siguen todos los gobiernos en lo que concierne al tabaco y al alcohol, no la sigan también en el caso de las drogas, incluidas las drogas blandas, como la marihuana y el hachís, pese a estar más que probado que el efecto pernicioso de estas últimas para la salud no es mayor, y acaso sea menor, que el que producen en el organismo los excesos de tabaco y de alcohol.

No tengo la menor simpatía por las drogas, blandas o duras, y la persona del drogado, como la del borracho, me resulta bastante desagradable, la verdad, además de cargosa y aburrida. Pero también me disgusta profundamente la gente que en mi delante se escarba la nariz con los dedos o usa mondadientes o come frutas con pepitas y hollejos y no se me ocurriría pedir una ley que les prohíba hacerlo y los castigue con la cárcel si lo hacen.

Por eso, no veo por qué tendría el Estado que prohibir que una persona adulta y dueña de su razón decida hacerse daño a sí misma, por ejemplo, fumando porros, jalando coca, o embutiéndose pastillas de éxtasis si eso le gusta o alivia su frustración o su desidia. La libertad del individuo no puede significar el derecho de poder hacer solo cosas buenas y saludables, sino, también, cosas que no lo sean, a condición, claro está, de que esas cosas no dañen o perjudiquen a los demás.

Esa política, que se aplica al consumo de tabaco y alcohol, debería también regir el consumo de drogas. Es peligrosísimo que el Estado empiece a decidir lo que es bueno y saludable y malo y dañino, porque esas decisiones significan una intromisión en la libertad individual, principio fundamental de una sociedad democrática.

Por ese camino se puede llegar insensiblemente a la desaparición de la soberanía individual y a una forma encubierta de dictadura. Y las dictaduras, ya lo sabemos, son infinitamente más mortíferas para los ciudadanos que los peores estupefacientes.