lunes, 25 de octubre de 2010

El PIB de los países emergentes creció 5 veces más que el de los países los ricos en la actual década

Tomado de El País



Por Claudi Perez

Un chófer de autobús de Hamburgo gana unas 50 veces más que uno de Nueva Delhi. El libre mercado es un mito: el conductor indio difícilmente podría emigrar a Alemania aunque quisiera; los flujos migratorios están restringidos. Pero es que si ese tipo se pone a pensar en sus nietos, puede que ni siquiera sea tan buena idea marcharse.

En los 10 últimos años, el crecimiento de las economías emergentes, con China e India como punta de lanza, se puede calificar con un abanico de adjetivos que van del sensacional al espectacular. En esos mismos 10 años, Estados Unidos, Europa Occidental y Japón -los más ricos de entre los ricos- se quedan muy, muy atrás.

Los datos del Fondo Monetario Internacional constatan que ha empezado, por fin, una era de convergencia que en principio se deriva de la lógica económica: el capital se irá donde pueda rendir más, y nadie puede competir con la estructura de costes del mundo en desarrollo, que asimismo está cada vez más tecnologizado. Sin embargo, la lógica a veces no funciona: en los últimos 200 años no había sucedido nada remotamente parecido.

Diez años atrás, el mundo desarrollado sacaba brillo a la economía mundial: concentraba alrededor de dos terceras partes de la riqueza global (teniendo en cuenta las diferencias de poder de compra). Desde entonces ese peso ha caído a alrededor de la mitad. Y si todo sigue igual, en la próxima década podría reducirse al 40%.

Empieza un cambio de guardia en la economía mundial. Suena algo pomposo, y hay un buen puñado de riesgos que pueden truncar esa nueva etapa de la historia económica moderna, empezando por la actual guerra de divisas, por no hablar de las dificultades derivadas de las grandes desigualdades sociales en esos países o de eventuales problemas políticos.

Al cabo, los antiguos imperios siempre tardaron mucho tiempo en hundirse, y los nuevos mucho en emerger: EE UU sufrió crisis brutales desde el siglo XIX, cuando empezaba a despuntar, y también ahora hay problemas esperando a los emergentes.

Además, en el fondo nunca hay que perder de vista que la renta per cápita china es de 7.500 dólares anuales, mientras que la de Estados Unidos supera los 47.000.

Pero ahí están los nuevos datos de crecimiento acumulado en la última década, sacados del Informe de Perspectivas Mundiales del FMI, presentado hace unos días en Washington.

En los años ochenta las economías avanzadas y las emergentes crecieron más o menos lo mismo. En los noventa, de nuevo hubo un empate técnico: el crecimiento de los emergentes fue ligeramente mayor, pero casi exclusivamente por los asiáticos.

La primera década del siglo XX -la de los atentados de las Torres Gemelas, la de la mayor burbuja inmobiliaria de la historia, la que termina con la Gran Recesión- supone un vuelco: la actual década es la primera en la que las economías avanzadas han crecido claramente por debajo de las de todos y cada uno de los grupos de emergentes. Un 17% frente a un 82%: casi cinco veces menos.

"Es algo histórico, es una maravilla que después de 200 años de enorme divergencia se inicie un proceso de reducción de las desigualdades", apunta desde Boston Ricardo Haussman, director del Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard. "Pero las diferencias siguen siendo gigantescas como para tomarse todo eso del crecimiento acumulado con un punto de escepticismo.

Cuando Adam Smith, hace más de 200 años, escribió La riqueza de las naciones [uno de los libros fundacionales del capitalismo], la renta por habitante del país más rico (Reino Unido) multiplicaba por cuatro la del más pobre; hoy, un estadounidense medio es 400 veces más rico que un congoleño. Quedan siglos para que esas diferencias vuelvan a niveles tolerables. Pero la última década es un comienzo: un buen comienzo", sostiene.

Entre los que más crecen desde 2001 a 2010 aparecen países recién salidos de conflictos bélicos o con grandes riquezas en recursos naturales, además de economías que han disfrutado de una recuperación natural tras las crisis financieras previas, como en América Latina o Asia. Pero sobre todo ahí están China, con un avance acumulado del 170%, e India, que ha duplicado el tamaño de su economía de 2001 a 2010.

En general, los emergentes asiáticos se destacan. Europa Central y del Este, América Latina, Oriente Medio e incluso África registran también avances formidables. En el furgón de cola, países golpeados por el infortunio (Haití), por guerras (Liberia) y décadas perdidas en Alemania, Dinamarca, Japón o Portugal, pero sobre todo en Italia, que aparecen en los últimos puestos por avance del PIB, los que permiten usar la manida fórmula de la década perdida sin más explicación que la anemia de sus economías.

El caso opuesto: China e India. Siempre China e India. "La clave de bóveda de este proceso es que desde los ochenta sólo podía hablarse de convergencia para los pequeños países, para los tigres asiáticos, por ejemplo, en breves periodos que se alternaban con duras crisis.

Lo espectacular es que ahora son dos países que suman 2.500 millones de habitantes quienes protagonizan una historia de crecimiento sostenido. Con todas sus contradicciones, con paradojas brutales, con millones de personas viviendo bajo el umbral de pobreza mientras a la vez esos países lideran las exportaciones a Silicon Valley, con todo eso no hay que quitarle importancia al liderazgo de esas economías en un contexto mundial de estancamiento", añade Emilio Ontiveros, presidente de AFI.

El comercio internacional explica parte de ese movimiento telúrico. "La idea de que la economía mundial está moviendo su centro de gravedad hacia el Este no es nueva", explica desde Ginebra el chileno Alejandro Jara, director general adjunto de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

"La apertura comercial ha contribuido a ese proceso: es condición necesaria, pero no suficiente. ¿Por qué no llegó antes la convergencia si el potencial de esos países estaba ahí larvado? En parte, porque esas economías se mantenían cerradas a cal y canto y por lo tanto no absorbían tecnología ni inversiones, y porque la gestión de la política económica en muchos casos no era la más adecuada", explica Jara.

Pero hay más causas. La primera década del siglo XXI probablemente pasará a la historia como un periodo tumultuoso, con múltiples eventos de difícil comprensión que dejan una sensación de incertidumbre e indefinición. Por un lado, lo que ocurrió es que la tecnología lleva años extendiendo por todo el mundo un shock de gran magnitud. Hay otras razones: "La complejidad debe contrarrestarse con cierta simplicidad: lo que ocurrió, simplificando, es que los ricos se manejaron mal y los emergentes razonablemente bien (en el caso de India) o extraordinariamente bien (en el de China)", indica Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters.

Además, el economista Charles Wyplosz, del Graduate Institute de Ginebra, asegura que la década se caracteriza por una conducción de la política económica muy irresponsable de la bonanza económica en los países desarrollados, "que echaron más leña al fuego de las burbujas, especialmente en EE UU". "Japón lleva dos décadas perdidas, y los otros grandes bloques económicos, la eurozona y en menor medida Estados Unidos, pueden ir por ese camino por los errores que acumulan desde hace años", añade.

A la vez, los emergentes venían muy escaldados de las crisis de los noventa: en una suerte de efecto escarmiento, empezaron a acumular reservas, tomaron las decisiones correctas en política económica; hicieron las cosas bien.

"Tal vez la resaca de esas crisis, tanto en el Sureste asiático como en Latinoamérica, provocó que no tuvieran suficiente cuerda con la que ahorcarse cuando llegaron los años del boom, y eso ha hecho que los emergentes hayan demostrado ahora una salud de hierro para lidiar con la Gran Recesión", indica Costas Lapavitsas, del think tank londinense RMF.

Cuanto más mire uno hacia atrás más podrá mirar hacia delante, decía el inevitable Winston Churchill. El nuevo orden económico mundial que viene es de hecho reflejo del pasado. Asia concentró alrededor de la mitad de la riqueza global en 18 de los últimos 20 siglos, nada menos.

Todo cambió en los últimos 200 años: tras la revolución industrial se abrió un abismo enorme entre los países industrializados y los pobres. Aunque siempre ha habido saltos de uno a otro grupo. Argentina era un país rico antes de la primera guerra mundial -"rico como un argentino" era un calificativo común en Europa por aquel entonces- y perdió esa categoría; Japón experimentó la evolución contraria y en apenas 20 años (de 1953 a 1973) protagonizó una transformación pasmosa.

Pero como bloque, nunca hasta esta década un grupo tan numeroso de países emergentes ha protagonizado una evolución tan excepcional. Eso augura fricciones: el mundo rico no está preparado para la emergencia de grandes colosos, que han duplicado de un plumazo la mano de obra disponible a escala mundial.

"Vienen tiempos muy peculiares para Occidente, que en los últimos años lo ha hecho francamente mal y ahora despierta de la crisis constatando que los países en desarrollo lo han hecho francamente bien", avisa el economista Vicente Pallardó, de la Universidad de Valencia. En realidad, ese proceso de convergencia lo único que hace es constatar la validez de lo que predice la teoría económica: la ventaja competitiva, los análisis de Robert Barro y Xavier Sala i Martín que hace 20 años ya auguraban algo parecido."Nada de eso va a suceder sin tensiones", advierte Pallardó.

"No quiero realidad: quiero magia", dice uno de los personajes de Un tranvía llamado deseo. Y sin embargo, la realidad se impone: esas tensiones han empezado a brotar en forma de guerra de divisas, con China una vez más como protagonista.

Economistas como el Nobel Paul Krugman reclaman medidas proteccionistas contra China y a pesar de los esfuerzos del FMI, la OMC o el G-20, no es descartable una guerra comercial. El lío es importante: con las economías avanzadas en estado catatónico, los ricos acusan a los emergentes de intervenir en el mercado para depreciar sus monedas y de abaratar así, artificialmente, sus exportaciones. Los pobres acusan a los ricos de abusar de la política monetaria, de la barra libre de liquidez, para tratar de hacer lo mismo. En medio de ese maremágnum, el capital vuela hacia los emergentes, que tienen buena memoria: saben que esos ingentes flujos de dinero suelen acabar hinchando burbujas. Y saben también que las burbujas terminan explotando.

El supuesto gurú Lester Thurow pronosticó que Japón daría batalla a EE UU justo el año que empezó la decadencia japonesa, que lleva prácticamente dos décadas perdidas consecutivas. Los chinos han estudiado en profundidad la trampa japonesa, y es evidente que en general todos los emergentes conocen bien la combinación de riesgos a la que se enfrentan.

El declive del imperio americano es evidente; la evolución del dólar es la penúltima prueba de lo que está ocurriendo. La riqueza de Estados Unidos y Europa ha atravesado océanos y se ha instalado ya en Asia, y esa ola llega a América Latina y ha empezado también a acercarse a África. Hay riesgos: a cientos.

Pero cansa también comprobar una y otra vez que predicar pesimismo se ha convertido en el deporte favorito de todos los que quieren disfrazarse de sabios. "Va a haber crisis, va a haber problemas, montones de dificultades. Pero para el ciudadano medio si es que eso existe, la próxima década va a ser tan buena como lo fue la pasada", apostilla Ricardo Haussman.

Quinielas del próximo lustro

El rápido crecimiento económico que comenzó en algunos países asiáticos en los años sesenta se ha extendido hoy a lo largo de un amplio arco del este de Asia, de América Latina y en menor medida de Europa del Este.

Y en el próximo lustro seguirá ocurriendo algo parecido: un vistazo a las previsiones del FMI hasta 2015 deja a China creciendo a un ritmo asombroso del 57% -más del 10% anual- e India rozando el 50%. Junto a esas dos puntas de lanza, un nutrido grupo de países en vías de desarrollo impulsará la economía mundial en los próximos años; serán su principal motor.

Una versión parecida de ese optimismo apareció en los primeros días de la Gran Recesión. Entonces se decía que los emergentes podían evitar la debacle del mundo rico: no habían caído en excesos financieros y sus economías parecían sólidas.

"Esas esperanzas se desvanecieron a medida que se secó el crédito y se colapsó el comercio internacional", recuerda Dani Rodrik, de Harvard. Ahora los riesgos son otros: las grandes economías, empezando por EE UU, han inundado los mercados de liquidez y esa puede ser una gran fuente de perturbaciones.

El Nobel Joseph Stiglitz advierte del riesgo de que se estén formando burbujas ante la afluencia masiva de capitales hacia los emergentes, en busca de rentabilidad. La prueba de esas tensiones es la guerra de divisas, que puede derivar en guerra comercial.

Justo al otro lado, Portugal (4,1%), Grecia (5,4%) y Venezuela (5,8%) son los tres países que menos crecerán en el próximo lustro. Italia (6,5%) y España (9,08%) están también entre los 10 peores. Y no mucho mejor les irá a Alemania, Japón, Holanda y Francia, que presentan también avances inferiores al 10% en cinco años.

La primera potencia del mundo, EE UU, crecerá menos del 15%, siempre según las previsiones del FMI. El mundo sigue girando: China e India están en otra dimensión. -

A la Reserva Federal le gustaría un pequeño aumento de la inflación

Tomado de The Wall Street Journal

Por Jon Hilsenrath

Durante los últimos 25 años, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) concentró sus fuerzas en alcanzar un gran objetivo de largo plazo: reducir la inflación y mantenerla baja. Ahora, el banco central quiere que los precios al consumidor suban un poco.

Esto no deja de ser confuso. En una economía moribunda que se beneficiaría de un mayor gasto de los consumidores: ¿tiene sentido hacerlos pagar más por sus compras?

Los economistas enseñan que es importante hacer caer las tasas de interés reales, o sea ajustadas por inflación, que son el precio de los préstamos si se resta la inflación. Pero, ¿qué significa esto para los consumidores y las empresas?

La Fed dijo en septiembre que estaba preparada para dar nuevos pasos para reanimar la economía, como reanudar las compras de bonos del Tesoro estadounidense. A continuación, un repaso a lo que el banco central está tratando de hacer y los riesgos que corre.

La Fed cree que 2% es una tasa adecuada de inflación, ni demasiado caliente ni demasiado fría. En los primeros ocho meses del año, su medida de inflación preferida se ubicó en 1,1%.

La entidad quiere influir en las expectativas de las empresas y las familias para que compren e inviertan más ahora. Si las personas esperan que los precios de los autos y las lavadoras suban, lo más probable es que se endeuden y gasten ahora.

Digamos, por ejemplo, que usted está pensando comprar un vehículo nuevo y se le ofrece un préstamo con una tasa de 3% anual. Si cree que el precio del auto subirá 5% el próximo año, es lógico tomar el préstamo y comprar ahora.

Si piensa que el precio no va a cambiar, el 3% pierde atractivo. El costo de esperar es más bajo.

"La Fed quiere adelantar las compras para aumentar la demanda ahora", indica Marvin Goodfriend, ex economista del Banco de la Reserva Federal de Richmond y actual profesor de la escuela de negocios Tepper, de la Universidad Carnegie Mellon. A los estadounidenses se les ha predicado durante años que tienen que ahorrar más y es lo que están haciendo. La Fed les está diciendo, en esencia, "no ahorren mucho ahora", explica.

La Fed también tiene otra razón para buscar una inflación un poco más alta: aliviar el endeudamiento de las personas y las empresas. Un alza de la inflación va de la mano, a menudo, de un aumento de los salarios, lo que facilita el pago de créditos de tasa fija. Si usted tomó un crédito hipotecario de tasa fija hace tres años cuando pensaba que los salarios seguirían subiendo 5% al año y ahora descubre que sólo crecen 1% anual, es más difícil pagar esa deuda.

Cuando la inflación es demasiado baja, la economía corre el riesgo de caer en la deflación, es decir un declive de los precios y los salarios. Esto podría ser especialmente duro para las personas y empresas que tienen altos niveles de deuda. Una de las numerosas razones por las que Chrysler y General Motors se acogieron a la ley de bancarrota en 2009 fue porque no podían subir los precios de los autos que fabricaban y sus márgenes de ganancia colapsaron.

De todos modos, el intento de la Fed de acelerar levemente la inflación es arriesgado.

Uno de ellos es que aunque un poco de inflación ayuda a los deudores, le resta atractivo a la concesión de préstamos. "En este entorno, la pregunta es quién va a estar dispuesto a otorgar préstamos", señala Kenneth Kuttner, experto en política monetaria de Williams College.

Otro riesgo es que aparezca la inflación en los lugares equivocados, tales como la cotización del petróleo u otras materias primas importadas, advierte Kuttner.

La Fed, además, podría obtener más inflación de la que buscaba y verse obligada a aumentar las tasas de interés, con lo que podría hacer que EE.UU. vuelva a caer en una recesión.

Si la gente cree que la inflación será mucho más alta, podría haber una profecía auto cumplida. La espiral inflacionaria haría que las empresas fueran mucho más renuentes a hacer las inversiones necesarias para estimular la economía.

domingo, 24 de octubre de 2010

La Hoz y el Martini: Cristina Kirchner usa cartera de $50,000 USD

POR LUIS MONTES BRITO

Continuando con nuestra nueva sección dominical La Hoz y el Martini donde contrastaremos el discurso populista de los mercaderes de la ideología a favor de los pobres que en público critican agriamente las desigualdades económicas y sociales pero que en la práctica viven una vida plena de lujos obscenos y poder.

Esta semana traemos un artículo sobre una de las principales admiradoras y protectoras del Socialismo del Siglo XXI, la presidenta Argentina a favor de los pobres, Cristina Kirchner quien con un mensaje izquierdista junto a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner han logrado enquistarse en el poder, usufructuándolo y donde por “coincidencias” de la vida el patrimonio personal de la pareja presidencial ha crecido exponencialmente mientras ejercen el poder.

Para muestra un detalle sobre la vida sencilla y los gustos de esta pareja populista: uno de los múltiples bolsos de mano o cartera de la señora Presidenta o Cristina como la llama el pueblo argentino, el cual tiene un costo de alrededor de $50,000 ( si leyó usted bien CINCUENTA MIL DOLARES), valor equivalente según los medios argentinos de 42,800 litros de leche.

El artículo sobre el bolso es de fecha de 2007 cuando los Kirchner eran menos ricos que ahora, a esta fecha con 3 años más en el poder es muy probable que los gustos se hayan vueltos más exigentes y más exquisitos como es la costumbre humana y sobre todo en aquellos consumados esnobistas.

Al parecer los gustos capitalistas del matrimonio presidencial argentino no se queda en ellos ya que es heredado o transmitido a sus hijos prueba de lo cual es que la hija presidencial ha sido enviada a estudiar a la capital del diabólico imperio financiero mundial "New York", donde Florencia Kirchner estudia cine en el prestigioso New York Film Academy, despreciando la educación de primer mundo de paises alineados al mundo socialista. El imperio es malo para todos los argentinos menos para la hija de la presidenta.

A continuación un artículo sobre el lujo a ultranza de la indumentaria socialista de Cristina Kirchner.

Cristina Kirchner usa cartera de $50,000 USD

POR MARTHA COLMENARES

Aparte de que ahora, nos hemos convertido en la sirvienta de Cuba, de paso, viene Kirchner a nuestro país y nos exprime como si fuéramos ubre de vaca, lo cual no nos resulta tan fashion como la “Birkin Bag de HERMÉS”, usada para la rutina diaria por la esposa del mandatario de Argentina.

Kirchner, que logró en el 2005, pagar al Fondo Monetario Internacional, porque Chávez, compró los mil seiscientos millones y tanto de dólares de la deuda externa argentina, en perjuicio del venezolano que se muere de mengua, que entre tanta tragedia los hospitales por ejemplo lo que dan es asco, y quienes van alli en vez de sanarse van a morirse, la esposita anda muy oronda con carteritas de 30 mil euros.

Con motivo de la reciente visita a Venezuela, con razón lo de “…viene Néstor. Escondan la cartera; la que les queda”, como lo ha escrito el reconocido periodista venezolano Rodolfo Schmidt en su artículo Cumbre de Carteristas. Pues sí, vino, dejó la ubre seca y se fue con más ganancias. A esperar las consecuencias entonces, que no vislumbran nada bueno.

Dice la publicidad de la cartera a lo Jane Birkin, que “Llegar a ella requiere paciencia, bastante tiempo y muchísimo dinero. Seguramente, Cristina de Kirchner no dudó en juntar estos tres elementos para llegar hasta esta ansiada meta…aunque tratándose de una mujer renombrada y con fama de “pocas pulgas”, es probable que Hermès (cuya sede porteña está ubicada en la refinada Avenida Alvear) no la haya hecho esperar demasiado”.

Lo de muchísimo dinero no ponemos en duda que lo ostente junto a su esposo, con una vida muy al estilo de las celebridades Hollywood y lo de la paciencia, precisamente, “El arte de Néstor está en la paciencia del ordeñador madrugador”:
“Lo importante de la visita de Néstor radica en que podremos admirar, durante 48 horas, al 2do Campeón Mundial del Ordeño.

Otros dirían que es un carterista que le quita a El Unico nuestra billetera. Pero el arte de Néstor está en la paciencia del ordeñador madrugador. A este régimen, en tres años, a punta de tacto, de muñeca y dedos, ha logrado aligerar la ubre pública venezolana en casi-casi, y por ahora, $4.000 millones. $ 3.700 en “bonos-basura” argentinos y $ 300 millones en “proyectos” como “$$$ x leche”.

Este, particularmente, es estratégico, porque es de todos conocido que en Venezuela no hay tierras de pastoreo, ni ganadería, ni plantas pasteurizadoras.

Pero Néstor no viene sólo por los $ 130 millones para las vacas argentinas y su “Sancor”; viene por más. Viene por los 14 tanqueros de 60 mil toneladas y $60 millones cada uno (otros $750 millones) que Bocasuelta prometió en el Astillero Río Santiago (ARS), el día 8 de julio del 2004, en uno de sus “semeocurre” (María Isabel Párraga). Pero al hermano iraní también le ofrecieron comprar similar cantidad de tanqueros. Además del problemilla de los $$$ y del “flujo de caja” y el hecho de que siempre hay un wilmerruperti que tiene un tanquero justo frente a la costa venezolana esperando las fulgurantes licitaciones de PPTsa, nocturnas todas -y si es viernes o festivo, ¡mejor!- “para embarque dentro de tres días”. No es fácil encontrar un tanquero disponible para 240 mil barriles de fuel oil con tres días de anticipación. Antes existían los petro-espías. Unas pistolas -supuestamente propiedad de Bolívar- resolvieron ése problemita.

Pero ahora los “ex – espías” deberían llamarse “petro-corsarios”. No se extrañen que Kirchner venga a truequear un terreno en la Patagonia “desde donde lanzaremos los misiles asimétricos contra el Imperio” por $$$ en contante y sonante. Pero con todo su arte, el nuestro endógeno, sigue siendo Campeón Mundial. Se cogió todo un país. Por ahora. Ya saben, además del Terrorista y de la inflación endógenas (ya nos dirán que la inflación “es importada” y por ende obra de El Imperio, como nos dijeron en el ´84) …viene Néstor. Escondan la cartera; la que les queda”.

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Precios de diferentes carteras de la marca Hermes similares a la usada por la presidenta izquierdista Argentina

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El Tea Party y sus figuras principales

Tomado de Long Island al Día





No está probado que beber té genere pensamientos radicales. Sus defensores, entre los que me encuentro, sostienen lo contrario, que es diurético, es decir, ayuda a eliminar toxinas. Debe de ser que cuando se asocia a la política sus propiedades cambian peligrosamente. En EEUU, por ejemplo, los miembros del Tea Party (que toman el nombre de la revuelta del té en Boston contra la metrópoli Inglaterra) se presentan como un movimiento ciudadano, fresco, generador, ajeno a la política profesional, apartidista y un poco antisistema (no confundir con los antiglobalización). Se trata de una visión sesgada y errónea porque en realidad son la extrema derecha que agitada desde el canal de televisión Fox News trata de ocupar el Partido Republicano (demasiado centrista, al parecer) y ganar poder en Washington. Pueden conseguirlo el 2 de noviembre.

Su agenda es muy poco liberal: no al matrimonio gay, no al aborto, no al Estado (piden menos Gobierno; ¿dónde? ¿En Nueva Orleans? ¿En Wall Street para salvar al sistema financiero de sus excesos?), no a la discriminación positiva, no la inmigración ilegal, no al gasto "excesivo" en la lucha contra el sida cuando la prioridad deberían ser las enfermedades cardíacas (Christine O'Donnell dixit ), sí al rezo en las escuelas, sí a las armas, sí a la mano dura en las escuelas...
Los candidatos de este movimiento van a ser los protagonistas. Estos comicios son importantes porque podrían generar una Cámara de Representantes y un Senado hostiles a Barack Obama, a su política y a lo que representa, y también a su color, pero esto no se puede decir porque se enfadan (ver comentarios anteriores). Estas son las personas claves del movimiento.

Sarah Palin. La ex gobernadora de Alaska (solo estuvo dos años en el cargo; es toda su experiencia de gestión pública). De ella se tenían pocas noticias hasta que el ex centrista John McCain la escogió como candidata a la vicepresidencia en 2008. Pese a la derrota, Palin se ha convertido en la estrella del Tea Party. No se presenta a estos comicios legislativos pero trabaja para lograr la nominación republicana en las presidenciales de 2012. Apoya a Joe Miller para el escaño del Senado de Alaska. En el primer vídeo Palin se declara provida y contraria al aborto incluso en los casos de violación e incesto. En el segundo se defiende de sus comentarios en la campaña de 2008, cuando dijo tener experiencia en asuntos internacionales porque Rusia se puede ver desde Alaska.

Sarah Palin



Sarah Palin 2


Senador Jim Demint.

Es una de las almas del movimiento, su gran muñidor nacional. Aspira a la reelección por Carolina del Sur. Dirige un grupo llamado Senate Conservatives Fund que recoge dinero y ayuda a otros 11 candidatos republicanos. Está en contra de la reforma sanitaria de Obama y de lo que llama gobierno excesivo. Quiere ser el líder del movimiento en el Senado y bloquear las leyes socialistas de Obama.

Jim Demint



Marco Rubio

Encabeza la lucha por el escaño del Senado en Florida que está en juego. Tiene dos rivales, uno republicano tradicional y gobernador del Estado, Charlie Crist, y el demócrata Kendrick Meeks. Las encuestas le otorgan una ventaja de 10 puntos. Rubio, de origen cubano, despliega una excelente oratoria y carisma. Es una de las estrellas ascendentes entre los republicanos. Algunos comparan su retórica con la de Obama.

Marco Rubio


Sharron Angle

Es la candidata republicana al Senado por Nevada. Es un escaño clave, cuya suerte medirá la temperatura de la noche electoral, es decir, si las elecciones son un revés para Obama o una debacle demócrata. Se enfrenta al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. Angle se declara seguidora de Ronald Reagan y está convencida de que la crisis econónica se solucionará con la ayuda de Dios. También rechaza la reforma sanitaria de Obama. En una reciente visita a una escuela dijo que los estudiantes latinos tenían aspecto asiático. No sabemos aún si esto es bueno o malo.

Sharron Angle


Rand Paul

Aspirante al escaño de Kentucky. Disfrutaba de una gran ventaja en las encuestas sobre el demócrata Jack Conway, pero esa misma ventaja le llevó a bajar la guardia y dejarse ir un poco, como cuando criticó la Civil Rights Act que en 1964 reconoció los derechos a la población negra. Este tipo de errores le puede costar una victoria que parecía asegurada.

Rand Paul



Christine O'Donnell

Ver artículo en este blog sobre ella. Aspira al escaño del Senado en juego por Delaware.

Christine O'Donnell


Ken Buck

Otro escaño esencial. Derrotó en Colorado al candidato republicano. Se enfrenta al demócrata Michael Bennet. Como otros miembro del Tea Party tiene opiniones peculiares en algunos asuntos. Hay una fijación en la extrema derecha norteamericana con la homosexualidad. En un debate en Meet the press lo consideró un problema, una disfunción comparable al alcoholismo.

Ken Buck



Mike Lee

Aspira al escaño del Senado por Utah. Es el favorito. Como otros candidatos del Tea Party, ha convertido la lucha contra el Gobierno Federal en el eje de su campaña."Sé que algunas de mis ideas son tachadas de conservadoras, pero son las correctas".

Mike Lee



Pat Toomey

Es el aspirante del Tea Party para arrebatar el escaño de Pennsilvania de Arlem Specter, un republicano que cambió de bando. Encabeza las encuestas. Fue representante hasta 2005 y es presidente del Club for Growth (Club para el crecimiento). Considera que las políticas extremistas de Obama y de los demócratas impiden el crecimiento económico de EEUU. Está a favor de menos Estado y menos impuestos.

Pat Toomey



Dick Armey

Es el coautor del libro "Denos libertad: el manifiesto del Tea Party". También es presidente del grupo FreedomWorks, conservador, y muy activo en articular el movimiento. Fue líder republicano en la Cámara de Representantes. En el vídeo que cuelgo a continuación, Armey participa en el debate del programa de uno de los periodistas más conservadores de la muy conservadora Fox News, Sean Hannity.

Dick Armey



Chris Christie

Aspirante a repetir como gobernador en Nueva Jersey. Durante su gestión se ha convertido en un gran recortador del gasto. En una reciente encuesta que cita Reuters, Christie aventajaría a Palin por unas décimas (15% frente a 14,6) en unas hipotéticas primarias republicanas.

Christ Christie



Glenn Beck

Periodista, comunicador o agitador -que ya no se sabe- de Fox News, donde es difícil destacar como muy conservador. Se ha convertido en el icono de la ultraderecha. El nuevo mesías. El director espiritual del Tea Party y fundador del movimiento 912, en referencia al mundo del día después de 11-S.

Glenn Beck



Y como respuesta a Beck, un humorista genial: Jon Stewart:

John Stewart



Rich Lott

Es un tipo menor que aspira a un escaño como representante por el distrito 9 de Ohio. Es simpatizante del Tea Party. Al bueno de Lott también se le fue la mano y se dejó fotografiar vestido de nazi. Cuando uno es de la extrema derecha debe cuidar más este tipo de detalles.

Rich Lott



En anteriores entradas sobre este movimiento varios comentarios me descalificaban con insultos variados: drogadicto, alcohólico y comunista, entre otros, y me corregían diciendo que el Tea Party no es conservador, sino un movimiento ciudadano. Es posible que estos vídeos no alteren su opinión. Es el problema de los prejuicios, se instalan en el cerebro antes de que llegue el juicio y de ahí no se mueven caiga quien caiga. Es la diferencia entre la razón y el entusiasmo.

Alvaro Uribe es el preferido por los electores para la alcaldía de Bogotá

Tomado de El Tiempo

Izquierda el ex alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, derecha Ex presidente Alvaro Uribe Velez

POR ERNESTO CORTES FIERRO
EDITOR JEFE DE EL TIEMPO

Primera encuesta de EL TIEMPO sobre candidatos para gobernar la capital

Si las elecciones para Alcalde de Bogotá fueran mañana y el ex presidente Álvaro Uribe participara en ellas, ganaría ampliamente (56 por ciento) frente al ex alcalde Enrique Peñalosa (12,8, Partido Verde). Pero si Uribe se mantiene al margen, la ventaja más clara sería para Peñalosa (24,9 por ciento) seguido del ex candidato presidencial Gustavo Petro (13,5, Polo Democrático).

Ese es el resultado escueto de la encuesta realizada por Datexco para EL TIEMPO entre 1.200 personas los días 20 y 21 de octubre y con un margen de error del 2,5 por ciento. En ambos escenario, lejos, aparecen otros aspirantes: Carlos Galán (C. Radical), William Vinasco (conservador), Clara López (Polo) y David Luna (Liberal).

Como sucedió con las intenciones reeleccionistas en su paso por la Presidencia, en esta ocasión Uribe tampoco ha dicho que quiere aspirar a la Alcaldía. Pero sus áulicos, los senadores Juan Lozano y Roy Barreras, vienen insistiendo en esa posibilidad. Es la apuesta más fuerte del uribismo, aunque el partido cuente con otros aspirantes como Hernando Carvalho o el ex ministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga.

Si por alguna circunstancia Uribe no fuera el candidato de la U, Lozano, jefe del partido, insiste en un plan B: traer la unidad nacional que pregona el presidente Santos a Bogotá.

"No puede ser que la unidad sirva para aprobar la ley de víctimas y de tierras y no para salvar a Bogotá", dice. Esa estrategia, para el analista Rafael Nieto, no es tan clara. "Tal vez no se vean las diferencias santistas y uribistas, pero sí las hay entre uribistas y no uribistas", afirma en alusión a partidos como el Liberal y Cambio Radical.

Por el lado de los verdes, Peñalosa aparece como la mejor carta. Contrario a lo que pasó en años anteriores, ahora cuenta con trabajo político, un partido bien posicionado, congresistas y una bancada de concejales.

"Tenemos todo para ganar, incluso al propio Uribe", dice el representante Alfonso Prada. Sin embargo, los verdes aún deben concretar cuál será la estrategia nacional de cara a las elecciones regionales, qué otras figuras podrían aparecer en el escenario y cómo evitar que terminen salpicados por los escándalos del Polo vía el ex alcalde Lucho Garzón, hoy al frente del partido.

La crisis del Polo es de tal tamaño que difícilmente podrá mantenerse en el poder. Lo reconocen sus líderes. "Tenemos un escenario muy difícil -dice el ex senador Jaime Dussán-.

Por eso pensamos en nuestro líder natural para enfrentar las elecciones: Carlos Gaviria". De Petro, simplemente, no quieren saber.

Viene un agitado año electoral

No todo está cantado para los comicios de 2011. La 'U' aún está inmersa en líos judiciales que las autoridades investigan; los verdes corren el riesgo de ser salpicados por los escándalos del Polo; los conservadores dependen de la 'U' y el Partido Liberal aún no despega.

Corrupción será tema de debate

Analistas consultados por este diario creen que temas como movilidad y seguridad seguirán siendo prioritarios. No obstante, con los recientes escándalos por las contrataciones en Bogotá, el tema de la transparencia jugará un papel importante.
"Definitivamente el tema de la corrupción se metió en la agenda", opina Rafael Nieto. Prada coincide con ese diagnóstico y agrega que el tema del metro para la ciudad terminará afectado por los escándalos de la contratación.

"El efecto de todo esto es la pérdida de confianza de la gente en sus gobernantes y por eso ahora buscarán quién enderezca el rumbo".

Al preguntarles a los encuestados cuál de los candidatos afrontaría con mayor acierto las dos principales preocupaciones de los bogotanos hoy, Uribe y Peñalosa vuelven a estar al frente.

En el caso de la lucha contra la inseguridad, el ex mandatario obtiene el 61,5 por ciento de favorabilidad. Y frente a los problemas de movilidad, aunque vuelve a ganar Uribe (38,8), Peñalosa alcanza el 25,9 por ciento.


Generosidad o egoísmo dependen de la sensación de poder

Tomado de The Wall Street Journal

Por Mary Pilon

Digamos que usted decide comprar algunos chocolates. ¿La cantidad que usted compraría sería afectada por el hecho de que usted esté comprando chocolates para usted o para otra persona?.

Determinar si usted es un tacaño o un santo en cuanto a su consumo es el centro de una investigación del Journal of Consumer Research elaborada por los profesores Derek D. Rucker, David Dubois y Adam Galinsky de la Escuela de Negocios Kellogg de la Universidad Northwestern. Y llega justo a tiempo para el inicio de la temporada de ventas navideñas.

Resulta, según la investigación, que la diferencia entre si somos "pobres generosos o príncipes tacaños" a la hora de dar depende de cuán poderosos nos sintamos cuando estamos comprando.

Aquellos que se sienten poderosos es más probable que gasten más en sí mismos que aquellos que no se sienten tan poderosos, encontraron los investigadores. E incluso aunque las personas con mucho poder gastan más dinero en sí mismas, dicen sentir más satisfacción cuando destinan más a otros, según los investigadores.

En una serie de cinco experimentos, los profesores manipularon la percepción de sus sujetos respecto de su poder. La pidieron a un grupo de personas que recordasen un momento en el que se habían sentido sin poder y a otras que rememorasen cuando se habían sentido poderosas. Luego se les preguntó cuánto gastarían en una serie de diferentes objetos como una taza o una camiseta para ellos o para alguien más. En otro experimento se les solicitó que eligiesen chocolates o para sí mismos o para otras personas de su elección.

A lo largo de los experimentos, encontraron que aquellos que se sentían poderosos eran más propensos a gastar más en sí mismos cuando se les predisponía a sentirse poderosos. Y aquellos que habían sido predispuestos a sentirse sin poder eran más probable que gastasen en otros. Y ambos grupos dijeron sentirse más contentos después de haber dado algo.

Pero incluso un presidente ejecutivo puede sentirse sin poder a veces, observa Rucker. "Lo que encontramos respecto a dar es aplicable a diferentes individuos", sostiene. (El estudio hace notar que este hallazgo puede tener aplicaciones clínicas para lidiar con quienes se sienten poderosos pero infelices).

¿Porqué las personas investigadas que se sentían con menos poder dieron más que otros? En un experimento, los investigadores encontraron que cuando el donante entregaba su dinero de forma anónima los menos poderosos gastaban todavía más en terceros que las personas poderosas. Una posibilidad planteada en el estudio es que para las personas con poco poder, dar más puede ser un intento de revertir una pérdida de poder, consiguiendo a alguien que se sienta en deuda tras recibir un regalo. Pero el hecho de que incluso cuando los regalos son hechos en forma anónima, los menos poderosos den más, sugiere que el mero hecho de dar incrementa para uno la conveniencia psicológica de hacerlo.

Y, por supuesto, hay situaciones en las que la sensación de sentirse poderoso, particularmente financieramente poderoso, puede estar exagerada o ser dudosa. Así ocurrió en el boom del consumo que llevó a la reciente explosión de la burbuja económica. De la misma forma en que muchas personas posiblemente mientan respecto a cuán altas son o cuánto ganan, uno podría tener un sentido más alto o más bajo del poder que realmente tiene y actuar de acuerdo con una auto percepción de poder en vez de la realidad.

Aunque los investigadores encontraron que incluso la gente puede mentir un poco respecto a su percepción de poder, generalmente no lo hace respecto a su posición en la jerarquía social. Así, por ejemplo, uno podría decir "me siento poderoso hoy" pero no necesariamente "me siento más poderoso que mi jefe".

En 2008, los investigadores encontraron que las personas que sentían tener menos poder era más probable que gastaran más en objetos que muestran status. "Es una señal de lo que alguien valora", explica Rucker. Sin embargo, en este experimento, específicamente los investigadores eligieron no incluir preguntas respecto a si el status asociado con un objeto juega un papel en las decisiones de las personas sobre sí mismas o sobre otros.

Así que ¿ qué ocurre con los Bill Gates y los Warren Buffetts del mundo? "Eso es complicado", reconoce Rucker. "Es una pregunta abierta. En algunos casos, pueden ya sentirse importantes y poderosos y pueden estar buscando un sentido a lo que hacen de otras maneras. Retener el dinero quizás no los haga felices", consideró.

sábado, 23 de octubre de 2010

Guerra Comercial el nuevo fantasma de la Crisis Económica Mundial

Tomado de El Clarín

Los ministros de Finanzas del Grupo de los 20 (G-20, países ricos y de desarrollo intermedio, entre ellos Argentina) reunidos en Corea del Sur no lograron ayer demasiados avances en un acuerdo que evite una “guerra comercial” , el nuevo fantasma que se coló en la crisis económica global.

Ayer Estados Unidos –cuya moneda se depreció en los últimos meses y es parte principal de los desequilibrios monetarios, que algunos países alientan para sacar ventajas en el comercio exterior – instó a los países con superávits comerciales a reformar sus políticas cambiarias, en una clara alusión a China, a la que se exige revaluar su moneda, el yuan.

Pero la propuesta de Washington podría chocar con la oposición de varios miembros del grupo, incluyendo países ricos como Japón o Alemania, ambos con superávits. De hecho, la delegación germana rechazó enseguida la idea y la nipona la calificó de “no realista”. Sólo Canadá pareció interesarse en la iniciativa de su vecino.

“Los países del G–20 con persistentes excedentes deben iniciar reformas estructurales, presupuestarias y políticas de tipos cambiarios para reforzar las fuentes internas de crecimiento y sostener la demanda mundial”, indicó en una carta el secretario norteamericano del Tesoro, Timothy Geithner.

Geithner definió a su vez objetivos concretos para limitar los déficit y superávit por cuenta corriente hasta el 4% de los respectivos PBI , según trascendió.

La cuenta corriente registra el ingreso y salida totales de divisas de un país por comercio e inversiones. Hoy los superávits de Alemania y China superan el 5% y el de Japón el 3%, en tanto el déficit de EE.UU. pasa del 3%.

El jueves había trascendido un borrador con un supuesto compromiso de acuerdo, bien que retórico, para balancear mejor una situación que, para algunos, podría derivar en proteccionismos que agraven la crisis global iniciada en 2008.

Pero ayer, en el primer día de reunión ministerial, de la que participan los responsables de las carteras económicas y de los bancos centrales del G–20, en la ciudad surcoreana de Gyeongju, finalizó con pocos avances. Habrá que ver qué pasa hoy al cierre.

La cita es de nivel técnico y preparatoria de otra que el 11 y 12 de noviembre tendrán también en Surcorea, pero en Seúl, los líderes políticos de los países del G–20.

Ayer los funcionarios trataron de allanar el terreno para hallar una solución a la posibilidad de una “guerra de divisas”. El borrador del comunicado final que se emitirá hoy al cierre del encuentro señala que el G–20 podría acordar que los países “se abstengan de devaluaciones competitivas” de sus monedas para favorecer sus exportaciones y se esfuercen por acercarse a un sistema de tipos cambiarios determinado por los mercados , informó la agencia de noticias local Yonhap .

El renovado conflicto en torno al yuan podría convertirse en el principal escollo para un acuerdo, dijeron analistas occidentales.

El G–20 debate asimismo cambios en el sistema de poder y de voto en el FMI para otorgar una mayor representación a las economías emergentes (los países del BRIC –Brasil, Rusia, India y China– están muy activos en esto) y una nueva regulación del sistema financiero mundial, una promesa que el G–20 hace desde 2008 pero tampoco ha logrado avances muy efectivos.

Su efecto en la Argentina

Tras la crisis de 2008, Argentina devaluó más de 25% el peso y luego pasó a un tipo nominal mantenido en torno a 4 por dólar, lo que controla con sus altas reservas. Saldría dañada, como todos, si hay un rebrote proteccionista por guerra comercial.

Obviamente afectaría a sus ventas de commodities pero también de manufacturas industriales, que están creciendo. Sufriría más presión de otros exportadores agresivos, y dañaría su industria local si no se volviera también más proteccionista. En todo caso, al G-20 Argentina fue con otros objetivos, dijo el ministro de Economía: que se avance en controlar más las finanzas, los paraísos fiscales y las calificadoras de crédito, las tres semillas de de la crisis global en 2008.

El caso argentino es distinto al de su vecino y principal socio, Brasil, que de hecho fue el primero en advertir contra una “guerra cambiaria”. Su real se apreció hasta 1,7 por dólar y aplica ahora una tasa a capitales que llegan a comprar bonos para evitar que ese flujo de divisas especulativas siga fortaleciendo al real y perjudique su comercio exterior.