sábado, 4 de octubre de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CRONICA DE UNA TRAGEDIA ANUNCIADA




Recientemente, en un lugar rural de Florida un señor asesinó a su hija, a seis nietos, todos ellos niños de corta edad, hijos de la primera, y posteriormente se suicidó. Aunque de gran magnitud, esta no es, ni mucho menos, la primera vez que sucede una tragedia de estas características, ni tampoco la primera vez que me refiero a ellas en mis blogs. Desearía lo contrario, pero, lamentablemente, tampoco será la última, ni mucho menos. Cuando suceden, la gente siempre se queda en estado de shock, perpleja de que algo así pueda suceder, vecinos, periodistas, y población en general. Es normal, pero inmediatamente en la mente se inicia un proceso investigador tratando de buscar una explicación. Y la explicación casi siempre existe. Tal vez no hay razones suficientes para nadie en su estado normal de cordura, pero sí para alguien que, por alguna circunstancia, tiene su mente trastornada temporal o permanentemente, especialmente si esa persona se ve afectada por dichas razones.

       En el caso al que me refiero, después de unos días de investigaciones, salen a la luz detalles con los que empezar a construir una explicación. En principio, el señor había ya cumplido pena de cárcel años atrás por matar a un hijo propio en un hecho bastante confuso, y tenía otros numerosos antecedentes de violencia. Parecía ser un señor irritable, violento, y capaz de cualquier cosa en un arrebato de locura. Más detalles revelan que su hija, de veintiocho años, junto con los seis hijos de ésta, de entre diez años y pocos meses de edad, vivían todos en la casa del señor, que la hija no tenía ingreso estable ni ocupación definida, a parte de quedar embarazada de diferentes hombres casi año tras año, y que, después de seis alumbramientos, seguía en una vida de irresponsabilidad, alcohol y drogas, de la que sus hijos eran testigos permanentemente. Debido a todo ello, la fiscalía estaba investigando la situación y a punto de retirar la custodia de los pequeños para ser entregados a foster homes.

       La irritabilidad y tendencia violenta del señor probablemente tendría orígenes bastante remotos, pero no me cabe duda de que la situación familiar de su hija y sus nietos la exacerbó sensiblemente. No me cabe duda de que hubo bastante violencia en ese hogar desde mucho tiempo atrás. Y no me cabe duda de que la insistente vida irresponsable de la mujer era una forma de escapar a la dura realidad de su situación familiar y de la violencia con que se manejaba, aun cuando las consecuencias de todo ello contribuyeran a hacer aún más dura la situación. Era, en definitiva, circulo vicioso, un cóctel explosivo que se retroalimentaba, y que en algún momento podía estallar, y la chispa que lo hizo estallar fue la inminente pérdida de la custodia de los seis pequeños.

       Me llama la atención que la fiscalía, aun cuando actuara adecuadamente al querer retirar la custodia de los niños, no maneje las situaciones de una forma más integral, porque conociendo todos los antecedentes mencionados, y probablemente más que no han salido a la luz, no era tan difícil sospechar en la posibilidad de que la situación terminara de esta manera, más cuando este tipo de tragedias no son tan fuera de lo común en Estados Unidos. Probablemente el señor sopesó los escenarios posibles para sus nietos: La situación actual era ya insoportable; los foster homes, salvo excepciones, tampoco suponen nada positiva para los niños; a veces al contrario, termina siendo peor el remedio que la enfermedad. La decisión que tomó debió ser la que él consideró como mejor opción para terminar la triste historia. Este tipo de tragedias deben servir para algo más que para llevarnos las manos a la cabeza y luego olvidarnos hasta que llega la siguiente. En nuestras sociedades, este tipo de situaciones son demasiado comunes, y personas involucradas capaces de darles solución “de cualquier tipo”, tampoco faltan.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

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