lunes, 25 de mayo de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 25 de mayo

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 25 de mayo de 1521 finaliza la Dieta de Worms cuando Carlos V, promulgado el Edicto de Worms, declara proscrito a Martín Lutero y prohíbe la posesión y lectura de sus escritos. La Dieta de Worms (Asamblea de Worms) fue una reunión que en 1521 príncipes y nobles alemanes tuvieron con su emperador, Carlos I (Carlos V de España) y con el monje agustino Martín Lutero, el iniciador de la Reforma Protestante. Martin Lutero después de estudiar en la escuela de Mansfeld, a los catorce años de edad partió para Magdeburgo, donde pasó un año con los Hermanos de la Vida Común, que le hicieron descubrir la Biblia. En 1501, con dieciocho años, ingresó en la Universidad de Erfurt. En esta misma ciudad tomó los hábitos en 1505 y, tras el noviciado en el monasterio de los agustinos, se ordenó sacerdote. El 2 de mayo de 1507, Lutero dijo su primera misa, en la que tuvo deseos, según sus propias palabras, de huir del lugar y abandonar el sacerdocio, por resultarle abrumadora la majestad de Dios que sentía sobre su cuerpo y le paralizaba por completo. 1509 se licenció en teología y obtuvo el título de Baccalaureus Biblicus, que le facultaba a practicar la exégesis bíblica públicamente. En un viaje a Roma iniciado al año siguiente, Lutero tuvo ocasión de constatar a qué niveles de corrupción y degradación moral había llegado el Vaticano. Fue en esta época cuando Lutero entró en contacto con los escritos de San Pablo, en cuyo estudio se enfrascó con pasión para entresacar de él las primeras conclusiones que acabarían con su dramática disidencia con la ortodoxia religiosa impuesta desde Roma: la justificación en la gracia de Dios, generosamente otorgada por el Creador con independencia de las obras. Dicho de otro modo, para Lutero sólo la fe (y no los méritos) podía salvar al hombre. En 1517, Lutero fue designado para sustituir temporalmente al párroco de la Iglesia más importante de Wittenberg, lo que le dio oportunidad para asistir atónito a la campaña autorizada por Roma a petición del arzobispo de Maguncia, Alberto de Brandeburgo (endeudado con el banquero Jacob Fugger), consistente en la venta por toda Alemania, llevada a cabo por el dominico Juan Tetzel, de una serie de indulgencias con el objetivo de conseguir la salvación y cuyo producto estaba destinado a sufragar los gastos de la construcción de la basílica de San Pedro de Roma. El modo en que el dominico Tetzel incitaba a los fieles a comprar indulgencias en favor de las almas de los difuntos era más que perverso: "Apenas suena en el cepillo el dinero, el alma del difunto vuela al cielo". Inspirado obsesivamente por unas palabras de San Agustín ("lo que la ley pide, lo consigue la fe"), Lutero redactó sus célebres noventa y cinco tesis sobre la ineficacia de las indulgencias otorgadas por Roma, la autoridad papal y los artículos que consideraba fundamentos de fe. El 31 de octubre de 1517 las hizo fijar en la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg. Retomando el tema de la Dieta de Worms (asamblea) esta tenía como objetivo obligar a Lutero a retractarse de por lo menos la mitad de las 95 tesis que publicó criticando los abusos y vicios de la Iglesia Católica; pero como Lutero defendió sus ideas y no se echó para atrás se le declaró delincuente, le prohibieron seguir predicando y hasta se autorizaba a cualquier creyente a matarlo sin que fuera pecado. La Dieta de Worms finalizó un día como hoy 25 de mayo de 1521 cuando Carlos V, promulgado el Edicto de Worms, declarando proscrito a Martín Lutero y prohíbe la posesión y lectura de sus escritos, sentenciándolo a muerte. Pero Lutero no fue asesinado, con la protección del príncipe elector de Sajonia Federico III el Sabio, quien lo hizo conducir secretamente hasta las dependencias del castillo de Wartburg, fuera de la jurisdicción del emperador. Allí comenzó Lutero su traducción al alemán del Nuevo Testamento, que se llamaría la Biblia de Septiembre por haber aparecido ese mes y que conocería un éxito tan enorme que hubo de mandarse imprimir de nuevo en diciembre. Federico III el sabio protegió a Lutero porque supo que haciendo una división entre los creyentes alemanes ellos (los nobles) podrían obtener más poder en perjuicio de su emperador Carlos I. En un principio Lutero no deseaba separarse de la Iglesia Católica: lo que quería era que hubiera cambios en los métodos, vicios y prohibiciones; sin embargo, lo excomulgaron expulsándolo públicamente de la Iglesia y quitándole de su profesión de monje. La iglesia continuó con sus vicios (simonía o venta de: cargos, privilegios e indulgencias; además de solapar la lujuria, codicia y otros males). Por su parte, Lutero tradujo la Biblia al alemán, algo que estaba prohibido por la Iglesia Católica porque sólo se leía en latín y no en otros idiomas por la creencia de que sólo los monjes y curas podían interpretar bien la escritura. Además, se casó con Catalina de Bora (en alemán Katharina von Bora), una monja católica alemana que se convirtió al protestantismo, Lutero la llamaba cariñosamente Señora Caty (Frau Käthe ). Se considera que Catalina, una de las mujeres más importantes de la Reforma debido a su papel, ayudó a definir la vida de familia protestante y fijar los matrimonios del clero. Martin Lutero siempre defendió el derecho a que los consagrados a la Iglesia tengan la libre opción de casarse o no. También cambió la liturgia de sus misas, haciendo que la gente participase más en ellas y abolió el sacramento católico de la confesión porque consideró que no debía haber intermediarios entre Dios y los hombres. Mucha gente se convirtió al protestantismo, algunos con fe sincera (cansados de los vicios de la Iglesia Católica) y otros por conveniencia, como los príncipes alemanes que mencioné antes. Sin embargo, la Iglesia no tardó en reaccionar y se celebraron reuniones en las que teólogos y obispos católicos hicieron una serie de correcciones en la doctrina de la Iglesia, además de suprimir muchas corrupciones y vicios de sus miembros. Este movimiento es llamado la Contrarreforma, y de él surgió el espíritu misionero con el que la Iglesia trabaja principalmente en el Tercer Mundo con órdenes como la Compañía de Jesús; aunque también reforzó la acción represora de la Inquisición.
Un día como hoy 25 de mayo de 1809 en la Real Audiencia de Charcas (actual Sucre, Bolivia) se da inicio la Revolución de Chuquisaca, primera junta de gobierno en el Virreinato del Río de la Plata, el Primer Grito Libertario de América Latina. La Revolución de Chuquisaca del 25 de mayo de 1809 fue un levantamiento popular contra las autoridades de la Real Audiencia de Charcas en la ciudad de Chuquisaca actualmente conocida como Sucre. Es conocido en Bolivia como el Primer Grito Libertario de América, o la "Chispa de la liberación americana". El independentista Bernardo de Monteagudo la considera como el inicio de la Revolución del Río de la Plata. En 1808 Napoleón Bonaparte logró mediante las Abdicaciones de Bayona, la renuncia de Carlos IV al Reino de España e Indias en favor de Fernando VII y de este último en favor de los Bonaparte, quedando José Bonaparte como el nuevo rey de España y sus colonias. Esta crisis institucional y la consecuente invasión de España por el ejército napoleónico, propició la creación de juntas en la península, que desconocieron la autoridad dada a José Bonaparte, defendiendo los derechos de Fernando VII. En esas circunstancias en 1809, en Chuquisaca, y luego en muchas otras ciudades americanas bajo el dominio del Imperio Español, se detonó una crisis política a causa de la crisis institucional en la metrópoli y de las tensiones revolucionarias que venían madurando en las sociedades coloniales. En 1808 José Manuel de Goyeneche, militar español, fue comisionado como representante plenipotenciario de la Junta Suprema Central de Sevilla para la proclamación del rey Fernando VII en el del Río de la Plata y en el Virreinato del Perú. Al pasar por Río de Janeiro camino a Buenos Aires, se entrevistó con la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII y reina regente de Portugal en el Brasil, con ambiciones de asumir los títulos de su hermano en tierras americanas. La reina Carlota le dio a Goyeneche cartas con sus pretensiones dirigidas a las autoridades coloniales que él iba a visitar. Goyeneche aceptó el encargo, sin comprometerse más que actuar de mensajero. Tras pasar por Buenos Aires, cuando en los últimos días de 1808 Goyeneche llegó a Chuquisaca, sede de la Real Audiencia de Charcas, las noticias de su entrevista con Carlota de Brasil despertaron alarma en la población. A mediados del siglo XVIII la provincia de Chiquitos, en los llanos al oriente de Chuquisaca, había sido alcanzada por las incursiones de bandeirantes brasileños, quienes secuestraron para esclavizar a la población aborigen, recuerdo que despertó suspicacias en la población de la ciudad. Las diligencias de Goyeneche fueron cortas, pues la Real Audiencia y su presidente Ramón García de León y Pizarro reconocieron la autoridad de la junta peninsular y las comunicaciones de la infanta Carlota no pasaron de meras formalidades que se despachan antes de que el plenipotenciario siguiera camino de Lima, en donde el virrey del Perú José Fernando de Abascal le otorgó el rango de brigadier y la presidencia provisoria de la Real Audiencia del Cuzco. En su estancia en Chuquisaca Goyeneche se entrevistó en varias ocasiones con García de León y Pizarro y con el arzobispo de Charcas Benito María Moxó y Francolí, ambos tenían previamente conflictos con los oidores de la Real Audiencia y con el cabildo eclesiástico respectivamente. Revolución de Chuquisaca. Un día como hoy 25 de mayo de 1809 los oidores de la Audiencia de Charcas se hicieron eco de los rumores de conspiración carlotista y ordenaron el arresto del presidente García de León y Pizarro, éste al tomar conocimiento se adelantó y mandó prender a algunos de los oidores y miembros del cabildo de Chuquisaca, lo cuales se ocultaron y sólo pudo ser arrestado el fiscal Jaime de Zudáñez. Encabezados por Bernardo de Monteagudo y otros seguidores de ideales republicanos, se realizaron protestas populares en las calles de Chuquisaca con el lema Muera el mal gobierno, viva el Rey Fernando VII, fomentados por rumores de conspiración carlotista. Los estudiantes de la Universidad San Francisco Javier, descontentos también con el rector arzobispo Moxó y Francolí, se rebelaron, seguidos por el pueblo, pidiendo la liberación de Zudáñez y la renuncia de García de León y Pizarro. Como llamada al pueblo se tocó una de las campanas de la iglesia de San Francisco hasta rajarse. La campana ahora es llamada "La Campana de la Libertad" y se toca cada 25 de mayo en honor a la "Chispa de la Liberación Americana". El arzobispo Moxó y Francolí, acosado por una multitud y por pedido de miembros de la Audiencia inició gestiones ante García de León y Pizarro para que pusiera en libertad a Zudáñez. Al no tener respuesta, se presentó ante él una delegación compuesta por el subdelegado del Partido de Yamparáez, teniente coronel Juan Antonio Álvarez de Arenales, el alcalde Paredes y el padre Polanco, solicitando el retiro de la artillería desplegada por el gobernador. García de León y Pizarro aceptó pero, una vez que entraron los delegados populares al palacio, sus oficiales leales rechazaron las exigencias y abrieron fuego sobre la multitud matando a algunos de ellos, el pueblo reaccionó apoderándose de la artillería y municiones, exigiendo la deposición y arresto del presidente. García de León y Pizarro dimitió y la Audiencia asumió el mando político y militar, nombrando a Álvarez de Arenales como comandante general y al decano de la Audiencia, José de la Iglesia como gobernador de Charcas. El presidente fue sometido a juicio por traición a la patria y la guarnición fue desarmada, pasando las armas al pueblo. Como el gobernador de Potosí, Francisco de Paula Sanz marchó con tropas sobre Chuquisaca en auxilio del presidente, Álvarez de Arenales organizó la defensa formando las milicias de Chuquisaca y Yamparáez con nueve compañías de infantería organizadas por los oficios de sus miembros: I Infantería (al mando de Joaquín Lemoyne), II Académicos (Manuel de Zudáñez), III Plateros (Juan Manuel Lemoyne), IV Tejedores (Pedro Carbajal), V Sastres (Toribio Salinas), VI Sombrereros (Manuel de Entre Ambas Aguas), VII Zapateros (Miguel Monteagudo), VIII Pintores (Diego Ruiz) y IX Varios gremios (Manuel Corcuera). Se formaron además tres partidas de caballería ligera al mando de Manuel de Sotomayor, Mariano Guzmán y Nicolás de Larrazabal, un cuerpo de artillería al mando de Jaime de Zudáñez y un batallón de pardos y morenos. La Audiencia de Charcas ordenó al Paula Sanz que retrocediera con sus tropas y éste obedeció. Enterado el virrey del Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros, aprobó las acciones de la Audiencia. Consecuencias. Hasta esos momentos, la revuelta de Chuquisaca no había sido independentista, sino que se intentó sostener los derechos de Fernando VII en contra de los carlotistas, pero un grupo de dirigentes de la revuelta llevaron adelante reuniones para aprovechar las circunstancias y buscar la independencia, entre ellos: Paredes, Mariano Michel, Alzérraca, José Manuel Mercado, Álvarez de Arenales, Lanza y Monteagudo. Desde Chuquisaca se enviaron emisarios a distintas ciudades, supuestamente para transmitir sus leales intenciones para con Fernando VII y con tareas encomendadas por la Audiencia, encubiertamente escogidos para fomentar los sentimientos independentistas entre los habitantes de otras ciudades. Monteagudo fue enviado a Potosí y Tupiza, Michel y Mercado fueron a La Paz, Alzérraca y Juan María Pulido fueron a Cochabamba, Joaquín Lemoine a Santa Cruz de la Sierra y Manuel Moreno a Buenos Aires. Michel cumplió su cometido en La Paz, en donde permaneció un mes, logrando que los líderes independentistas locales depusieran el 16 de julio al gobernador intendente Tadeo Dávila y al obispo de La Paz, Remigio de la Santa y Ortega. Se formó allí una junta de gobierno independentista denominada Junta Tuitiva presidida por el coronel Pedro Domingo Murillo. Mientras tanto, el intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz desconoció a la Audiencia de Charcas y a la Junta Tuitiva de La Paz, procedió a separar a los oficiales americanos del Batallón de Cívicos e hizo arrestar a varios simpatizantes de la Audiencia. Pidió ayuda al virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa y también al cacique aymara de Chayanta, Martín Herrera Chairari, famoso por su crueldad, pero Manuel Asencio Padilla con guerrilleros reclutados en Tomina y Chayanta, atacó a Chairari impidiendo que abasteciera con víveres y forraje a las tropas de Paula Sanz. Chairari fue degollado por aymaras que aprovecharon las circunstancias para liberarse de su yugo. El presidente interino de la Real Audiencia del Cuzco, brigadier José Manuel de Goyeneche, por instrucción del virrey Abascal, ofreció al virrey del Río de la Plata Baltasar Hidalgo de Cisneros sus fuerzas militares para actuar sobre los sublevados de La Paz y de Charcas. Cisneros aceptó el 21 de setiembre pidiendo que se coordinara con el general Vicente Nieto quien había sido nombrado presidente de la Audiencia de Charcas y viajaba desde Buenos Aires al mando de un contingente de casi un millar de soldados junto al subinspector general Bernardo Lecocq y al coronel Córdoba. Las tropas partieron de Buenos Aires el 4 de octubre de 1809, incorporando algunos soldados en Salta. Participaban soldados veteranos de Dragones, infantería y artillería, una compañía de marina y tropas milicianas de Patricios, Arribeños, Andaluces, Montañeses y Artilleros de la Unión. El 14 de diciembre llegaron a Potosí, a donde la Real Audiencia de Charcas envió una diputación avisando la liberación de García de León Pizarro y su sometimiento. Las tropas entraron pacíficamente en Chuquisaca el 24 de diciembre de 1809. Nieto hizo arrestar a los oidores de la Audiencia y a muchos de sus partidarios, entre ellos: Juan A. Fernández, Lemoine y Álvarez de Arenales, siendo remitidos a los calabozos del Callao. Zudáñez y Monteagudo huyeron de Chuquisaca, la Real Audiencia fue restablecida y las compañías fueron disueltas, pero el antiguo orden no volvería a ser el mismo. Un día como hoy 25 de mayo de 1810 una revolución en Buenos Aires, desencadenó una serie de sucesos que desembocaron en la independencia de las repúblicas de America del Sur. Controversia. Este evento es considerado por la tradición historiográfica como el primero de los eventos autonómicos que desembocaron luego en los movimientos independistas en la América Hispana. Sin embargo, en la historiografía reciente ha surgido una corriente revisionista que llama a este evento una revolución monárquica por sus expresiones de lealtad al monarca. Afirman que se trató de una revuelta que enfrentó a Fernandistas y Carlotistas en un contexto alejado de intenciones independentistas, criticando su actual condición de fiesta cívica patriótica. Se la pone en contraste con la revolución del 16 de julio en La Paz, bajo la dirección de Pedro Domingo Murillo, que fue una revolución abiertamente independentista. Señalan a la Junta Tuitiva que se formó en La Paz como el primer gobierno libre de América del Sur y origen de la independencia hispanoamericana. Más allá de la postura revisionista, el líder independentista Bernardo de Monteagudo la consideraba, ya en 1812, como el inicio de la Revolución del Río de la Plata al escribir Ensayo sobre la Revolución del Río de la Plata desde el 25 de Mayo de 1809, en el periódico Mártir o Libre, en el tercer aniversario de la revolución.
Un día como hoy 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires sucede la Revolución de Mayo ante la inestabilidad de España, un grupo de revolucionarios deponen al virrey y organizan la Primera Junta, el primer gobierno autónomo de lo que sería Argentina. La Revolución de Mayo de 1810 es el suceso histórico que provocó el derrumbe del gobierno español en Buenos Aires y la creación de una Junta de Gobierno integrada por criollos del Río de la Plata. En 1809, el virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros, ordenó la desmovilización de las milicias que lucharon contra la invasión inglesa de 1806 y 1807. Además, restableció el monopolio comercial español. Sin embargo, los criollos mantuvieron sus tropas y lograron mantener el comercio con Inglaterra. De todas formas, un grupo de criollos separatistas (Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano, José Castelli, Mariano Moreno, Juan Larrea y Domingo Matheu) venían planeando un golpe de estado contra el virrey. El 17 de mayo de 1810 llegó la noticia de la caída de la Junta Central (que había nombrado virrey a Hidalgo de Cisneros) y la instalación de un Consejo de Regencia. En los días siguientes los conspiradores convocaron a un Cabildo Abierto, donde desconocieron al virrey declarándolo ilegítimo. El día 25 de mayo de 1810, los rebeldes formaran la Primera Junta de Gobierno, que fue presidida por Cornelio Saavedra e integrada por patriotas criollos que enarbolaban los principios de la Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos.
Un día como hoy 25 de mayo de 1881 en Venezuela, el presidente Antonio Guzmán Blanco oficializa por decreto la canción Gloria al bravo pueblo como himno nacional. El Himno Nacional de Venezuela, surgió como un canto emocional patriótico luego de los hechos del 19 de abril de 1810. Luego del 19 de abril de 1810, es constituida la Sociedad Patriótica en Caracas, Andrés Bello escribe la primera canción patriótica "Caraqueños, otra época empieza", la música fue de Cayetano Carreño. Luego surge la idea de la Sociedad Patriótica en crear una canción que estimulará el ánimo de los indecisos, entonces uno de los miembros de la Sociedad Patriótica, el Médico y Poeta Vicente Salias, improvisó allí mismo las primeras estrofas del Himno Nacional: "Gloria al Bravo Pueblo". La composición históricamente es letra de Vicente Salias y música de Juan José Landaeta y se realizó en el año de 1810, con el tiempo se hicieron varias modificaciones oficiales, una en el año de 1881 a cargo de Eduardo Calcaño, otra en 1911 por Salvador Llamozas y en 1947 Juan Bautista Plaza hace la última modificación. Un día como hoy 25 de mayo de 1881, el Presidente Guzmán Blanco, decreta el “Gloria al Bravo Pueblo” como Himno Nacional de Venezuela. En el Decreto Presidencial no figuran los nombres de los autores del Himno Nacional, quizás porque las autoridades no tenían seguridad de quiénes fueron los autores o porque eran muy conocidos. Se dice que la melodía ya era conocida como la “Marsellesa Venezolana” desde el año de 1840 y según investigaciones de los últimos años, sugieren que el verdadero autor de la letra podría haber sido el Maestro Andrés Bello y que la música habría sido compuesta por Lino Gallardo, pero esta teoría no se ha podido comprobar.
Un día como hoy 25 de mayo de 1911 en México, tras la renuncia de Porfirio Díaz, asume la presidencia interina Francisco León de la Barra. Con información de presidentesmx. Su nombre completo fue Francisco León de la Barra Quijano. Fue político mexicano quien obtuvo el puesto de la presidencia de la República Mexicana de forma interina tras la renuncia al puesto de Porfirio Díaz. El gobierno de Francisco marcó el fin de la época conocida como el porfiriato. Sus padres fueron: Bernabé Antonio León de la Barra Demaría. María Luisa Quijano Pérez Palacios. Estudió derecho en la escuela nacional de derecho de la Universidad Nacional de México, cuya idea de crearla fue de Justo Sierra. Dicha universidad es la antecesora de la Universidad Nacional Autónoma de México “UNAM”. En 1891 Francisco León de la Barra fue diputado federal al Congreso. Posteriormente fue abogado consultor en el Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1896 fue embajador de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. De 1901 a 1902 fue delegado al Segundo Congreso Iberoamericano. Al finalizar con dicho cargo, en 1905 volvió a ser embajador pero ahora de Bélgica y Holanda. Francisco demostró en sus anteriores cargos el compromiso con el trabajo, fue una persona que sobre salió por ser dedicado y honrado. Todo eso ayudó a que en 1907 fuera representante de México en la Conferencia de la Paz en La Haya en los Países Bajos, la cual trató sobre la reglamentación de la guerra y la creación de un tribunal internacional de arbitraje. En 1909 fue embajador de México en los Estados Unidos, así fue uno de los más altos funcionarios diplomáticos ante el gobierno extranjero y ante una organización internacional. Su vida política cambió dos años más tarde, cuando en 1911 fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores en el corto periodo del 25 de marzo al 25 de mayo. Eso le valió para que ocupara el puesto de la presidencia de la República Mexicana después de que Porfirio Díaz renunció a dicho puesto. En virtud a los Tratados de Ciudad Juárez (firmado el 21 de mayo de 1911), Francisco León de la Barra obtuvo el poder total del país un día como hoy 25 de mayo de 1911 y cuyo corto periodo interino terminó el 06 de noviembre del mismo año. Es fundamental saber que los Tratados de Ciudad Juárez señalaban que Porfirio Díaz y su vicepresidente Ramón Corral dejarían sus puestos a finales del mes de mayo. También señalaba que la persona que sería el nuevo presidente interino de la República Mexicana sería el Secretario de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra, quien estaría en el poder hasta que llegara el periodo de las elecciones para nombrar a un nuevo presidente del país. Fernando se casó la primera vez con María Elena Borneque y después de que ella murió, se casó por segunda ocasión con su hermana María del Refugio Bornerque. La historia de México señala que su corto periodo como presidente interino fue referido como el porfiriato pero sin Porfirio Díaz. Las personas llamaban a Francisco como “el presidente blanco” porque era un hombre con educación, culto, viajero, miembro de la comunidad católica, lo cual se traduce como una persona de la alta sociedad con una posición económica superior a muchos otros que tenía dinero. Francisco era descrito como una buena persona y lo cual reflejó el 06 de noviembre de 1911 día en que termino su corto periodo como presidente de México y fue cuando le cedió su puesto a Francisco I. Madero. Después de dejar el poder, se fue a vivir a Italia pero regresó un año después (en 1912) para participar activamente en la creación de la Escuela Libre de Derecho (ELD), institución mexicana especializada en derecho con un sistema de cátedra libre, sin ninguna ideología política o religiosa. Cuando Madero continuaba en la presidencia de México, en 1914 Francisco León de la Barra fue nombrado gobernador del estado de México y senador del país. Al terminar con dichos cargos, en la presidencia de Victoriano Huerta, Francisco fue nuevamente Ministro de Relaciones Exteriores en el periodo del 11 de febrero de 1913 al 04 de julio de 1914. Después de eso fue ministro de México en Francia. Entre otros cargos importantes se encuentran: – Presidente de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) en La Haya en Países Bajos. Contribuyó a la resolución de problemas internacionales, como el problema suscitado entre los Estados Unidos y México. – Fue presidente de los Tribunales Mixtos de Arbitraje, los cuales fueron creados por los Tratados de Versalles. – Después de la Primera Guerra Mundial fue presidente Arbitral Anglo-Franco-Búlgaro. Francisco León de la Barra murió el 23 de septiembre de 1939 en Biarritz, Francia. Sus restos permanecen en dicho lugar porque nunca fueron trasladados a México.
Un día como hoy 25 de mayo de 1925 en Estados Unidos, John T. Scopes es indultado por enseñar la teoría de la evolución de Darwin en los colegios. El Juicio de Scopes (Scopes contra el Estado, 152 Tenn. 424, 278 S.W. 57 (Tenn. 1925), a menudo llamado en inglés "Scopes Monkey Trial") fue un sonado caso legal en Estados Unidos que puso a prueba el Butler Act, que establecía que era ilegal en todo establecimiento educativo del estado de Tennessee, "la enseñanza de cualquier teoría que niegue la historia de la Divina Creación del hombre tal como se encuentra explicada en la Biblia, y reemplazarla por la enseñanza de que el hombre desciende de un orden de animales inferiores". El caso se constituyó en un punto crítico en la controversia sobre la evolución y la creación en los Estados Unidos. John Scopes, un profesor de escuela secundaria, fue acusado el 5 de mayo de 1925 de enseñar la evolución utilizando un capítulo de un libro de textos que estaba basado en ideas inspiradas en el libro de Charles Darwin El Origen de las Especies. El juicio enfrentó dos de los abogados más brillantes de la época. Por una parte William Jennings Bryan, miembro del congreso, ex Secretario de Estado, y tres veces candidato presidencial estuvo a cargo de la fiscalía y acusación, mientras que el destacado abogado de litigaciones Clarence Darrow dirigió la defensa. Este juicio famoso alcanzó amplia difusión mediante la obra de teatro Inherit the Wind de 1955 inspirada en el juicio, la película de 1960 y versiones de películas para la televisión de 1965, 1988 y 1999. La American Civil Liberties Union (ACLU) indicó que defendería a toda persona que fuera acusada de enseñar la teoría de la evolución desafiando la Butler Act. George Rappleyea, que era propietario de varias minas en la región, convenció a un grupo de empresarios de Dayton, Tennessee, que entonces era un pueblo con 1756 habitantes, que la atención pública que generaría tal juicio aportaría publicidad para Dayton. Con el apoyo de ellos, convocó a su amigo John Scopes que tenía 24 años de edad, quien era el entrenador del equipo de football de la escuela secundaria del Condado de Clark y le pidió que reemplazara al director Ferguson en una clase de ciencias. Rappleyea le pidió a Scopes que enseñara la teoría de la evolución. Rappleyea hizo notar que mientras que la Butler Act prohibía la enseñanza de la teoría de la evolución, por su parte el Estado exigía que los profesores utilizaran el libro de texto— Biología Cívica (1914) de George Hunter—que explícitamente describía y adhería a la teoría de la evolución, y que por lo tanto se les estaba pidiendo de hecho a los profesores que cometieran un acto ilegal. En realidad Scopes no recordaba si en efecto había desarrollado la sección sobre evolución en el libro de Hunter, pero les dijo, "Si ustedes pueden demostrar que yo he enseñado evolución y que yo califico según los criterios de la ACLU, entonces estoy dispuesto a ir a juicio." Scopes se fue transformando en un participante cada vez más convencido, llegando al extremo de autoincriminarse y alentando a los estudiantes a testificar en su contra. Fue enjuiciado el 24 de abril, luego de que tres estudiantes testificaran en su contra frente al gran jurado, a instancias de Scopes. De acuerdo a Edward J. Larson, el juez John T. Raulston aceleró las deliberaciones del gran jurado y "…prácticamente los instruyó a que declararan culpable a Scopes, a pesar de la pobre evidencia en su contra y la abundancia de dudas sobre si el acusado en efecto había enseñado la evolución alguna vez en su clase." Scopes fue acusado de haber enseñado el capítulo sobre evolución a una clase de la escuela secundaria el 7 de mayo de 1925, violando la Butler Act. Su fianza de 100 dólares fue pagada por Paul Patterson, quien era el propietario del Baltimore Sun. Un día como hoy 25 de mayo de 1925 en Estados Unidos, John T. Scopes fue indultado de tan desatinada acusación.
Un día como hoy 25 de mayo de 1961 en Estados Unidos, el presidente John F. Kennedy anuncia después de una sesión especial del Congreso que su gobierno está preparado para comenzar el proyecto que llevará al ser humano a la Luna antes del final de la década (Programa Apolo). Basado en publicación de RTVE por JAVIER PEDREIRA 'WICHO'. El lanzamiento del Sputnik 1 el 4 de octubre de 1957 supuso un importante toque de atención para los Estados Unidos, que hasta ese momento estaban convencidos de que iban por delante de la Unión Soviética en lo que se refería a la conquista del espacio. De hecho, esa fecha se considera como el origen de la era espacial, y marcó el arranque "oficial" de una carrera entre ambas superpotencias en la que al principio la URSS parecía llevar todas las de ganar, no en vano fue también la primera en enviar un ser vivo al espacio, la perra Laika, en colocar un ser humano en órbita, Yuri Gagarin, en enviar la primera mujer al espacio, Valentina Tereshkova, en lanzar la primera misión tripulada con tripulación múltiple a bordo de la Vosjod 1, o en realizar el primer paseo espacial, a cargo de Aleksei Leonov. Y por si fuera poco, también fue la primera en hacer aterrizar sondas en la Luna, Venus y Marte con las Luna 2, Venera 7 y Mars 3 respectivamente. El nacimiento de la NASA. Pero aquel 4 de octubre los Estados Unidos tomaron nota y el 29 de julio de 1958 el presidente Dwight D. Eisenhower firmaba la National Aeronautics and Space Act, la ley que creaba la NASA, que sería la agencia encargada de unificar el programa espacial estadounidense, hasta entonces fundamentalmente en manos de las distintas ramas de las fuerzas armadas, y formado por un conjunto de programas más o menos estancos en los que había muy poca o ninguna colaboración entre sus responsables, lo que al modo de ver de la administración Eisenhower sólo estaba sirviendo para no llevarlos a ninguna parte. Aunque la fase de estudios previos ya había sido acometida por la NACA, uno de los primeros proyectos que la nueva agencia tuvo que ejecutar fue el Proyecto Mercury, presentado en público el 17 de diciembre de 1958, y que tenía el objetivo claro y definido de poner por fin a un astronauta en órbita. En aquella época era el proyecto estrella de la agencia, y los primeros siete astronautas escogidos para participar en él se convirtieron pronto en auténticos héroes. Pero a principios de 1960 la administración Einsenhower concibió otro programa, en aquel momento sin nombre ni fondos asegurados, que debía servir como continuación del Proyecto Mercury, y que tenía como objetivo más o menos definido construir una nave capaz de poner a tres astronautas en órbita y, quizá, llevarlos alrededor de la Luna, o incluso hasta su superficie. Este fue bautizado oficialmente como Programa Apolo el 29 de julio de 1960, hace hoy justo 50 años, por Abe Silverstein, uno de los responsables de la NASA, aunque el programa seguía sin tener un objetivo claramente definido. En 1961 Kennedy anunciaba que el programa Apolo pondría al hombre en la Luna. Y no lo tendría hasta un día como hoy 25 de mayo de 1961, cuando el nuevo presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, anunció públicamente ante el Congreso que este sería el de poner un astronauta sobre la superficie de la Luna y traerlo de vuelta a casa sano y salvo antes de que finalizara la década. Para poner esto en contexto, quizá convenga recordar que hasta ese día el proyecto Mercury sólo había conseguido realizar un vuelo suborbital tripulado, el de Alan Shepard en la misión Mercury Redstone, apenas tres semanas antes del anuncio del presidente. Este anuncio se vio sin duda alguna espoleado por el éxito de los soviéticos al poner en órbita a Yuri Gagarin y según los asesores del presidente, representaba la primera oportunidad clara de los Estados Unidos de ponerse por delante de la URSS en la carrera espacial precisamente por todos los pasos intermedios que aún quedaban por dar. De hecho, la NASA pronto se dio cuenta de que para pasar del proyecto Mercury al Apolo iba a necesitar una serie de misiones intermedias para desarrollar los conocimientos y tecnologías necesarias, programa que en principio fue bautizado como Mercury Mark II cuando fue presentado el 7 de diciembre de 1961, pero que fue rebautizado como Programa Gemini, el 3 de enero de 1962. Lo que resulta prácticamente increíble, en especial viendo lo que le está costando a la agencia en la actualidad diseñar una nueva generación de naves para sustituir a los transbordadores espaciales, que están a dos, quizá tres, misiones de ser retirados, es que la NASA, ciertamente con un apoyo claro por parte de los políticos que hoy se echa enormemente en falta, consiguió cumplir con el ambicioso objetivo planteado por Kennedy el 21 de julio de 1969 cuando Neil Armstrong y Edwin Aldrin a bordo del Apolo 11 se convirtieron en los dos primeros seres humanos en poner el pie sobre la superficie de un astro que no fuera el planeta Tierra. Eran quizá otros tiempos, y se puede argumentar también que la investigación espacial atraviesa un momento delicado al convertirse no exactamente en algo rutinario, pero sí en algo que ya no sorprende al público y para lo que es difícil conseguir o justificar fondos, aunque conviene no olvidar que como dijo el pionero de la astronáutica Konstantín Tsiolkovski, "La tierra es la cuna de la humanidad, pero no podemos vivir siempre en la cuna".
Un día como hoy 25 de mayo de 1993 en Guatemala, un golpe de estado derroca al presidente guatemalteco Jorge Serrano Elías, más tarde se sabría que se trató de un autogolpe llamado “el Serranazo”. Basado en publicación de Información de Analistas Independientes de Guatemala, artículo “El Serranazo y la crisis de gobernabilidad” Por Libni Misael Ortiz, Mayo 28 de 2012. Hace más de dos décadas años nos encontrábamos en una semana turbulenta debido a la crisis política que comenzó el 25 de mayo de 1993, destaca la disolución del Congreso y de la CSJ por mandatos especiales del entonces presidente Jorge Serrano Elías; pero no fue solo Serrano el malo del cuento, hubo otros factores que desembocaron en la peor crisis política que ha vivido el país en los últimos 27 años. En primer lugar Jorge Serrano no estaba listo para gobernar; creo que hasta él mismo se sorprendió de la victoria electoral puesto que no estaba en los vaticinios que el fuera presidente, esa era una de las razones por las que no tenía un equipo preparado para hacer gobierno. Por otro lado al presidente Serrano le tocó navegar en aguas turbulentas, los 7 años de incipiente democracia habían traído un desencanto popular, después de décadas de dictadura militar y constantes violaciones a los DDHH, por lo que el pueblo esperaba más de una democracia. Lamentablemente, como sucede igualmente hoy en día, el perverso sistema político encabezado por una tríada malévola (MAS, UCN y DCG) arrastraron al país a la ingobernabilidad, la corrupción rampante en el Estado llegó al cinismo y el Ejército aún gozaba de un poder político considerable por lo cual más que querer negociar la paz quería la claudicación de la guerrilla, con el argumento que militarmente la URNG ya estaba acabada, aunque la presión internacional por abordar el tema de la paz era el elemento a favor de los insurgentes, pese a la oposición natural de los grupos de poder. El resultado de todos estos factores fue la profunda división dentro del Ejército: ¿qué objeto tenía negociar con un “enemigo derrotado”? Inspirado en el Fujimorazo ocurrido en 1992, Jorge Serrano quiso emular algo parecido. La realidad era que tenía muchas razones de peso para disolver los otros poderes del Estado, pero para ello necesitaba derogar la Constitución para impulsar los cambios que el país necesitaba. El resultado: las “reformas” emprendidas a través de esta grave violación constitucional tenían muy poca posibilidad de prosperar. La crisis de gobernabilidad de 1985 fue el mejor pretexto que tuvo el entonces presidente para sacar la mejor tajada, al obtener momentáneamente todo el poder. Solo la presión internacional pudo detener el incipiente golpe de Estado, además de que las instituciones como la Corte de Constitucionalidad, cumplieron su papel para la restauración del Estado de Derecho y al presidente no le quedó otra que huir a Panamá junto a su ministro de gobernación. En los suceso posteriores a la salida de Jorge Serrano sin duda alguna Ramiro de León Carpio, presidente interino, desperdició un momento clave para impulsar una verdadera y profunda reforma del Estado; el entonces PDH gozaba de un gran respaldo popular que no supo canalizar y su mandato fue inocuo a pesar de haber logrado una “depuración” que no dejó frutos porque el mismo sistema se autorecuperó y volvieron a enquistarse mañosos iguales o peores que aquellos depurables, no de por gusto el apodo de Ramiro de León era “huevos tibios”. Han pasado 22 años de distancia y todavía no se conocen todas las aristas de estos acontecimientos; de hecho ahora hay una lectura interesante que dará una versión de los hechos de la propia pluma del expresidente Serrano, el libro “La Guayaba tiene dueño”, lo que será muy interesante ver lo que él tiene que contar, debido a que fue un actor de primera línea. No tanto para justificarlo porque las violaciones constitucionales fueron evidentes y las pruebas contra el de lo que intentó hacer son irrefutables, pero será interesante conocer las motivaciones y el entorno que se vivía en la presidencia de ese entonces; será interesante conocerlo porque las versiones encontradas sobre los hecho son muchas y aun cuando ha pasado el tiempo, para algunos todavía es difícil hacer un análisis sereno. Tratando de averiguar algunos datos para enriquecer la columna, al momento de poner en Google la frase “el serranazo” lo primero que llega a la lista es la definición del sitio de Wikipedia, la cual copio literalmente: “El Serranazo fue un autogolpe de estado perpetrado el 25 de mayo de 1993 por Jorge Serrano Elías, entonces presidente constitucional de Guatemala. Entre los hechos de este episodio se cuentan la disolución del Congreso, el intento de manipulación de los Tribunales Electorales y de Justicia, así como la censura de la Prensa dirigida por su sobrina Roxana Baldetti electa en 2011 Vicepresidente de (Guatemala). Al cabo de diez días, las fuerzas democráticas del país reinstauraron la institucionalidad designando Presidente al entonces Procurador de los Derechos Humanos, Ramiro de León Carpio. Debido a la corta duración del régimen de facto, algunos hablan del "Serranazo" como un golpe de estado fallido.” Es interesante que al examinar este vínculo no tiene ediciones ni comentarios afirmando o refutando esta versión (dado que es un sitio Wiki); menciono esto porque durante la campaña electoral pasada la ahora (recién obligada a renunciar 8 de Mayo de 2015) Vicepresidente Roxana Baldetti desmintió, por lo menos, ser sobrina de Jorge Serrano pero el papel que jugó durante el golpe de estado de 1993 aún es difuso. A veces al observar la forma de actuar del actual Congreso y de la CSJ pareciera que no hemos aprendido las lecciones de esa crisis, en los primeros 6 meses de este año hemos visto una legislatura con un pobre desempeño, entrampada en conflictos partidarios y moviéndose acorde a intereses sectoriales, los mismos trances bajo y seguimos reproduciendo el mismo patrón elección tras cada elección. El OJ por su parte sigue dando tropiezos y finalmente se llega a la conclusión en el 2012 que es imposible que podamos por nuestras propias pistolas resolver el problema de la impunidad y de los poderes paralelos enquistados en todas las esferas del Estado, no obstante los jueces, magistrados y MP siguen con actitudes muy cuestionables cuando se trata de personajes con mucho poder, ya sea económico o político, a 19 años (22 a la fecha de publicación de Compartiendo mi opinión) de aquella crisis se siguen cometiendo los mismo errores y el sistema político sigue actuando con el mismo cinismo que no ha permitido que el país obtenga avances significativos.

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