Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 4 de mayo de 1862 en
la Hacienda de las Traperas, México se libra la Batalla de Atlixco. El general
Antonio Carbajal y los atlixquenses repelen el ataque de las tropas francesas
de apoyo, un día antes de la Batalla de Puebla. Basado en información de
Eduardo Merlo para La Jornada de Oriente. Las fuerzas del
general Antonio Carbajal estaban dispuestas, como se dijo, en las inmediaciones
del puente de “Los Molinos”, porque estaba inmediato a una serie de molinos de
trigo, que era la principal producción de Atlixco. Convenientemente dispuestas
estaban las dos piezas de artillería, con suficiente dotación de granadas,
emplazadas del lado del río que dan hacia Puebla, igualmente los cazadores y
fusileros, separados convenientemente para no dejarse ver con facilidad. Cada
oficial sabía con exactitud lo que tenía que cumplir. La consigna era dejarlos
creer que estaba libre el terreno para que cruzaran el puente con confianza,
cuando hubiera pasado más o menos la mitad de la columna, empezarían el fuego
de los cañones, en el entendido que los “imperiales” podrían desplazarse en
abanico para no dar un solo frente a los republicanos. Exactamente así ocurrió,
había una gran prisa por cruzar el puente y acelerar el paso hacia Puebla, de
la mayor parte del contingente, dejando una retaguardia fuerte, para evitar que
el general O’Horán los pudiera detener. Estaba ya amaneciendo cuando los
primeros jinetes del ejército “imperial”, sigilosamente se acercaron por el
camino en pendiente, hacia el puente, aparentemente no había nadie
custodiándolo, así que después de otear el horizonte con mucho cuidado, empezó
a cruzar la caballería y estaba inmediata la infantería, quedando atrás las
carretas que eran muchas. Con toda paciencia los republicanos miraban todo ese
movimiento, sin moverse siquiera; los únicos gritos eran de los oficiales
enemigos que azuzaban a las bestias e increpaban a las tropas para que
aceleraran la marcha. Había ya cruzado un poco menos de la mitad de la columna,
cuando Carbajal dio la orden de fuego a los artilleros, que hicieron blanco en
el puente, echando abajo a los que cruzaban. Como era lógico, los atacados se
desplegaron por toda la orilla de la barranca y pecho a tierra disparaban con
rumbo a las baterías contrarias, pero en ese momento los fusileros patriotas
comenzaron su tiroteo con gran éxito. De los convoyes, los “imperiales”
pudieron bajar algunos cañones y desde lejos disparar a los republicanos,
haciendo algunos blancos. Pasaban de las 7 de la mañana y había una tenue bruma
acentuada por el humo de la pólvora. Los “imperiales” resistían y eran
reforzados por el grueso del contingente que venía a la retaguardia, parecía
que lograrían echar a los patriotas, pues inclusive uno de los cañones quedó
fuera de combate. En esos precisos momentos, atacó la caballería y la
infantería del general O’Horán, que retornaba de perseguir a los que se
refugiaron en Atlixco, el enemigo quedó a dos fuegos, desconcertándose y sin
esperar las órdenes respectivas, empezó a correr y buscar la protección, ya en
el riachuelo, ya en las lomas cercanas o de plano corriendo desaforados para
buscar una salida. Al notar esto la retaguardia de Márquez, ordenó la retirada
de los contingentes que estaban un tanto lejos del campo de batalla, y partir
hacia Izúcar, no obstante muchos, en lugar de seguir por el camino, se
desviaban hacia los pueblos cercanos, buscando quedar lejos de quienes estaban
diezmando a la avanzada. Era media mañana cuando el campo de batalla de “Los
Molinos”, quedó en relativo silencio, aunque se escuchaban los gritos de los
heridos y las voces de los oficiales que ordenaban recoger a los muertos y
apilarlos. Hubo varios prisioneros que fueron tratados con mucho comedimiento.
Los oficiales capturados se llevaron aparte, para que, cumpliendo con las
reglas de honor, juraran no volver a tomar las armas contra la República,
registrar sus nombres y juramentos, y luego, después de darles algunos
alimentos, los llevaron escoltados hasta las inmediaciones de Cholula, para
evitar que se unieran a los que huyeron a Izúcar. Una buena parte de las tropas
persiguieron a quienes corrieron a Tochimilco, Yancuitlalpan, Cuaco,
Tochimizolco y otras comunidades de las estribaciones del volcán Popocatépetl.
Aunque buena parte del ejército imperialista se había dispersado, fue nutrido
el número de los que disciplinadamente retornaron a Izúcar. Cabe decir que
alrededor de las 9 de la mañana, cuando la batalla estaba finalizando y
claramente de veía el triunfo republicano, el general Carbajal mandó varios
mensajeros a Puebla, para que reventando sus cabalgaduras, avisaran al general
Zaragoza de la contundente victoria. Leonardo Márquez sufrió una de sus más
grandes derrotas, quedando en vergüenza ante los franceses y decepcionando al
“jefe supremo” que era el general Miguel Miramón. Para las seis de la tarde de
un glorioso día como hoy 4 de mayo de 1862, ambos generales republicanos,
entraron a la ciudad de Atlixco, revisando todos los rincones en busca de
enemigos, los cuales brillaban por su ausencia. Los habitantes de la ciudad
empezaron a asomarse tímidamente, para luego salir a vitorear a los soldados
republicanos. Los patriotas, a pesar de su triunfo, tenían que quedarse a
resguardar la plaza, para evitar que Márquez y sus compinches, se rehicieran e
intentaran una marcha para atacar Puebla, lo que por supuesto no sucedió, ya
que los “imperiales” estaban completamente apabullados. Fue una batalla
fundamental para la historia nacional y un apoyo moral para los defensores de
Puebla. Las armas nacionales también se cubrieron de gloria en Atlixco. La
derrota contundente de un ejército, respetable por el número de efectivos, por
un cuerpo militar con la tercera parte de soldados, fue el antecedente
patriótico de lo que ocurriría al día siguiente en Puebla. Las acciones
estratégicas de los generales Carbajal y O’Horan, así como la entrega,
sacrificio y disciplina de los soldados que los siguieron, son también un
ejemplo para las futuras generaciones. La patria entera debe un reconocimiento
a todos estos hombres, cuyo recuerdo no ha sido imperecedero, dado que su
esfuerzo ha sido opacado por la victoria nacional contra los invasores
extranjeros. Cada uno de los oficiales mencionados por los partes militares y
por los cronistas e historiadores, debe ser conocido y reconocido. La batalla
de Atlixco debe constar en todos los tratados de historia nacional y colocarse
con letras de oro en un monumento digno.
Un día como hoy 4 de mayo de 1886 en Chicago, EE.UU.
sucede la Revuelta de Haymarket tras la huelga
general iniciada tres días antes. Debido a esta masacre, el 1 de
mayo se celebra como Día Internacional de los Trabajadores. Ya desde
mediados del siglo XIX, con la consolidación de la revolución industrial en
Estados Unidos, se venían protagonizando numerosos enfrentamientos y huelgas
alentadas desde Europa por el ejemplo revolucionario de la Comuna de París de
1871. Estos conflictos tuvieron su mayor virulencia en 1877, cuando el paro, el
hambre y el descontento generalizado se extendían por todo el país, así como
los disturbios y revueltas obreras, que fueron reprimidas. Todo esto llevó a un
clima de desconfianza hacia el sistema por todo el país, principalmente en los
núcleos urbanos plenamente industrializados de la costa este (Nueva York,
Philadelphia, Boston y Chicago). CHICAGO
DURANTE LA DÉCADA DE 1880. Cincuenta años antes de que el
Chicago se hiciera famosa por su alta actividad de crimen organizado, esta
ciudad se encontraba repleta de trabajadores/as inmigrantes organizados,
fuertemente influenciados por las noticias llegadas de Europa, el anarquismo
norteamericano y el movimiento antiesclavista (la Guerra Civil Americana, que
había puesto fin a la esclavitud formal, había terminado en 1865). En este
contexto, en el que obreros/as eran salvajemente reprimidos/as por los/as
esbirros/as de la patronal y por la policía, se formaron milicias obreras como
la alemana Lehr und Wehr Vereins (Asociaciones de Estudio y
Resistencia), el Club Inglés y la checoslovaca Francotiradores
de Bohemia. Durante la década de 1880, entre el movimiento obrero de
Chicago prevalecía el ideal anarquista que de forma particular se conoció como
La Idea de Chicago. Actos individuales violentos – incluidos el terror y el
asesinato – buscando la agitación y el movimiento de masas eran frecuentes en
estos tiempos. LA REVUELTA DE
HAYMARKET. El primero de Mayo de 1886 se producen los graves
acontecimientos que darían origen a la fiesta internacional de los
trabajadores. Ese día se realizó en la Plaza Haymarket de Chicago una gran
manifestación obrera contra la empresa McCormick – fabricante de maquinaria
agrícola – y en demanda de la jornada de ocho horas de trabajo (en algunos
casos la jornada laboral podía llegar a ser de 18 horas). La policía cargó
contra los manifestantes y a raíz de los disturbios que se produjeron varias
personas resultaron muertas y heridas. Los siguientes días se convocaron varias
protestas, tanto en las puertas de las industrias McCormick, la única fábrica
que seguía funcionando gracias a esquiroles, como en otros puntos de la ciudad.
El 2 de mayo, la policía disparó contra un grupo de huelguistas que había
entrado en la fábrica, matando a 2 personas e hiriendo a decenas. El 3 de mayo,
80.000 obreros/as seguían agitando Chicago. LOS MÁRTIRES DE CHICAGO. En la
demostración de protesta convocada para un día como hoy 4 de mayo de
1862, la policía volvió a entrar en acción, matando a un número indeterminado
de personas e hiriendo a otras 200. Una bomba lanzada por alguien entre las
filas de los/as huelguistas mató a siete agentes. Las detenciones y torturas no
tardaron en llegar. August Spies, Samuel Fielden, Oscar Neebe, Michael Schwab,
George Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons y Louis Lingg, obreros de filiación
anarquista fueron detenidos y juzgados bajo el cargo de asesinato y
conspiración para cometer asesinato. Todos fueron condenados a la horca, aunque
finalmente solamente Fischer, Parsons, Engel y Spies fueron ejecutados el 11 de
noviembre de 1886. Lingg apareció muerto en su celda y los tres restantes
fueron perdonados en 1893 al no encontrarse pruebas contra ellos. Durante el
juicio Lingg exclamó: “repito que soy enemigo del orden de hoy y repito que con
todas mis fuerzas, mientras tenga aliento para respirar, lo combatiré. Los
desprecio. Desprecio su orden, sus leyes, su autoridad apuntalada por la
fuerza. Ahórquenme por ello”. Justo antes de morir, Albert Parsons – el más
conocido de los mártires de Chicago antes de que se produjeran
las revueltas – pronunció su famosa frase “let the voice of the people be
heard!” (dejad que se escuche la voz del pueblo). EL 1º DE MAYO. El Primero de
Mayo fue proclamado como Día Internacional de los Trabajadores en 1890, y desde
entonces se celebra en el mundo entero, en recuerdo de los mártires de
Chicago.
Un día como
hoy 4 de mayo de 1951 en Nicaragua asume la
presidencia Anastasio Somoza García. Anastasio Somoza García. Conocido por
el nombre familiar Tacho. Militar y político nicaragüense que impuso una
dictadura en Nicaragua desde el año 1937 hasta su muerte. Nació el 1
de febrero de 1896 en Nicaragua, de clase acomodada, era hijo del senador y
hacendado Anastasio Somoza Reyes y Julia García. En su juventud vivió en
Filipinas, donde cursó estudios en la Escuela Pierce de Administración
Empresarial. Al volver a Nicaragua, intentó, sin éxito, establecerse como
empresario. En 1925 participó en la insurrección del General Chamorro que
llevó al poder al Partido Liberal. A la llegada de los infantes de marina
norteamericanos al país en 1926, su acento inglés le ayudó a acceder rápidamente
en los puestos más importantes del Estado. Fue diplomático en Costa Rica en
1929, director auxiliar de la Guardia Nacional en 1932 y finalmente Jefe de
ésta en 1933. Durante la ocupación, los Marines lucharon contra las fuerzas del
General Augusto César Sandino. En enero de 1933 las fuerzas
norteamericanas abandonaron el país, dejando al ya General Somoza en cargo de
las fuerzas armadas. Como Jefe Director de la Guardia Nacional, planeó el
asesinato del general Sandino el (21 de febrero de 1934) firmando un documento
con 14 miembros de la GN; esa noche después que Sandino y sus acompañantes
cenaron con el presidente Juan Bautista Sacasa, tío político de Tacho, y
bajaron de la Casa Presidencial de la Loma de Tiscapa en un automóvil (en la
capital Managua) por la Avenida Central, un grupo de soldados encabezados por
el capitán Lisandro Delgadillo detuvo el auto frente al cuartel y cárcel de El
Hormiguero (llamado así porque frente a su costado este, había un matadero
donde ahora está el Campo de Marte). Los guardias metieron en dicha prisión a
don Gregorio Sandino (padre de Sandino) y a don Sofonías Salvatierra, mientras
a Sandino y sus generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor fueron
conducidos a un predio baldío en las afueras de la ciudad, donde hoy en día está
el barrio Larreynaga, pues Managua ha crecido, y delante de una fosa común
previamente excavada fueron asesinados por las balas. En septiembre de 1934,
siete meses después del asesinato de Sandino, el poder político y militar de
Somoza era aplastante. Se convirtió en presidente tras el asesinato del
presidente Juan Bautista Sacasa y comenzó una dinastía de dictadores en
Nicaragua. Este año asumió el poder su protegido, Leonardo Argüello Barreto, al
que derribó para imponer a su tío, Víctor Román y Reyes. En su calidad de
ministro de la guerra y de Jefe de la Guardia Nacional nunca dejó de controlar
el poder efectivo, lo que no bastó para que a la muerte de Román y Reyes se
hiciera nombrar presidente interino y un día como hoy 4 de mayo de 1951 presidente
efectivo. Favorecedor de la política norteamericana en su país, ejerció una
represión despiadada contra sus opositores, intentó derrocar al presidente José
Figueres Ferrer, de Costa Rica (1948 y 1955), para llevar al poder en ese país
a Rafael Ángel Calderón Guardia. Participó de forma decisiva en la caída del
gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala (1954) y amasó una enorme
fortuna personal. El 21 de diciembre de 1956, en una fiesta, tras la convención
del Partido Liberal que proclamaría otra vez a Somoza García como su candidato,
fue baleado por Rigoberto López Pérez. Herido, fue trasladado al Hospital
Gorgas en la entonces Zona del Canal de Panamá en un avión enviado por el
presidente de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, pero falleció en ese centro sanitario
estadounidense el mismo día. Le sucedió en la presidencia, de 1956 a 1963, su
hijo Luis Somoza Debayle. Su gobierno, represivo y corrupto, era de utilidad a
los Estados Unidos por su carácter anticomunista.
Un día como hoy 4 de mayo de 1954 en
Paraguay, el general Hugo Alfredo Stroessner da un golpe de Estado y se
nombra presidente de la República. El ex dictador
paraguayo Alfredo Stroessner. Nació el 3 de noviembre de 1912
en Encarnación, murió el 16 de agosto de 2006 a los
93 años en el hospital Santa Luzia, de Brasilia, en el que había ingresado
unos días antes para ser operado de una hernia inguinal, informaron fuentes
oficiales. Hijo de un emigrante alemán, un bávaro de Hoff, y de una campesina
paraguaya, Stroessner había nacido el 3 de diciembre de 1912 en la ciudad de
Encarnación, a orillas del río Paraná, fronterizo con Argentina. Se hizo con el
poder presidencial con 41 años, un día como hoy 4 de mayo de 1954,
aunque ya llevaba algún tiempo dominando la escena paraguaya. En sus primeros
años acabó con la oposición, incluidos quienes podían amenazar su liderazgo
desde el Partido Colorado, la base civil de su régimen; segó cualquier rebeldía
hasta en los sueños de los paraguayos e inculcó al pueblo un temor
ancestral, misterioso y reverencial. Con una habilidad innata, moldeó un país
pobre, atrasado y supersticioso; acopló la Constitución y las leyes a sus
intereses e hizo que lo reeligieran con religiosa puntualidad cada cinco años,
siempre con votaciones abrumadoras, en comicios amañados, y frente a rivales
dóciles y colaboracionistas. Su régimen se basó en el clientelismo, el
contrabando, el atraso, la malversación, la complicidad, la obediencia ciega a
"El Jefe", la adulación y lo que se dio en llamar "unidad
granítica" del Partido Colorado, las Fuerzas Armadas y el Pueblo Paraguayo
en torno a Stroessner. Al cabo de 30 años de Gobierno, esa unidad de granito
tenía profundas grietas y terminó saltando hecha añicos el 3 de febrero de 1989,
cuando el mito y el culto a la personalidad por su consuegro, el general
Andrés Rodríguez. Stroessner sabía de la agitación militar, pero nunca dio
crédito a que se alzaría Rodríguez, un militar que él había encumbrado hasta
convertirlo en el segundo hombre más poderoso de Paraguay, que amasó una
fortuna a su sombra, y con el que había creado lazos de familia, casando a sus
hijos, y relaciones de complicidad, lealtad y camaradería. Preso en una
instalación militar, Stroessner abandonó un país que había sido realmente suyo
por 35 años el 5 de febrero de 1989, bajo el manto protector de Brasil, en cuya
capital terminó instalándose. Vivió sus 17 largos años de exilio en
Brasilia, alejado de toda actividad, sin más sobresaltos que los causados en
Paraguay por los frecuentes rumores de muerte. De hecho, el estado de
salud de Stroessner fue durante muchos años motivo de conjeturas y
leyendas. Cuando estaba en el poder se decía, por ejemplo, que padecía cáncer
de próstata o de piel, que éste último era la causa de que nunca estrechara la
mano. Estaba también fuertemente arraigada la leyenda en Paraguay de que sufría
de un raro mal en la sangre que le obligaba a recibir transfusiones de jóvenes
para revitalizarse. Durante su régimen, su familia, los allegados, los jefes
militares y políticos, y una serie de aventureros bien acoplados al régimen
amasaron grandes fortunas, según se puso de manifiesto en los juicios que hubo
tras la caída de la dictadura. Con fama de bebedor y mujeriego, sus
aventuras galantes eran famosas en Paraguay desde antes de que fuera
presidente. Lo mismo que fue "el Primer Magistrado", "el Primer
Deportista" o "el Primer Trabajador", "El Rubio" -uno
de sus apodos- también fue "el Primer Falo" del País, sostiene en una
biografía el periodista paraguayo Bernardo Nery Farina. Entre la tropa
"Mi general es todo un hombre", se decía. Stroessner podía
perfectamente haber sido el protagonista de "El Chivo", en lugar del
dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, aquel personaje temerario, de
desbordante sensualidad y codicia novelado por Mario Vargas Llosa en el 2000.
Se conocen los nombres de varias de las amantes adolescentes y casi
niñas que tuvo Stroessner: Tina, Myriam, Blanca... Nery Farina dice que las
trataba con suma consideración, que a algunas las dejó embarazadas y a varias
les eligió los maridos. Hay identificado un pintoresco militar ya muerto que
conseguía niñas doncellas para el general Stroessner y sus amigos. De todas sus
amantes, María Estela Legal, llamada "Ñata", fue la más célebre. La
conoció con 14 años y fue su amante por dos décadas. Le dio dos hijas, por unas
de las cuales tuvo pasión. Precisamente Stroessner huyó de la casa de
"Ñata" para refugiarse en una instalación militar la noche del golpe
de Estado. Se había casado en 1949 con Eligia Mora -muerta meses antes que él,
con 95 años-, una maestra de escuela con la que para entonces tenía dos hijos:
Gustavo Adolfo y Graciela Concepción. Luego nació Hugo Alfredo, conocido como
Freddy, que fue yerno del general Rodríguez y murió a causa de las drogas poco
después del golpe. Madrugador, de costumbres castrenses, tajante, duro,
aficionado a la pesca, el fútbol y los naipes, algunos de los pocos biógrafos
que ha tenido lo han calificado también de cruel, astuto, inescrutable, inteligente,
audaz, impávido, siniestro y monstruoso.
Un día como hoy 4 de mayo de 1979 en
Reino Unido, Margaret Thatcher es elegida jefe del Gobierno. Fue la
primera mujer que desempeñó este cargo en este país. Nacida en Grantham,
Reino Unido, el 13 de octubre de 1925, falleció en Londres, el 8 de abril de
2013. Política británica, primera ministra de 1979
a 1990. Margaret Hilda Roberts estudió ciencias químicas en la Universidad de
Oxford y trabajó cuatro años como investigadora química. En 1951 se casó con Denis
Thatcher, un alto ejecutivo de la industria petrolífera, quien la introdujo en la
política. En 1953 comenzó a estudiar derecho tributario. Ingresó en el
Partido Conservador, del que su marido ya era miembro, y en 1959 ganó un escaño
en la Cámara de los Comunes. Dos años más tarde fue nombrada secretaria de
Estado para Asuntos Sociales, y luego ministra de Educación y Ciencia, durante
el mandato del conservador Edward Heath. Abolió la normativa que ordenaba la
distribución gratuita de leche en las escuelas, lo cual provocó una oleada de
protestas. Considerada la líder más enérgica del ala derecha del Partido
Conservador, consiguió desplazar a Heath de la dirección del partido, que
desempeñó desde 1975. Elaboró un programa riguroso para yugular la crisis de la
economía británica mediante la reducción de la intervención estatal. Sus postulados
principales fueron, pues, el liberalismo y el monetarismo estrictos. También
tendió a recortar los servicios sociales. Estudió la renegociación para la
participación del Reino Unido en la CEE y la abolición del poder sindical. Su
programa recibió el apoyo de la opinión popular, un
día como hoy 4 de mayo de 1979 consiguió
que los conservadores accedieran al poder por amplio margen: se convirtió así
en la primera mujer británica que ocupaba el cargo de primer ministro. Durante
su gobierno consiguió reducir la inflación y mejorar la cotización de la libra
esterlina. Sin embargo, disminuyó la producción industrial, con el consiguiente
incremento del paro, triplicado desde su subida al poder. Proliferaron, además,
las quiebras de empresas y bancos. Todo ello se debió a la austeridad que
acompañó su administración, dado que el objetivo de reducir la inflación era
prioritario. En 1982, Thatcher intervino enérgicamente en el conflicto de las
Malvinas. Su actitud fue bien vista por la opinión pública británica y ese
mismo año volvió a obtener la victoria electoral, esta vez con la mayoría más
holgada lograda por un candidato desde 1935. En 1984 se enfrentó a graves
conflictos sociales, en especial la huelga de los mineros, que reprimió con
dureza. En octubre de este mismo año, durante un congreso de su partido que se
celebraba en el hotel Brighton, estalló una bomba colocada por un grupo de
republicanos extremistas irlandeses -Thatcher apoyaba la retención del Ulster
por el Reino Unido-, atentado del que salió ilesa. Como jefa de gobierno
continuó su política neoliberal, con la privatización de empresas estatales, de
la educación y de los medios de ayuda social, la lucha contra el desempleo y la
limitación de las huelgas. Respecto al conflicto del Ulster, propició la
apertura de conversaciones con la República de Irlanda y reforzó la legislación
antiterrorista. En 1987 ganó de nuevo las elecciones, pero en esta ocasión por
un margen mucho más reducido. Su negativa a la unión social y política del
Reino Unido con Europa y la imposición del impuesto regresivo, la poll tax,
provocó una polémica generalizada que la enfrentó a su propio partido. No le
quedó otra alternativa que dimitir; le sucedió en el cargo John Major. Además
de ser el primer jefe de gobierno británico del siglo XX que logró vencer en
tres elecciones consecutivas, fue la primera mujer europea que desempeñó el
cargo de primer ministro. En el año 1993 publicó sus memorias, que obtuvieron
un importante éxito de ventas. Su firmeza para dirigir los asuntos de Estado,
su estricto dominio sobre los ministros de su gabinete y su fuerte política
monetarista le valieron el sobrenombre de la Dama
de Hierro.
Un día como hoy 4 de mayo de 1982 en
el marco de la Guerra de las Malvinas, un avión argentino hunde (mediante un
misil) el destructor Sheffield, la nave más moderna de la flota británica. Tres
buques de guerra de la Royal Navy han sido denominados HMS Sheffield, en honor
a la ciudad de Sheffield, en Inglaterra. El HMS Sheffield (C24) de 1936,
era un crucero ligero de la clase Town que participó en la Segunda guerra
Mundial, sirviendo en el Océano Ártico, el Océano Atlántico y el Mar
Mediterráneo. Fue parte de los buques que persiguieron al acorazado Bismarck. En
1967 fue desguazado. El HMS Sheffield (D80) de 1971 fue un
destructor Tipo 42, que resultó gravemente dañado por los argentinos durante la
Guerra de las Malvinas un día como hoy 4 de mayo de 1982. Resultó hundido
mientras se le remolcaba a puerto. El HMS Sheffield (F96) de 1986
es una fragata Tipo 22, vendida a Chile en 2003 y rebautizada Almirante
Williams. Tras el hundimiento del crucero ARA C-4 “General
Belgrano”, la Armada Argentina (ARA) quería asestar un duro golpe a los
británicos a modo de revancha. Para ello, el Comando de Aviación Naval (COAN)
estaba en condiciones de utilizar el arma antibuque más sofisticada existente
en toda la región, el misil AM-39 “Exocet” lanzado desde los cazas Super
Etendard de la 2ª Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque (EA32). La idea era
aprovechar los escasos misiles disponibles para realizar ataques contra alguno
de los dos portaaviones británicos despachados hacia Malvinas, y para ello se
requería información permanente y actualizada sobre los movimientos británicos. El
empleo de los aviones de exploración Neptune facilitó la localización de
blancos enemigos que luego podrían ser atacados. Se captaron un blanco grande,
seguramente un portaaviones y tres blancos medianos. En el mapa puede
apreciarse el derrotero seguido por el avión el 4 de mayo, día en que detectó
la posición de parte de la flota británica. Eran las 07:03Z (10.05) cuando
la Base Naval de Espora y el TOAS recibieron la comunicación del radarista
Pernusi, a bordo del Neptune SP-2H, informando que se había detectado lo que
parecía un posible blanco enemigo; un "duende" según la expresión
utilizada. Fue el cabo Yerba el encargado de transmitirlo al Comando de
Aviación Naval. Eran las 07:30Z (10.30), cuando el teniente de fragata
Carlos Machetanz salió corriendo de la sala de pilotos de la Base Aérea de Río
Grande para dirigirse al edificio de oficiales, procurando no resbalar sobre el
piso cubierto de escarcha. Soplaba un viento helado y la temperatura estaba por
debajo de los 0 grados. Cuando entró en el recinto, el teniente de fragata
Armando Mayora se hallaba recostado sobre un camastro, del que se incorporó
velozmente al ver entrar a Machetanz. Preocupado le preguntó que ocurría
y Machetanz le explicó que se había detectado un posible blanco y que debía dirigirse
a la sala de prevuelo donde se encontraban reunidos los otros pilotos. Una
vez en la sala vieron al capitán de navío Augusto Bedacarratz, segundo
comandante de la Escuadrilla, dialogando con otros colegas. Para ese momento,
él y Mayora habían sido designados para efectuar el ataque. Realmente la
elección no podía haber sido mejor. Ambos pilotos habían volado juntos en
innumerables misiones de entrenamiento y se conocían lo suficiente como para no
tener que utilizar demasiado la radio. Cuando todo estuvo listo, los
aviadores se encaminaron a sus aparatos. Comenzaban a vivirse momentos de
ansiedad, ansiedad que iba en aumento a medida que pasaban los
minutos. Mientras los mecánicos supervisaban los aviones, los pilotos se
colocaron sus equipos de supervivencia, sus cascos y sus trajes antiexposición
que les permitirían sobrevivir en las aguas heladas durante media hora y se
aprestaron a tomar ubicación dentro de sus cabinas. Cuando todo estubo
listo, Mayora y Bedacarratz subieron las escalinatas y se acomodaron dentro de
las estrechas cabinas, sujetándose con las correas y cinturones. Bedscarratz
abordó el avión matrícula 3-A-202 y su numeral el 3-A-203. Fue entonces
que el nerviosismo dio paso al entusiasmo. Se lanzaron vítores a la patria y a
los dos valientes que estaban por partir mientras se agitaban brazos, gorras y
pañuelos en señal de despedida, deseando con los pulgares en alto, la mejor de
las suertes. Los pilotos respondieron alzando los suyos y hecharon a
andar. Las máquinas carretearon lentamente hacia la pista haciendo rugir
sus turbinas. Debajo de sus alas derechas, se distinguía la silueta de los
temibles Exocet AM-39, que en el transcurso de la guerra se convertirían en el
verdadero terror de los ingleses. Los pilotos dieron plena potencia a sus
motores y despegaron, ascendiendo a 15.000 pies (4500 metros de
altura). Ya en el aire, Bedacarratz y Mayora enfilaron hacia el punto de
reunión con el avión-tanque KC-130, para efectuar el reabastecimiento. El
encastre fue perfecto; los tanques se llenaron sin problemas y a las 10.04Z
(13.04) se desengancharon. Se hallaban a unas 250 millas del objetivo. El
Hércules se alejó lentamente mientras los Super Etendard iniciaban su viaje de
800 km/h. A todo esto, el Neptune de Proni Leston ya había confirmado la
detección del objetivo (10:50Z), permaneciendo durante tres horas en el área
con el objeto de controlar la posición. Durante ese período se detectaron un
total de cuatro buques enemigos en un sector ubicado a 85 millas al sur de
Puerto Argentino. Temiendo que los ingleses hubiesen detectado su
presencia, Proni Leston comenzó a volar en zig-zag simulando que se trataba de
un avión de rescate en busca de sobrevivientes. A los 10:35 (13.35Z) el
aparato ascendió hasta los 3.500 pies y transmitió las posiciones a los Super
Etendard que venían en camino. Finalizada su tarea, se retiró a toda prisa,
pegándose al mar, para aterrizar con sus doce tripulantes en Río Grande a las
15.04; había partido desde ese mismo lugar a las 08.07 hora argentina. Bedacarratz
y Mayora continuaron su avance al ras del agua, repasando la isla Beauchene por
el lado sur, un promontorio rocoso envuelto en brumas, que emergía
fantasmagóricamente del helado mar. Los pilotos alimentaron con la información
recibida los sistemas de la unidad de Ataque (UAT) y ascendieron hasta los 500
pies para localizar los blancos con sus radares. No hallaron nada.
Inmediatamente volvieron a descender y volaron otras 25 millas, al termino de
las cuales, repitieron la operación. Fue entonces que aparecieron en sus
pantallas los ecos de cuatro unidades de superficie, una grande, dos medianas y
una más pequeña hacia la izquierda. En ese momento comenzaron a sentir las
contramedidas electrónicas británicas cuando las luces de sus tableros se
encendieron dando las señales de alarma.
Eran las 10.50Z (13.50). Tras
otros 25 millas de vuelo volvieron a repetir la operación comprobando que los
barcos se habían desplazado de sus posiciones. Los pilotos programaron sus
instrumentos orientando las memorias de sus computadoras de a bordo así como
también, las de sus misiles que, en los últimos 10 kms., serían guiados hasta
el objetivo. Eran las 11:04Z (14:04) cuando Bedacarratz disparó su Exocet,
a una distancia aproximada de 30 millas. Mayora hizo lo mismo cuando vio salir
al misil de su jefe, siendo aquella la primera vez que se disparaba este tipo
de proyectil desde un Jet. Mientras los proyectiles emprendían su vuelo a
velocidad supersónica, los pilotos viraron bruscamente hacia la izquierda e
iniciaron el escape a unos 1000 km/h al ras del agua o, como suele decirse en
esos casos, “peinando las olas”. Había poca visibilidad y el mar, debajo,
estaba encrespado. Bedacarratz advirtió a Mayora sobre el peligro de chocar
contra el oleaje. En plena trayectoria de regreso, el jefe de la formación
creyó ser perseguido por un par de Harriers pero la voz de su numeral lo
tranquilizó al advertirle que era él quien iba casi pegado a su
cola. Aquel 4 de mayo el "Sheffield” se encontraba a unos 35 kms
delante del grupo de portaaviones. Hacía frío pero el cielo se hallaba
totalmente despejado y el mar estaba calmo, cosa rara en el Atlántico
Sur. El radarista de a bordo detectó repentinamente señales en su pantalla
indicando la proximidad de un avión, lo que informó inmediatamente al
lugarteniente Peter Walpole, oficial de guardia. Este se dirigió a cubierta e
informó el hecho al teniente Brian Layshow, piloto del helicóptero Lynx de la
dotación y entre ambos comenzaron a vigilar el horizonte. Pocos minutos
después, creyeron distinguir algo a lo lejos, una especie de nube de humo muy
confusa en la lejanía, dándose cuenta al instante de lo que se trataba. Los dos
dijeron lo mismo a la vez; - "¡Por Dios, es un misil!". El
Exocet dio de lleno cuatro segundos después, por la banda de estribor, en medio
del buque, a pocos centímetros de la línea de flotación. Al instante se produjo
una terrible explosión que sacudió toda la nave, desencadenando un verdadero
infierno. El proyectil penetró en línea oblicua, perforando el casco y
estallando con inusitada violencia en su interior. Arrasó el centro de control
de máquinas, la sala de operaciones, el cuartel general de control de daños,
los pasillos, camarotes y otras secciones, al explotar hacia arriba y al
exterior. El barco quedó sin energía en el acto, flotando sin rumbo y emanando
mucho humo. En el ataque habían muerto 20 hombres y otros 25 habían
resultado con heridas de gravedad. Lo peor del ataque era que la Task Force
había sufrido la pérdida de un buque muy valioso, siendo el primer buque de la
Royal Navy perdido en combate desde la Segunda Guerra Mundial. Los
incendios pudieron ser controlados mucho tiempo después, pero para entonces el
buque había quedado completamente destruido y su reparación era imposible. Sin
embargo, el “Sheffield” aún quedó a flote y pronto el remolcador “Trishmen”
recibió la orden de llevar el buque hacia las islas Georgias o, si era posible,
analizar su traslado a la isla Ascensión. Cuando se era optimista en el
remolque del buque, el tiempo comenzó a empeorar y el HMS “Sheffield” se hundió
finalmente el 10 de mayo sobre la posición 53º 4’ Sur, 56º 57’
Oeste. Ahora todo estaba dicho, la Royal Navy no debía menospreciar las
capacidades de las fuerzas argentinas, el 1 de mayo habían demostrado que
podían atacar impunemente a sus buques, en tanto que el 4 de mayo habían
causado el mayor impacto en la flota, habían atacado a uno de los buques más
modernos de la Flota y lo habían puesto fuera de servicio. Todo ello fue un
aviso del sufrimiento que la flota británica empezaría a experimentar durante
su intento de expulsar a los argentinos del suelo de Malvinas. Mientras
esto ocurría en alta mar, los dos Super Etendard continuaban su viaje de
regreso al continente. El comandante del KC-130 pidió el resultado de la misión
y una vez transmitido, lo informó a Río Grande, donde era aguardado con mucha
ansiedad. El oficial de guardia llamó desde la torre a la sala de pilotos
y cuando atendió el teniente Barraza, pasó la novedad. La alegría se adueñó de
la situación. Hubo gritos, aplausos, vivas y gran algarabía, hasta tal punto,
que los mecánicos en los hangares corrieron a sumarse al festejo. Poco
tiempo después se recibió la información de que los Super Etendard se
acercaban, momento en que Bedacarratz informaba a Mayora que a partir de ese
momento, pasaban a frecuencia de torre. Cuando se encontraban a 10 millas de
distancia se puso en contacto con ella para indicar que se incorporaban a
circuito de aterrizaje y de ese modo la torre los fue guiando hasta aterrizar
sin inconvenientes. El recibimiento fue apoteótico. Integrantes de las
escuadrillas aeronavales y de la Fuerza Aérea, así como también personal civil
y militar de la base gritaban eufóricos agitando en alto sus brazos y lanzando
al aire sus gorras. Algunos corrían detrás de las aeronaves mientras estas
carreteaban hacia los hangares.
Un día como hoy 4 de mayo de 2004 el precio
del barril de petróleo alcanza los 36 dólares, el precio más alto en 13 años.
Basado en Información de El País. Los atentados del
pasado fin de semana en Arabia Saudí han hecho mella en el precio del petróleo,
que un día como hoy (lunes) 4 de mayo de 2004 se disparó y alcanzó los 36
dólares por barril, un precio desconocido desde la invasión de Kuwait por parte
de Irak a finales de 1990. El aumento del precio del brent en el
mercado de Londres, donde este lunes fue festivo, estuvo precedido por el
del West Texas estadounidense, que llegó a rozar los 39 dólares el
día anterior. La producción saudí, la mayor del mundo con una capacidad de 10
millones de barriles diarios y con las mayores reservas probadas, nunca se
había visto violentada por atentados terroristas. Sin embargo, el asesinato de
cinco directivos de ABB el sábado cambió esa situación.
Un día como hoy 4 de
mayo de 2008 en el Departamento de Santa Cruz, Bolivia, se
realiza un referéndum acerca de la autonomía de esta región, ganando el «sí»
con un 85,6%. Basado en información de El Mundo por Hinde Pomeraniec. En
clima de violencia, ganó el "sí" por la autonomía en Santa Cruz. Se
impuso por el 85% de los votos y una alta abstención de los seguidores de Evo.
Hubo choques con un muerto y 28 heridos. Al final de la noche de un día como
hoy 4 de mayo de 2008, Evo Morales dijo que la consulta es "ilegal e
inconstitucional", pero llamó al diálogo. A las seis en punto
de la tarde y con euforia indisimulable, los periodistas de la TV cruceña
pronunciaron el número de la victoria. El "Sí" a la autonomía ganó
por un 85% contra el 15% de un "No" debilitado, ya que desde La Paz
se llamó a la abstención como un modo de desconocer la consulta. La violencia y
sus víctimas (un muerto y al menos 28 heridos, algunos graves) también fueron
protagonistas de un día que podría marcar un antes y un después en el sistema
político de Bolivia. "Ahora somos autónomos", gritaba a la
salida de la Corte Electoral Departamental un hombre algo excedido de peso
vestido con sombrero y blusón color verde y blanco, como la bandera cruceña que
se agitaba en cada rincón. Bocinas, cantos, risas y una cruza de euforia e
incertidumbre por lo que vendrá se respiraba en esta ciudad que despertó
desierta y terminó su día con multitudes abigarradas y bajo el éxtasis del
triunfo. "Bolivia es mucho más que Altiplano: ojalá la prensa
internacional lo entienda", decía un analista por TV, después de criticar
lo que llamó "la solidaridad ignorante" de los políticos
latinoamericanos con el gobierno de Morales. En todo el país se dieron festejos
por los resultados en Santa Cruz y agitados militantes por la autonomía
celebraron el inicio de lo que aseguran será una ola de triunfos. Mientras
los autonomistas celebraban en la plaza 24 de Septiembre, en La Paz el
presidente Morales dio un discurso breve. Con el rostro muy serio, consideró
como "un fracaso" la consulta: "Este día llamado de fiesta, esta
consulta ha fracasado rotundamente. Es ilegal, es inconstitucional. No se puede
decir que aquí hay un ganador con más del 80%", dijo. Luego, sin embargo,
convocó a los prefectos de los 9 departamentos a trabajar "juntos por una
autonomía basada en la Constitución; una autonomía para todos y no para unos
grupos". El día del voto más esperado aquí había comenzado con una
ciudad fantasma, de calles vacías y un silencio inquietante, en un clima donde
se palpaba la tensión que se manifestaría en choques y agresiones que el
gobierno central exhibiría como muestra del supuesto fracaso de la jornada y
que los autonomistas buscarían minimizar. En la escuela de Cañada Pailita
multitudes tranquilas hacen fila para votar a las 9 de la mañana. Francis hace
la cola sentada en una silla. Repite el argumento de que la autonomía servirá
para "manejar nuestros recursos". Cree que podría ayudar a mejorar
los servicios de salud y espera que sirva también para frenar el alza de los
precios. "¿Piensa que la autonomía puede ser un parate a la
inflación?", se le pregunta en tono de sorpresa. Lo que sigue no es una
respuesta sino un titubeo: "Ahh, ¿no es así...?". Adentrándose en las
profundidades del Plan 3000, la ciudad satélite con 250 mil habitantes que
migraron desde otras zonas del país menos favorecidas y que suele conocerse
como el gran bastión de Evo aquí, se ven corridas y se oyen gritos. Una
muchedumbre asustada mira a uno y otro lado en la puerta de la escuela Claudina
Thevenet, donde los partidarios del gobierno del MAS quisieron impedir el voto.
La escena iba a repetirse a lo largo de la jornada: la explosión de un petardo
funcionaba como código de alerta: el inicio del enfrentamiento entre los
hinchas de Evo y los muchachitos radicales de la Unión Juvenil Cruceñista. Con
palos y piedras en la mano avanzaban los "masistas" que trataban de
impedir el voto y con palos en la mano defendían los cruceños, caracterizados
como nacionalistas de derecha, esta vez convertidos en ardientes defensores del
sufragio y la democracia. Unas cuadras más allá, cerca del mercado de plásticos
azules, está el Colegio Boliviano Alemán, donde los choques se reproducían y en
los que halló la muerte Benjamín Ticona, un hombre de 68 años que murió
ahogado por los gases que la poca policía enviada por el gobierno central
lanzó para dispersar a la multitud. Guerra de piedras, palos y
ladrillazos. Algunos muy jovencitos andan descalzos. Una preciosura de colita
de caballo desvencijada y remerita rosa agita un palo y castiga al aire.
"¿Por qué llevás eso? ¿A quién vas a pegarle?". Dice "no
sé" y se da media vuelta, para irse detrás de sus hermanos. "¡Vamos a
atacar!", grita un hombre oscuro de pulóver sin color mientras corre
acompañado de cientos de "masistas". Llevan los puños abultados de
piedras y parten ladrillos por el camino para aprovisionarse de municiones. Los
gases terminan con el caos a fuerza de lágrimas. Anoche, la lectura de los
resultados era esquizofrénica. Mientras el gobierno de Morales insistía en
hablar de fraude y resistencia social, un Santa Cruz exultante celebraba su
"Día D". Las frases, las imaginables: ganó la democracia, perdió el
autoritarismo. Las mismas que se oían la noche en que Morales conoció la
gloria, en diciembre de 2005.
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