Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 26 de mayo de 1919 en México, el gobierno de Porfirio Díaz emite el decreto para crear la Universidad Nacional de México. La Universidad Nacional de México es el nombre con que se fundó la actual Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el 22 de septiembre de 1919 por Justo Sierra Méndez, durante la presidencia de Porfirio Díaz, con base en su Ley Constitutiva promulgada un día como hoy 26 de mayo de 1910, dentro del marco de los festejos del centenario de la Independencia de México. Durante los movimientos universitarios para dotarle de autonomía a la Universidad Nacional de México, el presidente Emilio Portes Gil promulgó el 22 de julio de 1929 una nueva ley orgánica que le daba autonomía; ley por la cual la institución pasó a denominarse Universidad Nacional Autónoma. Después de dos leyes orgánicas más, la Universidad obtuvo el nombre que hoy ostenta en 1945.
Un día como hoy 26 de mayo de 1938 en Alemania se funda la empresa de fabricación de automóviles Volkswagen. El nombre Volkswagen se debe a que en los años 1930 surgió en Alemania el proyecto de construir un automóvil que fuese accesible para un gran número de personas. Cuando Adolf Hitler se alza con el poder en 1933, decide poner en marcha un plan de fomento de la industria del automóvil, con el objetivo de relanzar sus fábricas y hacerlas más competitivas frente a las inglesas y las francesas. De este modo se lanza un concurso a los empresarios para la concesión de la fabricación del denominado 'automóvil del pueblo' (Volks Wagen). Ferdinand Porsche fue el encargado de llevar a cabo el proyecto cuyo fin era construir un vehículo sencillo y barato que pudiese estar al alcance de la mayoría de los alemanes. Hitler pretendía construir la fábrica más grande de Europa para la fabricación del automóvil del pueblo. Para ello, el requisito era tener acceso a una vía fluvial navegable. También era necesaria una central eléctrica propia, que abasteciera tanto a la fábrica como a la nueva ciudad. Hitler escogió el pueblo de Fallersleben, a orillas del canal de Mittelland. El lugar formaba parte desde el siglo XVI del Condado de Schloss Wolfsburg, propiedad del conde von Schulenburg. Según las ideas de Hitler, la fábrica debía disponer de su propia ciudad anexada a la misma, para alojar a los trabajadores y sus familias. El nombre escogido por Hitler para el automóvil fue Kdf-Wagen (Krafy durch Freude: ‘fuerza a través de la alegría’) y la ciudad, Kdf-Stadt. Sin embargo, ni en la fábrica ni en toda Alemania nadie empleó otro nombre que no fuese el de Volkswagen para referirse al Escarabajo. El nombre Kdf-Wagen sólo fue utilizado en los catálogos y por los militares nazis. El "Escarabajo" o "Bettle", fue el primer Volkswagen. Ferdinand Porsche realizó los planos y diseños del automóvil, pero fue el propio Hitler quien lo pulió, modernizando los faros delanteros, traseros y añadiendo una varilla lateral que le daba un aire más deportivo. El partido nazi facilitó a Ferdinand Porsche la infraestructura necesaria para la construcción de la que sería posteriormente la fábrica encargada del proyecto. Para la realización de este proyecto, se fundó la nueva ciudad un día como hoy 26 de mayo de 1938. La ceremonia de tan importante acontecimiento para el régimen nazi, buscaba claramente impresionar al pueblo alemán, un pueblo que se mostraba confiado con su dirigente. Más de 70.000 personas llegadas de todos los rincones de Alemania acudieron a la ceremonia. Lógicamente, Ferdinand Porsche estuvo presente, junto a los generales nazis y al mismísimo Führer. En dicha ceremonia, Hitler subió a bordo de un Kdf-Wagen descapotable, conducido por Ferdinand Porsche. El New York Times posiblemente utilizó en un artículo publicado el 3 Julio 1938 por primera vez que el nombre de "Escarabajo" (Beetle en inglés), imaginando una visión en la cual "miles y miles de pequeños insectos brillantes que pronto poblarían las autopistas alemanas". A nivel oficial, sin embargo, el coche fue llamado "KdF-Wagen".
Un día como hoy 26 de mayo de 1947 en Nicaragua, el general Anastasio Somoza García da un golpe de Estado contra el presidente Leonardo Argüello Barreto, 25 días después de que este le entregara el poder, e impone al doctor Benjamín Lacayo Sacasa como gobernante de facto. Con información de Academia de Geografía e Historia de Nicaragua. En las elecciones de 1947 resultó electo Leonardo Argüello, que no finalizó su mandato por un golpe de estado propiciado por Anastasio Somoza García. La Asamblea nombró como sucesor a Benjamín Lacayo Sacasa, pero al no ser reconocido por los Estados Unidos ni por los gobiernos centroamericanos, dejó el poder. La Tribuna Monumental o Presidencial fue escenario de grandes desfiles escolares y paradas militares. Ahí tomó posesión de la Presidencia el Dr. Leonardo Argüello Barreto, mientras el pueblo le silbaba a Somoza García “Se va el caimán”, veintiséis días después fue derrocado. El calor era intenso aquella mañana del primero de mayo de 1947. En la tarima situada al lado norte de la explanada de la Loma de Tiscapa, los cuerpos sudaban vestidos con elegantes trajes de frac. El presidente saliente, general Anastasio Somoza García, leía su discurso entre balbuceos y más de una vez con los ojos empañados, tenía diez años continuos de ser presidente. Al finalizar, en medio del público se escucharon silbidos de la entonces popular canción Se va el caimán. Toda Nicaragua sabía que quien había ganado las elecciones presidenciales era el doctor Enoc Aguado, ex vicepresidente del general José María Moncada Tapia. Así que cuando fue anunciado el nuevo presidente, doctor Leonardo Argüello Barreto, muy pocos aplaudieron. UN EFÍMERO PRESIDENTE. El Dr. Leonardo Argüello Barreto era un médico originario de León. Comenzó a destacarse dentro del liberalismo desde 1912. Participó en la Guerra Constitucionalista de 1926. Fue diputado, Presidente del Congreso Nacional, ocupó los ministerios de Educación Pública, Gobernación y Relaciones Exteriores, fue escritor y diplomático, en las elecciones de 1936 fue candidato a Presidente, las perdió ante el general Somoza García, quien en forma sorpresiva lo propuso como candidato del liberalismo para las elecciones del 2 de febrero de 1947, ganadas ampliamente por el Dr. Enoc Aguado Farfán, pero las urnas fueron secuestradas y se dio por ganador al Dr. Argüello Barreto. “Viejito barba de chivo”, le decía el pueblo que asistió al acto, más por ver entregar a Somoza García que por celebrar la toma de posesión del presidente entrante. Quería el pueblo silbar en la cara del dictador, Se va el caimán. A esa hora el sol era más fuerte y mayor el calor, sin embargo, casi por terminar su discurso el nuevo presidente, el ambiente pareció congelarse cuando dijo: “Yo no seré, tenedlo por cierto, un simple presidente de turno, arrastrado por el manso llevar de la corriente, de la costumbre y la tradición”. Somoza García reaccionó fuertemente disgustado. GOLPE DE ESTADO. Desde ese día comenzaron las contradicciones entre el doctor Argüello Barreto y el general Somoza García. Por primera vez se denunciaban los atropellos de la Guardia Nacional. Salían publicadas las escrituras de las propiedades adquiridas por el dictador. Hasta el pueblo se desbordó en bromas, burlas y caricaturas sobre Somoza García. Se contaba que dos campesinos vieron pasar una gran cantidad de toros y vacas con la marca del fierro que usaba el dictador, uno exclamó: “¡Cuánto ganado tiene el general!”, a lo que el otro respondió: “¿Ganado?, querrás decir ¡robado!”. LA PRENSA publicó una caricatura de Toño López con el presidente vestido de fraile franciscano y Somoza García de lobo con un kepis en la cabeza, y el verso dariano “Dejarás en paz rebaños y gentes en este país”. El presidente declaró a los periodistas “nada anormal está pasando”. Un día como hoy 26 de mayo de 1947, Somoza García daba su segundo golpe de Estado. Antes, en 1936, había derrocado a su tío político, el doctor Juan Bautista Sacasa. El doctor Argüello Barreto se refugió en la Embajada de México, donde permaneció 6 meses, viajó a México sin renunciar al cargo de Presidente de la República. Falleció en ese país el 15 de diciembre de 1947 allá están sepultados sus restos.
Un día como hoy 26 de mayo de 1969 Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú firman el Acuerdo de Cartagena, con lo cual se crea la Comunidad Andina. La Comunidad Andina (CAN) es un organismo regional de cuatro países que tienen un objetivo común: alcanzar un desarrollo integral, más equilibrado y autónomo, mediante la integración andina, sudamericana y latinoamericana. El proceso andino de integración se inició con la suscripción del Acuerdo de Cartagena un día como hoy 26 de mayo de 1969. Está constituida por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú además de los órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración (SAI). Antes de 1996, era conocida como el Pacto Andino o Grupo Andino. Venezuela fue miembro pleno hasta el 2006. Chile originalmente fue miembro entre 1969-1976, pero se retiró durante el régimen militar de Augusto Pinochet debido a incompatibilidades entre la política económica de ese país y las políticas de integración de la CAN. Este país es Miembro Asociado desde el 20 de septiembre de 2006, pero ello no supone el reingreso a la CAN. Ubicados en América del Sur, los cuatro países andinos agrupan a casi 101 millones de habitantes en una superficie de 3.798.000 kilómetros cuadrados, cuyo Producto Interno Bruto nominal se estima ascendería en el 2011 a 600 291 millones de dólares.
Un día como hoy 26 de mayo de 1986 la Unión Europea adopta su bandera. La Comunidad Económica Europea (CEE) fue una organización internacional creada mediante la firma del Tratado de Roma el 25 de marzo de 1957, por algunos países europeos, con la finalidad de crear un mercado común. El tratado establecía un mercado y aranceles externos comunes, una política conjunta para la agricultura, políticas comunes para el movimiento de la mano de obra y los transportes, y fundaba instituciones comunes para el desarrollo económico. Estas instituciones, posteriormente, en el año 1965, se fusionaran con las instituciones de la CECA y las de la EURATOM, gracias a los Tratados de Roma. Adoptando su bandera un día como hoy 26 de mayo de 1986.
Un día como hoy 26 de mayo de 1999 en Colombia dimite el ministro de Defensa y 17 generales en protesta por las negociaciones de paz del Gobierno con la guerrilla. La dimisión del ministro de Defensa colombiano, Rodrigo Lloreda, por no estar de acuerdo con los últimos pasos dados por el presidente del Gobierno, Andrés Pastrana, en el proceso de negociación con la guerrilla, generó un día como hoy 26 de mayo de 1999 una crisis política y militar sin precedentes. Diecisiete de los 30 generales en activo -comandantes de brigada y división- y 14 coroneles solicitaron su paso a retiro. Políticos, ministros y juristas se precipitaron a mostrar su apoyo a Pastrana. El ministro de Defensa interino, el general Fernando Tapias, negó cualquier posibilidad de ruido de sables. "No somos enemigos de la paz. Somos unas Fuerzas Armadas de profunda vocación democrática", dijo el general Fernando Tapias, comandante del Ejército, antes de viajar a Cartagena, junto al alto mando, para reunirse con el presidente, quien asiste a la cumbre de la comunidad andina. De hecho, el propio Pastrana, al finalizar el encuentro, dijo a la prensa que los militares le habían manifestado su apoyo: "El Gobierno y las Fuerzas Militares están profundamente unidas e identificadas en el propósito nacional de la búsqueda de la paz". La crisis que el presidente daba por cerrada, pero los analistas no, es la peor que ha sufrido el actual Gobierno desde su toma de posesión en agosto de 1998. Los grandes diarios colombianos sacaron a la calle ediciones extras. "Crisis", titulaba anoche a seis columnas El Espectador. El general Tapias leyó al mediodía un breve comunicado para calmar los ánimos y evitar las especulaciones sobre un golpe de Estado: "El estamento militar no le ha fallado ni le fallará al país". Pero, al mismo tiempo, el alto mando del Ejército ordenaba el "acuartelamiento de primer grado" en todas las guarniciones del país, "la máxima alerta en que se puede colocar a las Fuerzas Armadas". Los desacuerdos de Lloreda con las decisiones del presidente forman una larga cadena. El último enfrentamiento del ministro con el alto comisionado para la paz, Víctor G. Ricardo, fue por la desmilitarización de 42.000 kilómetros cuadrados al sur del país que sirven de escenario a las negociaciones con la guerrilla. Ricardo anunció hace pocos días la intención del Gobierno de mantenerla de manera indefinida. Polémica decisión. El ministro se opuso: "Si hay una prórroga indefinida se corre el riesgo de que las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] se puedan fortalecer". Para Lloreda, el no tener fecha límite podía "dilatar o diluir el proceso". "No se pueden negociar los principios", dijo en su carta de dimisión. Lloreda insistió ayer en que, a pesar de los intentos por hablar con el presidente antes de redactar su renuncia, Pastrana "no tuvo tiempo" para atenderlo. La respuesta militar se desencadenó casi de inmediato y fue creciendo a medida que pasaban las horas. Al mismo tiempo aparecieron las declaraciones de apoyo al presidente y a su política de paz: el vicepresidente, los 14 ministros restantes, alcaldes, gobernadores, parlamentarios, el Consejo Superior de la Judicatura. "Podemos estar tranquilos, el proceso de paz va bien, ha avanzado más allá de lo que los colombianos creemos", dijo el presidente del Congreso, Fabio Valencia Cossio. Algunos parlamentarios opositores hablaron de una paz "herida de muerte" y pidieron al Gobierno un replanteamiento en sus políticas de reconciliación nacional. Las FARC también opinaron y lo hicieron con un mensaje electrónico en el que califican la postura de Lloreda de "rebeldía abierta y provocadora", y piden a Pastrana que amplíe el consenso alrededor de la paz. La desmilitarización o despeje fue el primer paso que se dio en esta negociación. Tres meses, desde el pasado 7 de noviembre, sin un sólo militar en la zona, que luego se amplió cuatro meses más. La decisión de no ponerle plazo se planteó para hacer viable la nueva etapa de diálogo pactada el 2 de mayo por el presidente Pastrana y Tirofijo, el principal comandante de la guerrilla. Al atardecer y después de varias horas de la reunión entre Pastrana y los mandos militares en Cartagena de Indias se especulaba con una fórmula para conjurar la crisis que consistiría en pedir la cabeza del actual comisionado para la paz. Pastrana, en una carta al ministro saliente, le señaló que la política de paz del Gobierno "se ha venido cumpliendo en el marco de la Constitución y de la ley y está inspirada en el marco de la Constitución". Ante los rumores de una posible intentona golpista, el presidente dijo: "Mantendré hasta el final de mi mandato la voluntad de continuar la política de paz con el apoyo de las Fuerzas Armadas". Lloreda contó siempre con el apoyo del alto mando militar, que ayer lo calificaba como el "mejor ministro". Hasta el último minuto, Lloreda defendió la voluntad de paz de los militares y aseguró que ésta los ha llevado incluso a situaciones "humillantes". El malestar militar se ha sentido en varios momentos de este nuevo intento para lograr la paz tras más de tres décadas de violencia: en noviembre del año pasado, cuando se retiraron los 3.000 soldados del batallón Cazadores, el más grande de la zona despejada; o dos meses después, cuando se conoció una lista de militares investigados por vínculos con los paramilitares que supuestamente Ricardo entregó a las FARC.
El 'despeje' en el país de las FARC
El párroco de San Vicente del Caguán, el padre Miguel Ángel Serna, se ha convertido en el más duro crítico de la forma en que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han manejado la zona del despeje. Por San Vicente -una población ganadera y coquera (donde se cultiva coca) de unos 15.000 habitantes y corazón de la zona desmilitarizada- andan como Pedro por su casa los guerrilleros. Ellos cobran peaje en las carreteras de salida, ellos resuelven los conflictos de acuerdo con sus leyes, pavimentan las calles con trabajo "voluntario" de la población y de los dueños de camiones, y establecen los horarios para entrar o salir de la población. El padre Serna acusa a la guerrilla de reclutar a menores de edad y detener a los que considera sospechosos de tener vínculos con los paramilitares. La nueva queja es que la guerrilla utiliza la extensa zona de distensión para mantener a los secuestrados que retiene en todo el país. Los ganaderos -unos de los más radicales adversarios de los guerrilleros- aseguran que en los otros cuatro municipios despejados los comandantes han prohibido vacunar el ganado. Pero hay muchos que aseguran que la zona de distensión no ha cambiado en gran medida las cosas: desde hace años las FARC controlan este territorio de las provincias del Caquetá y el Meta. Desde las grandes ciudades se ve el despeje como la entrega de una porción del país a la guerrilla, allá las cosas se ven de manera distinta. "Nosotros estamos acostumbrados a obedecer a distintas leyes", dijo a este periódico un campesino. El tertuliano de un café de la plaza central dice: "Es un sacrificio que estamos haciendo prestando nuestro territorio para que todo el país tenga por fin la paz; es un mal necesario, en algún sitio se tiene que hablar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario