sábado, 7 de septiembre de 2013

8 DESEOS DE OBAMA EN LA INTERVENCION MILITAR EN SIRIA

Tomado de ESglobal 

OCHO ERRORES QUE EE UU NO QUIERE COMETER EN SIRIA

Cómo no tropezar en las mismas piedras.

Por Carlos Hernández-Chavarría

No ampliar el conflicto. La Administración Obama quiere una operación “discreta y limitada”. Unos pocos días de bombardeo que reduzcan la capacidad del Ejército de Bashar al Assad de emplear armas químicas. Eso y nada más: no pretende alterar el equilibrio de fuerzas, ni forzar una negociación y sobre todo no quiere verse obligado a intervenir más de lo estrictamente necesario. El mismo día en que se anunció la operación, la Casa Blanca quiso descartar nuevamente un posible despliegue de tropas estadounidenses en suelo sirio que además, según una encuesta de Reuters/Ipsos, sólo apoyaría un 4% de los ciudadanos.
El referente en este sentido sería la operación Desert Fox contra Irak en el 1998, en la que la Administración Clinton quiso castigar a Sadam Husein por incumplir el desarme ordenado por Naciones Unidas. Fueron cuatro días de ataques contra instalaciones militares con el objetivo de degradar la capacidad de Irak para fabricar armas de destrucción masiva. La palabra clave es “degradar”, que no significa destruir ni aniquilar, sólo reducir. Ahora Estados Unidos también quiere dar un toque de atención a un dictador pero quedándose lejos de derrocarlo.
La cuestión, como siempre, es qué pasará después. En concreto qué postura tomará Estados Unidos si después de lanzar su ataque limitado y preciso Siria ignora el aviso y sigue gaseando a sus ciudadanos. Ahí es cuando a Obama no le quedaría más remedio que caer en esa escalada del conflicto que tanto parece temer. El escenario ideal para Washington no es ese, pero una vez que Estados Unidos entre a formar parte del juego es imposible prever hasta dónde puede llegar su implicación.

No provocar matanzas. Al igual que sucedió en la operación Desert Fox, los misiles Tomahwak lanzados desde el Mediterráneo encontrarán la mayor parte de sus objetivos vacíos. La estrategia consiste en destruir parte de la infraestructura que permite usar armas químicas pero causando el menor número posible de bajas. No interesa que surjan fotografías de daños colaterales en forma de civiles muertos.

Si se atiende a las filtraciones que van conociéndose, en el punto de mira estarían los acuartelamientos de las unidades que han usado armas químicas. Evidentemente ,el Ejército sirio también toma nota y ya ha empezado a mover parte del equipamiento, vaciando por ejemplo una base militar al norte de Damasco y trasladando los misiles Scud y lanzaderas que allí tenía a otras ubicaciones más seguras. Lo mismo ha sucedido con el cuartel general del Ejército en la capital.

No perder de vista el arsenal químico. En esas listas de posibles objetivos quedan fuera precisamente todas las bases de almacenamiento de armas químicas. Los estrategas del Pentágono temen que un ataque sobre estas instalaciones provoque una explosión de gases venenosos o peor, que grupos incontrolados se hagan con ellos. Aunque el Gobierno de Al Assad dice que nunca las usaría contra civiles, sí que reconoce tenerlas y los expertos están convencidos de que posee grandes reservas al menos de gas mostaza y gas sarín que estarían repartidas por todo el país.

Lo cierto es que Estados Unidos prefiere que ese material siga de momento en manos de Al Assad y que no se haga con él algún grupo de la resistencia. Entre ellos hay muchos con los que la Administración Obama no tiene contacto alguno o a los que no está en condiciones de presionar. Con este ataque la Casa Blanca quiere convencer al régimen sirio de que no las use, pero no poner en peligro su control sobre ellas.

No ir a por Al Assad. Tras perder más de un billón de euros y casi 4.500 militares en Irak, los estadounidenses conocen muy bien el precio de tratar de crear una democracia por la vía militar. La Casa Blanca ha descartado abiertamente que el objetivo del ataque sea un cambio de régimen, a pesar de que Washington vería con buenos ojos la marcha del Presidente sirio. Otra cosa es que la Administración Obama tenga claro qué relevo resultaría mejor para los intereses de Estados Unidos.

Esto supone una diferencia fundamental con la operación llevada a cabo en Libia en 2011, donde pese a las afirmaciones de la OTAN de que Gadafi no era un objetivo militar, su palacio de Trípoli fue repetidamente bombardeado. Los aliados creían entonces que la muerte del dictador precipitaría sin duda el final del conflicto, pero parece que en el caso sirio surgen más dudas sobre las consecuencias de la muerte del Presidente.
No fastidiarla con la inteligencia, no depender de la ONU y tampoco ignorarla. Otra lección aprendida de Irak. Estados Unidos debe estar absolutamente seguro de que Al Assad empleó armas químicas. Tras el patinazo de las armas de destrucción masiva de Sadam que nunca aparecieron, esta vez no puede permitirse que al final resulte que no se ha empleado este tipo de armas o que no ha sido el Gobierno sirio.
Tanto Obama como Joe Biden y John Kerry lo han afirmado estos días de forma categórica, pero la Administración trabaja sobre un documento final de inteligencia que sirva para convencer del todo a los congresistas y senadores que todavía ven puntos débiles en la justificación. El Gobierno británico, por su parte, ha querido evitar cualquier reminiscencia con lo que pasó en Irak y ya ha hecho público el informe de sus propios servicios secretos en el que culpa Al Assad del uso de armas químicas contra la población, aunque esto no ha servido para convencer a los miembros de la Cámara de los Comunes.
A pesar de las prisas iniciales, el Gobierno estadounidense parece decidido a dejar que los inspectores de la ONU terminen su trabajo sobre el terreno antes de lanzar un ataque. El grupo de expertos presentará su conclusión inicial de inmediato al secretario general, Ban Ki Moon, y el Consejo de Seguridad tendrá oportunidad de debatir la cuestión. Es importante reseñar que la misión de los inspectores es únicamente decir si hay o no rastros de armas químicas y no determinar si quien las utilizó fue el Gobierno o la oposición. Es un argumento al que con toda seguridad se agarrará tanto la propia Siria como sus valedores, China y Rusia, que de todas formas ya han anunciado que impondrán su veto al uso de la fuerza, independientemente de lo que digan los inspectores.

También Casa Blanca ha declarado que tomará “sus propias decisiones y a su propio ritmo”, pero desde el principio ha señalado la posibilidad de una acción fuera del paraguas de la ONU: Obama considera que tienen suficiente pruebas para el ataque, aunque no ha dado más detalle que “hemos concluido que el Gobierno llevó a cabo ataques con gas”. Parece que la pieza clave que sustenta este análisis estaría en una llamada interceptada por los servicios de inteligencia en la que un alto mandatario sirio exigiría explicaciones al comandante de una unidad por haber empleado este tipo de armamento.

Además del debate internacional, Obama necesita avanzar algo más en lograr un consenso interno. Aunque el Presidente estadounidense ya intervino en Libia sin la autorización del Congreso, entonces contaba al menos con el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que le daba cierta legitimidad. La Casa Blanca está en contacto con los legisladores clave en materia de defensa y relaciones exteriores, pero ahora mismo el Congreso está en receso veraniego y parece que Obama no se plantea convocarlo de urgencia para que refrende sus planes de guerra en Siria.

No distraerse de la política nacional. Con sólo tres años restantes en la Casa Blanca, Obama sabe bien que todo lo que pretenda lograr en su segundo mandato tiene que conseguirlo en los próximos seis meses, antes de que empiece la campaña para las elecciones de mitad de mandato a las que luego se unirá el largo proceso para elegir a su sucesor. En este sentido la crisis siria le coge en un muy mal momento: seis de cada diez estadounidenses se oponen a cualquier tipo de intervención en Siria, independientemente de que se hayan usado armas química. Abrir  un gran debate nacional al respecto puede suponer una distracción que haga imposible la reforma migratoria o las nuevas medidas sobre el control de armas. Esta es una de las grandes razones por las que Obama quiere una operación limitada, tanto en el tiempo como en sus efectos.

Además de suponer una distracción y de ser impopular, la intervención en Siria tiene pocos partidarios. Los demócratas liberales y los libertarios republicanos están unidos en su oposición a nuevas aventuras en Oriente Medio, mientras que los republicanos neoconservadores consideran absurda esta opción tan limitada. Incluso los demócratas moderados preferirían que Obama se centrara en su agenda doméstica y no se expusiera a otra guerra costosa que les cueste votos en noviembre de 2014. 

No parecer inmóvil ante los aliados. Tras dos años de matanzas y otros tantos de advertencias, a Obama no le ha quedado más remedio que intervenir. Conforme Al Assad iba traspasando una tras otra las líneas rojasmarcadas por la diplomacia estadounidense, la Casa Blanca iba quedándose sin argumentos para seguir inmóvil si quiere mantener su liderazgo moral entre los países occidentales.
A la presión de la prensa y la opinión pública en Europa se ha sumado la de algunos gobiernos. El presidente francés, François Hollande, ya dijo que estaba preparado para castigar a “quien ha gaseado a inocentes” y elpremier británico, David Cameron, pese al revolcón recibido en la Cámara de los Comunes, lleva ya días defendiendo que el mundo “no puede quedarse quieto” tras las acciones del régimen sirio. Está claro que todo este entusiasmo por una intervención es una llamada al único país que puede de verdad encabezarla, Estados Unidos. 

No parecer débil ante los rivales. Obama ha escogido la respuesta militar más limitada de todas, pero no podía seguir parado ante la insubordinación del régimen sirio. Al Assad ha actuado amparado por el bloqueo que China y Rusia han ejercido en la ONU ante cualquier iniciativa internacional, así que esta operación también debe ser entendida como un mensaje al presidente ruso, Valdímir Putin, y al líder chino, Xi Jinping, de que la primera potencia sigue dispuesta a actuar por su cuenta. Obama demuestra así que su multilateralismo tiene un límite y planta cara a Rusia en plena crisis por Snowden, después de cancelar una reunión de alto nivel en Moscú.

No menos importante es el mensaje que se envía a los países que tampoco han firmado el tratado de la Convención contra las Armas químicas, principalmente, Corea del Norte. Estados Unidos no interviene en Siria por las violaciones diarias de los derechos humanos, sino que ha marcado el límite en el uso de armas químicas. Cuando el propio Obama ha apelado a “los intereses de América” para justificar el ataque es una manera de decir a Pyongyang y a otros: “Hasta aquí es hasta donde podéis llegar sin enfrentaros a un ataque estadounidense”.

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LOS NIÑOS Y LA VIOLENCIA EN TELEVISIÓN




       Los niños ven televisión un promedio de tres a cuatro horas diarias. La televisión es una influencia poderosa en el desarrollo de un sistema de valores y en la formación del comportamiento. Desgraciadamente, una gran parte de la programación actual es violenta, o bien fomenta una serie de valores poco recomendables para el sano desarrollo espiritual.

Cientos de estudios sobre los efectos de la violencia en la televisión en los niños y adolescentes han encontrado que los niños pueden:

·    Volverse “inmunes” al horror de la violencia.
·    Aceptar gradualmente la violencia como un modo de resolver problemas.
·    Imitar la violencia que observan en la televisión.
·    Identificarse con ciertos caracteres, ya sean víctimas o agresores.
·    El impacto de la violencia en la televisión puede ser evidente de inmediato en el comportamiento del niño, o puede surgir años más tarde, de modo que la gente joven puede verse afectada aún cuando la atmósfera familiar no muestre tendencias violentas. No significa esto que la violencia en la televisión es la única fuente de agresividad o de comportamiento violento; pero es un contribuyente significativo. Los padres pueden proteger a sus hijos de la violencia excesiva en la televisión de la siguiente manera:
·    Supervisando los programas que los niños ven en la televisión y viendo algunos con ellos.
·    Estableciendo límites a la cantidad de tiempo que pueden estar viendo televisión.
·    Señalándoles que aunque el actor no se ha hecho daño, ni se ha muerto, tal violencia en la vida real resulta en dolor o en muerte.
·    No permitiendo que los niños vean programas que se sabe contienen violencia, y cambiando el canal o apagando el televisor cuando se presenta algo ofensivo, explicándole lo que hay de malo en el programa.
·    Dando su desaprobación  a los episodios violentos frente a sus hijos, enfatizando la creencia de que tal comportamiento no es la mejor manera de resolver un problema.
·    Contrarrestando la presión que ejercen sus amigos y compañeros de clases, comunicándose con otros padres y poniéndose de acuerdo para establecer reglas similares sobre la cantidad de tiempo y el tipo de programas que los niños pueden ver.
·    Los padres deben también tomar ciertas mediadas para prevenir los efectos  dañinos de la televisión en temas tales como los asuntos raciales y los estereotipos sexuales.
·    La cantidad de tiempo que los niños miran televisión, no importa el contenido, debe ser moderada, ya que les impide a llevar a cabo otras actividades de mayor beneficio, tales como leer o jugar con sus amigos. Si los padres tienen dificultades serias estableciendo límites, o mucha preocupación sobre cómo está reaccionando su hijo a la televisión, deben buscar orientación profesional para que les ayude a definir el problema.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

viernes, 6 de septiembre de 2013

Candidatura de Tony Saca en firme. Fracasan adversarios en intento de evitar candidatura

Tomado de La Página


Sala refuta demandas contra candidatura de Tony Saca

Los magistrados rechazaron dos demandas en contra de la aspiración presidencial del exmandatario.

Por Warner Flores

La Sala de lo Constitucional declaró como improcedente las dos demandas en contra de la candidatura de Antonio Saca para las próximas elecciones presidenciales por el movimiento Unidad.

La supuesta violación al articulo 152 orden 1ª de la Constitución de la República eran la base de estas demandas que consideraban como “intención notoria” la postulación de Saca a la presidencia de la república.

De acuerdo con el veredicto emitido por la Sala, el acto de pretensión no puede ser considerado como inconstitucional ya que lo señalado por las partes demandadas se basa en algo supuesto y no un hecho concreto.

El fallo dictado por la Sala hace énfasis en la demanda presentada el 31 de julio por Benjamín Coto, ciudadano que presentó en su demanda en la que alega que “violentaría el bien jurídico constitucional de la reelección  mediante diez años entre los primeros de junio correspondiente”.

La demanda fue presentada ante la Corte Suprema de Justicia, de esta forma el movimiento Unidad tendría el aval para inscribir a sus candidatos en las próximas elecciones una vez sean convocados por el Tribunal Supremo Electoral.

Las inscripciones para los próximos comicios están programadas para el 24 de septiembre, fecha en la cual el ex mandatario deberá haber presentado a su compañero de fórmula. La campaña electoral iniciará oficialmente el dos de octubre próximo. 

Un poco de historia sobre la aprobación por el congreso del techo de la deuda EEUU

Tomado de CNN Money
Dwight Eisenhower presidente de los Estados Unidos de América 1953-1961 

Gasto en EU, condicionado por la deuda

Los republicanos buscan recortes en el Obamacare a cambio de aumentar el techo de endeudamiento; esta forma de presión nació en 1953, cuando el riesgo de que EU cayera en ‘default’ era mucho menor.

Por Por Joseph J. Thorndike

Charlottesville— ¿Pueden justificarse las amenazas de bloquear el aumento del techo estatutario de la deuda como una herramienta para forzar a los políticos a tomar decisiones difíciles pero necesarias? ¿Puede justificarse ese quid pro quo?

Los republicanos parecen pensar que sí. Los líderes republicanos dicen que primero quieren recortes al gasto a cambio de elevar el límite de deuda fijado en 16.699 billones de dólares, un aumento que el gobierno de Obama afirma tiene que hacerse antes de mediados del próximo mes. Y algunos republicanos también están pidiendo a cambio la cabeza del llamado Obamacare, la reforma sanitaria.

La idea de utilizar el techo de la deuda como palanca para ejercer presión no es nueva. De hecho, provocó la primera crisis sobre el límite de la deuda en EU.

En el verano de 1953, el presidente Dwight Eisenhower, un republicano, pidió un modesto aumento en el techo de la deuda, de 275,000 mdd a 290,000 mdd. Los legisladores que favorecían un presupuesto austero rechazaron la petición y condujeron al país al borde del default (o lo hicieron entrar en razón fiscal, según el punto de vista que tengamos sobre el tema).

A poco de asumir el cargo, Eisenhower comenzó a insistir en la necesidad de la autorización para contraer préstamos adicionales. Los conservadores no estaban convencidos. The Wall Street Journal incluso sugirió que una crisis del techo de la deuda podría ser útil: "El gobierno no tendría la capacidad de llevar a cabo todos sus planes de gasto", predijeron los editores. "Por lo que algunas cosas se tendrían que recortar un poco más".

Pero Eisenhower no creía que los recortes de gastos bastarían para mantener la deuda federal a raya por mucho tiempo. "A pesar de nuestros intensos esfuerzos conjuntos para reducir los gastos, es inevitable que la deuda pública pase por un incremento adicional".
La Cámara de Representantes tragó saliva y aceptó la solicitud de Eisenhower. Sin embargo, el Senado se opuso.

Harry F. Byrd, el senador demócrata de Virginia, encabezó el combate al aumento. Declaró que elevar el límite sería "una invitación al derroche". Mantener el techo estatutario vigente, además, favorecería a la necesitada economía. "Es posible que la administración se vea obligada a operar con un presupuesto muy prudente y conservador a fin de evitar un aumento en el límite de la deuda", predijo.

Pero la petición de Eisenhower recibió un apoyo considerable fuera del Capitolio, y sobre todo en las páginas editoriales de los periódicos. "A nadie le gusta contemplar una mayor carga de deuda", observó el Washington Post en un típico editorial periodístico. "Pero la deuda es la consecuencia y no la causa del gasto público".

En última instancia, sin embargo, los senadores no modificaron su postura, y la medida sucumbió. El diario Los Angeles Times lo calificó de "impresionante" derrota para el presidente.

Tras la votación, Byrd tuvo la cautela de explicar su razonamiento. "Mi principal objetivo era enfatizar la crisis fiscal que ahora nos enfrenta con un déficit en la mayor parte de los últimos 15 años y más déficit por venir a menos que reduzcamos los gastos", dijo. El debate sobre el límite de deuda, en otras palabras, fue una manera de obligar a actuar a los políticos reacios. Fue una palanca, una herramienta para ejercer presión (leverage).

Y fue bastante eficaz. Casi de inmediato, Eisenhower instruyó a su gabinete a reducir el gasto. "Es absolutamente esencial que comiencen de forma inmediata a tomar todas las medidas posibles para reducir progresivamente los gastos de sus ministerios durante el año fiscal 1954," les dijo.

El secretario del Tesoro, George Humphrey, trató de hacer lo mejor que pudo en esa situación, sugiriendo que el Gobierno podría arreglárselas financieramente mal que bien. Y Humphrey efectivamente se las arregló para evitar el desastre, disminuyendo más el gasto y adoptando otras medidas, como vender algunos de los lingotes de oro del país para pagar 500 mdd en deuda pendiente.

Cuando llegó el invierno, Humphrey emprendió una nueva campaña para elevar el techo de deuda. Pero los conservadores en materia fiscal se sintieron reivindicados y justificados por el éxito del Tesoro al lidiar con el límite existente de la deuda.

"La lección es clara", se regocijó un editorialista. "La manera de conseguir que bajen los gastos del gobierno es reducir los impuestos y negarle a la administración la facultad para aumentar la deuda. En una fecha cercana el Congreso bien podría considerar reducir el límite de la deuda".

Con todo, Humphrey continuó su campaña, y tomó la precaución de consultar con antelación a los senadores escépticos. Y en julio -un año después de la petición de Eisenhower- persuadió a los legisladores de aprobar un aumento temporal del techo por 6,000 mdd. Eso puso fin al debate sobre el límite de la deuda en ese entonces.

En retrospectiva, la crisis de 1953 parece reforzar los argumentos de los republicanos modernos que pretenden utilizar el techo como moneda de cambio. La negativa de Byrd de facilitarle las cosas al presidente Eisenhower sí logró una reducción adicional de costos.

Pero hace 60 años, "arreglárselas" o "ingeniárselas" era una estrategia fiscal factible, pues los déficits presupuestarios eran lo suficientemente pequeños como para ser manejables. En consecuencia, pocos participantes en el debate de 1953 creían que el incumplimiento o default era una posibilidad real. Byrd desde luego no lo creía, él era un conservador fiscal de la vieja escuela y se habría horrorizado ante la perspectiva del default nacional. Cierto, Byrd apostó que el Tesoro podría mantenerse bajo el techo de la deuda sin rebasarlo, pero se trataba de una apuesta bastante segura.

La situación actual es muy distinta.

El historiador Joseph J. Thorndike es un editor colaborador de Tax Analysts y columnista de la revista Tax Notes, donde primero apareció una versión de este artículo. Su libro Their Fair Share: Taxing the Rich in the Age of FDR (Urban Institute Press) fue publicado a principios de este año.

El Salvador: Diputado de ARENA amenaza con volver agarrar los fusiles

Tomado de La Página

La amenaza del diputado ha sido tomada con indignación y sarcasmo por los salvadoreños según los comentarios vertidos al final de la noticia

Mario Valiente: Si Norman no obtiene el finiquito por una decisión política, va a haber guerra

Por Julio Villaran

“Volveremos a agarrar los fusiles” dijo el ex alcalde de San Salvador y diputado por ARENA, Mario Valiente, al referirse a las dificultades que la candidatura de Norman Quijano tendría de no obtener un finiquito definitivo por parte de la Corte de Cuentas ante el proceso por malversación de fondos abierto en el ente contralor.

Quijano, ex alcalde de San Salvador y aspirante presidencial por ARENA tiene un expediente abierto en la Corte de Cuentas por malversación de fondos por un total de $583,208.08, los cuales fueron sustraídos de los fondos FODES y utilizados para gastos administrativos, lo cual le está vedado por la misma ley FODES.
 
El hallazgo de la malversación se dio en los años 2010 y 2011.
 
Para aspirar a la candidatura presidencial de la República, el Código Electoral en el artículo 206, establece que uno de los requisitos es el de presentar “solvencia de los impuestos de renta y patrimonio, en su caso, y finiquito de la Corte de Cuentas de la República, el cual deberá ser extendido a más tardar dentro de los quince días siguientes de haberse presentado la solicitud”.
 
La candidatura presidencial de Quijano estaría en grave riesgo de ser inhabilitada si el proceso que tiene abierto resulta en una sentencia condenatoria, tras haber transcurrido más de un año sin que el candidato ni el Concejo municipal hayan podido desvanecer los cuestionamientos.
 
Una sentencia de esta índole, aparte de obligarlo a pagar más de medio millón de dólares, inhabilitaría a Quijano para ejercer cargos públicos.
 
Sobre el tema, el diputado Valiente no está a gusto con el término de “malversación” porque dice que se puede prestar a otras interpretaciones. Más bien -asegura- lo que ha habido es que “al parecer, él (Quijano) habría utilizado fondos del FODES que no estaban autorizados, para otros gastos”.
 
“Aquí todo es color rojo” dijo Valiente en alusión a que el reparo hallado en la auditoría tiene fundamentos políticos.
 
“Es muy evidente que al que va punteando, al favorito en las encuestas lo piensen sacar de la competencia… Si es por razones turbias, vamos a tener otra guerra y yo seré el primero en agarrar el fusil” reiteró, al mostrar su descontento por el problema que está atravesando ARENA con la candidatura de Quijano.
 
Por otro lado, se quejó que él mismo, luego de dejar de ser alcalde de la capital, la Corte tardara diez años para extenderle el finiquito, mientras que al expresidente Saca se lo otorgaran en 15 días “después de haber manejado miles de millones de dólares”, por lo cual, asegura, esta vez la traba tiene orígenes políticos.
 
Al ser consultado sobre el riesgo que enfrenta la candidatura de Quijano, el presidente del Coena, Jorge Velado, prefirió no opinar al respecto.
 
Velado se limitó a decir “no tengo ningún comentario… ahorita no voy a opinar… no tengo nada que decir”.
 
Por su parte, la diputada del FMLN, Jackelyn Rivera opinó que “la Corte de Cuentas tiene un gran reto de otorgar un finiquito real a los candidatos, no como el que en algunos momentos otros recibieron”.
 
Para la legisladora y miembro del equipo de campaña del FMLN el candidato de ARENA tiene cuentas pendientes por loque habría que definir si está apto o no para gobernar el país, sostuvo.
 
"Hay que determinar si ha tenido una gestión no muy transparente en la alcaldía y quien tiene que determinar esto es la Corte de Cuentas", dijo.
 
Rivera acusó que “de todos es conocido que él (Norman Quijano) ha tomado fondos de un lado para otro”.
 
En cuanto a cómo avanzan los mismos trámites de la fórmula presidencial del FMLN, expresó que “estamos tramitando la documentación y puedo decir con toda certidumbre que nuestros candidatos son personas que tienen la honorabilidad requerida y no tengo dudas que la Corte de Cuentas les va a otorgar el respectivo finiquito”, puntualizó.
 
“Arena se puede quedar sin candidato”
 
Por su parte, el diputado Guillermo Gallegos, reiteró a Diario La Página lo dicho en un programa de televisión. "Esta será una decisión de la Corte de Cuentas (la de otorgar o no el finiquito al candidato arenero)... el hecho que Norman Quijano, siendo alcalde, no haya podido subsanar después de dos años un reparo de casi 600 mil dólares lo tiene en una situación bastante complicada”, insiste.
 
“Norman para participar en las elecciones de 2014 tiene que presentar un finiquito extendido por la Corte y tiene que ser uno definitivo. El finiquito temporal no le permite participar en las elecciones”, dijo el diputado, quien también ha ejercido como fiscal en el pasado.
 
El pliego de reparos emitido por la Cámara Cuarta de Primera Instancia, de la CCR, señala que Quijano desvió fondos destinados para estructura pública, hacia gastos administrativos, lo cual le está prohibido por la ley de Creación del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios.
 
“Al parecer el juicio está llegando a su etapa final y él (Quijano) aún no ha podido superar los reparos… está complicada su situación”, sostiene Gallegos.
 
“Lo que podemos opinar es que con este caso se viene a demostrar lo que hemos denunciado en otras oportunidades: que en la alcaldía de San Salvador hay mal manejo de fondos que se están utilizando en forma indebida y que existió anteriormente algún tipo de ayuda a Norman para limpiarle algunos expedientes de parte de otras administraciones de la Corte”, dejó entrever.
 
“Si no lo aclara no tendrá el finiquito y su candidatura está en juego. Si finaliza el proceso de inscripción de candidatos presidenciales y él no logra resolver su problema, ARENA se podría quedar sin candidato para las próximas elecciones”, puntualizó.