sábado, 5 de octubre de 2013

Temor al default enfrenta a Wall Street con el Tea Party

Tomado de Financial Red
¿Default de los Estados Unidos?


Obama ha puesto a Wall Street contra el Tea Party, con la esperanza de que la presión propicie la llegada a un acuerdo. De otra manera, al Tesoro de los Estados unidos solo le quedan dos semanas de liquidez antes de la bancarrota.

Por Aitor Aguirre

No ha tenido éxito la primera ronda de contacto entre Obama y los líderes demócratas y republicanos para llegar a un acuerdo sobre los presupuestos, que ha obligado a echar el cierre de parte de la administración pública. Se cree que en torno al 17 de octubre el Tesoro se quedará sin dinero para poder pagar a los acreedores si no llegan antes a un acuerdo para elevar el techo de deuda.
En el otro lado del charco, Mario Draghi, presidente del BCE, comentaba que un supuesto default de los Estados Unidos sería un problemón a nivel mundial, con lo que nos encontramos ante un riesgo para todos, no solo para los Estados Unidos. la débil recuperación europea se enfrenta así al enésimo problema.
El presidente Barack Obama sorprendía con sus declaraciones, donde admitía estar exasperado por la situación y aseguraba que esto iba a tener un profundo impacto en la economía estadounidense. Obama expresó sus ideas en una reunión que mantuvo con directivos de colosos financieros como JP Morgan Chase o Goldman Sachs.
Paradójicamente, Obama está actuando en contra de su país para generar movimiento en el ala más derechista de los republicanos. Es curioso que la prima de riesgo estadounidense no se dispare ante tales declaraciones, pero dada la fortaleza y la envergadura de la economía del país, los dirigentes pueden permitirse este tipo de comentarios sin que todo se vaya al traste. Además, los mercados han interpretado la trifulca como una estratagema para forzar la negociación. Obama ha optado por tomar la posición más firme y no ceder ante el “tea-party” siguiendo adelante con el estandarte de su segundo mandato, el programa de asistencia sanitaria conocido como “ObamaCare”. 

Una clase media fuerte es esencial para mantener prosperidad en EEUU ( y en cualquier otra parte del mundo)

Tomado de esglobal  

HA MATADO LA DESIGUALDAD AL ‘SUEÑO AMERICANO’?

EE UU no puede mantener engrasada su economía sin una clase media fuerte.
Por Mario Saavedra

Bill O’Reilly, el presentador y comentarista mejor pagado de la cadena de televisión conservadora Fox News, casi saltaba del asiento de la indignación. Hablaba sobre los presuntos pobres estadounidenses, insistiendo en que en realidad la mayoría tiene televisión, cable, nevera o teléfono móvil. Aproximadamente, en esa misma época al candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, le pillaron con una cámara oculta hablando ante un grupo de empresarios sobre el 47% de la población estadounidense más pobre, que no paga cierto tipo de impuestos, a la que describía como “takers”, gente que vive de subsidios y se aprovecha del sistema.
¿Son realmente pobres los estadounidenses sin recursos? La pregunta no es sólo retórica, sino que se sitúa en el centro del debate sobre la desigualdad creciente en Estados Unidos. “Podríamos admitir que los pobres estadounidenses son cada vez más felices; pero también es cierto que cada vez hay más”, explica Tyler Cowen, reputado economista y autor del libro Average is Over (Penguin, 2013) sobre la desaparición de la clase media estadounidense, la desigualdad y la falta de porosidad entre clases sociales.
Podría pensarse que una sociedad puede ser muy desigual, pero con una economía boyante al mismo tiempo. La Historia muestra que tiende a ser más bien al contrario. La desigualdad ha crecido rápidamente justo antes de las explosiones de las crisis económicas más fuertes en este país. En 1928, el 1% más rico obtenía el 24% de los ingresos totales en EE UU, frente al 15% de principios de la misma década. La cifra cayó por debajo del 15% durante el boom americano, en las décadas de los 50 y 60. Tras tocar su mínimo en los 70, volvió a crecer hasta por encima del 22% en los años previos a la caída de Lehman Brothers, todo según datos oficiales recopilados por Inequality.org.
Hoy el 1% de los más ricos posee casi el 20% del total de ingresos de los hogares del país, si se tienen en cuenta las declaraciones de la renta, según un estudio de Emmanuel Saez de la Universidad de California. Nunca ha habido tanta diferencia entre los más ricos y los más pobres. Y es más: el 95% de las ganancias del capital de los últimos años, en las postrimerías de la crisis, ha ido a parar a ese 1% más adinerado.
Mientras, las personas que viven en condiciones de extrema pobreza en Estados Unidos se cuentan por millones: 1,6 millones de hogares subsisten con menos de 2 dólares al día, lo que incluye más de 3,5 millones de niños, según un estudio de Kathryn Edin y Luke Shaefer (Universidades de Harvard y Michigan) citado por el diario Washington Post. Estos pobres viven gracias a la red de protección social creada por el Gobierno: cupones de comida (que reciben unos 40 millones de estadounidenses), subsidios para vivienda, bonos fiscales conocidos como Earned Income Tax Credit o el Child Tax Credit, etcétera. Si se incluyen estos ingresos en las cuentas familiares, el número de hogares que viven en la extrema pobreza se reduce a unos 600.000. Menor, pero aún difícil de digerir si se tiene en cuenta que Estados Unidos es el país con mayor producción de riqueza anual de todo el mundo.
Un caso emblemático es el de la ciudad de Nueva York. En la pequeña isla de Manhattan viven personajes multimillonarios (banqueros, consejeros delegados de empresas, actores famosos) en el Upper East Side, un barrio a unas decenas de bloques de distancia del Bronx sur, epítome de la miseria en la capital financiera del mundo. En 2011, un 46% de los neoyorquinos eran pobres o casi pobres. En esa categoría entran los ciudadanos que ganan menos del 150% del Límite Federal de la Pobreza (FPL en sus siglas en inglés), fijado en 23.000 dólares (17.000 euros) anuales para una familia de cuatro miembros. “Es cierto que los desfavorecidos tienen cosas que antes no tenían, pero no pueden permitirse cosas tan básicas como la educación, la vivienda o la sanidad. Por eso los pobres de California o Nueva York se están marchando a lugares como Texas, donde el coste de la vida es más barato”, explica Cowen.
Pero la desigualdad no aumenta tan sólo en Estados Unidos. Es un efecto global, en particular en China y en Europa, según Cowen. Una de las preguntas clave en estos momentos es si este aumento puede tener algo que ver con la crisis y si será pasajero. “La recesión actual no es la causa, sino la mensajera de un sistema insostenible”, asegura el autor. Y no se trata de izquierdas o de derechas, de modelo económico socialdemócrata o capitalista. El fondo del asunto estaría en el hecho de que vivimos en una época de reconversión por la automatización, la tecnologización y la especialización en los trabajos. Justo en medio de ese cambio irrumpió la crisis, lo que ha hecho que el ajuste, que en épocas de bonanza sería relativamente corto, vaya a durar varias décadas.
"La gente sin trabajo va a tardar tiempo en recolocarse porque la economía va lenta. En los 70, una crisis como esta habría durado menos, porque la economía iba más rápido y los trabajos eran menos especializados. Ahora la economía va mal y adquirir cualificación para un nuevo puesto es más complicado porque está más profesionalizado”, opina Cowen.
De la mano de la precariedad laboral llega la caída de la clase media. El “sueño americano” es una mezcla de modo de vida (casa en propiedad, coche, familia) y virtud social por la cual cualquiera que trabaje duro y tenga valía personal puede llegar a conseguir lo que se proponga. Es lo que se conoce como elasticidad o movilidad socioeconómica, medida como las posibilidades que tiene una persona nacida en un percentil determinado de la escala socioeconómica para terminar subiendo al menos un peldaño. Los países en los que hay menos pobreza coinciden con los que tienen mayor porosidad. De nueve de los más ricos de Occidente, Estados Unidos quedaba el último de la lista, por detrás de Dinamarca, Noruega, Finlandia, Canadá, Suecia, Alemania, Francia y Reino Unido, según Economic Mobility Project en 2006.
Si dividimos la sociedad estadounidense en cinco partes en función de los ingresos de la población, en los últimos 30 años el 20% que más gana ha doblado sus ingresos, mientras que estos sólo han aumentado un 35% para el segundo quintil, un 25% para el tercero y el cuarto y un 16% para el último. El promedio de lo que gana un consejero delegado de una empresa de las que cotizan en el SP500 es de 354 veces lo que gana de media uno de sus empleados, una cifra que ha subido desde las 281 veces de 2002 y las 42 en 1982, según datos recopilados por AFL-CIO. “No hay que preocuparse de la desigualdad, sino de crear una economía que genere empleos”, comentaba recientemente un empresario que prefería no ser identificado. “Los mejores deben ser recompensados mejor; intentar crear una sociedad igualitaria sabemos que está destinado al fracaso”.
Una de las teorías para explicar la falta de crecimiento actual, defendida entre otros por el Nobel de Economía Joseph Stiglitz, es que una clase media menguante no puede mantener engrasada la maquinaria económica estadounidense. Al verse constreñida, la gran masa de consumidores deja de comprar y la economía se seca. Un millonario puede comprar tres o cuatro casas y 10.000 millonarios pueden comprar 30.000 o 40.000 casas. Pero para que la economía de Estados Unidos se encuentre saneada, se han de vender del orden de un millón de casas nuevas anuales. Es necesaria una clase media amplia y, por tanto, reducir la desigualdad para que se reactive el consumo, que supone 2/3 de la economía del gigante americano. “Con la desigualdad en sus máximos desde la Gran Depresión”, escribía Stiglitz “una recuperación robusta es dificil a corto plazo y el “sueño americano” – una buena vida a cambio de trabajo duro- muere lentamente”. 

Cierre de gobierno EEUU llegó a su quinto día

Tomado de The Huffington Post
Una manifestación contra el cierre de dependencias federales frente al Capitolio en Washington, este viernes 4 de octubre
Cierre de gobierno: estos son los daños
Por Gabriel Lerner

En el cuarto día de un gobierno federal sin presupuesto con excepción de lo que se considera de emergencia, más ejemplos del daño que la parálisis política en el Congreso está causando al país emergen.

Aquí, en el sur de California, el clima se volvió amenazante. Los vientos Santa Ana soplan desde el desierto con ráfagas de 30, 40 y hasta 60 millas por hora, incrementando geométricamente el peligro de los incendios forestales y urbanos. Algunos de ellos ya se declararon. El jefe de la Guardia Nacional (que es de hecho una fuerza militar estatal) de California, un teniente general, lamentó el "shutdown" diciendo que por ahora le impide renovar equipos y tropas, que tuvo que dejar ir a tres mil uniformados de tiempo parcial y que se cancelaron las capacitaciones para precisamente el combate contra el fuego.
En el Congreso federal, una mujer fue víctima de un terrible incidente al término del cual las fuerzas de seguridad - la policía del Capitolio - le dispararon a matar porque temían que estrellase el vehículo contra un edificio federal. Podía haber sido un atentado terrorista. Bien, esas decenas de policías y los agentes del Servicio Secreto están todos trabajando sin goce de sueldo. Muchos congresistas republicanos están demandando a gritos que una vez solucionada la crisis (¿cómo?) no se les pague, porque supuestamente ganan demasiado.
En el Este del país se desarrollaba más la amenaza de huracanes, con uno acercándose a la costa y otro formándose a poca distancia. FEMA (Federal Emergency Management Agency), la agencia federal que se ocupa de ofrecer ayuda a los damnificados de desastres naturales, tiene el 45 por ciento de sus efectivos en "furlough" - suspensión sin goce de sueldo. Son muchos miles de agentes. Apresuradamente y sin idea si habrá pago de por medio, está llamando de vuelta de sus casas a algunos de ellos.
Este viernes 4 de octubre debían haberse publicado los nuevos datos sobre el desempleo, uno de los números importantes con que se baraja la economía: ¿mejora o no? ¿cuál es la tendencia? ¿en qué sectores económicos hay mayor cesantía y requerimiento de recursos?
No se sabe, porque ante el cierre de gobierno, la Oficina de Estadísticas Laborales envió a sus casas a 2,997 de sus 3,000 empleados. Sí, tres quedaron para... ¿para qué? No habrá números.
De la misma manera, el Instituto Nacional de la Salud suspendió todos sus ensayos médicos. Un jóven que sufre de cáncer y estaba esperanzado de salvar su vida con un nuevo tratamiento en cuyo examen tomaba parte fue a la prensa a quejarse. Por ahora, nada.
Como ya se sabe, se cerraron al público todos los parques y museos nacionales - 400 en total- aunque se permitió el ingreso a veteranos de guerra a un par de ceremonias en la capital que ya estaban organizadas. Sitios como la Estatua de la Libertad, la Isla Ellis en Nueva York, la Sala de la Independencia en Filadelfia, la Isla Alcatraz en San Francisco están cerrados.

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SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CONDUCTAS AGRESIVAS




Un adolescente japonés de catorce años mató cruelmente a dos de sus compañeros de colegio, decapitando a uno de ellos y colgando la cabeza a la entrada de la escuela donde estudiaban. Sus padres parecían perplejos al enterarse de la noticia; jamás se hubieran imaginado que su hijo sería protagonista de semejante suceso. Posteriormente admitieron que ya con anterioridad observaban en él conductas anómalas, tales como robar termómetros para extraer el mercurio que le serviría para envenenar gatos.

       Este ejemplo, sin embargo, no marca una referencia límite en el alcance de la agresividad de los niños y adolescentes. Otros sucesos mucho más atroces han ocurrido y están por ocurrir, cada vez con mayor frecuencia. No obstante, es un ejemplo que puede resultar bastante elocuente para buscar explicaciones.

       Es interesante resaltar como denominador común la incredulidad de los padres, quienes suelen juzgar a sus hijos con enorme subjetividad, y no quieren ver con preocupación conductas previas que ya pueden inducir a pensar en la existencia de un problema. Aún cuando los padres reconocen la conducta de su hijo como inadecuada, tienden a pensar que “ya se le pasará”, o “ya cambiará”, o, simplemente, la aceptan como inevitable, pero inconscientes de que pueda degenerar en manifestaciones agresivas severas.

       De este modo, queda anulado el papel fundamental de los padres como detectores de posibles anomalías, y como responsables de las acciones adecuadas para subsanarlas, y de procurar el ambiente idóneo para evitarlas. En consecuencia, en la mayoría de los casos, el riesgo de desarrollar conductas agresivas y antisociales, y su evolución va a depender de factores que no son del control de los padres, y, por tanto, el pronóstico es bastante desfavorable.

       ¿De qué factores depende la aparición del trastorno de conducta, cómo se detecta, y cómo es su evolución?  Antes se pensaba que el trastorno de conducta era la respuesta del individuo a determinadas condiciones desfavorables en la dinámica socio-familiar; o bien que se trataba de la expresión de algún desorden interno de ciertos individuos. Hoy día se cree en la validez de ambas hipótesis en forma combinada, es decir, que es la respuesta a condiciones socio-familiares desfavorables de ciertos individuos que tienen una predisposición mayor que otros a proyectarse en forma agresiva. Las condiciones socio-familiares que se constituyen en factores de riesgo son, entre otras:

* Estar inmerso en una cultura violenta (la nuestra lo es).
* Haber sido víctima de abuso físico, psíquico o sexual.
* Factores genéticos.
* Exposición a la violencia en el hogar.
* Exposición a la violencia en los medios de comunicación.
* Uso de drogas y/o alcohol.
* Presencia de armas de fuego en la casa.
* Estrés socioeconómico en la familia.
* Separación matrimonial.
* Desestructuración familiar.
* Inadecuada respuesta de los padres a los comportamientos negativos, a los que no se ponen límites firmes.
* Inexistencia o inconsistencia y volubilidad de criterios de educación .

       En este apartado de factores de riesgo es de hacer un llamado a las autoridades competentes respecto a que en la actual crisis de valores, la proliferación de la violencia en los medios de comunicación, casi siempre gratuita e injustificada, provoca insensibilidad hacia la misma y la alienta como valor; y de ello no sólo son víctimas los niños , a quienes se les puede regular el uso de la televisión; sino también los adultos, que son los encargados de educar a los niños, lo que explica la cada vez mayor pasividad de los padres ante la creciente agresividad de los hijos, inconscientes unos y otros del riesgo.

       Detectar el trastorno de conducta puede inducir a confusión en un principio, porque algunos de los síntomas pueden formar parte de la etapa evolutiva de la persona, pero se diferencian porque los niños con trastorno de conducta los padecen con más frecuencia y violencia, y, además, no mejoran con la edad, al contrario; ni conllevan una sensación de remordimiento o arrepentimiento; al contrario, se viven más como “hazañas, triunfos”.

       Algunos de estos síntomas son: Ira intensa, ataques de furia o pataletas, extrema irritabilidad, impulsividad extrema, o frustrarse con facilidad; placer por destruir. Estos síntomas suceden en forma individual; no debe confundirse con un comportamiento antisocial a nivel de grupo, como el de las maras.

       De no tratarse el problema adecuadamente, el pronóstico no es bueno. Hay bastantes posibilidades a futuro de terminar siendo una persona nociva para la sociedad en la vida de adulto. Los varones proyectarán su agresividad de una forma más violenta y evidente, mientras que las hembras lo harán de forma menos espectacular, como la promiscuidad, por ejemplo. En los casos más severos no llega a haber diferencia entre uno y otro sexo.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

viernes, 4 de octubre de 2013

CAOS TOTAL EN UN WASHINGTON SEMIPARALIZADO: ENFRENTAMIENTOS VERBALES AL INTERIOR DEL CONGRESO Y TIROS EN LA CALLE

Agencias Noticiosas
PRESUPUESTO EN EL AIRE TRAS TERCER DÍA DE CIERRE
WASHINGTON (AP) -- Tres días después del inicio del cierre parcial del gobierno, el presidente Barack Obama culpó al presidente de la Cámara, John Boehner, por mantener cerradas los organismos federales, mientras la enconada disputa presupuestaria se acercó a una confrontación aún más crítica sobre la deuda del país.

Obama canceló el jueves una gira por Asia a fin de quedarse en la capital mientras el Tesoro advertía del grave riesgo económico que acecha al país si el Congreso no eleva el límite de la deuda.

En respuesta a Obama, Boehner se quejó de que el presidente sigue adelante con la implementación de la nueva ley de salud. Y mientras el gobierno sólo opera a medias, el mercado de valores se desplomó a su nivel más bajo en caso un mes.

No cabe duda que el cierre tiene consecuencias. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte no envió investigadores a Tennessee para atender el mortal accidente de un autobús donde viajaba un grupo de fieles religiosos, con un saldo de 8 muertos y 14 heridos. 

El Departamento del Trabajo informó que no publicará el viernes el reporte de empleo de septiembre debido al cierre de labores.

El jueves por la noche, la Casa Blanca anunció que el presidente no realizará un breve viaje planeado a Indonesia y Brunei la próxima semana debido al cierre. El portavoz de la Casa Blanca Jay Carney dijo que el secretario de Estado John Kerry viajaría en representación de Obama.

Previamente, afuera del Capitolio, se escucharon disparos a media tarde, lo que paralizó un Congreso que de antemano estaba tenso, en una ciudad que se recupera de una balacera del 16 de septiembre registrada en el Astillero Naval.

Autoridades y testigos dijeron que una mujer trató de arremeter con su auto una barricada de la Casa Blanca, luego fue perseguida por la policía y terminó muerta a tiros por la policía frente a la sede del Congreso a más de una milla de distancia.


A pesar de la caldeada retórica política, han surgido algunas señales de una posible solución al cierre. Pero la situación se mantiene fluida.

Dos representantes republicanos dijeron que Boehner les expresó que podría permitir una votación sobre la reanudación de todas las operaciones federales, pero sólo si los legisladores republicanos le aseguraban que no atacaban por no afectar la ley de servicios médicos. Hasta el momento, los republicanos no se han mostrado dispuestos a ese compromiso. Los dos legisladores hablaron a condición de no ser identificados porque las conversaciones fueron privadas.

El cierre y la proximidad del tema del límite de la deuda estaban fusionándose en una sola confrontación, lo que hace aumentar el peligro para el presidente, el Congreso y la economía misma.

Obama y el Departamento del Tesoro dijeron que no aumentar el límite del endeudamiento, que se espera que toque su techo de 16,7 billones de dólares a mediados de octubre, pudiera precipitar una desaceleración económica peor que la Gran Recesión. Una mora en los pagos de la deuda pudiera congelar los mercados de crédito del país, provocar una fuerte baja en el valor del dólar y un aumento considerable de las tasas de interés en Estados Unidos, según el Departamento del Tesoro.

Por su parte, Obama reiteró firmemente su oposición a una negociación.

"No se puede exigir eso a cambio de mantener el gobierno funcionando", dijo.

El enfrentamiento en Washington por el cierre gubernamental se tornó más personal el jueves.

En un discurso en una empresa de construcción en un suburbio de Washington, Obama presentó a Boehner como cautivo de una pequeña banda de republicanos derechistas que reclaman concesiones a cambio de aprobar una ley de gastos a corto plazo para permitir que el gobierno reanude plenamente sus operaciones.

"Lo único que impide el regreso de la gente al trabajo, la reanudación de la investigación básica o la concesión de préstamos a agricultores y pequeños empresarios, lo único que impide que todo eso suceda ya, hoy, en los próximos cinco minutos, es que el presidente (de la cámara baja) John Boehner se niega a someter el proyecto a una votación por sí o por no porque no quiere enfurecer a los extremistas en su partido", afirmó Obama.


Los redactores de la AP en Charles Babington, Alan Fram, Nedra Pickler, Connie Cass, Andrew Taylor y Julie Pace contribuyeron a este despacho.