Tomado de The Wall Street
Journal
Se intensifica el drama con la deuda de Argentina
Por Nicole Hong y Ken
Parks
La turbulencia financiera de
Argentina se intensificó el miércoles, cuando uno de los fondos de cobertura
que busca el pago de sus tenencias de bonos en cesación de pagos expresó pocas
esperanzas de una solución y el peso cayó a un nivel récord luego un recorte de
tasas sorpresivo.
Aurelius Capital Management LP dijo el miércoles que no
hay "posibilidades realistas" de que el enfrentamiento con el
gobierno argentino se resuelva mediante un acuerdo liderado por representantes
de la banca privada.
Bancos en Argentina y Estados Unidos han tratado de llegar
a un acuerdo para ayudar al país sudamericano a pagar la deuda que le debe a un
grupo de fondos de cobertura y reanude el pago de intereses a otros bonistas.
Muchos inversionistas y analistas ven un pacto de ese tipo
como la mejor esperanza para sacar a Argentina de la cesación de pagos en la
que cayó el 31 de julio, con un efecto potencial sobre US$29.000 millones en
deuda en circulación.
Los bonos denominados en dólares del país que se vencen en 2033,
que estuvieron entre los que entraron en default, se negociaban a alrededor de 84 centavos
sobre el dólar en la tarde el miércoles, frente a 86,8 centavos el martes, de
acuerdo con operadores y Markit. Los agentes dijeron que esta semana el volumen
ha sido ligero, lo que dificulta tener un precio correcto.
El peso argentino fue golpeado fuertemente ayer luego de
que el banco central sorprendió a los inversionistas con una reducción de las
tasas de interés en alrededor de un punto porcentual en las letras de tres y
cuatro meses en su subasta semanal.
La decisión del martes de recortar las tasas probablemente
se verá como una señal de que los planes del ministro de Economía Axel Kicillof
de estimular la economía están prevaleciendo sobre los esfuerzos del presidente
del banco central, Juan Carlos Fábrega, de frenar la inflación, dijeron
analistas.
"El mismo gobierno continua enterrándose", dijo
Peter Lannigan, director gerente de la corredora CRT Capital Group LLC.
El miércoles, el peso argentino llegó a 13,15 frente al
dólar en el mercado negro, rompiendo el récord previo de 13,10 en enero, cuando
el gobierno devaluó la moneda 20%, de acuerdo con el diario El Cronista, que
hace seguimiento a las tasas de cambio en el mercado paralelo. El peso se
mantenía estable en el mercado oficial a 8,2730.
Para añadir a la tensión, una decisión esta semana de un
tribunal de EE.UU. podría facilitar que, NML Capital Ltd., un fondo de
cobertura que es parte de los acreedores que no aceptaron un canje de deuda
(conocidos como holdouts), embargue activos de un socio de la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner y su difunto esposo Néstor Kirchner. La decisión
de Cam Ferenbach, juez federal del distrito de Nevada, facilitaría a NML a
descubrir información sobre una red de 123 compañías basadas en ese estado y
que presuntamente están vinculadas con el empresario de la construcción Lázaro
Báez.
La segunda cesación de pagos de Argentina en casi 13 años
no ha causado que la economía o el peso se derrumben como sucedió en el default
de 2001, cuando el país dejó de pagar unos US$100.000 millones en deuda. Pero
la debilidad del peso en el mercado negro y el alza en las compras de dólares
legales este mes por argentinos sugiere que las personas están cada vez más
nerviosas por el futuro de la economía. Se espera que la economía se contraiga
casi 0,9% este año, según sondeos de analistas realizados por FocusEconomics.
El dólar ha sido un objeto de codicia en los últimos tres
años, dado el enorme gasto del gobierno que ha dado lugar a unas de las tasas
de inflación más altas del mundo. Los controles cambiarios fueron impuestos
hace casi tres años para evitar que los extranjeros y los residentes locales
agotaran las reservas internacionales del banco central al cambiar sus pesos
por dólares.
La batalla judicial con un grupo de bonistas en EE.UU.,
que llevó a Argentina a una cesación de pagos de su deuda el 30 de julio, ha
aumentado la demanda de dólares ante los temores de una inminente devaluación y
un alza inflacionaria.
El default se produjo después de que los fondos NML, de
Elliott Management Corp., y Aurelius, ganaron una demanda judicial en EE.UU.
por el pago total de los bonos que Argentina incumplió en 2001 y después de que
una Corte de Distrito de EE.UU. determinó que Argentina no podía pagarles a los
tenedores de bonos reestructurados si al mismo tiempo no atendía su deuda con
los holdouts.
Aurelius indicó en un comunicado que ha "negociado
con muchos actores privados" para resolver el nuevo default de Argentina
tras el fallido intento de realizar un pago de intereses de US$539 millones.
Las conversaciones sobre un posible acuerdo mediado por actores externos
continuaban esta semana, dijo una persona al tanto. "La interacción nos ha
convencido de que no hay una perspectiva realista de una solución
privada", dijo Aurelius.
Los bancos involucrados en las conversaciones incluyen a J.P.
Morgan Chase & Co., Citigroup Inc., Credit Suisse y HSBC
Holdings PLC, según personas al tanto.
Numerosas empresas argentinas, entre ellas Corporación
América, también han indicado su disposición a aportar dinero para que se
llegue a un acuerdo.
Las negociaciones se cayeron porque los bancos querían
garantías de los holdouts de que cobrarían toda la deuda en el caso de que
Argentina se rehúse a cumplir con los compromisos después de que fondos de
cobertura como Elliott se retiraran, dijo una persona al tanto.
Otros familiarizados con las conversaciones dicen que un
acuerdo inmediato es prácticamente imposible debido a la complejidad de la
situación y advierten que el impasse podría prolongarse hasta el año que viene.
En una audiencia la semana pasada, el juez de distrito
estadounidense Thomas Griesa amenazó con declarar a Argentina en desacato si el
gobierno continuaba haciendo declaraciones "falsas y engañosas" sobre
su situación de deuda, incluyendo el argumento de Buenos Aires de que no está
en falta porque realizó el depósito a sus bonistas que aceptaron sus
reestructuraciones.
Argentina trató de demandar a Washington en la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, alegando que las cortes estadounidenses
habían infringido su soberanía. La demanda, sin embargo, no puede proceder sin
el consentimiento de EE.UU., y el gobierno de Obama dijo que no considera la
corte internacional "como un canal apropiado para atender los temas de
deuda de Argentina".
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