sábado, 23 de agosto de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EDUCAR SOLO CON EL EJEMPLO





       En un comentario, un lector cuestionaba cómo pueden los padres educar a sus hijos si los propios padres están escasos de educación y preparación para ello. Yo, en diferentes ocasiones, he mencionado lo que decía Napoleón Bonaparte, de que los hijos se educan veinte años antes de nacer, dando a entender con ello que los padres deben tener una educación para poder educar a su vez a sus hijos. Ello también concuerda con eso que tantas veces hemos oído de que hay que educar con el ejemplo.

       Pero todo eso nos lleva a plantear otra cuestión con difícil respuesta. Y si los padres no tienen suficiente educación..., o si los padres no pueden dar ejemplo..., ¿significa que no pueden educar a sus hijos? ¿Por otra parte, el hecho de que los padres tengan una educación y puedan dar ejemplo, ¿Acaso eso garantiza el éxito en la educación y formación de los hijos? Si pensamos un poquito seguro que todos conocemos ejemplos de padres en condiciones educativas desfavorables que han conseguido una buena formación de sus hijos, así como lo contrario, hijos en los que algo falló en su educación cuando en su familia se daban condiciones aparentemente favorables.

       Asimismo todos conocemos también casos de hermanos que siendo de la misma familia, y  habiendo vivido bajo las mismas condiciones y el mismo modelo educativo, en unos casos tienen una buena formación, y en otros no. Todo ello parece indicar que ni Napoleón tenía tanta razón, ni es tan cierto eso de que hay que educar con el ejemplo. Sí, ya sé que esto puede parecer una herejía, porque lo de educar con el ejemplo es algo que hemos escuchado tantas veces, que lo tenemos asumido como un dogma, aun cuando probablemente no hemos reflexionado mucho sobre ello.

       La explicación es sencilla. El error está en aceptar las cosas como dogmas; en pensar que las cosas o están bien o están mal, y así deben ser siempre o nunca; en asumir que lo que funciona en la mayoría de los casos debe funcionar siempre. La educación no son matemáticas; en cuestión de educación no existe el “siempre o nunca”, el “blanco o negro”. Por eso la tarea de ser padres es bastante más complicada de lo que parece. Indudablemente, el que los padres tengan una educación, y el que puedan dar ejemplo, favorece, pero no son, ni mucho menos, factores determinantes. Hay otros factores, algunos más importantes incluso que eso del ejemplo, que determinan en gran medida el éxito o el fracaso en la educación; entre ellos, la claridad de objetivos que los padres tienen para con los hijos.

       Y resalto lo de CLARIDAD en los objetivos, refiriéndome con ello a no asumir que por el hecho de tener un objetivo, se va a cumplir solo porque sí, porque es lo que nos gustaría. Claridad significa la disposición a buscar y encontrar el camino adecuado para que se cumpla ese objetivo; es decir, que el objetivo no se va a cumplir solo; nosotros hacemos que se cumpla; sí o sí. Otro factor importante es reconocer que no existe un método general de educación de los hijos, como si fuera una receta de cocina, y que en la mayoría de los casos no tenemos una preparación adecuada para ello. Cada hijo es diferente y lo que para uno funciona, puede no funcionar para otro. Eso obliga a conocer mucho a cada hijo individualmente, y encontrar un camino para formar a cada uno.

       Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario