domingo, 24 de agosto de 2014

Cinco lugares exóticos para visitar

 Tomado de El Clarín


Destinos exóticos: de Egipto a China, 5 íconos imperdibles

Patrimonio de la Humanidad o Maravillas del Mundo, estos sitios históricos convocan viajeros de todos los rincones del mundo.
Gran Muralla China (China). Esta antigua fortificación china, Patrimonio de la Humanidad desde 1987 y elegida hace pocos años como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, fue construida -y reconstruida varias veces- a lo largo de mil años, entre el siglo V aC. y el siglo XVI dC. Su objetivo era proteger el Imperio de los ataques de los nómadas de Manchuria y Mongolia. Dicen que la muralla superaba los 8.800 kilómetros de largo, aunque hoy sólo se conserva menos de la mitad de esta construcción que alcanza de 6 a 7 metros de alto y que se cobró la vida de 10 millones de personas. Desde Baijing, una de las zonas de la muralla más visitadas -y mejor conservada- es Badaling, a 80 kilómetros de la capital china.


Taj Mahal, Agra (India). La ciudad de Agra, a orillas del río Yamuna, conserva uno de los grandes tesoros arquitectónicos de India: el Taj Mahal. Bajo las ódenes del emperador Shah Jahan, de la dinastía mogola, este complejo de edificios se construyó entre 1631 y 1654 para honrar a su esposa favorita, Arjumand Bano Begum -le decían Mumtaz Mahal, "la elegida del Palacio"- quien murió al dar luz a su decimocuarta hija. El edificio más reconocido es el mausoleo de mármol blanco con cúpula. El Taj Mahal es Patrimonio de la Humanidad desde 1983 y también una de las Nuevas Sieta Maravillas del Mundo Moderno.


Gran Pirámide de Giza (Egipto). La mayor de las pirámides de Egipto y la única de las Siete Maravillas Antiguas que aún sigue en pie, se calcula que la Gran Pirámide de Giza fue mandada a construir por Keops en el 2570 aC. Su interior guarda tres cámaras pricipales: la cámara del Rey, la cámara de la Reina y la cámara Subterránea. Si bien existen muchas teorías, sigue siendo un misterio cómo se construyó este monumental edificio con los recursos de aquella época.


Santa Sofía, Estambul (Turquía). Es, sin dudas, uno de los íconos de Estambul y su cúpula de más de 30 metros de diámetro define las postales de esta ciudad turca. Llamada Ayasofya por los turcos, la reconstrucción del edificio actual corresponde al mandato de Justiniano (años 532 y 537) y se la considera obra maestra del arte bizantino. Fue Catedral católica entre 1204 y 1261; en 1453, bajo el Imperio Otomano fue convertida en mezquita -período en el que ganó cuatro minaretes- y en 1935 se transformó en museo.


Kiyomizu-dera, Kioto (Japón). Ubicado al este de Kioto, en el monte Otowa, el templo de Kiyomizu fue construido en el año 778. Su nombre se debe a una catarata de agua clara y pura cuyo origen está en el mismo monte. El templo ofrece a los visitantes bellas vistas panorámicas de Kioto. En el interior, su principal figura es la imagen de once caras y mil brazos de Kannon Bosatsu. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994.

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