martes, 19 de abril de 2016

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 19 de Abril

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 19 de Abril de 1775 en Estados Unidos, comienza la Guerra de la Independencia contra el Imperio británico. La Guerra de la Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto que enfrentó a las trece colonias estadounidenses en América del Norte con el Reino de Gran Bretaña. Ocurrió entre 1775 y 1783, finalizando con la firma del Tratado de París. Durante la guerra, Francia ayudó a los revolucionarios estadounidenses con tropas bajo el mando del Marqués de La Fayette, mientras que España, lo hizo desde el principio gracias a Bernardo de Gálvez y de forma abierta a partir de la batalla de Saratoga, mediante armas, suministros y abriendo un frente en el flanco sur. Las colonias británicas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el primer sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación, los Estados Unidos de América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias que propugnaban la igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a partir de oleadas de colonos inmigrados, y no existían en ella los rasgos característicos del rígido sistema de clases europeo. En las colonias del sur (Virginia, las Carolinas y Georgia) se había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros) que explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos. Los antecedentes a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos se remontan a la confrontación franco-británica en Norteamérica y a las consecuencias de la Guerra de los doce Años. La Guerra de los Doce Años terminó en 1763. El 10 de febrero, el Tratado de París ponía fin al imperio colonial francés en América del Norte y consolidaba a Inglaterra como la potencia hegemónica. En frente sólo tenía a España, que controlaba Nueva Orleans, la ciudad más importante, con unos 10.000 habitantes. Respecto a Francia, la pérdida territorial no fue sentida como algo catastrófico. Se conservaban los derechos pesqueros en Terranova y la población católica francófona que recibía un trato de respeto. Por otro lado en el Caribe las pérdidas pueden ser compensadas pues la colonia principal francesa del Caribe, Puerto Príncipe (la española), produce la mitad del azúcar consumido en todo el mundo, y su comercio con África y las Antillas está en pleno apogeo. Respecto a los colonos estadounidenses, la guerra modificó radicalmente el panorama anterior. Los francófonos católicos de Quebec, tradicionales enemigos de los colonos estadounidenses de las Trece colonias recibieron un trato de respeto por parte de las autoridades británicas. Trato que se confirmó en 1774 cuando se dotó a Canadá de un estatuto particular dentro de las colonias estadounidenses, llevándose sus fronteras hasta la confluencia del Ohio y el Mississipi. Asimismo su población conserva un derecho civil propio y la Iglesia Católica es reconocida. Todos estos movimientos fueron mal aceptados por la población de las Trece colonias. Aunque las causas de este conflicto fueron fundamentalmente el injusto trato a los colonos por parte de Gran Bretaña, ya que éstos aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli pero no tenían medios para decidir sobre dichos impuestos, por lo que se sentían marginados y no representados. Después del triunfo de Gran Bretaña sobre Francia en la Guerra de los siete Años (1756-1763) en la que recibió gran ayuda de las colonias económica y militarmente, dicha colaboración no fue recompensada. Las medidas represivas del gobierno inglés (producidas tras sublevaciones como el Motín del té de Boston y las sanciones de las Actas Intolerables) provocaron el inicio de la guerra de independencia. El descontento se extendió por las Trece Colonias y provocó una manifestación en Boston en contra de los impuestos que debían pagar por artículos indispensables como el papel, el vidrio o la pintura. En esta manifestación no hubo ningún altercado y el reino inglés hizo oídos sordos a las peticiones estadounidenses. Pero los colonos no iban a consentir que la situación continuara así, con lo que se reunieron junto a varios miembros de otras poblaciones para urdir una acción más propagandística que la manifestación. En 1773 los colonos se reunieron en Boston. Del Reino de Gran Bretaña llegaban tres naves cargadas de cajas que contenían té. Varios miembros de la sociedad secreta se disfrazaron de indios y fueron nadando hasta alcanzar los tres barcos. Una vez allí capturaron a sus tripulantes y tiraron la mercancía por la borda. Fue la primera acción contra la represión de impuestos, lo que puso intranquilos a los británicos. En 1774 se reunieron por primera vez el Congreso de colonos estadounidenses en contra de la servidumbre a los británicos y a favor de una patria independiente. Ya se discuten unas hipotéticas leyes. Pese al clima de enemistad contra los ingleses en las colonias, todavía había algunos colonos que apoyaban al rey inglés Jorge III, siendo llamados kings-friends al final de esta guerra en la que hubo muchos muertos. Los primeros combates. Tropas alemanas que sirvieron con los británicos, llamadas «Hessians» (C. Ziegler, tras Conrad Gessner, 1799). Un día como hoy  19 de abril de 1775, soldados ingleses salieron de Boston para impedir la rebelión de los colonos mediante la toma de un depósito de armas de estos últimos en la vecina ciudad de Concord. En el poblado de Lexington se enfrentaron a 70 milicianos. Alguien, nadie sabe quién, abrió fuego, y comenzó de este modo la guerra de independencia. Los ingleses tomaron Lexington y Concord, pero en su regreso hacia Boston fueron hostigados por cientos de voluntarios de Massachusetts. Se producen las primeras bajas de la contienda, ocho soldados colonos. Para junio, 10.000 soldados coloniales estaban sitiando Boston. En mayo de 1775, un Segundo Congreso Continental se reunió en Filadelfia y empezó a asumir las funciones de gobierno nacional. Nombró catorce generales, autorizó la invasión del Canadá y organizó un ejército de campaña bajo el mando de George Washington, un hacendado virginiano y veterano de la Guerra Francesa e Indígena. Consciente de que las colonias sureñas desconfiaban del fanatismo de Massachusetts, John Adams presionó para que se eligiera a este coronel de la milicia virginiana, que tenía cuarenta y tres años, como comandante en jefe. Fue una elección inspirada. Washington, que asistía al Congreso de uniforme, tenía el aspecto adecuado; era alto y sereno, con un digno aire militar que inspiraba confianza. Como dijo un congresista: «No era un tipo que actuara alocadamente, que despotricara y jurara, sino alguien sobrio, firme y calmado». Se empezaron a reclutar soldados de entre todas las partes de las colonias. Muchos de ellos eran hombres que vivían del campo o cazadores que eran bravucones y poco avezados en el combate. En las primeras luchas contra los británicos, George Washington llegó a decir: «Hemos reclutado un ejército de generales, no obedecen a nadie». Al principio, la guerra fue desfavorable para los colonos. En junio de 1775 se produjo una batalla en la colina Búnker (Bunker Hill), frente a Boston. Los colonos sublevados se encontraban perfectamente atrincherados. Los británicos asaltan la colina con 2.000 efectivos, pero los colonos no retroceden y resisten y cuando los últimos asaltantes consiguen llegar a la cima las bajas británicas son de 800. Es una victoria pírrica para los ingleses y los estadounidenses, además, hicieron circular su versión de los hechos, que no era otra sino que se habían retirado simplemente por la falta de munición, y no por el empuje de las casacas rojas. Travesía del río Delaware. El 2 de julio de 1776, el Congreso finalmente resolvió que: «estas Colonias Unidas son, y por derecho deben ser, estados libres y soberanos». El 4 de julio de 1776 se reunieron 56 congresistas estadounidenses para aprobar la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que Thomas Jefferson redactó con la ayuda de otros ciudadanos de Virginia. Se imprimió papel moneda y se iniciaron relaciones diplomáticas con potencias extranjeras. En el congreso se encontraban los cuatro hombres de la patria George Washington, Thomas Jefferson, Benjamín Franklin y John Adams. De los 56 congresistas, 14 murieron durante la guerra. Benjamín Franklin se convierte en el primer embajador y jefe de los servicios secretos. La unidad se extendió entonces por las Trece Colonias para luchar contra los británicos. La declaración presentó una defensa pública de la Guerra de Independencia, incluida una larga lista de quejas contra el soberano inglés Jorge III. Pero sobre todo, explicó la filosofía que sustentaba la independencia, proclamando que todos los hombres nacen iguales, y poseen ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que los gobiernos pueden gobernar sólo con el consentimiento de los gobernados; que cualquier gobierno puede ser disuelto cuando deja de proteger los derechos del pueblo. Esta teoría política tuvo su origen en el filósofo inglés John Locke, y ocupa un lugar prominente en la tradición política anglosajona. Estos hechos convencieron al gobierno británico de que no se enfrentaba simplemente a una turba de Nueva Inglaterra y barrió casi cualquier objeción que los miembros del gabinete tuvieran contra la conquista de las colonias. La confirmaron de que Inglaterra estaba envuelta en una guerra, y no en una simple rebelión, dictó una política militar dieciochesca convencional, consistente en maniobras y batallas entre ejércitos organizados. Este cambio de estrategia forzó a los británicos a evacuar la ciudad de Boston en marzo de 1776, y transfiriera sus principales fuerzas a Nueva York, cuya población se presumía era más favorable a la causa de la Corona y que contaba con un puerto superior y una posición central. En consecuencia, en el verano de 1776, sir William Howe, que sustituyó a Gage como comandante en jefe del ejército británico en Norteamérica, arribó al puerto de Nueva York con una fuerza de más de treinta mil hombres. Howe tenía intención de aislar Nueva Inglaterra de los otros rebeldes y derrotar al ejército de Washington en una batalla decisiva. Iba a pasar los dos años siguientes tratando de llevar a cabo este plan
Un día como hoy 19 de Abril de 1927 Mae West es condenada con diez días en la cárcel por obscenidad por su obra teatral Sex. Mary Jane West, más conocida por su nombre artístico Mae West nació en Brooklyn, Nueva York, el 17 de agosto de 1893, falleció en Hollywood, California, el 22 de noviembre de 1980. Fue una llamativa actriz estadounidense, famosa por su actitud provocativa e irreverente. Se la considera como el primer símbolo sexual y mujer fatal de la historia del cine. Dotada de gran ironía y curvas sinuosas que exhibía en poses lánguidas y provocativas, fue una maestra del doble sentido; apareció en el firmamento cinematográfico escandalizando a los puritanos Estados Unidos de su tiempo. Fue conocida por sus frases picantes, como: «¿Tienes una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?» y «Cuando soy buena, soy buena; pero cuando soy mala, soy mucho mejor». Uno de los diseños industriales más famosos del mundo es la botella de vidrio de Coca-Cola. A principios del siglo XX, los directivos de la compañía, que ya empezaba a crecer y a popularizarse, decidieron rediseñar el envase por completo y darle un giro. Querían que fuese reconocible inmediatamente por cualquier persona y en cualquier lugar. Después de varias pruebas, fue en 1916 que los dirigentes del corporativo eligieron el diseño final, siendo hoy un hito de la composición y la estética que sirvió como marco publicitario para la marca. Hoy día se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). El diseño correspondió a un reducido equipo de artesanos y vidrieros: Alexander Samuelson, Earl Dean, Clyde Edwards, C.J y William Root. En una equivocación, confundieron la hoja de coca con la hoja de cacao, y se inspiraron en ésta para darle el aire altivo y aerodinámico. La famosa actriz hollywoodense Mae West entra en la historia, si bien anecdóticamente, debido a que la botella sufrió un cambio de nombre entre ciertos sectores de la población estadounidense, que la rebautizaron como “la Mae West” debido a la semejanza física que unía a ambas a través de un cuerpo curvilíneo.
Un día como hoy 19 de Abril de 1937 se acaba de construir, en Estados Unidos, el puente llamado Golden Gate en la ciudad de San Francisco, California. El Golden Gate es un puente colgante situado en California, Estados Unidos, que une la península de San Francisco por el norte con el sur de Marin. "Golden Gate" es también el nombre del estrecho en el cual el puente está construido, y recibe su nombre del estrecho en Constantinopla, llamado también la Puerta Dorada, ya que comunicaba Europa con Asia. El Golden Gate es el puente más famoso de San Francisco a pesar de no ser el mayor en esta ciudad, ya que el Bay Bridge es la vía principal. una longitud aproximada de 1.280 metros, está suspendido de dos torres de 227 m de altura. Tiene una calzada de seis carriles (tres en cada dirección) y dispone de carriles protegidos accesibles para peatones y bicicletas. Bajo su estructura, deja 67 m de altura para el paso de los barcos a través de la bahía. El Golden Gate constituyó la mayor obra de ingeniería de su época. Fue pintado con urgencia para evitar la rápida oxidación producida en el acero de su estructura por el océano Pacífico. El puente Golden Gate ha sido un punto negro de suicidios desde su inauguración en 1937 y debido a su fama, muchos curiosos se acercan a la zona para esperar durante horas y poder presenciar uno en directo, ya que el número de suicidios desde el puente es alarmante. Los medios han intentado siempre silenciar las noticias de suicidios pero debido a la gran mayoría de ciudadanos y turistas que cruzan el puente a diario, es inevitable el observar alguno de ellos. Por ello, el 28 de junio de 2014, las autoridades de San Francisco decidieron que era el momento de aprobar un fondo con un total de 76 millones de dólares (55,6 millones de euros), para colocar a lo ancho del Golden Gate una red de acero de más de 30 kilómetros. Una vez colocada, se pondrá fin a 77 años de suicidios en los que se calcula que han llegado a terminar con su vida alrededor de 1.600 personas. En 2013 perdieron la vida un total de 46 personas tras precipitarse intencionadamente desde el puente.
Un día como hoy 19 de abril de 1977 las FPL secuestran al Canciller de El Salvador, Mauricio Borgonovo Pohl asesinándolo de un tiro en la cabeza el 10 de mayo del mismo año. Crimen de lesa humanidad ignorado intencionadamente en el sesgado informe de la Comisión de la Verdad, ente establecido por los acuerdos de paz de Chapultepec que pusieron fin al conflicto interno salvadoreño. Tomado de Diario Latino. EL secuestro y posterior asesinato del canciller de la República, Mauricio Borgonovo Pohl, 19 de Abril de 1977, conmovió la sociedad Salvadoreña. Apenas habían pasado 40 o 45 minutos de las 7:00 de la mañana, cuando un escuadrón de la muerte, perteneciente a las Fuerzas Populares de Liberación, FPL, (partido comunista salvadoreño) incursionó violentamente en la residencia de los padres del ministro Borgonovo en la Colonia San Benito, llevándoselo a punta de pistola con rumbo desconocido. Los captores se ubicaron estratégicamente en la zona de parqueo de la casa y al no encontrar al canciller optaron por capturar a su padre al que amenazaban con asesinar si este no se entregaba. Mauricio se entregó; lo llevaron hasta uno de los vehículos en que se habían conducido hasta la residencia y se dieron a la fuga haciendo disparos de advertencia. Su padre estaba delicado de salud y no pudo hacer nada mientras miraba atónito cómo a Mauricio se lo llevaban a punta de pistola. El 10 de mayo de ese mismo año, el cadáver del asesinado ministro de Relaciones Exteriores salvadoreño, Mauricio Borgonovo Phol, fue lanzado por sus asesinos en una cuneta a la altura del Cantón Granadillas, carretera La Libertad. Le habían disparado a la cabeza por tres veces consecutivas. El siguiente es un histórico reportaje realizado varios años más tarde por un equipo de redactores de LPG. “Con semejante hecho la inseguridad y consecuente pánico se hicieron sentir en el país más y más. A la fecha ya habían secuestrado a varios empresarios de cuyos familiares los plagiarios cobraron valiosas sumas de dinero; pero nunca había sido víctima de tal crimen un ministro del gabinete de gobierno. Se adjudico tal abominable acto, con desfachatez y desafío, las Fuerzas Populares de Liberación Nacional Farabundo Martí–F.P.L. Como rescate exigían del gobierno de El Salvador la liberación de 37 presos, cuyos nombres daban a conocer. También demandaban que un avión de la Fuerza Aérea Salvadoreña les proporcionara la facilidad de viajar a Cuba, México, Costa Rica o Venezuela, y agregaban la advertencia de que de no cumplir, el Ministro pagaría con su vida. Mauricio, provenía en segunda generación de inmigrantes italianos que se distinguían en el país por su vigor de trabajo y éxito en sus empresas. Era hijo de don Mauricio Borgonovo Meardi y Sara Pohl de Borgonovo. Mauricio estudió su escuela primaria y secundaria en el Colegio Externado San José de San Salvador, en el cual obtuvo su título de Bachiller en Ciencias y Letras en el año de 1956. Dicho centro educativo lo dirigen y administran sacerdotes jesuitas. Sus estudios universitarios los hizo en el Instituto Tecnológico de Massachussets, en Boston, y en 1963 se graduó de Ingeniero Mecánico. Años después contrajo matrimonio con Patricia Baldocchi Dueñas, de cuyo matrimonio nacieron Mauricio Roberto y María Elena. El interés de Mauricio por el progreso de El Salvador lo separo de trabajar en las empresas de su propia familia y se dedicó a servir en cargos públicos. Primeramente fue Director de Política Exterior en el Ministerio de Relaciones Exteriores, de allí pasó a ocupar la Presidencia de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) y ya en 1972 asumió el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores. El secuestro de dicho Ministro causó asombro, curiosidad y consternación. Por transcurrir varios días sin comunicación de parte de las F.P.L. con la familia ésta sumida en profundo dolor, dio a conocer a los captores de Mauricio, por medio de publicaciones en diarios locales, que estaba dispuesta a efectuar cualquier negociación que estuviera a su alcance para obtener la libertad de Mauricio. Diariamente aparecieron publicaciones de adhesión y propuestas por el secuestro de Mauricio. Las F.P.L dieron a conocer públicamente que no aceptarían dinero en concepto de rescate, se mantenían firmes en su exigencia de pedir al gobierno la liberación de 37 presos, no obstante la imploración publicada por la madre de Mauricio y por los niños compañeros de colegio de sus hijos. La F.P.L. dieron a conocer el buen estado de salud de Mauricio, publicando en diarios locales su retrato ante un lienzo aparentemente de color negro, colocado en la pared, mostrando las letras F.P.L. y en una esquina de dicho lienzo el símbolo comunista de la hoz y el martillo. Las F.P.L. Reiteran sus Demandas. El 23 de Abril de 1977 en comunicado que publicaron en diarios locales, dirigido al pueblo Salvadoreño y centroamericano, las F.P.L. reiteraron al gobierno sus exigencias de que  cumplieran lo que demandaban,  proporcionándoles la facilidad de viajar en un avión de la Fuerza Aérea Salvadoreña. Argumentaban que sus gestiones hacia ese fin habían sido infructuosas y respecto a la angustia de la familia Borgonovo, pidieron que se considerara la angustia de los familiares de los presos la cual era, más o menos igual a la que sufrían los del Ministro Borgonovo. Manifestaban además que el secuestrado se encontraba bien de salud, con espíritu normal y alojado en una cárcel muy distinta de aquellas en que estaban los prisioneros políticos por quienes reclamaban su libertad. Anunciaban que pronto escribiría una nota el Canciller Borgonovo a su familia. También señalaban que el gobierno sería el único responsable de un desenlace negativo, pues de no cumplir con lo que pedían, el Ministro Borgonovo sería ejecutado como enemigo del pueblo y cómplice de las malas acciones del mismo gobierno. Agregaban que se consideraban respaldados por el pueblo Salvadoreño e informaron que contaban con el apoyo de organizaciones populares de la América Central y de otras partes del mundo en pro de la liberación de los presos políticos. Asimismo advertían que las F.P.L. continuarían con su lucha revolucionaria a través de la guerra prolongada hasta alcanzar el triunfo de la Revolución Popular hacia el socialismo, firmaban: “Comando de las Fuerzas Populares de la Liberación –F.P.L. Farabundo Martí”. Seguían las peticiones públicas por la liberación de Mauricio; entre otras personas, aparecieron la de los trabajadores agrícolas de las propiedades de la familia Borgonovo, del Sindicato de Empresas de Trabajadores “AGAVE”; un pronunciamiento de empleados y trabajadores de la C.E.P.A y otra de la promoción de 1956 de la Asociación de Ex alumnos del Externado San José. El cuerpo Diplomático acreditado en El Salvador y los ex-cancilleres de la República hicieron gestiones por salvar la vida del ministro. Su familia hizo nuevas y sentidas invocaciones para obtener su libertad. Desde el inicio del hecho, el Presidente de la República fue adversario de negociar con los secuestradores bajo la base exigida, resistiéndose a aceptar presiones internas y del extranjero. La Fuerza Armada se dirigió al pueblo Salvadoreño, manifestándose, entre meditados razonamientos, “que respaldaba la decisiones que en la presente situación subversiva tomó el señor Presidente Constitucional y Comandante General de la Fuerza Armada Coronel Arturo Armando Molina.” En nuevo comunicado que publicaron las F.P.L. justificaban en resumen su actuación por defender al país de una tiranía militar servidora de los “intereses del imperialismo y de la burguesía criolla.” El Presidente Molina advierte a las F.P.L. Su mensaje del 29 de abril de 1977, por radio y televisión lo inició invocando su actitud de hombre humilde. En esa actitud, dijo que desde el inicio de su gobierno había solicitado cooperación en busca del bienestar de todos. Recordó su mensaje inaugural cuando dijo “que no debía confundirse la acción de escuchar con la de obedecer, porque un gobernante está al servicio de la totalidad de los ciudadanos y no de sectores, ni mucho menos de grupos e individuos”. Recordó que su gobierno estaba por finalizar, en aproximadamente dos meses, y se satisfacía en reconocer su obra de progreso, pero a partir de 1971, dijo los comunistas se habían lanzado por la vía de la violencia, “en forma cavernaria de asaltos y mansalva, de extorciones, de asesinatos y otros actos delictivos.” Responsabilizaba de la subversión en El Salvador al Partido Comunista, con la mención de las agrupaciones autodenominadas “Fuerzas Populares de Liberación”, "Bloque Popular Revolucionario” y "Ejército Revolucionario del Pueblo”, eran culpables del daño que se ocasionaba al progreso nacional. Señalaba, que obedecían a un propósito único, cual es el de establecer en el país, mediante la violencia, un estado comunista. Para lograr su objetivo, dijo, además de los fondos que recibían del exterior, aumentaban su funcionamiento con millones de colones provenientes de secuestros de industriales y por añadidura, habían asesinado a 22 guardias nacionales, 23 policías, 2 comandantes locales, un Juez de Paz, un ex Alcalde de Tecoluca y a obreros del Ministerio de Obras Publicas despedazados con una bomba lanzada desde un automóvil. Dijo que el total de asesinatos era mayor que los enumerados, y recordó con tristeza a un estimado funcionario de su gobierno, Roberto Poma por cuyo rescate esos criminales, que hablaban de negociación, obtuvieron todo lo que pidieron, inclusive varios millones de colones a cambio de un cadáver. Además en el acto del secuestro asesinaron a tres de sus acompañantes. Hablaba de que sería irresponsabilidad ceder a demandas de secuestradores, lo que en efecto significaría renunciar a las obligaciones del gobierno; con esa aceptación se establecería en el pis el sistema de secuestrar a cualquier funcionario público para obtener la libertad de determinados delincuentes. Manifestó la imposibilidad de cumplir con las exigencias de los secuestradores de Mauricio, porque pedían la libertad de algunos que estaban siendo procesados en los tribunales comunes o que no eran prisioneros. Informaba de otros que fueron puestos en libertad antes del secuestro. En lo que respecta a presos a la orden de los tribunales comunes, El Poder Ejecutivo, dijo no podía liberarlos sin ofender al Poder Judicial y sin romper el orden institucional de la Republica. Termino su mensaje con la siguiente advertencia: “Miembros del F.P.L. y demás terroristas: en nombre del pueblo y gobierno de la Republica y de la Fuerza Armada, les aseguro que si llegan a cometer cualquier acción abominable contra la persona indefensa y noble de Mauricio Alfredo Borgonovo Pohl, y en cualquier otro caso similar que se presentare, como Presidente de la Republica y Comandante General de la Fuerza Armada, les prometo solemnemente, que en su castigo, voy a demostrarles lo que significa en cuanto a la justicia (la defensa) la decisión y la firmeza. Día de la Madre, 10 de Mayo de 1977 Ese significativo día asesinaron sin piedad al Ministro de Relaciones Exteriores, Mauricio Borgonovo Pohl. Así respondieron las F.P.L. a las sentidas peticiones de su madre, Doña Sara Pohl de Borgonovo, de su padre, de su esposa e hijitos, de sus hermanos y de toda la sociedad que indignada clamaba por la libertad de Mauricio, secuestrado violentamente el 19 de abril de 1977. El 13 de mayo de 1977, el Presidente de Nicaragua de ese entonces, Anastasio Somoza Debayle, denunció que la muerte del canciller Borgonovo fue ordenada por Cuba a través de una clave enviada vía Radio Habana. Cunde la Macabra Noticia Alrededor de las 6 de la tarde una patrulla del Cantón Las Granadillas, a 13 Kilómetros de San Salvador, en una zanja, a la orilla del camino, encontraron el cadáver de Mauricio, con tres balazos en la cabeza. Ante tal descubrimiento llegaron a dicho sitio las autoridades respectivas, trasladando el cadáver a la morgue Judicial de San Salvador. Una Bolsa plástica cubría la cabeza de la víctima, y de dicha bolsa prendía un cordel que amarraron alrededor de su cuello. Vestía pantalón azul negro y saco gris a cuadros. No tenía camisa, ni zapatos, ni calcetines. En la morgue tristemente reconoció el cadáver su hermano Carlos. Con lo sucedido se escribió en el país una página más de sangriento y vergonzoso crimen. Por semejante crueldad hubo consternación en todo El Salvador y muchas partes de exterior. El Gobierno de la Republica decretó tres días de duelo nacional, a partir del 11 de Mayo de 1977, debiendo permanecer a media asta el pabellón nacional en todos los edificios públicos. En Washington la Organización de Estados Americanos celebro una sesión extraordinaria en homenaje a la memoria del Canciller Salvadoreño. Mientras tanto las F.P.L. cínicamente se responsabilizan del asesinato de Mauricio por no haber cumplido el Gobierno con sus demandas. La solemnidad de sus funerales en la cripta de la iglesia de San José de la Montaña sustituyo a los actos oficiales de su cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y un luto ensangrentado avergonzó a todo el país.
Un día como hoy 19 de Abril de 1989 en San Salvador, El Salvador, escuadrones de la muerte de la izquierda conocidos como Comandos urbanos del FMLN asesinan al Fiscal General de la República Dr. José Roberto García Alvarado colocando una bomba en el techo de su vehículo. Pocos días después de haber hecho algo a lo que nadie se había atrevido, ordenar la captura de los principales dirigentes guerrilleros, le hicieron estallar una bomba en la cabeza. Los que tanto acusaban al Ejército de cometer violaciones a los derechos humanos perpetraron un atentado cargado de brutalidad y lujo de barbarie. Al año siguiente murió la esposa de García Alvarado a causa de la pena y la familia tuvo que salir al exilio. En la misma época fueron asesinados cuatro ejemplares ciudadanos que escribían para contrarrestar las prédicas de odio e insania de la extrema izquierda que para ese entonces envenenaba a jóvenes incautos, trabajadores, estudiantes universitarios y otros a quienes luego enlistaron en sus filas donde una parte de ellos, la carne de cañón, murió. El jesuita Francisco Peccorini, Edgard Chacón, Gabriel Payés y Rafael Hasbún murieron, de la misma manera que fue asesinado el jurista Antonio Rodríguez Porth. Y en ese baño de sangre perecieron entre muchos otros el expresidente de la Corte Suprema, Francisco José Guerrero, y el exguerrillero Miguel Castellanos. Ellos fueron sacrificados a sangre fría alertando al mundo y a nuestro país del peligro que tiene para toda sociedad las ideas muertas de los totalitarismos, de doctrinas que han causado cientos de millones de muertos a lo largo de la historia contemporánea. La constante de los crímenes siempre fue el factor sorpresa, el ataque a sangre fría y la imposibilidad de las víctimas de defenderse. El fiscal general de El Salvador, Roberto García Alvarado, de 56 años, fue asesinado en el centro de la capital, San Salvador, en un atentado en el que resultó herido uno de sus guardaespaldas. Varios hombres armados lanzaron una potente bomba al paso del vehículo blindado de García Alvarado, que quedó parcialmente destruido. El ataque se produjo por la mañana y ningún grupo se había atribuido anoche la responsabilidad del atentado. El presidente de la Asamblea Nacional, controlada por la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Ricardo Alvarenga, acusó a la guerrilla. García Alvarado fue nombrado fiscal general el pasado diciembre, después de que la Asamblea Nacional destituyera a Roberto Girón Flores. Éste acusó a Arena de separarlo de su cargo por sus intentos de avanzar en la investigación del asesinato, en 1980, del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, en el que estaban implicados varios miembros de ese partido. García Alvarado no pertenecía a Arena aunque era un hombre próximo a esa formación. El viernes, guerrilleros izquierdistas lanzaron bombas contra la casa del vicepresidente electo, Francisco Merino. El presidente, Alfredo Cristiani, de Arena, afirmó entonces que el ataque obstaculizaría nuevos esfuerzos para una solución negociada a la guerra civil que vive el país.
Un día como hoy 19 de Abril de 1993 termina en un incendio con más de 80 muertos, la toma del local donde se encontraba la secta davidiana de David Koresh en Waco (Texas). David Kresh o Vernon Wayne Howell de nacimiento, fue el líder de los Davidianos, una sectareligiosa, quienes lo consideraban su profeta final. Howell cambió legalmente su nombre a David Koresh el 15 de mayo de 1990. Centenares son las sectas religiosas que campan por el planeta, siendo muchas las advertencias que se hacen desde las instituciones sobre el peligro que comportan para la integridad física, mental y económica de aquellos que son captados en sus redes. El poder de convicción y dominación hacia los fieles es el mayor de los peligros y múltiples han sido las historias en las que las acciones de un grupo sectario ha acabado en auténtica tragedia. Un día como hoy 19 de abril de 1993 se produjo, en un rancho del estado de Texas, la Masacre de Waco. En ella fallecieron de forma trágica 76 miembros de la secta de los Davidianos (21 de ellos niños), una secta protestante y apocalíptica que había surgido de diversas escisiones de varios grupos que emergieron de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Su líder, David Koresh, un tipo socialmente peligroso y sospechoso de realizar abusos sexuales a menores, se había confinado junto a un gran número de miembros de la secta en el rancho Monte Carmelo, situado en las inmediaciones de la población de Waco. La obsesión apocalíptica con el fin del mundo había provocado que un buen número de seguidores de la secta, guiados por su fanático líder, se instalasen a vivir allí y hubiesen acumulado numerosas armas de fuego y explosivos. La ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives, en español: Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), una de las muchas agencias de seguridad de los Estados Unidos, decidió intervenir el arsenal acumulado en las instalaciones del rancho de Waco, realizando una redada el 28 de febrero de 1993. Pero los agentes se encontraron con un lugar fortificado y fuertemente protegido. En ese momento el FBI se hizo cargo del caso y comenzó un asedio cuyo objetivo era acceder al interior del rancho. Tras 51 días, el 20 de abril se decidió realizar un asalto en el que se utilizó una descompensada fuerza de ataque por parte de los miembros de la agencia federal. Este ataque provocó múltiples explosiones y un gran incendio que tendría unas trágicas y fatales consecuencias, pasando a ser recordado este triste hecho como la masacre de Waco.
Un día como hoy 19 de Abril de 1995 El Atentado de Oklahoma City, Timothy McVeigh coloca un potente explosivo en el Edificio Federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma, dejando como resultado 168 muertos (19 de ellos niños). Fue un terrorista de extrema derecha estadounidense autor del atentado explosivo contra el edificio federal Alfred P. Murrah en Oklahoma City en 1995, además de los 168 fallecido resultaron heridas alrededor de 680 personas. Durante su servicio, McVeigh fue amonestado por sus superiores por comprar una camiseta racista durante una protesta del Ku Klux Klan contra la presencia de conscriptos negros y supuestos simpatizantes del Black Power en la base. Que un atentado de las dimensiones del de Oklahoma City fuese planeado y ejecutado tan sólo por dos hombres sigue siendo, junto a otros interrogantes sobre la investigación, motivo de toda clase de teorías de la conspiración. McVeigh, de 32 años cuando se le ejecutó en 2001 y excombatiente de la guerra del Golfo Pérsico, dijo que cometió el atentado en respuesta a la intervención de agentes federales contra el rancho de la secta de los Davidianos en Waco (Texas), en cuyo incendio fallecieron 83 personas un día como hoy 19 de abril de 1993 después de un sitio policial de 52 días. McVeigh consideraba al Gobierno su enemigo, y cuando fue arrestado el mismo día del atentado mientras huía hacia el norte, vestía una camiseta en la que aparecían el presidente Abraham Lincoln y los lemas “Sic semper tyrannis” (Así siempre a los tiranos) y “El árbol de la libertad debe refrescarse de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos”. La primera frase es atribuida a Marco Junio Bruto en el momento del asesinato de su padre adoptivo, Julio César, y también fue pronunciada por el asesino de Abraham Lincoln, John Wilkes Booth; mientras que la segunda es de Thomas Jefferson, tercer presidente y uno de los padres fundacionales de EEUU. De entre las 168 personas que murieron a causa de la explosión en Oklahoma City, 19 eran niños pequeños que se encontraban en la guardería del edificio federal. Además, la enorme potencia del explosivo hecho a base de fertilizantes destruyó o dañó 312 edificios en un radio de 16 manzanas, destrozó 86 automóviles y causó daños por unos 652 millones de dólares. “Todavía no sabemos cómo McVeigh y Nichols aprendieron a construir una bomba de ese tamaño y potencia. Tampoco sabemos las identidades de las otras personas vistas con McVeigh en la mañana del atentado”, recordaba en un artículo publicado esta semana Andrew Gumbel, autor de un libro sobre las incógnitas que aún envuelven el suceso. En 2001, tras el ajusticiamiento de McVeigh mediante inyección letal, la Justicia estadounidense dio el caso por cerrado, y las voces que entonces reclamaban más respuestas sobre el atentado y la investigación que le sucedió se vieron rápidamente eclipsadas por los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre. La de McVeigh fue la primera pena capital aplicada directamente por el Gobierno federal en 38 años, una medida excepcional para responder públicamente a uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de EEUU que, veinte años después, ha caído en el olvido.
Un día como hoy 19 de Abril de 2005 Joseph Ratzinger es elegido Papa como Benedicto XVI. Bautizado como Joseph Aloisius Ratzinger, nacido en Baviera, Alemania, el 16 de abril de 1927, Benedicto XVI fue el papa número 265 de la Iglesia católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. Resultó elegido un día como hoy 19 de abril de 2005, tras el fallecimiento de Juan Pablo II, por los cardenales que votaron en el cónclave. Benedicto XVI se retiró el 28 de febrero de 2013 y asumió el título de papa emérito, con la intención de dedicarse a la oración y el retiro espiritual. Su renuncia fue anunciada por él mismo el 11 de febrero de 2013, una decisión excepcional en la historia del papado. Si bien el sumo pontífice dimisionario más próximo fue Gregorio XII (1415), el precedente de Celestino V (1294) es el único del que puede asegurarse que fue de forma libre y voluntaria. Casi dos semanas después de retirarse de la Ciudad del Vaticano, 115 cardenales eligieron en el cónclave de 2013 al argentino Jorge Mario Bergoglio, quien asumió el cargo con el nombre de Francisco. El País de España lo informó así: Reporta Bernardo Marín. Joseph Ratzinger, el cardenal que ha velado celosamente por la pureza del dogma católico desde 1981 como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), se ha convertido esta tarde en el Papa 265º de la historia de la Iglesia bajo el nombre de Benedicto XVI. En tan sólo un día y medio, los purpurados se han decantado por el más barajado del abanico de los posibles sucesores de Juan Pablo II, ya que a sus 78 años recién cumplidos, asegura un Pontificado breve y de transición que, al mismo tiempo, garantiza la continuidad de la ortodoxia, como ya hizo el fallecido Karol Wojtyla. Su nacionalidad alemana, su perfil conservador y su frontal rechazo a las innovaciones introducidas por Pablo VI no han sido un obstáculo. En su primer discurso como obispo de Roma, ha afirmado: "Sólo soy un humilde trabajador en la viña del Señor". Los 115 cardenales reunidos en cónclave en la capilla Sixtina del Vaticano desde ayer han elegido esta tarde nuevo Papa, el primero del siglo XXI. A las 17.50 horas y por segunda vez en este día, el humo ha comenzado a salir de la chimenea de la capilla pero, al principio, parecía negro. En la segunda plaza más grande del mundo, había en ese momento tres cuartos de entrada, unas cien mil personas, que han recibido entre la exaltación y la calma esta fumata con misterio bajo el cielo encapotado. Los fieles congregados a la espera de noticias no acababan de creerse que era blanca, ya que no sonaban las campanas. Cuando la chimenea llevaba ya un cuarto de hora expulsando humo y creando intriga y confusión en torno al color, una bocanada blanca acompañada del redoblar de las campanas no ha dejado lugar a dudas: Habemus Papam. Como una final de un mundial. El Vaticano había explicado que, de no haber acuerdo, la tercera fumata se produciría alrededor de las 19.00. Este hecho, más que ningún otro elemento, ha ayudado a saber que ya había Papa. Mientras los presentes en la plaza de San Pedro se fundían en un clamor de gritos y aplausos entusiastas, Radio Vaticano ha confirmado la elección del sucesor de Juan Pablo II. Entre la multitud, el sentimiento reinante era el de un enorme campo de fútbol con todo el público del mismo equipo al ganar la final de un mundial. La Santa Sede ya dijo que quería una elección rápida, pero ésta lo ha sido especialmente: el Papa ha sido designado en la cuarta votación en el segundo día de cónclave. Ayer por la tarde se procedió a la primera votación, que terminó siendo la primera fumata negra del cónclave. La segunda fumata negra se produjo esta mañana, como resultado de dos votaciones más. A partir de aquí, sólo quedaba esperar a que concluyera el ritual para conocer al fin el nombre del elegido. Así, tras confirmar el escrutinio y quemar las papeletas atadas con un hilo por los extremos, los cardenales han pedido al Papa su consentimiento para el cargo y éste ha elegido el nombre que adoptará durante su papado. Mientras, la plaza se ha ido llenando a rebosar, gracias en parte a que el momento coincidía con la salida del trabajo de los romanos. El público, organizado por países, enarbolaba banderas de los cinco continentes y coreaba los nombres de sus favoritos como un ruidoso grupo hondureño, que clamaba por la elección de Óscar Rodríguez Maradiaga. Pocos españoles se han dado cita en San Pedro, y los que lo han hecho no tenían especiales preferencias, salvo una leve inclinación por que el elegido sea hispanoamericano. Entretanto, el Papa se ha vestido con la casulla papal y, sobre las 18.30, el protodiácono (el primer cardenal de los diáconos), en esta ocasión el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, se ha asomado a la logia de las bendiciones de la basílica de San Pedro para revelar al mundo el nombre del elegido con la fórmula: "Habemus Papam, Joseph Ratzinger". En ese momento, el enjuto religioso alemán, que acaba de cumplir 78 años, ha salido al balcón para ser presentado e impartir la bendición Urbi et orbi (a la ciudad y al mundo). El público ha recibido el nombre con un desatado entusiasmo colectivo y se han unido en gran ovación al grito de "¡Benedictus XVI!". En realidad, habían acudido a ver en directo el espectáculo de la primera proclamación de un Papa en la era de la globalización, y habrían aplaudido por igual a cualquier otro. Además, una de las virtudes de los católicos es la resignación, por lo que parecían aceptar a Ratzinger aunque muchos hubieran preferido a otro. De hecho, muy pocos apostaban por el cardenal alemán salvo miembros del clero y los grupos de files alemanes. Pasados unos minutos, algunas personas, sobre todos los venidos de Latinoamérica y que formaban verdaderos clubes de fans de otros papables, han llorado de decepción. "Soy un humilde trabajador". Tras saludar a los fieles, las primeras palabras del Papa Benedicto XVI, europeo como Juan Pablo II pero no italiano, han sido en este idioma: "Queridos hermanos y hermanas, después del gran Papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela que el Señor sepa trabajar con instrumentos insuficientes y me entrego a vuestras oraciones. En la alegría del Señor y con su ayuda permanente, trabajaremos y con María, su madre, que está de nuestra parte". Protagonista absoluto del cónclave como decano del colegio de cardenales, Ratzinger era uno de los principales candidatos, junto a Dionigi Tettamanzi, cardenal arzobispo de Milán. Nacido en Marktl am Inn (diócesis de Passau, Alemania) el 16 de abril de 1927 era, además de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Pontificia Teológica Internacional y decano del Colegio Cardenalicio. A la cabeza de la corriente conservadora, la más amplia de entre los cardenales electores, por lo que se supone que desde el principio contaba con el voto de 50 de los 115 purpurados que han compuesto el cónclave. Pero para la elección se necesitan dos tercios, un porcentaje que parecía difícil de alcanzar teniendo en cuenta a sus detractores, los moderados, que preferirían otro futuro para la Iglesia. Pero las cosas, a diferencia del color de la fumata, no son blancas o negras, por lo que sólo el tiempo dirá cómo va a ser el papado de Ratzinger. BENEDICTO, EL TERCER NOMBRE MÁS ELEGIDO. Para hallar a un Papa alemán en la historia hay que remontarse más de 900 años y volver la mirada hasta el año 1055, cuando fue elegido Pontífice Víctor II. Ratzinger ha elegido llamarse Benedicto XVI siguiendo una costumbre instituida en el año 996 dentro de la Iglesia Católica. El nombre de Benedicto, elegido en 14 ocasiones, es el tercero en la lista de preferencias de los Papas de la historia, junto al nombre de Clemente y sólo superado por Juan, elegido en 23 ocasiones, y por Gregorio, en 16. El último Papa que se decantó por este nombre, Benedicto XV, fue Giacomo della Chiesa (1914-1922), un Papa nacido en Pegli, Génova (Italia). Doctorado en jurisprudencia por la Universidad de Génova a los 21 años, que en 1878 se ordenó sacerdote e ingresó en la Accademia dei Nobili Ecclesiastici, escuela diplomática vaticana en la que se preparó para servir a la Iglesia en estas necesidades. Fue nuncio en España, subsecretario de Estado y en 1907 el Papa Pío X le nombró arzobispo de Boloña. En 1914 recibió el capelo cardenalicio, tres meses antes de ser elegido para la Cátedra de San Pedro.

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