Tomado de Diario La Pagina.com
Por Luis Montes

Los últimos 6 meses de
encuestas comienzan a dar indicios de una derrota electoral en febrero del
2014. El candidato arenero Norman Quijano decrece en cada sondeo. El anuncio
del candidato vicepresidencial, Rene Cuadra, no logró revertir la tendencia a la
baja. Al contrario, entre el mes de octubre del 2012 y abril del 2013,
dependiendo de la casa encuestadora, Quijano ha bajado de 20 a 30 puntos. Pero
esto es sólo la superficie del problema arenero.
Digámoslo desde el inicio:
ARENA cometió un craso error al expulsar al ex-presidente Elías Antonio Saca en
el 2009 y quien es ahora el que abandera la primera opción real de un candidato
no alineado de llegar a Casa Presidencial. Por si la expulsión no hubiese sido
suficiente, muchos en el partido se ensañaron, lo vilipendiaron. Con la
separación de Saca, ARENA estaba apartando a la figura más popular de la
derecha en el país. Pero bien la historia de la exclusión la han contado
varios. Para este ejercicio nos enfocaremos en los factores que poco se han
discutido públicamente sobre la nube que envuelve “el inicio del fin de ARENA”.
Muchas voces dentro de
ARENA señalan a Francisco Flores Pérez, ex presidente de El Salvador, como el
principal promotor de la expulsión de Saca del partido. En una jugada política
astuta, Flores Pérez logró jugar con los miedos de unos y con las debilidades
de otros para lograr su cometido. Entendiendo que el miedo principal del primer
ex presidente de ARENA, Alfredo Félix Cristiani, es el caso del asesinato de
los jesuitas logró convencerle que él era el indicado para tomar las riendas
del partido. En buen salvadoreño, Flores usó al pobre viejo de Cristiani como
carne de cañón. Claro, Cristiani se la creyó que estando al frente del
principal partido de oposición estaba mejor ubicado para negociar cualquier
asunto relacionado a su mayor miedo como es una posible derogación de la ley de
amnistía. Audazmente, Flores logró leer que al viejo Cristiani lo único que le
interesa es vivir sus últimos años de vida en libertad y lograr eliminar cualquier
vinculación con el asesinato de 6 sacerdotes jesuitas, una empleada y su hija
el 16 de noviembre de 1989.
Naturalmente, los mensajes
que Cristiani era el hombre idóneo para tomar las riendas del partido, no se
hicieron esperar. Casi al unísono, muchos de los actores allegados a
Flores Pérez comenzaron a
repetir su nuevo “mantra”.
Muchos actores políticos
con más experiencia que los pajarracos que sólo repetían, tenían claro que
Cristiani era la figura más vulnerable para liderar el partido. De hecho, fue
tan inefectivo que durante su presidencia ARENA vio las 2 escisiones más
grandes en su historia, reflejadas en la pérdida de 19 diputados en la bancada
legislativa y el éxodo de su base que aún continúa.
Pero la del 2009 no era la
primera vez que Flores Pérez se la hacía a Cristiani. Anteriormente, 10 años
antes para ser exactos, Flores Pérez usó a Cristiani para elegirse presidente.
Para los que estuvieron involucrados en la campaña de 1999 es común oírlos
hablar del problema que tenía el partido para lograr convencer a la base que
Flores era el candidato idóneo o que simplemente votaran por él. Tanto fue así
que Flores ha sido el único presidente del país nominado por ARENA que no logró
ser presidente del partido. Y no era porque el no quería, sino porque las
bases, fundadores y otros grupos influyentes no lo dejaron. Hubo después de su
presidencia que reformar los estatutos del partido para nombrarlo presidente
honorario.
De vuelta a la campaña del
99. El convencimiento de la base fue tan duro como el de los independientes.
Para suerte de Cristiani quien era el presidente del partido en ese entonces,
el candidato de la oposición no era potable para la gran mayoría de
salvadoreños. Cristiani apeló a la disciplina partidaria- forzó y echó mano del
clientelismo- para convencer a la base de apoyar a Flores Pérez y lograr que se
eligiera con el porcentaje más bajo de un presidente arenero. Flores Pérez sólo
logró el 52% de los votos y en términos numéricos logró un poco menos de la
mitad de los votos que Saca logró en el 2004 que dicho sea de paso ha sido el
presidente de ARENA más votado en la historia del partido.
En la actualidad, reportes
periodísticos, acciones y hasta reconocidos operadores políticos ponen en
evidencia quien es el titiritero que mueve los hilos ocultamente en ARENA que
no es otro más que Flores Pérez. Para muchos areneros, como los fundadores, es
triste y difícil ver como un personaje tan impopular como lo es Francisco
Flores Pérez con la base arenera pueda haberse tomado el partido. La falta de
democracia en los partidos políticos de El Salvador, así lo ha permitido.
Quizá, este ejemplo sirva
para que las reformas a la partidocracia salvadoreña se lleven a cabo y parar
de una vez por todas la manipulación turbia de los partidos por parte de
personajes oscuros y a la vez evitar repetir el triste papel que hoy juega
Alfredo Cristiani en las manos de Flores y la muy probable muerte del hasta hoy
principal partido de oposición.
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