lunes, 24 de enero de 2011

Economía venezolana: Un barco a la deriva

Tomado de El Clarín

EN PROBLEMAS. LAS REFINERIAS DE PDVSA PIERDEN INVERSIONES Y ESO LLEVA A QUE SE REDUZCA EL NIVEL PRODUCTIVO

La economía continuará poniendo en problemas al gobierno venezolano este año, según el pronóstico de analistas por la combinación de una serie de cuestiones objetivas. La principal viene por el lado de la caída de los ingresos.

El ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, admitió que la petrolera estatal PDVSA reducirá 61% su meta de inversiones para el año 2011. La medida es para reducir los gastos estables. Pero son 12.000 millones de dólares menos en la principal caja de financiamiento del presupuesto venezolano. Esta nueva baja de inversiones explica en parte la caída de la producción petrolera . El gobierno de Hugo Chávez sostiene que la producción diaria es de poco más de 3 millones de barriles diarios. Pero la OPEP, la organización de países exportadores de petróleo a la cual pertenece Venezuela, afirma en sus informes que la cifra real es de 2,3 millones de barriles.

Eso explica la caída de las ventas, De 1,4 millones de barriles diarios que se exportaba a EE.UU., hoy se envían sólo 800.000 barriles. Norteamericana ha sido el principal cliente para Venezuela, que ha pasado de tercer a quinto proveedor de crudo para ese país. El costo es fuerte: Caracas recibía antes US$ 34 mil millones anuales de EE.UU. Ahora es estrictamente la mitad de esa suma.

Venezuela lleva dos años continuos de contracción de su economía (-5% en 2009 y -2 % en 2010), pero se espera que crezca 2% este año. Sin embargo, aquella caída más cuatro devaluaciones de entre 20 y 65% de la paridad de la moneda y una inflación récord de 27% paralizaron virtualmente toda producción local, amplificando la demanda de importados.

El ex director del Banco Central de Venezuela, José Guerra, sostiene que por ello este año habrá un estancamiento, pero no un nuevo retroceso. “La fuerza del gasto público financiado por el petróleo es capaz de evitar que la economía se derrumbe. Se va a mantener postrada, en estado catatónico, pero sin contracciones”.

La construcción, que fue históricamente uno de los principales motores de la economía, esta agónica. El gobierno nacionalizó la siderurgia, incluyendo la subsidiaria de la argentina Techint, pero la producción de varillas, entre otros insumos, cayó a la mitad. La ineficiencia también explica que las cementeras ahora en manos del Estado produzcan 50% de sus niveles anteriores. “En verdad, el gobierno ha venido azotando al sector privado hasta literalmente hacerlo sucumbir”, protesta Guerra.

El agravante es que se fuerza la importación hasta de alimentos de consumo diario porque la combinación de costos e inflación inhiben la producción local, a lo que se suma el conflicto por la expropiación de tierras: unas tres millones de hectáreas que pasaron al Estado pero que no tienen aún sin resultado económico.

“Argentina y Brasil nos suplen todo lo que el campo y la industria venezolana ha dejado de producir”, explica a Clarín el economista Orlando Ochoa. El problema es que el precio regulado venía siendo superado por la estructura de precios. Otras salidas han sido muy conflictivas. El gobierno, rebajando 10% el sueldo de los empleados de la cancillería para los damnificados de las lluvias, desató sonoras protestas.

Sucede que la renta petrolera ya no es suficiente para cubrir los gastos sociales y de la Administración Pública. Por eso Chávez ordenó la emisión de 6.000 millones de dólares en bonos de deuda de Petróleos de Venezuela (PDVSA). La mitad será destinada para construir viviendas a los sin techo. Pero el costo no es menor. Pese a los enormes ingresos que recibió el país por el crudo, hasta el año pasado Venezuela registraba más de US$ 100.000 millones de deuda, incluida la de PDVSA.

domingo, 23 de enero de 2011

Evo cumple quinto aniversario en el poder en su peor momento político

Tomado de El Clarín

SALUDOS. EL PRESIDENTE EVO MORALES, DURANTE LAS CELEBRACIONES OFICIALES, AYER, POR EL QUINTO CUMPLEAÑOS DE SU GESTIÓN AL FRENTE DEL GOBIERNO

Los amautas (sabios aymaras) desfilaron ayer con sus sahumerios para ahuyentar a las malas ondas y erigieron grandes “mesas” –ofrendas a la Pachamama– en la céntrica Plaza Murillo para conmemorar el año uno del nuevo Estado Plurinacional entre indígenas, sindicalistas y funcionarios públicos.

El 22 de enero, fecha de asunción de Evo Morales hace cinco años, fue declarada feriado nacional y este año el informe presidencial y los festejos trataron de revertir la pérdida de mística provocada por el fallido gasolinazo del 26 de diciembre y los desgastes propios de los segundos mandatos, que ya se hacen visibles.

De hecho, varias encuestas muestran una erosión del apoyo al primer presidente indígena de Bolivia y algunas lo colocan en poco más del 30%. Como ya se volvió habitual, las organizaciones sociales desfilaron con sus trajes típicos al ritmo de la canción La Patria, tocada por orquestas militares, y unas turistas argentinas se emocionaban con el “respeto a las costumbres ancestrales” en Bolivia.

Evo Morales habló casi cuatro horas y dio un informe detallado con números, puntos y comas sobre su gestión, refiriéndose siempre a las diferencias entre el “Estado colonial” y el nuevo “Estado plurinacional”. En el Congreso llamó a “acabar con las broncas y poner primero a Bolivia, por encima de las reivindicaciones sectoriales y regionales”, para concluir con su ya tradicional “Patria o muerte… venceremos”.

Algunas denuncias sindicaron que los empleados públicos fueron conminados a participar de los festejos.

En su larga alocución, Morales reivindicó el fallido naftazo navideño del 83% –que derogó una semana después–, insistiendo en los efectos perversos del contrabando de nafta y gasoil que sale a los países limítrofes. “Nadie criticó la medida, pero los movimientos sociales nos dijeron que no es el momento. Salvamos nuestra responsabilidad con la historia, ahora el pueblo debe salvar la suya (con propuestas para revertir los efectos del millonario subsidio a las naftas)”, señaló. Y resaltó los beneficios de las políticas sociales implementadas por su gobierno: “Pasamos del 33% de cobertura en la electrificación rural en 2005 al 51% en 2010”, y resaltó que el riesgo país ha bajado y que el propio Banco Mundial destaca el manejo macroeconómico del gobierno. Por primera vez, Bolivia cuenta con 10.000 millones de dólares de reservas internacionales.

De hecho, parte del “haber” en el balance de la gestión de Morales es la reposición del papel del Estado en la economía y el intento de construir un “país normal” en el que se paguen impuestos, se reduzca el contrabando y las cuentas fiscales equilibren gastos e ingresos. A menudo suele destacar que su administración nacionalista “logró lo que los neoliberales no pudieron” y además redujo la pobreza. “Pasamos de 3.700 a más de 9.000 millones (de dólares) de depósitos en los bancos”, insistió con las cifras macroeconómicas, al tiempo que resaltó que hoy Bolivia es independiente en el contexto de las naciones.

Con todo, el “debe” de su gestión estuvo en la incapacidad para lograr una mayor integración social mediante el empleo productivo. La salud sigue siendo una deuda pendiente y el poco entusiasmo general con la nueva ley Avelino Siñani echa dudas sobre mejoras significativas en la educación.

Otra de las dificultades está en la falta de inversión petrolera. Con un barril congelado en 27 dólares, las transnacionales afincadas en Bolivia priorizan la exportación de gas, lo que obliga a importar cada vez más gasoil, que se vende subsidiado en el marcado interno. La debilidad estatal alerta también sobre la transformación del litio en el nuevo recurso salvador, con demoras en la puesta en práctica de contratos acordados para la explotación del mineral que la globalización tecnológica reclama. Por otra parte, muchos se quejan de la judicialización de la política, que ha expulsado al exilio a un centenar de opositores, con más o menos “prontuario”, entre ellos, algunos gobernadores e intendentes.

“Hay un deterioro estructural en la gestión de Evo, porque ya se agotaron las medidas que le generaron popularidad, pero es posible que aunque no vuelva a sus picos de apoyo superiores al 60% pueda mejorar la actual caída en las encuestas”, le dijo a Clarín el analista político Fernando Molina. Evo tiene aún legitimidad para gastar y la oposición es poco menos que agónica.

Cuando ya promediaban más de tres horas, Morales planteó la agenda desarrollista del gobierno hasta 2014: construcción de hidroeléctricas, petroquímicas, explotación del litio y producción de alimentos. Hace unas semanas, el mandatario boliviano elogió el modelo agroexportador paraguayo y dijo que pediría al presidente Fernando Lugo el asesoramiento de técnicos de esa nación vecina.

Ahora se espera que el cambio de gabinete previsto para hoy o mañana brinde las claves de por dónde Evo, quien no pierde el olfato político, piensa reconstruir la iniciativa. Algunas versiones indicaban que podría llamar a los ministros “históricos” de la primera parte de su gestión, cuando la sensación de vivir una revolución era más fuerte que hoy.

Obama se aferra a Clinton para dar viraje a economía y buscar reelección

Tomado de El Tiempo


Obama renueva gabinete, trayendo al exitoso equipo de Bill Clinton

POR FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER

Obama puede recuperar a sus seguidores si logra mejorar el empleo y sortear los cambios políticos.

Un inocultable sentimiento de déjà vu recorrió los pasillos de la Casa Blanca de Washington en las dos primeras semanas del año. En el recambio de sus más cercanos colaboradores, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, escogió a varios antiguos miembros de la administración de Bill Clinton. Tras más de diez años de haber trabajado por última vez en la Presidencia, la llegada de William Daley, nuevo jefe de gabinete, y de Gene Sperling, nuevo director del Consejo Nacional Económico, fue calificada por el blog Politico.com como un "volver al futuro".

El momento de esta renovación del gabinete económico y político no es gratuito. El pasado jueves el gobierno Obama cruzó la meta volante de la mitad de su cuatrenio en medio de un reciente repunte de popularidad que no borra por completo un balance mediocre de su gestión. Cuando el próximo miércoles 25 de enero el primer presidente afrodescendiente de la superpotencia dé su segundo discurso del 'Estado de la Unión', la atención recaerá en la estrategia para recuperar su agenda perdida y garantizar la reelección en noviembre de 2012.

¿Y dónde quedó la esperanza?

Las expectativas generadas por la toma de posesión de Barack Obama hace dos años han demostrado ser, en retrospectiva, demasiado altas. Elegido por una masiva ola de rechazo a la mala imagen de George W. Bush y tras una campaña impecable, el joven e inexperimentado senador por el estado de Illinois llegó a Washington con promesas de "cambio y esperanza". Pero desde el arranque de la nueva administración demócrata fue evidente que el legado de su antecesor republicano era tóxico: la más grave recesión desde los años 30; dos frentes abiertos y cruentos de guerra en Irak y Afganistán y un notorio debilitamiento del respeto e influencia de Estados Unidos en el escenario global.

Admirado por su capacidad oratoria, el principal desafío de Obama era traducir las "grandes expectativas" que despertaban sus discursos en una coherente ejecutoria de gobierno. En esta tarea el boletín de la Casa Blanca no sale con buenas notas parciales. Hay dos razones principales para este balance: la difícil herencia de la administración Bush en economía y guerras exteriores, así como errores de estrategia política del equipo más cercano de colaboradores.

Una mirada desapasionada a los dos primeros años de la administración Obama revela dos logros trascendentales para el corto y el largo plazo. El primero es la recuperación económica a partir de las abultadas inyecciones de dineros públicos a la agotada economía norteamericana. En control del Congreso y de la Casa Blanca, los demócratas aprobaron la más grande ley de estímulos en la historia reciente: casi 800.000 millones de dólares para levantar los indicadores económicos del piso, salvar bancos y automotrices y empujar sectores como la energía y los transportes. De una economía con saldo en rojo, Estados Unidos pasó a crecer un 2,8 por ciento del PIB en 2010.

El segundo logro de Obama tiene implicaciones históricas: la reforma al sector de la salud. Ahí donde fracasó el matrimonio Clinton en los años noventa, el presidente demócrata tuvo éxito. Lo paradójico es que esos mismos logros, gracias a un mal manejo político, engendraron el discurso de campaña con el que la oposición republicana triunfó en las elecciones de mitaca de noviembre pasado. La ley de salud es tan complicada que, según la más reciente encuesta de The New York Times, el 40 por ciento de los estadounidenses quiere que el Congreso la tumbe y el 56 por ciento afirma que no se la han explicado bien. Para un presidente aclamado por sus comunicaciones, estos guarismos sobre su mayor legado invitan a fuertes timonazos.

En materia económica la más grave falencia de la Casa Blanca ha sido en el frente laboral. Si bien Obama heredó una hemorragia de 700.000 puestos de trabajos perdidos al mes, su gobierno ha sido incapaz de reducir la tasa de desempleo de 9,4 por ciento- hace tres años estaba en el 5 por ciento-. La misma encuesta muestra que uno de cada cuatro habitantes de Estados Unidos cree que la generación de trabajo es el principal problema y más de la mitad piensa que la administración demócrata no lo está haciendo bien. Esas dos cifras- la tasa de desempleo y el rechazo a la ley de salud- explican la deslucida del mito de Barack Obama en menos de dos años.

Clintonianos al rescate

La última vez que se vivió el escenario de una Casa Blanca demócrata enfrentada a un Congreso republicano fue precisamente en 1994 bajo la presidencia Clinton. Dos años después , el hoy ex presidente arrasaría en su campaña de reelección. El remezón de la Casa Blanca con veteranos de la era Clinton muestra que Obama busca repetir las lecciones de su antecesor.

Las dos más importantes se relacionan con la economía y la política. Paralizado por el dilema entre controlar el déficit y estimular la creación de empleos, el nuevo equipo económico no tiene más salida que revivir uno de los tres lemas de campaña de Clinton en 1992: "La economía, estúpido". Frase acuñada por el estratega James Carville para recordar el mensaje central del discurso clintoniano.

El reciente repunte de varios puntos en las encuestas después del atentado contra una congresista confirma que Obama goza aún de gran potencial para ganar su reelección el año entrante. No serán las guerras en el exterior sino los puestos de trabajo en el país los que definirán la campaña del 2012. El retorno de los veteranos de Clinton confirma que la Casa Blanca ha dado un giro y ha acudido a los ancianos de la tribu demócrata.

Republicanos: los doctores 'no'

Una ventaja de obama es la fragmentación de sus opositores.

Tras su victoria en las elecciones de mitaca de noviembre pasado, el partido Republicano no sólo retomó el control de la Cámara Baja sino también vienen desplegando una estrategia para tumbar la ley de salud, principal logro de Obama.

Además, ya se perfilan algunas precandidaturas presidenciales para enfrentar a los demócratas en 2012. La más polémica de todas es la de la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, quien ha convertido el twitter en su plataforma mediática y es hoy la líder informal de los activistas conservadoras del Partido del Té.

Sin embargo, el radicalismo de Palin, que impide conseguir adeptos en el centro, mantiene la baraja abierta para otros nombres como los ex precandidatos Mike Huckabee y Mitt Romney, los gobernadores Tim Pawlenty y Harley Barbour, entre otros. La estrategia opositora en el Congreso tiene dos filones: bloquear las leyes y promover investigaciones de control político.

Respuesta de una Madre occidental al artículo sobre las exitosas Madres chinas

Tomado de The Wall Street Journal


Ayelet Waldman, con tres de sus hijos en su hogar, en Berkeley, California

Por Ayelet Waldman

Estas son algunas de las cosas que, como madre judía, siempre les he permitido a mis cuatro hijos:

— Dejar las lecciones de piano y violín, especialmente si su actitud derrotista coincidía con un recital, ahorrándome así la tortura de escuchar a los niños de otros padres destrozando las trilladas piezas del repertorio juvenil.

— Dormir en las casas de sus amigos, especialmente en la noche de Año Nuevo o nuestro aniversario, ahorrándonos así el costo de la niñera.

— Jugar videojuegos o navegar en Internet, siempre y cuando paguen sus muñecas Neopet Usuki o los abominables guerreros de World of Warcraft con su propia mesada.

— Participar en todas las actividades extracurriculares que quisieran, siempre y cuando eso no me exigiera conducir más de 10 minutos para llevarlos ni sentarme en una cancha en una silla plegable (a menos que el clima estuviera espléndido) por más de 60 minutos.

— Dejar esas actividades extracurriculares, especialmente si ese abandono coincidía con el final de los campeonatos que hubiesen requerido de mi participación por encima de los límites anteriormente mencionados.

En los días posteriores a la publicación en este blog del divertido pero exasperante ensayo de Amy Chua, un extracto de su libro Himno de batalla de la madre tigresa, mis dos hijos mayores, de 16 y 13 años, han dedicado una llamativa cantidad de tiempo a despotricar contra éste y a redactar detalladas reacciones para ser entregadas a la propia Chua, en caso de poder contactarla.

Reconozco que estoy más que sorprendida. Digo con certeza que nunca antes ninguno de mis hijos se había siquiera molestado en leer una sola palabra de The Wall Street Journal. No creo que lo hubiese logrado aunque les hubiese gritado o amenazado para que lo hicieran, ni siquiera si los hubiese echado de la casa en pleno invierno. Por eso le expreso a Chua mi gratitud. Parece que hace falta una madre china para que mis hijos occidentales lean el periódico.

Si estuviera tratando de compilar mi propia refutación al modelo educativo de Chua, podría decir que las niñas asiático-estadounidenses de entre 15 y 24 años registran tasas de suicidio superiores al promedio. Podría cuestionar la soberbia de atribuirse el mérito por un éxito que probablemente sea tanto el resultado de las virtudes genéticas del talento musical y del intelecto como de las técnicas educativas "chinas" de los insultos y los ataques de furia. Pero tengo la impresión de que ella ya sabe eso.

Si realmente tratara de redactar esa respuesta, me arriesgaría a que mis propios hijos me llamasen hipócrita. Sophie, la mayor, me recordaría la noche reciente en la que revisé en silencio su libreta de calificaciones, suspirando despectivamente ante las alegres felicitaciones de su padre.

"¿Qué?", preguntó. "He sacado cinco sólidos excelentes".

Me encogí de hombros.

"Ayelet", me advirtió mi esposo.

Mi hija achicó los ojos. Sabía lo que se avecinaba.

Señalé las otras dos calificaciones, que no eran en ninguna medida excelentes.

Aunque no hubo "la explosión de gritos ni tirones de pelo" con la que, según describe Chua, habría sido recibida la hija de una madre china, expresé mi decepción muy claramente. Y aunque la palabra "basura" no fue dicha, ni en dialecto hokkien ni en yidish, fue solamente el temor al enojo de mi marido que me contuve de decirle a mi hija, cuando estalló en lágrimas, que estaba actuando como una idiota.

La diferencia entre Chua y yo, supongo —entre las orgullosas madres chinas y las ambivalentes occidentales— es que me sentí culpable de haber regañado a mi hija por no haber sacado las calificaciones que yo esperaba. Me sentí avergonzada por mi reacción. Pero hay otra diferencia, una que voy a admitir aunque también me avergüence: no salí a buscar cientos de tests de práctica ni trabajé con mi hija hasta bien entrada la noche, haciendo lo que hiciera falta para que sacara la mejor nota. Le transferí esa tarea a un tutor, algo que puedo costear porque mis hijos viven en el mismo mundo privilegiado de los de Chua.

En realidad, le estoy agradecida a Chua y me siento un poco intimidada por ella.

Derrocho demasiadas de mis energías maternas en culpas y arrepentimientos. Leer su ensayo definitivamente metió un poco de hierro chino en mi espina dorsal de esponja occidental y, aunque al final le pedí disculpas a mi hija por no reconocer, en ese momento, que se había destacado en todas esas difíciles materias el semestre pasado y por expresar mi decepción por las otras con demasiado ímpetu, también me negué a dar marcha atrás en mi expectativa de que le dedique más tiempo a esas dos materias en las que está teniendo un desempeño "insuficiente".

En su libro, Chua cuenta una historia de coerción que resultó en una especie de logro con una de sus hijas. Déjenme contarles otro tipo de historia. Mi hija Rosie es un poco disléxica. Para el momento en que fue diagnosticada, en segundo grado, se había quedado muy rezagada con respecto a sus compañeros de clase. Durante años la obligué a deletrear palabras en la ducha con letras de espuma, a hacer hojas de ejercicios, a memorizar fonemas y a hacer tests de práctica. Mis amenazas solamente sirvieron para hacer que se sintiera miserable. En un momento hasta le dejó de gustar la escuela. Sufría dolores de estómago casi constantes y lloraba prácticamente todos los días. Al final nos enteramos sobre un programa intensivo de lectura que requería que los estudiantes pasaran cuatro horas diarias encerrados en un cuarto pequeño con un instructor, practicando letras, estudiando palabras y sistemas de fonética. Sonaba horrible pero Rosie insistió en hacerlo. Amaba los libros y los cuentos. Quería leer.

Todos los días, cuando la íbamos a buscar, su cara estaba roja de llorar, tenía los ojos hundidos y se veía exhausta. Todos los días le preguntábamos si quería dejarlo. Le rogamos que lo hiciera. Ni su padre ni yo podíamos soportar ver su miseria, su desesperación, su dolor, físico y psíquico; parecía demasiado joven para soportarlo. Pero cada día se negó.

Después de un mes sombrío y brutal, Rosie aprendió a leer. Escaló la montaña sola, motivada no por el miedo ni la vergüenza de deshonrar a sus padres sino por su deseo apasionado de leer. Lo hizo sola, sin nosotros, y no es una exageración decir que seguimos resplandecientes de orgullo.

Tengo la sensación de que si una de las hijas de Chua hubiese sufrido un problema de aprendizaje como Rosie, Chua hubiese canalizado su admirable perseverancia para encontrar una solución que diese resultado con su hija. Hubiese sido tan tenaz y determinada, pero de una manera enteramente distinta. Rugir como una tigresa transforma a algunos niños en pianistas pero destruye a otros. Amy Chua y yo entendemos que nuestro trabajo como madres es ser el tipo de tigresa que cada uno de nuestros cachorros necesita.

—AyeletWaldman es autora de 'El amor y otros imposibles'.

Lea el artículo que provocó esta respuesta:

En que se basa la educación exitosa que las madres chinas dan a sus hijos

Recuperan cabeza de Enrique IV después de 400 años

Tomado de RFI

La cabeza de Enrique IV, Rey de Francia, apareció en casa de una pareja de jubilados del barrio de Montmartre, en París, quienes la conservaron durante 53 años en el fondo de un armario.

Por María Carolina Piña

400 años después de su asesinato, la cabeza del monarca francés fue identificada gracias a una serie de estudios dignos de una investigación criminal. La cabeza estuvo guardada durante 53 años en el armario de un coleccionista.

El “Buen Rey”, Enrique IV, murió de dos puñaladas asestadas por François Ravaillac el 16 de mayo de 1610. El cuerpo del soberano fue embalsamado antes de ser enterrado en la Basílica de Saint-Denis (en el norte de París).

Pero, después de la Revolución de 1793, las tumbas reales conservadas en este templo fueron abiertas y profanadas. El cuerpo de Enrique IV fue entonces lanzado, junto al de otros reyes franceses, en una fosa común y su cabeza separa del resto.

Desde esa fecha, la cabeza del desdichado monarca pasó de mano en mano, aunque no se sabía con precisión si efectivamente correspondía a Enrique de Borbón. Justamente, el miembro acaba de ser autentificado por un grupo de 20 científicos franceses, daneses, italianos y un americano.

“Fue verdaderamente una investigación médico-legal”, explicó a la prensa Philippe Charlier, director de este estudió que duró seis meses.

La cabeza había aparecido en casa de una pareja de jubilados del barrio de Montmartre, en París, quienes la conservaron durante 53 años en el fondo de un armario, para luego confiarla a los científicos. Gracias a la momificación con una técnica italiana, la cabeza atravesó los siglos en excelente estado.

Varias marcas que aparecen en los retratos del monarca facilitaron la identificación: un nevus (alteración congénita muy localizada de la pigmentación de la piel) en el lado derecho de la nariz, una lesión en la mandíbula tras una tentativa de asesinato en 1594, un agujero de arete en la oreja derecha, una marca de la corte de Valois, entre otros. Así mismo, el mal estado de la dentición coincide con los testimonios de la época. Finalmente, algunas heridas a nivel de las cervicales denotan la mutilación del cuerpo en 1793.

Varios tipos de estudios se aplicaron a la cabeza de Enrique IV. Una datación con carbono 14 permitió determinar un período situado entre 1450 y 1650. Gracias a una tomografía, los científicos obtuvieron una reconstitución numérica del cráneo. De esta manera, pudieron verificar que el molde del rostro del rey conservado en la Biblioteca Sainte-Geneviève de la capital francesa coincidía con el cráneo. El mentón cuadrado y prominente, la frente amplia, la nariz larga, todo coincidió.

Los científicos e historiadores dirigidos por Philippe Charlier viajaron hasta Florencia (Italia) para estudiar la técnica de embalsamamiento del rey utilizada por Pierre Pigray. Descubrieron que el embalsamador usó un pigmento negro o carbón de hueso, que protegió al cadáver de la descomposición. De hecho, a diferencia de los reyes anteriores, la cabeza de Enrique IV no fue serruchada ni vaciada. Su cerebro se mantuvo así intacto.

Después de la Revolución, la cabeza del “Buen Rey” no apareció hasta el siglo XIX en la colección privada de un conde alemán, luego en 1919 durante una subasta en el Hotel Drouot de París. Un anticuario la compró entonces por tres francos.

Luego de la muerte de éste último, la reliquia fue adquirida por la pareja de jubilados parisienses quienes la legaron al actual jefe de la casa Borbón, Luis de Borbón, duque de Anjou. Este lejano pariente del monarca decapitado tras su muerte ha solicitado que la cabeza sea conservada en la necrópolis de la Basílica de Saint-Denis.

Como sobrevivir a un ataque de ira de otras personas

Tomado de The Wall Street Journal

Por Elizabeth Bernstein

Melissa Hoistion estaba cenando recientemente con su marido y sus tres hijos en un restaurante en Nueva Jersey. Todo estuvo en calma hasta que el mesero desapareció por veinte minutos.

Su marido, Tom, comenzó a refunfuñar. Hoiston se preparó. "Oh oh, aquí viene", recuerda haber pensado.

"¡DISCULPE!", gritó a través de la sala a otro mesero. Luego salió echando chispas para quejarse al gerente. Cuando el primer camarero finalmente regresó a la mesa, su marido aulló. "¿Dónde diablos estuvo durante los últimos 45 minutos?", y continuó regañándolo hasta que el hombre se fue.

Las personas de otras mesas miraban. Hoiston, de 35 años y encargada de relaciones públicas en un centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, bajó la cabeza y se tapó la cara con las manos. En el auto, de vuelta a la casa, le dijo a su marido: "Odio cuando haces eso, arruinas la cena".

La gente está exhausta, estresada y preocupada por el dinero. Los ataques de rabia en tiendas, restaurantes y aeropuertos se han convertido en pan de cada día.

Sin embargo, tal como le podrá contar cualquier persona que alguna vez haya tenido un ser querido con un temperamento como para poner los pelos de punta, puede arruinarse mucho más que una cena cuando un adulto pierde el control en público. Joe James, un psicólogo de 50 años de Maryland, lo sabe bien. Recuerda la forma en que, hace años, cuando estaba a punto de graduarse, le hablaba bruscamente a los profesores, otros conductores en la carretera, amigos y familiares.

Fue despedido de un empleo como técnico en reparación de computadoras por gritarle a sus subordinados durante 15 minutos seguidos. La novia con la que llevaba mucho tiempo decidió que estaba harta de tener que caminar con pies de plomo y lo dejó. Incluso su perro le tenía miedo."No era alguien con quien fuera agradable vivir", confiesa.

Los expertos están de acuerdo en que uno debería dejar una relación con una persona que es abusadora física o verbalmente. Pero de lo que se trata aquí es de ataques de furia públicos, parecidos a las rabietas de los niños pequeños.

Las personas se pueden enojar por muchas razones. Muchas están tan estresadas que cualquier incidente que suponga un mínimo disgusto las hace explotar.

"La furia es una reacción para protegerse de un daño percibido. Si está abrumado y algo aparece de la nada, lo va a sentir como una amenaza", explica James, que aprendió a controlar su temperamento y por eso se convirtió en un experto profesional en el manejo de la ira.

Mucha gente niega que se enfurece. Cuando lo hace, el centro emocional del cerebro adquiere una influencia mucho mayor que la parte que controla el pensamiento consciente. Y algunos expertos creen que cuanto más nos enojamos, es posible que nos demos menos cuenta de ello.

Entonces; ¿qué podemos hacer cuando alguien se enfurece? Los psicólogos están de acuerdo en la importancia de mantener la calma cuando la otra persona se enoja mucho. No se retire totalmente, pero limite lo que diga para validar los sentimientos de la otra persona, asegurándole que entiende las razones de su enojo, pero no su mala conducta.

"Es improbable que pueda mantener una conversación constructiva con alguien cuando está en la zona roja", apunta Susan Orenstein, una psicóloga de Carolina del Norte. "Pero pienso que es importante decir algo como: 'Realmente no puedo escucharte cuando estás lanzando cosas. Pero te escucharé con gusto cuanto te calmes", añade.

Luego de que todos se hayan calmado, explique a la persona las razones por las que su ira le hace pasar un mal rato. Pregúntele cómo le hizo sentir su ataque de furia y qué es lo que la provocó.

¿Está la persona preocupada por dinero, el trabajo, los niños? Trate de plantear preguntas abiertas para realmente captar qué está ocurriendo.

Quizás quiera sugerir ayuda profesional. Puede decir que le preocupa la forma en que su conducta está afectando la relación. Además, procure evitar las situaciones potencialmente explosivas. Viaje con otra persona, vaya de compras solo. Maneje su propio auto.

Plantéese un ultimátum, pero sólo si está dispuesto a cumplirlo. "La gente siempre dice que quiere cambiar. Pero hasta que el precio de seguir actuando como siempre no sea más doloroso que el de cambiar, la gente es muy renuente a hacerlo", explica James.

sábado, 22 de enero de 2011

Artista residente en Long Island es reconocida en Colombia

Tomado de la Crónica del Quindio


Las fotografías de Lucy Lencinas están en Armenia, Colombia

La artista quindiana Lucy Lencinas, quien reside en New York, al exponer sus obras en Armenia demostró que en ellas hay una combinación de erotismo y elegancia.

Durante su exposición en la plazoleta Centenario amigos y enamorados de este género pudieron apreciar el estilo que la fotógrafa utiliza; además darse cuenta que el cuerpo humano es glamur.

Aparte de las obras que expondrá en la galería Baboo de Manhattan y el museo de Arte Moderno de la provincia de Mendoza, Argentina, adelanta un trabajo en el Quindío relacionado con la cultura cafetera.

Sobre ello Lucy Lencinas aseguró: “Para demostrar lo lindo que tiene mi departamento realicé una sección de imágenes con modelos en las fincas cafeteras con miras a exponerlas en otros países”.

Ella manifestó que su arte le permite vivir de manera más intensa al brindar el poder revivir los hechos que la conmueven y emocionan y tomar plena conciencia de ello.

Reseña

Lucy Lencinas, miembro del equipo editorial de Long Island Al Día, realizó su primera exhibición fotográfica en la biblioteca pública de Brentwood.

Uno de sus trabajos fue seleccionado para integrar la muestra itinerante internacional ‘A Book About Dead’ de Ray Johnson, presentada en New York y que partió de gira por Francia, España, Alemania y Países Bajos.

El amor por la fotografía se despertó desde que nació su hija. “Yo le tomaba y tomaba fotos a mi niña y eso me fue encariñando de esta profesión”. Hoy se ha convertido en una artista de exposición y no sólo en Colombia sino en Nueva York, porque fue allí donde presentó su primer trabajo que llamó sentimientos. Al Quindío trajo 27 obras, esas que han sido admiradas por su estilo.