Tomado de El País
Estados Unidos se
salva del ‘abismo fiscal’
La Cámara de Representantes respalda
el acuerdo del Senado gracias a los votos demócratas
Por Antonio Caño
La Cámara de Representantes respaldó durante la noche del
martes (madrugada del miércoles en España), finalmente, el acuerdo aprobado un
día antes por el Senado, con lo que Estados Unidos se salvó del
abismo fiscal y se ha evitado una crisis económica de repercusión mundial. Ante
la división de los congresistas republicanos, fueron necesarios los votos del
Partido Demócrata para sacar adelante una ley, previamente pactada con Barack
Obama, que incluye una subida de impuestos solo a los más ricos y prevé un
breve aplazamiento de dos meses de los recortes de gastos que debían entrar el
día 1 formalmente en efecto.
La ley, que en las próximas horas será firmada por
Obama, pasó el trámite de la Cámara con 257 votos a favor y
167 en contra, pero solo 85 representantes del Partido Republicano, de 236, que
tiene la mayoría, le dieron su apoyo, por lo que fueron necesarios 172 votos
demócratas, casi la totalidad del grupo.
“Una de las premisas centrales de mi campaña era cambiar un
sistema tributario demasiado favorable a los ricos, a expensas de los
norteamericanos de clase media, y eso es precisamente lo que hemos hecho hoy
gracias a los votos de demócratas y republicanos, con una ley que incrementa
los impuestos sobre el 2% de norteamericanos que más dinero gana”, dijo el
presidente Obama en una conferencia de prensa mantenida después del voto.
“Reconozco que este es solo un paso en un esfuerzo más amplio para fortalecer
la economía y ofrecer oportunidades a todos los ciudadanos. El déficit aun es
demasiado elevado y aun estamos invirtiendo demasiado poco en las cosas
necesarias para que crezca la economía”.
En el Senado se había conseguido un sólida mayoría de 89
contra 8 (tres demócratas y republicanos), con la llamativa oposición del
senador Marco Rubio, cuyo nombre es mencionado insistentemente como próximo
candidato presidencial. No ha sido posible conseguir una mayoría similar en la
Cámara.
Una fuerte división en el seno del Partido Republicano ha retrasado la
aprobación en la Cámara y ha obligado a su
presidente, John Boehner, a sacar a votación el mismo texto enviado por el
Senado, entre las críticas de varios congresistas conservadores que querían
añadirle enmiendas. Como prueba de esa división, mientras Boehner, que
normalmente no vota por su posición institucional, votó esta vez sí a la ley,
el jefe del grupo republicano y número dos de la jerarquía conservadora en la Cámara,
Eric Cantor, votó no.
También para algunos demócratas de izquierdas, Obama había
hecho una concesión excesiva al aceptar que la subida de impuestos —el tipo
máximo pasa del 35% al 39,6%— se apliquen solo a partir de los 450.000 dólares
anuales de ingresos, y no los 250.000, como inicialmente proponía la Casa
Blanca.
Pero incluso esa barrera de los 450.000 fue inaceptable para
muchos congresistas republicanos que, al comienzo de esta legislatura, hicieron
público juramento de no apoyar jamás un aumento de impuestos.
Las objeciones republicanas no tienen que ver solo con los
impuestos. También se quejan de que el aumento de la presión fiscal a los ricos
no vaya acompañada de ningún recorte de gasto social ni de compromisos siquiera
de hacerlos en el futuro. Durante varias horas, en el debate de este martes, se
intentó añadirle al texto del Senado la obligatoriedad de un recorte de 300.000
millones de dólares de gasto social, pero esta opción no tuvo el respaldo
suficiente.
La ley aprobada, no solo no recoge esas reducciones, sino
que prolonga durante un año el seguro de desempleo que cobran dos millones de
personas y retrasa la aplicación de otros 110.000 millones de dólares de
recortes de gastos.
Ese retraso es, al mismo tiempo, el anuncio de que estaremos
de nuevo dentro de dos meses ante una batalla similar a la de estas
inolvidables navidades. En dos meses, EE UU alcanzará su techo de deuda y el
estado se quedará sin dinero para pagar a empleados y acreedores. La próxima
tormenta, por tanto, está a la vuelta de la esquina.